China ofrece a Rusia una alianza militar de carácter oficial
Observatorio de la crisis 17 de febrero de 2021
KLAUS RAINER RUPP, EXPERTO EN ASUNTOS INTERNACIONALES
(Fue analista de inteligencia de la República Democrática Alemana)
(Fue analista de inteligencia de la República Democrática Alemana)
Considerando que Occidente ha desatado una nueva Guerra Fría, Rusia y China parecen ahora estar dispuestos a dar un paso que debían haber dado hace mucho tiempo. El Instituto de Moscú para las Estrategias Políticas y Económicas Internacionales (RusStrat), acaba de publicar un artículo en su revista que afirma: “Rusia y China ahora están más cerca que nunca de firmar alianza militar oficial”.
El reconocido instituto se refiere directamente a una conversación entre los cancilleres de Rusia y China (Sergei Lavrov y Wang Yi) que tuvo lugar el 4 de febrero de 2021 y «cuya importancia no se puede sobrestimar».Como el actual Tratado de Amistad y Buena Vecindad expirará pronto, Beijing propuso hace una semana «elaborar un nuevo tratado que tenga un contenido histórico. Un tratado que no solo refleje el deseo de ambos países de proteger a sus pueblos, sino que ofrezca seguridad y desarrollo pacífico a los países vecinos y a toda la humanidad”.
Según RusStrat » podemos decir que Beijing ofreció a Moscú una alianza militar de carácter oficial. El prestigioso Instituto subraya que la oferta de Beijing “no es una iniciativa que haya sido improvisada y aunque, ambas potencias han mantenido públicamente ciertas reservas, el tema se ha debatido a puerta cerrada desde 2016, hasta llegar a un consenso muy prometedor”. Para gran parte del mundo, “esta alianza equivale a una garantía de convivencia pacífica, sin guerras encubiertas o abiertas, sin intentos de derrocamiento o desestabilización – comenta RusStrat – además “la alianza garantiza la cooperación económica y cultural de las naciones involucradas en las Nuevas Rutas de la Seda»
Una alianza de beneficio mutuo
Cuando el presidente Putin declaró en Novo-Ogaryovo (en octubre del 2020) que “Rusia no estaba de acuerdo con una alianza militar con China, Beijing respondió calurosamente: «nuestros países tienen objetivos y estrategias a largo plazo muy similares», y el acercamiento entre Rusia y China es «un proceso natural e inevitable».
Para el Instituto RusStrat, “nada de esto cambiará en el futuro previsible, esto significa que, durante al menos medio siglo, si no más, no debería haber ningún tipo de conflicto entre nuestros países «. Al evaluar la alianza con más detalle China y Rusia tendrían «un triple interés en la alianza»:
Primero, China, quiere ubicarse bajo el paraguas nuclear estratégico de Rusia porque en solitario podría ser víctima de un ataque nuclear limitado por parte de Estados Unidos. Esto aunque parezca muy difícil podría llegar a ser posible, sin embargo, «con una alianza militar con la Federación Rusa un ataque de este tipo contra China sería definitivamente imposible», señala el Instituto.
En segundo lugar, teniendo una garantía “nuclear” Beijing puede concentrar sus fuerzas armadas en los sectores del Mar de China amenazados reiteradamente por las armada de EEUU, garantizando así una superioridad decisiva.
En tercer lugar, la existencia un tratado militar «no sólo mantendría a China con las manos libres para solucionar el problema de Taiwán, sino que también significaría que Rusia reconoce el derecho de China continental a resolver esta reivindicación histórica.
En cuanto a los intereses de Rusia, RusStrat enumera los siguientes puntos:
Primero, «la firma de tal acuerdo obligará automáticamente a China a adoptar una posición más activa en asuntos internacionales que son importantes para nosotros los rusos». Esto se aplica en el apoyo con respecto a Crimea, contra las sanciones occidentales y en “una intensa cooperación en materia de economía, finanzas y nuevas tecnologías”.
En segundo lugar, tal alianza constituiría una base excelente «para una delimitación clara de los intereses de los dos países de Asia central y del resto de la región postsoviética, además, “Beijing prestaría apoyo en las fronteras occidentales de Rusia y Moscú como en la zona de intereses estratégicos de Beijing «.
Tercero: » El acuerdo, también, permitirá sincronizar las posiciones sobre el desarrollo de un proyecto de integración y convivencia pacífica con Europa». Rusia tiene pocas opciones de lograr en solitario este objetivo, pero con el “poder económico de la República Popular China le será mucho más fácil resolver este desafío estratégico”.
Además de las ventajas de una posible alianza militar entre la Federación Rusa y la República Popular de China, RusStrat evalúa con seriedad los posibles puntos potencialmente controvertidos. Algunos de ellos son «bastante significativos», señala.
RusStrat señala que «en vista del diferente peso económico y la magnitud de los problemas de política exterior, así como de una cierta discrepancia ideológica Moscú pasaría a depender, de alguna manera, de la política exterior de Beijing.
Sin embargo, en dirección opuesta, China se encontraría en el mismo tipo de dependencia. Por tanto, si el nuevo tratado fuera aprobado esto significa que «las élites gobernantes de ambos países estarían de acuerdo con una dependencia mutua».
RusStrat concluye que no se puede descartar que «una alianza militar oficial entre Rusia y China se firme en el año en curso o a más tardar en 2022».
El reconocido instituto se refiere directamente a una conversación entre los cancilleres de Rusia y China (Sergei Lavrov y Wang Yi) que tuvo lugar el 4 de febrero de 2021 y «cuya importancia no se puede sobrestimar».Como el actual Tratado de Amistad y Buena Vecindad expirará pronto, Beijing propuso hace una semana «elaborar un nuevo tratado que tenga un contenido histórico. Un tratado que no solo refleje el deseo de ambos países de proteger a sus pueblos, sino que ofrezca seguridad y desarrollo pacífico a los países vecinos y a toda la humanidad”.
Según RusStrat » podemos decir que Beijing ofreció a Moscú una alianza militar de carácter oficial. El prestigioso Instituto subraya que la oferta de Beijing “no es una iniciativa que haya sido improvisada y aunque, ambas potencias han mantenido públicamente ciertas reservas, el tema se ha debatido a puerta cerrada desde 2016, hasta llegar a un consenso muy prometedor”. Para gran parte del mundo, “esta alianza equivale a una garantía de convivencia pacífica, sin guerras encubiertas o abiertas, sin intentos de derrocamiento o desestabilización – comenta RusStrat – además “la alianza garantiza la cooperación económica y cultural de las naciones involucradas en las Nuevas Rutas de la Seda»
Una alianza de beneficio mutuo
Cuando el presidente Putin declaró en Novo-Ogaryovo (en octubre del 2020) que “Rusia no estaba de acuerdo con una alianza militar con China, Beijing respondió calurosamente: «nuestros países tienen objetivos y estrategias a largo plazo muy similares», y el acercamiento entre Rusia y China es «un proceso natural e inevitable».
Para el Instituto RusStrat, “nada de esto cambiará en el futuro previsible, esto significa que, durante al menos medio siglo, si no más, no debería haber ningún tipo de conflicto entre nuestros países «. Al evaluar la alianza con más detalle China y Rusia tendrían «un triple interés en la alianza»:
Primero, China, quiere ubicarse bajo el paraguas nuclear estratégico de Rusia porque en solitario podría ser víctima de un ataque nuclear limitado por parte de Estados Unidos. Esto aunque parezca muy difícil podría llegar a ser posible, sin embargo, «con una alianza militar con la Federación Rusa un ataque de este tipo contra China sería definitivamente imposible», señala el Instituto.
En segundo lugar, teniendo una garantía “nuclear” Beijing puede concentrar sus fuerzas armadas en los sectores del Mar de China amenazados reiteradamente por las armada de EEUU, garantizando así una superioridad decisiva.
En tercer lugar, la existencia un tratado militar «no sólo mantendría a China con las manos libres para solucionar el problema de Taiwán, sino que también significaría que Rusia reconoce el derecho de China continental a resolver esta reivindicación histórica.
En cuanto a los intereses de Rusia, RusStrat enumera los siguientes puntos:
Primero, «la firma de tal acuerdo obligará automáticamente a China a adoptar una posición más activa en asuntos internacionales que son importantes para nosotros los rusos». Esto se aplica en el apoyo con respecto a Crimea, contra las sanciones occidentales y en “una intensa cooperación en materia de economía, finanzas y nuevas tecnologías”.
En segundo lugar, tal alianza constituiría una base excelente «para una delimitación clara de los intereses de los dos países de Asia central y del resto de la región postsoviética, además, “Beijing prestaría apoyo en las fronteras occidentales de Rusia y Moscú como en la zona de intereses estratégicos de Beijing «.
Tercero: » El acuerdo, también, permitirá sincronizar las posiciones sobre el desarrollo de un proyecto de integración y convivencia pacífica con Europa». Rusia tiene pocas opciones de lograr en solitario este objetivo, pero con el “poder económico de la República Popular China le será mucho más fácil resolver este desafío estratégico”.
Además de las ventajas de una posible alianza militar entre la Federación Rusa y la República Popular de China, RusStrat evalúa con seriedad los posibles puntos potencialmente controvertidos. Algunos de ellos son «bastante significativos», señala.
RusStrat señala que «en vista del diferente peso económico y la magnitud de los problemas de política exterior, así como de una cierta discrepancia ideológica Moscú pasaría a depender, de alguna manera, de la política exterior de Beijing.
Sin embargo, en dirección opuesta, China se encontraría en el mismo tipo de dependencia. Por tanto, si el nuevo tratado fuera aprobado esto significa que «las élites gobernantes de ambos países estarían de acuerdo con una dependencia mutua».
RusStrat concluye que no se puede descartar que «una alianza militar oficial entre Rusia y China se firme en el año en curso o a más tardar en 2022».
18 de febrero de 2021
Los clientes "demócratas" extranjeros de Washington vuelven a ser una vergüenza
"Uno de los temas de propaganda favoritos del establishment de la política exterior de Estados Unidos es que Estados Unidos promueve el liberalismo y la democracia en todo el mundo. Sin embargo, varias de las facciones extranjeras supuestamente democráticas que Washington ha respaldado procedieron a establecer regímenes corruptos y cuasiautoritarios cuando llegaron al poder. Dos casos resaltan esa deprimente realidad. Uno fue el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) y el gobierno que generó la insurgencia después de que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN lanzaron una guerra aérea contra Serbia para arrebatar su inquieta provincia del control de Belgrado. El otro es el gobierno ucraniano "reformista" que Washington ayudó a llevar al poder en la llamada revolución de Maidan en 2014."