Ariel Ávila: “Estamos ante el nacimiento de una nueva guerrilla”
Radio Caracol 28 de agosto de 2019
El subdirector académico de la Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Ávila, dejó al descubierto la preocupación sobre la reaparición y rearme de una nueva guerrilla en Colombia tras la firma del acuerdo de paz.
“En otras zonas del país donde operaron las Farc se produjo un copamiento criminal rápido, luego de tres o cuatro meses de la concentración de estas estructuras, nacieron o llegaron organizaciones criminales y grupos armados ilegales. El pacífico nariñense es un buen ejemplo. Grupos posfarc o Disidencias, grupos armados organizados y Eln coparon el territorio”, señala el informe.
Durante el primer año de gobierno del presidente Duque, los múltiples grupos armados compuestos, en gran parte, por exguerrilleros de las Farc-Ep, se han fortalecido.
Vea también: Más de 3.000 personas en proceso de reincorporación accederán a educación
De 58 municipios registrados para octubre de 2018, para mediados del mes de agosto de 2019, se identificaron 85, es decir, su presencia aumentó en 27 municipios.
En el Pacífico colombiano, por ejemplo, los Grupos Armados Posfarc-GAPF Guerrillas Unidas del Pacífico, el Frente Óliver Sinisterra y Gente de Orden, se han expandido por zonas rurales y urbanas desde el municipio de Tumaco, por todo el litoral hacia al norte, hasta llegar a Buenaventura.
Las tres estructuras, están integradas por los extintos frente 29 y Daniel Aldana que operaban en el Pacífico colombiano, asimismo, han reclutado nuevos integrantes a través de ofrecimientos económicos que, ante la incapacidad del Estado colombiano para garantizar alternativas para la población joven de estos territorios, constituyen muchas veces la única posibilidad para conseguir recursos.
Además, agrega, que otros municipios vivieron la salida de las Farc y aunque no tuvieron una presencia del Estado no se produjo la llegada de estructuras violentas. Si bien surgieron fenómenos criminales, como bandas de atracadores, delincuencia común y en algunos casos esto elevó algunos indicadores de inseguridad, lo cierto es que allí no se presentó copamiento de grandes organizaciones criminales.
Vea también: Más enredados en corrupción del Ejército
A su vez, la investigación señala que los escándalos sobre una posible vuelta a los “falsos positivos” y sobre redes de corrupción aparecidos en The New York Times y en la revista Semana con información proporcionada por oficiales y personal de las Fuerzas Militares que comprometen incluso al general Nicacio Martínez, comandante del Ejército, tienen desde luego ese impacto de inhibición y parálisis en algunas actividades de la Fuerza Pública, pero tienen también un efecto positivo, porque obligan a una mayor transparencia en la institución.
“En otras zonas del país donde operaron las Farc se produjo un copamiento criminal rápido, luego de tres o cuatro meses de la concentración de estas estructuras, nacieron o llegaron organizaciones criminales y grupos armados ilegales. El pacífico nariñense es un buen ejemplo. Grupos posfarc o Disidencias, grupos armados organizados y Eln coparon el territorio”, señala el informe.
Durante el primer año de gobierno del presidente Duque, los múltiples grupos armados compuestos, en gran parte, por exguerrilleros de las Farc-Ep, se han fortalecido.
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De 58 municipios registrados para octubre de 2018, para mediados del mes de agosto de 2019, se identificaron 85, es decir, su presencia aumentó en 27 municipios.
En el Pacífico colombiano, por ejemplo, los Grupos Armados Posfarc-GAPF Guerrillas Unidas del Pacífico, el Frente Óliver Sinisterra y Gente de Orden, se han expandido por zonas rurales y urbanas desde el municipio de Tumaco, por todo el litoral hacia al norte, hasta llegar a Buenaventura.
Las tres estructuras, están integradas por los extintos frente 29 y Daniel Aldana que operaban en el Pacífico colombiano, asimismo, han reclutado nuevos integrantes a través de ofrecimientos económicos que, ante la incapacidad del Estado colombiano para garantizar alternativas para la población joven de estos territorios, constituyen muchas veces la única posibilidad para conseguir recursos.
Además, agrega, que otros municipios vivieron la salida de las Farc y aunque no tuvieron una presencia del Estado no se produjo la llegada de estructuras violentas. Si bien surgieron fenómenos criminales, como bandas de atracadores, delincuencia común y en algunos casos esto elevó algunos indicadores de inseguridad, lo cierto es que allí no se presentó copamiento de grandes organizaciones criminales.
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A su vez, la investigación señala que los escándalos sobre una posible vuelta a los “falsos positivos” y sobre redes de corrupción aparecidos en The New York Times y en la revista Semana con información proporcionada por oficiales y personal de las Fuerzas Militares que comprometen incluso al general Nicacio Martínez, comandante del Ejército, tienen desde luego ese impacto de inhibición y parálisis en algunas actividades de la Fuerza Pública, pero tienen también un efecto positivo, porque obligan a una mayor transparencia en la institución.
Aquí informe completo:
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