9 de abril de 2025
Rusia-Irán-China: ¿Todos para uno y uno para todos?
Aunque aún no sea obvio para Washington, una guerra estadounidense contra Irán se percibirá también como una guerra contra Rusia y China. Tanto Putin como Xi saben que la guerra de Trump se dirige a los cambios globales transformadores que impulsan la alianza Chino-Ruso.
Observatorio de la crisis Pepe Escobar
Rusia e Irán están a la vanguardia del proceso de integración de múltiples capas de Eurasia, el acontecimiento geopolítico más crucial del joven siglo XXI .
Ambos son miembros destacados del BRICS+ y de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). Ambos están seriamente comprometidos como líderes de la Mayoría Global en la construcción de un mundo multipolar y multinodal. A finales de enero, ambos firmaron en Moscú una alianza estratégica detallada e integral.
La segunda administración del presidente norteamericano Donald Trump, empezando por las payasadas de “máxima presión” empleadas por el grandilocuente maestro de ceremonias del circo yanki, parece ignorar estos imperativos.
Al Ministerio de Asuntos Exteriores ruso le correspondía reintroducir la racionalidad en lo que rápidamente se estaba convirtiendo en un intercambio de gritos fuera de control: en esencia, Moscú, junto con su socio Teherán, simplemente no aceptará amenazas externas de bombardear la infraestructura nuclear y energética de Irán, mientras insisten en la búsqueda de soluciones negociadas viables para el programa nuclear de la República Islámica.
Y entonces, como un rayo, la narrativa de Washington cambió. El enviado especial de EEUU para Asuntos de Oriente Medio, Steven Witkoff —no precisamente un Metternich, y anteriormente un partidario de la línea dura de «máxima presión»— empezó a hablar de la necesidad de «fomentar la confianza» e incluso de «resolver desacuerdos», insinuando que Washington empezaba a «considerar seriamente» (según los proverbiales «funcionarios») conversaciones nucleares indirectas.
Estas implicaciones se hicieron realidad el lunes por la tarde, cuando Trump supuestamente sorprendió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de visita en el país, al anunciar una «reunión muy importante» con Irán en los próximos días. Teherán confirmó posteriormente la noticia, y el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, afirmó que entablaría negociaciones nucleares indirectas con Witkoff en Omán el sábado.
Es como si Trump hubiera escuchado los argumentos expuestos por el líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Alí Jamenei. Pero claro, puede cambiar de opinión en un instante.
Los puntos más finos del eje Rusia-Irán-China
Los antecedentes esenciales para descifrar el enigma “¿Ayudará Rusia a Irán?” se pueden encontrar en los intercambios demasiado diplomáticos en el Club Valdai de Moscú.
Los puntos clave fueron expuestos por Alexander Maryasov, embajador de Rusia en Irán entre 2001 y 2005. Maryasov sostiene que el tratado entre Rusia e Irán no solo es un hito simbólico, sino que «sirve como hoja de ruta para avanzar en nuestra cooperación en prácticamente todos los ámbitos». Es más bien un «documento de relaciones bilaterales», no un tratado de defensa.
El tratado fue ampliamente discutido y luego aprobado como contrapunto a “la intensificada presión militar, política y económica ejercida por las naciones occidentales sobre Rusia e Irán”.
La razón principal fue cómo luchar contra el tsunami de sanciones.
Sin embargo, aunque no constituya una alianza militar, el tratado detalla las medidas mutuamente acordadas en caso de un ataque o amenaza a la seguridad nacional de cualquiera de las dos naciones, como en el caso de las imprudentes amenazas de bombardeo de Trump contra Irán. El tratado también define el amplio alcance de la cooperación técnico-militar y de defensa, incluyendo, el intercambio regular de información de inteligencia.
Maryasov identificó los puntos de seguridad clave como el Caspio, el Cáucaso Sur, Asia Central y, por último pero no menos importante, Asia Occidental, incluida la amplitud y el alcance del Eje de Resistencia.
La postura oficial de Moscú sobre el Eje de la Resistencia es un asunto sumamente delicado. Por ejemplo, analicemos el caso de Yemen. Moscú no reconoce oficialmente al gobierno de resistencia yemení, encarnado por Ansarallah y con sede en la capital, Saná; más bien, reconoce, al igual que Washington, a un gobierno títere en Adén, que, de hecho, se encuentra en un hotel de cinco estrellas en Riad, patrocinado por Arabia Saudí.
El verano pasado, dos delegaciones yemeníes visitaron Moscú. Como pude ver, la delegación de Saná se enfrentó a enormes problemas burocráticos para conseguir reuniones oficiales.
Por supuesto, existe simpatía por Ansarallah en los círculos de inteligencia y militares de Moscú. Pero, como confirmó en Saná un miembro del Alto Consejo Político, estos contactos se producen a través de canales privilegiados, y no institucionalmente.
Lo mismo aplica al Hezbolá libanés, que fue un aliado clave de Rusia en la derrota del ISIS y otros grupos extremistas islámicos durante la guerra en Siria. En lo que respecta a Siria, lo único que realmente importa para el gobierno de Moscú, tras la toma del poder en Damasco por parte de extremistas vinculados a Al Qaeda en diciembre pasado, es preservar las bases rusas en Tartus y Hmeimim.
No hay duda de que la debacle siria fue un revés extremadamente serio tanto para Moscú como para Teherán, agravado aún más por la escalada ininterrumpida de Trump sobre el programa nuclear de Irán y su obsesión con la “máxima presión”.
La naturaleza del tratado entre Rusia e Irán difiere sustancialmente de la del tratado entre Rusia y China. Para Pekín, la alianza con Moscú es tan sólida y se desarrolla con tal dinamismo que ni siquiera necesita un tratado: tienen una «alianza estratégica integral».
El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, en su reciente visita a Rusia, acuño una perla: « Los que viven en el siglo XXI pero piensan en bloques de la Guerra Fría y juegos de suma cero no pueden seguir el ritmo de los tiempos». Yi resumió con precisión las relaciones chino-rusas en tres vectores: los dos gigantes asiáticos son «amigos para siempre y nunca enemigos»; igualdad y cooperación mutuamente beneficiosa; no alineamiento con bloques; no confrontación y no atacar a terceros.
Así pues, incluso con un tratado entre Rusia e Irán, entre China y Rusia, y entre China e Irán, mantenemos una estrecha colaboración.
Un ejemplo de ello son los quintos ejercicios navales conjuntos anuales Rusia-Irán-China, que tuvieron lugar en el Golfo de Omán en marzo. Esta sinergia trilateral no es nueva; lleva años desarrollándose.
Sin embargo resulta perezoso caracterizar este triángulo RIC Primakov mejorado (Rusia-Irán-China en lugar de Rusia-India-China) como una alianza. La única «alianza» que existe hoy en el tablero geopolítico es la OTAN, una organización belicista compuesta por vasallos intimidados, acorralados por el Imperio del Caos.
Aquí viene otra perla de jade de Wang Yi difícil de resistir: “Estados Unidos está enfermo, pero obliga a otros a tomar la medicina”. Conclusiones: Rusia no cambiará de bando; China no será rodeada; e Irán será defendido.
Cuando el nuevo triángulo Primakov se reúne en Pekín
En el debate de Valdai, Daniyal Meshkin Ranjbar , profesor adjunto del Departamento de Teoría e Historia de las Relaciones Internacionales de la Universidad RUDN de Moscú, planteó una cuestión crucial: “Por primera vez en la historia, las perspectivas diplomáticas de Rusia e Irán convergen”. Se refiere a los evidentes paralelismos entre las políticas oficiales: el “pivote hacia el este” de Rusia y las políticas de “mirar hacia el este” de Irán.
Todas esas interconexiones escapan claramente a la nueva administración en Washington, como también a la grandilocuente retórica de Trump y Netanyahu que no tiene ninguna base en la realidad (incluso el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos admitió que Irán no está trabajando en una bomba nuclear).
Y eso nos lleva al panorama general.
El director del circo –al menos hasta que cambie de opinión nuevamente– está trabajando esencialmente en un acuerdo de triangulación, supuestamente ofreciendo a Rusia un marco de transporte, acceso a las exportaciones de granos del Mar Negro y bancos rusos fuera de la lista de sanciones de SWIFT para que pueda ejecutar su “pivote” para luego atacar a Irán (plazo límite para Teherán incluido).
Y si Rusia defiende a Irán, no habrá acuerdo.
Eso es lo más mendaz que puede llegar a ser una «oferta irrechazable» al estilo mafioso. El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Ryabkov, un diplomático excepcionalmente hábil, desmintió por completo el razonamiento: «Rusia no puede aceptar las propuestas estadounidenses para poner fin a la guerra en Ucrania en su forma actual porque no resuelven los problemas que Moscú considera la causa del conflicto». Aun cuando Moscú «se toma muy en serio los modelos y soluciones propuestos por los estadounidenses».
A medida que el enfoque ruso de la triangulación de Trump flaquea, Teherán no se limita a observar el curso del río. Cómo Irán se adaptó durante décadas a un tsunami de sanciones es ahora un conocimiento sólido y compartido con Moscú, parte de su creciente cooperación consagrada en el tratado.
A pesar de la volatilidad de Trump, voces no sionistas en Washington están imponiendo, poco a poco, la visión racional de que una guerra contra Irán es absolutamente suicida para el propio Imperio. Por lo tanto, es probable que las andanadas verbales de Trump 2.0 estén allanando el camino para un acuerdo temporal que se presentará sin piedad —después de todo, esto siempre es una batalla de narrativas— como una victoria diplomática.
Se puede apostar a que el único líder del planeta capaz de hacer que Trump comprenda la realidad es el presidente ruso, Vladimir Putin, en su próxima llamada telefónica.
Después de todo, es el mismísimo maestro de ceremonias del circo quien creó el drama renovado del «Irán nuclear». El RIC —o el renovado triángulo Primakov— lo
En esencia, el RIC ha desarrollado una hoja de ruta para un «Irán nuclear». Estos son los puntos clave:
Esa cumbre en Moscú
Tal como está, la hoja de ruta es solo eso: un camino. El impetuoso eje sionista, desde Washington hasta Tel Aviv, seguirá insistiendo en que Irán, si es atacado, no recibirá el apoyo de Rusia, y una «presión máxima» adicional e incesante obligará a Teherán a ceder y abandonar su apoyo al Eje de la Resistencia.
Todo esto, una vez más, elude la realidad. Para Moscú, Irán es una prioridad geopolítica absolutamente clave; más allá de Irán, al este, se encuentra Asia Central. La fantasía obsesiva sionista de un cambio de régimen en Teherán enmascara la posterior penetración de la OTAN en Asia Central, la construcción de bases militares y, al mismo tiempo, el bloqueo de varios proyectos estratégicamente cruciales de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) china. Irán es tan esencial para la política exterior a largo plazo de China como lo es para la de Rusia.
No es casualidad que Rusia y China se reúnan a nivel presidencial —Vladimir Putin y Xi Jinping— en una cumbre en Moscú alrededor del 9 de mayo, Día de la Victoria en la Gran Guerra Patria. Analizarán en detalle la siguiente etapa de «cambios que no hemos visto en 100 años», como le formuló Xi a Putin en su innovadora reunión de verano de 2023 en Moscú.
Por supuesto, discutirán sobre cómo el director de circo sueña con terminar una guerra “eterna” sólo para comenzar otra.
El espectro de un ataque de Estados Unidos e Israel contra Irán, tendrá como contragolpe fulminante con el bloqueo del Estrecho de Ormuz (por el que pasan 24 millones de barriles de petróleo por día); llevando un barril de petróleo a 200 dólares o más; y al colapso a los gigantesco 730 billones de dólares en derivados en la economía global.
No, señor director de circo: usted no tiene las cartas ganadores.
Ambos son miembros destacados del BRICS+ y de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). Ambos están seriamente comprometidos como líderes de la Mayoría Global en la construcción de un mundo multipolar y multinodal. A finales de enero, ambos firmaron en Moscú una alianza estratégica detallada e integral.
La segunda administración del presidente norteamericano Donald Trump, empezando por las payasadas de “máxima presión” empleadas por el grandilocuente maestro de ceremonias del circo yanki, parece ignorar estos imperativos.
Al Ministerio de Asuntos Exteriores ruso le correspondía reintroducir la racionalidad en lo que rápidamente se estaba convirtiendo en un intercambio de gritos fuera de control: en esencia, Moscú, junto con su socio Teherán, simplemente no aceptará amenazas externas de bombardear la infraestructura nuclear y energética de Irán, mientras insisten en la búsqueda de soluciones negociadas viables para el programa nuclear de la República Islámica.
Y entonces, como un rayo, la narrativa de Washington cambió. El enviado especial de EEUU para Asuntos de Oriente Medio, Steven Witkoff —no precisamente un Metternich, y anteriormente un partidario de la línea dura de «máxima presión»— empezó a hablar de la necesidad de «fomentar la confianza» e incluso de «resolver desacuerdos», insinuando que Washington empezaba a «considerar seriamente» (según los proverbiales «funcionarios») conversaciones nucleares indirectas.
Estas implicaciones se hicieron realidad el lunes por la tarde, cuando Trump supuestamente sorprendió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de visita en el país, al anunciar una «reunión muy importante» con Irán en los próximos días. Teherán confirmó posteriormente la noticia, y el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, afirmó que entablaría negociaciones nucleares indirectas con Witkoff en Omán el sábado.
Es como si Trump hubiera escuchado los argumentos expuestos por el líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Alí Jamenei. Pero claro, puede cambiar de opinión en un instante.
Los puntos más finos del eje Rusia-Irán-China
Los antecedentes esenciales para descifrar el enigma “¿Ayudará Rusia a Irán?” se pueden encontrar en los intercambios demasiado diplomáticos en el Club Valdai de Moscú.
Los puntos clave fueron expuestos por Alexander Maryasov, embajador de Rusia en Irán entre 2001 y 2005. Maryasov sostiene que el tratado entre Rusia e Irán no solo es un hito simbólico, sino que «sirve como hoja de ruta para avanzar en nuestra cooperación en prácticamente todos los ámbitos». Es más bien un «documento de relaciones bilaterales», no un tratado de defensa.
El tratado fue ampliamente discutido y luego aprobado como contrapunto a “la intensificada presión militar, política y económica ejercida por las naciones occidentales sobre Rusia e Irán”.
La razón principal fue cómo luchar contra el tsunami de sanciones.
Sin embargo, aunque no constituya una alianza militar, el tratado detalla las medidas mutuamente acordadas en caso de un ataque o amenaza a la seguridad nacional de cualquiera de las dos naciones, como en el caso de las imprudentes amenazas de bombardeo de Trump contra Irán. El tratado también define el amplio alcance de la cooperación técnico-militar y de defensa, incluyendo, el intercambio regular de información de inteligencia.
Maryasov identificó los puntos de seguridad clave como el Caspio, el Cáucaso Sur, Asia Central y, por último pero no menos importante, Asia Occidental, incluida la amplitud y el alcance del Eje de Resistencia.
La postura oficial de Moscú sobre el Eje de la Resistencia es un asunto sumamente delicado. Por ejemplo, analicemos el caso de Yemen. Moscú no reconoce oficialmente al gobierno de resistencia yemení, encarnado por Ansarallah y con sede en la capital, Saná; más bien, reconoce, al igual que Washington, a un gobierno títere en Adén, que, de hecho, se encuentra en un hotel de cinco estrellas en Riad, patrocinado por Arabia Saudí.
El verano pasado, dos delegaciones yemeníes visitaron Moscú. Como pude ver, la delegación de Saná se enfrentó a enormes problemas burocráticos para conseguir reuniones oficiales.
Por supuesto, existe simpatía por Ansarallah en los círculos de inteligencia y militares de Moscú. Pero, como confirmó en Saná un miembro del Alto Consejo Político, estos contactos se producen a través de canales privilegiados, y no institucionalmente.
Lo mismo aplica al Hezbolá libanés, que fue un aliado clave de Rusia en la derrota del ISIS y otros grupos extremistas islámicos durante la guerra en Siria. En lo que respecta a Siria, lo único que realmente importa para el gobierno de Moscú, tras la toma del poder en Damasco por parte de extremistas vinculados a Al Qaeda en diciembre pasado, es preservar las bases rusas en Tartus y Hmeimim.
No hay duda de que la debacle siria fue un revés extremadamente serio tanto para Moscú como para Teherán, agravado aún más por la escalada ininterrumpida de Trump sobre el programa nuclear de Irán y su obsesión con la “máxima presión”.
La naturaleza del tratado entre Rusia e Irán difiere sustancialmente de la del tratado entre Rusia y China. Para Pekín, la alianza con Moscú es tan sólida y se desarrolla con tal dinamismo que ni siquiera necesita un tratado: tienen una «alianza estratégica integral».
El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, en su reciente visita a Rusia, acuño una perla: « Los que viven en el siglo XXI pero piensan en bloques de la Guerra Fría y juegos de suma cero no pueden seguir el ritmo de los tiempos». Yi resumió con precisión las relaciones chino-rusas en tres vectores: los dos gigantes asiáticos son «amigos para siempre y nunca enemigos»; igualdad y cooperación mutuamente beneficiosa; no alineamiento con bloques; no confrontación y no atacar a terceros.
Así pues, incluso con un tratado entre Rusia e Irán, entre China y Rusia, y entre China e Irán, mantenemos una estrecha colaboración.
Un ejemplo de ello son los quintos ejercicios navales conjuntos anuales Rusia-Irán-China, que tuvieron lugar en el Golfo de Omán en marzo. Esta sinergia trilateral no es nueva; lleva años desarrollándose.
Sin embargo resulta perezoso caracterizar este triángulo RIC Primakov mejorado (Rusia-Irán-China en lugar de Rusia-India-China) como una alianza. La única «alianza» que existe hoy en el tablero geopolítico es la OTAN, una organización belicista compuesta por vasallos intimidados, acorralados por el Imperio del Caos.
Aquí viene otra perla de jade de Wang Yi difícil de resistir: “Estados Unidos está enfermo, pero obliga a otros a tomar la medicina”. Conclusiones: Rusia no cambiará de bando; China no será rodeada; e Irán será defendido.
Cuando el nuevo triángulo Primakov se reúne en Pekín
En el debate de Valdai, Daniyal Meshkin Ranjbar , profesor adjunto del Departamento de Teoría e Historia de las Relaciones Internacionales de la Universidad RUDN de Moscú, planteó una cuestión crucial: “Por primera vez en la historia, las perspectivas diplomáticas de Rusia e Irán convergen”. Se refiere a los evidentes paralelismos entre las políticas oficiales: el “pivote hacia el este” de Rusia y las políticas de “mirar hacia el este” de Irán.
Todas esas interconexiones escapan claramente a la nueva administración en Washington, como también a la grandilocuente retórica de Trump y Netanyahu que no tiene ninguna base en la realidad (incluso el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos admitió que Irán no está trabajando en una bomba nuclear).
Y eso nos lleva al panorama general.
El director del circo –al menos hasta que cambie de opinión nuevamente– está trabajando esencialmente en un acuerdo de triangulación, supuestamente ofreciendo a Rusia un marco de transporte, acceso a las exportaciones de granos del Mar Negro y bancos rusos fuera de la lista de sanciones de SWIFT para que pueda ejecutar su “pivote” para luego atacar a Irán (plazo límite para Teherán incluido).
Y si Rusia defiende a Irán, no habrá acuerdo.
Eso es lo más mendaz que puede llegar a ser una «oferta irrechazable» al estilo mafioso. El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Ryabkov, un diplomático excepcionalmente hábil, desmintió por completo el razonamiento: «Rusia no puede aceptar las propuestas estadounidenses para poner fin a la guerra en Ucrania en su forma actual porque no resuelven los problemas que Moscú considera la causa del conflicto». Aun cuando Moscú «se toma muy en serio los modelos y soluciones propuestos por los estadounidenses».
A medida que el enfoque ruso de la triangulación de Trump flaquea, Teherán no se limita a observar el curso del río. Cómo Irán se adaptó durante décadas a un tsunami de sanciones es ahora un conocimiento sólido y compartido con Moscú, parte de su creciente cooperación consagrada en el tratado.
A pesar de la volatilidad de Trump, voces no sionistas en Washington están imponiendo, poco a poco, la visión racional de que una guerra contra Irán es absolutamente suicida para el propio Imperio. Por lo tanto, es probable que las andanadas verbales de Trump 2.0 estén allanando el camino para un acuerdo temporal que se presentará sin piedad —después de todo, esto siempre es una batalla de narrativas— como una victoria diplomática.
Se puede apostar a que el único líder del planeta capaz de hacer que Trump comprenda la realidad es el presidente ruso, Vladimir Putin, en su próxima llamada telefónica.
Después de todo, es el mismísimo maestro de ceremonias del circo quien creó el drama renovado del «Irán nuclear». El RIC —o el renovado triángulo Primakov— lo
En esencia, el RIC ha desarrollado una hoja de ruta para un «Irán nuclear». Estos son los puntos clave:
- Diálogo. Sin escaladas. Sin presión máxima. Movimientos paso a paso. Fomentar la confianza mutua.
- Mientras Irán vuelve a enfatizar su veto al desarrollo de armas nucleares, la muy debatida “comunidad internacional”, en realidad el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, reconoce, una vez más, el derecho de Irán a la energía nuclear pacífica bajo el TNP.
- De vuelta al PAIC y a su reinicio. Para que Trump vuelva a la carga, será extremadamente difícil convencerlo.
Esa cumbre en Moscú
Tal como está, la hoja de ruta es solo eso: un camino. El impetuoso eje sionista, desde Washington hasta Tel Aviv, seguirá insistiendo en que Irán, si es atacado, no recibirá el apoyo de Rusia, y una «presión máxima» adicional e incesante obligará a Teherán a ceder y abandonar su apoyo al Eje de la Resistencia.
Todo esto, una vez más, elude la realidad. Para Moscú, Irán es una prioridad geopolítica absolutamente clave; más allá de Irán, al este, se encuentra Asia Central. La fantasía obsesiva sionista de un cambio de régimen en Teherán enmascara la posterior penetración de la OTAN en Asia Central, la construcción de bases militares y, al mismo tiempo, el bloqueo de varios proyectos estratégicamente cruciales de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) china. Irán es tan esencial para la política exterior a largo plazo de China como lo es para la de Rusia.
No es casualidad que Rusia y China se reúnan a nivel presidencial —Vladimir Putin y Xi Jinping— en una cumbre en Moscú alrededor del 9 de mayo, Día de la Victoria en la Gran Guerra Patria. Analizarán en detalle la siguiente etapa de «cambios que no hemos visto en 100 años», como le formuló Xi a Putin en su innovadora reunión de verano de 2023 en Moscú.
Por supuesto, discutirán sobre cómo el director de circo sueña con terminar una guerra “eterna” sólo para comenzar otra.
El espectro de un ataque de Estados Unidos e Israel contra Irán, tendrá como contragolpe fulminante con el bloqueo del Estrecho de Ormuz (por el que pasan 24 millones de barriles de petróleo por día); llevando un barril de petróleo a 200 dólares o más; y al colapso a los gigantesco 730 billones de dólares en derivados en la economía global.
No, señor director de circo: usted no tiene las cartas ganadores.
10 de abril de 2025
15 de abril de 2025
El presidente Chino, Xi Jinping, llega a Vietnam para una visita oficial. Fue recibido calurosamente en el aeropuerto por el presidente vietnamita, Luong Cuong, y otros altos funcionarios del partido gobernante.
Anteriormente, los medios de comunicación informaron que, por invitación del Secretario General Tu Lam y del Presidente Leung Cong, el Secretario General y el Presidente chino Xi Jinping realizarán una visita de Estado a Vietnam del 14 al 15 de abril. Esta visita marca la quinta vez que el Secretario General y el Presidente chino, Xi Jinping, visitan Vietnam en diversas funciones. Desde la normalización de las relaciones, esta es la primera vez que un secretario general y presidente chino visita Vietnam cinco veces. Por tanto, esta visita es la segunda visita oficial del Secretario General y del Presidente chino Xi Jinping a Vietnam durante su tercer mandato. |
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17 de abril de 2025
¿QUÉ SE SABE DE LA OPEP?
(El bloque que controla los precios mundiales del petróleo) #RTexplica La Organización de Países Exportadores de Petróleo fue fundada en 1960 por Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudita y Venezuela, como reacción al monopolio de las grandes petroleras occidentales. — Actualmente agrupa a 12 países miembros — Posee el 79,1 % de las reservas de petróleo del planeta. — Controla alrededor del 36,4 % de las reservas mundiales de gas. — Y más del 37 % de la producción mundial de petróleo (2023). Objetivo principal Coordinar políticas petroleras de sus miembros para: Estabilizar el mercado del crudo. Garantizar ingresos constantes a los productores. Asegurar un suministro regular y económico a los consumidores. Funcionamiento interno Cada país tiene una cuota de producción asignada, ajustable según las fluctuaciones del mercado. El bloque se reúne dos veces al año en Viena. Su secretario general actual es Haitham al Ghais (Kuwait). |
Qué es la OPEP+?
Alianza creada en 2016 con países no miembros, como Rusia, México y Kazajistán, para controlar la producción y estabilizar precios. Se formó en respuesta a la "revolución del esquisto" en EE.UU. Brasil anunció su adhesión a la OPEP+ en 2025. |
La competencia entre superpotencias ya no se trata de quién domina sino de quién va ha perdurar, y China tiene la ventaja en la mayoría de los sectores estratégicos
La mala gestión de la decadencia imperial: Europa y América
Con Wolff y CrookeKarl Sánchez
Las grandes potencias siempre acaban cayendo, como demostró Paul Kennedy en su libro The Rise and Fall of Great Powers (que ahora se puede descargar gratuitamente en el enlace), y deberíamos considerar a Occidente colectivo como dos imperios separados: el de los europeos y el del Imperio estadounidense proscrito, ambos en diferentes etapas de decadencia/caída. La mayoría de los imperios europeos fueron destruidos como resultado de las dos guerras mundiales o por la descolonización. Sin embargo, el neoimperialismo informal permaneció en varias naciones europeas, mientras que Europa en su conjunto se convirtió en un imperio al combinar la UE con la OTAN. Sin embargo, con la guerra de agresión librada contra Ucrania y sus rusófonos por el Imperio estadounidense proscrito que comenzó en 2014, el complejo UE/OTAN pronto se convertiría en una colonia subordinada del Imperio estadounidense proscrito, que finalizó cuando la administración Biden destruyó los gasoductos Nord Stream al motor económico de la UE, Alemania, que no hizo nada para protestar por el acto de guerra que se le libró. Sin embargo, incluso antes de ese acto, la UE ya se encontraba en proceso de desintegración debido al neoliberalismo y su radicalizada agenda de derechos, cuyo objetivo era socavar los valores europeos arraigados, que tendían a coincidir con el grado de rusofobia expresado por sus diversos miembros. Con el regreso de Donald Trump como presidente del Imperio estadounidense proscrito y su promesa de poner fin a la guerra iniciada por Obama, la Europa rusófoba sabía que sería más explotada porque Trump lo prometió. La parte rusófoba de la UE se enfrenta ahora a un doble ataque: mantener viva la guerra en Ucrania y enfrentarse a una guerra económica por parte de Estados Unidos. A pesar de la valentía mostrada por los rusófobos, no tienen el poder económico ni militar para tener éxito en ninguno de los dos frentes. La intención de los rusófobos de atraer a naciones no rusófobas a su coalición las distanciará aún más de la ya de por sí debilitada UE y probablemente provocará la disolución de la UE y la OTAN, acontecimientos que nadie previó en 2014, a pesar del manifiesto desprecio por Europa expresado por los funcionarios estadounidenses.
Hemos visto cómo el equipo de Obama/Biden, y ahora el equipo de Trump, han gestionado de forma completamente errónea el declive del Imperio Estadounidense Ilegal, que comenzó con el Gran Fraude Bancario de 2008-2009, cuando Obama presentó una demanda para aplicar la ley y permitió que las bases de la Estructura Neoliberal se mantuvieran en pie. Si todas esas importantes casas de bolsa y bancos de Wall Street hubieran sido nacionalizadas en lugar de rescatadas, el Imperio Estadounidense Ilegal se enfrentaría a un conjunto de problemas muy diferente. Pero no podemos analizar el supuesto escenario, ya que la realidad es muy distinta. Las instituciones financieras fueron rescatadas con fondos que la nación no tenía, y luego Obama procedió a embarcarse en una serie de guerras imperialistas, comenzando con la Primavera Árabe y la destrucción criminal de Libia por parte de la OTAN, seguida del intento de destruir el gobierno sirio mediante la financiación de agentes terroristas, la posterior guerra de agresión contra Ucrania y el continuo intento de pacificar Afganistán, ninguno de los cuales contaba con un respaldo financiero sólido y se realizó a crédito. Y con todo ese crédito utilizado para impulsar el imperialismo, quedaba poco para solucionar los crecientes problemas dentro del Imperio. De hecho, lo que ocurrió fue una gran desinversión, ya que más empresas se trasladaron fuera del país para aumentar sus ganancias. Para 2015, esto ya había alcanzado niveles extremos. Esto, sumado al hipercinismo de la subversión del Partido Demócrata a su mayor esperanza —Bernie Sanders— para derrotar a su rival republicano —Donald Trump—, se convirtió en una contienda entre la "deplorable" Hillary Clinton y el "Make America Great Again Trump".
Como se puede ver ahora, Trump tuvo la mejor visión sobre el tipo de plan necesario para gestionar adecuadamente el declive del Imperio estadounidense proscrito. Desafortunadamente, parece que en 2015-16, MAGA fue solo un eslogan para ser elegido, ya que el plan carecía de fundamento, que entonces, como ahora, implicaría billones de dólares de inversión, no solo para recuperar las empresas que se fueron, sino para reparar y modernizar billones de dólares en infraestructura necesaria para apoyar a las empresas y a los empleados. Los asesores de los que Trump se rodeó fueron un completo fracaso a la hora de impulsar la visión MAGA, ya que intensificaron las ahora llamadas Guerras Eternas, que se ejecutaban a crédito, a la vez que reducían aún más los ingresos del gobierno al recortar los impuestos a su 10% más rico, profundizando así el déficit federal. El inicio de una guerra comercial contra China, junto con los aranceles, sumado a su desastrosa gestión de la COVID-19, y muchos otros problemas, lo colocaron en grave desventaja frente a Biden, quien fue declarado ganador de las elecciones de 2020.
La gestión de Biden ante la COVID-19 no fue mucho mejor que la de Trump, ni tampoco su política fiscal, ya que se permitió que una enorme burbuja de activos siguiera creciendo, impulsada por el crédito. La capacidad militar siguió disminuyendo, por lo que se decidió desvincularse de Afganistán, ya que la guerra en Ucrania claramente iba a intensificarse en algún momento. Fue en Alaska en 2021 cuando el equipo de Biden se reunió con los chinos, quienes les dijeron a los estadounidenses en persona que no podían/no se les permitiría dialogar con China desde una posición de fuerza, ya que para entonces era evidente que la guerra comercial de Trump había fracasado estrepitosamente. La contundencia de China y la clara incapacidad de los bideítas para contrarrestarla deberían haber generado una gran alarma, pero solo se produjo una negación, una tendencia narrativa que continúa hoy en día. Un desafío mayor se avecinaba al final de 2021, cuando la guerra contra los rusohablantes en Ucrania se intensificó hasta el punto de que, en la Reunión Gubernamental de noviembre, se presentaron pruebas de genocidio, a las que Putin accedió. La historia de décadas de traiciones a Rusia por parte del Imperio Colectivo Occidental llegó a un punto crítico, donde Rusia insistió en que se cumplieran los tratados de la OCDE o se emprendería una operación militar técnica para resolver los problemas, expresados en las propuestas de tratado de diciembre de 2021, que Occidente prácticamente ignoró. Tras el fracaso de todos los intentos de última hora, Rusia lanzó su Operación Militar Especial (OME) el 24 de febrero de 2022. (Debo mencionar que quienes Obama instaló en el poder en Ucrania en 2014 eran nazis de un tipo particular ucraniano, alimentados desde 1945 por el Imperio Proscrito de Estados Unidos y el MI6 del Reino Unido, mientras que se utilizaron elefantes judíos para ocultar a los nazis. Este excelente artículo compara el ascenso de Azov con las Waffen-SS, razón por la cual uno de los objetivos de la OME era la desnazificación). Así, Biden intentaba ahora combatir a Rusia hasta el último ucraniano, todo a crédito, pero sin armas capaces de derrotarla, ni siquiera armas nucleares.
Trump vuelve a aparecer con su campaña MAGA (Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande) y la jactancia de que podría poner fin a la guerra contra Rusia en sus primeras 24 horas en el cargo; ambas estrategias claramente para lograr su elección. En junio de 2024, el presidente Putin dejó muy claro lo que Rusia aceptaría para poner fin a la guerra; una postura absolutamente fundamental que reiteró una y otra vez con la esperanza de que los estadounidenses la escucharan o leyeran. Estos argumentos nos dejaron muy claro, al leerlos, que la guerra no terminaría en 24 horas. Han pasado tres meses, y se necesitarán muchos más, ya que Trump ha perdido el interés ahora que ha reiniciado su guerra comercial con China, a la vez que ha sumado a la mayor parte del mundo. En este punto, me gustaría presentar al profesor Richard Wolff en su charla individual de una hora con Nima hoy, que trata principalmente sobre la pésima gestión de Trump en el declive del Imperio estadounidense proscrito. El profesor Wolff expresa la situación de maneras imposibles de expresar por escrito, y la información que proporciona es crucial en relación con el material que sigue.
Con los argumentos de Wolff en la mano, pasamos ahora a los problemas desde la perspectiva de Alastair Crooke, quien ha afirmado reiteradamente que el principal objetivo de Trump es restablecer la economía del Imperio estadounidense proscrito, en particular su carga de deuda, ya que no puede operar sin crédito, que en este caso se obtiene mediante la venta de letras del Tesoro, preferiblemente con una tasa de rendimiento muy baja. Hasta ahora, no se ha mencionado la destrucción de la reputación del dólar por parte de Biden y del sistema financiero global gestionado por Estados Unidos mediante su instrumentalización del dólar, las finanzas y el comercio, este último ahora enormemente intensificado por Trump. Todo esto está ejerciendo presión sobre la capacidad del Imperio para recaudar fondos, que es esencial para su funcionamiento. Con esto en mente, podemos pasar al reciente ensayo de Crooke: « Trump desmantela un orden mundial afectado, pero hay oportunidades en medio de la agitación ».
El "shock" de Trump —su "descentramiento" de Estados Unidos, que dejó de servir como pivote hacia el "orden" de posguerra a través del dólar— ha provocado una profunda división entre quienes se beneficiaron enormemente del statu quo, por un lado, y, por otro, la facción MAGA (Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande), que ha llegado a considerar el statu quo como hostil, incluso una amenaza existencial, para los intereses estadounidenses. Las partes se han sumido en una amarga polarización acusatoria.
Es una de las ironías del momento que el presidente Trump y los republicanos de derecha hayan insistido en denigrar —como una "maldición de los recursos"— los beneficios del estatus de Moneda de Reserva que precisamente trajo a Estados Unidos la oleada de ahorro global que le ha permitido disfrutar del privilegio único de imprimir dinero, sin consecuencias adversas: ¡ Hasta ahora! Parece que los niveles de deuda finalmente importan, incluso para el Leviatán .
El vicepresidente Vance ahora compara la moneda de reserva con un “ parásito ” que ha devorado la sustancia de su “anfitrión” –la economía estadounidense– al forzar un dólar sobrevaluado.
Para que quede claro, el presidente Trump creía que no había otra opción : o bien podía cambiar radicalmente el paradigma existente, a costa de un sufrimiento considerable para muchos de quienes dependen del sistema financiarizado, o bien podía permitir que los acontecimientos se encaminaran hacia un inevitable colapso económico estadounidense. Incluso quienes comprendían el dilema que enfrenta Estados Unidos se han visto un tanto impactados por su descaro egoísta al simplemente "imponer aranceles al mundo".
Las acciones de Trump, como muchos afirman, no fueron ni improvisadas ni caprichosas. La «solución arancelaria» había sido preparada por su equipo durante los últimos años y formaba parte integral de un marco más complejo que complementaba los efectos de los aranceles en la reducción de la deuda y los ingresos mediante un programa para forzar la repatriación a Estados Unidos de la industria manufacturera desaparecida.
La apuesta de Trump puede, o no, tener éxito: corre el riesgo de una crisis financiera mayor, ya que los mercados financieros están sobreapalancados y frágiles . Pero lo que está claro es que el descentramiento de Estados Unidos que se derivará de sus crudas amenazas y la humillación de los líderes mundiales provocará, en última instancia, una reacción contraria tanto en las relaciones con EE. UU. como en la disposición global a seguir manteniendo activos estadounidenses (como los bonos del Tesoro estadounidense). El desafío de China a Trump marcará la pauta, incluso para quienes carecen de la influencia de China.
¿Por qué entonces Trump debería correr semejante riesgo? Porque, detrás de sus atrevidas acciones, se observa... Simplicio, hay una dura realidad a la que se enfrentan muchos partidarios de MAGA:
Sigue siendo indiscutible que la fuerza laboral estadounidense ha sido devastada por la triple amenaza de la migración masiva: la anomia general de los trabajadores como consecuencia de la decadencia cultural, y en particular, por la alienación masiva y la privación de derechos de los hombres de mentalidad conservadora. Estos factores han contribuido considerablemente a la actual crisis de dudas sobre la capacidad de la industria manufacturera estadounidense para recuperar algo de su antigua gloria, por muy drástico que sea el golpe que Trump le dé al deteriorado Orden Mundial.
Trump está organizando una revolución para revertir esta realidad (poner fin a la anomia estadounidense) recuperando (según espera Trump) la industria estadounidense.
Existe una corriente de opinión pública occidental —que no se limita en absoluto a los intelectuales ni solo a los estadounidenses— que desespera ante la «falta de voluntad» de su propio país, o su incapacidad para hacer lo necesario, su incompetencia y su «crisis de competencia». Estas personas anhelan un liderazgo considerado más duro y decisivo; anhelan un poder sin límites y crueldad.
Un partidario de Trump de alto rango lo expresa con crudeza: «Nos encontramos en un punto de inflexión muy importante. Si vamos a enfrentarnos a la 'Gran Debilidad' con China, no podemos permitirnos lealtades divididas... Es hora de ser crueles, brutales y extremadamente crueles. Las sensibilidades delicadas deben ser despachadas como una pluma en un huracán».
No sorprende que, en el contexto general del nihilismo occidental, se arraigara una mentalidad que admira el poder y las soluciones tecnocráticas despiadadas —casi la despiadada por la despiadada—. Tomen nota: nos espera un futuro turbulento.
El desmoronamiento económico de Occidente se ha complicado aún más por las declaraciones a menudo contradictorias de Trump. Puede que forme parte de su repertorio; sin embargo, su irregularidad evoca la idea de que nada es confiable; nada es constante.
Algunos 'conocedores de la Casa Blanca' han informado que Trump ha perdido toda inhibición cuando se trata de tomar medidas audaces: " Está en el punto máximo de simplemente no importarle nada ", dijo al Washington Post un funcionario de la Casa Blanca familiarizado con el pensamiento de Trump :
¿ Malas noticias? Le importa un bledo. Hará lo que tenga que hacer. Hará lo que prometió durante la campaña.
Cuando una parte de la población de un país se desespera por la “ falta de voluntad ” o la incapacidad de su propio país para “ hacer lo que hay que hacer ”, Aureliano Argumenta que, de vez en cuando, comienzan a identificarse emocionalmente con «Otro País», considerado más duro y decisivo. En ese momento, «la imagen» de ser «una especie de superhéroe nietzscheano, más allá de las consideraciones del bien y del mal», recayó sobre Israel, al menos para un sector influyente de los responsables políticos estadounidenses y europeos. Aurelian continúa :
Israel, cuya combinación de una sociedad superficialmente occidental con audacia, crueldad y un total desprecio por el derecho internacional y la vida humana, resultó emocionante para muchos y se ha convertido en un modelo a seguir. El apoyo occidental a Israel en Gaza cobra mucho más sentido cuando se comprende que los políticos occidentales, y sectores de la clase intelectual, admiran en secreto la crueldad y brutalidad de la guerra israelí. [Esto refleja el nazismo progresivo al que a menudo me refiero, que está ocurriendo en Europa, pero también en el Imperio; recuerden, fue Obama quien financió a muchos terroristas y puso a los nazis al mando de Ucrania].
Sin embargo, a pesar de la disrupción y el sufrimiento causados por el "giro" estadounidense, también representa una gran oportunidad: una oportunidad para cambiar a un paradigma social alternativo, más allá del financialismo neoliberal. Esto ha sido descartado, hasta ahora, por la insistencia de la élite en el TINA (no hay alternativa). Ahora, la puerta está entreabierta.
Karl Polyani, en su Gran Transformación (publicada hace unos 80 años), sostuvo que las enormes transformaciones económicas y sociales que había presenciado durante su vida –el fin del siglo de “paz relativa” en Europa de 1815 a 1914, y el posterior descenso a la agitación económica, el fascismo y la guerra, que aún continuaba en el momento de la publicación del libro– tuvieron una sola causa general:
Antes del siglo XIX, insistía Polyani, el «modo de ser» humano (la economía como componente orgánico de la sociedad) siempre había estado «integrado» en ella y subordinado a la política, las costumbres, la religión y las relaciones sociales locales; es decir, subordinado a una cultura civilizacional. La vida no se trataba como algo separado; no se reducía a particularidades distintivas, sino que se consideraba parte de un todo orgánico: la vida misma.
El nihilismo posmoderno (que derivó en el neoliberalismo descontrolado de la década de 1980) revolucionó esta lógica. Como tal, constituyó una ruptura ontológica con gran parte de la historia. No solo separó artificialmente el modo de ser «económico» del «político» y ético, sino que la economía abierta y de libre comercio (en su formulación de Adam Smith) exigió la subordinación de la sociedad a la lógica abstracta del mercado autorregulado. Para Polanyi, esto « significaba nada menos que la gestión de la comunidad como un complemento del mercado», y nada más.
La respuesta, claramente, fue hacer que la sociedad volviera a ser la parte dominante de una comunidad claramente humana; es decir, dotarla de significado mediante una cultura viva. En este sentido, Polanyi también enfatizó el carácter territorial de la soberanía: el Estado-nación como condición soberana para el ejercicio de la política democrática.
Polanyi habría argumentado que, de no haber un retorno a la Vida misma como eje central de la política, era inevitable una reacción violenta. ¿Es esta reacción la que presenciamos hoy?
En una conferencia de industriales y empresarios rusos, celebrada el 18 de marzo de 2025, Putin se refirió precisamente a una solución alternativa de "Economía Nacional" para Rusia. Putin destacó tanto el asedio impuesto al Estado como la respuesta rusa, un modelo que probablemente adoptará gran parte del mundo.
Es un modo de pensamiento económico que ya practica China, que había anticipado la ofensiva arancelaria de Trump.
El discurso de Putin, metafóricamente hablando, constituye la contraparte financiera de su discurso en el Foro de Seguridad de Múnich de 2007, donde aceptó el desafío militar que planteaba la «OTAN colectiva». El mes pasado, sin embargo, fue más allá: Putin declaró claramente que Rusia había aceptado el desafío que planteaba el orden financiero anglosajón de la «economía abierta».
El discurso de Putin no fue, en cierto sentido, nada realmente nuevo: representó el cambio del modelo de "economía abierta" hacia una "economía nacional".
La " Escuela de Economía Nacional" (del siglo XIX) sostuvo que el análisis de Adam Smith, que se centraba en gran medida en el individualismo y el cosmopolitismo, pasaba por alto el papel crucial de la economía nacional.
El resultado de un libre comercio general no sería una república universal, sino, por el contrario, una subyugación universal de las naciones menos avanzadas por las potencias manufactureras y comerciales predominantes. Quienes abogaban por una economía nacional contrarrestaban la economía abierta de Smith abogando por una «economía cerrada» que permitiera a las industrias emergentes crecer y ser competitivas a nivel global.
“No se hagan ilusiones: no hay nada más allá de esta realidad ”, advirtió Putin a los industriales rusos reunidos en marzo de 2025. “ Dejen las ilusiones a un lado ”, dijo a los delegados:
“Las sanciones y restricciones son la realidad actual, junto con una nueva espiral de rivalidad económica ya desatada”.
Las sanciones no son medidas temporales ni específicas; constituyen un mecanismo de presión sistémica y estratégica contra nuestra nación. Independientemente de los acontecimientos globales o los cambios en el orden internacional, nuestros competidores buscarán constantemente limitar a Rusia y reducir su capacidad económica y tecnológica.
No deben aspirar a una completa libertad de comercio, pagos y transferencias de capital. No deben contar con los mecanismos occidentales para proteger los derechos de los inversores y empresarios... No me refiero a ningún sistema legal; ¡simplemente no existen! ¡Existen ahí solo para sí mismos! Ese es el truco. ¿Lo entienden?
Nuestros desafíos [rusos] existen, sí, dijo Putin; « pero los suyos también son abundantes. El dominio occidental se está desvaneciendo. Nuevos centros de crecimiento global están cobrando protagonismo».
Estos desafíos no son el "problema"; son la oportunidad, argumentó Putin: Priorizaremos la manufactura nacional y el desarrollo de las industrias tecnológicas. El viejo modelo ha terminado. La producción de petróleo y gas será simplemente el complemento de una "economía real" autosuficiente y de circulación interna, en la que la energía ya no será su motor. Estamos abiertos a la inversión occidental, pero solo en nuestros términos , y el pequeño sector "abierto" de nuestra economía real, por lo demás cerrada y autocirculante, seguirá, por supuesto, comerciando con nuestros socios BRICS.
Rusia está volviendo al modelo de Economía Nacional, insinuó Putin. «Esto nos hace resistentes a las sanciones y los aranceles». «Rusia también es resistente a los incentivos, al ser autosuficiente en energía y materias primas», afirmó Putin. Un paradigma económico claramente alternativo ante un orden mundial en desintegración. [Negrita cursiva, énfasis mío]
Crooke ha aceptado lo que he defendido durante mucho tiempo: que Rusia y China siguen filosofías político-económicas muy similares. Desafortunadamente, no llega al meollo del problema con el equipo de Trump. Lo amplía durante su charla con la jueza Napolitano el día 14, otro programa imprescindible para obtener la información necesaria para comprender la situación general. En la sección gratuita del ensayo más reciente de Crooke en Substack, "¿Un ' pacto con Trump'? Haciendo malabarismos entre la guerra, la 'guerra fácil' y la negociación ", Crooke continúa intentando explicar todo esto. Tendré curiosidad por leerlo completo, pero por ahora solo tenemos esto:
Trump se encuentra claramente en medio de un conflicto existencial. Tiene un mandato contundente. Pero está rodeado por un decidido frente enemigo interno: una "preocupación industrial" imbuida de la ideología del Estado Profundo, centrada principalmente en preservar el poder global de EE. UU. (en lugar de sanear la economía).
Sin embargo, la cuestión clave del MAGA no es la política exterior, sino cómo reequilibrar estructuralmente un paradigma económico en peligro de extinción. Trump siempre ha tenido claro que este constituye su objetivo primordial. Su coalición de simpatizantes está obsesionada con la necesidad de revitalizar la base industrial estadounidense para así proporcionar empleos razonablemente bien remunerados a los defensores del MAGA.
Puede que Trump tenga por ahora un mandato, pero acecha un peligro extremo, no solo el Estado Profundo y el lobby israelí. La bomba de deuda de "Yellen" es la amenaza más existencial. Amenaza el apoyo de Trump en el Congreso, ya que está previsto que explote poco antes de las elecciones intermedias de 2026. Los nuevos ingresos arancelarios, los ahorros en DOGE e incluso la inminente represión del Golfo se centran en lograr algún tipo de orden fiscal, de modo que más de 9 billones de dólares de deuda a corto plazo, con vencimiento inminente, puedan refinanciarse a largo plazo sin recurrir a tasas de interés exorbitantes. Es la pequeña trampa de Yellen y los demócratas para la agenda de Trump.
Hasta ahora, el contexto general parece bastante claro. Sin embargo, en cuanto a los detalles de cómo reequilibrar la economía; cómo gestionar la "bomba de la deuda"; y hasta dónde debería llegar DOGE con sus recortes, existen divisiones en el equipo de Trump. De hecho, la guerra arancelaria y la disputa con China plantean una nueva falange de oposición: es decir, aquellos (algunos en Wall Street, oligarcas, etc.) que prosperaron enormemente gracias a la era dorada de la creación de dinero, aparentemente ilimitada y sin límites; aquellos que se enriquecieron precisamente gracias a las políticas que han sometido a Estados Unidos al inminente fin de la deuda estadounidense.
Para complicar aún más las cosas, dos de los componentes clave del supuesto "reequilibrio" y la "solución" de la deuda de Trump no se pueden susurrar, y mucho menos decir en voz alta: una razón es que implica devaluar deliberadamente el dólar que tenemos en el bolsillo. Y la segunda es que muchos más estadounidenses perderán sus empleos.
Eso no es precisamente una venta popular. Probablemente por eso no se ha explicado bien al público el reequilibrio. [Énfasis mío]
En primer lugar, las elecciones no le otorgaron a Trump un "mandato", ya que el voto popular estaba demasiado reñido para ello. Y la resistencia se ha disparado a los tres meses de su mandato. En cuanto a que la llamada "bomba Yellen" sea una especie de "cable trampa", en mi opinión, es un completo disparate, ya que también habría existido para Harris. Y, una vez más, está el regreso de MAGA como un simple truco electoral, ya que hay dos componentes principales en cualquier esfuerzo de este tipo que nunca se han explicado: el primero es un plan detallado y el segundo es cómo financiar ese plan. Todo lo que se dice son generalidades. Y aquí es donde llegamos al verdadero objetivo de Trump: enriquecer aún más a su 10% de amigos más ricos mediante mayores recortes de impuestos (sobre la renta y, ahora, sobre las ganancias de capital). Crooke es un gran analista en muchos aspectos, pero pasa por alto un aspecto crucial de Trump: es un neoliberal de primera línea, miembro de su poderosísima facción FIRE (Finanzas, Seguros y Bienes Raíces), que es la que realmente está desmantelando el Imperio. Crooke sí acierta en un aspecto: es necesario refinanciar la deuda y vender más para que se puedan implementar las rebajas de impuestos. Además, lo que también quedó claro es que a Trump no le importa quién o cuántos resulten heridos o muertos por sus acciones, como vemos con su complicidad en el genocidio.
La única esperanza que veo para gestionar adecuadamente el declive del Imperio estadounidense proscrito es repudiar por completo a los neoliberales, es decir, nacionalizar sus fondos, permitir que los multimillonarios se queden con mil millones y pierdan el resto, mientras se elevan las ganancias de capital al 60% y las herencias superiores a 100 millones al 100%. Esto deja a estas entidades con un capital considerable en comparación con el 90% más pobre. La otra medida importante sería nacionalizar los mercados de valores y bonos, y abolir la Reserva Federal también mediante la nacionalización. Se impondrían nuevas regulaciones al sistema bancario restante y se aplicaría la ley Tobin Yax a la especulación monetaria. La otra medida importante sería la provisión de un seguro médico nacional. Otra medida sería desinflar el mercado inmobiliario para que vuelva a ser asequible. El objetivo de todo lo anterior es reducir los costos salariales para que la industria estadounidense sea competitiva una vez restablecida, ya que de nada servirá financiar un plan masivo de construcción de fábricas a menos que la mano de obra empleada permita que esas nuevas empresas sean competitivas a nivel mundial. Por supuesto, nada de eso es deseado por los neoliberales, quienes quieren exactamente lo contrario: sueñan con cobrar rentas a todos.
También es necesario abordar el problema de los imperialistas del Imperio estadounidense proscrito. El Imperio Global de Bases, el Departamento de Guerra y las agencias asociadas cuestan aproximadamente 1,5 billones de dólares al año, lo cual es un desperdicio. Esos 1,5 billones de dólares al año se pagan con crédito, un crédito que el Imperio ya no puede permitirse. ¿Y para qué? Las rivalidades que enfrenta el Imperio son comerciales, no militares; por lo tanto, lo que se necesita es una base comercial sólida, no militar. Estados Unidos solo necesita el sistema de la Guardia Nacional, formado por los 50 estados, y una Guardia Costera. Cualquier necesidad de controlar la piratería puede hacerse internacionalmente e implicaría unas pocas fragatas de la Guardia Costera. Fuerza Aérea, Fuerza Espacial, Fuerza de Misiles Balísticos, Ejército Permanente, Armada de Alta Mar; ninguna es necesaria. El mundo quiere comercio, desarrollo y paz, y el Imperio estadounidense proscrito constituye actualmente la única amenaza real para ello. Sí, existen las Legiones Extranjeras Terroristas que ha creado el Imperio que deben ser destruidas, incluyendo a los terroristas sionistas. Sostengo que 1,5 billones de dólares al año se considera un gasto antiproductivo que resta al PIB.
El declive del Imperio debe verse como una oportunidad para mejorar la vida en Estados Unidos. Pero para que eso suceda, primero debemos dejar de negar que somos un imperio y que está en declive. Luego, se necesitarán personas con visión que propongan la agenda sociopolítica y económica necesaria para aprovechar la oportunidad. Sí, existen obstáculos formidables, pero Nosotros, el Pueblo, los superamos ampliamente y, por lo tanto, podemos eliminarlos. Por lo tanto, depende de la gran mayoría de la gente decidir qué tipo de futuro desean: pueden seguir siendo plebeyos y dejar que los oligarcas los exploten y gobiernen, o pueden ser conscientes de lo que está sucediendo y de que existen otras opciones —SÍ que existe una alternativa—, pero estas deben ser impulsadas por el esfuerzo colectivo de la sociedad en su conjunto. Como vemos, Trump no es la solución, sino parte de un problema mayor. Y el Partido Demócrata, actualmente, tampoco tiene nada que ofrecer. La única solución es la formación de un Partido del Pueblo. Ya se ha hecho antes, por lo que el argumento de que es imposible es falso y debe rechazarse.
Hemos visto cómo el equipo de Obama/Biden, y ahora el equipo de Trump, han gestionado de forma completamente errónea el declive del Imperio Estadounidense Ilegal, que comenzó con el Gran Fraude Bancario de 2008-2009, cuando Obama presentó una demanda para aplicar la ley y permitió que las bases de la Estructura Neoliberal se mantuvieran en pie. Si todas esas importantes casas de bolsa y bancos de Wall Street hubieran sido nacionalizadas en lugar de rescatadas, el Imperio Estadounidense Ilegal se enfrentaría a un conjunto de problemas muy diferente. Pero no podemos analizar el supuesto escenario, ya que la realidad es muy distinta. Las instituciones financieras fueron rescatadas con fondos que la nación no tenía, y luego Obama procedió a embarcarse en una serie de guerras imperialistas, comenzando con la Primavera Árabe y la destrucción criminal de Libia por parte de la OTAN, seguida del intento de destruir el gobierno sirio mediante la financiación de agentes terroristas, la posterior guerra de agresión contra Ucrania y el continuo intento de pacificar Afganistán, ninguno de los cuales contaba con un respaldo financiero sólido y se realizó a crédito. Y con todo ese crédito utilizado para impulsar el imperialismo, quedaba poco para solucionar los crecientes problemas dentro del Imperio. De hecho, lo que ocurrió fue una gran desinversión, ya que más empresas se trasladaron fuera del país para aumentar sus ganancias. Para 2015, esto ya había alcanzado niveles extremos. Esto, sumado al hipercinismo de la subversión del Partido Demócrata a su mayor esperanza —Bernie Sanders— para derrotar a su rival republicano —Donald Trump—, se convirtió en una contienda entre la "deplorable" Hillary Clinton y el "Make America Great Again Trump".
Como se puede ver ahora, Trump tuvo la mejor visión sobre el tipo de plan necesario para gestionar adecuadamente el declive del Imperio estadounidense proscrito. Desafortunadamente, parece que en 2015-16, MAGA fue solo un eslogan para ser elegido, ya que el plan carecía de fundamento, que entonces, como ahora, implicaría billones de dólares de inversión, no solo para recuperar las empresas que se fueron, sino para reparar y modernizar billones de dólares en infraestructura necesaria para apoyar a las empresas y a los empleados. Los asesores de los que Trump se rodeó fueron un completo fracaso a la hora de impulsar la visión MAGA, ya que intensificaron las ahora llamadas Guerras Eternas, que se ejecutaban a crédito, a la vez que reducían aún más los ingresos del gobierno al recortar los impuestos a su 10% más rico, profundizando así el déficit federal. El inicio de una guerra comercial contra China, junto con los aranceles, sumado a su desastrosa gestión de la COVID-19, y muchos otros problemas, lo colocaron en grave desventaja frente a Biden, quien fue declarado ganador de las elecciones de 2020.
La gestión de Biden ante la COVID-19 no fue mucho mejor que la de Trump, ni tampoco su política fiscal, ya que se permitió que una enorme burbuja de activos siguiera creciendo, impulsada por el crédito. La capacidad militar siguió disminuyendo, por lo que se decidió desvincularse de Afganistán, ya que la guerra en Ucrania claramente iba a intensificarse en algún momento. Fue en Alaska en 2021 cuando el equipo de Biden se reunió con los chinos, quienes les dijeron a los estadounidenses en persona que no podían/no se les permitiría dialogar con China desde una posición de fuerza, ya que para entonces era evidente que la guerra comercial de Trump había fracasado estrepitosamente. La contundencia de China y la clara incapacidad de los bideítas para contrarrestarla deberían haber generado una gran alarma, pero solo se produjo una negación, una tendencia narrativa que continúa hoy en día. Un desafío mayor se avecinaba al final de 2021, cuando la guerra contra los rusohablantes en Ucrania se intensificó hasta el punto de que, en la Reunión Gubernamental de noviembre, se presentaron pruebas de genocidio, a las que Putin accedió. La historia de décadas de traiciones a Rusia por parte del Imperio Colectivo Occidental llegó a un punto crítico, donde Rusia insistió en que se cumplieran los tratados de la OCDE o se emprendería una operación militar técnica para resolver los problemas, expresados en las propuestas de tratado de diciembre de 2021, que Occidente prácticamente ignoró. Tras el fracaso de todos los intentos de última hora, Rusia lanzó su Operación Militar Especial (OME) el 24 de febrero de 2022. (Debo mencionar que quienes Obama instaló en el poder en Ucrania en 2014 eran nazis de un tipo particular ucraniano, alimentados desde 1945 por el Imperio Proscrito de Estados Unidos y el MI6 del Reino Unido, mientras que se utilizaron elefantes judíos para ocultar a los nazis. Este excelente artículo compara el ascenso de Azov con las Waffen-SS, razón por la cual uno de los objetivos de la OME era la desnazificación). Así, Biden intentaba ahora combatir a Rusia hasta el último ucraniano, todo a crédito, pero sin armas capaces de derrotarla, ni siquiera armas nucleares.
Trump vuelve a aparecer con su campaña MAGA (Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande) y la jactancia de que podría poner fin a la guerra contra Rusia en sus primeras 24 horas en el cargo; ambas estrategias claramente para lograr su elección. En junio de 2024, el presidente Putin dejó muy claro lo que Rusia aceptaría para poner fin a la guerra; una postura absolutamente fundamental que reiteró una y otra vez con la esperanza de que los estadounidenses la escucharan o leyeran. Estos argumentos nos dejaron muy claro, al leerlos, que la guerra no terminaría en 24 horas. Han pasado tres meses, y se necesitarán muchos más, ya que Trump ha perdido el interés ahora que ha reiniciado su guerra comercial con China, a la vez que ha sumado a la mayor parte del mundo. En este punto, me gustaría presentar al profesor Richard Wolff en su charla individual de una hora con Nima hoy, que trata principalmente sobre la pésima gestión de Trump en el declive del Imperio estadounidense proscrito. El profesor Wolff expresa la situación de maneras imposibles de expresar por escrito, y la información que proporciona es crucial en relación con el material que sigue.
Con los argumentos de Wolff en la mano, pasamos ahora a los problemas desde la perspectiva de Alastair Crooke, quien ha afirmado reiteradamente que el principal objetivo de Trump es restablecer la economía del Imperio estadounidense proscrito, en particular su carga de deuda, ya que no puede operar sin crédito, que en este caso se obtiene mediante la venta de letras del Tesoro, preferiblemente con una tasa de rendimiento muy baja. Hasta ahora, no se ha mencionado la destrucción de la reputación del dólar por parte de Biden y del sistema financiero global gestionado por Estados Unidos mediante su instrumentalización del dólar, las finanzas y el comercio, este último ahora enormemente intensificado por Trump. Todo esto está ejerciendo presión sobre la capacidad del Imperio para recaudar fondos, que es esencial para su funcionamiento. Con esto en mente, podemos pasar al reciente ensayo de Crooke: « Trump desmantela un orden mundial afectado, pero hay oportunidades en medio de la agitación ».
El "shock" de Trump —su "descentramiento" de Estados Unidos, que dejó de servir como pivote hacia el "orden" de posguerra a través del dólar— ha provocado una profunda división entre quienes se beneficiaron enormemente del statu quo, por un lado, y, por otro, la facción MAGA (Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande), que ha llegado a considerar el statu quo como hostil, incluso una amenaza existencial, para los intereses estadounidenses. Las partes se han sumido en una amarga polarización acusatoria.
Es una de las ironías del momento que el presidente Trump y los republicanos de derecha hayan insistido en denigrar —como una "maldición de los recursos"— los beneficios del estatus de Moneda de Reserva que precisamente trajo a Estados Unidos la oleada de ahorro global que le ha permitido disfrutar del privilegio único de imprimir dinero, sin consecuencias adversas: ¡ Hasta ahora! Parece que los niveles de deuda finalmente importan, incluso para el Leviatán .
El vicepresidente Vance ahora compara la moneda de reserva con un “ parásito ” que ha devorado la sustancia de su “anfitrión” –la economía estadounidense– al forzar un dólar sobrevaluado.
Para que quede claro, el presidente Trump creía que no había otra opción : o bien podía cambiar radicalmente el paradigma existente, a costa de un sufrimiento considerable para muchos de quienes dependen del sistema financiarizado, o bien podía permitir que los acontecimientos se encaminaran hacia un inevitable colapso económico estadounidense. Incluso quienes comprendían el dilema que enfrenta Estados Unidos se han visto un tanto impactados por su descaro egoísta al simplemente "imponer aranceles al mundo".
Las acciones de Trump, como muchos afirman, no fueron ni improvisadas ni caprichosas. La «solución arancelaria» había sido preparada por su equipo durante los últimos años y formaba parte integral de un marco más complejo que complementaba los efectos de los aranceles en la reducción de la deuda y los ingresos mediante un programa para forzar la repatriación a Estados Unidos de la industria manufacturera desaparecida.
La apuesta de Trump puede, o no, tener éxito: corre el riesgo de una crisis financiera mayor, ya que los mercados financieros están sobreapalancados y frágiles . Pero lo que está claro es que el descentramiento de Estados Unidos que se derivará de sus crudas amenazas y la humillación de los líderes mundiales provocará, en última instancia, una reacción contraria tanto en las relaciones con EE. UU. como en la disposición global a seguir manteniendo activos estadounidenses (como los bonos del Tesoro estadounidense). El desafío de China a Trump marcará la pauta, incluso para quienes carecen de la influencia de China.
¿Por qué entonces Trump debería correr semejante riesgo? Porque, detrás de sus atrevidas acciones, se observa... Simplicio, hay una dura realidad a la que se enfrentan muchos partidarios de MAGA:
Sigue siendo indiscutible que la fuerza laboral estadounidense ha sido devastada por la triple amenaza de la migración masiva: la anomia general de los trabajadores como consecuencia de la decadencia cultural, y en particular, por la alienación masiva y la privación de derechos de los hombres de mentalidad conservadora. Estos factores han contribuido considerablemente a la actual crisis de dudas sobre la capacidad de la industria manufacturera estadounidense para recuperar algo de su antigua gloria, por muy drástico que sea el golpe que Trump le dé al deteriorado Orden Mundial.
Trump está organizando una revolución para revertir esta realidad (poner fin a la anomia estadounidense) recuperando (según espera Trump) la industria estadounidense.
Existe una corriente de opinión pública occidental —que no se limita en absoluto a los intelectuales ni solo a los estadounidenses— que desespera ante la «falta de voluntad» de su propio país, o su incapacidad para hacer lo necesario, su incompetencia y su «crisis de competencia». Estas personas anhelan un liderazgo considerado más duro y decisivo; anhelan un poder sin límites y crueldad.
Un partidario de Trump de alto rango lo expresa con crudeza: «Nos encontramos en un punto de inflexión muy importante. Si vamos a enfrentarnos a la 'Gran Debilidad' con China, no podemos permitirnos lealtades divididas... Es hora de ser crueles, brutales y extremadamente crueles. Las sensibilidades delicadas deben ser despachadas como una pluma en un huracán».
No sorprende que, en el contexto general del nihilismo occidental, se arraigara una mentalidad que admira el poder y las soluciones tecnocráticas despiadadas —casi la despiadada por la despiadada—. Tomen nota: nos espera un futuro turbulento.
El desmoronamiento económico de Occidente se ha complicado aún más por las declaraciones a menudo contradictorias de Trump. Puede que forme parte de su repertorio; sin embargo, su irregularidad evoca la idea de que nada es confiable; nada es constante.
Algunos 'conocedores de la Casa Blanca' han informado que Trump ha perdido toda inhibición cuando se trata de tomar medidas audaces: " Está en el punto máximo de simplemente no importarle nada ", dijo al Washington Post un funcionario de la Casa Blanca familiarizado con el pensamiento de Trump :
¿ Malas noticias? Le importa un bledo. Hará lo que tenga que hacer. Hará lo que prometió durante la campaña.
Cuando una parte de la población de un país se desespera por la “ falta de voluntad ” o la incapacidad de su propio país para “ hacer lo que hay que hacer ”, Aureliano Argumenta que, de vez en cuando, comienzan a identificarse emocionalmente con «Otro País», considerado más duro y decisivo. En ese momento, «la imagen» de ser «una especie de superhéroe nietzscheano, más allá de las consideraciones del bien y del mal», recayó sobre Israel, al menos para un sector influyente de los responsables políticos estadounidenses y europeos. Aurelian continúa :
Israel, cuya combinación de una sociedad superficialmente occidental con audacia, crueldad y un total desprecio por el derecho internacional y la vida humana, resultó emocionante para muchos y se ha convertido en un modelo a seguir. El apoyo occidental a Israel en Gaza cobra mucho más sentido cuando se comprende que los políticos occidentales, y sectores de la clase intelectual, admiran en secreto la crueldad y brutalidad de la guerra israelí. [Esto refleja el nazismo progresivo al que a menudo me refiero, que está ocurriendo en Europa, pero también en el Imperio; recuerden, fue Obama quien financió a muchos terroristas y puso a los nazis al mando de Ucrania].
Sin embargo, a pesar de la disrupción y el sufrimiento causados por el "giro" estadounidense, también representa una gran oportunidad: una oportunidad para cambiar a un paradigma social alternativo, más allá del financialismo neoliberal. Esto ha sido descartado, hasta ahora, por la insistencia de la élite en el TINA (no hay alternativa). Ahora, la puerta está entreabierta.
Karl Polyani, en su Gran Transformación (publicada hace unos 80 años), sostuvo que las enormes transformaciones económicas y sociales que había presenciado durante su vida –el fin del siglo de “paz relativa” en Europa de 1815 a 1914, y el posterior descenso a la agitación económica, el fascismo y la guerra, que aún continuaba en el momento de la publicación del libro– tuvieron una sola causa general:
Antes del siglo XIX, insistía Polyani, el «modo de ser» humano (la economía como componente orgánico de la sociedad) siempre había estado «integrado» en ella y subordinado a la política, las costumbres, la religión y las relaciones sociales locales; es decir, subordinado a una cultura civilizacional. La vida no se trataba como algo separado; no se reducía a particularidades distintivas, sino que se consideraba parte de un todo orgánico: la vida misma.
El nihilismo posmoderno (que derivó en el neoliberalismo descontrolado de la década de 1980) revolucionó esta lógica. Como tal, constituyó una ruptura ontológica con gran parte de la historia. No solo separó artificialmente el modo de ser «económico» del «político» y ético, sino que la economía abierta y de libre comercio (en su formulación de Adam Smith) exigió la subordinación de la sociedad a la lógica abstracta del mercado autorregulado. Para Polanyi, esto « significaba nada menos que la gestión de la comunidad como un complemento del mercado», y nada más.
La respuesta, claramente, fue hacer que la sociedad volviera a ser la parte dominante de una comunidad claramente humana; es decir, dotarla de significado mediante una cultura viva. En este sentido, Polanyi también enfatizó el carácter territorial de la soberanía: el Estado-nación como condición soberana para el ejercicio de la política democrática.
Polanyi habría argumentado que, de no haber un retorno a la Vida misma como eje central de la política, era inevitable una reacción violenta. ¿Es esta reacción la que presenciamos hoy?
En una conferencia de industriales y empresarios rusos, celebrada el 18 de marzo de 2025, Putin se refirió precisamente a una solución alternativa de "Economía Nacional" para Rusia. Putin destacó tanto el asedio impuesto al Estado como la respuesta rusa, un modelo que probablemente adoptará gran parte del mundo.
Es un modo de pensamiento económico que ya practica China, que había anticipado la ofensiva arancelaria de Trump.
El discurso de Putin, metafóricamente hablando, constituye la contraparte financiera de su discurso en el Foro de Seguridad de Múnich de 2007, donde aceptó el desafío militar que planteaba la «OTAN colectiva». El mes pasado, sin embargo, fue más allá: Putin declaró claramente que Rusia había aceptado el desafío que planteaba el orden financiero anglosajón de la «economía abierta».
El discurso de Putin no fue, en cierto sentido, nada realmente nuevo: representó el cambio del modelo de "economía abierta" hacia una "economía nacional".
La " Escuela de Economía Nacional" (del siglo XIX) sostuvo que el análisis de Adam Smith, que se centraba en gran medida en el individualismo y el cosmopolitismo, pasaba por alto el papel crucial de la economía nacional.
El resultado de un libre comercio general no sería una república universal, sino, por el contrario, una subyugación universal de las naciones menos avanzadas por las potencias manufactureras y comerciales predominantes. Quienes abogaban por una economía nacional contrarrestaban la economía abierta de Smith abogando por una «economía cerrada» que permitiera a las industrias emergentes crecer y ser competitivas a nivel global.
“No se hagan ilusiones: no hay nada más allá de esta realidad ”, advirtió Putin a los industriales rusos reunidos en marzo de 2025. “ Dejen las ilusiones a un lado ”, dijo a los delegados:
“Las sanciones y restricciones son la realidad actual, junto con una nueva espiral de rivalidad económica ya desatada”.
Las sanciones no son medidas temporales ni específicas; constituyen un mecanismo de presión sistémica y estratégica contra nuestra nación. Independientemente de los acontecimientos globales o los cambios en el orden internacional, nuestros competidores buscarán constantemente limitar a Rusia y reducir su capacidad económica y tecnológica.
No deben aspirar a una completa libertad de comercio, pagos y transferencias de capital. No deben contar con los mecanismos occidentales para proteger los derechos de los inversores y empresarios... No me refiero a ningún sistema legal; ¡simplemente no existen! ¡Existen ahí solo para sí mismos! Ese es el truco. ¿Lo entienden?
Nuestros desafíos [rusos] existen, sí, dijo Putin; « pero los suyos también son abundantes. El dominio occidental se está desvaneciendo. Nuevos centros de crecimiento global están cobrando protagonismo».
Estos desafíos no son el "problema"; son la oportunidad, argumentó Putin: Priorizaremos la manufactura nacional y el desarrollo de las industrias tecnológicas. El viejo modelo ha terminado. La producción de petróleo y gas será simplemente el complemento de una "economía real" autosuficiente y de circulación interna, en la que la energía ya no será su motor. Estamos abiertos a la inversión occidental, pero solo en nuestros términos , y el pequeño sector "abierto" de nuestra economía real, por lo demás cerrada y autocirculante, seguirá, por supuesto, comerciando con nuestros socios BRICS.
Rusia está volviendo al modelo de Economía Nacional, insinuó Putin. «Esto nos hace resistentes a las sanciones y los aranceles». «Rusia también es resistente a los incentivos, al ser autosuficiente en energía y materias primas», afirmó Putin. Un paradigma económico claramente alternativo ante un orden mundial en desintegración. [Negrita cursiva, énfasis mío]
Crooke ha aceptado lo que he defendido durante mucho tiempo: que Rusia y China siguen filosofías político-económicas muy similares. Desafortunadamente, no llega al meollo del problema con el equipo de Trump. Lo amplía durante su charla con la jueza Napolitano el día 14, otro programa imprescindible para obtener la información necesaria para comprender la situación general. En la sección gratuita del ensayo más reciente de Crooke en Substack, "¿Un ' pacto con Trump'? Haciendo malabarismos entre la guerra, la 'guerra fácil' y la negociación ", Crooke continúa intentando explicar todo esto. Tendré curiosidad por leerlo completo, pero por ahora solo tenemos esto:
Trump se encuentra claramente en medio de un conflicto existencial. Tiene un mandato contundente. Pero está rodeado por un decidido frente enemigo interno: una "preocupación industrial" imbuida de la ideología del Estado Profundo, centrada principalmente en preservar el poder global de EE. UU. (en lugar de sanear la economía).
Sin embargo, la cuestión clave del MAGA no es la política exterior, sino cómo reequilibrar estructuralmente un paradigma económico en peligro de extinción. Trump siempre ha tenido claro que este constituye su objetivo primordial. Su coalición de simpatizantes está obsesionada con la necesidad de revitalizar la base industrial estadounidense para así proporcionar empleos razonablemente bien remunerados a los defensores del MAGA.
Puede que Trump tenga por ahora un mandato, pero acecha un peligro extremo, no solo el Estado Profundo y el lobby israelí. La bomba de deuda de "Yellen" es la amenaza más existencial. Amenaza el apoyo de Trump en el Congreso, ya que está previsto que explote poco antes de las elecciones intermedias de 2026. Los nuevos ingresos arancelarios, los ahorros en DOGE e incluso la inminente represión del Golfo se centran en lograr algún tipo de orden fiscal, de modo que más de 9 billones de dólares de deuda a corto plazo, con vencimiento inminente, puedan refinanciarse a largo plazo sin recurrir a tasas de interés exorbitantes. Es la pequeña trampa de Yellen y los demócratas para la agenda de Trump.
Hasta ahora, el contexto general parece bastante claro. Sin embargo, en cuanto a los detalles de cómo reequilibrar la economía; cómo gestionar la "bomba de la deuda"; y hasta dónde debería llegar DOGE con sus recortes, existen divisiones en el equipo de Trump. De hecho, la guerra arancelaria y la disputa con China plantean una nueva falange de oposición: es decir, aquellos (algunos en Wall Street, oligarcas, etc.) que prosperaron enormemente gracias a la era dorada de la creación de dinero, aparentemente ilimitada y sin límites; aquellos que se enriquecieron precisamente gracias a las políticas que han sometido a Estados Unidos al inminente fin de la deuda estadounidense.
Para complicar aún más las cosas, dos de los componentes clave del supuesto "reequilibrio" y la "solución" de la deuda de Trump no se pueden susurrar, y mucho menos decir en voz alta: una razón es que implica devaluar deliberadamente el dólar que tenemos en el bolsillo. Y la segunda es que muchos más estadounidenses perderán sus empleos.
Eso no es precisamente una venta popular. Probablemente por eso no se ha explicado bien al público el reequilibrio. [Énfasis mío]
En primer lugar, las elecciones no le otorgaron a Trump un "mandato", ya que el voto popular estaba demasiado reñido para ello. Y la resistencia se ha disparado a los tres meses de su mandato. En cuanto a que la llamada "bomba Yellen" sea una especie de "cable trampa", en mi opinión, es un completo disparate, ya que también habría existido para Harris. Y, una vez más, está el regreso de MAGA como un simple truco electoral, ya que hay dos componentes principales en cualquier esfuerzo de este tipo que nunca se han explicado: el primero es un plan detallado y el segundo es cómo financiar ese plan. Todo lo que se dice son generalidades. Y aquí es donde llegamos al verdadero objetivo de Trump: enriquecer aún más a su 10% de amigos más ricos mediante mayores recortes de impuestos (sobre la renta y, ahora, sobre las ganancias de capital). Crooke es un gran analista en muchos aspectos, pero pasa por alto un aspecto crucial de Trump: es un neoliberal de primera línea, miembro de su poderosísima facción FIRE (Finanzas, Seguros y Bienes Raíces), que es la que realmente está desmantelando el Imperio. Crooke sí acierta en un aspecto: es necesario refinanciar la deuda y vender más para que se puedan implementar las rebajas de impuestos. Además, lo que también quedó claro es que a Trump no le importa quién o cuántos resulten heridos o muertos por sus acciones, como vemos con su complicidad en el genocidio.
La única esperanza que veo para gestionar adecuadamente el declive del Imperio estadounidense proscrito es repudiar por completo a los neoliberales, es decir, nacionalizar sus fondos, permitir que los multimillonarios se queden con mil millones y pierdan el resto, mientras se elevan las ganancias de capital al 60% y las herencias superiores a 100 millones al 100%. Esto deja a estas entidades con un capital considerable en comparación con el 90% más pobre. La otra medida importante sería nacionalizar los mercados de valores y bonos, y abolir la Reserva Federal también mediante la nacionalización. Se impondrían nuevas regulaciones al sistema bancario restante y se aplicaría la ley Tobin Yax a la especulación monetaria. La otra medida importante sería la provisión de un seguro médico nacional. Otra medida sería desinflar el mercado inmobiliario para que vuelva a ser asequible. El objetivo de todo lo anterior es reducir los costos salariales para que la industria estadounidense sea competitiva una vez restablecida, ya que de nada servirá financiar un plan masivo de construcción de fábricas a menos que la mano de obra empleada permita que esas nuevas empresas sean competitivas a nivel mundial. Por supuesto, nada de eso es deseado por los neoliberales, quienes quieren exactamente lo contrario: sueñan con cobrar rentas a todos.
También es necesario abordar el problema de los imperialistas del Imperio estadounidense proscrito. El Imperio Global de Bases, el Departamento de Guerra y las agencias asociadas cuestan aproximadamente 1,5 billones de dólares al año, lo cual es un desperdicio. Esos 1,5 billones de dólares al año se pagan con crédito, un crédito que el Imperio ya no puede permitirse. ¿Y para qué? Las rivalidades que enfrenta el Imperio son comerciales, no militares; por lo tanto, lo que se necesita es una base comercial sólida, no militar. Estados Unidos solo necesita el sistema de la Guardia Nacional, formado por los 50 estados, y una Guardia Costera. Cualquier necesidad de controlar la piratería puede hacerse internacionalmente e implicaría unas pocas fragatas de la Guardia Costera. Fuerza Aérea, Fuerza Espacial, Fuerza de Misiles Balísticos, Ejército Permanente, Armada de Alta Mar; ninguna es necesaria. El mundo quiere comercio, desarrollo y paz, y el Imperio estadounidense proscrito constituye actualmente la única amenaza real para ello. Sí, existen las Legiones Extranjeras Terroristas que ha creado el Imperio que deben ser destruidas, incluyendo a los terroristas sionistas. Sostengo que 1,5 billones de dólares al año se considera un gasto antiproductivo que resta al PIB.
El declive del Imperio debe verse como una oportunidad para mejorar la vida en Estados Unidos. Pero para que eso suceda, primero debemos dejar de negar que somos un imperio y que está en declive. Luego, se necesitarán personas con visión que propongan la agenda sociopolítica y económica necesaria para aprovechar la oportunidad. Sí, existen obstáculos formidables, pero Nosotros, el Pueblo, los superamos ampliamente y, por lo tanto, podemos eliminarlos. Por lo tanto, depende de la gran mayoría de la gente decidir qué tipo de futuro desean: pueden seguir siendo plebeyos y dejar que los oligarcas los exploten y gobiernen, o pueden ser conscientes de lo que está sucediendo y de que existen otras opciones —SÍ que existe una alternativa—, pero estas deben ser impulsadas por el esfuerzo colectivo de la sociedad en su conjunto. Como vemos, Trump no es la solución, sino parte de un problema mayor. Y el Partido Demócrata, actualmente, tampoco tiene nada que ofrecer. La única solución es la formación de un Partido del Pueblo. Ya se ha hecho antes, por lo que el argumento de que es imposible es falso y debe rechazarse.
El jefe del Pentágono afirma que “la administración Obama hizo la vista gorda y permitió que China invadiera toda América del Sur y Central, llegando a acuerdos con los gobiernos locales para obtener infraestructura deficiente, vigilancia y deuda... ¡Se acabó, recuperemos nuestro patio trasero!”.
@GeopolPt |
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20 de abril de 2025
¿Qué es el FMI y por qué lleva a sus deudores a la quiebra?
El Fondo Monetario Internacional es un prestamista de última instancia para los países con problemas en sus balanzas de pagos o para prevenir crisis. Está formado por 191 miembros, cuya representación es proporcional a su contribución financiera. EEUU es actualmente el mayor contribuyente (16,5 % de la cuota) y tiene poder de veto. ¿Cómo funciona? Al momento de otorgar un préstamo, el organismo obtiene el dinero del fondo común abastecido por las contribuciones de los miembros. Para desembolsar el dinero, el FMI impone condiciones a sus deudores para garantizar que se implementen reformas económicas en sus países, lo que implica una mayor influencia del organismo en la toma de decisiones de los Estados. ¿Qué suele exigir el FMI? Recortes al gasto público Presupuestos más transparente Aumento de la recaudación fiscal, entre otros. Estas medidas que exige el FMI han sido criticadas por exacerbar la pobreza, el desempleo y profundizar la crisis financiera del país deudor, llevándolo a una espiral de endeudamiento para pagar intereses. Entre los países afectados por esta penalización se encuentran: Argentina Ucrania Egipto Ecuador Pakistán Albania Armenia Jordania Angola Costa Rica Barbados Georgia Gabón Túnez Seychelles Mongolia El caso de Argentina Argentina, el mayor deudor con el FMI, comenzó su relación con el organismo en 1958. Una gran mayoría de los argentinos culpa al FMI por exacerbar la mayor crisis económica que sufrió el país en 2001. En 2018, el entonces presidente Mauricio Macri tomó del FMI 44.000 millones de dólares, de los cuales el país deberá pagar más de 7.000 millones en sobretasas entre 2023 y 2033. En 2023 esa suma fue reestructurada por el presidente Alberto Fernández, pero con la llegada de la administración de Javier Milei, se aumentó. AQUÍ |
Zajárova ve al futuro canciller alemán como potencial amenaza para el mundo La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso comenta la promesa del político alemán de que su país volverá a asumir la responsabilidad en el mundo Zajárova destaca el uso de la palabra "DE NUEVO". "'DE NUEVO', ¿ES UNA REPETICIÓN DE QUÉ ÉPOCA HISTÓRICA? Me gustaría aclararlo".
Las rabietas geopolíticas de Estados Unidos en las últimas semanas…reflejan los verdaderos “síntomas morbosos” de un viejo orden moribundo. Es hora de dar paso a un orden internacional verdaderamente multipolar y justo.
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21 de abril de 2025
Serios problemas
Un dicho popular en muchas partes del mundo (y he recorrido 31 países) dice que solo hay alguien más estúpido que un occidental: otro occidental. Obvio, aunque se puede hacer una apreciación aún más exacta dentro de lo que se ha dado en llamar el Occidente colectivo: solo hay alguien más estúpido que un estadounidense, otro estadounidense.
Desde que China decidió responder al matón de barrio Trump con los aranceles (ver aquí y aquí) lo que se está diciendo en EEUU es de lo más estúpido aunque tienen que hacerlo para que no se les caiga el chiringuito. Así, se ven cosas como lo siguiente: "El problema para los fabricantes chinos no son solo los aranceles, sino la incertidumbre sobre el calendario y los cambios repentinos en las políticas. Afirman que nadie está dispuesto a realizar grandes cambios en la producción o los envíos hasta que el panorama comercial se vuelva más predecible. Esto significa que la mayoría de las fábricas chinas están paralizadas. (...) Lo que parece una decisión improvisada o una capitulación repentina por parte de Trump puede ser muy eficaz para desestabilizar a gobiernos y corporaciones extranjeras. (...) La interdependencia de la globalización ha dejado a muchas naciones sin capacidad para sortear una disputa comercial, y la supervivencia de China se basa casi por completo en exportaciones constantes a Occidente, y en particular a Estados Unidos. (...) No dejes que los influencers de TikTok y YouTube, con sus altos salarios, te engañen con videos de rascacielos chinos repletos de luces LED o fiestas de lujo con robots bailarines. Esta no es la verdadera China. Bajo la fachada se esconde una nación al borde del desastre".
Ni que decir tiene que esto es algo que también se reproduce en Europa, aunque no en esta escala. Pero el ombligo occidental es de tal calibre que toda estupidez es poca. Durante años nos hemos desayunado con que Rusia robaba lavadoras para quitar los chips porque es un país atrasado, que se quedaba sin tanques y demás. Ahora es el turno de China. Porque no es Occidente quien está en serios problemas, sino sus enemigos. Rusia se iba a hundir con las "sanciones del infierno" y China está "al borde del desastre" por los aranceles. Ni más ni menos.
Por una vez, voy a hacer de "influencer" (palabra estúpida donde las haya) sin tener ni tiktok ni youtube ni x ni y ni z y voy a colgar algo de lo que está haciendo esa nación en serios problemas, al borde del desastre.
1.- China ha sobrepasado tanto a EEUU como a Rusia en la carrera espacial. Es el único país que tiene una nave en la cara oculta de la luna desde hace cinco años y sigue transmitiendo datos y elementos del subsuelo lunar desde entonces. Ahora tiene otra en Marte que hace lo mismo desde hace un año. Pero siendo importante, lo es más aún que tiene un palacio celestial (Tiangong) del que nadie habla. Menos mal que aquí estoy yo en mi faceta de "influencer" con un alto salario pagado, claro está, por el Partido Comunista de China.
Esta nave es la tercera de su saga, pero revela la ambiciosa agenda de China y lo que va a representar para el mundo. Digo esto porque ha sido diseñada para que se puedan realizar trabajos independientes o colaborativos. Por lo que sé, Rusia ya ha demostrado interés en ello. Mal asunto para un Occidente que no está en serios problemas, sino que, por el contrario, son los enemigos (China y Rusia en este caso) quienes los tienen.
2.- El mito de la superioridad militar de EEUU se derrumba aún más, por si no se hubiese derrumbado ya en el país 404, antes conocido como Ucrania. La prueba china de la bomba de hidrógeno no nuclear no solo es un indicativo de que a Taiwán le queda medio minuto cuando se utilice, sino que muestra cómo el armamento de EEUU (y occidental) están en la edad de piedra y no solo respecto a Rusia. Por lo que he visto, es una mejora muy mejorada de un arma rusa que se utiliza para evitar que los enemigos salgan de un edificio y que quienes lo hagan están tan graves que no pueden seguir luchando. La mejora china es que no hay supervivientes. En los dos casos los edificios quedan casi intactos.
3.- Mientras el mundo aún está discutiendo si la tecnología 5G es buena o mala, y si hay que bloquear a China por ello por cuestiones de "seguridad nacional", en China ya están en la 10G, lo que permite una conexión efectiva de tres milisegundos.
4.- China ha puesto a funcionar un reactor nuclear no contaminante que usa sodio en lugar de uranio.
5.- Supongo que estáis al día en deportes y en la media maratón del domingo en Beijing en la que participaron robots. Supera eso, Occidente.
Es evidente que China está en serios problemas y todo esto no es más que una vulgar campaña de propaganda que oculta el desastre que se avecina y que, además, es inminente gracias a los aranceles y a la firme actitud de Occidente contra los malvados comunistas.
Aunque...
Yo que vosotros intentaría rescatar al burro dado que vais a tener problemas con los coches (salvo que compréis los chinos). China no tiene prisa, ni mucho menos miedo y ataca donde más duele por mucho que los ignorantes estadounidenses y europeos digan que está al borde del desastre. Es evidente que se lo creen, pero mientras tanto al ampliar las restricciones a la exportación de tierras raras impide la fabricación de coches eléctricos, turbinas eólicas y aviones de combate entre otras muchas cosas. No está nada mal para estar al borde del desastre.
No solo eso. China ya no compra ni soja ni maíz a EEUU; ahora llegan desde Brasil y Australia, principalmente.
Lo anterior no es más que la constatación de cómo no hace mucho tiempo gran parte del gasto presupuestario chino se utilizaba para inversión y desarrollo. Hoy está gastando más para mejorar las condiciones de vida de la gente, utilizando recursos que no están vinculados a industrias clave, y lo hace para resolver fundamentalmente problemas en cuatro áreas clave: vivienda, atención médica, educación y pensiones. Eso se diseñó en el XIV Plan Quinquenal de octubre de 2020 y va a desarrollarse en el XV Plan Quinquenal de este año.
Mientras tanto, un poco de humor y sátira (antes del desastre chino).
Un dicho popular en muchas partes del mundo (y he recorrido 31 países) dice que solo hay alguien más estúpido que un occidental: otro occidental. Obvio, aunque se puede hacer una apreciación aún más exacta dentro de lo que se ha dado en llamar el Occidente colectivo: solo hay alguien más estúpido que un estadounidense, otro estadounidense.
Desde que China decidió responder al matón de barrio Trump con los aranceles (ver aquí y aquí) lo que se está diciendo en EEUU es de lo más estúpido aunque tienen que hacerlo para que no se les caiga el chiringuito. Así, se ven cosas como lo siguiente: "El problema para los fabricantes chinos no son solo los aranceles, sino la incertidumbre sobre el calendario y los cambios repentinos en las políticas. Afirman que nadie está dispuesto a realizar grandes cambios en la producción o los envíos hasta que el panorama comercial se vuelva más predecible. Esto significa que la mayoría de las fábricas chinas están paralizadas. (...) Lo que parece una decisión improvisada o una capitulación repentina por parte de Trump puede ser muy eficaz para desestabilizar a gobiernos y corporaciones extranjeras. (...) La interdependencia de la globalización ha dejado a muchas naciones sin capacidad para sortear una disputa comercial, y la supervivencia de China se basa casi por completo en exportaciones constantes a Occidente, y en particular a Estados Unidos. (...) No dejes que los influencers de TikTok y YouTube, con sus altos salarios, te engañen con videos de rascacielos chinos repletos de luces LED o fiestas de lujo con robots bailarines. Esta no es la verdadera China. Bajo la fachada se esconde una nación al borde del desastre".
Ni que decir tiene que esto es algo que también se reproduce en Europa, aunque no en esta escala. Pero el ombligo occidental es de tal calibre que toda estupidez es poca. Durante años nos hemos desayunado con que Rusia robaba lavadoras para quitar los chips porque es un país atrasado, que se quedaba sin tanques y demás. Ahora es el turno de China. Porque no es Occidente quien está en serios problemas, sino sus enemigos. Rusia se iba a hundir con las "sanciones del infierno" y China está "al borde del desastre" por los aranceles. Ni más ni menos.
Por una vez, voy a hacer de "influencer" (palabra estúpida donde las haya) sin tener ni tiktok ni youtube ni x ni y ni z y voy a colgar algo de lo que está haciendo esa nación en serios problemas, al borde del desastre.
1.- China ha sobrepasado tanto a EEUU como a Rusia en la carrera espacial. Es el único país que tiene una nave en la cara oculta de la luna desde hace cinco años y sigue transmitiendo datos y elementos del subsuelo lunar desde entonces. Ahora tiene otra en Marte que hace lo mismo desde hace un año. Pero siendo importante, lo es más aún que tiene un palacio celestial (Tiangong) del que nadie habla. Menos mal que aquí estoy yo en mi faceta de "influencer" con un alto salario pagado, claro está, por el Partido Comunista de China.
Esta nave es la tercera de su saga, pero revela la ambiciosa agenda de China y lo que va a representar para el mundo. Digo esto porque ha sido diseñada para que se puedan realizar trabajos independientes o colaborativos. Por lo que sé, Rusia ya ha demostrado interés en ello. Mal asunto para un Occidente que no está en serios problemas, sino que, por el contrario, son los enemigos (China y Rusia en este caso) quienes los tienen.
2.- El mito de la superioridad militar de EEUU se derrumba aún más, por si no se hubiese derrumbado ya en el país 404, antes conocido como Ucrania. La prueba china de la bomba de hidrógeno no nuclear no solo es un indicativo de que a Taiwán le queda medio minuto cuando se utilice, sino que muestra cómo el armamento de EEUU (y occidental) están en la edad de piedra y no solo respecto a Rusia. Por lo que he visto, es una mejora muy mejorada de un arma rusa que se utiliza para evitar que los enemigos salgan de un edificio y que quienes lo hagan están tan graves que no pueden seguir luchando. La mejora china es que no hay supervivientes. En los dos casos los edificios quedan casi intactos.
3.- Mientras el mundo aún está discutiendo si la tecnología 5G es buena o mala, y si hay que bloquear a China por ello por cuestiones de "seguridad nacional", en China ya están en la 10G, lo que permite una conexión efectiva de tres milisegundos.
4.- China ha puesto a funcionar un reactor nuclear no contaminante que usa sodio en lugar de uranio.
5.- Supongo que estáis al día en deportes y en la media maratón del domingo en Beijing en la que participaron robots. Supera eso, Occidente.
Es evidente que China está en serios problemas y todo esto no es más que una vulgar campaña de propaganda que oculta el desastre que se avecina y que, además, es inminente gracias a los aranceles y a la firme actitud de Occidente contra los malvados comunistas.
Aunque...
Yo que vosotros intentaría rescatar al burro dado que vais a tener problemas con los coches (salvo que compréis los chinos). China no tiene prisa, ni mucho menos miedo y ataca donde más duele por mucho que los ignorantes estadounidenses y europeos digan que está al borde del desastre. Es evidente que se lo creen, pero mientras tanto al ampliar las restricciones a la exportación de tierras raras impide la fabricación de coches eléctricos, turbinas eólicas y aviones de combate entre otras muchas cosas. No está nada mal para estar al borde del desastre.
No solo eso. China ya no compra ni soja ni maíz a EEUU; ahora llegan desde Brasil y Australia, principalmente.
Lo anterior no es más que la constatación de cómo no hace mucho tiempo gran parte del gasto presupuestario chino se utilizaba para inversión y desarrollo. Hoy está gastando más para mejorar las condiciones de vida de la gente, utilizando recursos que no están vinculados a industrias clave, y lo hace para resolver fundamentalmente problemas en cuatro áreas clave: vivienda, atención médica, educación y pensiones. Eso se diseñó en el XIV Plan Quinquenal de octubre de 2020 y va a desarrollarse en el XV Plan Quinquenal de este año.
Mientras tanto, un poco de humor y sátira (antes del desastre chino).
Como buen "influencer" pagado por el Partido Comunista de China he decidido compartir con vosotros parte de mis emolumentos y acabo de recibir este por adelantado (a cambio de escribir todo lo anterior, por supuesto). Lo acabo de estrenar ahora mismo con un café.
El Lince
El Lince
23 de abril de 2025
El Centro de Confinamiento por Terrorismo de El Salvador, conocido como CECOT, al que se envía a los deportados estadounidenses, es un presagio de lo que está por venir.
HERMANOS, NO NOS EQUIVOQUEMOS: EL ENEMIGO ES EL MISMO. A LOS PUEBLOS DE NUESTRA INDOAMERICA.
De: Claudia Sheinbaun. Presidenta de México.
¿Por qué el imperialismo quiere vernos divididos? Porque sabe que juntos somos invencibles. Estados Unidos, potencia que se viste de democracia mientras exporta golpes de Estado, ha clavado sus garras en nuestra tierra con una estrategia clara: dividir para saquear.
En Chile, financió el golpe contra Allende para imponer a Pinochet y regalar el cobre a sus corporaciones. En Nicaragua, armó a los Contras para ahogar en sangre la Revolución Sandinista.
En Venezuela, desató una guerra económica y sanciones criminales para robar el petróleo y doblegar a un pueblo que se atrevió a mirar al futuro con soberanía.
En Brasil, utilizó la Lawfare para encarcelar a Lula y frenar el ascenso de los pobres. En Bolivia, apoyó un golpe contra Evo Morales para entregar el litio a sus transnacionales.
En Cuba, mantiene un bloqueo genocida por seis décadas, castigando a un pueblo que eligió ser dueño de su destino.
Desde las tierras ardientes del Río Bravo hasta las aguas embravecidas de la Tierra del Fuego, somos un solo pueblo, una sola alma tejida con los hilos de la resistencia, la dignidad y los sueños compartidos. La Patria Grande no es una utopía: es el latido de nuestra historia, la memoria viva de quienes lucharon por vernos libres, desde Túpac Amaru hasta Bolívar, desde Martí hasta la Che Guevara.
Es el territorio sin fronteras donde el quechua, el español, el portugués, el guaraní y todas las voces originarias se funden en un coro que canta: ¡Unidad! Cada herida abierta en un país es un ataque a todos. El imperialismo no teme a gobiernos aislados: teme a los pueblos unidos. Nos han impuesto tratados que privatizan el agua, la salud y la educación; han militarizado nuestros territorios para controlar recursos; han manipulado medios de comunicación para sembrar el miedo y el individualismo. Pero su arma más letal es hacernos creer que somos enemigos, que la pobreza de uno es culpa del otro, y no del sistema que nos desangra.
La Patria Grande es la respuesta. Es el abrazo solidario entre el obrero argentino y el campesino colombiano; entre la maestra mexicana y el ingeniero venezolano; entre los jóvenes que en las calles de Perú, Ecuador o Honduras exigen justicia.
Es entender que la independencia de Haití, lograda con sangre en 1804, es tan nuestra como la victoria de Ayacucho. Es saber que cuando Paraguay fue masacrado en la Guerra de la Triple Alianza, no perdieron solo los paraguayos: perdimos todos. Unidos no somos víctimas: somos titanes. La Zamba de Vargas, la batalla de Carabobo, el grito de Dolores, la resistencia mapuche, las Madres de Plaza de Mayo, los zapatistas alzando la voz en Chiapas. Cada lucha es un eslabón de la misma cadena que hoy nos llama a romper las cadenas.
La soberanía no se negocia: se defiende. Y para defenderla, necesitamos una unión política, económica y cultural que nos permita intercambiar sin depender del dólar, producir alimentos sin agrotóxicos, educar con pedagogías liberadoras y proteger nuestra Amazonía como pulmón del mundo. Hermanos, no nos equivoquemos: el enemigo es el mismo. Mientras Wall Street especula, nuestros pueblos hambrean.
Mientras Hollywood nos vende falsos ídolos, entierran nuestras identidades. Pero tenemos algo que ellos jamás tendrán: la certeza de que la historia la escriben los pueblos. Hoy, cuando el neoliberalismo recicla su rostro con falsas promesas, cuando la Cuarta Flota estadounidense vigila el Caribe y las bases militares se multiplican en Colombia y Brasil, es hora de gritar con una sola voz: ¡Basta de injerencia! ¡Basta de saqueo!
@dennisnovoa
De: Claudia Sheinbaun. Presidenta de México.
¿Por qué el imperialismo quiere vernos divididos? Porque sabe que juntos somos invencibles. Estados Unidos, potencia que se viste de democracia mientras exporta golpes de Estado, ha clavado sus garras en nuestra tierra con una estrategia clara: dividir para saquear.
En Chile, financió el golpe contra Allende para imponer a Pinochet y regalar el cobre a sus corporaciones. En Nicaragua, armó a los Contras para ahogar en sangre la Revolución Sandinista.
En Venezuela, desató una guerra económica y sanciones criminales para robar el petróleo y doblegar a un pueblo que se atrevió a mirar al futuro con soberanía.
En Brasil, utilizó la Lawfare para encarcelar a Lula y frenar el ascenso de los pobres. En Bolivia, apoyó un golpe contra Evo Morales para entregar el litio a sus transnacionales.
En Cuba, mantiene un bloqueo genocida por seis décadas, castigando a un pueblo que eligió ser dueño de su destino.
Desde las tierras ardientes del Río Bravo hasta las aguas embravecidas de la Tierra del Fuego, somos un solo pueblo, una sola alma tejida con los hilos de la resistencia, la dignidad y los sueños compartidos. La Patria Grande no es una utopía: es el latido de nuestra historia, la memoria viva de quienes lucharon por vernos libres, desde Túpac Amaru hasta Bolívar, desde Martí hasta la Che Guevara.
Es el territorio sin fronteras donde el quechua, el español, el portugués, el guaraní y todas las voces originarias se funden en un coro que canta: ¡Unidad! Cada herida abierta en un país es un ataque a todos. El imperialismo no teme a gobiernos aislados: teme a los pueblos unidos. Nos han impuesto tratados que privatizan el agua, la salud y la educación; han militarizado nuestros territorios para controlar recursos; han manipulado medios de comunicación para sembrar el miedo y el individualismo. Pero su arma más letal es hacernos creer que somos enemigos, que la pobreza de uno es culpa del otro, y no del sistema que nos desangra.
La Patria Grande es la respuesta. Es el abrazo solidario entre el obrero argentino y el campesino colombiano; entre la maestra mexicana y el ingeniero venezolano; entre los jóvenes que en las calles de Perú, Ecuador o Honduras exigen justicia.
Es entender que la independencia de Haití, lograda con sangre en 1804, es tan nuestra como la victoria de Ayacucho. Es saber que cuando Paraguay fue masacrado en la Guerra de la Triple Alianza, no perdieron solo los paraguayos: perdimos todos. Unidos no somos víctimas: somos titanes. La Zamba de Vargas, la batalla de Carabobo, el grito de Dolores, la resistencia mapuche, las Madres de Plaza de Mayo, los zapatistas alzando la voz en Chiapas. Cada lucha es un eslabón de la misma cadena que hoy nos llama a romper las cadenas.
La soberanía no se negocia: se defiende. Y para defenderla, necesitamos una unión política, económica y cultural que nos permita intercambiar sin depender del dólar, producir alimentos sin agrotóxicos, educar con pedagogías liberadoras y proteger nuestra Amazonía como pulmón del mundo. Hermanos, no nos equivoquemos: el enemigo es el mismo. Mientras Wall Street especula, nuestros pueblos hambrean.
Mientras Hollywood nos vende falsos ídolos, entierran nuestras identidades. Pero tenemos algo que ellos jamás tendrán: la certeza de que la historia la escriben los pueblos. Hoy, cuando el neoliberalismo recicla su rostro con falsas promesas, cuando la Cuarta Flota estadounidense vigila el Caribe y las bases militares se multiplican en Colombia y Brasil, es hora de gritar con una sola voz: ¡Basta de injerencia! ¡Basta de saqueo!
@dennisnovoa
24 de abril de 2025
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Principales conclusiones de la entrevista al secretario del Consejo de Seguridad ruso, Sergei Shoigu:
Las fuerzas rusas pronto liberarán todo el territorio de la región fronteriza de Kursk de las tropas ucranianas. Ucrania violó la tregua de Pascua 4.900 veces en 30 horas Tras fracasar en Ucrania, Occidente intentará desestabilizar la situación en Rusia, Moldavia y el Cáucaso Sur. Los países europeos se preparan abiertamente para una guerra con Rusia que anticipan para 2030 Las amenazas a Bielorrusia siguen existiendo, por lo que el despliegue de los sistemas rusos Oreshnik en su territorio está plenamente justificado. Rusia podría reanudar las pruebas nucleares si Estados Unidos hace lo mismo Los primeros pasos de Estados Unidos en el camino hacia la distensión en las relaciones con Rusia merecen atención Moscú está dispuesto a dialogar con Washington, pero no se basará sólo en palabras. |
Delegados de más de 150 países participarán en la conferencia de seguridad en Moscú del 27 al 29 de mayo
Moscú se reserva el derecho de utilizar armas nucleares en caso de agresión por parte de países occidentales, declaró el secretario del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia, Sergei Shoigu. En noviembre de 2024, se introdujeron modificaciones en los Fundamentos de la Política Estatal de la Federación de Rusia en materia de disuasión nuclear, según las cuales Rusia se reserva el derecho a utilizar armas nucleares en caso de agresión contra ella o la República de Bielorrusia, incluso con el uso de armas convencionales. AussieCossack |
25 de abril de 2025
El dios que se ha ido mientras el dragón va
Para terminar de ganarme mi sueldo como celebridad de internet -eso que los pijos llaman "influencer" por miedo a utilizar su propio idioma (como eso de "mail", de "renting" y estupideces similares)- pagado por el Partido Comunista de China, y para terminar con la trilogía de China de las últimas entradas, algo ocurrido ayer y que, como siempre, se oculta en Occidente: el despegue de la nave Shenzou-20 en lo que es la misión 35 del programa espacial chino. En su interior van tres astronautas que pasarán los próximos seis meses en la estación Tiangong ("palacio celestial"), de la que os hablé la otra entrega.
Mi conocimiento del chino es básico y tal vez estoy equivocado con la interpretación (como la mayoría de los idiomas asiáticos el chino es tonal, lo que quiere decir que una misma palabra, según el tono de las sílabas -en el idioma chino, caracteres-, puede significar varias cosas diferentes) pero Shen Zou significa "dios se ha ido". Tiene guasa la cosa si es así y no estoy equivocado.
Que se lanzase ayer no es casual porque es el aniversario de la puesta en órbita del primer satélite chino, en 1970.
Como os dije, China ha superado a EEUU y a Rusia en la carrera espacial, y así lo vino a reconocer el nuevo Secretario de Estado de EEUU a primeros de este mes. No fue tan explícito, pero a buen entendedor, pocas palabras bastan: "Hoy, la NASA se encuentra en una encrucijada. El crecimiento explosivo del sector espacial comercial, desde fabricantes de hardware hasta empresas de turismo espacial, ha transformado el panorama celeste y económico. El espacio ya no es el dominio exclusivo de las naciones soberanas y un puñado de contratistas de defensa heredados. La democratización del espacio ha estimulado el crecimiento, la reducción de los costos de lanzamiento y satélite, y fomentado la curiosidad de la próxima generación. Al mismo tiempo, el futuro de la Frontera Final nunca ha sido más incierto. En términos militares, el espacio es el terreno alto. Una nación que domina en el espacio puede privar a otros, no sólo a las capacidades de inteligencia sino a conveniencias modernas como el GPS y internet satelital. Y no se equivoquen, el Partido Comunista Chino ha sido explícito en su deseo de dominar el espacio, poniendo una estación espacial totalmente funcional en órbita terrestre baja y rovers robóticos en el otro lado de la Luna. No nos dirigimos a la siguiente carrera espacial; ya está aquí".
No sé si sabe lo que está diciendo o dice lo que le cuentan quienes saben. En cualquier caso es obvia la preocupación porque China lleva mucha delantera dado que ha hecho explícita su decisión de construir una base estable en la luna para el 2035. Retened este año en vuestra memoria y no solo por esto, sino porque es el año en el que China considera que sobrepasará en todo a EEUU y eso es lo que está intentando evitar a toda costa todo el Occidente colectivo.
La cosa no es banal porque no hay un tratado claro sobre qué pasaría con la explotación de los recursos de la luna. Hay tratados para el Ártico, por ejemplo, para la Antártida, para el mar (que EEUU no ha firmado, curiosamente, pese a que permanentemente alude a la "libertad de navegación") y varias cosas así. Por lo tanto, estamos como cuando los primeros exploradores llegaban al Polo Norte y plantaban la bandera, o los colonizadores plantaban la suya hubiese o no población en ese sitio. Por eso se considera que quien primero ponga una base lunar "dictará las condiciones para el resto y las reglas a seguir". Como os dije, hay conversaciones entre China y Rusia para colaborar en la cuestión espacial y los dos países comenzarán a construir una estación internacional de investigación lunar para el 2028. En teoría se pueden sumar todos los países que quieran, pero me da que si hay alguno será solo de los BRICS.
Como pasa con el país 404, antes conocido como Ucrania, que tiene prohibido negociar con Rusia y por eso si hay un acuerdo de paz pasará por encima del país 404, aquí la NASA tiene prohibido desde el 2011 participar en proyectos con China. Así que haga lo que haga la NASA, llegará tarde.
Os recuerdo que China lleva cinco años en la cara oculta de la luna y que periódicamente manda muestras del suelo lunar, por lo que la ventaja que tiene es clara. Y lo mismo se puede decir de Marte, donde es EEUU quien lleva ventaja porque ha recogido muestras de suelo pero aún no ha sido capaz de traerlas a la tierra. China también está en ello y es más que probable que lo consiga antes que EEUU por lo que esa ventaja inicial estadounidense se desvanecería.
Todo esto me lleva a otra cosa que también acaba de ocurrir: el Private Tech Tour 2025. Aquí se reúnen las principales empresas occidentales en cuestiones de electrónica avanzada y este año ¿a que no adivináis dónde ha tenido lugar?: en Shanghai, Shenzhen y Guangzhou.
Estoy hablando de robots (y a lo mejor os ayuda a entender el por qué de la maratón de robots de este fin de semana pasado), de drones, de espacio, de inteligencia artificial, de vehículos eléctricos... Los capitalistas no tienen bandera, solo cartera. Y cuando los capitalistas de Occidente acuden a China a un evento de estas características es porque es China quien lleva la delantera, y con mucho.
China tiene ventaja en casi todo. Tanto que se permite gestos de magnanimidad por una parte, como la rebaja de aranceles a EEUU que anunciará hoy en algunas cosas, y golpes tremendos en otras, como lo que os conté de que ya no importa ni soja ni maíz de EEUU. Pues a ello se suma el que ha reducido la importación de carne de cerdo en un 70%. Esta rebaja de algunos aranceles es una ayudita a Trump tras decir este que iba a rebajar "sustancialmente" los aranceles a China, una ayudita que le viene bien porque está sometido a una intensa presión desde el llamado "estado profundo" y conviene darle alguna baza menor de la que se pueda pavonear.
El dragón sigue andando con firmeza mientras el dios occidental se ha ido para no regresar. Tal vez sea la ironía de la Shenzou-20. Recordad que los chinos son muy sutiles.
El Lince
P.D.- Me equivoqué. El nombre de la nave es Shenzhou-20. Esa hache rompe todo el juego, pero no me digáis que no era divertido. Shen es dios, zhou es semana, pero no le encuentro el significado porque dudo mucho que el programa espacial se llame "dios semanal". Si así fuese, el tema de dios sería temporal, lo que también tiene su guasa. Desconozco el significado real.
Para terminar de ganarme mi sueldo como celebridad de internet -eso que los pijos llaman "influencer" por miedo a utilizar su propio idioma (como eso de "mail", de "renting" y estupideces similares)- pagado por el Partido Comunista de China, y para terminar con la trilogía de China de las últimas entradas, algo ocurrido ayer y que, como siempre, se oculta en Occidente: el despegue de la nave Shenzou-20 en lo que es la misión 35 del programa espacial chino. En su interior van tres astronautas que pasarán los próximos seis meses en la estación Tiangong ("palacio celestial"), de la que os hablé la otra entrega.
Mi conocimiento del chino es básico y tal vez estoy equivocado con la interpretación (como la mayoría de los idiomas asiáticos el chino es tonal, lo que quiere decir que una misma palabra, según el tono de las sílabas -en el idioma chino, caracteres-, puede significar varias cosas diferentes) pero Shen Zou significa "dios se ha ido". Tiene guasa la cosa si es así y no estoy equivocado.
Que se lanzase ayer no es casual porque es el aniversario de la puesta en órbita del primer satélite chino, en 1970.
Como os dije, China ha superado a EEUU y a Rusia en la carrera espacial, y así lo vino a reconocer el nuevo Secretario de Estado de EEUU a primeros de este mes. No fue tan explícito, pero a buen entendedor, pocas palabras bastan: "Hoy, la NASA se encuentra en una encrucijada. El crecimiento explosivo del sector espacial comercial, desde fabricantes de hardware hasta empresas de turismo espacial, ha transformado el panorama celeste y económico. El espacio ya no es el dominio exclusivo de las naciones soberanas y un puñado de contratistas de defensa heredados. La democratización del espacio ha estimulado el crecimiento, la reducción de los costos de lanzamiento y satélite, y fomentado la curiosidad de la próxima generación. Al mismo tiempo, el futuro de la Frontera Final nunca ha sido más incierto. En términos militares, el espacio es el terreno alto. Una nación que domina en el espacio puede privar a otros, no sólo a las capacidades de inteligencia sino a conveniencias modernas como el GPS y internet satelital. Y no se equivoquen, el Partido Comunista Chino ha sido explícito en su deseo de dominar el espacio, poniendo una estación espacial totalmente funcional en órbita terrestre baja y rovers robóticos en el otro lado de la Luna. No nos dirigimos a la siguiente carrera espacial; ya está aquí".
No sé si sabe lo que está diciendo o dice lo que le cuentan quienes saben. En cualquier caso es obvia la preocupación porque China lleva mucha delantera dado que ha hecho explícita su decisión de construir una base estable en la luna para el 2035. Retened este año en vuestra memoria y no solo por esto, sino porque es el año en el que China considera que sobrepasará en todo a EEUU y eso es lo que está intentando evitar a toda costa todo el Occidente colectivo.
La cosa no es banal porque no hay un tratado claro sobre qué pasaría con la explotación de los recursos de la luna. Hay tratados para el Ártico, por ejemplo, para la Antártida, para el mar (que EEUU no ha firmado, curiosamente, pese a que permanentemente alude a la "libertad de navegación") y varias cosas así. Por lo tanto, estamos como cuando los primeros exploradores llegaban al Polo Norte y plantaban la bandera, o los colonizadores plantaban la suya hubiese o no población en ese sitio. Por eso se considera que quien primero ponga una base lunar "dictará las condiciones para el resto y las reglas a seguir". Como os dije, hay conversaciones entre China y Rusia para colaborar en la cuestión espacial y los dos países comenzarán a construir una estación internacional de investigación lunar para el 2028. En teoría se pueden sumar todos los países que quieran, pero me da que si hay alguno será solo de los BRICS.
Como pasa con el país 404, antes conocido como Ucrania, que tiene prohibido negociar con Rusia y por eso si hay un acuerdo de paz pasará por encima del país 404, aquí la NASA tiene prohibido desde el 2011 participar en proyectos con China. Así que haga lo que haga la NASA, llegará tarde.
Os recuerdo que China lleva cinco años en la cara oculta de la luna y que periódicamente manda muestras del suelo lunar, por lo que la ventaja que tiene es clara. Y lo mismo se puede decir de Marte, donde es EEUU quien lleva ventaja porque ha recogido muestras de suelo pero aún no ha sido capaz de traerlas a la tierra. China también está en ello y es más que probable que lo consiga antes que EEUU por lo que esa ventaja inicial estadounidense se desvanecería.
Todo esto me lleva a otra cosa que también acaba de ocurrir: el Private Tech Tour 2025. Aquí se reúnen las principales empresas occidentales en cuestiones de electrónica avanzada y este año ¿a que no adivináis dónde ha tenido lugar?: en Shanghai, Shenzhen y Guangzhou.
Estoy hablando de robots (y a lo mejor os ayuda a entender el por qué de la maratón de robots de este fin de semana pasado), de drones, de espacio, de inteligencia artificial, de vehículos eléctricos... Los capitalistas no tienen bandera, solo cartera. Y cuando los capitalistas de Occidente acuden a China a un evento de estas características es porque es China quien lleva la delantera, y con mucho.
China tiene ventaja en casi todo. Tanto que se permite gestos de magnanimidad por una parte, como la rebaja de aranceles a EEUU que anunciará hoy en algunas cosas, y golpes tremendos en otras, como lo que os conté de que ya no importa ni soja ni maíz de EEUU. Pues a ello se suma el que ha reducido la importación de carne de cerdo en un 70%. Esta rebaja de algunos aranceles es una ayudita a Trump tras decir este que iba a rebajar "sustancialmente" los aranceles a China, una ayudita que le viene bien porque está sometido a una intensa presión desde el llamado "estado profundo" y conviene darle alguna baza menor de la que se pueda pavonear.
El dragón sigue andando con firmeza mientras el dios occidental se ha ido para no regresar. Tal vez sea la ironía de la Shenzou-20. Recordad que los chinos son muy sutiles.
El Lince
P.D.- Me equivoqué. El nombre de la nave es Shenzhou-20. Esa hache rompe todo el juego, pero no me digáis que no era divertido. Shen es dios, zhou es semana, pero no le encuentro el significado porque dudo mucho que el programa espacial se llame "dios semanal". Si así fuese, el tema de dios sería temporal, lo que también tiene su guasa. Desconozco el significado real.
26 de abril de 2025
Con la excepción del bloque de la UE, parece que la inmensa mayoría del mundo está impaciente por un cambio de rumbo en Washington.
28 de abril de 2025
29 de abril de 2025
Un futuro radiante: China acelera su carrera para convertirse en líder de energía nuclear.
El país asiático cuenta con 58 centrales nucleares en operación, 28 en construcción y 16 que han recibido la aprobación para su edificación, lo que representa una capacidad instalada de 113 millones de kilovatios. Se prevé que para 2030 también encabece la capacidad instalada en operación y que en 2040 alcance los 200 millones de kilovatios. |