El fin de los sueños turcos en Siria
Al Manar Yusuf Fernández 8 de agosto de 2018
Turquía acaba de realizar una nueva propuesta a Rusia para la reorganización de los grupos armados en Idleb con el fin de impedir una ofensiva allí del Ejército sirio. En realidad, existe el temor en Turquía a que las fuerzas sirias lancen un ataque sobre la última provincia, que está bajo la esfera de influencia turca y donde la oposición pro-turca dispone de una gran infraestructura.
Ankara publicó el domingo 22 de julio un comunicado donde anunció su decisión de multiplicar las patrullas a lo largo de la frontera con Siria, en Idleb, a partir del 3 de agosto.
El gobierno turco añadió que había decidido el envío de equipos militares destinados a sus fuerzas en Siria y el incremento de los dispositivos de seguridad en la frontera siria.
El comunicado de Ankara plantea su inquietud en lo que se refiere a una nueva operación militar del Ejército sirio y de sus aliados contra los grupos armados que operan en Idleb. Turquía ha puesto en guardia contra toda ofensiva del Ejército sirio en Idleb advirtiendo de que esto podría tener consecuencias indeseables en las negociaciones de Astaná.
El Ejército turco ha colocado 12 puestos de observación en Idleb y en Hama en el marco de un acuerdo firmado en el mes de septiembre con Rusia e Irán. Desde estos centros el Ejército turco puede vigilar las zonas de distensión donde el Ejército sirio y los militantes deben respetar las zonas de alto el fuego.
El centro de supervisión más cercano de Turquía se encuentra a 500 metros de la frontera turca y el más alejado está en Tall Sawwanah, al norte de Hama, a 88 kilómetros de Turquía.
La iniciativa turca prevé la restauración de la electricidad y el agua, la reapertura de los centros que ofrecen servicios vitales, el desbloqueo de la carretera de Alepo a Damasco y la destrucción de los puestos de control y los terraplenes en un camino que une Dar Ta’izzah a Alepo.
Turquía ha pedido a todos los grupos armados que operan principalmente en el norte de Siria y otras regiones que participen en una conferencia general sobre el futuro de Idleb, dados los recientes acontecimientos en el Sur del país. El Frente al Nusra y la Coalición Nacional Siria se encuentran entre los grupos que tomarán parte en esta conferencia que tendrá lugar a principios de agosto.
Según fuentes cercanas al evento, “Ankara pedirá a todos estos grupos que abandonen sus armas pesadas y semipesadas y promoverá la formación de un nuevo grupo llamado Ejército Nacional, que estará compuesto por todos los grupos armados”.
Las mismas fuentes reiteran que Turquía tiene la intención de establecer una asociación homogénea de grupos civiles con la misión de proporcionar los servicios necesarios a la población, bajo la supervisión de Ankara.
La realización de este plan turco requeriría meses y mucho esfuerzo y todo esto para que, según su objetivo, el gobierno de Ankara pueda impedir una operación militar ruso-siria en Idleb.
Esta operación de Turquía no tendrá éxito, sin embargo, y puede poner en peligro sus relaciones con Rusia, según Igor Sopotin, analista ruso, que publicó un artículo sobre este tema en el periódico Nezavisimaya Gazeta. Erdogan y Putin se entrevistaron en los márgenes de la cumbre del BRICS y el conflicto de Siria fue el principal tema del encuentro que también versó sobre las relaciones bilaterales.
Sin embargo, el plan turco va a fracasar por estas razones:
1) Assad lo rechaza y lo ha dejado bien claro, la última vez en una reciente entrevista la pasada semana con periodistas rusos. Erdogan todavía se opone a Assad y apoya a los grupos terroristas en el norte de Siria. Sin embargo, la posición de Assad se ha fortalecido enormemente después de la toma de la Guta Oriental, el Sur de Damasco y el Sur de Siria. Una vez que la campaña en el Sur de Siria quede completada en los próximos días, el foco del Ejército sirio irá dirigido hacia el Norte, es decir, las provincias de Alepo e Idleb.
2) Hay que señalar también que los kurdos sirios, sintiéndose traicionados por EEUU tras el acuerdo entre Turquía y EEUU sobre el control de Manbij, se han vuelto hacia Damasco, adonde una delegación de las Fuerzas Democráticas Sirias, dominada por los kurdos, llegó la pasada semana y poco después, anunció un acuerdo con las autoridades sirias, que incluye la apertura de sedes de las FDS en Damasco, Alepo, Hama y Homs. Un entendimiento entre el Estado sirio y las FDS debilita en extremo la presencia turca en el norte de Siria.
3) El perfil de los terroristas que se encuentran en Idleb hace también muy difícil o incluso imposible cualquier negociación o acuerdo, incluso para los turcos. En primer lugar, la mayoría de ellos pertenecen al Frente al Nusra y otra parte son precisamente los llegados a esta provincia procedentes de otras después de su negativa a aceptar un proceso de reconciliación con el Estado sirio.
3) Otro factor más es el rechazo de la población siria hacia la presencia turca. Los sirios, incluyendo los habitantes de Idleb y el norte de Alepo, no tienen ninguna simpatía hacia Turquía. El colonialismo otomano continúa siendo un hecho vivo en la mente de los sirios y este rechazo popular hace imposible la adopción de medidas por parte de Turquía para detener la próxima ofensiva del Ejército sirio en la región. Este sentimiento se ha reforzado con la actuación del Ejército turco en zonas del norte de Siria, como Afrin, desde el 20 de enero, que ha provocado centenares de muertos y heridos entre la población siria, la destrucción de decenas de pueblos y el desplazamiento de decenas de miles de civiles.
4) Hay que tener en cuenta aquí también el aislamiento de Turquía en el contexto regional, donde sus principales socios son los países que apoyan a Assad, es decir, Rusia e Irán.
5) La debilidad actual de la economía turca y de la lira turca no permite tampoco a Ankara plantearse el entrar en un conflicto abierto con los sirios.
El diario sirio Al Watan ha señalado que los planes de Turquía sufren ya un fracaso y sus amenazas sobre un posible hundimiento del proceso de Astaná no dan miedo al gobierno sirio, que desafió en su día las amenazas de EEUU e Israel antes del inicio de la ofensiva en el frente sur.
Esto no ha impedido las fanfarronadas de los medios turcos. Así por ejemplo, el periódico pro-gubernamental Yeni Safak ha ido más allá hablando incluso de un “acuerdo” entre Rusia, Irán y Turquía para confiar la ciudad de Alepo a Turquía para su reconstrucción, una afirmación completamente disparatada y basada en un viejo sueño imperialista otomano. De este modo, Turquía mantiene el discurso de propaganda de mantener Idleb sin abandonar sus sueños sobre Alepo.
Por su parte, el periodista Safuan al Garbi escribió en Al Watan que una gran parte de Alepo e Idleb volverán al seno del Estado rápidamente y sin lucha y que el resto requeriría más esfuerzos.
Él señala que Turquía estará entre los perdedores de la operación siria de Idleb. Ankara pretende retener algunos puntos de la provincia de Alepo e Idleb, pero el Ejército sirio actuará allí y tomará el control y los turcos no podrán hacer nada por impedirlo. Muchos de los terroristas podrían huir hacia Turquía porque no tienen otro lugar al que retirarse.
El gobierno sirio ha logrado entrar en contacto con los grupos armados en Alepo a través de la base rusa de Hamaimim para estupefacción de los turcos que se creían imprescindibles en cualquier contacto o mediación entre dichos grupos y Damasco o Moscú. En realidad, el control turco sobre los terroristas se limita a los sectores más radicales, pero hay otros que están dispuestos a finalizar su lucha para la que no ven ninguna perspectiva.
Ankara publicó el domingo 22 de julio un comunicado donde anunció su decisión de multiplicar las patrullas a lo largo de la frontera con Siria, en Idleb, a partir del 3 de agosto.
El gobierno turco añadió que había decidido el envío de equipos militares destinados a sus fuerzas en Siria y el incremento de los dispositivos de seguridad en la frontera siria.
El comunicado de Ankara plantea su inquietud en lo que se refiere a una nueva operación militar del Ejército sirio y de sus aliados contra los grupos armados que operan en Idleb. Turquía ha puesto en guardia contra toda ofensiva del Ejército sirio en Idleb advirtiendo de que esto podría tener consecuencias indeseables en las negociaciones de Astaná.
El Ejército turco ha colocado 12 puestos de observación en Idleb y en Hama en el marco de un acuerdo firmado en el mes de septiembre con Rusia e Irán. Desde estos centros el Ejército turco puede vigilar las zonas de distensión donde el Ejército sirio y los militantes deben respetar las zonas de alto el fuego.
El centro de supervisión más cercano de Turquía se encuentra a 500 metros de la frontera turca y el más alejado está en Tall Sawwanah, al norte de Hama, a 88 kilómetros de Turquía.
La iniciativa turca prevé la restauración de la electricidad y el agua, la reapertura de los centros que ofrecen servicios vitales, el desbloqueo de la carretera de Alepo a Damasco y la destrucción de los puestos de control y los terraplenes en un camino que une Dar Ta’izzah a Alepo.
Turquía ha pedido a todos los grupos armados que operan principalmente en el norte de Siria y otras regiones que participen en una conferencia general sobre el futuro de Idleb, dados los recientes acontecimientos en el Sur del país. El Frente al Nusra y la Coalición Nacional Siria se encuentran entre los grupos que tomarán parte en esta conferencia que tendrá lugar a principios de agosto.
Según fuentes cercanas al evento, “Ankara pedirá a todos estos grupos que abandonen sus armas pesadas y semipesadas y promoverá la formación de un nuevo grupo llamado Ejército Nacional, que estará compuesto por todos los grupos armados”.
Las mismas fuentes reiteran que Turquía tiene la intención de establecer una asociación homogénea de grupos civiles con la misión de proporcionar los servicios necesarios a la población, bajo la supervisión de Ankara.
La realización de este plan turco requeriría meses y mucho esfuerzo y todo esto para que, según su objetivo, el gobierno de Ankara pueda impedir una operación militar ruso-siria en Idleb.
Esta operación de Turquía no tendrá éxito, sin embargo, y puede poner en peligro sus relaciones con Rusia, según Igor Sopotin, analista ruso, que publicó un artículo sobre este tema en el periódico Nezavisimaya Gazeta. Erdogan y Putin se entrevistaron en los márgenes de la cumbre del BRICS y el conflicto de Siria fue el principal tema del encuentro que también versó sobre las relaciones bilaterales.
Sin embargo, el plan turco va a fracasar por estas razones:
1) Assad lo rechaza y lo ha dejado bien claro, la última vez en una reciente entrevista la pasada semana con periodistas rusos. Erdogan todavía se opone a Assad y apoya a los grupos terroristas en el norte de Siria. Sin embargo, la posición de Assad se ha fortalecido enormemente después de la toma de la Guta Oriental, el Sur de Damasco y el Sur de Siria. Una vez que la campaña en el Sur de Siria quede completada en los próximos días, el foco del Ejército sirio irá dirigido hacia el Norte, es decir, las provincias de Alepo e Idleb.
2) Hay que señalar también que los kurdos sirios, sintiéndose traicionados por EEUU tras el acuerdo entre Turquía y EEUU sobre el control de Manbij, se han vuelto hacia Damasco, adonde una delegación de las Fuerzas Democráticas Sirias, dominada por los kurdos, llegó la pasada semana y poco después, anunció un acuerdo con las autoridades sirias, que incluye la apertura de sedes de las FDS en Damasco, Alepo, Hama y Homs. Un entendimiento entre el Estado sirio y las FDS debilita en extremo la presencia turca en el norte de Siria.
3) El perfil de los terroristas que se encuentran en Idleb hace también muy difícil o incluso imposible cualquier negociación o acuerdo, incluso para los turcos. En primer lugar, la mayoría de ellos pertenecen al Frente al Nusra y otra parte son precisamente los llegados a esta provincia procedentes de otras después de su negativa a aceptar un proceso de reconciliación con el Estado sirio.
3) Otro factor más es el rechazo de la población siria hacia la presencia turca. Los sirios, incluyendo los habitantes de Idleb y el norte de Alepo, no tienen ninguna simpatía hacia Turquía. El colonialismo otomano continúa siendo un hecho vivo en la mente de los sirios y este rechazo popular hace imposible la adopción de medidas por parte de Turquía para detener la próxima ofensiva del Ejército sirio en la región. Este sentimiento se ha reforzado con la actuación del Ejército turco en zonas del norte de Siria, como Afrin, desde el 20 de enero, que ha provocado centenares de muertos y heridos entre la población siria, la destrucción de decenas de pueblos y el desplazamiento de decenas de miles de civiles.
4) Hay que tener en cuenta aquí también el aislamiento de Turquía en el contexto regional, donde sus principales socios son los países que apoyan a Assad, es decir, Rusia e Irán.
5) La debilidad actual de la economía turca y de la lira turca no permite tampoco a Ankara plantearse el entrar en un conflicto abierto con los sirios.
El diario sirio Al Watan ha señalado que los planes de Turquía sufren ya un fracaso y sus amenazas sobre un posible hundimiento del proceso de Astaná no dan miedo al gobierno sirio, que desafió en su día las amenazas de EEUU e Israel antes del inicio de la ofensiva en el frente sur.
Esto no ha impedido las fanfarronadas de los medios turcos. Así por ejemplo, el periódico pro-gubernamental Yeni Safak ha ido más allá hablando incluso de un “acuerdo” entre Rusia, Irán y Turquía para confiar la ciudad de Alepo a Turquía para su reconstrucción, una afirmación completamente disparatada y basada en un viejo sueño imperialista otomano. De este modo, Turquía mantiene el discurso de propaganda de mantener Idleb sin abandonar sus sueños sobre Alepo.
Por su parte, el periodista Safuan al Garbi escribió en Al Watan que una gran parte de Alepo e Idleb volverán al seno del Estado rápidamente y sin lucha y que el resto requeriría más esfuerzos.
Él señala que Turquía estará entre los perdedores de la operación siria de Idleb. Ankara pretende retener algunos puntos de la provincia de Alepo e Idleb, pero el Ejército sirio actuará allí y tomará el control y los turcos no podrán hacer nada por impedirlo. Muchos de los terroristas podrían huir hacia Turquía porque no tienen otro lugar al que retirarse.
El gobierno sirio ha logrado entrar en contacto con los grupos armados en Alepo a través de la base rusa de Hamaimim para estupefacción de los turcos que se creían imprescindibles en cualquier contacto o mediación entre dichos grupos y Damasco o Moscú. En realidad, el control turco sobre los terroristas se limita a los sectores más radicales, pero hay otros que están dispuestos a finalizar su lucha para la que no ven ninguna perspectiva.
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