Así fue la violencia en Colombia durante 2021
Sputnik Germán Gómez Polo 28 de diciembre de 2021
El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) publicó un detallado informe sobre masacres y crímenes de líderes sociales y firmantes de la paz. Hasta el 24 de diciembre de 2021, habían ocurrido en ese país 92 masacres, una más que las registradas por la misma organización en 2020.
El Instituto de Estudio para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) reveló este lunes 27 de diciembre su tradicional informe anual sobre la violencia en las regiones de Colombia, llamado Cifras de Violencia en las Regiones 2021.
Las cifras son crudas, sin embargo, hay reducciones respecto de 2020, año en el cual, a pesar de la pandemia del COVID-19 que afectó al país y al mundo, se pudo registrar un incremento considerable, sobre todo, en la violencia en contra de líderes sociales.
En total, según los números de Indepaz, en Colombia se presentaron 92 masacres hasta el 24 de diciembre de 2020, que dejaron un saldo de 326 víctimas. Comparado con los registros de 2020, hubo una masacre más.
La última masacre que reportó la organización civil fue el pasado 24 de diciembre previo a la celebración de la Navidad. Según las primeras versiones del hecho, ocurrido en el municipio de Ábrego, departamento de Norte de Santander (noreste de Colombia), tres personas de una misma familia fueron asesinadas en lo que parecía ser una riña.
A pesar de esa versión, se resaltó que la Defensoría del Pueblo de Colombia ya había emitido una alerta temprana —sistema a través del cual se busca atender de manera ágil las alertas para las poblaciones en riesgo— advirtiendo de posibles acciones de control territorial por parte de grupos armados que venían realizando amenazas, asesinatos selectivos, reclutamiento de menores y microtráfico de drogas.
De la totalidad de las masacres reportadas en el informe, la mayoría dejó víctimas menores de 30 años. "En su mayoría masacres cometidas hacia jóvenes, como lo ocurrido en San Rafael, Antioquia (noroccidente), donde fueron asesinados cuatro jóvenes por hombres armados que llegaron hasta el parque principal del municipio y les dispararon en varias ocasiones. Las víctimas fueron identificadas como Jeison Santamaría, James Santamaría, Santiago Cobo y Santiago Guarín, que se encuentran entre los 16 y 20 años", señala el documento.
Otra de las características de este tipo de crímenes durante 2021 es que varias dejaron más de cinco muertos. En específico se destacó la masacre de Algeciras, departamento del Huila (suroccidente), en la que fueron asesinados por hombres armados el administrador de una finca y ocho de sus trabajadores.
168 líderes sociales asesinados
Entre el primero de enero y el 24 de diciembre de 2021 hubo 168 asesinatos de líderes sociales. Esa cifra representa una disminución respecto de 2020, cuando fueron eliminados 310 líderes sociales en el país y se convierte en el número más bajo desde 2017.
No obstante, este crimen sigue siendo uno de los que más preocupa a la comunidad internacional y sobre el que el Gobierno concentra esfuerzos para el esclarecimiento y la captura de los autores.
El asesinato de líderes, además, se centra en el departamento de Cauca (suroccidente), en donde sucedieron 31 de los 168. En su orden, le siguen los departamentos de Antioquia (23), Nariño (16), Valle del Cauca (15) y Chocó (13).
En estos departamentos hay dinámicas de violencia relacionadas con la disputa de territorios por parte de grupos armados ilegales dedicados al narcotráfico o a la minería ilegal y la presencia de cultivos de uso ilícito.
Dentro de la totalidad de líderes sociales asesinados, se subrayan la lideresa Sandra Liliana Peña, gobernadora del resguardo indígena La Laguna-Siberia SAT Tama kiwe, ubicado en el municipio de Caldono (Cauca); el líder campesino Wilson López, de la vereda El Congal, en el municipio de Samaná (Caldas); y el artista urbano Harold Angulo, conocido como Junior Jein, asesinado en Cali (suroccidente).
El riesgo para los firmantes de la paz
También se registraron ataques violentos en los que perdieron la vida excombatientes de la guerrilla de las FARC, que firmó un acuerdo de paz con el Gobierno colombiano en 2016.
De acuerdo con Indepaz, en 2021 fueron asesinados 48 firmantes del acuerdo, entre los que se cuentan cuatro mujeres. En estas cifras también aparece el departamento del Cauca como el sitio de ocurrencia del mayor número de casos.
Este número de asesinatos se reporta a pocas semanas de que una caravana de firmantes de la paz, que se desplazaba desde los llanos del Yarí, en el departamento del Meta (centro), fuese atacada aparentemente por armados desconocidos que, incluso, habrían disparado ráfagas de fusil e incendiado uno de los buses en los que transportaban los enseres.
En ese grupo de personas, que se desplazaba por amenazas y riesgos, había 106 familias, 64 niños, 15 personas con discapacidad y 15 adultos mayores. Su destino fue el municipio de El Doncello, en el departamento del Caquetá (sur).
¿Qué pasa en el Cauca?
A pesar de la firma de la paz en 2016, Cauca sigue siendo uno de los departamentos que vive con mayor acento el conflicto armado en Colombia, sobre todo en el sector del norte.
Según un informe de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), en ese departamento se vive una "fuerte reconfiguración de grupos armados posfarc, o disidencias". Ese documento acusó al Gobierno de Colombia de propiciar la reinserción de personas al conflicto por la "omisión de los compromisos en materia de reincorporación", es decir, de las garantías para que los firmantes de la paz tengan garantías sociales y económicas.
En esa ubicación geográfica se registra la disputa territorial entre grupos armados de las extintas FARC y otras organizaciones armadas como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) o el Ejército Popular de Liberación (EPL). Todos pretenden tener el control de los territorios que abandonaron las FARC tras su desmovilización y que no fueron ocupados a tiempo por el Estado colombiano.
"Para el año 2020, la situación de violencia en el Cauca se agudizó por cuenta de los múltiples enfrentamientos entre estos grupos armados, dejando como saldo alrededor de 246 violaciones a derechos humanos entre las que se cuentan 117 asesinatos selectivos", indica el documento de Pares.
Desde la oposición política en Colombia se ha asegurado que uno de los más grandes motivos de la violencia en las regiones es la falta de voluntad por parte del Gobierno del presidente Iván Duque para implementar el acuerdo de paz de manera integral, cosa que niegan desde el Ejecutivo.
El próximo presidente de Colombia, que se elegirá en 2022, tiene el imperativo de poner énfasis a la implementación del texto pactado, pues incluye puntos que son necesarios para que el fin del conflicto pueda llegar a varios lugares del país que todavía viven la violencia, como lo es la reforma rural integral, como parte de un plan estructural que garantice el acceso a la tierra, la asistencia técnica, el catastro y censo rural, la vivienda rural, la infraestructura y la disminución del desempleo en el campo colombiano.
Las cifras son crudas, sin embargo, hay reducciones respecto de 2020, año en el cual, a pesar de la pandemia del COVID-19 que afectó al país y al mundo, se pudo registrar un incremento considerable, sobre todo, en la violencia en contra de líderes sociales.
En total, según los números de Indepaz, en Colombia se presentaron 92 masacres hasta el 24 de diciembre de 2020, que dejaron un saldo de 326 víctimas. Comparado con los registros de 2020, hubo una masacre más.
La última masacre que reportó la organización civil fue el pasado 24 de diciembre previo a la celebración de la Navidad. Según las primeras versiones del hecho, ocurrido en el municipio de Ábrego, departamento de Norte de Santander (noreste de Colombia), tres personas de una misma familia fueron asesinadas en lo que parecía ser una riña.
A pesar de esa versión, se resaltó que la Defensoría del Pueblo de Colombia ya había emitido una alerta temprana —sistema a través del cual se busca atender de manera ágil las alertas para las poblaciones en riesgo— advirtiendo de posibles acciones de control territorial por parte de grupos armados que venían realizando amenazas, asesinatos selectivos, reclutamiento de menores y microtráfico de drogas.
De la totalidad de las masacres reportadas en el informe, la mayoría dejó víctimas menores de 30 años. "En su mayoría masacres cometidas hacia jóvenes, como lo ocurrido en San Rafael, Antioquia (noroccidente), donde fueron asesinados cuatro jóvenes por hombres armados que llegaron hasta el parque principal del municipio y les dispararon en varias ocasiones. Las víctimas fueron identificadas como Jeison Santamaría, James Santamaría, Santiago Cobo y Santiago Guarín, que se encuentran entre los 16 y 20 años", señala el documento.
Otra de las características de este tipo de crímenes durante 2021 es que varias dejaron más de cinco muertos. En específico se destacó la masacre de Algeciras, departamento del Huila (suroccidente), en la que fueron asesinados por hombres armados el administrador de una finca y ocho de sus trabajadores.
168 líderes sociales asesinados
Entre el primero de enero y el 24 de diciembre de 2021 hubo 168 asesinatos de líderes sociales. Esa cifra representa una disminución respecto de 2020, cuando fueron eliminados 310 líderes sociales en el país y se convierte en el número más bajo desde 2017.
No obstante, este crimen sigue siendo uno de los que más preocupa a la comunidad internacional y sobre el que el Gobierno concentra esfuerzos para el esclarecimiento y la captura de los autores.
El asesinato de líderes, además, se centra en el departamento de Cauca (suroccidente), en donde sucedieron 31 de los 168. En su orden, le siguen los departamentos de Antioquia (23), Nariño (16), Valle del Cauca (15) y Chocó (13).
En estos departamentos hay dinámicas de violencia relacionadas con la disputa de territorios por parte de grupos armados ilegales dedicados al narcotráfico o a la minería ilegal y la presencia de cultivos de uso ilícito.
Dentro de la totalidad de líderes sociales asesinados, se subrayan la lideresa Sandra Liliana Peña, gobernadora del resguardo indígena La Laguna-Siberia SAT Tama kiwe, ubicado en el municipio de Caldono (Cauca); el líder campesino Wilson López, de la vereda El Congal, en el municipio de Samaná (Caldas); y el artista urbano Harold Angulo, conocido como Junior Jein, asesinado en Cali (suroccidente).
El riesgo para los firmantes de la paz
También se registraron ataques violentos en los que perdieron la vida excombatientes de la guerrilla de las FARC, que firmó un acuerdo de paz con el Gobierno colombiano en 2016.
De acuerdo con Indepaz, en 2021 fueron asesinados 48 firmantes del acuerdo, entre los que se cuentan cuatro mujeres. En estas cifras también aparece el departamento del Cauca como el sitio de ocurrencia del mayor número de casos.
Este número de asesinatos se reporta a pocas semanas de que una caravana de firmantes de la paz, que se desplazaba desde los llanos del Yarí, en el departamento del Meta (centro), fuese atacada aparentemente por armados desconocidos que, incluso, habrían disparado ráfagas de fusil e incendiado uno de los buses en los que transportaban los enseres.
En ese grupo de personas, que se desplazaba por amenazas y riesgos, había 106 familias, 64 niños, 15 personas con discapacidad y 15 adultos mayores. Su destino fue el municipio de El Doncello, en el departamento del Caquetá (sur).
¿Qué pasa en el Cauca?
A pesar de la firma de la paz en 2016, Cauca sigue siendo uno de los departamentos que vive con mayor acento el conflicto armado en Colombia, sobre todo en el sector del norte.
Según un informe de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), en ese departamento se vive una "fuerte reconfiguración de grupos armados posfarc, o disidencias". Ese documento acusó al Gobierno de Colombia de propiciar la reinserción de personas al conflicto por la "omisión de los compromisos en materia de reincorporación", es decir, de las garantías para que los firmantes de la paz tengan garantías sociales y económicas.
En esa ubicación geográfica se registra la disputa territorial entre grupos armados de las extintas FARC y otras organizaciones armadas como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) o el Ejército Popular de Liberación (EPL). Todos pretenden tener el control de los territorios que abandonaron las FARC tras su desmovilización y que no fueron ocupados a tiempo por el Estado colombiano.
"Para el año 2020, la situación de violencia en el Cauca se agudizó por cuenta de los múltiples enfrentamientos entre estos grupos armados, dejando como saldo alrededor de 246 violaciones a derechos humanos entre las que se cuentan 117 asesinatos selectivos", indica el documento de Pares.
Desde la oposición política en Colombia se ha asegurado que uno de los más grandes motivos de la violencia en las regiones es la falta de voluntad por parte del Gobierno del presidente Iván Duque para implementar el acuerdo de paz de manera integral, cosa que niegan desde el Ejecutivo.
El próximo presidente de Colombia, que se elegirá en 2022, tiene el imperativo de poner énfasis a la implementación del texto pactado, pues incluye puntos que son necesarios para que el fin del conflicto pueda llegar a varios lugares del país que todavía viven la violencia, como lo es la reforma rural integral, como parte de un plan estructural que garantice el acceso a la tierra, la asistencia técnica, el catastro y censo rural, la vivienda rural, la infraestructura y la disminución del desempleo en el campo colombiano.
29 de diciembre de 2021