Corea: El golpe maestro de Kim
Al Manar 29 de agosto de 2018
EEUU ha dado marcha atrás con respecto a su compromiso de no seguir organizando maniobras militares conjuntas con Corea del Sur, lo que viene a poner de manifiesto que su proyecto de “domesticación” de Pyongyang ha terminado en un rotundo fracaso. 48 horas después de la cancelación de la visita de Pompeo a Corea del Norte, EEUU, furioso, ha anunciado la reanudación de sus ejercicios militares con Corea del Sur. ¿Por qué? El objetivo muy claro de Washington es socavar el proceso de acercamiento o incluso la reunificación de las dos Coreas. Pero ya es demasiado tarde: de acuerdo con los analistas, con la ayuda de China, Corea del Norte ha dado un golpe maestro utilizando a Washington para consolidar sus vínculos con Corea del Sur y resquebrajar el campo pro-estadounidense. Incluso Japón, un gran aliado de Washington, ha iniciado negociaciones secretas con Pyongyang de espaldas a EEUU.
El secretario de Defensa de EEUU, Jim Mattis, dijo que la suspensión de las “maniobras militares aliadas” en la península de Corea ya no estaba en la agenda.
“Con la congelación del proceso de conversaciones en la Península Coreana, ya no hay ninguna razón para suspender las maniobras”, dijo Mattis en una conferencia de prensa conjunta el martes por la noche en presencia del jefe de Estado Mayor del Ejército de EEUU, Joseph Dunford. Pero, ¿esta amenaza ahora se escucha en Corea del Sur?
Muchos observadores ven las declaraciones del secretario de Defensa Mattis como el certificado de defunción del proceso de “domesticación” de Kim Jong-un que el presidente de EEUU, Donald Trump, puso en marcha el 12 de junio en la cumbre de Singapur. “No tenemos planes de suspender otras maniobras”, dijo Mattis sin evocar, sin embargo, una posible negativa de Corea del Sur. Seúl está profundamente involucrado en un proceso de acercamiento con Pyongyang, que ha resultado en dos rondas de reuniones entre las familias de Corea del Norte y Corea del Sur.
Cumbre de Singapur, un espectáculo
Después de la cumbre con Kim Jong-un en Singapur, el presidente de EEUU dijo que quería terminar con los “juegos de guerra”. Trump habló de los ejercicios militares que los surcoreanos y estadounidenses realizan regularmente en la península y que Corea del Norte considera una amenaza para su seguridad. Sin embargo, según Mattis, esta suspensión ha terminado y es el momento de reanudar las hostilidades contra Pyongyang. Y, sin embargo, nada dice que los aliados de EEUU vayan a acompañar al gobierno norteamericano en su nueva deriva anti-Pyongyang, al menos con tanta fuerza como en el pasado.
EEUU ahora acusa a Corea del Norte de no haber suspendido su programa militar y nuclear, una acusación gratuita que busca oscurecer las verdaderas razones del fracaso de EEUU: Corea del Norte no ha aceptado someterse al dictado estadounidense y, ayudada por China, busca recorrer el camino hacia la reunificación.
¿Ha traicionado Japón a su aliado estadounidense?
Signo de los tiempos, los aliados asiáticos más leales de Washington comienzan a abandonar el barco. Según la edición electrónica del diario japonés Japan Today del pasado miércoles responsables japoneses y norcoreanos han realizado negociaciones sin el conocimiento de EEUU.
En vista de la ira de Washington, Tokio se ha defendido ardientemente. Funcionarios japoneses dijeron que su país “no puede dejar que EEUU conozca todas sus decisiones”.
El informe indica que los responsables japoneses y norcoreanos discutieron el tema de los secuestrados japoneses en las décadas de 1970 y 1980. Otros temas que a buen seguro fueron abordados en las negociaciones por ambas partes no son mencionados en el informe, lo cual inquieta visiblemente a los norteamericanos.
El secretario de Defensa de EEUU, Jim Mattis, dijo que la suspensión de las “maniobras militares aliadas” en la península de Corea ya no estaba en la agenda.
“Con la congelación del proceso de conversaciones en la Península Coreana, ya no hay ninguna razón para suspender las maniobras”, dijo Mattis en una conferencia de prensa conjunta el martes por la noche en presencia del jefe de Estado Mayor del Ejército de EEUU, Joseph Dunford. Pero, ¿esta amenaza ahora se escucha en Corea del Sur?
Muchos observadores ven las declaraciones del secretario de Defensa Mattis como el certificado de defunción del proceso de “domesticación” de Kim Jong-un que el presidente de EEUU, Donald Trump, puso en marcha el 12 de junio en la cumbre de Singapur. “No tenemos planes de suspender otras maniobras”, dijo Mattis sin evocar, sin embargo, una posible negativa de Corea del Sur. Seúl está profundamente involucrado en un proceso de acercamiento con Pyongyang, que ha resultado en dos rondas de reuniones entre las familias de Corea del Norte y Corea del Sur.
Cumbre de Singapur, un espectáculo
Después de la cumbre con Kim Jong-un en Singapur, el presidente de EEUU dijo que quería terminar con los “juegos de guerra”. Trump habló de los ejercicios militares que los surcoreanos y estadounidenses realizan regularmente en la península y que Corea del Norte considera una amenaza para su seguridad. Sin embargo, según Mattis, esta suspensión ha terminado y es el momento de reanudar las hostilidades contra Pyongyang. Y, sin embargo, nada dice que los aliados de EEUU vayan a acompañar al gobierno norteamericano en su nueva deriva anti-Pyongyang, al menos con tanta fuerza como en el pasado.
EEUU ahora acusa a Corea del Norte de no haber suspendido su programa militar y nuclear, una acusación gratuita que busca oscurecer las verdaderas razones del fracaso de EEUU: Corea del Norte no ha aceptado someterse al dictado estadounidense y, ayudada por China, busca recorrer el camino hacia la reunificación.
¿Ha traicionado Japón a su aliado estadounidense?
Signo de los tiempos, los aliados asiáticos más leales de Washington comienzan a abandonar el barco. Según la edición electrónica del diario japonés Japan Today del pasado miércoles responsables japoneses y norcoreanos han realizado negociaciones sin el conocimiento de EEUU.
En vista de la ira de Washington, Tokio se ha defendido ardientemente. Funcionarios japoneses dijeron que su país “no puede dejar que EEUU conozca todas sus decisiones”.
El informe indica que los responsables japoneses y norcoreanos discutieron el tema de los secuestrados japoneses en las décadas de 1970 y 1980. Otros temas que a buen seguro fueron abordados en las negociaciones por ambas partes no son mencionados en el informe, lo cual inquieta visiblemente a los norteamericanos.
30 de agosto de 2018
8 de septiembre de 2018