28 de enero de 2025
Enero de 2025, el mes más violento de los últimos cuatro años en Manabí
La provincia es golpeada por amenazas de Los Lobos y Los Choneros, que trastocan la seguridad y el orden público. Además, la muerte de menores de edad en ataques armados es una constante que ha ido escalando en los últimos años.
Primicias
La Fuerza de Tarea Conjunta Manabí, en base a información proporcionada por inteligencia militar, había previsto que la violencia se incrementaría en los primeros meses de 2025.
En este territorio costero, según las autoridades, la disputa por territorios de drogas entre Los Lobos y Los Choneros sigue siendo el principal detonante de la ola criminal sin precedentes que golpea a la provincia.
"Guerra de tronos" en Manabí: Más del 60% de los asesinatos se concentra en los distritos Manta y Portoviejo
Las cifras oficiales dan cuenta de que enero de 2025 ya se configura como el mes más violento de la última década. Igualmente, las estadísticas reflejan que, faltando ocho días para finalizar el mes, casi se triplicaban los registros de muertes violentas, comparando 2023 y 2024.
Mientras que en 2021 y 2022, los registros llegaron a ser entre seis y tres veces menores.
En este territorio costero, según las autoridades, la disputa por territorios de drogas entre Los Lobos y Los Choneros sigue siendo el principal detonante de la ola criminal sin precedentes que golpea a la provincia.
"Guerra de tronos" en Manabí: Más del 60% de los asesinatos se concentra en los distritos Manta y Portoviejo
Las cifras oficiales dan cuenta de que enero de 2025 ya se configura como el mes más violento de la última década. Igualmente, las estadísticas reflejan que, faltando ocho días para finalizar el mes, casi se triplicaban los registros de muertes violentas, comparando 2023 y 2024.
Mientras que en 2021 y 2022, los registros llegaron a ser entre seis y tres veces menores.
“En las investigaciones que hemos hechos por inteligencia militar, es por la problemática del narcotráfico que tiene sus delitos conexos -es el plus que nos lleva a tener el incremento de la violencia”, dijo a PRIMICIAS Kléber Guaytarilla, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta de Manabí
La unidad opera en la provincia desde abril de 2024, con el objetivo de disminuir los índices de criminalidad, golpear las economías de las estructuras delictivas, así como capturar y neutralizar a los miembros de las organizaciones terroristas.
Crimen organizado atacó en Manabí desde el primer día de 2025
Además, el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta, ubica a Manta y Portoviejo como los Distritos, donde se concentra el mayor porcentaje de violencia criminal.
De hecho, en los registros de la Policía Nacional, estas dos zonas agrupan más del 60% de los asesinatos que se registran en la provincia.
“Estamos tomando nuevas estrategias con el propósito de identificar, minimizar y, lógicamente con el eje investigativo, encontrar a estas personas que están cometiendo hechos violentos”, dijo Sebastián Redrobán, subjefe de la policía del Distrito Manta.
Manabí vive las horas más violentas de su historia frente al crimen organizado
“Entonces, las muertes en este mes de enero son porque persiste el control de territorio, esa disputa que hay entre esas dos grandes bandas criminales, Los Choneros y Los Lobos”, agregó Guaytarilla.
La disputa a la que refiere el comandante ocurre por las rutas marítimas de la cocaína, donde más de 90% de las muertes violentas en Manabí está relacionado con el ajuste de cuentas del narcotráfico.
Una amenaza versátil
La fuerza pública dice estar consciente y trabajando para reducir las acciones del narcotráfico que aumentan la inseguridad.
El comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta de Manabí manifestó que, por ejemplo, han incrementado personal, operaciones y la presencia militar ha sido constate.
Manabí: Militares han decomisado explosivos listos para usarse en atentados terroristas
Existe un mapeo de los lugares más violentos y “hemos estado haciendo investigaciones para determinar a qué hora del día se dan más lo hechos violentos, justamente en esas horas pico de la criminalidad estamos orientando nuestras operaciones”.
Del mismo modo, Kléber Guaytarilla reconoce que no hay una “receta o una fórmula” para ponerle fin a las actividades ilícitas del narcotráfico, porque es “una amenaza bastante incómoda para el Estado y la ciudadanía. Es una amenaza versátil que tiene una accesibilidad enorme, eso es lo que hace un poco más difícil combatirla, pero para eso estamos Fuerzas Armadas en esta lucha contra la criminalidad”.
“Todos los días nos levantamos con la misión de garantizar la paz y la seguridad, empleamos todos días medios necesarios para eliminar las amenazas”, finalizó Guaytarilla.
Menores de edad, víctimas del mundo criminal
Sobre los ataques de sicarios contra personas inocentes, el comandante reconoce que han existido víctimas colaterales, como el lamentable crimen de un bebé de cinco meses.
Se trata del caso que conmocionó a los manabitas y al país en los primeros días de enero de 2025. En la vía que ingresa a San Juan de Manta, cuatro personas fueron atacadas a disparos, tres de ellas de una misma familia.
El saldo fue de tres personas asesinadas y una herida. Sucedió el 18 de enero de 2025 y entre las víctimas mortales, hubo un niño de cinco meses de nacido quien recibió un tiro en la cabeza.
Sin embargo, no es el único registro, porque días antes, el 9 de enero, en la ciudadela Fabián Palacios de Portoviejo, el segundo distrito más violento de la provincia, solo por detrás de Manta, un menor de 13 años fue asesinado.
El hecho tuvo lugar en una recicladora de la capital provincial. Hasta dicho lugar, según la Policía, sicarios en una motocicleta llegaron y dispararon contra quienes se hallaban en el sitio.
Como consecuencia, tres personas murieron y una cuarta resultó herida. Entre las víctimas mortales está el menor que recibió un impacto de bala en la cabeza.
El distrito de Policía confirmó que el menor fue una víctima colateral, ya que él habría llegado a vender material a la recicladora cuando se registró el ataque.
Según datos del Ministerio del Interior, en la provincia hubo 35 muertes violentas de menores de edad entre 1 y 17 años en 2024. Mientras que en 2023, el registro llegó a 30.
A finales de septiembre de 2024, un ataque armado dejó como saldo un triple crimen en Portoviejo: un bebé de cinco meses de edad y sus padres asesinados. Las víctimas iban en un vehículo cuando fueron atacadas. El bebé recibió un disparo en la cabeza.
Luego, a inicios de diciembre, tres personas fueron asesinadas en Bahía de Caráquez, del cantón Sucre, al centro norte de la provincia.
Una niña de 14 años, un niño de 13 años y su padre fueron las víctimas del ataque armado que se registró en una vivienda.
En mayo de 2024, también en Sucre, un niño de 10 años fue asesinado y tres personas resultaron heridas. Personas que participaba de una liturgia en el sitio El Pajonal fueron atacadas a tiros por hombres que se movilizaban en un carro.
La unidad opera en la provincia desde abril de 2024, con el objetivo de disminuir los índices de criminalidad, golpear las economías de las estructuras delictivas, así como capturar y neutralizar a los miembros de las organizaciones terroristas.
Crimen organizado atacó en Manabí desde el primer día de 2025
Además, el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta, ubica a Manta y Portoviejo como los Distritos, donde se concentra el mayor porcentaje de violencia criminal.
De hecho, en los registros de la Policía Nacional, estas dos zonas agrupan más del 60% de los asesinatos que se registran en la provincia.
“Estamos tomando nuevas estrategias con el propósito de identificar, minimizar y, lógicamente con el eje investigativo, encontrar a estas personas que están cometiendo hechos violentos”, dijo Sebastián Redrobán, subjefe de la policía del Distrito Manta.
Manabí vive las horas más violentas de su historia frente al crimen organizado
“Entonces, las muertes en este mes de enero son porque persiste el control de territorio, esa disputa que hay entre esas dos grandes bandas criminales, Los Choneros y Los Lobos”, agregó Guaytarilla.
La disputa a la que refiere el comandante ocurre por las rutas marítimas de la cocaína, donde más de 90% de las muertes violentas en Manabí está relacionado con el ajuste de cuentas del narcotráfico.
Una amenaza versátil
La fuerza pública dice estar consciente y trabajando para reducir las acciones del narcotráfico que aumentan la inseguridad.
El comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta de Manabí manifestó que, por ejemplo, han incrementado personal, operaciones y la presencia militar ha sido constate.
Manabí: Militares han decomisado explosivos listos para usarse en atentados terroristas
Existe un mapeo de los lugares más violentos y “hemos estado haciendo investigaciones para determinar a qué hora del día se dan más lo hechos violentos, justamente en esas horas pico de la criminalidad estamos orientando nuestras operaciones”.
Del mismo modo, Kléber Guaytarilla reconoce que no hay una “receta o una fórmula” para ponerle fin a las actividades ilícitas del narcotráfico, porque es “una amenaza bastante incómoda para el Estado y la ciudadanía. Es una amenaza versátil que tiene una accesibilidad enorme, eso es lo que hace un poco más difícil combatirla, pero para eso estamos Fuerzas Armadas en esta lucha contra la criminalidad”.
“Todos los días nos levantamos con la misión de garantizar la paz y la seguridad, empleamos todos días medios necesarios para eliminar las amenazas”, finalizó Guaytarilla.
Menores de edad, víctimas del mundo criminal
Sobre los ataques de sicarios contra personas inocentes, el comandante reconoce que han existido víctimas colaterales, como el lamentable crimen de un bebé de cinco meses.
Se trata del caso que conmocionó a los manabitas y al país en los primeros días de enero de 2025. En la vía que ingresa a San Juan de Manta, cuatro personas fueron atacadas a disparos, tres de ellas de una misma familia.
El saldo fue de tres personas asesinadas y una herida. Sucedió el 18 de enero de 2025 y entre las víctimas mortales, hubo un niño de cinco meses de nacido quien recibió un tiro en la cabeza.
Sin embargo, no es el único registro, porque días antes, el 9 de enero, en la ciudadela Fabián Palacios de Portoviejo, el segundo distrito más violento de la provincia, solo por detrás de Manta, un menor de 13 años fue asesinado.
El hecho tuvo lugar en una recicladora de la capital provincial. Hasta dicho lugar, según la Policía, sicarios en una motocicleta llegaron y dispararon contra quienes se hallaban en el sitio.
Como consecuencia, tres personas murieron y una cuarta resultó herida. Entre las víctimas mortales está el menor que recibió un impacto de bala en la cabeza.
El distrito de Policía confirmó que el menor fue una víctima colateral, ya que él habría llegado a vender material a la recicladora cuando se registró el ataque.
Según datos del Ministerio del Interior, en la provincia hubo 35 muertes violentas de menores de edad entre 1 y 17 años en 2024. Mientras que en 2023, el registro llegó a 30.
A finales de septiembre de 2024, un ataque armado dejó como saldo un triple crimen en Portoviejo: un bebé de cinco meses de edad y sus padres asesinados. Las víctimas iban en un vehículo cuando fueron atacadas. El bebé recibió un disparo en la cabeza.
Luego, a inicios de diciembre, tres personas fueron asesinadas en Bahía de Caráquez, del cantón Sucre, al centro norte de la provincia.
Una niña de 14 años, un niño de 13 años y su padre fueron las víctimas del ataque armado que se registró en una vivienda.
En mayo de 2024, también en Sucre, un niño de 10 años fue asesinado y tres personas resultaron heridas. Personas que participaba de una liturgia en el sitio El Pajonal fueron atacadas a tiros por hombres que se movilizaban en un carro.
Los Lobos y Los Choneros ascienden a Grupos Armados Organizados (GAO) en la pirámide criminal de Ecuador
KCH 90.9 FM 26 de enero de 2025
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y el Centro de Inteligencia Estratégica (CIES) han reconfigurado la clasificación de las estructuras criminales en Ecuador. En un nuevo enfoque de seguridad, Los Lobos y Los Choneros ahora son Grupos Armados Organizados (GAO).
La reclasificación expone como estos grupos ya no solo son estructuras delictivas comunes, sino actores con capacidad operativa, logística y armamentística que rivalizan con la autoridad del Estado.
El Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado (OECO) alertó en septiembre del año pasado sobre los indicios de una nueva fase de insurgencia criminal en Ecuador, en la que el mayor riesgo de confrontación para el Estado lo constituían grupos como Los Lobos y Los Tiguerones.
Y de hecho, Los Tiguerones también ascienden un escalón en la pirámide criminal del país, según esta nueva clasificación, que parte de informes de inteligencia respaldados por Fuerzas Armadas.
¿Cómo queda la pirámide jerárquica?
Grupos Armados Organizados (GAOs):
Los Lobos y Los Choneros.
Grupo de Delincuencia Organizada Transnacional (GDOT):
Los Tiguerones.
Grupos de Delincuencia Organizada (GDOs):
Los Fatales, Los Águilas, Chone Killers, Los Tiburones, Los Lagartos, Latin Kings y Gángster.
¿Por qué se produce la recategorización?
La decisión de distinguir a los grupos en diferentes niveles parece no sólo semántica, sino un reconocimiento de alcance, influencia y métodos. ¿Por qué se produce y qué implicaciones tiene esta recategorización?
El concepto de Grupos Armados Organizados (GAO) apareció por primera vez en el decreto de estado de excepción del 3 de octubre de 2024, con el que el Gobierno Nacional pretendió reforzar su tesis sobre el desarrollo de un Conflicto Armado No Internacional (CANI) en Ecuador.
La Corte Constitucional dictaminó en noviembre la constitucionalidad de ese estado de excepción, pero declaró inconstitucional la causal de conflicto armado interno al considerar que no se cumple requisitos de organización e intensidad en la confrontación de las dos organizaciones con el Estado.
Sin embargo, el dictamen destacó que por primera vez se describieron de forma individualizada los indicios que probarían que Lobos y Choneros son grupos armados. La clasificación responde a factores como su capacidad logística, su estructura, sus alianzas internacionales y su influencia territorial.
Por otro lado, la denominación de Los Tiguerones como GDOT refleja sus conexiones internacionales y su influencia en el tráfico de drogas, pero también su talante militar heredado de las postinsurgencias colombianas, así como su participación en una amplia gama de delitos.
Sin embargo, el dictamen destacó que por primera vez se describieron de forma individualizada los indicios que probarían que Lobos y Choneros son grupos armados. La clasificación responde a factores como su capacidad logística, su estructura, sus alianzas internacionales y su influencia territorial.
Por otro lado, la denominación de Los Tiguerones como GDOT refleja sus conexiones internacionales y su influencia en el tráfico de drogas, pero también su talante militar heredado de las postinsurgencias colombianas, así como su participación en una amplia gama de delitos.
¿Qué pasa con los grupos más pequeños?
Michelle Maffei, analista de seguridad, indicó que grupos criminales tradicionales como Los Choneros operan a través de franquicias y han consolidado en las últimas dos décadas una red organizada con vínculos en el sector público y privado, que les permite operar con menor exposición violenta.
En contraste -dice-, organizaciones como Los Lobos y Los Tiguerones suelen recurrir a la violencia y al terror como herramienta para ganar reputación y asegurar su posición en el mercado criminal, especialmente ante los cárteles mexicanos que financian sus operaciones.
Maffei reconoce que Choneros y Lobos son organizaciones más especializadas y por ello representan mayores riesgos de corrupción y de infiltración en el Estado. Pero de Tiguerones para abajo están los grupos que infringen mayor presión contra los ciudadanos, dice.
Según la máster en seguridad nacional y conflicto, la estrategia de hipermilitarización del Gobierno Nacional está fomentando la atomización de las bandas y la proliferación de grupos más pequeños y violentos. Si hace un año se rastrearon 22 grupos, ese número se podría duplicar este año, añade.
Además, alertó del “error” que supone para ella ignorar las células criminales emergentes o las que se están desprendiendo de los grupos más grandes, ya que estas suelen ser responsables de delitos como homicidios, secuestros y extorsiones, que afectan directamente a los ciudadanos.
Mafia-18, Freddy Krugers, Carniceros y otras bandas de aparición más reciente no constan en la recategorización y representan mayor despliegue de violencia, según la investigadora, pues tienen un lugar que ganarse en el mundo criminal.
Características y capacidades de Lobos y Choneros:
Los Lobos:
Presencia territorial:
Actúan en 17 de las 24 provincias del país y buscan expandirse hacia Esmeraldas, por ser un territorio clave para el tráfico de drogas. Este grupo ya cuenta con sus propios laboratorios de droga en Putumayo y en la provincia fronteriza de Sucumbíos.
Organización celular:
Se estructuran en pequeños grupos con cabecillas que responden a los liderazgos conjuntos de Wilmer Geovanny Chavarría Barreiro, alias ‘Pipo’, y de figuras de alto rango como Ángel Esteban Aguilar Morales, alias ‘Lobo Menor’; Montaño Valencia, alias ‘Palanqueta’; y Fabricio Colón Pico Suárez, alias ‘Capitán Pico’.
Capacidades bélicas:
Poseen un arsenal que incluye fusiles AR-15, AK-47 y M16, explosivos y granadas. Las armas provienen de Colombia, Perú y carteles mexicanos. Además es el grupo de mayor injerencia criminal del país y el más numeroso al contar con más de 10.000 miembros.
Alianzas externas e internas:
Sobre la capacidad de establecer negociaciones con terceros, las Fuerzas Armadas explican que el grupo mantiene nexos con el Cartel Jalisco Nueva Generación, de México, y el grupo disidente de las FARC, “Comandos de Frontera”, de Colombia. Además, señalan que, para el tráfico de drogas mantienen alianzas “dinámicas” con otros grupos como los Tiguerones y los Latin King, aunque tales alianzas “cambian de acuerdo con el interés de cada grupo”.
Entrenamiento y doctrina militar:
Las Fuerzas Armadas sostienen también que Los Lobos cuentan con capacidades de adiestramiento. Indican que el grupo recluta a jóvenes de entre 15 y 22 años y adoctrina a sus miembros con una ideología similar a la de los carteles mexicanos. Adiestran a sus miembros en polígonos clandestinos, enfocándose en técnicas de sicariato, extorsión y terrorismo, actividades de inteligencia delictiva o fabricación de artefactos explosivos improvisados.
Los Choneros:
Presencia territorial:
Operan en 11 provincias, con epicentro en Manabí y un fuerte control en Guayas debido a la ubicación de sus cabecillas en cárceles de Guayaquil. Su centro de operaciones se mantiene en Manta. Los Choneros mantienen una estructura con 8.000 miembros aproximadamente. Además, el grupo tiene como brazos armados a otros grupos delictivos: Las Águilas con 2.500 miembros, Los Gánsters con 1.000 miembros y Los Fatales con 1.500 miembros.
Alianzas estratégicas:
Tienen vínculos con el Cartel de Sinaloa y disidentes de las FARC. Sus alianzas internas son volátiles, adaptándose a intereses mutuos con organizaciones más pequeñas.
Organización:
Estructura celular que se divide en pequeños grupos distribuidos a lo largo del país con cabecillas que, a la vez, responden a las órdenes del cabecilla principal, José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, actualmente prófugo.
Capacidades bélicas:
Similar a Los Lobos, poseen armamento sofisticado y centros clandestinos de entrenamiento, según las Fuerzas Armadas. Las células se dividen funciones para actividades como el sicariato, actividades logísticas para el tráfico de drogas, seguridad y vigilancia.
Reclutamiento:
Adoctrinan con ideología militar similar a los carteles mexicanos y controlan a sus miembros mediante el temor. El grupo realiza reconocimientos para localizar a la fuerza pública a través de drones y redes de colaboradores; ante la presencia de las Fuerzas Armadas huye mientras se realizan disparos; y no mantiene defensa en posición.
Fuente: Primicias
La reclasificación expone como estos grupos ya no solo son estructuras delictivas comunes, sino actores con capacidad operativa, logística y armamentística que rivalizan con la autoridad del Estado.
El Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado (OECO) alertó en septiembre del año pasado sobre los indicios de una nueva fase de insurgencia criminal en Ecuador, en la que el mayor riesgo de confrontación para el Estado lo constituían grupos como Los Lobos y Los Tiguerones.
Y de hecho, Los Tiguerones también ascienden un escalón en la pirámide criminal del país, según esta nueva clasificación, que parte de informes de inteligencia respaldados por Fuerzas Armadas.
¿Cómo queda la pirámide jerárquica?
Grupos Armados Organizados (GAOs):
Los Lobos y Los Choneros.
Grupo de Delincuencia Organizada Transnacional (GDOT):
Los Tiguerones.
Grupos de Delincuencia Organizada (GDOs):
Los Fatales, Los Águilas, Chone Killers, Los Tiburones, Los Lagartos, Latin Kings y Gángster.
¿Por qué se produce la recategorización?
La decisión de distinguir a los grupos en diferentes niveles parece no sólo semántica, sino un reconocimiento de alcance, influencia y métodos. ¿Por qué se produce y qué implicaciones tiene esta recategorización?
El concepto de Grupos Armados Organizados (GAO) apareció por primera vez en el decreto de estado de excepción del 3 de octubre de 2024, con el que el Gobierno Nacional pretendió reforzar su tesis sobre el desarrollo de un Conflicto Armado No Internacional (CANI) en Ecuador.
La Corte Constitucional dictaminó en noviembre la constitucionalidad de ese estado de excepción, pero declaró inconstitucional la causal de conflicto armado interno al considerar que no se cumple requisitos de organización e intensidad en la confrontación de las dos organizaciones con el Estado.
Sin embargo, el dictamen destacó que por primera vez se describieron de forma individualizada los indicios que probarían que Lobos y Choneros son grupos armados. La clasificación responde a factores como su capacidad logística, su estructura, sus alianzas internacionales y su influencia territorial.
Por otro lado, la denominación de Los Tiguerones como GDOT refleja sus conexiones internacionales y su influencia en el tráfico de drogas, pero también su talante militar heredado de las postinsurgencias colombianas, así como su participación en una amplia gama de delitos.
Sin embargo, el dictamen destacó que por primera vez se describieron de forma individualizada los indicios que probarían que Lobos y Choneros son grupos armados. La clasificación responde a factores como su capacidad logística, su estructura, sus alianzas internacionales y su influencia territorial.
Por otro lado, la denominación de Los Tiguerones como GDOT refleja sus conexiones internacionales y su influencia en el tráfico de drogas, pero también su talante militar heredado de las postinsurgencias colombianas, así como su participación en una amplia gama de delitos.
¿Qué pasa con los grupos más pequeños?
Michelle Maffei, analista de seguridad, indicó que grupos criminales tradicionales como Los Choneros operan a través de franquicias y han consolidado en las últimas dos décadas una red organizada con vínculos en el sector público y privado, que les permite operar con menor exposición violenta.
En contraste -dice-, organizaciones como Los Lobos y Los Tiguerones suelen recurrir a la violencia y al terror como herramienta para ganar reputación y asegurar su posición en el mercado criminal, especialmente ante los cárteles mexicanos que financian sus operaciones.
Maffei reconoce que Choneros y Lobos son organizaciones más especializadas y por ello representan mayores riesgos de corrupción y de infiltración en el Estado. Pero de Tiguerones para abajo están los grupos que infringen mayor presión contra los ciudadanos, dice.
Según la máster en seguridad nacional y conflicto, la estrategia de hipermilitarización del Gobierno Nacional está fomentando la atomización de las bandas y la proliferación de grupos más pequeños y violentos. Si hace un año se rastrearon 22 grupos, ese número se podría duplicar este año, añade.
Además, alertó del “error” que supone para ella ignorar las células criminales emergentes o las que se están desprendiendo de los grupos más grandes, ya que estas suelen ser responsables de delitos como homicidios, secuestros y extorsiones, que afectan directamente a los ciudadanos.
Mafia-18, Freddy Krugers, Carniceros y otras bandas de aparición más reciente no constan en la recategorización y representan mayor despliegue de violencia, según la investigadora, pues tienen un lugar que ganarse en el mundo criminal.
Características y capacidades de Lobos y Choneros:
Los Lobos:
Presencia territorial:
Actúan en 17 de las 24 provincias del país y buscan expandirse hacia Esmeraldas, por ser un territorio clave para el tráfico de drogas. Este grupo ya cuenta con sus propios laboratorios de droga en Putumayo y en la provincia fronteriza de Sucumbíos.
Organización celular:
Se estructuran en pequeños grupos con cabecillas que responden a los liderazgos conjuntos de Wilmer Geovanny Chavarría Barreiro, alias ‘Pipo’, y de figuras de alto rango como Ángel Esteban Aguilar Morales, alias ‘Lobo Menor’; Montaño Valencia, alias ‘Palanqueta’; y Fabricio Colón Pico Suárez, alias ‘Capitán Pico’.
Capacidades bélicas:
Poseen un arsenal que incluye fusiles AR-15, AK-47 y M16, explosivos y granadas. Las armas provienen de Colombia, Perú y carteles mexicanos. Además es el grupo de mayor injerencia criminal del país y el más numeroso al contar con más de 10.000 miembros.
Alianzas externas e internas:
Sobre la capacidad de establecer negociaciones con terceros, las Fuerzas Armadas explican que el grupo mantiene nexos con el Cartel Jalisco Nueva Generación, de México, y el grupo disidente de las FARC, “Comandos de Frontera”, de Colombia. Además, señalan que, para el tráfico de drogas mantienen alianzas “dinámicas” con otros grupos como los Tiguerones y los Latin King, aunque tales alianzas “cambian de acuerdo con el interés de cada grupo”.
Entrenamiento y doctrina militar:
Las Fuerzas Armadas sostienen también que Los Lobos cuentan con capacidades de adiestramiento. Indican que el grupo recluta a jóvenes de entre 15 y 22 años y adoctrina a sus miembros con una ideología similar a la de los carteles mexicanos. Adiestran a sus miembros en polígonos clandestinos, enfocándose en técnicas de sicariato, extorsión y terrorismo, actividades de inteligencia delictiva o fabricación de artefactos explosivos improvisados.
Los Choneros:
Presencia territorial:
Operan en 11 provincias, con epicentro en Manabí y un fuerte control en Guayas debido a la ubicación de sus cabecillas en cárceles de Guayaquil. Su centro de operaciones se mantiene en Manta. Los Choneros mantienen una estructura con 8.000 miembros aproximadamente. Además, el grupo tiene como brazos armados a otros grupos delictivos: Las Águilas con 2.500 miembros, Los Gánsters con 1.000 miembros y Los Fatales con 1.500 miembros.
Alianzas estratégicas:
Tienen vínculos con el Cartel de Sinaloa y disidentes de las FARC. Sus alianzas internas son volátiles, adaptándose a intereses mutuos con organizaciones más pequeñas.
Organización:
Estructura celular que se divide en pequeños grupos distribuidos a lo largo del país con cabecillas que, a la vez, responden a las órdenes del cabecilla principal, José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, actualmente prófugo.
Capacidades bélicas:
Similar a Los Lobos, poseen armamento sofisticado y centros clandestinos de entrenamiento, según las Fuerzas Armadas. Las células se dividen funciones para actividades como el sicariato, actividades logísticas para el tráfico de drogas, seguridad y vigilancia.
Reclutamiento:
Adoctrinan con ideología militar similar a los carteles mexicanos y controlan a sus miembros mediante el temor. El grupo realiza reconocimientos para localizar a la fuerza pública a través de drones y redes de colaboradores; ante la presencia de las Fuerzas Armadas huye mientras se realizan disparos; y no mantiene defensa en posición.
Fuente: Primicias
29 de enero de 2025
30 de enero de 2025
Ecuador se sumó a EEUU y declaró al Tren de Aragua como organización terrorista
Por: lapatilla.com |
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El PIB cae y los depósitos «suben». ¿Saben lo que significa eso? Se están lavando al menos unos 4.000 millones de dólares en el sistema bancario. ¿Ya entienden por qué no se lucha verdaderamente contra el narcotráfico? ¿Comprende por qué se allanó el CPCCS por elegir al «equivocado» superintendente de Bancos? #NosGobiernanDelincuentes
@MashiRafael
@MashiRafael
Enero de 2025: el más sangriento de la historia de Ecuador
Diario Red Orlando Pérez
Por dos años consecutivos, Ecuador está catalogado como el país más violento de América Latina, pero como nunca 2025 empezó con un récord histórico de asesinatos intencionales, con una cifra de 658 personas que hasta el 28 de enero supera los 660, 56% más de enero de 2024. Y todo esto bajo el gobierno de Daniel Noboa, que busca la reelección con un discurso demagógico de que “gracias” a su gestión bajó la violencia criminal.
Ya 2023 fue un año sangriento, con 8004 homicidios, una tasa de 46,2 por cada 100.000 habitantes, con lo cual se instaló como el más violento de su historia y también superó a varios países de la región. Y el 2024 fue el segundo más violento en la historia de Ecuador, con un homicidio intencionado cada 75 minutos. Según datos oficiales de la Policía Nacional, durante este periodo se contabilizaron 6.964 crímenes de este tipo, lo que equivale a una tasa de 38,8 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Todo esto ocurrió en medio de varias decisiones extremas de Noboa, como la declaración de siete estados de excepción y del llamado Conflicto Armado Interno, una acción constitucional extraordinaria, que la misma Corte Constitucional cuestionó por no contar con los elementos suficientes para adoptar una medida de esa dimensión. Incluso, con una consulta popular, realizada en abril pasado, Noboa otorgó a las militares y policías facultades para que “no sean privados de su libertad, o se les ordene arresto domiciliario, mientras dure la investigación o proceso penal por sus actos ejecutados con el uso de la fuerza”, entre otras cosas.
Los homicidios contra menores se incrementaron 700% en 4 años en Ecuador, según Unicef
Los diez años de la administración de Rafael Correa marcó un hito en este tema cuando en 2017 dejó al Ecuador con una cifra de 5 asesinatos violentos por cada 100 mil habitantes, instalándose como el país con la tasa más baja. A partir de 2018, ya con Lenin Moreno divorciado del movimiento Revolución Ciudadana y entregado a la derecha y las oligarquías criollas empezó la curva ascendente de la violencia criminal y del aumento del narcotráfico. Y con Guillermo Lasso, el 2023 se consolidó un fenómeno donde no faltaron masacres carcelarias, la explosión del sicariato y hacer de Guayaquil el puerto desde donde salió la mayor cantidad de droga hacia Europa y EE.UU.
Un hecho alarmante fue que, el año pasado, se incrementó la cifra de asesinatos violentos de niños y adolescentes: el Ministerio del Interior registró 403 muertes violentas entre menores de edad en 2024, un 14% más que en 2023. En diciembre pasado ocurrió el asesinato de los cuatro niños del barrio Las Malvinas, de Guayaquil, de entre 11 y 15 años, un caso que causó conmoción y que es investigado por presunta desaparición forzada contra 16 militares involucrados.
Es más, los homicidios contra menores se incrementaron 700% en 4 años en Ecuador, según Unicef. Y esto porque, a decir de esta entidad de la ONU, este tipo de violencia no ocurre de manera aislada, sino que es un “círculo” en el que se reproducen situaciones de vulnerabilidad, lo que limita el acceso a la educación, servicios sociales o salud.
Y con todo y eso el año 2025 empezó con cifras alarmantes. En los primeros 26 días de enero de 2022, 2023 y 2024, hubo 275, 433 y 423 asesinatos, respectivamente.
Y esto coindice con que la tasa de pobreza ascendió, en diciembre de 2024, a 28%. Una cifra superior, en dos puntos porcentuales, a lo registrado en 2023, cuando se registró un 26%. La cifra de diciembre de 2024, además, es de las más altas registradas en el país, desde junio de 2021. En esos días Ecuador tuvo una tasa de pobreza de 32%, mientras atravesaba por la emergencia sanitaria del Covid-19.
Incluso, al iniciar el 2025 ya se han producido 40 feminicidios. El 2024 tuvo un alto número de feminicidios, que puso en discusión pública si efectivamente las instituciones y leyes para prevenirlos han dado resultado o por el contrario no sirvieron de nada, no contaron con el presupuesto, pero también no se hicieron las acciones penales correspondientes contra los feminicidas.
Ya 2023 fue un año sangriento, con 8004 homicidios, una tasa de 46,2 por cada 100.000 habitantes, con lo cual se instaló como el más violento de su historia y también superó a varios países de la región. Y el 2024 fue el segundo más violento en la historia de Ecuador, con un homicidio intencionado cada 75 minutos. Según datos oficiales de la Policía Nacional, durante este periodo se contabilizaron 6.964 crímenes de este tipo, lo que equivale a una tasa de 38,8 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Todo esto ocurrió en medio de varias decisiones extremas de Noboa, como la declaración de siete estados de excepción y del llamado Conflicto Armado Interno, una acción constitucional extraordinaria, que la misma Corte Constitucional cuestionó por no contar con los elementos suficientes para adoptar una medida de esa dimensión. Incluso, con una consulta popular, realizada en abril pasado, Noboa otorgó a las militares y policías facultades para que “no sean privados de su libertad, o se les ordene arresto domiciliario, mientras dure la investigación o proceso penal por sus actos ejecutados con el uso de la fuerza”, entre otras cosas.
Los homicidios contra menores se incrementaron 700% en 4 años en Ecuador, según Unicef
Los diez años de la administración de Rafael Correa marcó un hito en este tema cuando en 2017 dejó al Ecuador con una cifra de 5 asesinatos violentos por cada 100 mil habitantes, instalándose como el país con la tasa más baja. A partir de 2018, ya con Lenin Moreno divorciado del movimiento Revolución Ciudadana y entregado a la derecha y las oligarquías criollas empezó la curva ascendente de la violencia criminal y del aumento del narcotráfico. Y con Guillermo Lasso, el 2023 se consolidó un fenómeno donde no faltaron masacres carcelarias, la explosión del sicariato y hacer de Guayaquil el puerto desde donde salió la mayor cantidad de droga hacia Europa y EE.UU.
Un hecho alarmante fue que, el año pasado, se incrementó la cifra de asesinatos violentos de niños y adolescentes: el Ministerio del Interior registró 403 muertes violentas entre menores de edad en 2024, un 14% más que en 2023. En diciembre pasado ocurrió el asesinato de los cuatro niños del barrio Las Malvinas, de Guayaquil, de entre 11 y 15 años, un caso que causó conmoción y que es investigado por presunta desaparición forzada contra 16 militares involucrados.
Es más, los homicidios contra menores se incrementaron 700% en 4 años en Ecuador, según Unicef. Y esto porque, a decir de esta entidad de la ONU, este tipo de violencia no ocurre de manera aislada, sino que es un “círculo” en el que se reproducen situaciones de vulnerabilidad, lo que limita el acceso a la educación, servicios sociales o salud.
Y con todo y eso el año 2025 empezó con cifras alarmantes. En los primeros 26 días de enero de 2022, 2023 y 2024, hubo 275, 433 y 423 asesinatos, respectivamente.
Y esto coindice con que la tasa de pobreza ascendió, en diciembre de 2024, a 28%. Una cifra superior, en dos puntos porcentuales, a lo registrado en 2023, cuando se registró un 26%. La cifra de diciembre de 2024, además, es de las más altas registradas en el país, desde junio de 2021. En esos días Ecuador tuvo una tasa de pobreza de 32%, mientras atravesaba por la emergencia sanitaria del Covid-19.
Incluso, al iniciar el 2025 ya se han producido 40 feminicidios. El 2024 tuvo un alto número de feminicidios, que puso en discusión pública si efectivamente las instituciones y leyes para prevenirlos han dado resultado o por el contrario no sirvieron de nada, no contaron con el presupuesto, pero también no se hicieron las acciones penales correspondientes contra los feminicidas.
Y con todo y eso el año 2025 empezó con cifras alarmantes. En los primeros 26 días de enero de 2022, 2023 y 2024, hubo 275, 433 y 423 asesinatos, respectivamente. Eso significa que las 658 muertes violentas de 2025, suponen un incremento del 56% con relación al año anterior, según las cifras proporcionadas por la Policía Nacional.
Las autoridades del Ministerio del Interior -encargado de la seguridad y del combate a la delincuencia organizada- no se han pronunciado por este notable incremento. Mientras tanto, el candidato a la reelección, Daniel Noboa, en eventos proselitistas continúa con su retórica de que esta situación es culpa de gobiernos anteriores y -por si fuera poco- que su gestión está programada para cinco años, cuando de no ser reelegido debería entregar el cargo el 24 de mayo próximo.
La abogada Sybel Martínez, experta en temas de violencia juvenil, consultada para este tema, indició que la cifra de asesinatos, al arranque de 2025, demuestra que la política de seguridad implementada por el gobierno de Daniel Noboa no ha dado los resultados esperados. “Los militares deben volver a sus cuarteles y Noboa a su casa”, indicó.
En cambio, para José Serrano, ex presidente de la Asamblea Nacional y ex ministro del Interior en el gobierno de Rafael Correa, buena parte de la explicación está en la incapacidad de Noboa de depurar a las cúpulas policiales y militares, pero también porque entre los funcionarios hay gente vinculada a las mafias criminales, algunos de los cuales facilitan la salida de droga desde los puertos.
Las autoridades del Ministerio del Interior -encargado de la seguridad y del combate a la delincuencia organizada- no se han pronunciado por este notable incremento. Mientras tanto, el candidato a la reelección, Daniel Noboa, en eventos proselitistas continúa con su retórica de que esta situación es culpa de gobiernos anteriores y -por si fuera poco- que su gestión está programada para cinco años, cuando de no ser reelegido debería entregar el cargo el 24 de mayo próximo.
La abogada Sybel Martínez, experta en temas de violencia juvenil, consultada para este tema, indició que la cifra de asesinatos, al arranque de 2025, demuestra que la política de seguridad implementada por el gobierno de Daniel Noboa no ha dado los resultados esperados. “Los militares deben volver a sus cuarteles y Noboa a su casa”, indicó.
En cambio, para José Serrano, ex presidente de la Asamblea Nacional y ex ministro del Interior en el gobierno de Rafael Correa, buena parte de la explicación está en la incapacidad de Noboa de depurar a las cúpulas policiales y militares, pero también porque entre los funcionarios hay gente vinculada a las mafias criminales, algunos de los cuales facilitan la salida de droga desde los puertos.
6 de febrero de 2025