Como la Resistencia palestina de Gaza desarrolló su capacidad balística
Al Manar 14 de mayo de 2019
Misil Badr-3
La Resistencia palestina ha entrado en una nueva fase y su progreso en el desarrollo balístico ha resultado en el colapso de los pronósticos militares israelíes en Gaza.
Según Al Mayadin, es posible decir que la tercera fase de la producción nacional de misiles en Gaza comenzó tras los últimos enfrentamientos entre las fuerzas palestinas y las fuerzas de ocupación israelíes la semana pasada.
De hecho, los nuevos ataques palestinos son un indicador importante del desarrollo reciente y sin precedentes de la industria militar palestina. Estos ataques también confirman los rumores de que la Resistencia palestina ahora posee misiles de última generación.
La construcción de una fuerza balística local, desde su prueba hasta, finalmente, su uso por los combatientes de la Resistencia, sin embargo, llevó algunos años.
La primera generación
Todo comenzó en 2001 con los cohetes Qassam de primera generación, basados en el modelo de los rusos Katyusha. El mismo año, fueron lanzados por primera vez contra la colonia de Sderot. Esta primera generación de misiles Qassam tenían un alcance de solo 2 km y su ojiva explosiva pesaba únicamente 1 kg.
Otro prototipo de los misiles Qassam apareció en 2002, con un alcance de 10 km y una ojiva explosiva de 6 kg.
En 2005, estos cohetes tenían ya un alcance de 16 km y una carga de 10 kg.
Después de eso, todos los misiles disponibles para la Resistencia palestina fueron optimizados, incluido el misil ruso “Grad”, cuyo alcance era de 20 a 40 km.
También se construyeron en grandes cantidades misiles que seguían modelos chinos, con un alcance de hasta 45 km y una carga de hasta 20 kg. Este tipo de misil fue particularmente útil para atacar ciudades como Ashdod.
El último prototipo de misiles Qassam, con un alcance de 75 km y una carga explosiva que pesaba entre 50 y 70 kg, se utilizó durante la guerra de 2014 para el bombardeo de la ciudad de Tel Aviv.
La segunda generación
En 2014 comenzó la segunda fase de desarrollo de la industria balística palestina. Algunos nuevos misiles fueron utilizados durante la guerra de Gaza de aquel año. Representaron una evolución sin precedentes en lo que se refiere a su alcance y poder destructivo. El misil Seyil 55 es uno de ellos. Su alcance es de 55 km y su carga es de 10 kg. Se utilizó para atacar ciudades israelíes como Rishon LeZion, ubicada en el sur de Tel Aviv. El misil R-160 también se usó por primera vez en la misma guerra. Esta arma tiene una carga de 100 kg. Causó graves daños en las filas del Ejército israelí.
El misil J-80 formó parte asimismo de los misiles utilizados durante la guerra de Gaza de 2014. Su alcance es de entre 80 y 100 km y su carga pesaba 125 kg. El sistema de la Cúpula de Hierro no pudo interceptar este misil que es capaz de efectuar un vuelo irregular y alcanzó con precisión la ciudad de Tel Aviv.
Las Brigadas Saraya al Quds participaron en esta batalla disparando misiles llamados Burak, cuya primera generación tenía un alcance de 70 km y la segunda, 100 km. Las cargas en ambos casos era de 90 kg. También llegaron a la ciudad de Tel Aviv con precisión.
Durante este período y posteriormente, se construyeron varios misiles locales en Gaza. En este sentido, los misiles Attarah y Shamaleh. Además, el Natallón Nasser Salahuddin dio a conocer varios misiles en 2016, que se agregaron a los misiles Seyil. El último misil del Batallón Nasser es el Zelzal Imad, dado a conocer en 2017.
Las Brigadas al Quds, el brazo armado del Movimiento Yihad Islámico, han desvelado varios misiles en los últimos años, incluido el Badr-1, que se utilizó por primera vez el año pasado en la ciudad de Ashkelon, donde los colonos fueron alcanzados.
En 2016, se integró en el arsenal de las Brigadas al Quds y se utilizó por primera vez en 2006 para atacar la ciudad de Majdal y los asentamientos de Netivot y Shofa.
La tercera generación. Misiles iraníes y sirios
En los últimos años, los misiles iraníes y sirios también se han unido a la gran cantidad de misiles de fabricación palestina. En este sentido, el misil iraní Fajr-3 y los misiles sirios M302, cuyo alcance es de 40 km y que poseen una carga de 175 kgs, se integraron en el arsenal palestino.
El misil iraní Fajr-5, cuyo alcance es de 75 km y cuya carga pesa 90 kg, también forma parte de estos misiles que recientemente han venido a fortalecer el arsenal de la Resistencia palestina.
Según los expertos, la construcción de misiles palestinos de tercera generación en Gaza ya comenzó, luego de los últimos enfrentamientos entre los grupos palestinos y el régimen sionista. La semana pasada, por primera vez, se utilizó el misil Badr-3. El misil es una versión mejorada del misil soviético Grad. El misil es similar a un misil llamado Badr F, lanzado en abril pasado por Ansarulá. Él fue usado contra la ciudad de Ashkelon por la Resistencia palestina. Su alcance es de 45 km. Cuando alcanza una altura de 20 m por encima de su objetivo, su cabeza explosiva explota en pedazos y causa graves daños.
Ahora, la calidad de los misiles de la Resistencia palestina, su mayor alcance y capacidad destructiva y su alta precisión son ventajas innegables que contribuyen a crear una nueva ecuación sobre el terreno.
Según Al Mayadin, es posible decir que la tercera fase de la producción nacional de misiles en Gaza comenzó tras los últimos enfrentamientos entre las fuerzas palestinas y las fuerzas de ocupación israelíes la semana pasada.
De hecho, los nuevos ataques palestinos son un indicador importante del desarrollo reciente y sin precedentes de la industria militar palestina. Estos ataques también confirman los rumores de que la Resistencia palestina ahora posee misiles de última generación.
La construcción de una fuerza balística local, desde su prueba hasta, finalmente, su uso por los combatientes de la Resistencia, sin embargo, llevó algunos años.
La primera generación
Todo comenzó en 2001 con los cohetes Qassam de primera generación, basados en el modelo de los rusos Katyusha. El mismo año, fueron lanzados por primera vez contra la colonia de Sderot. Esta primera generación de misiles Qassam tenían un alcance de solo 2 km y su ojiva explosiva pesaba únicamente 1 kg.
Otro prototipo de los misiles Qassam apareció en 2002, con un alcance de 10 km y una ojiva explosiva de 6 kg.
En 2005, estos cohetes tenían ya un alcance de 16 km y una carga de 10 kg.
Después de eso, todos los misiles disponibles para la Resistencia palestina fueron optimizados, incluido el misil ruso “Grad”, cuyo alcance era de 20 a 40 km.
También se construyeron en grandes cantidades misiles que seguían modelos chinos, con un alcance de hasta 45 km y una carga de hasta 20 kg. Este tipo de misil fue particularmente útil para atacar ciudades como Ashdod.
El último prototipo de misiles Qassam, con un alcance de 75 km y una carga explosiva que pesaba entre 50 y 70 kg, se utilizó durante la guerra de 2014 para el bombardeo de la ciudad de Tel Aviv.
La segunda generación
En 2014 comenzó la segunda fase de desarrollo de la industria balística palestina. Algunos nuevos misiles fueron utilizados durante la guerra de Gaza de aquel año. Representaron una evolución sin precedentes en lo que se refiere a su alcance y poder destructivo. El misil Seyil 55 es uno de ellos. Su alcance es de 55 km y su carga es de 10 kg. Se utilizó para atacar ciudades israelíes como Rishon LeZion, ubicada en el sur de Tel Aviv. El misil R-160 también se usó por primera vez en la misma guerra. Esta arma tiene una carga de 100 kg. Causó graves daños en las filas del Ejército israelí.
El misil J-80 formó parte asimismo de los misiles utilizados durante la guerra de Gaza de 2014. Su alcance es de entre 80 y 100 km y su carga pesaba 125 kg. El sistema de la Cúpula de Hierro no pudo interceptar este misil que es capaz de efectuar un vuelo irregular y alcanzó con precisión la ciudad de Tel Aviv.
Las Brigadas Saraya al Quds participaron en esta batalla disparando misiles llamados Burak, cuya primera generación tenía un alcance de 70 km y la segunda, 100 km. Las cargas en ambos casos era de 90 kg. También llegaron a la ciudad de Tel Aviv con precisión.
Durante este período y posteriormente, se construyeron varios misiles locales en Gaza. En este sentido, los misiles Attarah y Shamaleh. Además, el Natallón Nasser Salahuddin dio a conocer varios misiles en 2016, que se agregaron a los misiles Seyil. El último misil del Batallón Nasser es el Zelzal Imad, dado a conocer en 2017.
Las Brigadas al Quds, el brazo armado del Movimiento Yihad Islámico, han desvelado varios misiles en los últimos años, incluido el Badr-1, que se utilizó por primera vez el año pasado en la ciudad de Ashkelon, donde los colonos fueron alcanzados.
En 2016, se integró en el arsenal de las Brigadas al Quds y se utilizó por primera vez en 2006 para atacar la ciudad de Majdal y los asentamientos de Netivot y Shofa.
La tercera generación. Misiles iraníes y sirios
En los últimos años, los misiles iraníes y sirios también se han unido a la gran cantidad de misiles de fabricación palestina. En este sentido, el misil iraní Fajr-3 y los misiles sirios M302, cuyo alcance es de 40 km y que poseen una carga de 175 kgs, se integraron en el arsenal palestino.
El misil iraní Fajr-5, cuyo alcance es de 75 km y cuya carga pesa 90 kg, también forma parte de estos misiles que recientemente han venido a fortalecer el arsenal de la Resistencia palestina.
Según los expertos, la construcción de misiles palestinos de tercera generación en Gaza ya comenzó, luego de los últimos enfrentamientos entre los grupos palestinos y el régimen sionista. La semana pasada, por primera vez, se utilizó el misil Badr-3. El misil es una versión mejorada del misil soviético Grad. El misil es similar a un misil llamado Badr F, lanzado en abril pasado por Ansarulá. Él fue usado contra la ciudad de Ashkelon por la Resistencia palestina. Su alcance es de 45 km. Cuando alcanza una altura de 20 m por encima de su objetivo, su cabeza explosiva explota en pedazos y causa graves daños.
Ahora, la calidad de los misiles de la Resistencia palestina, su mayor alcance y capacidad destructiva y su alta precisión son ventajas innegables que contribuyen a crear una nueva ecuación sobre el terreno.
16 de mayo de 2019