16 de octubre de 2024
Anticiparse a la escalada: desmantelando el factor armado del swarming
Balance y razones de las operaciones contra bandas criminales
Misión Verdad
En 2023, organismos de seguridad intervinieron la cárcel de Tocorón, que había servido como cuartel general de la banda del Tren de Aragua (Foto: AFP)
En su esfuerzo por reajustar la agenda de cambio de régimen y ante un evidente clima de desmovilización entre sus filas, María Corina Machado ha decidido incorporar públicamente el concepto de swarming o enjambramiento en sus iniciativas.
Tal decisión refleja la consolidación de un camino que va más allá de lo que se intenta presentar como "protesta civil" al proponer una forma de confrontación más agresiva, inscrita en el ámbito de operaciones de carácter militar, mientras se utiliza el discurso sobre derechos humanos para contrarrestrar las posibles limitaciones que sufran las acciones violentas que esperan implementar.
En una investigación anterior ampliamente consultada, Misión Verdad indicaba que la introducción del swarming en Venezuela representa una evolución de las denominadas guarimbas, con el que se adopta un enfoque más focalizado y menos masivo de la virulencia.
Su naturaleza asimétrica permite a los operadores y masa crítica llevar a cabo acciones coordinadas desde múltiples direcciones, lo cual tiende a maximizar la saturación del objetivo y hace difícil su defensa, en referencia a situaciones de sabotaje o violencia callejera.
Durante los eventos del 29 y 30 de julio, tras el desconocimiento de los resultados de las elecciones presidenciales, grupos delincuenciales participaron abiertamente en la operación de turbulencia política y criminal encabezada por los "comanditos", estructura creada por Vente Venezuela.
Esta conexión entre el crimen organizado y el movimiento de María Corina Machado, junto con su revelación sobre la intención de escalar la ofensiva mediante tácticas de guerra asimétrica como el swarming, puede explicar el enfoque de acción rápida de los organismos de seguridad del Estado venezolanos para desmantelar las bandas delictivas, previamente articuladas con la desestabilización postelectoral.
En datos: combate frontal a bandas criminales
En su programa Tubazos con Eligio Rojas, el periodista venezolano presentó información detallada sobre los resultados de las operaciones policiales y militares, implementadas entre el 7 de agosto y 7 de octubre, para hacer frente a las "células durmientes" de las organizaciones delictivas Tren de Aragua y Tren del Llano.
Las labores se enfocan en estas dos entidades debido a su relación intrínseca con la agenda de golpe de Estado. Según Rojas, el término "células durmientes" se refiere a grupos conformados por aproximadamente entre diez y veinte personas, que han sido establecidas a instancias de estas dos bandas criminales.
"El Tren de Aragua quedó desarticulado el 20 de septiembre del 2023, pero quedan sus células durmientes (...) en cuanto al Tren del Llano, su estructura sigue viva y opera en las afueras de Altagracia de Orituco, municipio José Tadeo Monagas del estado Guárico".
El balance, sustentado en reportes de diversos cuerpos de seguridad a los que tuvo acceso Rojas, revela un esfuerzo gubernamental intensificado en los últimos dos meses.
En primer lugar, se realizaron sesenta procedimientos en once entidades del país, siendo Guárico la región más activa, con veintiocho operativos, porque es el territorio donde opera activamente el Tren del Llano.
Las intervenciones abarcaron:
Durante estas intervenciones de las fuerzas del Estado se produjeron 25 enfrentamientos contra las células delictivas, lo que culminó en la eliminación de 37 individuos y la captura de 81 más, todos vinculados a los dos trenes mencionados.
También se logró incautar un significativo arsenal que incluye 1 729 cartuchos, 60 armas de fuego —entre las cuales se cuentan 8 fusiles y 24 pistolas—, así como granadas, miras telescópicas y otros equipos tácticos, datos que evidencian la capacidad ejecutiva de estos grupos.
El punto débil en el plan desestabilizador
En su reporte Rojas explora la expansión de dichas células, y plantea interrogantes sobre su surgimiento y dirección.
"¿En qué momento estas estructuras comenzaron a fundar células en las regiones donde operaban y, además, ¿por qué lo hicieron?". El periodista destaca que, según informes de inteligencia a los que accedió, esta difusión comenzó en 2020, con la intervención de la DEA y grupos del narcotráfico colombiano para controlar territorios en el país.
Con el tiempo, estas bandas migraron al ámbito político, un fenómeno que se hizo más notorio en el escenario postelectoral del 28J, cuando las acciones del Tren de Aragua y del Tren del Llano jugaron un papel destacado al incursionar en hechos de confrontación cuyo saldo contempla asesinatos a la población civil y daños materiales a infraestructuras públicas sensibles.
Asimismo, la operación terrorista desarticulada recientemente que tenía como objetivo el magnicidio del presidente Maduro y otras figuras del liderazgo político del gobierno reveló que su planificación se apoyaba de manera significativa en la participación de bandas criminales, tal como indicaron las investigaciones realizadas.
La implementación de una nueva táctica de desestabilización, alineada con el enfoque de swarming propuesto por María Corina Machado, buscaría canalizarse a través de los ejemplos previamente mencionados o mediante iniciativas oscuras como "Ya casi Venezuela". Esta última implica una eventual incursión militar externalizada mediante empresas de seguridad privada, en una especie de ramake de la Operación Gedeón del año 2020.
Cualquiera de estos escenarios depende, en gran medida, de la habilidad de sus operadores para coordinarse con las células que puedan estar reajustando sus cálculos en puntos estratégicos del país, mientras el Estado venezolano avanza en el objetivo de desmantelarlas.
Fracturar la convergencia entre el enjambramiento propuesto por Machado y una mayor actividad de las bandas criminales pareciera estar en el centro de la ecuación de la estabilidad política y social de inicio del año próximo para el gobierno venezolano.
Tal decisión refleja la consolidación de un camino que va más allá de lo que se intenta presentar como "protesta civil" al proponer una forma de confrontación más agresiva, inscrita en el ámbito de operaciones de carácter militar, mientras se utiliza el discurso sobre derechos humanos para contrarrestrar las posibles limitaciones que sufran las acciones violentas que esperan implementar.
En una investigación anterior ampliamente consultada, Misión Verdad indicaba que la introducción del swarming en Venezuela representa una evolución de las denominadas guarimbas, con el que se adopta un enfoque más focalizado y menos masivo de la virulencia.
Su naturaleza asimétrica permite a los operadores y masa crítica llevar a cabo acciones coordinadas desde múltiples direcciones, lo cual tiende a maximizar la saturación del objetivo y hace difícil su defensa, en referencia a situaciones de sabotaje o violencia callejera.
Durante los eventos del 29 y 30 de julio, tras el desconocimiento de los resultados de las elecciones presidenciales, grupos delincuenciales participaron abiertamente en la operación de turbulencia política y criminal encabezada por los "comanditos", estructura creada por Vente Venezuela.
Esta conexión entre el crimen organizado y el movimiento de María Corina Machado, junto con su revelación sobre la intención de escalar la ofensiva mediante tácticas de guerra asimétrica como el swarming, puede explicar el enfoque de acción rápida de los organismos de seguridad del Estado venezolanos para desmantelar las bandas delictivas, previamente articuladas con la desestabilización postelectoral.
En datos: combate frontal a bandas criminales
En su programa Tubazos con Eligio Rojas, el periodista venezolano presentó información detallada sobre los resultados de las operaciones policiales y militares, implementadas entre el 7 de agosto y 7 de octubre, para hacer frente a las "células durmientes" de las organizaciones delictivas Tren de Aragua y Tren del Llano.
Las labores se enfocan en estas dos entidades debido a su relación intrínseca con la agenda de golpe de Estado. Según Rojas, el término "células durmientes" se refiere a grupos conformados por aproximadamente entre diez y veinte personas, que han sido establecidas a instancias de estas dos bandas criminales.
"El Tren de Aragua quedó desarticulado el 20 de septiembre del 2023, pero quedan sus células durmientes (...) en cuanto al Tren del Llano, su estructura sigue viva y opera en las afueras de Altagracia de Orituco, municipio José Tadeo Monagas del estado Guárico".
El balance, sustentado en reportes de diversos cuerpos de seguridad a los que tuvo acceso Rojas, revela un esfuerzo gubernamental intensificado en los últimos dos meses.
En primer lugar, se realizaron sesenta procedimientos en once entidades del país, siendo Guárico la región más activa, con veintiocho operativos, porque es el territorio donde opera activamente el Tren del Llano.
Las intervenciones abarcaron:
- Región central (Miranda, Guárico y Carabobo).
- Región de occidente (Zulia y Trujillo).
- Regiones del sur y del oriente (Bolívar, Sucre y Anzoátegui).
Durante estas intervenciones de las fuerzas del Estado se produjeron 25 enfrentamientos contra las células delictivas, lo que culminó en la eliminación de 37 individuos y la captura de 81 más, todos vinculados a los dos trenes mencionados.
También se logró incautar un significativo arsenal que incluye 1 729 cartuchos, 60 armas de fuego —entre las cuales se cuentan 8 fusiles y 24 pistolas—, así como granadas, miras telescópicas y otros equipos tácticos, datos que evidencian la capacidad ejecutiva de estos grupos.
El punto débil en el plan desestabilizador
En su reporte Rojas explora la expansión de dichas células, y plantea interrogantes sobre su surgimiento y dirección.
"¿En qué momento estas estructuras comenzaron a fundar células en las regiones donde operaban y, además, ¿por qué lo hicieron?". El periodista destaca que, según informes de inteligencia a los que accedió, esta difusión comenzó en 2020, con la intervención de la DEA y grupos del narcotráfico colombiano para controlar territorios en el país.
Con el tiempo, estas bandas migraron al ámbito político, un fenómeno que se hizo más notorio en el escenario postelectoral del 28J, cuando las acciones del Tren de Aragua y del Tren del Llano jugaron un papel destacado al incursionar en hechos de confrontación cuyo saldo contempla asesinatos a la población civil y daños materiales a infraestructuras públicas sensibles.
Asimismo, la operación terrorista desarticulada recientemente que tenía como objetivo el magnicidio del presidente Maduro y otras figuras del liderazgo político del gobierno reveló que su planificación se apoyaba de manera significativa en la participación de bandas criminales, tal como indicaron las investigaciones realizadas.
La implementación de una nueva táctica de desestabilización, alineada con el enfoque de swarming propuesto por María Corina Machado, buscaría canalizarse a través de los ejemplos previamente mencionados o mediante iniciativas oscuras como "Ya casi Venezuela". Esta última implica una eventual incursión militar externalizada mediante empresas de seguridad privada, en una especie de ramake de la Operación Gedeón del año 2020.
Cualquiera de estos escenarios depende, en gran medida, de la habilidad de sus operadores para coordinarse con las células que puedan estar reajustando sus cálculos en puntos estratégicos del país, mientras el Estado venezolano avanza en el objetivo de desmantelarlas.
Fracturar la convergencia entre el enjambramiento propuesto por Machado y una mayor actividad de las bandas criminales pareciera estar en el centro de la ecuación de la estabilidad política y social de inicio del año próximo para el gobierno venezolano.
El presidente Nicolás Maduro lamentó que el expresidente colombiano, Juan Manuel Santos, se haya sumado a los intentos de la derecha mundial de intentar destruir las relaciones entre Venezuela y Colombia. "Juan Manuel Santos en Colombia no vale medio peso", recalcó.
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El asesinato del monseñor Romero, el 24 de marzo de 1980, desató el interés del periodista venezolano Carlos Henríquez Consalvi por El Salvador.
"La noticia me afectó profundamente. Para mí, monseñor Romero era una voz valiente de libertad frente a la opresión. Eso hizo que pusiera mi atención en El Salvador", le contó Henríquez Consalvi al programa a BBC Outlook. Antes del asesinato del sacerdote, Carlos era un periodista de izquierdas nacido en Venezuela que, al igual que muchos otros jóvenes de América Latina en aquella época, había viajado a Nicaragua para acompañar a la revolución sandinista de 1979. Pero el disparo que terminó con la vida de monseñor Romero cambió su vida para siempre. "Después de aquel asesinato, sentí que en El Salvador se estaba escribiendo la historia. Y creo que todos los periodistas tenemos este deseo de estar cerca de donde ocurre la historia", recuerda sobre aquellos años. Era principios de 1980. El país atravesaba por una guerra civil sangrienta, entre las Fuerzas Armadas y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), una coalición de guerrillas de izquierda. El enfrentamiento armado, que había empezado un año antes y que se prolongaría hasta la firma de los Acuerdos de Paz en 1992, dejaría un saldo de 75.000 civiles muertos, 350.000 heridos y más de un millón de exiliados. Años más tarde, la Comisión de la Verdad, encabezada por las Naciones Unidas, determinó que 9 de cada 10 violaciones de derechos humanos las llevaron a cabo el Ejército y sus paramilitares. Henríquez Consalvi pensaba, a sus 33 años, que la mejor manera de combatir la represión que imperaba en aquel país era informar a los salvadoreños sobre lo que estaba pasando. Fue así que, una semana después del asesinato del monseñor Romero, decidió dejar Nicaragua para sumarse a las filas del FMLN y crear Radio Venceremos, la mítica emisora clandestina de la guerrilla salvadoreña que, durante más de 11 años, transmitió desde las montañas. Esta es la historia de Carlos Henríquez Consalvi, más conocido por su nombre de guerra, Santiago. El origen en Venezuela Cuando la familia Henríquez Consalvi se vio forzada a dejar Venezuela para huir al exilio, el pequeño Carlos, de 3 años, vivió por primera vez y de primera mano los efectos de la represión. Era 1953 y el régimen de Marcos Pérez Jiménez (1952-1958), que gobernó con mano dura hacia la disidencia, terminó por empujar a sus padres al exterior. Debido a la persecución política en contra de su padre, junto a su familia viajaron hacia México. Pero al poco tiempo, su padre decidió volver a Venezuela para luchar contra la dictadura, pasando cinco años en prisión. "Era pequeño, pero recuerdo ver a mi madre llorar en el aeropuerto, despidiendo a mi padre y sentir que lo que estaba pasando cambiaría nuestras vidas", recuerda Hanríquez sobre la época en la que vivió con su madre, los dos solos, en México. Durante años, Carlos no volvió a ver a su padre. En su lugar, había quedado una máquina de escribir en la que se pasaba largas horas jugando. Así se despertó su interés por contar historias. "En la foto más antigua que tengo de nuestro exilio, estoy parado frente a una máquina de escribir, intentando escribir. Por supuesto que a esa edad no podía hacerlo, pero era como un objeto mágico para mí", recuerda. Después de tres años viviendo en el exilio, Carlos y su madre regresaron a Venezuela, esperando el día en que su padre finalmente pudiera unirse a ellos. La dictadura cayó en 1958 y, finalmente, se abrieron las puertas de la prisión. A sus 18 años pudo saber de las torturas de las que había sido víctima su padre estando en prisión. Esa información, así como su historia familiar, sembraron la semilla rebelde en Carlos, quien formó parte de los movimientos estudiantiles en Venezuela. La antesala de Nicaragua En diciembre de 1972, Managua sufrió los efectos de un terremoto que destruyó gran parte de la ciudad. Carlos, que estaba en Caracas pero quería ver de cerca la tragedia, viajó con un grupo de jóvenes en un avión militar que llevaba médicos, alimentos y medicamentos a Centroamérica para asistir a los heridos. "Esa experiencia marcó mi vida", dice Henríquez Consalvi. Nicaragua, que en ese momento estaba bajo la dictadura militar de Somoza, fue su puerta de entrada a la convulsionada realidad política que vivía por aquellos años Centroamérica. Fue ahí cuando se enamoró de una mujer vinculada al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), un movimiento de resistencia que luchaba contra Somoza, a través de la cual se fue acercando a los grupos rebeldes de Centroamérica. Carlos no se quedó en el país, se fue a París a estudiar Historia. Pero la lucha contra Somoza lo llevó de regreso Managua. En 1977 empezó a escribir en el periódico de Pedro Joaquín Chamorro, en el que denunció los crímenes cometidos por la dictadura, utilizando el seudónimo de "Carlos Gallo" para crear una identidad secreta. Dos años después, mientras la carrera como periodista encubierto de Carlos crecía, decidió abandonar sus estudios para mudarse a Nicaragua y contribuir a la resistencia. Era 1979, los sandinistas habían derrocado a Somoza y tomado el poder. Fue durante ese "momento luminoso", como él lo describe, que Carlos comenzó a acercarse a la realidad política de El Salvador. Todos los domingos, sintonizaba una estación de radio salvadoreña para escuchar la voz del monseñor Romero, arzobispo de San Salvador, que en sus misas denunciaban las violaciones de los derechos humanos. Pero el 24 de marzo de 1980, mientras daba un misa, un hombre mató al monseñor Romero de un disparo en el corazón, lo que despertó la indignación de miles de militantes de izquierda, no solo en Nicaragua sino en el resto de la región. A la semana siguiente, Henríquez Consalvi ya estaba hablando con un periodista venezolano vinculado al FMLN sobre la posibilidad de fundar una radio clandestina en El Salvador. En unos pocos días, decidió que viajaría desde Nicaragua a El Salvador para crear la emisora de radio de la resistencia, una tarea que muchos creían que era imposible en un país dominado por los militares. "Decidí dejar la comodidad de mi vida en Nicaragua para fundar una emisora de radio clandestina en El Salvador bajo ataques y bombardeos", recuerda. La llegada a El Salvador En diciembre de 1980, Carlos llegó a El Salvador. Había salido desde Nicaragua con el objetivo de unirse al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional para, con la creación de una emisora de radio, combatir contra la represión de los grupos paramilitares y del Ejército. En el recorrido desde el aeropuerto de San Salvador hacia las montañas del oeste del país, Henríquez Consalvi recuerda haber visto un grupo de cuerpos, tirados al costado de la carretera, víctimas de los llamados "escuadrones de la muerte". "Estaba muy nervioso, era una dictadura muy sangrienta", dice. Durante noches enteras, tuvo que caminar acompañado de un pequeño grupo de rebeldes hasta encontrar uno de los campamento guerrilleros escondido en las profundidades de los montes. Carlos estaba convencido de la importancia de crear una radio clandestina que fuera capaz de difundir la información de lo que estaba pasando. "Al llegar, me sentí vivo y lleno de entusiasmo", recuerda sobre esos días. Sin embargo, en el momento, se dio cuenta que no tenía más que un antiguo transmisor de la II Guerra Mundial, un pequeña consola, una grabadora con cassette y un micrófono. Eso era todo. Y así, con un equipo muy modesto, nació Radio Venceremos. El lanzamiento de la radio "Radio Venceremos ha comenzado a transmitir desde las montañas de Morazán para acompañar la lucha social que hoy se inicia", dijo frente al micrófono Carlos el 10 de enero de 1981, en la primera transmisión en vivo de la emisora. La fecha de lanzamiento de la emisora no fue elegida al azar. Radio Venceremos hizo su primera transmisión después de que la guerrilla lanzara su ofensiva, como parte de una estrategia para ganar apoyo social. En aquel momento, había mucho en juego. El Ejército estaba bien financiado y entrenado. Los guerrilleros eran muy apasionados pero estaban mal equipados. La mayoría de sus simpatizantes eran agricultores que nunca antes habían tomado las armas. Pero Carlos no podía salir al aire usando su nombre real, necesitaba un nombre de guerra, con el que pudiera transmitir. Así pasó a ser Santiago. "Me pusieron mi apodo el primer día que conocí a una guerrilla. Allí también había un cura y cuando le preguntaron qué nombre me debían poner, dijo: llámalo Santiago, el apóstol más rebelde. ¡Y quedó! Hoy nadie me llama Carlos aquí en El Salvador", dice. Pasó un tiempo hasta que la radio empezó a tomar contacto directo con los frentes guerrilleros de todo el país. Hasta que finalmente empezaron a informar sobre el estados de los grupos rebeldes. Pero no sólo informaban sobre el conflicto. También transmitían música. Generalmente desde una granja abandonada, hacían entrevistas a agricultores y contaban cosas sobre las fiestas religiosas. "El lugar iba cambiando porque cuando el Ejército invadía la región teníamos que movernos rápido. Jugábamos al gato y al ratón para que no nos capturaran", recuerda. La misión de Radio Venceremos era transmitir todos los días, incluso aunque estuvieran bajo bombardeos, "para que la gente supiera que había gente luchando por la democratización del país". La radio, en un país donde muchos no podían leer ni permitirse un televisor, se convirtió en una fuente de noticias vital, lejos de la censura de la dictadura y la propaganda del gobierno. La prensa internacional también la estaba escuchando. Pero, poco a poco, la percepción idealizada de Carlos empezó a tomar el color real que podía tener una vida que transcurre en una zona de guerra y que incluía la posibilidad de morir. Múltiples ataques De esa manera, Radio Venceremos se convirtió en el objetivo principal del Ejército, y Santiago y sus compañeros de equipo, principalmente agricultores locales sin educación formal, se vieron sumergidos en el calor de la guerra civil. En los 11 años de enfrentamiento armado, muchas veces fueron atacados. Las Fuerzas Armadas querían silenciar la radio y matar a quienes la manejaban, así como a todos los que siguieran esa causa. "El miedo que sientes es indescriptible cuando escuchas los motores de los aviones acercándose o los helicópteros sobrevolando sobre tu cabeza", recuerda. En 1981 el Ejército lanzó una operación llamada "Yunque y Martillo", que derivó en la muerte de tres de sus compañeros y la confiscación de su aparato transmisor. |
Carlos Henríquez Consalvi llegó a El Salvador en 1980 para montar una radio clandestina.
Henríquez Consalvi dejó Nicaragua para involucrarse en la guerrilla salvadoreña.
Henríquez Consalvi de niño con una máquina de escribir de su padre.
Henríquez Consalvi volvió a Nicaragua para acompañar a la revolución.
Los guerrilleros del FMLN se mantenían ocultos en las montañas de El Salvador.
En El Salvador, Carlos Henríquez Consalvi empezó a ser apodado Santiago.
La masacre de El Mozote es recordada como una de las más trágicas de América Latina.
Henríquez Consalvi recuerda sus 11 años al frente de Radio Venceremos.
La masacre de El Mozote es recordada como una de las más trágicas de América Latina.
"Tal vez fue el momento más difícil de la guerra. Perder el transmisor era perder la posibilidad de seguir existiendo como medio de comunicación alternativo", recuerda Carlos, quien realizó una larga caminata, de varios kilómetros, hasta el mar para ir a buscar el otro transmisor que tenían oculto. El 11 de diciembre de 1981 recibieron la noticia de que las Fuerzas Armadas habían cometido una masacre. Cientos de personas habían sido asesinadas en El Mozote, en lo que se consideró una de las masacres más importantes de la historia de América Latina. "Pensamos que era una exageración, pero cuando llegamos a las ruinas de El Mozote nos dimos cuenta de la espantosa escala de lo sucedido. Entramos al pueblo y vimos los restos de cientos de niños, mujeres y ancianos asesinados. Ese fue el momento más terrible de la guerra, ver la crueldad hacia la población civil", recuerda. La Comisión de la Verdad infomró años más tarde que 978 personas murieron, 553 de ellas menores de edad. Pero no fue hasta después de la guerra, cuando finalmente se exhumaron las fosas comunes, que Estados Unidos, cuyo ejército había entrenado al batallón responsable de la masacre, reconoció lo sucedido. La tragedia no detuvo ni a Carlos ni al FMLN. "Lo que sentimos fue una responsabilidad mayor de seguir informando a la gente y al mundo de lo que estaba pasando", dice. La emboscada Los militares estaban decididos a terminar con Radio Venceremos. Ante la presión, en octubre de 1984, los guerrilleros decidieron colocar una bomba dentro del equipo transmisor de la radio para que cuando el jefe militar Domingo Monterrosa lanzara su ofensiva, fueran los militares los que lo encontraran. "Escuchamos en la radio a Monterrosa anunciar que él iba a viajar personalmente a Morazán a buscar el transmisor. Él había dicho que Radio Venceremos había sido destruida, el equipo había sido aniquilado y que era una de las mayores victorias de toda la guerra para el gobierno salvadoreño", recuerda Henríquez Consalvi. "Recuerdo que esa tarde, vimos a lo lejos, a unos 3km de distancia, el helicóptero de Monterrosa elevándose entre las montañas y luego una enorme bola de fuego. ¡La trampa había funcionado!", dice. Como si fuera obra del destino, el helicóptero fue derribado muy cerca de El Mozote. Pero el ataque de la guerrilla no solo mató a Monterrosa sino también a otras 14 personas. "La adrenalina corría por mis venas. Inmediatamente después del derribo del helicóptero, instalamos la antena de radio y todo el equipo, encendimos el generador para obtener energía e hicimos sonar una alarma, de las que usábamos para indicar noticias importantes", recuerda. De esa manera, informaron al mundo de que la operación de los militares había fracasado, que las noticias que daban los medios internacionales sobre la destrucción de la radio no eran ciertas y que en realidad eran los militares quienes habían sido atacados. La noticia apareció inmediatamente en las portadas de todos los periódicos del mundo y fue una gran victoria para el FMLN. Pero el día más feliz en la vida de Henríquez Consalvi no fue ese sino cuando finalmente bajaron de las montañas y pusieron el transmisor de radio en lo alto del campanario de la Catedral de San Salvador ante miles de salvadoreños. Desde allí informamos al mundo, el 16 de enero de 1992, que la guerra en El Salvador había terminado. Finalmente se celebrarían elecciones democráticas y libres. "Ganamos", recuerda Carlos que dijo ese día, después de 11 años de luchar por lo que consideraba un futuro mejor para El Salvador. *Este artículo está hecho en base a dos episodios del programa radial Outlook, del Servicio Mundial de la BBC, Is Anybody Out There? Rebel radio, presentado y producido por Louise Morris. Puedes escucharlo en inglés en BBC Sounds. |
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17 de octubre de 2024
18 de octubre de 2024
20 de octubre de 2024
¡Adiós!: Laura Richardson no pudo con Venezuela
Redradiove Victoria Torres
Por más que lo intentó, Laura Richardson no pudo con Venezuela. Estuvo empeñada en meter sus manos en los asuntos internos y ahora se va a retiro sin ninguna gloria con respecto a acabar con un proceso revolucionario que el pueblo de este país decidió hace algún tiempo de no permitir las injerencias ni dictámenes de agentes externos y defender su soberanía.
Dicen que el que se mete con Venezuela, se seca. Lo cierto es que Laura Richardson se va de su cargo sin contar a Venezuela entre sus triunfos.
Richardson, a sus 60 años, termina una carrera militar de más de cuatro décadas bañada en conspiraciones y con un historial injerencista. Mientras estuvo en este cargo que asumió en el 2021, cuando se convirtió en la primera mujer a cargo del Comando Sur de EEUU y la segunda en la historia del país en llevar un cargo de “cuatro estrellas”, luego que Lori Robinson lo hiciera primero como jefa del Comando Norte en 2016.
Además, de ser la única responsable de la cooperación de este país en defensa y seguridad con países socios en América Latina y el Caribe, lo vimos con su acercamiento con Argentina con el presidente Milei, y haciendo gala en el empeño mediático que tuvo con Venezuela en los últimos años.Ahora será el turno del vicealmirante Alvin Holsey, quien asumirá la jefatura del Comando Sur de los Estados Unidos (Southcom), y que hasta ahora estuvo como comandante adjunto del componente, tiene experiencia operativa y estratégica. Se ha desempeñado en misiones de “seguridad” en el medio oriente.
Holsey tomará el mando con la necesidad de fortalecer las alianzas de seguridad de su país, mejorar la cooperación en defensa, y continuar en la lucha contra las actividades ilícitas, como el narcotráfico, que afecta la estabilidad regional.
Intereses expuestos
Sin ningún tipo de decoro, esta mujer no disimuló sus intereses en la región. Tomando en cuenta que la política estadounidense con la llegada de Biden, con respecto a Latinoamérica y sus países, la dejó en manos del Pentágono y en específico del Comando Sur dirigido, hasta el 7 de noviembre, por la generala Laura Richardson, principal protagonista y ejecutora de las decisiones cargadas de injerencia en los asuntos internos de los países y pretendiendo violar la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.
Mantuvo una suerte de obsesión con implementar el Plan Marshall en Latinoamérica con el objetivo de contrarrestar la influencia de China y Rusia en la región.
Según la general estadounidense, resulta sospechoso la «inversión en la infraestructura crítica -mucha en la infraestructura crítica de los países de esta región- puertos de aguas profundas, 5G, ciberseguridad, energía, espacio» de China.
El Plan Marshall es catalogado como una herramienta capital de la Guerra Fría y en consonancia con este Plan, Richardson puso sobre la mesa la preocupación de su país por resultarle difícil competir en Latinoamérica.
Dicen que el que se mete con Venezuela, se seca. Lo cierto es que Laura Richardson se va de su cargo sin contar a Venezuela entre sus triunfos.
Richardson, a sus 60 años, termina una carrera militar de más de cuatro décadas bañada en conspiraciones y con un historial injerencista. Mientras estuvo en este cargo que asumió en el 2021, cuando se convirtió en la primera mujer a cargo del Comando Sur de EEUU y la segunda en la historia del país en llevar un cargo de “cuatro estrellas”, luego que Lori Robinson lo hiciera primero como jefa del Comando Norte en 2016.
Además, de ser la única responsable de la cooperación de este país en defensa y seguridad con países socios en América Latina y el Caribe, lo vimos con su acercamiento con Argentina con el presidente Milei, y haciendo gala en el empeño mediático que tuvo con Venezuela en los últimos años.Ahora será el turno del vicealmirante Alvin Holsey, quien asumirá la jefatura del Comando Sur de los Estados Unidos (Southcom), y que hasta ahora estuvo como comandante adjunto del componente, tiene experiencia operativa y estratégica. Se ha desempeñado en misiones de “seguridad” en el medio oriente.
Holsey tomará el mando con la necesidad de fortalecer las alianzas de seguridad de su país, mejorar la cooperación en defensa, y continuar en la lucha contra las actividades ilícitas, como el narcotráfico, que afecta la estabilidad regional.
Intereses expuestos
Sin ningún tipo de decoro, esta mujer no disimuló sus intereses en la región. Tomando en cuenta que la política estadounidense con la llegada de Biden, con respecto a Latinoamérica y sus países, la dejó en manos del Pentágono y en específico del Comando Sur dirigido, hasta el 7 de noviembre, por la generala Laura Richardson, principal protagonista y ejecutora de las decisiones cargadas de injerencia en los asuntos internos de los países y pretendiendo violar la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.
Mantuvo una suerte de obsesión con implementar el Plan Marshall en Latinoamérica con el objetivo de contrarrestar la influencia de China y Rusia en la región.
Según la general estadounidense, resulta sospechoso la «inversión en la infraestructura crítica -mucha en la infraestructura crítica de los países de esta región- puertos de aguas profundas, 5G, ciberseguridad, energía, espacio» de China.
El Plan Marshall es catalogado como una herramienta capital de la Guerra Fría y en consonancia con este Plan, Richardson puso sobre la mesa la preocupación de su país por resultarle difícil competir en Latinoamérica.
2 de noviembre de 2024
6 de noviembre de 2024
El Canciller colombiano sufre de una suerte de obsesión fatal con los asuntos internos de Venezuela. Pareciera que es el único tema en su agenda. ¿Qué tiene que ver Colombia en la relación entre Washington y Caracas?
Debería atender sus propios asuntos internos y las relaciones de su país con el mundo, que suficientemente complejas son. |
El economista sostuvo que EEUU necesita normalizar su relación con Venezuela a raíz de su dependencia petrolera
11 de noviembre de 2024