Cooperación entre ejércitos de Rusia y China pone fin a supremacía militar de EEUU
Al Manar 15 de junio de 2017
El secretario de Defensa de EEUU, James Mattis, ha advertido que Rusia y China están desafiando el “dominio militar norteamericano con sus avances tecnológicos” y “asaltando el orden internacional”.
Mattis realizó esta declaración al Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes de EEUU el lunes como parte de su testimonio referente al presupuesto del Departamento de Defensa para 2018.
“Un retorno a la gran competencia entre estados, caracterizada por una Rusia resurgente y más agresiva, y una China en ascenso, más confiada y asertiva coloca el orden internacional bajo asalto”, dijo el jefe del Pentágono.
Él añadió que el dominio militar norteamericano en tierra, mar y aire estaba siendo amenazado debido a los avances tecnológicos rusos y chinos.
“Nuestro dominio de los mares está amenazado por misiles de rango alcance, municiones guiadas terrestres, diseñadas para atacar a nuestros barcos desde distancias cada vez más largas. Nuestra superioridad submarina, incuestionable desde el final de la Guerra Fría, está siendo desafiada tanto por Rusia como por China”, afirmó.
Mattis asistió a la amplia sesión con el Jefe de Estado Mayor Conjunto de EEUU, Joseph Dunford, quien dijo que EEUU tenía una relación de antagonismo con Rusia.
Washington y Moscú tienen una serie de intereses divergentes, incluso en Siria y Ucrania.
Estas declaraciones de Mattis tuvieron lugar pocos días después de que el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, propusiera a su homólogo chino, Chang Wanquan, firmar la hoja de ruta del desarrollo de la cooperación en la esfera militar entre ambas naciones para los años 2017-2020.
La parte rusa está segura de que la alta intensidad de las conversaciones ruso-chinas “da testimonio de un diálogo constructivo en torno a los complejos problemas de la seguridad global y regional”.
El presidente del centro de análisis ruso-chino, Serguéi Sanakóev, considera que la firma de la hoja de ruta supondrá una continuación lógica al acercamiento entre ambas potencias, en particular en el ámbito militar.
“Hoy en día, la cooperación político-militar entre Rusia y China no tiene precedentes. Es una cooperación en los ámbitos técnico-militar y puramente militar que ha evolucionado a lo largo de los años”, destaca el analista, citado por Svobodnaya Pressa.
Según Sanakóev, no se trata solo de teoría y documentos, sino también de acciones concretas y prácticas, tales como los ejercicios militares conjuntos.
“Teniendo en cuenta el hecho de que nuestra cooperación ya está a un nivel muy alto, el documento actual es más bien una sistematización de estas relaciones (…). Se trata de un paso normal en la interacción que ya tenemos”, explicó Sanakóev al periódico.
La firma de la hoja de ruta pone de relieve, no obstante, la importancia de las relaciones bilaterales. A pesar de que carecen del nombre formal de “alianza”, eso es lo que son “de facto” Moscú y Pekín: aliados.
Esta interacción de dos de los Ejércitos más grandes del mundo debe enfriar las “cabezas calientes” de los que quieren defender el formato de un mundo unipolar y la hegemonía de un solo país a cualquier precio, poniendo en peligro la paz, opina Serguéi Sanakóev.
Por su parte, Vasili Kashin, investigador de la Escuela Superior de Economía y miembro del centro de análisis de estrategias y tecnologías, explicó también a Svobodnaya Pressa que la cooperación militar entre los dos países ha alcanzado un nivel tan alto que hace posible operaciones conjuntas.
A su juicio, no se puede excluir que, si se produce alguna crisis en Asia Central u Oriente Próximo que afecte a los intereses de ambos países, tenga lugar una operación militar conjunta. “En cualquier caso, desde el punto de vista militar todo estaría listo para eso”, concluye Kashin.
Mattis realizó esta declaración al Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes de EEUU el lunes como parte de su testimonio referente al presupuesto del Departamento de Defensa para 2018.
“Un retorno a la gran competencia entre estados, caracterizada por una Rusia resurgente y más agresiva, y una China en ascenso, más confiada y asertiva coloca el orden internacional bajo asalto”, dijo el jefe del Pentágono.
Él añadió que el dominio militar norteamericano en tierra, mar y aire estaba siendo amenazado debido a los avances tecnológicos rusos y chinos.
“Nuestro dominio de los mares está amenazado por misiles de rango alcance, municiones guiadas terrestres, diseñadas para atacar a nuestros barcos desde distancias cada vez más largas. Nuestra superioridad submarina, incuestionable desde el final de la Guerra Fría, está siendo desafiada tanto por Rusia como por China”, afirmó.
Mattis asistió a la amplia sesión con el Jefe de Estado Mayor Conjunto de EEUU, Joseph Dunford, quien dijo que EEUU tenía una relación de antagonismo con Rusia.
Washington y Moscú tienen una serie de intereses divergentes, incluso en Siria y Ucrania.
Estas declaraciones de Mattis tuvieron lugar pocos días después de que el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, propusiera a su homólogo chino, Chang Wanquan, firmar la hoja de ruta del desarrollo de la cooperación en la esfera militar entre ambas naciones para los años 2017-2020.
La parte rusa está segura de que la alta intensidad de las conversaciones ruso-chinas “da testimonio de un diálogo constructivo en torno a los complejos problemas de la seguridad global y regional”.
El presidente del centro de análisis ruso-chino, Serguéi Sanakóev, considera que la firma de la hoja de ruta supondrá una continuación lógica al acercamiento entre ambas potencias, en particular en el ámbito militar.
“Hoy en día, la cooperación político-militar entre Rusia y China no tiene precedentes. Es una cooperación en los ámbitos técnico-militar y puramente militar que ha evolucionado a lo largo de los años”, destaca el analista, citado por Svobodnaya Pressa.
Según Sanakóev, no se trata solo de teoría y documentos, sino también de acciones concretas y prácticas, tales como los ejercicios militares conjuntos.
“Teniendo en cuenta el hecho de que nuestra cooperación ya está a un nivel muy alto, el documento actual es más bien una sistematización de estas relaciones (…). Se trata de un paso normal en la interacción que ya tenemos”, explicó Sanakóev al periódico.
La firma de la hoja de ruta pone de relieve, no obstante, la importancia de las relaciones bilaterales. A pesar de que carecen del nombre formal de “alianza”, eso es lo que son “de facto” Moscú y Pekín: aliados.
Esta interacción de dos de los Ejércitos más grandes del mundo debe enfriar las “cabezas calientes” de los que quieren defender el formato de un mundo unipolar y la hegemonía de un solo país a cualquier precio, poniendo en peligro la paz, opina Serguéi Sanakóev.
Por su parte, Vasili Kashin, investigador de la Escuela Superior de Economía y miembro del centro de análisis de estrategias y tecnologías, explicó también a Svobodnaya Pressa que la cooperación militar entre los dos países ha alcanzado un nivel tan alto que hace posible operaciones conjuntas.
A su juicio, no se puede excluir que, si se produce alguna crisis en Asia Central u Oriente Próximo que afecte a los intereses de ambos países, tenga lugar una operación militar conjunta. “En cualquier caso, desde el punto de vista militar todo estaría listo para eso”, concluye Kashin.