Arrestan a Julian Assange
Lenin Moreno entrega a un ciudadano ecuatoriano permitiendo el ingreso de fuerzas policiales del Reino Unido
Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas
Artículo 22
1. Los locales de la misión son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión.
Artículo 30
1. La residencia particular del agente diplomático goza de la misma inviolabilidad y protección que los locales de la misión.
NOTA: Existe la figura jurídica de la extraterritorialidad en el Derecho Internacional, que trae como consecuencia la inviolabilidad de las embajadas. La extraterritorialidad en el Derecho Internacional, determina que un bien inmueble se considera en país extranjero, como una prolongación del país propetario. Así, las sedes diplomáticas y en ocasiones las bases militares y buques, son parte del país propietario en el país receptor que renuncia a la jurisdicción en esos casos específicos, de aquí se desprende la figura de la inmunidad diplomática.
Artículo 22
1. Los locales de la misión son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión.
Artículo 30
1. La residencia particular del agente diplomático goza de la misma inviolabilidad y protección que los locales de la misión.
NOTA: Existe la figura jurídica de la extraterritorialidad en el Derecho Internacional, que trae como consecuencia la inviolabilidad de las embajadas. La extraterritorialidad en el Derecho Internacional, determina que un bien inmueble se considera en país extranjero, como una prolongación del país propetario. Así, las sedes diplomáticas y en ocasiones las bases militares y buques, son parte del país propietario en el país receptor que renuncia a la jurisdicción en esos casos específicos, de aquí se desprende la figura de la inmunidad diplomática.
11 de abril de 2019
Foto: Henry Nicholls / Reuters
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Hoy en la noche, frente a la Cancillería de Ecuador en Quito
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De las redes sociales:
Guillaume Long (ex-canciller República del Ecuador):
1. La entrega de Julian Assange, arrastrado por la policía británica luego de ingresar a nuestra misión diplomática para poder removerlo, es una vergüenza nacional y un error histórico que dejará una profunda huella en el Ecuador por mucho tiempo.
2. Ecuador acaba de violar el principio de "no devolución" del asilado, un principio fundamental de protección de los DDHH consagrado en el derecho internacional. Ecuador acaba de violar la opinión 54/2015 del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas.
3. Ecuador acaba de violar la Opinión OC-25/2019 de la Corte Interamericana de DDHH y la Resolución MC-54-19 de la CIDH de marzo de 2019 que obliga al Ecuador a "no deportar, devolver, expulsar, extraditar o remover de otro modo" a Assange de nuestra embajada.
4. Esta decisión traerá, evidentemente, mucha cola jurídica para el Estado ecuatoriano. Más allá de ello, será recordada por las futuras generaciones de ecuatorianas y ecuatorianos como un acto de servilismo, de vileza y de degradación ética del poder político en nuestro país.
1. La entrega de Julian Assange, arrastrado por la policía británica luego de ingresar a nuestra misión diplomática para poder removerlo, es una vergüenza nacional y un error histórico que dejará una profunda huella en el Ecuador por mucho tiempo.
2. Ecuador acaba de violar el principio de "no devolución" del asilado, un principio fundamental de protección de los DDHH consagrado en el derecho internacional. Ecuador acaba de violar la opinión 54/2015 del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas.
3. Ecuador acaba de violar la Opinión OC-25/2019 de la Corte Interamericana de DDHH y la Resolución MC-54-19 de la CIDH de marzo de 2019 que obliga al Ecuador a "no deportar, devolver, expulsar, extraditar o remover de otro modo" a Assange de nuestra embajada.
4. Esta decisión traerá, evidentemente, mucha cola jurídica para el Estado ecuatoriano. Más allá de ello, será recordada por las futuras generaciones de ecuatorianas y ecuatorianos como un acto de servilismo, de vileza y de degradación ética del poder político en nuestro país.
Desde la Universidad de Salamanca - España
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Paulina Andrade, activista social:
El gobierno del traidor permitió que la policía británica entre y tome preso a Julian Assange. Lo próximo será entregarlo a EEUU que quiere su muerte.
Moreno se limpia con el Derecho Internacional, como se limpia con la Constitución. Este tipo no cesa de avergonzarnos a nivel mundial.
Grupos de la sociedad civil en los distintos países de Europa presionarán a sus gobiernos para empezar un boicot a los productos ecuatorianos en Europa, lo han amenazado ya en redes.
Los gobiernos corruptos le temen a la transparencia, no entienden que la comunicación es un bien común. Moreno culpa a Assange (que no tenía internet y vivía en condiciones de prisionero en la embajada), de haber sido él el que filtró lo de INA PAPERS), si no quería que se sepa, era de que no lo haga.
Todo esto es una cortina de humo para que olvidemos los negociados de él, su familia y los de su entorno.
La libertad de expresión, lo que publican las redes, y las organizaciones como WiliLeaks reafirman el control y la supremacía de la sociedad civil sobre sus representantes, nos ayudan a componer narraciones sociales que nos reconozcan como actores políticos y comunicativos de pleno derecho, mostrándonos capaces de debatir y decidir nuestro destino. Eso molesta al imperio.
Pero de nada servirán los nuevos formatos y empresas de noticias si no nos dejan decidir, en pie de igualdad con los poderosos, quiénes somos y a dónde queremos ir, y eso proclamaba Assange.
Moreno entregó a un ciudadano ecuatoriano, no a un ciudadano australiano.
Me avergüenzo de decir que soy ecuatoriana,. Este gobierno no me representa.
Además, este gobierno quiere acallar twitter y las redes sociales. Están asustados. No se dan cuenta que frente al poder de los gobiernos, los Parlamentos, los tribunales se fragua el contrapoder de la sociedad civil, que las redes son nuestro espacio, queremos construir una esfera pública en donde el público sea el principio del que arranca todo y el final que a todo le da sentido: Porque los ciudadanos, con sus dispositivos digitales, liberan información, la procesan y la debaten con una autonomía aún no reconocida. Se movilizan y con sus protestas, aplican sanciones políticas inesperadas, con rapidez y alcance impredecibles.
La sociedad civil es la que ejerce en estos momentos el cuarto poder, el de la información, ejerce de contrapoder: controla a los otros poderes. Su expresión informativa de mayor trascendencia hasta el momento es WikiLeaks , y su manifestación política, las revueltas o re(voluciones) en red que surgen en todo el mundo como efecto de conocerse la verdad. No olvidemos que no pasó ni un año de las filtraciones de lo de Irak, cuando se inició la primavera árabe de 2011. Comenzaba un ciclo de protesta global. Años después los ciudadanos siguen autoconvocándose en las plazas de Brasil, Argentina, Chile, Turquía, Egipto. Irán, etc.... Esto nos lleva a concluir que las poblaciones exigen que quienes gobiernan, dictan y aplican las leyes se abran a la transparencia y a la participación. Son dos objetivos que las tecnologías digitales potencian o al menos, hacen más factibles que antes.
Los medios digitales rompieron el monopolio de los medios tradicionales...¿por qué?, Porque los medios tradicionales utilizan un código cerrado, lenguajes y procedimientos que dejan fuera al ciudadano. En lugar de nutrir el debate público, lo intoxican -hasta ahogarnos-. La saturación de mensajes y la imposiblidad de contrastarlos por nosotros mismos, nos impide discriminar lo relevante. De hecho, el flujo arrollador de noticias no contrastadas funciona como la censura más implacable. El corto ciclo de atención electoral, y de los mercados, impide percibir los problemas de fondo, olvidamos que no los resolveremos votando de forma intermitente o yendo de rebajas. Tampoco dando click compulsivamente o firmando campañas digitales. Nadamos en una supuesta abundancia de opciones políticas e informativas y nos hundimos en el intento de procesarlas, son demasiadas y en el fondo, demasiado parecidas. Los asuntos que alcanzan máxima difusión suelen coincidir con lo más adulterado, trivial, sacan lo peor del ser humano, la podredumbre sensacionalista. POR ESO ES QUE NO QUIEREN A NADIE QUE OBVIE LA BANALIDAD Y DENUNCIE EL ENGAÑO...Por eso la persecución a Julián Assange y a WikiLeaks, porque no existen activistas previos que haya influido tanto en la agenda informativa con un alcance tan global.
En la actualidad, y lo digo como comunicadora, necesitamos profesionales con identidad propia, códigos morales y técnicos que se distingan de los que los propagandistas políticos y corporativos hacen. Queremos redactores y guionistas de noticias que trabajen con datos incontestables y planteen debates con argumentos lógicos, abiertos a la sociedad. Demandamos profesionales que sepan alimentar y a la vez nutrirse del debate social que mantenemos en las redes digitales y de carne y hueso. Trabajadores que en suma, estén dotados de nuevas herramientas y destrezas, y que las pongan el servicio de nuestros intereses como sociedad, que no son otros que los suyos , como profesionales y como ciudadanos.
El gobierno del traidor permitió que la policía británica entre y tome preso a Julian Assange. Lo próximo será entregarlo a EEUU que quiere su muerte.
Moreno se limpia con el Derecho Internacional, como se limpia con la Constitución. Este tipo no cesa de avergonzarnos a nivel mundial.
Grupos de la sociedad civil en los distintos países de Europa presionarán a sus gobiernos para empezar un boicot a los productos ecuatorianos en Europa, lo han amenazado ya en redes.
Los gobiernos corruptos le temen a la transparencia, no entienden que la comunicación es un bien común. Moreno culpa a Assange (que no tenía internet y vivía en condiciones de prisionero en la embajada), de haber sido él el que filtró lo de INA PAPERS), si no quería que se sepa, era de que no lo haga.
Todo esto es una cortina de humo para que olvidemos los negociados de él, su familia y los de su entorno.
La libertad de expresión, lo que publican las redes, y las organizaciones como WiliLeaks reafirman el control y la supremacía de la sociedad civil sobre sus representantes, nos ayudan a componer narraciones sociales que nos reconozcan como actores políticos y comunicativos de pleno derecho, mostrándonos capaces de debatir y decidir nuestro destino. Eso molesta al imperio.
Pero de nada servirán los nuevos formatos y empresas de noticias si no nos dejan decidir, en pie de igualdad con los poderosos, quiénes somos y a dónde queremos ir, y eso proclamaba Assange.
Moreno entregó a un ciudadano ecuatoriano, no a un ciudadano australiano.
Me avergüenzo de decir que soy ecuatoriana,. Este gobierno no me representa.
Además, este gobierno quiere acallar twitter y las redes sociales. Están asustados. No se dan cuenta que frente al poder de los gobiernos, los Parlamentos, los tribunales se fragua el contrapoder de la sociedad civil, que las redes son nuestro espacio, queremos construir una esfera pública en donde el público sea el principio del que arranca todo y el final que a todo le da sentido: Porque los ciudadanos, con sus dispositivos digitales, liberan información, la procesan y la debaten con una autonomía aún no reconocida. Se movilizan y con sus protestas, aplican sanciones políticas inesperadas, con rapidez y alcance impredecibles.
La sociedad civil es la que ejerce en estos momentos el cuarto poder, el de la información, ejerce de contrapoder: controla a los otros poderes. Su expresión informativa de mayor trascendencia hasta el momento es WikiLeaks , y su manifestación política, las revueltas o re(voluciones) en red que surgen en todo el mundo como efecto de conocerse la verdad. No olvidemos que no pasó ni un año de las filtraciones de lo de Irak, cuando se inició la primavera árabe de 2011. Comenzaba un ciclo de protesta global. Años después los ciudadanos siguen autoconvocándose en las plazas de Brasil, Argentina, Chile, Turquía, Egipto. Irán, etc.... Esto nos lleva a concluir que las poblaciones exigen que quienes gobiernan, dictan y aplican las leyes se abran a la transparencia y a la participación. Son dos objetivos que las tecnologías digitales potencian o al menos, hacen más factibles que antes.
Los medios digitales rompieron el monopolio de los medios tradicionales...¿por qué?, Porque los medios tradicionales utilizan un código cerrado, lenguajes y procedimientos que dejan fuera al ciudadano. En lugar de nutrir el debate público, lo intoxican -hasta ahogarnos-. La saturación de mensajes y la imposiblidad de contrastarlos por nosotros mismos, nos impide discriminar lo relevante. De hecho, el flujo arrollador de noticias no contrastadas funciona como la censura más implacable. El corto ciclo de atención electoral, y de los mercados, impide percibir los problemas de fondo, olvidamos que no los resolveremos votando de forma intermitente o yendo de rebajas. Tampoco dando click compulsivamente o firmando campañas digitales. Nadamos en una supuesta abundancia de opciones políticas e informativas y nos hundimos en el intento de procesarlas, son demasiadas y en el fondo, demasiado parecidas. Los asuntos que alcanzan máxima difusión suelen coincidir con lo más adulterado, trivial, sacan lo peor del ser humano, la podredumbre sensacionalista. POR ESO ES QUE NO QUIEREN A NADIE QUE OBVIE LA BANALIDAD Y DENUNCIE EL ENGAÑO...Por eso la persecución a Julián Assange y a WikiLeaks, porque no existen activistas previos que haya influido tanto en la agenda informativa con un alcance tan global.
En la actualidad, y lo digo como comunicadora, necesitamos profesionales con identidad propia, códigos morales y técnicos que se distingan de los que los propagandistas políticos y corporativos hacen. Queremos redactores y guionistas de noticias que trabajen con datos incontestables y planteen debates con argumentos lógicos, abiertos a la sociedad. Demandamos profesionales que sepan alimentar y a la vez nutrirse del debate social que mantenemos en las redes digitales y de carne y hueso. Trabajadores que en suma, estén dotados de nuevas herramientas y destrezas, y que las pongan el servicio de nuestros intereses como sociedad, que no son otros que los suyos , como profesionales y como ciudadanos.
¡¡ SECUESTRO EN LA EMBAJADA !!
1. Un ecuatoriano no puede ser entregado a la justicia extranjera, según lo dispone el artículo 79;
2. Un ecuatoriano no puede ser obligado a abandonar el territorio de su país (una embajada lo es);
3. Assange no era un asilado político, pues era ecuatoriano, y no existe la figura de asilo en el mismo territorio,
4. El ecuatoriano gozaba de todos los derechos políticos y por tanto a realizar oposición a este desgobierno;
5. La nacionalidad puede perderse solo por voluntad propia, y nadie la puede retirar, como pretenden los bufones ministeriales;
6. Si, hubo presuntamente irregularidades en la obtención de la nacionalidad -concedida por este gobierno hace más de un año-, debieron demandar a Assange ante la justicia ecuatoriana, y luego de un debido proceso anular la concesión, y no por un acto administrativo, cuatro horas antes de que colusoriamente fuera secuestrado;
7. La ignorancia del presidente o ministro, no crea derecho para hacer lo que quieran: “dar por finalizado asilo diplomático”; “retirar la nacionalidad”.
LUIS TORRES RODRIGUEZ
1. Un ecuatoriano no puede ser entregado a la justicia extranjera, según lo dispone el artículo 79;
2. Un ecuatoriano no puede ser obligado a abandonar el territorio de su país (una embajada lo es);
3. Assange no era un asilado político, pues era ecuatoriano, y no existe la figura de asilo en el mismo territorio,
4. El ecuatoriano gozaba de todos los derechos políticos y por tanto a realizar oposición a este desgobierno;
5. La nacionalidad puede perderse solo por voluntad propia, y nadie la puede retirar, como pretenden los bufones ministeriales;
6. Si, hubo presuntamente irregularidades en la obtención de la nacionalidad -concedida por este gobierno hace más de un año-, debieron demandar a Assange ante la justicia ecuatoriana, y luego de un debido proceso anular la concesión, y no por un acto administrativo, cuatro horas antes de que colusoriamente fuera secuestrado;
7. La ignorancia del presidente o ministro, no crea derecho para hacer lo que quieran: “dar por finalizado asilo diplomático”; “retirar la nacionalidad”.
LUIS TORRES RODRIGUEZ
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Assange y sus villanos
Por Atilio A. Boron
Poco resta por agregar a todo lo que ya se ha dicho, y se venía diciendo, del caso Assange. Una operación absolutamente violatoria del derecho internacional tal como lo estableciera el Grupo de Trabajo de la ONU contra las Detenciones Arbitrarias que, ya en una extensa resolución fechada el 4 de diciembre de 2015, establecía que la detención del fundador de la Wikileaks era arbitraria e ilegal y debía ser puesto en libertad. No sólo eso, en su numeral 100 requería que “los gobiernos de Suecia y el Reino Unido … garantizaran la situación del Señor Assange para asegurar su seguridad e integridad física, facilitar el ejercicio de su derecho a la libertad de movimientos de manera lo más expedita posible y para asegurar el pleno disfrute de los derechos garantizados por las normas internacionales relativa a la detención de personas.” (https://www.ohchr.org/_layouts/15/WopiFrame.aspx?sourcedoc=/Documents/Issues/Detention/A.HRC.WGAD.2015.docx&action=default&DefaultItemOpen=1). En un sistema internacional en el cual cada vez con más frecuencia se atropella la legalidad laboriosamente construida desde fines de la Segunda Guerra Mundial no sorprende para nada lo ocurrido. En esta verdadera tragedia para la humanidad -porque eso es lo que significa la persecución de Julian Assange-hay unos cuantos villanos.
Uno, Lenín Moreno, (a) “Judarrás”, repugnante síntesis de Judas y Barrabás que le privó al australiano nacionalizado ecuatoriano del asilo diplomático concedido hacía ya siete años poco después que aquél, privado de acceso a internet y telefonía, habría supuestamente sido quien sacó a la luz pública los turbios negociados de Moreno. Lo de “Judarrás” es además doblemente detestable porque ni siquiera tuvo la valentía de expulsarlo de la sede de la embajada ecuatoriana en Londres sino que solicitó a la Policía Metropolitana que, violando su inmunidad diplomática, entrase a dicho recinto a apresar por la fuerza al asilado. Pocas veces se ha visto un ejemplo de tanta vileza y servilismo ante las órdenes del imperio, deseoso de propinar un escarmiento ejemplar a Assange como señal intimidatoria a los muchos que como él quieren garantizar el derecho a la información, componente esencial de un orden político democrático.
Segundo, la Casa Blanca es el otro villano, que desde los tiempos del “progre” Barack Obama hizo lo imposible para lograr que Assange fuese extraditado a los Estados Unidos. Si esto llegara a ocurrir al periodista le espera, en caso de que esa solicitud sea aceptada, el sometimiento a “durísimas técnicas de interrogación” (eufemismo para evitar decir torturas), una interminable sucesión de juicios y acusaciones, la cárcel y, probablemente, su asesinato en una bien orquestada “riña de convictos” en una prisión poblada de hampones, narcos y criminales de la peor especie. Su eventual deceso en una pelea de reos evitaría a Estados Unidos la acusación de haber condenado a muerte a un hombre que quiso que la verdad fuese conocida.
Tercero, los impresentables “representantes del pueblo” en la Cámara de los Comunes del Reino Unido y los congresistas de Estados Unidos. Los primeros estallaron en grandes manifestaciones de júbilo cuando la primera ministra Theresa May informó del arresto de Assange. Otro tanto ocurrió en el Senado y la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU, constituido en buena parte por politiqueros que se enriquecieron en su función legislativa protegiendo a los lobbies y las empresas que financiaron sus carreras políticas y condenando a la mayoría de la población de su país a crecientes penurias económicas al punto tal que “el 1 por ciento más rico de EEU detenta mayores ingresos que el 90 % de la población”. Estos personajes son los que hicieron posible que el asalariado medio de ese país “necesitate trabajar más de un mes para ganar lo que un CEO gana en una hora.” Bien: esta es la gentuza que celebró con alborozo la detención de Assange. (Ver estos y otros datos en: Nicholas Kristof: "An Idiot's Guide to Inequality", en New York Times, 22 de Julio, 2014 y en la nota de William Marsden, “Obama’s State of the Union speech will be call to arms on wealth gap”, en https://o.canada.com/news , 26 Enero 2014.)
Cuarto y último, los gobiernos europeos que consienten no sólo este ataque de Washington al libre flujo de la información y la imprescindible transparencia de la gestión pública sino que admiten, como indignos vasallos, que los deseos de la Casa Blanca y las leyes que dicte el Congreso de ese país posean validez extraterritorial y se apliquen en sus propios países sin intentar el más mínimo asomo de protesta o resistencia. En ese sentido, su bochornoso acompañamiento de las decisiones de Washington: desde el caso Assange hasta las sanciones económicas a Rusia; o desde la criminal campaña en contra de Gadafi en Libia hasta la brutal agresión a Siria; o desde el bloqueo a Cuba hasta la payasesca opereta montada en torno a la figura de Juan Guaidó en Venezuela, hablan bien a las claras de que el arte del buen gobierno es algo que parece haberse perdido en una Europa que arrojó por la borda toda pretensión de soberanía y dignidad nacionales y resignada a cumplir el deshonroso papel de compinche de cuanta tropelía desee perpetrar el emperador de turno.
Por Atilio A. Boron
Poco resta por agregar a todo lo que ya se ha dicho, y se venía diciendo, del caso Assange. Una operación absolutamente violatoria del derecho internacional tal como lo estableciera el Grupo de Trabajo de la ONU contra las Detenciones Arbitrarias que, ya en una extensa resolución fechada el 4 de diciembre de 2015, establecía que la detención del fundador de la Wikileaks era arbitraria e ilegal y debía ser puesto en libertad. No sólo eso, en su numeral 100 requería que “los gobiernos de Suecia y el Reino Unido … garantizaran la situación del Señor Assange para asegurar su seguridad e integridad física, facilitar el ejercicio de su derecho a la libertad de movimientos de manera lo más expedita posible y para asegurar el pleno disfrute de los derechos garantizados por las normas internacionales relativa a la detención de personas.” (https://www.ohchr.org/_layouts/15/WopiFrame.aspx?sourcedoc=/Documents/Issues/Detention/A.HRC.WGAD.2015.docx&action=default&DefaultItemOpen=1). En un sistema internacional en el cual cada vez con más frecuencia se atropella la legalidad laboriosamente construida desde fines de la Segunda Guerra Mundial no sorprende para nada lo ocurrido. En esta verdadera tragedia para la humanidad -porque eso es lo que significa la persecución de Julian Assange-hay unos cuantos villanos.
Uno, Lenín Moreno, (a) “Judarrás”, repugnante síntesis de Judas y Barrabás que le privó al australiano nacionalizado ecuatoriano del asilo diplomático concedido hacía ya siete años poco después que aquél, privado de acceso a internet y telefonía, habría supuestamente sido quien sacó a la luz pública los turbios negociados de Moreno. Lo de “Judarrás” es además doblemente detestable porque ni siquiera tuvo la valentía de expulsarlo de la sede de la embajada ecuatoriana en Londres sino que solicitó a la Policía Metropolitana que, violando su inmunidad diplomática, entrase a dicho recinto a apresar por la fuerza al asilado. Pocas veces se ha visto un ejemplo de tanta vileza y servilismo ante las órdenes del imperio, deseoso de propinar un escarmiento ejemplar a Assange como señal intimidatoria a los muchos que como él quieren garantizar el derecho a la información, componente esencial de un orden político democrático.
Segundo, la Casa Blanca es el otro villano, que desde los tiempos del “progre” Barack Obama hizo lo imposible para lograr que Assange fuese extraditado a los Estados Unidos. Si esto llegara a ocurrir al periodista le espera, en caso de que esa solicitud sea aceptada, el sometimiento a “durísimas técnicas de interrogación” (eufemismo para evitar decir torturas), una interminable sucesión de juicios y acusaciones, la cárcel y, probablemente, su asesinato en una bien orquestada “riña de convictos” en una prisión poblada de hampones, narcos y criminales de la peor especie. Su eventual deceso en una pelea de reos evitaría a Estados Unidos la acusación de haber condenado a muerte a un hombre que quiso que la verdad fuese conocida.
Tercero, los impresentables “representantes del pueblo” en la Cámara de los Comunes del Reino Unido y los congresistas de Estados Unidos. Los primeros estallaron en grandes manifestaciones de júbilo cuando la primera ministra Theresa May informó del arresto de Assange. Otro tanto ocurrió en el Senado y la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU, constituido en buena parte por politiqueros que se enriquecieron en su función legislativa protegiendo a los lobbies y las empresas que financiaron sus carreras políticas y condenando a la mayoría de la población de su país a crecientes penurias económicas al punto tal que “el 1 por ciento más rico de EEU detenta mayores ingresos que el 90 % de la población”. Estos personajes son los que hicieron posible que el asalariado medio de ese país “necesitate trabajar más de un mes para ganar lo que un CEO gana en una hora.” Bien: esta es la gentuza que celebró con alborozo la detención de Assange. (Ver estos y otros datos en: Nicholas Kristof: "An Idiot's Guide to Inequality", en New York Times, 22 de Julio, 2014 y en la nota de William Marsden, “Obama’s State of the Union speech will be call to arms on wealth gap”, en https://o.canada.com/news , 26 Enero 2014.)
Cuarto y último, los gobiernos europeos que consienten no sólo este ataque de Washington al libre flujo de la información y la imprescindible transparencia de la gestión pública sino que admiten, como indignos vasallos, que los deseos de la Casa Blanca y las leyes que dicte el Congreso de ese país posean validez extraterritorial y se apliquen en sus propios países sin intentar el más mínimo asomo de protesta o resistencia. En ese sentido, su bochornoso acompañamiento de las decisiones de Washington: desde el caso Assange hasta las sanciones económicas a Rusia; o desde la criminal campaña en contra de Gadafi en Libia hasta la brutal agresión a Siria; o desde el bloqueo a Cuba hasta la payasesca opereta montada en torno a la figura de Juan Guaidó en Venezuela, hablan bien a las claras de que el arte del buen gobierno es algo que parece haberse perdido en una Europa que arrojó por la borda toda pretensión de soberanía y dignidad nacionales y resignada a cumplir el deshonroso papel de compinche de cuanta tropelía desee perpetrar el emperador de turno.
15 de abril de 2019
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La cartas exhibidas por la Cancillería ecuatoriana, en la que sus pares británicos citan una estipulación de su legislación sobre no extradición en casos de pena de muerte, NO constituyen ni compromiso, ni garantía, de no extraditar a Julián Assange a los Estados Unidos.
1. El asilo no solo protege el derecho a la vida. No equivale solamente a protección de la pena capital. Asilo significa protección integral de derechos. El asilo otorgado por el Ecuador a Julián Assange no es solo para salvarlo de una silla eléctrica, sino para protegerlo de encarcelamiento por actividad periodística, en un país donde a todas luces no tendría un juicio justo.
2. El gobierno de Lenin Moreno, muy tempranamente, decidió degradar el principio mismo del asilo, (que protege la integralidad de los derechos humanos del asilado), al rebajar su protección “únicamente” frente a la pena de muerte. Esto significa que el Ecuador acepta una cadena perpetua, o largas décadas de confinamiento en una prisión estadounidense (que a la edad de Julián Assange equivaldría de facto a una cadena perpetua), para alguien cuyo único “delito” ha sido publicar abusos de poder y violaciones de lesa humanidad.
3. El asilo es un institución de derechos humanos única y universal. No existen asilos clase A, B, y C, como si se tratase de un plan de salud privado. Es inadmisible decir: “te protejo solo de la pena de muerte”, aceptando la extradición a EE:UU y exponiendo a Julián Assange a la persecución política cuya existencia fue reconocida por el Ecuador en su totalidad, cuando le otorgó el asilo.
4. El gobierno de Theresa May últimamente NO está exigiendo las garantías a EE.UU sobre la no aplicación final de la pena de muerte en el caso de Alexanda Kotey y Shafee El-Sheikh, por lo que el posicionamiento descrito por Reino Unido en sus comunicaciones, que el Ecuador entiende como una importante “garantía”, es en realidad, todo lo contrario.
5. La extradición de Julián Assange hoy más que nunca está en el debate internacional. Todas las organizaciones más importantes de derechos humanos, libertad de expresión y muchos prestigiosos medios se han opuesto y se oponen a su extradición.
El Director Ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth Roth, ha dicho: “Si Ecuador y el Reino Unido tomaran en serio la protección de Assange, proporcionarían garantías no solo contra la pena de muerte sino también contra el enjuiciamiento por cualquier cosa que los periodistas suelen hacer, como la publicación de información filtrada”
6. Debe recordarse que la soldado Chelsea Manning, sentenciada a 35 años de cárcel (luego condonada su pena luego de 7 años), por el mismo caso por el que EE.UU. ha solicitado la extradición de Julián Assange, fue torturada en cárceles, sometida a largo confinamiento en solitario, según reportes de el relator de la ONU contra la Tortura.
7. Ninguna autoridad británica, ni alta, ni media, se ha pronunciado, o ha mencionado si quiera garantía alguna de no extradición. Por el contrario, el debate en Reino Unido sobre el tema es muy enconado.
8. En definitiva, las cartas exhibidas por Cancillería son producto de un simple intercambio de correspondencia oficial, con la cual pretenden, vanamente, cubrirse de un gravísimo atropello a los derechos del asilado político, y a las obligaciones de protección del Ecuador como país asilante.
Al entregar a un asilado para ser sometido a persecución política, se contradice la propia esencia constitucional de Ecuador, las principales normas internacional sobre asilo y refugio, el acervo convencional y el derecho internacional de los derechos humanos, y por supuesto, se viola las obligaciones identificadas en la Opinión Consultiva OC-25/18 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que fue solicitada por el mismo Ecuador.
2. El gobierno de Lenin Moreno, muy tempranamente, decidió degradar el principio mismo del asilo, (que protege la integralidad de los derechos humanos del asilado), al rebajar su protección “únicamente” frente a la pena de muerte. Esto significa que el Ecuador acepta una cadena perpetua, o largas décadas de confinamiento en una prisión estadounidense (que a la edad de Julián Assange equivaldría de facto a una cadena perpetua), para alguien cuyo único “delito” ha sido publicar abusos de poder y violaciones de lesa humanidad.
3. El asilo es un institución de derechos humanos única y universal. No existen asilos clase A, B, y C, como si se tratase de un plan de salud privado. Es inadmisible decir: “te protejo solo de la pena de muerte”, aceptando la extradición a EE:UU y exponiendo a Julián Assange a la persecución política cuya existencia fue reconocida por el Ecuador en su totalidad, cuando le otorgó el asilo.
4. El gobierno de Theresa May últimamente NO está exigiendo las garantías a EE.UU sobre la no aplicación final de la pena de muerte en el caso de Alexanda Kotey y Shafee El-Sheikh, por lo que el posicionamiento descrito por Reino Unido en sus comunicaciones, que el Ecuador entiende como una importante “garantía”, es en realidad, todo lo contrario.
5. La extradición de Julián Assange hoy más que nunca está en el debate internacional. Todas las organizaciones más importantes de derechos humanos, libertad de expresión y muchos prestigiosos medios se han opuesto y se oponen a su extradición.
El Director Ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth Roth, ha dicho: “Si Ecuador y el Reino Unido tomaran en serio la protección de Assange, proporcionarían garantías no solo contra la pena de muerte sino también contra el enjuiciamiento por cualquier cosa que los periodistas suelen hacer, como la publicación de información filtrada”
6. Debe recordarse que la soldado Chelsea Manning, sentenciada a 35 años de cárcel (luego condonada su pena luego de 7 años), por el mismo caso por el que EE.UU. ha solicitado la extradición de Julián Assange, fue torturada en cárceles, sometida a largo confinamiento en solitario, según reportes de el relator de la ONU contra la Tortura.
7. Ninguna autoridad británica, ni alta, ni media, se ha pronunciado, o ha mencionado si quiera garantía alguna de no extradición. Por el contrario, el debate en Reino Unido sobre el tema es muy enconado.
8. En definitiva, las cartas exhibidas por Cancillería son producto de un simple intercambio de correspondencia oficial, con la cual pretenden, vanamente, cubrirse de un gravísimo atropello a los derechos del asilado político, y a las obligaciones de protección del Ecuador como país asilante.
Al entregar a un asilado para ser sometido a persecución política, se contradice la propia esencia constitucional de Ecuador, las principales normas internacional sobre asilo y refugio, el acervo convencional y el derecho internacional de los derechos humanos, y por supuesto, se viola las obligaciones identificadas en la Opinión Consultiva OC-25/18 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que fue solicitada por el mismo Ecuador.
16 de abril de 2019
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17 de abril de 2019
18 de abril de 2019
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