Cuba
Diego Pappalardo 20 de abril de 2018
La Asamblea Nacional de Cuba formalizó la elección de Miguel Díaz-Canel Bermúdez como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros del país. La preferencia por Díaz-Canel ya era conocida, mínimamente, desde 2013, cuando ocupó la vicepresidencia primera de los Consejos de Estado y de Ministros.
El nuevo presidente de 58 años de edad es carismático e integra el universo de dirigentes que no intervino en la Revolución Cubana pero que se construyó alrededor de la llamada Generación Histórica.
Entre los miembros de ambas esferas subsisten divergencias pero todos públicamente demuestran fidelidad al legado de Fidel Castro.
Tras recibir el respaldo de 603 de los 604 votos de la Asamblea Nacional, Díaz-Canel, en su primer discurso como presidente, elogió a la Generación Histórica y renovó su compromiso de mantener la unidad y la continuación de los esfuerzos en pos de los objetivos medulares. Reivindicó el liderazgo de Raúl Castro y asentó “Para nosotros está totalmente claro que solo el PCC garantiza la unidad de la nación cubana y es el digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en sus líderes”.1
Las expresiones de Díaz-Canel son conformes a la naturaleza y la dinámica de la estructura de poder y de la arquitectura institucional de Cuba. En efecto, el liderazgo de Raúl Castro y las facciones alineadas con él, retienen las mayores cuotas del control en la gestión nacional pese a que Díaz-Canel también tendrá un espacio de autonomía operativa. Castro lo eligió a Díaz-Canel y, por lo tanto, también tiene que concederle algo al nuevo presidente.
Raúl Castro dejará de sentarse en el sillón de la oficina presidencial del Palacio de la Revolución pero seguirá siendo el hombre fuerte en el complejo Plaza de la Revolución porque es el Secretario General del PCC, controlando formal y materialmente las líneas estratégicas más importantes. Cierto es que Castro manifestó que en el 2021 también abandonará dicho cargo en beneficio de Díaz-Canel pero hasta entonces hay mucho por recorrer y seguramente las factibles modificaciones constitucionales preservarán los intereses de su facción en el equilibrio de poder.
Acompañando a Castro en la conducción del Secretariado del PCC estará el veterano dirigente José Ramón Machado Ventura –de la llamada “Vieja Guardia”-, quien dejará de participar en el Consejo de Estado. Tanto el Ministro de las Fuerzas Armadas de Cuba, general Leopoldo Cintra Frías, como muchos otros funcionarios del mando militar están encuadrados en las unidades que responden a la persona y dirección de Raúl Castro.
En la fracción que encabeza Castro, sobresale la figura de Alejandro Castro Espín, de 52 años de edad y Coronel del Ministerio del Interior. Castro Espín es el único hijo varón de Raúl y fue adquiriendo peso hasta obtener notoria influencia sobre una importante cantidad de oficiales de los aparatos de inteligencia, militares y de seguridad. Asistido por el circuito de relaciones de su padre, fraguó nexos relevantes con sectores de Moscú y Pekín, aliados históricos y estratégicos de Fidel y Raúl.
Desempeñó un rol clave en el proceso de negociación con la administración Obama y, en el año 2015, Castro Espín, participó de la reunión que un reducido grupo de funcionarios cubanos mantuvo con Barack Obama en Panamá. Fue en ese mismo año que Castro Espín manifestó que no sería reemplazo de su padre en 2018.2
De acuerdo con el artículo 5 de la Constitución del país, el Partido Comunista Cubano (PCC) es el órgano dirigente superior de la sociedad y está por encima de sus homónimos gubernamentales. La Constitución fue aprobada en referéndum en 1976 y sufrió modificaciones parciales en los años 1992 y 2002. Precisamente, en el año 2002, avalada por más de 8 millones de firmas de cubanos mayores de 16 años de edad, se introdujo el carácter supremo del PCC y se volvió a explicitar la irrevocabilidad del socialismo bajo los actuales parámetros del sistema cubano. También en 2002, se dispuso que la Constitución puede modificarse únicamente por la Asamblea Nacional del Poder Popular y que determinados cambios relacionados con las facultades de la Asamblea Nacional y del Consejo de Estado deben ser aprobados por la ciudadanía a través del referéndum. Igualmente, en ese momento, se fijó que el presidente se encuentra impedido de negociar con otro estado que amenace al cubano.
En un mundo que está exhibiendo, entre otras situaciones, el descenso de la geopolítica monopolar del Atlantismo y con una situación interna cubana crítica, la designación de Díaz-Canel –un personaje más flexible- conjuntamente con el afianzamiento en términos de poder de Castro Espín –garante biológico e histórico de la continuidad de la línea Castro- se tramita el desarrollo profundo de una nueva generación de líderes surgida después de la Revolución que tiene la misión de trascender, por razones lógicas de la biología, la conducción de los hermanos Fidel y Raúl Castro. Hasta entonces, Raúl Castro, seguirá monitoreando las decisiones cruciales para no perder el control de los procesos de cara al 2030.
El nuevo presidente de 58 años de edad es carismático e integra el universo de dirigentes que no intervino en la Revolución Cubana pero que se construyó alrededor de la llamada Generación Histórica.
Entre los miembros de ambas esferas subsisten divergencias pero todos públicamente demuestran fidelidad al legado de Fidel Castro.
Tras recibir el respaldo de 603 de los 604 votos de la Asamblea Nacional, Díaz-Canel, en su primer discurso como presidente, elogió a la Generación Histórica y renovó su compromiso de mantener la unidad y la continuación de los esfuerzos en pos de los objetivos medulares. Reivindicó el liderazgo de Raúl Castro y asentó “Para nosotros está totalmente claro que solo el PCC garantiza la unidad de la nación cubana y es el digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en sus líderes”.1
Las expresiones de Díaz-Canel son conformes a la naturaleza y la dinámica de la estructura de poder y de la arquitectura institucional de Cuba. En efecto, el liderazgo de Raúl Castro y las facciones alineadas con él, retienen las mayores cuotas del control en la gestión nacional pese a que Díaz-Canel también tendrá un espacio de autonomía operativa. Castro lo eligió a Díaz-Canel y, por lo tanto, también tiene que concederle algo al nuevo presidente.
Raúl Castro dejará de sentarse en el sillón de la oficina presidencial del Palacio de la Revolución pero seguirá siendo el hombre fuerte en el complejo Plaza de la Revolución porque es el Secretario General del PCC, controlando formal y materialmente las líneas estratégicas más importantes. Cierto es que Castro manifestó que en el 2021 también abandonará dicho cargo en beneficio de Díaz-Canel pero hasta entonces hay mucho por recorrer y seguramente las factibles modificaciones constitucionales preservarán los intereses de su facción en el equilibrio de poder.
Acompañando a Castro en la conducción del Secretariado del PCC estará el veterano dirigente José Ramón Machado Ventura –de la llamada “Vieja Guardia”-, quien dejará de participar en el Consejo de Estado. Tanto el Ministro de las Fuerzas Armadas de Cuba, general Leopoldo Cintra Frías, como muchos otros funcionarios del mando militar están encuadrados en las unidades que responden a la persona y dirección de Raúl Castro.
En la fracción que encabeza Castro, sobresale la figura de Alejandro Castro Espín, de 52 años de edad y Coronel del Ministerio del Interior. Castro Espín es el único hijo varón de Raúl y fue adquiriendo peso hasta obtener notoria influencia sobre una importante cantidad de oficiales de los aparatos de inteligencia, militares y de seguridad. Asistido por el circuito de relaciones de su padre, fraguó nexos relevantes con sectores de Moscú y Pekín, aliados históricos y estratégicos de Fidel y Raúl.
Desempeñó un rol clave en el proceso de negociación con la administración Obama y, en el año 2015, Castro Espín, participó de la reunión que un reducido grupo de funcionarios cubanos mantuvo con Barack Obama en Panamá. Fue en ese mismo año que Castro Espín manifestó que no sería reemplazo de su padre en 2018.2
De acuerdo con el artículo 5 de la Constitución del país, el Partido Comunista Cubano (PCC) es el órgano dirigente superior de la sociedad y está por encima de sus homónimos gubernamentales. La Constitución fue aprobada en referéndum en 1976 y sufrió modificaciones parciales en los años 1992 y 2002. Precisamente, en el año 2002, avalada por más de 8 millones de firmas de cubanos mayores de 16 años de edad, se introdujo el carácter supremo del PCC y se volvió a explicitar la irrevocabilidad del socialismo bajo los actuales parámetros del sistema cubano. También en 2002, se dispuso que la Constitución puede modificarse únicamente por la Asamblea Nacional del Poder Popular y que determinados cambios relacionados con las facultades de la Asamblea Nacional y del Consejo de Estado deben ser aprobados por la ciudadanía a través del referéndum. Igualmente, en ese momento, se fijó que el presidente se encuentra impedido de negociar con otro estado que amenace al cubano.
En un mundo que está exhibiendo, entre otras situaciones, el descenso de la geopolítica monopolar del Atlantismo y con una situación interna cubana crítica, la designación de Díaz-Canel –un personaje más flexible- conjuntamente con el afianzamiento en términos de poder de Castro Espín –garante biológico e histórico de la continuidad de la línea Castro- se tramita el desarrollo profundo de una nueva generación de líderes surgida después de la Revolución que tiene la misión de trascender, por razones lógicas de la biología, la conducción de los hermanos Fidel y Raúl Castro. Hasta entonces, Raúl Castro, seguirá monitoreando las decisiones cruciales para no perder el control de los procesos de cara al 2030.
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Notas:
1-http://www.europapress.es/internacional/noticia-miguel-diaz-canel-convierte-nuevo-presidente-cuba-20180419152458.html
2-https://www.youtube.com/watch?v=GpT96i9SKN0
1-http://www.europapress.es/internacional/noticia-miguel-diaz-canel-convierte-nuevo-presidente-cuba-20180419152458.html
2-https://www.youtube.com/watch?v=GpT96i9SKN0
30 de abril de 2018