Delante de Netanyahu, Trump acusa a Irán de “buscar armas nucleares”
Al Manar 16 de febrero de 2017
El presidente de EEUU, Donald Trump, escogió el miércoles repetir las mentiras del primer ministro israelí, el criminal de guerra Benyamin Netanyahu, al afirmar que Irán busca adquirir armas nucleares.
“Haré más para impedir que Irán las desarrolle. Quiero decir un arma nuclear”, dijo Trump el miércoles durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro israelí en la Casa Blanca.
También llamó al programa atómico civil de Irán “una amenaza para Israel”, que posee el único arsenal nuclear en el Medio Oriente estimado entre 80 y 300 cabezas nucleares.
“Los desafíos de seguridad a los que Israel se enfrenta son enormes, incluyendo la amenaza de las ambiciones nucleares de Irán, de las que he hablado mucho”, dijo.
La retórica de Trump contrasta con la realidad, ya que el programa nuclear de Irán está totalmente monitorizado por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en virtud del Acuerdo Global de Acción Conjunta (JPOA) suscrito entre Irán y el Grupo 5+1 y refrendado por la Resolución 2231 de las Naciones Unidas. A cambio, todas las sanciones contra Irán deben ser levantadas.
Trump también calificó el histórico acuerdo nuclear con Irán como “uno de los peores tratos que he visto”, diciendo que su administración ya ha introducido nuevas sanciones contra Teherán en sus pruebas de misiles, aunque tales sanciones no afectan al país en sí sino a 13 compañías y 12 personas individuales.
Según los observadores, esta disposición de Trump a secundar las declaraciones anti-iraníes de Netanyahu contrasta con el aislamiento que sufre Netanyahu a nivel de Europa, donde el Reino Unido se ha negado a aceptar la petición del primer ministro israelí para aprobar sanciones contra Irán y donde Alemania ha cancelado un encuentro este año entre Merkel y Netanyahu.
OIEA: Irán respeta el acuerdo nuclear
Por su parte, el director del OIEA, Yukiya Amano, señaló que la Administración Trump no había contactado hasta ahora con la agencia y manifestó hace unos días que Irán continuaba respetando el acuerdo nuclear desmintiendo así las afirmaciones de Trump.
“Esta es una etapa muy temprana de la administración de Trump, pero estamos muy dispuestos a interactuar con ellos tan pronto como sea posible”, dijo Amano.
Él agregó que la agencia nuclear de la ONU permanece en “interacción constante” con funcionarios estadounidenses.
“Lo importante es continuar implementando” el JCPOA, dijo el director general de la AIEA.
Pura retórica
Sin embargo, para el experto Gareth Porter, a pesar de las declaraciones retóricas altisonante de Trump lo cierto es que la política hacia Irán que ha comenzado a tomar forma dentro de su Administración no se diferencia mucho de la del presidente Barack Obama.
La razón es que la política del gobierno de Obama sobre Irán reflejó las opiniones de un equipo de seguridad nacional que se adhirió a una postura igualmente dura como las del gobierno de Trump.
A pesar de la retórica de Trump acerca de lo malo que fue el acuerdo nuclear, ya ha decidido que su administración no lo romperá ni saboteará, un hecho aclarado por altos funcionarios del gobierno. Además, el principal halcón anti-iraní en la Administración Trump ha sido cesado tras una filtración intencionada de las agencias de inteligencia de EEUU.
Es cierto que la posibilidad de una política militar mucho más agresiva del gobierno de Trump no puede ser completamente descartada, pero cualquier propuesta de política que implique la amenaza o el uso de la fuerza tendría que ser aprobada por el Pentágono y el Estado Mayor Conjunto, lo cual es muy poco probable que suceda.
Hay una muy buena razón para ello. La época en que EEUU podía atacar a Irán con impunidad ya ha pasado. En 2007, la última vez que el entonces vicepresidente Dick Cheney habló de tal posibilidad, se encontró con la negativa del Pentágono que sabía que cualquier ataque contra Irán habría arriesgado la pérdida de gran parte de la flota estadounidense en el Golfo debido a los misiles anti-buque iraníes.
Hoy, el costo para el Ejército estadounidense sería mucho mayor, debido a la mayor capacidad de Irán de tomar represalias con misiles y cargas útiles convencionales. Además, dadas las alianzas de Irán, el conflicto se extendería rápidamente por la región y el mundo.
“Haré más para impedir que Irán las desarrolle. Quiero decir un arma nuclear”, dijo Trump el miércoles durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro israelí en la Casa Blanca.
También llamó al programa atómico civil de Irán “una amenaza para Israel”, que posee el único arsenal nuclear en el Medio Oriente estimado entre 80 y 300 cabezas nucleares.
“Los desafíos de seguridad a los que Israel se enfrenta son enormes, incluyendo la amenaza de las ambiciones nucleares de Irán, de las que he hablado mucho”, dijo.
La retórica de Trump contrasta con la realidad, ya que el programa nuclear de Irán está totalmente monitorizado por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en virtud del Acuerdo Global de Acción Conjunta (JPOA) suscrito entre Irán y el Grupo 5+1 y refrendado por la Resolución 2231 de las Naciones Unidas. A cambio, todas las sanciones contra Irán deben ser levantadas.
Trump también calificó el histórico acuerdo nuclear con Irán como “uno de los peores tratos que he visto”, diciendo que su administración ya ha introducido nuevas sanciones contra Teherán en sus pruebas de misiles, aunque tales sanciones no afectan al país en sí sino a 13 compañías y 12 personas individuales.
Según los observadores, esta disposición de Trump a secundar las declaraciones anti-iraníes de Netanyahu contrasta con el aislamiento que sufre Netanyahu a nivel de Europa, donde el Reino Unido se ha negado a aceptar la petición del primer ministro israelí para aprobar sanciones contra Irán y donde Alemania ha cancelado un encuentro este año entre Merkel y Netanyahu.
OIEA: Irán respeta el acuerdo nuclear
Por su parte, el director del OIEA, Yukiya Amano, señaló que la Administración Trump no había contactado hasta ahora con la agencia y manifestó hace unos días que Irán continuaba respetando el acuerdo nuclear desmintiendo así las afirmaciones de Trump.
“Esta es una etapa muy temprana de la administración de Trump, pero estamos muy dispuestos a interactuar con ellos tan pronto como sea posible”, dijo Amano.
Él agregó que la agencia nuclear de la ONU permanece en “interacción constante” con funcionarios estadounidenses.
“Lo importante es continuar implementando” el JCPOA, dijo el director general de la AIEA.
Pura retórica
Sin embargo, para el experto Gareth Porter, a pesar de las declaraciones retóricas altisonante de Trump lo cierto es que la política hacia Irán que ha comenzado a tomar forma dentro de su Administración no se diferencia mucho de la del presidente Barack Obama.
La razón es que la política del gobierno de Obama sobre Irán reflejó las opiniones de un equipo de seguridad nacional que se adhirió a una postura igualmente dura como las del gobierno de Trump.
A pesar de la retórica de Trump acerca de lo malo que fue el acuerdo nuclear, ya ha decidido que su administración no lo romperá ni saboteará, un hecho aclarado por altos funcionarios del gobierno. Además, el principal halcón anti-iraní en la Administración Trump ha sido cesado tras una filtración intencionada de las agencias de inteligencia de EEUU.
Es cierto que la posibilidad de una política militar mucho más agresiva del gobierno de Trump no puede ser completamente descartada, pero cualquier propuesta de política que implique la amenaza o el uso de la fuerza tendría que ser aprobada por el Pentágono y el Estado Mayor Conjunto, lo cual es muy poco probable que suceda.
Hay una muy buena razón para ello. La época en que EEUU podía atacar a Irán con impunidad ya ha pasado. En 2007, la última vez que el entonces vicepresidente Dick Cheney habló de tal posibilidad, se encontró con la negativa del Pentágono que sabía que cualquier ataque contra Irán habría arriesgado la pérdida de gran parte de la flota estadounidense en el Golfo debido a los misiles anti-buque iraníes.
Hoy, el costo para el Ejército estadounidense sería mucho mayor, debido a la mayor capacidad de Irán de tomar represalias con misiles y cargas útiles convencionales. Además, dadas las alianzas de Irán, el conflicto se extendería rápidamente por la región y el mundo.