Elecciones en EE.UU.: reformateo interno y demolición de la Pax Americana
Diego Pappalardo 1 de noviembre de 2020
Desde la culminación de la Segunda Guerra Mundial, y hasta el año 2016, las elecciones presidenciales estadounidenses solían dirimirse entre candidatos que representaban los intereses de una misma élite, situación ésta que cambió con la entrada en el terreno político de Donald Trump, con su confrontación gananciosa contra la cúspide del Partido Republicano y con la victoria aplastante e histórica que le propinó a Hillary Clinton.
La conquista de la Casa Blanca por parte de Trump fue un terremoto innegable que no lo esperaban los clintonistas que, dicho sea de paso, todavía no lo pueden superar. En aquellos días de 2016, estuvimos en el número reducido de personas que racionalmente presagió el éxito de Trump ante Clinton, comentando que, en el programa de gobierno del multimillonario Trump, estaban el "abandono del perfil de Estado policial del mundo que los Estados Unidos desempeña desde hace un siglo", el propósito de reformular a su país en la dimensión de Estado-nación y la intención de colaborar con la destrucción de marcos financiero-económicos establecidos y operados por el equipo rival. Como dijimos, a partir de Trump, ya son dos los complejos del ecosistema de poder en los Estados Unidos que alimentan una contienda intensa, calórica e irreconciliable por el control y la dirección de la superpotencia porque el bando financiero-extractor-gendarme mundial, junto a sus socios externos, rehúsan declinar su hegemonía poniendo en riesgo a los EE.UU y al mundo entero ya que fija más inseguridades, incertezas y peligros al mismo tiempo que prioriza la continuación de reglas que contrarían el formato de un sistema internacional que se le superpone y que está en construcción. Por consiguiente, esta tarea de multipropósito a cumplir por parte del presidente norteamericano, implica inhabilitar, dentro de la territorialidad de la superpotencia, a la élite estadounidense de gestión global y, conexo a esa faena, deshabilitarla como fuerza influyente o determinista de los procesos en el sistema-mundo. De hacerlo así, se estaría evitando la desaparición de los EE.UU y, ciertamente, asistiendo operativamente en la arena mundial para que en ella se concreten fenómenos y funcionalidades congruentes con los planes que promueven definidas asociaciones de poder que difieren con el establecimiento que controlaba y dominaba, hasta la presidencia del señor Trump, la dirección del país. Estas cosas fueron recordadas recientemente en la revista The Economist y por el expresidente, Barak Obama. En efecto, en el artículo de la publicación británica, se alerta que, con un segundo mandato trumpiano, no habrá una hegemonía de los valores y los intereses que sostienen mundialmente los clanes contrapuestos a Trump y, por la cual, embolsa ganancias siderales a expensa de las naciones que se hallan subalternizadas por su paradigma y dominio geopolítico. |
Por este motivo, el staff, que no es antichino, opta por Biden (1), político que no entusiasma a la mayoría de las bases del partido y que finalizará su carrera con una derrota tajante.
Esta no es la primera vez que, desde las páginas de The Economist, figuras como Lynn Forester de Rothschild, amiga liberal de Hillary Clinton, instan a no votar por Trump porque tuvieron un similar comportamiento en las elecciones del 2016. (Indudablemente, habrá cambios dentro de The Economist). Por su parte, Obama, en un mitin en Orlando, cuyo discurso fue cubierto por todas las cadenas de los medios de comunicación de la élite que está siendo vencida por Trump, habló de que ellos, los demócratas financieristas, saben que Xi Jinping, Putin y Kim Jong-un prefieren tratar con Trump en vez de hacerlo con el Partido Demócrata. O sea, con las corporaciones a las que él pertenece (2). La opinión de Obama es correcta porque las fuerzas que él representa son enemigas de la soberanía, la seguridad y la estabilidad de China, de Rusia y de Corea del Norte y, por lógica, sus gobernantes no pueden sentirse felices con el imperio de los demócratas financieristas. Asimismo, Trump requiere interactuar con los tres líderes referidos para proseguir con el reformateo integral de los Estados Unidos y con la demolición de la "Pax Americana", en esta fase transitiva de la Historia. Así pues, Trump, ganador, contando con el cimiento electoral de Los Deplorables, con un partido republicano reestructurado y controlado tanto por él como por socios, se encamina a dirigir el período presidencial 2020-2024 en un contexto nacional e internacional con problemas y dificultades serias y graves. |
Notas:
1-https://www.economist.com/leaders/2020/10/29/why-it-has-to-be-biden
2- https://www.independentespanol.com/noticias/obama-trump-covid-coronavirus-orlando-florida-mitin-elecciones-b1374414.html
1-https://www.economist.com/leaders/2020/10/29/why-it-has-to-be-biden
2- https://www.independentespanol.com/noticias/obama-trump-covid-coronavirus-orlando-florida-mitin-elecciones-b1374414.html
Notas relacionadas:
Elecciones en EE.UU.: los planes de Trump y Biden para Argentina y América Latina
Juan Cruz:
-¿Descarta cualquier idea de intervención en un segundo mandato de Trump?
-Personalmente soy de los que no descarto. Esto que vemos hoy en día en el sur del Caribe, donde tenemos buques navales de Estados Unidos y de sus aliados, y también aeronaves volando en aguas y espacio aéreo internacional, es una acción militar. Eso es meter presión. La gente ve una intervención como una invasión. Yo creo que el mundo es mucho más sutil hoy en día, se ejerce presión militar de otra forma. También, si fuéramos a pensar en los términos más extremos, Estados Unidos ha logrado a través de sus intervenciones en Afganistán e Irak y en otros lugares pulir herramientas más sutiles y efectivas que pudieran ser utilizadas en Venezuela en el futuro de hacerse necesario.
-¿Entonces no descarta totalmente una invasión?
-Yo sí. Creo que eso es antiquísimo e innecesario. El pueblo estadounidense no lo aceptaría y el pueblo latinoamericano menos.
-¿Descarta cualquier idea de intervención en un segundo mandato de Trump?
-Personalmente soy de los que no descarto. Esto que vemos hoy en día en el sur del Caribe, donde tenemos buques navales de Estados Unidos y de sus aliados, y también aeronaves volando en aguas y espacio aéreo internacional, es una acción militar. Eso es meter presión. La gente ve una intervención como una invasión. Yo creo que el mundo es mucho más sutil hoy en día, se ejerce presión militar de otra forma. También, si fuéramos a pensar en los términos más extremos, Estados Unidos ha logrado a través de sus intervenciones en Afganistán e Irak y en otros lugares pulir herramientas más sutiles y efectivas que pudieran ser utilizadas en Venezuela en el futuro de hacerse necesario.
-¿Entonces no descarta totalmente una invasión?
-Yo sí. Creo que eso es antiquísimo e innecesario. El pueblo estadounidense no lo aceptaría y el pueblo latinoamericano menos.
Voces negras que apoyan a Trump
3 de noviembre de 2020
El Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE-FILA) , da a conocer un Dossier Especial sobre las elecciones presidenciales de los Estados Unidos
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4 de noviembre de 2020
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5 de noviembre de 2020
A pesar de las acusaciones "racistas", a Trump le fue mejor con las minorías que a cualquier candidato republicano en 60 años
3 nov. 2020
Steve Bannon: Trump won’t allow the election to be stolen Steve Bannon: Trump no permitirá que se roben las elecciones Steve Bannon en Fox Business “El intento de robo de estas elecciones presidenciales no se mantendrá. Déjame darte un hecho. Donald Trump ganó el 3 de noviembre y Donald Trump tomará posesión el 20 de enero y los demócratas tendrán que vivir con eso. Trump ya está en su segundo mandato” |
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Filadelfia:
Con una orden judicial en la mano, se le ha otorgado el acceso completo a la Campaña Trump a los centros de conteo de votos porque, desde el inicio del conteo, las autoridades pertinentes prohibieron al Equipo Trump observar el proceso.
Con una orden judicial en la mano, se le ha otorgado el acceso completo a la Campaña Trump a los centros de conteo de votos porque, desde el inicio del conteo, las autoridades pertinentes prohibieron al Equipo Trump observar el proceso.
A Harris se la conoce como una halcón de la guerra
Alexander Soros Deputy Chair (vicepresidente) @opensociety |
Nota de Diego Pappalardo: En una proyectada presidencia de Biden, a este, sus controladores, le entretendrán con placeres y con cientos de millones de dólares para su familia, mientras que Kamala Harris, la "mujer Soros", será la que dirija políticamente -para su concreción- los puntos clave de la agenda financierista de George Soros.
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El New York Times se ve obligado a emitir una corrección después de un tweet que afirma que 'corresponde a los medios de comunicación' declarar ganador en las elecciones presidenciales
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“Las deficiencias evidentes del sistema electoral estadounidense son visibles, lo que ha sido destacado innumerables veces por los observadores internacionales, incluida la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), y expertos reconocidos en ese tema”, así lo ha indicado este jueves la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, en rueda de prensa.
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Un empleado de la oficina de correos de Michigan confiesa que sus superiores le indicaron que manipulara indebidamente boletas tardías en favor de los demócratas.
Esta es una investigación seria hecha por un equipo de profesionales que constará en el ámbito judicial. |
6 de noviembre de 2020
"Eran las 05:20 de la madrugada, hora española. Los demócratas contenían la respiración porque sus piezas iban cayendo una detrás de otra. Los latinos le daban la victoria a Trump en Florida, que parecía asegurar también Georgia y Carolina del Norte. Remontaba en Ohio, que terminaría ganando por más de ocho puntos, y arrancaba con fuerza en Pennsylvania y Michigan. *El panorama en ese momento empezaba a ser apocalíptico para Joe Biden, que parecía dirigirse a un fracaso idéntico al de Hillary Clinton en 2016*
Las miradas se dirigían a Arizona, una bola de partido sobre la que los republicanos llevaban transmitiendo bastante optimismo durante el día. *Y entonces apareció la Fox. Antes que nadie. Mucho antes que nadie. Mucho antes que otros medios que todavía no han dado a ningún vencedor en el Estado más de 24 horas después.*
Fox se tiró a la piscina: Joe Biden ha ganado Arizona. 11 votos electorales que cambiaban de golpe el relato de la noche y suponían un espaldarazo para los demócratas, que poco después comenzarían a remontar en Wisconsin, Michigan y Pennsylvania, los tres Estados que probablemente acabarán en los tribunales.
Tras ese sorprendente pronóstico de la Fox, ya no habría ninguna buena noticia para Donald Trump.
El encargado de darle el disgusto fue Arnon Mishkin, el responsable de la ‘mesa de decisiones’ de la Fox durante las noches electorales. Cada gran medio tiene la suya. La forman un grupo de expertos, encerrados en una sala, que analizan en vivo los votos recontados, los que faltan por recontar, las tendencias históricas, las características demográficas de la población y la tendencia en otros Estados para tomar una decisión. Cuando lo tienen claro, interrumpen la programación y la cadena anuncia que tal o cual candidato se llevará el escrutinio final. A veces, antes incluso de que se cuente ningún voto. En el caso de Arizona, lo hicieron con el 72% de los votos escrutados y con Joe Biden nueve puntos arriba".
Nota de Diego Pappalardo: Fox News lideró, desde la noche de las elecciones, la manipulación sicológica para que muchísimas personas crean y acepten, antes de tiempo y sin fundamento númerico real y veraz, que Trump perdía contundentemente el Colegio Electoral.
¿Y por qué Fox actuó de esa manera si su público es mayormente conservador?
Porque su propietario, Murdoch, disiente con puntos críticos de la agenda de política exterior de Trump y porque se muestra reacio a aceptar la reformulación del Partido Republicano que propician tanto Trump como Los Deplorables para hacerlo populista y posracial.
Las miradas se dirigían a Arizona, una bola de partido sobre la que los republicanos llevaban transmitiendo bastante optimismo durante el día. *Y entonces apareció la Fox. Antes que nadie. Mucho antes que nadie. Mucho antes que otros medios que todavía no han dado a ningún vencedor en el Estado más de 24 horas después.*
Fox se tiró a la piscina: Joe Biden ha ganado Arizona. 11 votos electorales que cambiaban de golpe el relato de la noche y suponían un espaldarazo para los demócratas, que poco después comenzarían a remontar en Wisconsin, Michigan y Pennsylvania, los tres Estados que probablemente acabarán en los tribunales.
Tras ese sorprendente pronóstico de la Fox, ya no habría ninguna buena noticia para Donald Trump.
El encargado de darle el disgusto fue Arnon Mishkin, el responsable de la ‘mesa de decisiones’ de la Fox durante las noches electorales. Cada gran medio tiene la suya. La forman un grupo de expertos, encerrados en una sala, que analizan en vivo los votos recontados, los que faltan por recontar, las tendencias históricas, las características demográficas de la población y la tendencia en otros Estados para tomar una decisión. Cuando lo tienen claro, interrumpen la programación y la cadena anuncia que tal o cual candidato se llevará el escrutinio final. A veces, antes incluso de que se cuente ningún voto. En el caso de Arizona, lo hicieron con el 72% de los votos escrutados y con Joe Biden nueve puntos arriba".
Nota de Diego Pappalardo: Fox News lideró, desde la noche de las elecciones, la manipulación sicológica para que muchísimas personas crean y acepten, antes de tiempo y sin fundamento númerico real y veraz, que Trump perdía contundentemente el Colegio Electoral.
¿Y por qué Fox actuó de esa manera si su público es mayormente conservador?
Porque su propietario, Murdoch, disiente con puntos críticos de la agenda de política exterior de Trump y porque se muestra reacio a aceptar la reformulación del Partido Republicano que propician tanto Trump como Los Deplorables para hacerlo populista y posracial.
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El control de Trump sobre el Partido Republicano significa que pocos están cuestionando sus afirmaciones electorales
"Pocos funcionarios republicanos han estado dispuestos a disputar públicamente al presidente Donald Trump mientras ataca la integridad del sistema electoral, subrayando cómo seguirá siendo una fuerza poderosa en la política republicana incluso si finalmente pierde la Casa Blanca.
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, superó una delgada línea el viernes por la mañana, tuiteando que todos los votos legales deben contarse, los ilegales deben descartarse y los tribunales están disponibles para "aplicar las leyes y resolver disputas"."
"El senador de Texas Ted Cruz, un potencial candidato presidencial de 2024, también respaldó algunas de las afirmaciones electorales de Trump, al igual que el senador de Missouri Josh Hawley, otro posible candidato a la nominación presidencial del partido en cuatro años. Una razón es que las estridentes manifestaciones de Trump y la ubicuidad de los letreros de su campaña en franjas de los Estados Unidos rurales y exurbanos son testimonio de sus fervientes seguidores entre la base republicana. Reformó el partido en una tribu que se mantuvo unida por la fuerza de su personalidad e identidad cultural más que por su ideología política. De cara a las elecciones, el 95% de los republicanos dijeron que aprobaron su desempeño en el cargo, según Gallup, y las encuestas a boca de urna mostraron que el 93% de los republicanos votaron por su reelección. Son esos votantes republicanos centrales los que determinan el resultado de las primarias del partido y Trump tiene un historial bien establecido de ejercer esa influencia para recompensar a los leales y castigar a los críticos."
"El senador de Texas Ted Cruz, un potencial candidato presidencial de 2024, también respaldó algunas de las afirmaciones electorales de Trump, al igual que el senador de Missouri Josh Hawley, otro posible candidato a la nominación presidencial del partido en cuatro años. Una razón es que las estridentes manifestaciones de Trump y la ubicuidad de los letreros de su campaña en franjas de los Estados Unidos rurales y exurbanos son testimonio de sus fervientes seguidores entre la base republicana. Reformó el partido en una tribu que se mantuvo unida por la fuerza de su personalidad e identidad cultural más que por su ideología política. De cara a las elecciones, el 95% de los republicanos dijeron que aprobaron su desempeño en el cargo, según Gallup, y las encuestas a boca de urna mostraron que el 93% de los republicanos votaron por su reelección. Son esos votantes republicanos centrales los que determinan el resultado de las primarias del partido y Trump tiene un historial bien establecido de ejercer esa influencia para recompensar a los leales y castigar a los críticos."
Trump no es un accidente
Sea cual sea el resultado, el candidato republicano representa profundos cambios en la política norteamericana y también global
El escrutinio no ha acabado, y probablemente acabe en los tribunales, pero ya sabemos algunas cosas con certeza. Donald Trump no ha perdido y Joe Biden aún no ha ganado. Estas pueden ser las claves para explicar por qué Trump no es un accidente electoral del 2016 que el 2020 iba a corregir. Al contrario. Trump representa -y mucho- profundos cambios en la política norteamericana y, también, global.
1. Voto latino. “Los latinos son republicanos, pero todavía no lo saben”, dijo alguna vez Ronald Reagan. Conservadores, con la familia en el centro y con hijos e hijas que ya no son inmigrantes, sino estadounidenses nativos, parecen haberle dado la espalda a los demócratas. Trump ha aumentado su cuota respecto a 2016.
2. Voto oculto (mucha menos distancia, según encuestas). La mayoría silenciosa, de la que ya hablaba Trump y sus seguidores en 2016, ha vuelto a votar. No lo perciben las encuestas, tampoco las métricas y herramientas demoscópicas tradicionales. Las encuestas pueden favorecer los sesgos, pero pueden no detectar los cambios ni la determinación del votante que usa a Trump para votar contra muchas cosas, personas e ideas. Trump es útil para el voto emocional.
3. Voto industrial. El famoso Rust Belt (Cinturón del Óxido, en español, denominado así por su declive económico) lo ha vuelto a hacer. Ni las promesas incumplidas, ni las nuevas preocupaciones de las soccer mum, han podido con este cinturón castigado por los efectos negativos de la globalización y al que Trump les habla directamente. La calculada estrategia contra China tiene en este ecosistema en crisis una fuerte acogida.
4. Los cinturones de Trump. El Rust Belt, como en 2016, le da buena parte de la victoria a Trump. Pero el cinturón bíblico (Georgia) y la mitad del cinturón del sol (Texas y Florida), mantienen a Trump. Utah (cinturón mormón) será republicano.
5. La ciencia y la política no son lo mismo. Del anti-élite Washington (2016), al anti-élite científica (2020). Trump construyó un puente narrativo entre el 2016 y el 2020. Le sirvió para contrarrestar las más de 230.000 muertes y los casi nueve millones y medio de contagios por la covid-19. Así, con mítines multitudinarios y confrontando directamente contra los argumentos científicos, logró aglutinar a su base anticonfinamiento y antivacunas y, también, ensancharla. Salvar la economía fue, para ellos, salvar el país.
6. Voto económico. Trump ha hecho bandera de la economía durante toda su campaña. Y parece haberle dado resultado. Ante una situación de crisis, parece haber superado la adversidad de que la ciudadanía estadounidense piense quién ha gestionado mejor la crisis sanitaria, para pensar en quién gestionará mejor la crisis económica que puede venir.
7. Votamos personalidad y carácter. ¿Qué tiene Trump que agrada también a muchos sectores que no se sienten representados ni identificados con la oferta electoral y política tradicional?
Trump encarna la audacia del canalla al que todos dan por perdedor y consigue, finalmente, con todo tipo de argucias, vencer al destino predeterminado. Es el tipo listo que engaña y miente al inteligente para vencer, y que es capaz de cualquier cosa por la victoria. Su modelo no es el mérito, sino la audacia desafiante.
8. El fallo -de nuevo- de las encuestas. Pese a los avisos, pese a que las encuestadoras indicaban que estaba todo previsto, el ajustadísimo resultado muestra que las encuestas han vuelto a fallar de forma estrepitosa. No se puede gobernar a una sociedad que no se entiende, y las encuestadoras preguntan por sus opiniones estadounidenses en lugar de observar y analizar sus comportamientos, emociones y sesgos ocultos. De nuevo, Trump tenía razón: “No hagáis caso de las encuestas, nos va a ir bien, y son mentira”.
9. El estilo Clinton y el carisma Obama cuestionados (aunque gane, finalmente Biden). El estilo Clinton, una marca exitosa durante los años noventa, queda lesionado, y de forma consecutiva. El carisma de Obama, por su parte, podría por segunda vez no alcanzar. Así, el legado y el mito Obama, se desdibujan y, por ahora, no logran trascender. Despreciar a tu rival te impide entender sus razones, sus motivaciones y sus conexiones con el alma de los electores.
10. La estética sobre la ética. La gorra de Donald Trump, conocida como MAGA por su eslogan “Make America great again” ha sido un icono de la campaña electoral por medio de la cual Trump lograba conectar con sus seguidores lanzándola al escenario o bien derribando -virtualmente- a demócratas a su paso como mostraba en uno de sus últimos y juguetones vídeos.
Su último video bailando YMCA llamando al voto visibiliza un presidente divertido y con gracia, motivado y hasta despreocupado, sintonizando con un ambiente más festivo que de seriedad y preocupación. El último baile puede ser el primero de su segundo mandato.
Por: Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación. @antonigr
1. Voto latino. “Los latinos son republicanos, pero todavía no lo saben”, dijo alguna vez Ronald Reagan. Conservadores, con la familia en el centro y con hijos e hijas que ya no son inmigrantes, sino estadounidenses nativos, parecen haberle dado la espalda a los demócratas. Trump ha aumentado su cuota respecto a 2016.
2. Voto oculto (mucha menos distancia, según encuestas). La mayoría silenciosa, de la que ya hablaba Trump y sus seguidores en 2016, ha vuelto a votar. No lo perciben las encuestas, tampoco las métricas y herramientas demoscópicas tradicionales. Las encuestas pueden favorecer los sesgos, pero pueden no detectar los cambios ni la determinación del votante que usa a Trump para votar contra muchas cosas, personas e ideas. Trump es útil para el voto emocional.
3. Voto industrial. El famoso Rust Belt (Cinturón del Óxido, en español, denominado así por su declive económico) lo ha vuelto a hacer. Ni las promesas incumplidas, ni las nuevas preocupaciones de las soccer mum, han podido con este cinturón castigado por los efectos negativos de la globalización y al que Trump les habla directamente. La calculada estrategia contra China tiene en este ecosistema en crisis una fuerte acogida.
4. Los cinturones de Trump. El Rust Belt, como en 2016, le da buena parte de la victoria a Trump. Pero el cinturón bíblico (Georgia) y la mitad del cinturón del sol (Texas y Florida), mantienen a Trump. Utah (cinturón mormón) será republicano.
5. La ciencia y la política no son lo mismo. Del anti-élite Washington (2016), al anti-élite científica (2020). Trump construyó un puente narrativo entre el 2016 y el 2020. Le sirvió para contrarrestar las más de 230.000 muertes y los casi nueve millones y medio de contagios por la covid-19. Así, con mítines multitudinarios y confrontando directamente contra los argumentos científicos, logró aglutinar a su base anticonfinamiento y antivacunas y, también, ensancharla. Salvar la economía fue, para ellos, salvar el país.
6. Voto económico. Trump ha hecho bandera de la economía durante toda su campaña. Y parece haberle dado resultado. Ante una situación de crisis, parece haber superado la adversidad de que la ciudadanía estadounidense piense quién ha gestionado mejor la crisis sanitaria, para pensar en quién gestionará mejor la crisis económica que puede venir.
7. Votamos personalidad y carácter. ¿Qué tiene Trump que agrada también a muchos sectores que no se sienten representados ni identificados con la oferta electoral y política tradicional?
Trump encarna la audacia del canalla al que todos dan por perdedor y consigue, finalmente, con todo tipo de argucias, vencer al destino predeterminado. Es el tipo listo que engaña y miente al inteligente para vencer, y que es capaz de cualquier cosa por la victoria. Su modelo no es el mérito, sino la audacia desafiante.
8. El fallo -de nuevo- de las encuestas. Pese a los avisos, pese a que las encuestadoras indicaban que estaba todo previsto, el ajustadísimo resultado muestra que las encuestas han vuelto a fallar de forma estrepitosa. No se puede gobernar a una sociedad que no se entiende, y las encuestadoras preguntan por sus opiniones estadounidenses en lugar de observar y analizar sus comportamientos, emociones y sesgos ocultos. De nuevo, Trump tenía razón: “No hagáis caso de las encuestas, nos va a ir bien, y son mentira”.
9. El estilo Clinton y el carisma Obama cuestionados (aunque gane, finalmente Biden). El estilo Clinton, una marca exitosa durante los años noventa, queda lesionado, y de forma consecutiva. El carisma de Obama, por su parte, podría por segunda vez no alcanzar. Así, el legado y el mito Obama, se desdibujan y, por ahora, no logran trascender. Despreciar a tu rival te impide entender sus razones, sus motivaciones y sus conexiones con el alma de los electores.
10. La estética sobre la ética. La gorra de Donald Trump, conocida como MAGA por su eslogan “Make America great again” ha sido un icono de la campaña electoral por medio de la cual Trump lograba conectar con sus seguidores lanzándola al escenario o bien derribando -virtualmente- a demócratas a su paso como mostraba en uno de sus últimos y juguetones vídeos.
Su último video bailando YMCA llamando al voto visibiliza un presidente divertido y con gracia, motivado y hasta despreocupado, sintonizando con un ambiente más festivo que de seriedad y preocupación. El último baile puede ser el primero de su segundo mandato.
Por: Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación. @antonigr
Notas de Diego Pappalardo: Cuando todavía no finalizó el conteo general de votos, se sabe que:
-Trump sacó más de 5 millones de votos en el electorado hispanoamericano.
-Los suramericanos, en un 40%, se inclinaron por Trump, mientras que los centroamericanos lo hicieron en un 29%.
Por su parte, los mexicano-estadounidenses lo hicieron en un 23% y un 52% de cubano-estadounidenses votaron por Trump.
Estos indicadores -todavía inconclusos- sugieren no solamente un incremento electoral de la figura y el liderazgo políticos de Trump, sino que también hablan de un colapso de la industria de las encuestas y de los medios de comunicación masivos de los EEUU.
-Trump sacó más de 5 millones de votos en el electorado hispanoamericano.
-Los suramericanos, en un 40%, se inclinaron por Trump, mientras que los centroamericanos lo hicieron en un 29%.
Por su parte, los mexicano-estadounidenses lo hicieron en un 23% y un 52% de cubano-estadounidenses votaron por Trump.
Estos indicadores -todavía inconclusos- sugieren no solamente un incremento electoral de la figura y el liderazgo políticos de Trump, sino que también hablan de un colapso de la industria de las encuestas y de los medios de comunicación masivos de los EEUU.
Marcha de apoyo a Trump en Nigeria, ultima semana de octubre 2020
7 de noviembre de 2020
Notas de Diego Pappalardo: Hasta el momento, Trump, respecto de su perfomance de 2016, aumentó 7 millones de votos -reales- y supera en 4 millones de votos el rendimiento que tuvo Hillary Clinton en 2016.
La estrategia electoral del Partido Demócrata fracasó en:
1) Impedir el crecimiento popular de Trump.
2) Ganar el Senado.
3) No perder escaños en la Cámara de Representantes.
4) Evitar pérdidas sustanciales en las legislaturas estatales.
Sin embargo, el Partido Demócrata que está secuestrado, entre otros, por George Soros, por el tándem Evelyn de Rothschild-Lynn Forester de Rothschild y por corporaciones multinacionales, está esforzándose en concretar el objetivo de desplazar a Trump de la Casa Blanca en un claro golpe de estado.
Finalmente, recuerdo que la instrumentación de tecnologías propias de la Revolución de Color que las élites anti-Trump están utilizando para que el actual presidente no asuma su segundo mandato, el cual fue ganado legítimamente, se vienen utilizando desde el 8 de noviembre de 2016.
La élite estadounidense de gestión global, que existe en el Partido Republicano, felicita a Biden ( a Harris en realidad):
La estrategia electoral del Partido Demócrata fracasó en:
1) Impedir el crecimiento popular de Trump.
2) Ganar el Senado.
3) No perder escaños en la Cámara de Representantes.
4) Evitar pérdidas sustanciales en las legislaturas estatales.
Sin embargo, el Partido Demócrata que está secuestrado, entre otros, por George Soros, por el tándem Evelyn de Rothschild-Lynn Forester de Rothschild y por corporaciones multinacionales, está esforzándose en concretar el objetivo de desplazar a Trump de la Casa Blanca en un claro golpe de estado.
Finalmente, recuerdo que la instrumentación de tecnologías propias de la Revolución de Color que las élites anti-Trump están utilizando para que el actual presidente no asuma su segundo mandato, el cual fue ganado legítimamente, se vienen utilizando desde el 8 de noviembre de 2016.
La élite estadounidense de gestión global, que existe en el Partido Republicano, felicita a Biden ( a Harris en realidad):
"Pero más allá de la división entre republicanos y demócratas o entre Trump y Biden en términos absolutos, la votación en 2020 deja en evidencia un patrón en cuanto a los apoyos partidistas: el electorado demócrata se concentra en las grandes ciudades, mientras que los votantes republicanos predominan por fuera de ellas".
"Veo la situación política transpirando, con una angustia tremenda y he pasado estos días entre whisky, marihuana, pastillas para dormir y valium.
Es un estrés tremendo y se ha notado cómo es EEUU verdaderamente: ¡68 millones de personas votaron por Trump a pesar del desastre de los últimos años, mujeres y latinos incluidos!".
Es un estrés tremendo y se ha notado cómo es EEUU verdaderamente: ¡68 millones de personas votaron por Trump a pesar del desastre de los últimos años, mujeres y latinos incluidos!".
Revista alemana Der Spiegel...significa recuperando el control de la Casa Blanca frente al "intruso" Trump.
"No obstante, la ilustración de Der Spiegel también ha ocupado a periódicos estadounidenses como The Washington Times y el portal online Buzzfeed. Hasta ahora no ha habido reacción alguna en la Casa Blanca. La portada de Der Spiegel se suma a otras que han retratado al polémico mandatario estadounidense o a lo que él simboliza. La revista The New Yorker fue más sutil al mostrar a la Estatua de la Libertad con la llama extinguida, la británica The Economist disfrazó a Trump de manifestante con un cóctel molotov que lleva la inscripción "Un insurgente en la Casa Blanca”."
Existe una evidencia matemática innegable de que se están robando las elecciones
Según CBS News, el presidente Trump no planea ceder en caso de que los medios de comunicación declaren a Joe Biden como el ganador de las elecciones y elijan al 46 ° presidente de los Estados Unidos. La campaña de Trump y sus principales asesores pidieron múltiples demandas con el argumento de que el conteo de votos en curso resultaría en el recuento de votos emitidos ilegalmente. Las demandas equivaldrán a un esfuerzo agresivo para resaltar anomalías, imposibilidades estadísticas u otros problemas percibidos que podrían afectar el conteo de votos antes de que se declare un ganador presidencial final. Muchos reporteros en conferencias de prensa que tuvieron lugar en Arizona, Pensilvania y Michigan el jueves pidieron a sus designados políticos y simpatizantes pruebas de los problemas a gran escala que supuestamente ocurrieron. Si es solo la evidencia matemática que los estadounidenses están buscando, hay evidencia infinita. Estos son solo los hechos.
Imposibilidades estadísticas en Wisconsin y Michigan: Tanto en Michigan como en Wisconsin, se produjeron varios volcados de votos aproximadamente a las 4 a.m.del miércoles por la mañana, lo que mostró que Joe Biden recibió casi el 100 por ciento de los votos. El presidente Trump lideraba por cientos de miles de votos en ambos estados mientras Estados Unidos se iba a dormir, y la participación en el estado de Wisconsin parece ser particularmente imposible. Con las papeletas de voto ausente, el ex vicepresidente Joe Biden también subió 60 puntos en Pensilvania y casi 40 puntos en Michigan, según el New York Times. De manera comparable, Biden solo subió un dígito en la votación ausente en la mayoría de los otros estados de batalla. Wisconsin aún no ha sido informado.
Los funcionarios electorales en Michigan y Wisconsin no pudieron explicar el repentino y dramático aumento del recuento de votos del candidato presidencial demócrata Joe Biden que ocurrió en ambos estados el miércoles por la mañana. Los recuentos de votantes de ambos estados aumentaron alrededor de las 6 a.m. a favor de Biden, según los gráficos de recuentos en vivo publicados por FiveThirtyEight. Cuando se le preguntó en una conferencia de prensa el miércoles cómo sucedió esto, la portavoz del Departamento de Estado de Michigan, Aneta Kiersnowski, dijo a los periodistas: "No podemos especular sobre por qué los resultados se inclinan de una manera u otra". Esto es particularmente preocupante si se tiene en cuenta que los republicanos encabezan las boletas por correo solicitadas y las boletas por correo y en persona devueltas antes y al comienzo del día de las elecciones. Según NBC News el día de las elecciones antes de que se abrieran las urnas, en Michigan, los republicanos lideraron entre un 41% y un 39% en las papeletas de votación solicitadas por correo. Los republicanos también lideraron entre un 42% y un 39% con las boletas devueltas por correo y en persona. En Wisconsin, el día de las elecciones antes de que se abrieran las urnas, los republicanos lideraron las boletas por correo que solicitaron del 43% al 35%, y las boletas por correo y las primeras en persona regresaron del 43% al 35%. Casi TODAS las papeletas encontradas, mientras que la mayoría en el país estaba durmiendo, después de que los funcionarios declararon que dejarían de contar, eran para Joe Biden.
Según CBS News, el presidente Trump no planea ceder en caso de que los medios de comunicación declaren a Joe Biden como el ganador de las elecciones y elijan al 46 ° presidente de los Estados Unidos. La campaña de Trump y sus principales asesores pidieron múltiples demandas con el argumento de que el conteo de votos en curso resultaría en el recuento de votos emitidos ilegalmente. Las demandas equivaldrán a un esfuerzo agresivo para resaltar anomalías, imposibilidades estadísticas u otros problemas percibidos que podrían afectar el conteo de votos antes de que se declare un ganador presidencial final. Muchos reporteros en conferencias de prensa que tuvieron lugar en Arizona, Pensilvania y Michigan el jueves pidieron a sus designados políticos y simpatizantes pruebas de los problemas a gran escala que supuestamente ocurrieron. Si es solo la evidencia matemática que los estadounidenses están buscando, hay evidencia infinita. Estos son solo los hechos.
Imposibilidades estadísticas en Wisconsin y Michigan: Tanto en Michigan como en Wisconsin, se produjeron varios volcados de votos aproximadamente a las 4 a.m.del miércoles por la mañana, lo que mostró que Joe Biden recibió casi el 100 por ciento de los votos. El presidente Trump lideraba por cientos de miles de votos en ambos estados mientras Estados Unidos se iba a dormir, y la participación en el estado de Wisconsin parece ser particularmente imposible. Con las papeletas de voto ausente, el ex vicepresidente Joe Biden también subió 60 puntos en Pensilvania y casi 40 puntos en Michigan, según el New York Times. De manera comparable, Biden solo subió un dígito en la votación ausente en la mayoría de los otros estados de batalla. Wisconsin aún no ha sido informado.
Los funcionarios electorales en Michigan y Wisconsin no pudieron explicar el repentino y dramático aumento del recuento de votos del candidato presidencial demócrata Joe Biden que ocurrió en ambos estados el miércoles por la mañana. Los recuentos de votantes de ambos estados aumentaron alrededor de las 6 a.m. a favor de Biden, según los gráficos de recuentos en vivo publicados por FiveThirtyEight. Cuando se le preguntó en una conferencia de prensa el miércoles cómo sucedió esto, la portavoz del Departamento de Estado de Michigan, Aneta Kiersnowski, dijo a los periodistas: "No podemos especular sobre por qué los resultados se inclinan de una manera u otra". Esto es particularmente preocupante si se tiene en cuenta que los republicanos encabezan las boletas por correo solicitadas y las boletas por correo y en persona devueltas antes y al comienzo del día de las elecciones. Según NBC News el día de las elecciones antes de que se abrieran las urnas, en Michigan, los republicanos lideraron entre un 41% y un 39% en las papeletas de votación solicitadas por correo. Los republicanos también lideraron entre un 42% y un 39% con las boletas devueltas por correo y en persona. En Wisconsin, el día de las elecciones antes de que se abrieran las urnas, los republicanos lideraron las boletas por correo que solicitaron del 43% al 35%, y las boletas por correo y las primeras en persona regresaron del 43% al 35%. Casi TODAS las papeletas encontradas, mientras que la mayoría en el país estaba durmiendo, después de que los funcionarios declararon que dejarían de contar, eran para Joe Biden.
Kamala Harris critica a Donald Trump por la relación de Kim Jong-un
La candidata presidencial demócrata, la senadora Kamala Harris, criticó el domingo la relación del presidente Trump con Corea del Norte y su líder, Kim Jong-un. "No podemos (...) abrazar a este dictador norcoreano de la forma en que lo ha hecho este presidente", dijo el demócrata de California a CNN. La tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte aumentó esta semana cuando Pyongyang realizó una nueva ronda de pruebas de misiles y la administración Trump anunció la incautación de un barco norcoreano acusado de contrabandear carbón y maquinaria pesada en desafío a las sanciones internacionales. Trump ha insistido en que Corea del Norte se comprometa a la desnuclearización total antes de que se levanten las sanciones, pero los funcionarios de la administración desde Hanoi también han adoptado una postura moderada hacia las provocaciones y la retórica norcoreanas.
"Este enfoque unilateral de la política exterior que incluye abrazar a un dictador y tomar su palabra sobre la comunidad de inteligencia estadounidense no es inteligente y creo que no es lo mejor para nuestra nación", dijo el Sen. Harris.
Trump se enfrentó regularmente a fuertes críticas del Capitolio sobre política exterior en sus primeros dos años en el cargo y disfrutó de una mano relativamente libre para remodelar la política exterior estadounidense, desde un nuevo enfoque proteccionista agresivo sobre el comercio hasta retirarse de pactos internacionales como el de París. acuerdo climático y el acuerdo nuclear de Irán.
Sin embargo, desde que la Cámara cambió en enero, el nuevo Congreso ha mostrado poca deferencia hacia el presidente en asuntos clave de política exterior. En el mismo programa de CNN, el representante Michael Waltz, republicano de Florida y miembro del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, pareció inclinarse hacia los sentimientos del senador Harris sobre el enfoque del presidente hacia Corea del Norte. "Creo que tenemos que trazar una línea en la arena en el futuro", dijo.
El representante Waltz dijo que si bien apoyó la decisión de Trump de alejarse de un acuerdo de desnuclearización con Corea del Norte en la segunda cumbre de febrero, “en algún momento tenemos que decir que lo intentamos lo suficiente y volver a asfixiar por completo al régimen económicamente."
(12/mayo/2020)
"Este enfoque unilateral de la política exterior que incluye abrazar a un dictador y tomar su palabra sobre la comunidad de inteligencia estadounidense no es inteligente y creo que no es lo mejor para nuestra nación", dijo el Sen. Harris.
Trump se enfrentó regularmente a fuertes críticas del Capitolio sobre política exterior en sus primeros dos años en el cargo y disfrutó de una mano relativamente libre para remodelar la política exterior estadounidense, desde un nuevo enfoque proteccionista agresivo sobre el comercio hasta retirarse de pactos internacionales como el de París. acuerdo climático y el acuerdo nuclear de Irán.
Sin embargo, desde que la Cámara cambió en enero, el nuevo Congreso ha mostrado poca deferencia hacia el presidente en asuntos clave de política exterior. En el mismo programa de CNN, el representante Michael Waltz, republicano de Florida y miembro del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, pareció inclinarse hacia los sentimientos del senador Harris sobre el enfoque del presidente hacia Corea del Norte. "Creo que tenemos que trazar una línea en la arena en el futuro", dijo.
El representante Waltz dijo que si bien apoyó la decisión de Trump de alejarse de un acuerdo de desnuclearización con Corea del Norte en la segunda cumbre de febrero, “en algún momento tenemos que decir que lo intentamos lo suficiente y volver a asfixiar por completo al régimen económicamente."
(12/mayo/2020)
Declaración del senador Harris sobre la acción militar de Estados Unidos en Siria
Declaración del senador Harris sobre la acción militar de Estados Unidos en Siria Washington, D.C. - Hoy, la senadora estadounidense Kamala D. Harris emitió la siguiente declaración en respuesta a la acción militar estadounidense en Siria: "El presidente sirio, Bashar al-Assad, atacó brutalmente a civiles inocentes, incluidos decenas de niños, que murieron asfixiados por armas químicas. Este ataque refuerza el hecho evidente de que el presidente Assad no es solo un dictador despiadado que brutaliza a su propio pueblo, es un criminal de guerra, la comunidad internacional no puede ignorar. "El presidente Trump debe consultar con el Congreso para abordar la falta de objetivos claros de la administración en Siria y articular una estrategia detallada y un camino a seguir en asociación con nuestros aliados. El pueblo estadounidense no se merece menos. El presidente dijo que las imágenes de niños sirios masacrados contribuyeron a su decisión de emprender una acción militar. Eso también debería obligar a la Administración a repensar su política de refugiados equivocada y abrir nuestras puertas a los niños y familias que huyen de la violencia y la opresión en Siria y otros lugares. "
La grabación de una entrevista que Joe Biden brindó en 1982 sobre la guerra entre argentinos y británicos se viralizó en las redes y muestra lo que el candidato a la Casa Blanca pensaba en ese momento. Para Biden, Washington debía apoyar al Reino Unido y preferir a la OTAN, la "alianza más importante para EEUU".
Cuando era senador, el ahora candidato a la presidencia de EEUU Joe Biden reclamaba que su país no fuera neutral en la Guerra de las Malvinas y que apoyara a los británicos en el conflicto con Argentina, al que consideraba "el agresor".
Cuando era senador, el ahora candidato a la presidencia de EEUU Joe Biden reclamaba que su país no fuera neutral en la Guerra de las Malvinas y que apoyara a los británicos en el conflicto con Argentina, al que consideraba "el agresor".
Bill Binney, exfuncionario de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), sobre la "falla" en el software:
"Están programadas en el software. Está haciendo exactamente lo que se supone que debe hacer...eso es intencional" |
Corte Suprema de EE.UU. ordena a Pensilvania separar papeletas que llegaron después del día de las elecciones
Samuel A. Alito, juez asociado de la Corte Suprema de EE.UU., emitió el viernes una orden en la que exige que las comisiones electorales de Pensilvania separen de las demás papeletas las recibidas por correo después de las 20:00 (hora local) del 3 de noviembre.
El documento insta a las autoridades a que las papeletas en cuestión se guarden en "un contenedor seguro, protegido y sellado, separado de otras papeletas". "En el caso de que tales papeletas sean contadas, deberán ser contadas separadamente", indica la orden.
La decisión judicial tiene lugar unas horas después de que el Partido Republicano demandara al Partido Demócrata y a la secretaria de Estado de Pensilvania, Kathy Boockvar. Afirmó que no todas las comisiones electorales de los condados separan las papeletas que llegan después de los comicios, tal y como lo exigía una instrucción del 28 de octubre.
Al mismo tiempo, Alito desechó algunas de las reclamaciones de los republicanos, que pedían no solo separar, sino también no contabilizar las papeletas que llegaran tarde antes de que un fallo judicial estableciera su validez.
Según Ned Foley, profesor de derecho de la Universidad Estatal de Ohio, la orden de Alito es necesaria para preservar el 'statu quo' hasta que se dicte una nueva orden de la Corte. "También es significativo porque no detiene el recuento de los votos segregados, sino que requiere que se cuenten por separado, lo que es una forma sensata de evitar cualquier posible mezcla de papeletas que no se pueda solucionar más tarde", dijo el experto a The Hill. Se estima que la decisión afectará entre 3 mil o 4 mil papeletas.
Previamente el viernes se supo que Joe Biden adelantó a Donald Trump en Pensilvania —un estado clave que otorga 20 votos electorales—, liderando con más de 9 mil votos de diferencia. Hasta el momento, la brecha ha aumentado hasta 21 mil 749 votos. En total, en el estado se han contabilizado un 97,4% de las papeletas.
Samuel A. Alito, juez asociado de la Corte Suprema de EE.UU., emitió el viernes una orden en la que exige que las comisiones electorales de Pensilvania separen de las demás papeletas las recibidas por correo después de las 20:00 (hora local) del 3 de noviembre.
El documento insta a las autoridades a que las papeletas en cuestión se guarden en "un contenedor seguro, protegido y sellado, separado de otras papeletas". "En el caso de que tales papeletas sean contadas, deberán ser contadas separadamente", indica la orden.
La decisión judicial tiene lugar unas horas después de que el Partido Republicano demandara al Partido Demócrata y a la secretaria de Estado de Pensilvania, Kathy Boockvar. Afirmó que no todas las comisiones electorales de los condados separan las papeletas que llegan después de los comicios, tal y como lo exigía una instrucción del 28 de octubre.
Al mismo tiempo, Alito desechó algunas de las reclamaciones de los republicanos, que pedían no solo separar, sino también no contabilizar las papeletas que llegaran tarde antes de que un fallo judicial estableciera su validez.
Según Ned Foley, profesor de derecho de la Universidad Estatal de Ohio, la orden de Alito es necesaria para preservar el 'statu quo' hasta que se dicte una nueva orden de la Corte. "También es significativo porque no detiene el recuento de los votos segregados, sino que requiere que se cuenten por separado, lo que es una forma sensata de evitar cualquier posible mezcla de papeletas que no se pueda solucionar más tarde", dijo el experto a The Hill. Se estima que la decisión afectará entre 3 mil o 4 mil papeletas.
Previamente el viernes se supo que Joe Biden adelantó a Donald Trump en Pensilvania —un estado clave que otorga 20 votos electorales—, liderando con más de 9 mil votos de diferencia. Hasta el momento, la brecha ha aumentado hasta 21 mil 749 votos. En total, en el estado se han contabilizado un 97,4% de las papeletas.
*Joe Biden no ha sido certificado como el ganador de ningún estado, y mucho menos en ninguno de los estados altamente controvertidos que se dirigen a recuentos obligatorios, o estados donde nuestra campaña tiene desafíos legales válidos y legítimos que podría determinar el vencedor final", dijo Trump en una declaración oficial.
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Notas de Diego Pappalardo: La declaración de Biden como ganador que hicieron los medios de comunicación todavía NO TIENE ESTATUS OFICIAL.
El complejo de poder adversario de Trump trabaja en la sicología de la gente y en las expectativas del ambiente político mundial porque hay un golpe de estado contra Trump. Modelo de revolución de color/expulsión de un presidente-sistema de gestión: 1) Los medios de comunicación formateadores sociales de la percepción de la realidad declaran un líder político ganador. 2) Seguidamente, otros líderes políticos extranjeros reconocen la legitimidad del líder "ungido mediáticamente": MACRON, TRUDEAU, ALBERTO FERNÁNEZ, CRISTINA KIRCHNER. 3) Se moviliza a gente en las calles -multitudes integradas por mercenarios e idiotas útiles- para presionar la expulsión anticipada de Trump de la Casa Blanca. (Última quincena de noviembre - primera quincena de diciembre o Navidad). |
Soros orquesta la revolución del color contra Trump: analista
El magnate empresarial judío George Soros ha orquestado una "revolución de color" contra el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dice un analista político estadounidense, que señala las protestas contra Trump en todo el país como evidencia. E. Michael Jones, editor de la revista Culture Wars, dijo a Press TV el domingo que Soros planeó cuidadosamente los disturbios que siguieron a la aplastante victoria de Trump sobre su rival demócrata Hillary Clinton el martes. También argumentó que las encuestas se están utilizando como un medio para socavar la presidencia de Trump, al igual que se usaron en su contra antes de las elecciones. Según una encuesta de ABC News / Washington Post publicada el domingo, el 26 por ciento de los estadounidenses pensaba que la victoria electoral de Trump sobre Clinton no era legítima. "Lo que estamos viendo aquí ahora es que George Soros interviene una vez más en la política interna de Estados Unidos creando una revolución de color", dijo Jones. (13/noviembre/2016)
Los abogados de la campaña de Trump realizan una conferencia de prensa
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El líder del movimiento Brexit, Nigel Farage, dijo que el presidente Donald Trump debería "mantener la lucha" y desafiar cualquier irregularidad en la votación por correo, diciendo que el sistema de votación por correo está plagado de fraudes en el Reino Unido. Farage dijo que conoce al presidente "lo suficientemente bien como para entender que perder no está en su vocabulario", y afirmó que si las acusaciones de fraude e irregularidades no se investigan, los partidarios de Trump no aceptarán la elección como legítima.
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La elección de Joe Biden ayudaría a que regrese la democracia a Venezuela
Diego Scharifker
May 12, 2020
Diego Scharifker es dirigente político venezolano y fundador de Venezolanos con Biden.
Todo venezolano, sin importar en qué país del mundo estemos, tenemos el mismo deseo: que Venezuela recupere inmediatamente su estabilidad.
Para ello, la oposición democrática venezolana y el gobierno del presidente interino, Juan Guaidó, ha contado con el apoyo de las autoridades estadounidenses, así como de la gran mayoría de gobiernos democráticos en nuestra región.
Al ser un tema de naturaleza bipartidista podemos reconocer que, en líneas generales, el gobierno actual estadounidense, bajo el mando del presidente Donald Trump, ha asumido posturas muy contundentes contra la dictadura que encabeza Nicolás Maduro. Sin embargo, como venezolano-estadounidense, encuentro que esas políticas no han sido ni suficientes ni efectivas: Maduro sigue en el poder y la dictadura sigue oprimiendo a su pueblo.
Por eso estoy convencido que Joe Biden es la mejor opción para ser presidente de Estados Unidos y para garantizar el cambio político en Venezuela.
Biden siempre ha sido firme al señalar a Nicolás Maduro como lo que es, calificándolo como tirano y dictador en varias entrevistas y declaraciones públicas. Desde sus tiempos como vicepresidente de Estados Unidos, bajo el mandato de Barack Obama, Biden nunca ha dejado de alertar al mundo sobre la alarmante situación que se vive en Venezuela y condenando directamente a Maduro como el responsable.
Constantemente ha demostrado su compromiso por lograr una transición hacia la democracia y sancionar a aquellos miembros del régimen de Maduro que han violado los derechos humanos: en marzo de 2015, bajo el mandato de Obama, se dictaron las primeras sanciones contra siete altos miembros del gobierno de Maduro, que incluía a miembros de las Fuerzas Armadas, al director de la Policía Nacional Bolivariana y la fiscal encargada de perseguir judicialmente a importantes miembros de la oposición, como María Corina Machado, Antonio Ledezma y Leopoldo López.
Biden también ha sido muy claro en cuanto a cómo va a continuar su agenda en apoyo al pueblo venezolano de ser electo presidente. En primer lugar —y en contraste con el gobierno actual— ha ratificado la necesidad de otorgarle un Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) a los venezolanos que han huido de Venezuela y actualmente residen en territorio estadounidense.
Mientras el gobierno actual califica a los latinos de violadores y narcotraficantes, el vicepresidente Biden entiende que nosotros pertenecemos a la sociedad estadounidense y tiene como prioridad resolver la situación migratoria de quienes se fueron de sus hogares por la crisis política, económica y social en Venezuela.
En segundo lugar, se ha comprometido a asegurar que los miembros del régimen y sus familias no puedan vivir, estudiar, comprar u ocultar sus activos en Estados Unidos, a la par de liderar a la comunidad internacional en ir tras cada centavo malversado por el régimen y devolverlo al pueblo venezolano; seguirá sancionando a las personas responsables de las violaciones de derechos humanos, corrupción y tráfico de drogas, y seguirá presionando a otros países para que hagan lo mismo. Joe Biden tiene una amplia experiencia en política exterior, demostrada durante sus más de 20 años como senador y miembro de la Comisión de Política Exterior, y en su rol como vicepresidente.
Si resulta electo como presidente, Biden debe mantener las sanciones contra aquellos individuos que han cometido violaciones de derechos humanos y que han participado en el narcotráfico. Pero al mismo tiempo, debe construir las condiciones para que se genere una fractura interna en la dictadura y se transite hacia una transición democrática. Esto se lograría a través de continuar aumentando la presión contra aquellos que mantienen a un país en ruinas, mientras se dejan vías abiertas para comunicarse con aquellos que quieran retirar su apoyo del régimen. La muy conocida estrategia de carrot and the stick, la zanahoria y el palo. Esto debe culminar necesariamente en un proceso electoral, con todas las condiciones necesarias para que sea el pueblo venezolano el que defina el futuro del país.
Durante la pandemia actual, ha quedado más evidente que nunca la falta de liderazgo de Donald Trump para superar esta crisis. Negó por mucho tiempo la gravedad del virus y fracasó preparando a Estados Unidos para la pandemia. Su gobierno —a través de sus políticas de aislamiento internacional— ha debilitado enormemente las relaciones con las democracias occidentales ante el sello autoritario de países como Rusia y China.
El presidente Trump disminuyó las relaciones con los aliados en Europa y la Organización del Tratado del Atlántico Norte; se retiró del Acuerdo de París, negando la existencia del calentamiento global; y constantemente coquetea con regímenes autoritarios como el de Recep Erdoğan en Turquia, Kim Jong-un en Corea del Norte y Rodrigo Duterte en Filipinas, entre otros. Decisiones como la de retirar el financiamiento a la Organización Mundial de la Salud sólo seguirá debilitando internacionalmente a Estados Unidos y aumentará la influencia de China en esta organización.
El mundo globalizado se debate hoy entre el autoritarismo y la democracia. Es nuestro deber luchar por esta última dondequiera que estemos. Seguir eligiendo a líderes que no creen en la democracia y utilizan sus instituciones para atentar contra ella, empodera aún más a regímenes como el cubano y el venezolano, sumergiendo sus poblaciones en el sufrimiento y la pobreza. Trump representa hoy el menoscabo de las libertades civiles, Biden es la reivindicación de la democracia occidental.
Diego Scharifker
May 12, 2020
Diego Scharifker es dirigente político venezolano y fundador de Venezolanos con Biden.
Todo venezolano, sin importar en qué país del mundo estemos, tenemos el mismo deseo: que Venezuela recupere inmediatamente su estabilidad.
Para ello, la oposición democrática venezolana y el gobierno del presidente interino, Juan Guaidó, ha contado con el apoyo de las autoridades estadounidenses, así como de la gran mayoría de gobiernos democráticos en nuestra región.
Al ser un tema de naturaleza bipartidista podemos reconocer que, en líneas generales, el gobierno actual estadounidense, bajo el mando del presidente Donald Trump, ha asumido posturas muy contundentes contra la dictadura que encabeza Nicolás Maduro. Sin embargo, como venezolano-estadounidense, encuentro que esas políticas no han sido ni suficientes ni efectivas: Maduro sigue en el poder y la dictadura sigue oprimiendo a su pueblo.
Por eso estoy convencido que Joe Biden es la mejor opción para ser presidente de Estados Unidos y para garantizar el cambio político en Venezuela.
Biden siempre ha sido firme al señalar a Nicolás Maduro como lo que es, calificándolo como tirano y dictador en varias entrevistas y declaraciones públicas. Desde sus tiempos como vicepresidente de Estados Unidos, bajo el mandato de Barack Obama, Biden nunca ha dejado de alertar al mundo sobre la alarmante situación que se vive en Venezuela y condenando directamente a Maduro como el responsable.
Constantemente ha demostrado su compromiso por lograr una transición hacia la democracia y sancionar a aquellos miembros del régimen de Maduro que han violado los derechos humanos: en marzo de 2015, bajo el mandato de Obama, se dictaron las primeras sanciones contra siete altos miembros del gobierno de Maduro, que incluía a miembros de las Fuerzas Armadas, al director de la Policía Nacional Bolivariana y la fiscal encargada de perseguir judicialmente a importantes miembros de la oposición, como María Corina Machado, Antonio Ledezma y Leopoldo López.
Biden también ha sido muy claro en cuanto a cómo va a continuar su agenda en apoyo al pueblo venezolano de ser electo presidente. En primer lugar —y en contraste con el gobierno actual— ha ratificado la necesidad de otorgarle un Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) a los venezolanos que han huido de Venezuela y actualmente residen en territorio estadounidense.
Mientras el gobierno actual califica a los latinos de violadores y narcotraficantes, el vicepresidente Biden entiende que nosotros pertenecemos a la sociedad estadounidense y tiene como prioridad resolver la situación migratoria de quienes se fueron de sus hogares por la crisis política, económica y social en Venezuela.
En segundo lugar, se ha comprometido a asegurar que los miembros del régimen y sus familias no puedan vivir, estudiar, comprar u ocultar sus activos en Estados Unidos, a la par de liderar a la comunidad internacional en ir tras cada centavo malversado por el régimen y devolverlo al pueblo venezolano; seguirá sancionando a las personas responsables de las violaciones de derechos humanos, corrupción y tráfico de drogas, y seguirá presionando a otros países para que hagan lo mismo. Joe Biden tiene una amplia experiencia en política exterior, demostrada durante sus más de 20 años como senador y miembro de la Comisión de Política Exterior, y en su rol como vicepresidente.
Si resulta electo como presidente, Biden debe mantener las sanciones contra aquellos individuos que han cometido violaciones de derechos humanos y que han participado en el narcotráfico. Pero al mismo tiempo, debe construir las condiciones para que se genere una fractura interna en la dictadura y se transite hacia una transición democrática. Esto se lograría a través de continuar aumentando la presión contra aquellos que mantienen a un país en ruinas, mientras se dejan vías abiertas para comunicarse con aquellos que quieran retirar su apoyo del régimen. La muy conocida estrategia de carrot and the stick, la zanahoria y el palo. Esto debe culminar necesariamente en un proceso electoral, con todas las condiciones necesarias para que sea el pueblo venezolano el que defina el futuro del país.
Durante la pandemia actual, ha quedado más evidente que nunca la falta de liderazgo de Donald Trump para superar esta crisis. Negó por mucho tiempo la gravedad del virus y fracasó preparando a Estados Unidos para la pandemia. Su gobierno —a través de sus políticas de aislamiento internacional— ha debilitado enormemente las relaciones con las democracias occidentales ante el sello autoritario de países como Rusia y China.
El presidente Trump disminuyó las relaciones con los aliados en Europa y la Organización del Tratado del Atlántico Norte; se retiró del Acuerdo de París, negando la existencia del calentamiento global; y constantemente coquetea con regímenes autoritarios como el de Recep Erdoğan en Turquia, Kim Jong-un en Corea del Norte y Rodrigo Duterte en Filipinas, entre otros. Decisiones como la de retirar el financiamiento a la Organización Mundial de la Salud sólo seguirá debilitando internacionalmente a Estados Unidos y aumentará la influencia de China en esta organización.
El mundo globalizado se debate hoy entre el autoritarismo y la democracia. Es nuestro deber luchar por esta última dondequiera que estemos. Seguir eligiendo a líderes que no creen en la democracia y utilizan sus instituciones para atentar contra ella, empodera aún más a regímenes como el cubano y el venezolano, sumergiendo sus poblaciones en el sufrimiento y la pobreza. Trump representa hoy el menoscabo de las libertades civiles, Biden es la reivindicación de la democracia occidental.
Los dirigentes del partido de Leopoldo López, en La Florida, instaron a votar por Biden. Leopoldo López es Biden, es Pax Americana.
La aspirante a la vicepresidencia por los demócratas criticó la postura de Bolton, quien antes de ser despedido por Trump en septiembre de 2019 planteó la situación venezolana como una disyuntiva entre “invasión e indiferencia”.“Este es un falso dilema, lo rechazo”, dijo Harris en su respuesta al CFR.
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Nota de Diego Pappalardo: Ese "mundo" son los clanes de poder que mataron a millones de seres humanos en el vientre materno, que masacraron e hirieron a millones de personas en guerras internacionales, destruyeron países, que empobrecieron a muchas naciones por el dominio parasitario de los vampiros financieros, que facilitaron las ganancias obscenas de corporaciones golpistas, que clausuraron la libertad y la concreción del poder popular en muchos países y que interfirieron perversamente en el futuro de gran parte del mundo...
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The Economist, la voz de Sir Evelyn de Rothschild y de su esposa anglo-norteamericana, Lynn Forester de Rothschild, que son miembros del democratismo-financierista y amigos de Hillary Clinton.
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WASHINGTON- El arzobispo José H. Gomez, de Los Ángeles, y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos emitió la siguiente declaración sobre las elecciones presidenciales de 2020:
Damos gracias a Dios por la bendición de la libertad. El pueblo estadounidense ha hablado en esta elección. Ahora es el momento de que nuestros líderes se reúnan con espíritu de unidad nacional y se dispongan a dialogar y a comprometerse por el bienestar común.
Al hacer esto, reconocemos que Joseph R. Biden, Jr., ha recibido suficientes votos para ser elegido el 46º presidente de Estados Unidos. Felicitamos al Sr. Biden y reconocemos que se une al difunto presidente John F. Kennedy como el segundo presidente de Estados Unidos en profesar la fe católica. También felicitamos a la Senadora Kamala D. Harris, de California, quien se convierte en la primera mujer en la historia en ser elegida como vicepresidenta.
Damos gracias a Dios por la bendición de la libertad. El pueblo estadounidense ha hablado en esta elección. Ahora es el momento de que nuestros líderes se reúnan con espíritu de unidad nacional y se dispongan a dialogar y a comprometerse por el bienestar común.
Al hacer esto, reconocemos que Joseph R. Biden, Jr., ha recibido suficientes votos para ser elegido el 46º presidente de Estados Unidos. Felicitamos al Sr. Biden y reconocemos que se une al difunto presidente John F. Kennedy como el segundo presidente de Estados Unidos en profesar la fe católica. También felicitamos a la Senadora Kamala D. Harris, de California, quien se convierte en la primera mujer en la historia en ser elegida como vicepresidenta.
La jerarquía católica bergogliana, felicita a Joe Biden y a Kamala Harris
"El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, evitó pronunciarse sobre los resultados de la elección presidencial de Estados Unidos, en la que la fórmula demócrata Joe Biden-Kamala Harris es virtual ganadora.
'Vamos a esperar que se terminen de resolver todos los asuntos legales. No queremos ser imprudentes, no queremos actuar a la ligera y queremos ser respetuosos de la autodeterminación de los pueblos y respetuosos del derecho ajeno' expresó desde Villahermosa, en línea con lo que ha manifestado Donald Trump, quien ha impugnado los resultados en varios puntos". |
8 de noviembre de 2020
Notas de Diego Pappalardo: Tres canales del fraude electoral que FORMA PARTE DEL GOLPE DE ESTADO PARA QUE TRUMP NO EJERZA SU SEGUNDO MANDATO CONSTITUCIONAL:
1-Manual (muertos que votaron, etc).
2-Programación del Software en las máquinas de votación para beneficiar a Biden.
3-Intrusividad informática, piratería, desde bases del exterior a cargo de agencias tales como la británica Government Communications Headquarters (GCHQ), la CIA, etc.
TRUMP CONOCE LAS FUENTES.
Líderes que NO le felicitaron a Biden:
Putin, Xi Jinping, López Obrador, Bolsonaro, Bashar Al-Assad, Kim Jong-un,Erdogan.
1-Manual (muertos que votaron, etc).
2-Programación del Software en las máquinas de votación para beneficiar a Biden.
3-Intrusividad informática, piratería, desde bases del exterior a cargo de agencias tales como la británica Government Communications Headquarters (GCHQ), la CIA, etc.
TRUMP CONOCE LAS FUENTES.
Líderes que NO le felicitaron a Biden:
Putin, Xi Jinping, López Obrador, Bolsonaro, Bashar Al-Assad, Kim Jong-un,Erdogan.
"América primero' se ha traducido en 'América sola'. Es lo que sostiene Brian McKeon, asesor del candidato demócrata, Joe Biden, para asuntos de política internacional. Y las estadísticas le dan la razón: la imagen de Estados Unidos en el mundo se encuentra en mínimos históricos según la encuesta anual de Pew Research. Por eso, Biden se ha propuesto deshacer los entuertos de Trump. El objetivo es recuperar alianzas tradicionales como la que ha unido a Estados Unidos y Europa, razón por la que, obviamente, él es el candidato preferido de los líderes del Viejo Continente. La excepción puede ser Boris Johnson, ya que Biden se ha manifestado a menudo contra el Brexit y podría complicar la firma del tratado de libre comercio que el Reino Unido necesita para su supervivencia económica."
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"Parece lógico pensar que en China también apuesten por el demócrata. Pero, en realidad, Trump ha sido esencial para que el gigante asiático gane peso específico en el nuevo orden mundial que gira hacia Oriente. Con un presidente al que nadie toma en serio, Estados Unidos ha dejado de ser el país en el que uno puede confiar y Pekín ha ido tomando el relevo incluso en feudos americanos como Filipinas. Al Partido Comunista, que no se decanta públicamente por ningún candidato, le conviene tener a un bufón en la Casa Blanca. Biden, por el contrario, ha anunciado que no reducirá la presión sobre China y podría resultar más peligroso que Trump si logra sumar el apoyo del bloque occidental, actualmente dividido en lo que se refiere a la guerra comercial o el veto a las redes 5G de Huawei.
De hecho, Biden ya ha anunciado su intención de organizar una 'cumbre de la democracia' durante su primer año de mandato para tratar de unir fuerzas contra los regímenes dictatoriales del mundo «y crear una agenda común». A diferencia de Trump, también es un líder preocupado por el cambio climático, aunque se mueve en arenas movedizas y ya ha dado marcha atrás a sus planes para prohibir el 'fracking', una forma polémica fórmula para la extracción de gas que supone una importante fuente de ingresos en estados clave como Pensilvania."
Fuente: El Correo. Zigor Aldama - 5 noviembre 2020, 16:39
De hecho, Biden ya ha anunciado su intención de organizar una 'cumbre de la democracia' durante su primer año de mandato para tratar de unir fuerzas contra los regímenes dictatoriales del mundo «y crear una agenda común». A diferencia de Trump, también es un líder preocupado por el cambio climático, aunque se mueve en arenas movedizas y ya ha dado marcha atrás a sus planes para prohibir el 'fracking', una forma polémica fórmula para la extracción de gas que supone una importante fuente de ingresos en estados clave como Pensilvania."
Fuente: El Correo. Zigor Aldama - 5 noviembre 2020, 16:39
Biden quiere reconstruir el liderazgo de EU en el mundo
"Joe Biden usó una expresión que recoge muy bien sus intenciones y es esta idea de que Estados Unidos vuelva a liderar de nuevo el sistema internacional."
“Creo que la mayor amenaza para Estados Unidos ahora mismo, en el sentido de romper nuestra seguridad y nuestras alianzas, es Rusia, mientras que nuestro mayor competidor es China. Y dependiendo de cómo manejemos eso, se decidirá si somos competencia o si acabamos en una competición más seria en el sentido del uso de la fuerza”, respondió Biden en una entrevista con el programa de la cadena CBS, 60 Minutos.
“Creo que la mayor amenaza para Estados Unidos ahora mismo, en el sentido de romper nuestra seguridad y nuestras alianzas, es Rusia, mientras que nuestro mayor competidor es China. Y dependiendo de cómo manejemos eso, se decidirá si somos competencia o si acabamos en una competición más seria en el sentido del uso de la fuerza”, respondió Biden en una entrevista con el programa de la cadena CBS, 60 Minutos.
Biden emitirá un implacable ultimátum sobre el Brexit en la primera llamada telefónica con Boris: '¡Firme un acuerdo ahora!'
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Joe Biden defendió la guerra de Irak. ¿Volverá eso a perseguirlo ahora?
En 2016, Donald Trump invocó la guerra de Irak contra sus oponentes en su propia victoria sorpresa en las primarias republicanas. Y luego lo usó contra Clinton, probablemente con un efecto significativo, en las elecciones generales que siguieron.
Elecciones en Estados Unidos: el gatopardismo de Biden
Pero ¿un gobierno de Joseph Biden será menos perjudicial para América latina? Si se observan las decisiones nefastas que, durante casi 40 años de carrera, el demócrata adoptó contra los intereses de nuestra región, se concluye que no.
Hay abundantes pruebas del belicismo de Biden a lo largo de su extensísima carrera como senador (1973-2009). El caso más emblemático fue la guerra contra Irak en 2003, bajo el gobierno del republicano de George Bush Jr. En ese momento, los demócratas controlaban el Senado y según explica el columnista norteamericano, Mark Weisbrot, en The Guardian, “Biden hizo mucho más que simplemente votar a favor de la guerra”. “Como presidente de la comisión de relaciones exteriores del Senado, él debía elegir a los 18 expertos que analizarían el tema. Eligió todos a favor de la invasión y respaldó argumentos falsos como la existencia de armas de destrucción masiva y la presencia de Al Qaeda en Irak aunque el gobierno de Saddam Hussein era probadamente secular”. (https://www.theguardian.com/commentisfree/2020/feb/17/joe-biden-role-iraq-war) Weisbrot concluye: “Biden debería explicar el rol que jugó en esa guerra desastrosa”.
En el sitito “The intercept”, John Washington analizó en detalle las políticas que, durante décadas, adoptó Biden para América latina y llegó a la conclusión de que difícilmente el demócrata vaya a revertir el daño que Trump hizo a la región. (https://theintercept.com/2020/04/18/trump-latin-america-foreign-policy-joe-biden/). Entre otras acciones ejecutadas por Biden, analiza el Plan Colombia (otro proyecto siniestro); sus vínculos con la DEA y sus presiones para que se aprobaran las reformas neoliberales en ese país.
En cuanto al tema de los migrantes, durante la campaña 2020, Biden se mostró dolido por los 545 niños, separados de sus padres, que siguen encerrados en las jaulas que mandó construir Barack Obama, cuando él era su vicepresidente. En 2014, no era tan compasivo. Según demuestra “The Intercept”, Biden se refirió públicamente a los nenes centroamericanos que estaban en la frontera méxico- norteamericana como “esa peligrosa oleada de inmigración”.
Por otra parte, hay que preguntarse si Biden, en el que caso de querer retomar la agenda en política exterior de Obama, está en capacidad de hacerlo. Aún en el caso de tener la correlación de fuerzas necesarias, parece difícil.
Trump asumió la presidencia de un imperio en declinación e intentó, como alternativa, un nuevo paradigma. Para eso, pegó un volantazo de 180 grados y encaró el cierre del ciclo abierto en 1945, cuando un EE.UU. victorioso construyó la arquitectura de un nuevo orden mundial que estructuró el mundo en las últimas siete décadas.
Hacia adentro y hacia afuera, Trump operó transformaciones profundas de difícil reversión. Sólo en política exterior rompió el acuerdo nuclear con Irán (según él “el peor de la historia de EE.UU.”); deshizo la aproximación con Cuba; rechazó el Acuerdo de París sobre cambio climático; se retiró de la UNESCO y rompió relaciones con la Organización Mundial de la Salud.
Una a una, Trump fue mellando las organizaciones internacionales de posguerra: sacudió los cimientos europeos de la OTAN (a diferencia de Biden se negó a apoyar la cláusula por la cual los socios de la organización se defienden mutuamente de agresiones externas); ninguneó el G7 y criticó fuertemente la inoperancia y burocracia de la ONU calificándola como “un club para pasársela bien”.
En el plano económico es tal vez donde el tsunami pegó más fuerte. Congeló los tratados económicos globalistas por considerarlos “horribles”; se retiró de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, entre EEUU y la Unión Europea); canceló el Transpacífico (TTP, acordado por Obama con 12 naciones) y reestructuró el acuerdo de libre comercio con Canadá y México. Alentó el Brexit y el quiebre de la Unión Europea. Dejó inoperante a la Organización Mundial del Comercio y en el Banco Interamericano de Desarrollo impuso, por primera vez, un presidente norteamericano.
En el plano diplomático y militar (sólo por nombrar algunos de los muchos cambios profundos) acordó con los talibanes en Afganistán y el Pentágono se está retirando tanto de allí como de Irak y Siria. Para Israel y Oriente Medio lanzó el polémico Acuerdo del Siglo para rediseñar la región. ¿Cómo volver atrás de todos esos cambios?
Biden asumirá como presidente de un país atravesado por diversas crisis internas, movilizaciones sociales que llegaron para quedarse y pérdida de liderazgo en un escenario internacional complejo. Esa es, tal vez, nuestra gran oportunidad. Aunque la naturaleza de las políticas demócratas no sea afín a nuestros intereses, esta coyuntura histórica puede ser la ocasión para retomar con entusiasmo nuestra agenda de integración y el destino que la Patria Grande se merece.
Fuente: Página 12 - 8/nov./2020 - Por Telma Luzzani
Hay abundantes pruebas del belicismo de Biden a lo largo de su extensísima carrera como senador (1973-2009). El caso más emblemático fue la guerra contra Irak en 2003, bajo el gobierno del republicano de George Bush Jr. En ese momento, los demócratas controlaban el Senado y según explica el columnista norteamericano, Mark Weisbrot, en The Guardian, “Biden hizo mucho más que simplemente votar a favor de la guerra”. “Como presidente de la comisión de relaciones exteriores del Senado, él debía elegir a los 18 expertos que analizarían el tema. Eligió todos a favor de la invasión y respaldó argumentos falsos como la existencia de armas de destrucción masiva y la presencia de Al Qaeda en Irak aunque el gobierno de Saddam Hussein era probadamente secular”. (https://www.theguardian.com/commentisfree/2020/feb/17/joe-biden-role-iraq-war) Weisbrot concluye: “Biden debería explicar el rol que jugó en esa guerra desastrosa”.
En el sitito “The intercept”, John Washington analizó en detalle las políticas que, durante décadas, adoptó Biden para América latina y llegó a la conclusión de que difícilmente el demócrata vaya a revertir el daño que Trump hizo a la región. (https://theintercept.com/2020/04/18/trump-latin-america-foreign-policy-joe-biden/). Entre otras acciones ejecutadas por Biden, analiza el Plan Colombia (otro proyecto siniestro); sus vínculos con la DEA y sus presiones para que se aprobaran las reformas neoliberales en ese país.
En cuanto al tema de los migrantes, durante la campaña 2020, Biden se mostró dolido por los 545 niños, separados de sus padres, que siguen encerrados en las jaulas que mandó construir Barack Obama, cuando él era su vicepresidente. En 2014, no era tan compasivo. Según demuestra “The Intercept”, Biden se refirió públicamente a los nenes centroamericanos que estaban en la frontera méxico- norteamericana como “esa peligrosa oleada de inmigración”.
Por otra parte, hay que preguntarse si Biden, en el que caso de querer retomar la agenda en política exterior de Obama, está en capacidad de hacerlo. Aún en el caso de tener la correlación de fuerzas necesarias, parece difícil.
Trump asumió la presidencia de un imperio en declinación e intentó, como alternativa, un nuevo paradigma. Para eso, pegó un volantazo de 180 grados y encaró el cierre del ciclo abierto en 1945, cuando un EE.UU. victorioso construyó la arquitectura de un nuevo orden mundial que estructuró el mundo en las últimas siete décadas.
Hacia adentro y hacia afuera, Trump operó transformaciones profundas de difícil reversión. Sólo en política exterior rompió el acuerdo nuclear con Irán (según él “el peor de la historia de EE.UU.”); deshizo la aproximación con Cuba; rechazó el Acuerdo de París sobre cambio climático; se retiró de la UNESCO y rompió relaciones con la Organización Mundial de la Salud.
Una a una, Trump fue mellando las organizaciones internacionales de posguerra: sacudió los cimientos europeos de la OTAN (a diferencia de Biden se negó a apoyar la cláusula por la cual los socios de la organización se defienden mutuamente de agresiones externas); ninguneó el G7 y criticó fuertemente la inoperancia y burocracia de la ONU calificándola como “un club para pasársela bien”.
En el plano económico es tal vez donde el tsunami pegó más fuerte. Congeló los tratados económicos globalistas por considerarlos “horribles”; se retiró de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, entre EEUU y la Unión Europea); canceló el Transpacífico (TTP, acordado por Obama con 12 naciones) y reestructuró el acuerdo de libre comercio con Canadá y México. Alentó el Brexit y el quiebre de la Unión Europea. Dejó inoperante a la Organización Mundial del Comercio y en el Banco Interamericano de Desarrollo impuso, por primera vez, un presidente norteamericano.
En el plano diplomático y militar (sólo por nombrar algunos de los muchos cambios profundos) acordó con los talibanes en Afganistán y el Pentágono se está retirando tanto de allí como de Irak y Siria. Para Israel y Oriente Medio lanzó el polémico Acuerdo del Siglo para rediseñar la región. ¿Cómo volver atrás de todos esos cambios?
Biden asumirá como presidente de un país atravesado por diversas crisis internas, movilizaciones sociales que llegaron para quedarse y pérdida de liderazgo en un escenario internacional complejo. Esa es, tal vez, nuestra gran oportunidad. Aunque la naturaleza de las políticas demócratas no sea afín a nuestros intereses, esta coyuntura histórica puede ser la ocasión para retomar con entusiasmo nuestra agenda de integración y el destino que la Patria Grande se merece.
Fuente: Página 12 - 8/nov./2020 - Por Telma Luzzani
Hillary Clinton dice que Biden no debería conceder las elecciones 'bajo ninguna circunstancia'
Hillary Clinton dijo en una nueva entrevista que Joe Biden no debería ceder las elecciones presidenciales de 2020 "bajo ninguna circunstancia", anticipando problemas que podrían prolongar el conocimiento del resultado final.
“Joe Biden no debería ceder bajo ninguna circunstancia, porque creo que esto se va a prolongar y, finalmente, creo que ganará si no cedemos ni una pulgada, y si estamos tan concentrados e implacables como el otro lado. ”, Dijo Clinton en una entrevista con su exdirectora de comunicaciones Jennifer Palmieri para“ The Circus ”de Showtime, que publicó un clip el martes. NEWS 26/agt../2020
Senador pro-sionista
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"El senador republicano de Carolina del Sur, Lindsey Graham, no cree que Donald Trump deba conceder las elecciones, luego de que los informes de las boletas electorales nacionales confirmaron la victoria de Joe Biden durante el fin de semana.
Al abordar la renuencia de Trump a aceptar la victoria de su oponente demócrata, mientras el presidente impulsa acusaciones falsas de fraude electoral y corrupción, Graham calificó los resultados de las elecciones como "controvertidos" durante una aparición en Fox News el domingo por la mañana."
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La capacidad de la CIA para piratear el voto
Tengo fuentes independientes que han confirmado durante mucho tiempo que esto es absolutamente acertado. Esto es algo que ni Rusia ni China podrían hacer porque carecen de la infraestructura que la CIA / NSA ha establecido con conexiones directas a las líneas troncales para las comunicaciones. Además, eso también fue confirmado por los documentos publicados por Snowden.
Probablemente no culparán a los chinos ni a los rusos, sino al pantano de cosecha propia. La verdadera pregunta sigue siendo, ¿podrán lograrlo a gran escala esta vez? Lo que odian de Trump es lo mismo que odiaban de Kennedy: reducir la presencia estadounidense en guerras absurdas. Fue Kennedy quien desató el pánico del oro en 1960 durante el debate al decir que para apoyar al dólar sería fácil cerrar las bases militares en alta mar. (3/nov./2020)
Paul Craig Roberts, economista, escritor y ex subsecretario del Tesoro durante la Administración Reagan:
"Votar por correo facilita enormemente el uso del software de alteración de votos y el uso de vertederos de boleta. Los medios hablan con una sola voz. La prensa escrita, la televisión, la NPR, las redes sociales y los sitios de Internet anti-Trump ejercen la censura y controlan las explicaciones. *Estamos experimentando un golpe bien diseñado y exitoso* contra la democracia estadounidense y el gobierno responsable. No, esta no es una teoría de la conspiración. *Es una revolución contra* el estado rojo de *Estados Unidos.* Los republicanos deberían pensar en cambio lo que significa ser gobernado por un presidente cubierto de un escándalo criminal que también parece estar sufriendo confusión mental... Piense en lo poco probable que será el éxito del boleto Biden / Harris. *Todo el mundo sabe que Biden sufre confusión mental.* A los eventos de su campaña apenas asistieron. *Harris tuvo tan poco apoyo en las primarias demócratas que fue la primera en abandonar.* Incluso los demócratas no la querían; sin embargo, termina siendo elegida como vicepresidenta demócrata. Los estadounidenses vieron cómo los regímenes demócratas en Minneapolis, Seattle, Portland, Chicago, Nueva York, Filadelfia, Atlanta y otras ciudades respondían a los disturbios y saqueos obstaculizando y desfinanciando a la policía. ¿Cómo puede un partido tan poco atractivo cuyos funcionarios electos se negaron a hacer cumplir la ley y el orden ganar las elecciones presidenciales? *La respuesta es un fraude.* La amenaza que representa para la democracia el software descrito por el general McInerney es devastadora. Con dicho software en manos de los servicios de inteligencia, cada elección en cada país puede decidirse entre bastidores. *Esto facilita el gobierno de las élites.* El software de alteración de votos convierte la democracia en una tapadera para un gobierno egoísta. Sí, las élites siempre han intentado comprar elecciones, pero ahora pueden programarlas. *A menudo he escrito que la revolución digital fue la mayor amenaza que enfrenta la humanidad. La prueba se acumula todos los días. La prensa prostituta hace el ridículo tratando de encubrir el fraude electoral para los demócratas. Es divertido ver cómo las prostitutas tratan de encubrir el fraude electoral para los demócratas. |
Aquí, hay un ejemplo de la BBC comprada y pagada cuyo 'Reality Check Team' se ha comprometido a 'verificar los hechos' el 'rumor' de un volcado repentino de 138.000 votos para Biden en Michigan durante las primeras horas de la mañana...
BBC afirma que se trata de un 'error de entrada de datos' que se corrigió. El 'error de entrada de datos' no se corrigió, y si se lo hizo no fue hasta que se convirtió en un problema. ¿Cómo sabe la BBC que el repentino aumento en los votos para Biden no fue un fraude que, cuando fue expuesto, fue explicado por funcionarios corruptos como un 'error de entrada de datos'? Tenga en cuenta también que exactamente lo mismo ocurrió en la vecina Wisconsin aproximadamente al mismo tiempo. Entonces, ¿tuvimos dos 'errores de ingreso de datos' simultáneos en dos estados críticos en disputa que borraron la ventaja de Trump? ¿Qué tan probable es eso? Tenga en cuenta también que corregir el 'error de entrada de datos' no resultó en la reaparición gananciosa de Trump. Entonces, ¿cómo se corrigió el error? ¿Por qué un servicio de noticias británico tiene un 'equipo de verificación de hechos' para proteger a un partido político estadounidense? ¿Está organizada globalmente la campaña contra el estado rojo de Estados Unidos? Tenga en cuenta otros dos patrones de voto anómalos. En los estados críticos críticos, los votos demócratas para senadores no coinciden con los votos para Biden y, a pesar de lo que parece ser una participación demócrata récord, ¡los demócratas perdieron escaños en las elecciones! ¿Qué explica la ausencia de votaciones 'por la papeleta' en las votaciones de la Cámara de los Demócratas y el Senado? *El fraude en la votación de Biden es una respuesta obvia*". Montones de pruebas de una elección robada
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De los ejercicios que Protect Democracy hizo en el verano boreal 2020.
Ahí se habló de olvidarse del concepto de "ganador en la noche de elecciones" y que la disputa por quien es realmente el triunfador podía llegar incluso al 20 de enero de 2021 Protect Democracy lo integran gente con vinculaciones con la CIA. |
Prensa británica celebrando el golpe de estado en contra de Trump:
George W. Bush felicita a Biden por su victoria y su discurso de victoria 'patriótico' mientras le dice a Trump que ceda porque la elección 'fue fundamentalmente justa y su resultado es claro'
"El expresidente George W. Bush se ha desmarcado de Trump y ha felicitado a Biden con un comunicado en el que proclama: 'Te ayudaré en todo lo que necesites'".
Nota de Diego Pappalardo: El criminal de guerra y anticomunista, George W. Bush, le ofrece su ayuda al otro criminal de guerra, Joe "Guaidó" Biden.
Ambas facciones son integrantes de la élite estadounidense de gestión global contra la cual confronta Donald Trump ya que, REITERO, está en juego la continuidad histórica de la "PAX AMERICANA", que es un sistema de gestión internacional que tanto GEORGE SOROS como BUSH defienden mediante golpes de estados, golpes financieros y masacres de naciones.
Ambas facciones son integrantes de la élite estadounidense de gestión global contra la cual confronta Donald Trump ya que, REITERO, está en juego la continuidad histórica de la "PAX AMERICANA", que es un sistema de gestión internacional que tanto GEORGE SOROS como BUSH defienden mediante golpes de estados, golpes financieros y masacres de naciones.
Netanyahu y Rivlin felicitan a Biden por el triunfo en las elecciones de EEUU
"Doce horas después de que la mayoría de las principales cadenas televisivas de Estados Unidos proyectaran la derrota del presidente norteamericano, Donald Trump, y bastante después de que la mayoría de los líderes del mundo lo hiciera; el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el presidente, Reuvén Rivlin, felicitaron al candidato demócrata, Joe Biden, por el triunfo en las elecciones de Estados Unidos.
'Congratulaciones Joe Biden y Kamala Harris. Joe, hemos tenido una larga y cálida relación por más de cuarenta años, y sé que usted es un gran amigo de Israel', apuntó Netanyahu en un mensaje de Twitter.
'Espero trabajar juntos con ustedes para fortalecer aún más la alianza especial entre EE. UU. e Israel'.
En otro mensaje de Twitter, Netanyahu agradeció a Trump 'por la amistad que ha mostrado hacia el Estado de Israel y a mí personalmente, por reconocer a Jerusalén y al Golán, por enfrentar a Irán y por los históricos acuerdos de paz, y por haber llevado la alianza Estados Unidos-Israel a alturas sin precedentes'".
'Congratulaciones Joe Biden y Kamala Harris. Joe, hemos tenido una larga y cálida relación por más de cuarenta años, y sé que usted es un gran amigo de Israel', apuntó Netanyahu en un mensaje de Twitter.
'Espero trabajar juntos con ustedes para fortalecer aún más la alianza especial entre EE. UU. e Israel'.
En otro mensaje de Twitter, Netanyahu agradeció a Trump 'por la amistad que ha mostrado hacia el Estado de Israel y a mí personalmente, por reconocer a Jerusalén y al Golán, por enfrentar a Irán y por los históricos acuerdos de paz, y por haber llevado la alianza Estados Unidos-Israel a alturas sin precedentes'".
Nota de Diego Pappalardo:
En mi texto de julio, manifesté:
"Pues bien, indiscutiblemente, el presidente Trump es respaldado por una agrupación de clanes de poder, entre las cuales está el sionismo, pero, sosteniendo la opinión humilde que tengo desde el año 2016, este no le configura ni le determina la totalidad de la agenda de la política exterior.
Por consiguiente, el mandatario norteamericano, en la realización de su juego de poder y con vista a su consolidación en Washington, concede medidas, confiere protección y estimula la subsistencia incremental de Israel. Sin embargo, no les satisface entera y completamente a los integrantes de la geopolítica sionista".
En mi texto de julio, manifesté:
"Pues bien, indiscutiblemente, el presidente Trump es respaldado por una agrupación de clanes de poder, entre las cuales está el sionismo, pero, sosteniendo la opinión humilde que tengo desde el año 2016, este no le configura ni le determina la totalidad de la agenda de la política exterior.
Por consiguiente, el mandatario norteamericano, en la realización de su juego de poder y con vista a su consolidación en Washington, concede medidas, confiere protección y estimula la subsistencia incremental de Israel. Sin embargo, no les satisface entera y completamente a los integrantes de la geopolítica sionista".
Así dejaron a Siria CLINTON/OBAMA/BIDEN/HARRIS/PELOSI/SUSAN RICE/MICHELE FLOURNO Y SOROS
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George Soros se defiende de los enemigos populistas
Nota de Diego Pappalardo: George Soros, liberal, anticomunista y que contribuyó a la caída de la Unión Soviética, odia a los movimientos populistas patrióticos porque la presencia, el crecimiento y el control del curso político nacional por parte de ellos significa expulsarlo a él de la dirección de los procesos socio-políticos y recortar sustancialmente las tasas de ganancias gigantescas de los parásitos financieros que él representa.
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De las redes sociales:
*Felicito a la Izquierda TONTA*
1. Que celebra el triunfo de Biden, ex vice presidente en el gobierno más guerrerista y asesino de la historia reciente. El gobierno de Barack Obama, creador a través de la CIA del grupo terrorista más asesino de Oriente Medio, ISIS o Estado Islámico.
2. Vice presidente en el gobierno asesino de Muahamar el Ghaddafi y destructor de Libia, el país con mayor nivel de vida de África antes de la invasión y destrucción ejecutada por OBAMA-BIDEN.
3. Auspiciador junto a Hillary Clinton y Barack Obama de la guerra sanguinaria en Siria que llevó a millones de personas a morir tratando de escapar de la guerra y la muerte no a manos de Bashar Al Assad sino a manos de los "corta cabezas" del Estado Islámico, asesinos sanguinarios formados por la CIA durante el gobierno de Obama y protegidos por el ejército de Estados Unidos bajo la vicepresidencia de Biden para fomentar el caos en Siria.
4. Vice presidente del gobierno que asesinó a Osama Bin Laden sin previo juicio, sin mostrar su cuerpo sino que lo lanzaron al mar en lugar desconocido, desde un helicóptero. Algo muy humanitario.
La izquierda mundial está sin rumbo, totalmente desubicada. Respondiendo a lo que le dicen desde CNN y FOX.
Anónimo
1. Que celebra el triunfo de Biden, ex vice presidente en el gobierno más guerrerista y asesino de la historia reciente. El gobierno de Barack Obama, creador a través de la CIA del grupo terrorista más asesino de Oriente Medio, ISIS o Estado Islámico.
2. Vice presidente en el gobierno asesino de Muahamar el Ghaddafi y destructor de Libia, el país con mayor nivel de vida de África antes de la invasión y destrucción ejecutada por OBAMA-BIDEN.
3. Auspiciador junto a Hillary Clinton y Barack Obama de la guerra sanguinaria en Siria que llevó a millones de personas a morir tratando de escapar de la guerra y la muerte no a manos de Bashar Al Assad sino a manos de los "corta cabezas" del Estado Islámico, asesinos sanguinarios formados por la CIA durante el gobierno de Obama y protegidos por el ejército de Estados Unidos bajo la vicepresidencia de Biden para fomentar el caos en Siria.
4. Vice presidente del gobierno que asesinó a Osama Bin Laden sin previo juicio, sin mostrar su cuerpo sino que lo lanzaron al mar en lugar desconocido, desde un helicóptero. Algo muy humanitario.
La izquierda mundial está sin rumbo, totalmente desubicada. Respondiendo a lo que le dicen desde CNN y FOX.
Anónimo
Visión de un intelectual inglés, sobre el presidente de EEUU.
Un escritor inglés ingenioso y elocuente llamado Nate White respondió a la pregunta de por qué a algunos británicos no les gusta Donald Trump y escribió lo siguiente :
"Trump carece de ciertas cualidades que los británicos tradicionalmente estiman. Por ejemplo, no tiene clase, ni encanto, ni frialdad, ni credibilidad, ni compasión, ni ingenio, ni calidez, ni sutileza, ni sensibilidad, ni autoconciencia, ni humildad, ni honor, ni gracia, todas las cualidades, curiosamente, con las cuales su predecesor fue generosamente bendecido. Ni siquiera sabe entender lo que es una broma y aunque Trump puede ser risible nunca ha dicho nada irónico, ingenioso o incluso ligeramente divertido, ni una vez, nunca. Y este hecho es particularmente perturbador para la sensibilidad británica. Para nosotros carecer de humor es casi inhumano. Pero con Trump es un hecho. Ni siquiera parece entender lo que es una broma, su idea de una broma es un comentario grosero, un insulto analfabeto, un acto casual de crueldad.
Trump es un troll y como todos los trolls, nunca es divertido y nunca se ríe; sólo canta y se burla. Su mente es un simple bot como algoritmo de los prejuicios mezquinos y la maldad instintiva. Nunca hay ninguna capa debajo de la ironía, complejidad, matiz o profundidad, es todo superficial.
Algunos estadounidenses podrían ver esto como refrescante, nosotros no, lo vemos como que no tiene mundo interior ni alma. Y en Gran Bretaña tradicionalmente estamos del lado de David y no de Goliat. Todos nuestros héroes son valientes perdedores: Robin Hood, Dick Whittington, Oliver Twist.
Trump no es un valiente ni un desvalido. Él es exactamente lo contrario de eso. Ni siquiera es un niño malcriado o un gato gordo codicioso. Él es más un baboso blanco gordo. Y lo que es peor, es la más imperdonable de todas las cosas para los británicos: un matón. Es decir, excepto cuando está entre matones, entonces de repente se transforma en un compinche llorón en su lugar.
Él rompe todas las reglas de la decencia básica. El golpea abajo lo que un caballero nunca debería hacer y cada golpe que apunta esta por debajo del cinturón. Le gusta particularmente patear a los vulnerables o sin voz y los patea cuando están abajo.
Es imposible leer un solo tweet o escucharlo decir una frase o dos frases sin mirar profundamente en el abismo. Es un Picasso de mezquindades, un Shakespeare de mierda, sus defectos son fractales, incluso sus defectos tienen defectos. Siempre ha habido gente estúpida en el mundo y mucha gente desagradable también, pero raramente la estupidez ha sido tan desagradable o la maldad tan estúpida.
Él hace que Nixon parezca digno de confianza y George Bush parezca inteligente.
De hecho si Frankerstein decidiera hacer un monstruo de defectos humanos él haría un Trump. Y un doctor Frankenstein arrepentido se agarraria los mechones de pelo y gritaría, angustiado: ¿mi Dios qué he creado?
Si ser un idiota fuese un prograna de televisión Trump sería una serie."
Fuente: British Writer Pens. Publicado por Colarebo el 20 de abril del 2020. Titulado "La mejor descripción de Trump que he leído".
Un escritor inglés ingenioso y elocuente llamado Nate White respondió a la pregunta de por qué a algunos británicos no les gusta Donald Trump y escribió lo siguiente :
"Trump carece de ciertas cualidades que los británicos tradicionalmente estiman. Por ejemplo, no tiene clase, ni encanto, ni frialdad, ni credibilidad, ni compasión, ni ingenio, ni calidez, ni sutileza, ni sensibilidad, ni autoconciencia, ni humildad, ni honor, ni gracia, todas las cualidades, curiosamente, con las cuales su predecesor fue generosamente bendecido. Ni siquiera sabe entender lo que es una broma y aunque Trump puede ser risible nunca ha dicho nada irónico, ingenioso o incluso ligeramente divertido, ni una vez, nunca. Y este hecho es particularmente perturbador para la sensibilidad británica. Para nosotros carecer de humor es casi inhumano. Pero con Trump es un hecho. Ni siquiera parece entender lo que es una broma, su idea de una broma es un comentario grosero, un insulto analfabeto, un acto casual de crueldad.
Trump es un troll y como todos los trolls, nunca es divertido y nunca se ríe; sólo canta y se burla. Su mente es un simple bot como algoritmo de los prejuicios mezquinos y la maldad instintiva. Nunca hay ninguna capa debajo de la ironía, complejidad, matiz o profundidad, es todo superficial.
Algunos estadounidenses podrían ver esto como refrescante, nosotros no, lo vemos como que no tiene mundo interior ni alma. Y en Gran Bretaña tradicionalmente estamos del lado de David y no de Goliat. Todos nuestros héroes son valientes perdedores: Robin Hood, Dick Whittington, Oliver Twist.
Trump no es un valiente ni un desvalido. Él es exactamente lo contrario de eso. Ni siquiera es un niño malcriado o un gato gordo codicioso. Él es más un baboso blanco gordo. Y lo que es peor, es la más imperdonable de todas las cosas para los británicos: un matón. Es decir, excepto cuando está entre matones, entonces de repente se transforma en un compinche llorón en su lugar.
Él rompe todas las reglas de la decencia básica. El golpea abajo lo que un caballero nunca debería hacer y cada golpe que apunta esta por debajo del cinturón. Le gusta particularmente patear a los vulnerables o sin voz y los patea cuando están abajo.
Es imposible leer un solo tweet o escucharlo decir una frase o dos frases sin mirar profundamente en el abismo. Es un Picasso de mezquindades, un Shakespeare de mierda, sus defectos son fractales, incluso sus defectos tienen defectos. Siempre ha habido gente estúpida en el mundo y mucha gente desagradable también, pero raramente la estupidez ha sido tan desagradable o la maldad tan estúpida.
Él hace que Nixon parezca digno de confianza y George Bush parezca inteligente.
De hecho si Frankerstein decidiera hacer un monstruo de defectos humanos él haría un Trump. Y un doctor Frankenstein arrepentido se agarraria los mechones de pelo y gritaría, angustiado: ¿mi Dios qué he creado?
Si ser un idiota fuese un prograna de televisión Trump sería una serie."
Fuente: British Writer Pens. Publicado por Colarebo el 20 de abril del 2020. Titulado "La mejor descripción de Trump que he leído".
Partidarios de Trump en Atlanta:
Nota de Diego Pappalardo: Veo que su software (el de Correa) sufre de algunas alteraciones generadas por fuentes externas.
Su entusiasmo por Biden contrasta evidentemente con las posiciones de jugadores de Clase Mundial tales como Putin y Xi Jinping.
También hay una contradicción marcada entre el añoramiento por los tiempos fundacionales de Unasur y su alegría desbordada por Biden, aquellos que quieren expulsar de la Casa Blanca a Trump son los mismos que hicieron todo lo posible para no perder su hegemonía en la región: el establishment demócrata-republicano.
Está claro que muchos dirigentes políticos de la llamada "derecha o ultraderecha" regionales se acercaron circunstancialmente a Trump por intereses facciosos y no por unidad con la agenda trumpiana.
Estos son los que no paran de felicitar a Biden ya sea porque son demócratas o por vía republicana del clan Bush.
Hay que enfatizar la soberanía político-estatal, la grandeza económica del pueblo, especialmente de los trabajadores, y la liberación cultural mediante la construcción y desarrollo de un formato propio en vez de vindicar tonterías de agendas sociales del liberalismo clintonista-sorosiano.
Además, de concretarse final y exitosamente el Golpe contra Trump, los derechistas tales como Bush van a trabajar tenazmente para erradicar de EE.UU y otros países ideas-fuerza similares al trumpismo.
Van a sostener a Biden, tal y como lo dijo Bush hijo.
Biden fue promotor del bombardeó de Yugoslavia, es quien apoyó la guerra contra Saddam Hussein, Gaddafi y Al Assad. En el gobierno Obama-Biden se creó el Estado Islámico.
Quiere conversar con Irán, pero, al igual que Soros, quiere formatear la sociedad iraní paso a paso y, principalmente, no quieren a un Irán fuerte geopolíticamente hablando porque ello iría contra la Pax Americana.
No puede escapar de su ADN, historial y plan de su grupo.
Su entusiasmo por Biden contrasta evidentemente con las posiciones de jugadores de Clase Mundial tales como Putin y Xi Jinping.
También hay una contradicción marcada entre el añoramiento por los tiempos fundacionales de Unasur y su alegría desbordada por Biden, aquellos que quieren expulsar de la Casa Blanca a Trump son los mismos que hicieron todo lo posible para no perder su hegemonía en la región: el establishment demócrata-republicano.
Está claro que muchos dirigentes políticos de la llamada "derecha o ultraderecha" regionales se acercaron circunstancialmente a Trump por intereses facciosos y no por unidad con la agenda trumpiana.
Estos son los que no paran de felicitar a Biden ya sea porque son demócratas o por vía republicana del clan Bush.
Hay que enfatizar la soberanía político-estatal, la grandeza económica del pueblo, especialmente de los trabajadores, y la liberación cultural mediante la construcción y desarrollo de un formato propio en vez de vindicar tonterías de agendas sociales del liberalismo clintonista-sorosiano.
Además, de concretarse final y exitosamente el Golpe contra Trump, los derechistas tales como Bush van a trabajar tenazmente para erradicar de EE.UU y otros países ideas-fuerza similares al trumpismo.
Van a sostener a Biden, tal y como lo dijo Bush hijo.
Biden fue promotor del bombardeó de Yugoslavia, es quien apoyó la guerra contra Saddam Hussein, Gaddafi y Al Assad. En el gobierno Obama-Biden se creó el Estado Islámico.
Quiere conversar con Irán, pero, al igual que Soros, quiere formatear la sociedad iraní paso a paso y, principalmente, no quieren a un Irán fuerte geopolíticamente hablando porque ello iría contra la Pax Americana.
No puede escapar de su ADN, historial y plan de su grupo.
(The Agony of Kosova) - DioGuardi Clashes with Sen. Biden in Q&A at Hearing on Kosova 05-01-1998
Joe Biden le dice públicamente al presidente yugoslavo en 1998 que si no hace lo que le dicen, Estados Unidos bombardeará su país (que es lo que hizo Estados Unidos en 1999)
"El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, conoce perfectamente España y tuvo incluso una sonora polémica con el Gobierno en 2009 a costa de la retirada de las tropas militares de Kosovo.
La decisión unilateral no gustó a la administración de Barack Obama, que, en la persona del entonces vicepresidente, reprochó personalmente al entonces jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, lo sucedido. Ocurrió en marzo de 2009 en la ciudad chilena de Viña del Mar. Allí, en un 'cara a cara' entre ambos pudieron reconducirse las relaciones entre ambos países. Moncloa intuía que la decisión de retirar a las tropas españolas de Kosovo no había gustado en la Casa Blanca y por eso Zapatero se desplazó hasta la cumbre de Viña del Mar para intentar verse con Biden. Fue un 'encuentro informal' entre ambos y a la salida el vicepresidente estadounidense declaró que daba el asunto por 'cerrado'. |
¿Qué pasó en esa sala entre ambos? Un cable secreto de Wikileaks publicado por El País un año después ofrece detalles de aquella conversación privada. Un mensaje en el que se relata que Biden 'criticó' y 'pidió a España que consulte con EEUU antes' de retirar las tropas de otro país y que lo haga 'de forma más transparente en el futuro'.
Hay que recordar que España había sido uno de los cinco países de la UE que no había reconocido la independencia de Kosovo, algo que también irritó a la administración de Obama tal y como se puede leer en otro cable que relata una reunión en febrero de 2009 entre la entonces secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, con el titular de Exteriores, que entonces era Miguel Ángel Moratinos. Más allá de las críticas por Kosovo, el encuentro Biden-Zapatero en Viña del Mar sirvió para establecer una nueva relación trasatlántica entre Madrid y Washington". |
9 de noviembre de 2020
Putin "espera los resultados oficiales" para felicitar al ganador de las elecciones de EEUU
El presidente ruso Vladimir Putin espera el anuncio de los resultados oficiales de las elecciones presidenciales de Estados Unidos antes de felicitar al ganador, dijo el lunes un portavoz del Kremlin.
"Creemos que es correcto esperar los resultados oficiales de las elecciones que han tenido lugar. Me gustaría recordarles que el presidente Putin ha dicho repetidamente que respetará la elección del pueblo americano, sea cual sea", dijo a los periodistas el portavoz presidencial ruso Dmitry Peskov.
La jefa de la comisión electoral rusa, Ella Pamfilova, dijo el lunes que la votación por correo en Estados Unidos ha dejado "espacios inmensos" para un posible fraude electoral.
Putin fue uno de los primeros líderes en felicitar a Trump por su victoria en 2016, con un mensaje poco más de una hora después de que las proyecciones de los medios estadounidenses dijeran que había ganado.
"Creemos que es correcto esperar los resultados oficiales de las elecciones que han tenido lugar. Me gustaría recordarles que el presidente Putin ha dicho repetidamente que respetará la elección del pueblo americano, sea cual sea", dijo a los periodistas el portavoz presidencial ruso Dmitry Peskov.
La jefa de la comisión electoral rusa, Ella Pamfilova, dijo el lunes que la votación por correo en Estados Unidos ha dejado "espacios inmensos" para un posible fraude electoral.
Putin fue uno de los primeros líderes en felicitar a Trump por su victoria en 2016, con un mensaje poco más de una hora después de que las proyecciones de los medios estadounidenses dijeran que había ganado.
China y Rusia se abstienen de felicitar a Joe Biden
A diferencia de la mayoría de los países del mundo, China y Rusia, así como Brasil y México, no felicitaron a Joe Biden.
Por su parte China también se abstuvo de felicitar a Joe Biden por su victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, aduciendo, este lunes, que todavía no se conoce el resultado final de los comicios.
"Hasta donde sabemos, el resultado de las elecciones quedará determinado por las leyes y los procedimientos en vigor en Estados Unidos", agregó, dos días después de la victoria del candidato demócrata, rebatida por el presidente saliente Trump.
En noviembre de 2016, cuando Donald Trump fue elegido presidente de Estados Unidos, Xi Jinping le felicitó al día siguiente de los comicios.
Aunque la derrota del candidato republicano podría suponer un alivio para China, inmersa en una guerra comercial iniciada por Washington en 2018, algunos expertos apuntaron que Pekín podría temer que Joe Biden le presione más en materia de derechos humanos.
Preguntado al respecto, el portavoz chino sostuvo que su país seguiría determinado a defender "su soberanía, su seguridad y su desarrollo".
"Esperamos que la próxima administración estadounidense dé muestras de una voluntad de conciliación", declaró.
"Hasta donde sabemos, el resultado de las elecciones quedará determinado por las leyes y los procedimientos en vigor en Estados Unidos", agregó, dos días después de la victoria del candidato demócrata, rebatida por el presidente saliente Trump.
En noviembre de 2016, cuando Donald Trump fue elegido presidente de Estados Unidos, Xi Jinping le felicitó al día siguiente de los comicios.
Aunque la derrota del candidato republicano podría suponer un alivio para China, inmersa en una guerra comercial iniciada por Washington en 2018, algunos expertos apuntaron que Pekín podría temer que Joe Biden le presione más en materia de derechos humanos.
Preguntado al respecto, el portavoz chino sostuvo que su país seguiría determinado a defender "su soberanía, su seguridad y su desarrollo".
"Esperamos que la próxima administración estadounidense dé muestras de una voluntad de conciliación", declaró.
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Cuando en Occidente la corporatocracia mediática declaraba ganador a Biden, la televisión china le daba espacio y voz al equipo de abogados y a la base de votantes de Trump.
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El fragmento viral forma parte de una respuesta más extensa que Biden dio a Dan Pfeiffer, presentador del programa y exasesor de comunicaciones de Obama. El clip en cuestión corresponde al minuto 19:13 de la grabación, cuando Biden asegura: “En segundo lugar, estamos en una situación en la que nos hemos unido, y ustedes lo hicieron por nuestra Administración, la Administración del presidente Obama antes de esto. Hemos reunido, creo, la organización de fraude electoral más extensa e inclusiva en la historia de la política estadounidense”.
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fraude, y no se saca la cita de contexto, ni es un desliz, como han apuntado los medios sin que nadie se lo pregunte, es Joe Biden el que lo dice y el que debe desmentirlo, pero no puede, a no ser que se tenga en cuenta que está demenciado por la edad, y todos suponen que gobernaría, si el fraude se consuma, por Kamala Harris, del clan Soros.
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El presidente Trump despide al secretario de Defensa Mark Esper
El presidente Donald Trump anunció en Twitter el lunes que había despedido al secretario de Defensa Mark Esper y que Christopher Miller se convertiría en secretario interino «con efecto inmediato».
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Mientras la campaña de Joe Biden intenta presionar a la Administración de Servicios Generales (GSA) para que apruebe una transferencia de poder, la agencia dijo que no ha hecho una evaluación de la situación.
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Aunque el triunfo de Biden parece inminente, aún no hay que descartar ningún escenario y sobre todo hay que recordar que, en el caso de que así fuera y Trump finalmente lo reconociera, no será sino hasta el 20 de enero de 2021 que se realice la entrega de la presidencia y en 70 días muchas cosas pueden pasar.
Entrevista a Mario Ramos
10 de noviembre de 2020
Nota de Diego Pappalardo:
1- Se va a demostrar convincentemente el fraude electoral perpetrado por los demócratas financieristas y sus cómplices republicanos del tándem Bush-McCain.
2- Se va a demostrar convincentemente que hay en marcha un golpe de estado, TODAVÍA INCONCLUSO.
3- El colapso del sistema político tradicional estadounidense es un hecho.
1- Se va a demostrar convincentemente el fraude electoral perpetrado por los demócratas financieristas y sus cómplices republicanos del tándem Bush-McCain.
2- Se va a demostrar convincentemente que hay en marcha un golpe de estado, TODAVÍA INCONCLUSO.
3- El colapso del sistema político tradicional estadounidense es un hecho.
New York Post es del Grupo Murdoch
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"En medio de la negativa del presidente Trump a conceder las elecciones, la agencia federal que necesita eso para dar luz verde a su transición también se ha abstenido de declararlo vencedor, una medida que generalmente se realiza en 24 horas. La demora de la Administración de Servicios Generales (GSA) deja al equipo de Biden sin acceso a $ 6.3 millones en fondos federales, información clasificada y autorizaciones de seguridad o verificaciones de antecedentes para posibles nominados al gabinete, señaló Axios.
También impide el acceso al Departamento de Estado, que facilita las llamadas entre líderes extranjeros, dijo Fox News. " "El líder de la mayoría, Mitch McConnell, insistió en el Senado el lunes que “nuestras instituciones están realmente construidas para este” tipo de desafío. "Tenemos el sistema para considerar las preocupaciones y el presidente Trump está 100% en su derecho de investigar las denuncias de irregularidades y sopesar sus opciones legales", dijo el republicano." |
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que la semana que viene comenzarán a llegar resultados de las elecciones en su país.
A través de su cuenta en la red social Twitter, el jefe de Estado afirmó: “ESTAMOS HACIENDO GRANDES PROGRESOS. LOS RESULTADOS COMIENZAN A LLEGAR EN LA PRÓXIMA SEMANA”.
A través de su cuenta en la red social Twitter, el jefe de Estado afirmó: “ESTAMOS HACIENDO GRANDES PROGRESOS. LOS RESULTADOS COMIENZAN A LLEGAR EN LA PRÓXIMA SEMANA”.
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Sin embargo, y a pesar de su fama de apocalíptico, Trump también ha sido el único presidente en varias décadas que no ha iniciado una guerra. Lo cual parece un dato anodino para los cheerleaders de Obama, quien recibió un premio Nobel por adelantado poco antes de desestabilizar todo Oriente Medio, bombardear Siria, destruir Libia y promover un golpe de estado en Honduras. Eso sin contar que Obama sigue teniendo el récord de deportaciones entre todos los presidentes estadounidenses. Habría que preguntarles a los cientos de miles de cadáveres, a los ejércitos de niños huérfanos y a los esclavos subastados en la costa libia quién de los dos candidatos representa un peligro mayor para la paz mundial.
Joe Biden, oculto en el rol de vicepresidente, estuvo detrás de toda esas matanzas con su pinta de no engañar a nadie y no haber roto un plato. Como presidente le ha llegado la hora de enseñar los dientes.
Joe Biden, oculto en el rol de vicepresidente, estuvo detrás de toda esas matanzas con su pinta de no engañar a nadie y no haber roto un plato. Como presidente le ha llegado la hora de enseñar los dientes.
El canal de noticias estadounidense Fox News detuvo la transmisión en vivo de una rueda de prensa de la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.
El presentador Neil Cavuto cortó las imágenes de la rueda de prensa celebrada este lunes, mientras la secretaria de prensa sugería que existió fraude electoral durante las elecciones presidenciales del país norteamericano.
El presentador Neil Cavuto cortó las imágenes de la rueda de prensa celebrada este lunes, mientras la secretaria de prensa sugería que existió fraude electoral durante las elecciones presidenciales del país norteamericano.
Pompeo ignora la victoria de Biden, afirma que habrá una "transición sin problemas" a un segundo mandato de Trump
"El martes, el secretario de Estado Mike Pompeo no reconoció la victoria del presidente electo Joe Biden en las elecciones cuando se le preguntó si cooperaría con el equipo de transición de la administración Biden. "Habrá una transición sin problemas a una segunda administración Trump", dijo Pompeo durante una conferencia de prensa del Departamento de Estado. El Departamento de Estado no respondió de inmediato a la solicitud de CNBC de una aclaración del comentario de Pompeo."
""Debemos contar cada voto legal", dijo Pompeo, y agregó: "Lo haremos bien, estamos en buena forma". Otros altos funcionarios de la administración Trump, como el vicepresidente Mike Pence, han insistido públicamente en que las elecciones no han terminado."
""Debemos contar cada voto legal", dijo Pompeo, y agregó: "Lo haremos bien, estamos en buena forma". Otros altos funcionarios de la administración Trump, como el vicepresidente Mike Pence, han insistido públicamente en que las elecciones no han terminado."
EL MISMO PERRO CON DISTINTO COLLAR
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Un comando del ejército de EEUU incauta los ordenadores que convirtieron miles de votos republicanos en demócratas con un software localizado en Frankfurt
Susana Corniero.- Cuando aún se están contando votos, hay decenas de procesos abiertos después de una lluvia de denuncias, y el Fiscal General de EEUU ha denunciado públicamente el fraude electoral, el decrépito de Joe Biden ya se ha autoproclamado presidente. Como las televisiones se hacen eco de su victoria, todo el mundo da por hecho que ha ganado y celebran como locos algo que en realidad no existe.
Después de recopilar todos los datos de última hora, procedentes de fuentes muy fiables, esto es lo que está ocurriendo:
Las elecciones en EEUU no se han planteado como unas elecciones democráticas, en las que hay una campaña electoral, la gente vota a su candidato favorito y gana el que más votos tiene. No. Esto no ha tenido nada que ver. Esto ha sido tratado como una estrategia de guerra, en la que cada uno tenía sus armas y sus tácticas. La táctica de Biden ha sido la de perpetrar un golpe de estado mediante un fraude en el recuento.
Esto se ha hecho mediante tres vías:
1) Un hackeo al sistema informático que convertiría los votos republicanos en votos demócratas.
2) En los estados en que esto aún no fuera suficiente harían llegar sacas con miles de votos por correo falsos, cuyos votantes imaginarios habían nacido desde 1910 para atrás, o bien censados en otros lugares, por lo que en muchos condados había más votos que censados.
Para este fin, Biden cambio las leyes electorales en los estados demócratas sin previo aviso, y así poder presentar papeletas hasta 9 días después del fin de las elecciones, lo que supone una violación de la constitución que dice que las elecciones serán el 3 de noviembre y acabaran a las 8pm y que no se podrá votar más tarde.
En cuanto a los estados donde no se pudo redactar esta ley, existe ya una declaración jurada del segundo jefe de Correos de Pensilvania, en la que declara que el jefe principal director les ordenó modificar la fecha de los votos que llegaran después del día de elecciones, y el asunto ya está en manos de Lindsay Graham, jefe de la comisión de Justicia del Senado
3) Si seguía sin ser suficiente para ganar, se harían desaparecer votos, llevándose cajas y cajas llenas de papeletas republicanas para quemarlas en contenedores, como fue el caso de los votos desaparecidos en Georgia de 3500 soldados del ejército . De estas acciones hay numerosos videos grabados y multitud de testigos
Durante los recuentos en los estados en los que se cometieron estas trampas, se prohibió que los vigilantes republicanos se acercaran a menos de 50 o 100 metros de las mesas de recuento o incluso no se les dejaba entrar en el cuarto que, si tenia las mamparas transparentes, eran tapadas con cartones (hay fotos videos y declaraciones de testigos)
Como remate del tomate, parece evidente la compra de votos por parte de miembros de la campaña de Biden y desvelados por diferentes organizaciones y personas particulares.
Biden contaba con el apoyo del 95% de los medios de comunicación mundiales , dedicados intensivamente a hacer campaña a su favor y en contra de Trump.
Además también contaba con la mano ejecutora de la censura globalista, que impedía a Trump comunicarse con el electorado, llegando a interrumpir su rueda de prensa las tres emisoras de TV mas importantes de EEUU alegando que sólo decía mentiras.
Por otra parte, los tuits que Trump colgaba en su red, eran constantemente censurados y borrados, con la amenaza de eliminarle su cuenta. Imaginaos que el presidente más poderoso del mundo no pueda tener su propia cuenta de Twitter.
Además, Biden también tiene el apoyo de China y otros países europeos, cuyos presidentes se han pronunciado felicitándole por haber ganado unas elecciones que aun no han terminado.
En cuanto al Hackeo, el equipo de Biden combinó tres herramientas: La red Hammer, la app scorecard y el software Dominium.
1) Red Hammer: Es una red de super ordenadores creada durante el mandato de Obama para espiar cualquier medio hablado o digital. Obama lo hizo depender de la CIA y fue utilizado para espiar a Trump, así como para activar mecanismos que influyen positiva o negativamente en la opinión en redes sociales y en medios de comunicación.
2) Scorecard: Esta herramienta se usó para predecir los condados en los que necesitaban más votos para volcarlos ahí. También se usó para bloquear lás máquinas de votación en momentos puntuales, al tiempo que se bloqueaban la transmisión de datos para su conocimiento al público. Durante el rato que duraban estos bloqueos, el software Dominium provoca errores de tabulación que asignan votos de Trump a Biden,
3) Software Dominium: Perteneciente a una empresa vinculada a la fundación Clinton, este software ayuda a controlar las máquinas de votación según sea programado.
Dominium ha provocado que durante la noche hubiera momentos en los que los votos demócratas subieran como la espuma en cuestión de segundos mientras que los de Trump se congelaban.
(De la existencia y uso de este software habló por televisión la abogada del general Flynn y futura directora del FBI Sidney Powell, a pesar de que casi todas las cadenas lo silenciaran, remarcando que este es un tema de seguridad nacional y que va para largo)
En algunos informativos 24horas que seguían el recuento en tiempo real, quedaron grabadas las imágenes de estos gráficos insólitos e imposibles, en los que Trump iba ganando por un amplio margen, hasta de cientos de miles de votos y en un minuto su contrincante le sobrepasaba, ante la sorpresa de los propios presentadores del noticiero.
Hasta aquí la estrategia de Biden.
Por su parte Trump, con muchos menos apoyos y brutalmente atacado por los medios, tiene sus fuentes de información y servicios de inteligencia, además de una red de 3.600 soldados informáticos para controlar en todo momento las elecciones a nivel cibernético.
Además, cuenta con el apoyo incondicional de los militares, que estarán de su lado incluso si intentaran deponerle por la fuerza.
Para subsanar la imposibilidad de comunicación de Trump con la ciudadanía, se está creando una aplicación para poder comunicarse con ellos directamente con el teléfono móvil.
En caso de emergencia nacional -y en este caso un intento de golpe de estado lo sería- cuenta con una herramienta para intervenir todas las televisiones provocando un apagón general y lanzar su mensaje.
Gracias a sus servicios de información e inteligencia, Trump conocía el plan de su contrincante, con lo que su estrategia consistió en dejarles cometer todos estos delitos, con las precauciones y previsiones necesarias para obtener pruebas irrefutables contra ellos.
Al saber de antemano la intención de Biden de robarle las elecciones, redactó un decreto ley para condenar duramente con la ley cualquier intento de robo de elecciones.
Cuando terminaron las votaciones y se cerraron las urnas, Trump no se fue a dormir, sino que se metió con miembros de la NSA (Centro de inteligencia parecido a la CIA pero más potente) en un cuarto del edificio Eisenhower, dentro de la Casa Blanca. Se trata de una habitación del cibercomando con super ordenadores donde se gestan las ciberguerras.
Allí estuvieron viendo toda la noche los ataques cibernéticos del equipo de Biden en los estados donde se robaron los votos y acumulando todas las pruebas inimaginables.
Ha quedado más que demostrado que la combinación del software Dominium con la red Hummer y Scorecard convirtieron miles de votos de republicanos en votos demócratas, en 47 condados de Michigan, 28 condados de Georgia y en 30 estados más.
Además está confirmado que el software ya ha sido localizado en Frankfurt mediante el IP, en las oficinas de un proveedor español de sistemas de votación electrónica y tecnología electoral. Un comando del ejército norteamericano ha realizado una operación definitiva, incautando esos ordenadores desde donde se ejecutó el fraude, para ponerlos en manos de la Corte Suprema.
La táctica de Biden ha sido demasiado zafia y descarada. Mientras que Trump con el apoyo de altos mandos militares y grandes estrategas, han llevado a cabo la mayor gesta militar y de inteligencia de la historia.
Después de recopilar todos los datos de última hora, procedentes de fuentes muy fiables, esto es lo que está ocurriendo:
Las elecciones en EEUU no se han planteado como unas elecciones democráticas, en las que hay una campaña electoral, la gente vota a su candidato favorito y gana el que más votos tiene. No. Esto no ha tenido nada que ver. Esto ha sido tratado como una estrategia de guerra, en la que cada uno tenía sus armas y sus tácticas. La táctica de Biden ha sido la de perpetrar un golpe de estado mediante un fraude en el recuento.
Esto se ha hecho mediante tres vías:
1) Un hackeo al sistema informático que convertiría los votos republicanos en votos demócratas.
2) En los estados en que esto aún no fuera suficiente harían llegar sacas con miles de votos por correo falsos, cuyos votantes imaginarios habían nacido desde 1910 para atrás, o bien censados en otros lugares, por lo que en muchos condados había más votos que censados.
Para este fin, Biden cambio las leyes electorales en los estados demócratas sin previo aviso, y así poder presentar papeletas hasta 9 días después del fin de las elecciones, lo que supone una violación de la constitución que dice que las elecciones serán el 3 de noviembre y acabaran a las 8pm y que no se podrá votar más tarde.
En cuanto a los estados donde no se pudo redactar esta ley, existe ya una declaración jurada del segundo jefe de Correos de Pensilvania, en la que declara que el jefe principal director les ordenó modificar la fecha de los votos que llegaran después del día de elecciones, y el asunto ya está en manos de Lindsay Graham, jefe de la comisión de Justicia del Senado
3) Si seguía sin ser suficiente para ganar, se harían desaparecer votos, llevándose cajas y cajas llenas de papeletas republicanas para quemarlas en contenedores, como fue el caso de los votos desaparecidos en Georgia de 3500 soldados del ejército . De estas acciones hay numerosos videos grabados y multitud de testigos
Durante los recuentos en los estados en los que se cometieron estas trampas, se prohibió que los vigilantes republicanos se acercaran a menos de 50 o 100 metros de las mesas de recuento o incluso no se les dejaba entrar en el cuarto que, si tenia las mamparas transparentes, eran tapadas con cartones (hay fotos videos y declaraciones de testigos)
Como remate del tomate, parece evidente la compra de votos por parte de miembros de la campaña de Biden y desvelados por diferentes organizaciones y personas particulares.
Biden contaba con el apoyo del 95% de los medios de comunicación mundiales , dedicados intensivamente a hacer campaña a su favor y en contra de Trump.
Además también contaba con la mano ejecutora de la censura globalista, que impedía a Trump comunicarse con el electorado, llegando a interrumpir su rueda de prensa las tres emisoras de TV mas importantes de EEUU alegando que sólo decía mentiras.
Por otra parte, los tuits que Trump colgaba en su red, eran constantemente censurados y borrados, con la amenaza de eliminarle su cuenta. Imaginaos que el presidente más poderoso del mundo no pueda tener su propia cuenta de Twitter.
Además, Biden también tiene el apoyo de China y otros países europeos, cuyos presidentes se han pronunciado felicitándole por haber ganado unas elecciones que aun no han terminado.
En cuanto al Hackeo, el equipo de Biden combinó tres herramientas: La red Hammer, la app scorecard y el software Dominium.
1) Red Hammer: Es una red de super ordenadores creada durante el mandato de Obama para espiar cualquier medio hablado o digital. Obama lo hizo depender de la CIA y fue utilizado para espiar a Trump, así como para activar mecanismos que influyen positiva o negativamente en la opinión en redes sociales y en medios de comunicación.
2) Scorecard: Esta herramienta se usó para predecir los condados en los que necesitaban más votos para volcarlos ahí. También se usó para bloquear lás máquinas de votación en momentos puntuales, al tiempo que se bloqueaban la transmisión de datos para su conocimiento al público. Durante el rato que duraban estos bloqueos, el software Dominium provoca errores de tabulación que asignan votos de Trump a Biden,
3) Software Dominium: Perteneciente a una empresa vinculada a la fundación Clinton, este software ayuda a controlar las máquinas de votación según sea programado.
Dominium ha provocado que durante la noche hubiera momentos en los que los votos demócratas subieran como la espuma en cuestión de segundos mientras que los de Trump se congelaban.
(De la existencia y uso de este software habló por televisión la abogada del general Flynn y futura directora del FBI Sidney Powell, a pesar de que casi todas las cadenas lo silenciaran, remarcando que este es un tema de seguridad nacional y que va para largo)
En algunos informativos 24horas que seguían el recuento en tiempo real, quedaron grabadas las imágenes de estos gráficos insólitos e imposibles, en los que Trump iba ganando por un amplio margen, hasta de cientos de miles de votos y en un minuto su contrincante le sobrepasaba, ante la sorpresa de los propios presentadores del noticiero.
Hasta aquí la estrategia de Biden.
Por su parte Trump, con muchos menos apoyos y brutalmente atacado por los medios, tiene sus fuentes de información y servicios de inteligencia, además de una red de 3.600 soldados informáticos para controlar en todo momento las elecciones a nivel cibernético.
Además, cuenta con el apoyo incondicional de los militares, que estarán de su lado incluso si intentaran deponerle por la fuerza.
Para subsanar la imposibilidad de comunicación de Trump con la ciudadanía, se está creando una aplicación para poder comunicarse con ellos directamente con el teléfono móvil.
En caso de emergencia nacional -y en este caso un intento de golpe de estado lo sería- cuenta con una herramienta para intervenir todas las televisiones provocando un apagón general y lanzar su mensaje.
Gracias a sus servicios de información e inteligencia, Trump conocía el plan de su contrincante, con lo que su estrategia consistió en dejarles cometer todos estos delitos, con las precauciones y previsiones necesarias para obtener pruebas irrefutables contra ellos.
Al saber de antemano la intención de Biden de robarle las elecciones, redactó un decreto ley para condenar duramente con la ley cualquier intento de robo de elecciones.
Cuando terminaron las votaciones y se cerraron las urnas, Trump no se fue a dormir, sino que se metió con miembros de la NSA (Centro de inteligencia parecido a la CIA pero más potente) en un cuarto del edificio Eisenhower, dentro de la Casa Blanca. Se trata de una habitación del cibercomando con super ordenadores donde se gestan las ciberguerras.
Allí estuvieron viendo toda la noche los ataques cibernéticos del equipo de Biden en los estados donde se robaron los votos y acumulando todas las pruebas inimaginables.
Ha quedado más que demostrado que la combinación del software Dominium con la red Hummer y Scorecard convirtieron miles de votos de republicanos en votos demócratas, en 47 condados de Michigan, 28 condados de Georgia y en 30 estados más.
Además está confirmado que el software ya ha sido localizado en Frankfurt mediante el IP, en las oficinas de un proveedor español de sistemas de votación electrónica y tecnología electoral. Un comando del ejército norteamericano ha realizado una operación definitiva, incautando esos ordenadores desde donde se ejecutó el fraude, para ponerlos en manos de la Corte Suprema.
La táctica de Biden ha sido demasiado zafia y descarada. Mientras que Trump con el apoyo de altos mandos militares y grandes estrategas, han llevado a cabo la mayor gesta militar y de inteligencia de la historia.
Nota de Diego Pappalardo: Yo creo que sí se utilizaron Hammer, Scorecard y Dominion.
El diseñador de Hammer y Scorecard, apellidado Montgomery, está con Trump vía generales, agentes y contratistas.
Si bien el General a cargo de Seguridad Cibernética negó la existencia de Hammer y Scorecard, para mí lo hizo porque, más allá del asunto del fraude electoral, al aceptarlo revelaría al mundo que los yanquis interfieren electrónica y piráticamente en los procesos político-electorales de países objetivo.
La utilización de esas dos armas (Hammer y Scorecard) se había denunciado a fines del mes pasado.
Respecto del comando que habría incautado los ordenadores:
Me parece inverosímil.
Igualmente, dudo que Trump haya pasado la madrugada del miércoles 4 en esa sala para observar la piratería electrónica en favor de Biden.
El ataque provino desde el exterior y desde una telaraña de ordenadores ubicados en diferentes partes del mundo para que no sea fácilmente detectables la fuente informática.
El diseñador de Hammer y Scorecard, apellidado Montgomery, está con Trump vía generales, agentes y contratistas.
Si bien el General a cargo de Seguridad Cibernética negó la existencia de Hammer y Scorecard, para mí lo hizo porque, más allá del asunto del fraude electoral, al aceptarlo revelaría al mundo que los yanquis interfieren electrónica y piráticamente en los procesos político-electorales de países objetivo.
La utilización de esas dos armas (Hammer y Scorecard) se había denunciado a fines del mes pasado.
Respecto del comando que habría incautado los ordenadores:
Me parece inverosímil.
Igualmente, dudo que Trump haya pasado la madrugada del miércoles 4 en esa sala para observar la piratería electrónica en favor de Biden.
El ataque provino desde el exterior y desde una telaraña de ordenadores ubicados en diferentes partes del mundo para que no sea fácilmente detectables la fuente informática.
AMLO critica a televisoras de EU por cortar mensaje de Trump
En La Mañanera desde Palacio Nacional, dijo que este tipo de actos no son “cualquier cosa” y significa que algo especial ocurrió en ese país. https://www.milenio.com/politica/amlo-critica-televisoras-eu-cortar-mensaje-donald-trump
“Cómo es eso y ahí se los voy a dejar de tarea, en el país de las libertades, de la prensa libre, de repente censuran al presidente, no es cualquier cosa. Eso no se había visto, los medios censuran, estoy hablando en Estados Unidos porque en México, pues ya estamos acostumbrados, cómo nos censuraban, no existíamos, aquí no es ninguna novedad, pero en el caso de Estados Unidos eso que sucedió sí es algo especial, en internet o en las redes y luego las grandes cadenas, grandes medios informativos"
“Cómo es eso y ahí se los voy a dejar de tarea, en el país de las libertades, de la prensa libre, de repente censuran al presidente, no es cualquier cosa. Eso no se había visto, los medios censuran, estoy hablando en Estados Unidos porque en México, pues ya estamos acostumbrados, cómo nos censuraban, no existíamos, aquí no es ninguna novedad, pero en el caso de Estados Unidos eso que sucedió sí es algo especial, en internet o en las redes y luego las grandes cadenas, grandes medios informativos"
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En Filadelfia, las autoridades electorales demócratas no permitían la entrada al centro de conteo de votos a los observadores republicanos.
Sin embargo, tras una orden judicial, les dejaron entrar...pero.... |
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Agentes Federales procuraron que el empleado del Servicio Postal, Richard Hopkins, que es un veterano de guerra y que se presentó como testigo del fraude electoral del Partido Demócrata, cambie su postura, pero no tuvieron éxito en el accionar y quedaron grabados.
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"Horas después de que los demócratas de la Cámara de Representantes anunciaran que un trabajador postal de Pensilvania se había retractado de las acusaciones de manipulación de la boleta electoral, el cartero lo negó, diciendo que él defiende su declaración original y que los investigadores federales lo “engañaron”.
Richard Hopkins, un cartero en Erie, Pensilvania, dijo en videos publicados el martes por Project Veritas que nunca tuvo la intención de retractarse de sus afirmaciones de posible fraude electoral después de ser interrogado por investigadores de la Oficina del Inspector General del Servicio Postal de EE. UU."
11 de noviembre de 2020
La verdadera razón por la que los principales medios de comunicación están promoviendo falsamente la narrativa de que Biden es el "presidente electo"
Medios que apresuran la transición del "presidente" Biden es la fase II de un intento de golpe masivo
Lo que parece ser un golpe de estado electoral que se está llevando a cabo actualmente en Estados Unidos ha entrado oficialmente en su segunda etapa.
Según el New York Post, Joe Biden ahora está considerando emprender acciones legales para forzar la "transición" formal de poder a él desde la administración Trump.
En MSNBC, el ex funcionario de Obama, Ben Rhodes, dijo que Biden ya está "teniendo llamadas telefónicas" con líderes extranjeros.
Esto es traición. No tienen derecho a hacer esto. No se ha certificado nada. Están socavando activamente al presidente en ejercicio de nuestro país.
Esto es traición. No tienen derecho a hacer esto. No se ha certificado nada. Están socavando activamente al presidente en ejercicio de nuestro país.
Mitchell McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado:
Bolsonaro responde a Biden por sus advertencias sobre la Amazonía: "Cuando se acaba la saliva, tiene que haber pólvora"
En un debate con Donald Trump, había señalado que si Brasil no mejora sus políticas ambientales, podría tener reprimendas económicas.
El mandatario brasilero, Jair Bolsonaro, reaccionó este martes a las advertencias del candidato demócrata a la presidencia de EE.UU., Joe Biden, sobre las políticas ambientales del 'Gigante Sudamericano': "Vimos hace poco a un gran candidato a jefe de Estado diciendo que si yo no apago el fuego de la Amazonía, va a levantar barreras comerciales contra Brasil. ¿Cómo vamos a hacer frente a todo eso?", expresó en una rueda de prensa desde el Palacio del Planalto.
A su vez, este reconocido aliado del actual presidente estadounidense, Donald Trump, elevó el tono de sus consideraciones: "La diplomacia no es suficiente. Cuando acaba la saliva, tiene que haber pólvora", señaló. En esos términos, agregó que "no hace falta ni usar la pólvora, pero tiene que saber qué hay".
A su vez, este reconocido aliado del actual presidente estadounidense, Donald Trump, elevó el tono de sus consideraciones: "La diplomacia no es suficiente. Cuando acaba la saliva, tiene que haber pólvora", señaló. En esos términos, agregó que "no hace falta ni usar la pólvora, pero tiene que saber qué hay".
Las dimisiones en el Pentágono puede acelerar los retiros de tropas antes de la salida de Trump
"El nuevo jefe interino del Pentágono que designó el presidente Trump tendrá un asesor principal en una señal de que la administración quiere acelerar la retirada de las tropas estadounidenses del Medio Oriente antes del final de su presidencia en enero, dijeron a Axios tres personas familiarizadas con la medida.
Un alto funcionario de la administración dice que la ola de despidos en el Pentágono y la contratación del coronel del ejército, Douglas Macgregor, es, en parte, un ajuste de cuentas personales de Trump, pero altos funcionarios de la Casa Blanca también han dejado claro que están relacionadas con la salida de Afganistán para fin de año'". |
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Trump prepara el Pentágono para defenderle
Su sucesor Christopher Miller es un leal de Trump que fue confirmado como director del Centro Nacional Antiterrorista apenas en agosto pasado. Peor ha sido el nombramiento de Kash Patel como su mano derecha. Desde que en 2018 ayudase al presidente a luchar contra la narrativa de las interferencias rusas en las elecciones de 2016 arremetiendo contra el FBI con acusaciones falsas, el nuevo jefe de gabinete del Secretario de Defensa ha tenido una carrera meteórica. Patel, un conspiracionista sin escrúpulos, fue ayudante del presidente del Comité de Inteligencia en la Cámara Baja David Nunes, el más leal que pueda tener Trump en el Capitolio, según el propio Steve Bannon. En poco tiempo ha escalado varios puestos dentro del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Su nombre resurgió también durante la investigación de Ucrania y se le considera el canal trasero de Trump en sus intentos de chantajear al país.
Como parte de esa masacre en la cúpula militar ha caído también James Anderson, jefe de Políticas, que dijo marcharse sabiendo que «el equipo perseverará a pesar de lo que tiene por delante». En su mensaje de despedida rogó al personal del Pentágono que nunca olvide «el juramento al cargo». Su dimisión o despido, aún no está claro, ha sido la puerta de entrada para el general de brigada Anthony Tata, otro conspiracionista al que Trump quiso nombrar secretario de Defensa a principios de año pero tuvo que retirar su nominación al hacerse públicos una serie de comentarios islamofóbicos y recelosos de otros cuerpos de seguridad que forman el llamado «deep state».
La purga seguía con la retirada del vicealmirante de la Marina Joseph Kernan, el más alto cargo de inteligencia en el Pentágono. Le reemplazará Ezra Cohen Watnick, un ex asesor de Michael Flynn, el general más conspiracionista de la campaña de 2016 que acuñó la consigna de «¡Encierrala!» con la que culpaba a Hillary Clinton de los atentados de Bengazi. Cohen-Watnick también había experimentado una importante carrera ascendente en la Casa Blanca de Trump.
La última adición de ayer era Douglas Macgregor, un coronel retirado del Ejército con el que Trump se ha familiarizado en las pantallas de Fox News, donde colaboraba habitualmente con sus opiniones. Ahora se las dará en exclusiva al nuevo secretario de Defensa, que lo ha nombrado su asesor.
«Esta claro que este presidente prefiere la lealtad a la capacitación», recordó Adam Smith, presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara Baja. Al congresista le preocupa el peligro de estas sustituciones en un momento vulnerable como la transición de poder, por la imagen que pueda dar a los enemigos de EEUU. Pero sobre todo, el que estos reemplazos sean el comienzo de una tendencia en la que el presidente despida o fuerce la dimisión de los altos cargos de seguridad nacional para llegar al momento crítico del 20 de enero rodeado de leales que le permitan mantenerse en el poder. «Los próximos 70 días van a ser muy precarios, en el mejor de los casos, y sumamente peligrosos en el peor».
Según diversas fuentes, Trump les ha ordenado que retiren las tropas de Afganistán antes de fin de año. Lejos de actuar como un presidente saliente, el mandatario ha pisado el acelerador decidido a no levantar el pie.
Como parte de esa masacre en la cúpula militar ha caído también James Anderson, jefe de Políticas, que dijo marcharse sabiendo que «el equipo perseverará a pesar de lo que tiene por delante». En su mensaje de despedida rogó al personal del Pentágono que nunca olvide «el juramento al cargo». Su dimisión o despido, aún no está claro, ha sido la puerta de entrada para el general de brigada Anthony Tata, otro conspiracionista al que Trump quiso nombrar secretario de Defensa a principios de año pero tuvo que retirar su nominación al hacerse públicos una serie de comentarios islamofóbicos y recelosos de otros cuerpos de seguridad que forman el llamado «deep state».
La purga seguía con la retirada del vicealmirante de la Marina Joseph Kernan, el más alto cargo de inteligencia en el Pentágono. Le reemplazará Ezra Cohen Watnick, un ex asesor de Michael Flynn, el general más conspiracionista de la campaña de 2016 que acuñó la consigna de «¡Encierrala!» con la que culpaba a Hillary Clinton de los atentados de Bengazi. Cohen-Watnick también había experimentado una importante carrera ascendente en la Casa Blanca de Trump.
La última adición de ayer era Douglas Macgregor, un coronel retirado del Ejército con el que Trump se ha familiarizado en las pantallas de Fox News, donde colaboraba habitualmente con sus opiniones. Ahora se las dará en exclusiva al nuevo secretario de Defensa, que lo ha nombrado su asesor.
«Esta claro que este presidente prefiere la lealtad a la capacitación», recordó Adam Smith, presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara Baja. Al congresista le preocupa el peligro de estas sustituciones en un momento vulnerable como la transición de poder, por la imagen que pueda dar a los enemigos de EEUU. Pero sobre todo, el que estos reemplazos sean el comienzo de una tendencia en la que el presidente despida o fuerce la dimisión de los altos cargos de seguridad nacional para llegar al momento crítico del 20 de enero rodeado de leales que le permitan mantenerse en el poder. «Los próximos 70 días van a ser muy precarios, en el mejor de los casos, y sumamente peligrosos en el peor».
Según diversas fuentes, Trump les ha ordenado que retiren las tropas de Afganistán antes de fin de año. Lejos de actuar como un presidente saliente, el mandatario ha pisado el acelerador decidido a no levantar el pie.
Este nombramiento es CLAVE y forma parte del contragolpe.
Si se cumplimenta lo que creo que es para donde apunta Trump en las próximas cinco semanas, habría medidas MUY IMPORTANTES. Trump golpea la colmena! |
Nota de Diego Pappalardo: El Coronel Macgregor contraría al complejo militar-industrial y es un partidario de desmantelar el imperio militar global yanqui en el marco de la demolición de la "Pax Americana" que está divorciada de los intereses reales y objetivos de la nación estadounidense.
En pocas palabras, el Coronel Macgregor es ANTI-DEEP STATE. Sigo recordando que Trump representa el REFORMATEO INTERNO Y LA DEMOLICIÓN DE LA "PAX AMERICANA" Dicho de otro modo: Trump en vez de arrodillarse ante el Estado Profundo para pedirle misericordia le sitúa a uno de los activos castrenses más repudiados dentro de la dirección burocrático-estratégica del Pentágono. |
El caso de Douglas Macgregor
El 27 de julio de 2020, la administración Trump nominó al coronel retirado del ejército de los EE.UU. Douglas Macgregor para el cargo de embajador en Alemania.
Para aquellos que desconocen las credenciales de Macgregor, sirvió en la Guerra del Golfo Pérsico y fue responsable de la planificación estratégica durante la Campaña Aérea de Kosovo. Después de retirarse del ejército en 2004, Macgregor ocupó varios puestos de consultoría y ahora es vicepresidente de Burke-Macgregor, LLC.
Desde 2018, Macgregor ha aparecido en Tucker Carlson Tonight, donde defendió puntos de vista no intervencionistas sobre temas que van desde Corea del Norte a Irán. En 2019, Macgregor solidificó aún más su buena fe no intervencionista al hablar en el Instituto Ron Paul para la Paz y la Prosperidad. Después de que el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton fuera despedido en septiembre del año pasado, Macgregor estaba en consideración para ocupar el puesto de Bolton.
Desafortunadamente, Robert C. O’Brien, otro halcón experimentado, más tarde asumiría el cargo y continuaría con las mismas políticas que promueven la hegemonía de D.C. Ahora, Macgregor está recibiendo un premio de consolación como embajador en Alemania. En una línea de tiempo política más cuerda, Douglas Macgregor sería nominado para posiciones mucho más importantes, como secretario de Estado o secretario de Defensa, donde realmente podría deshacer el estado de guerra y traer de regreso a casa un gran número de tropas estacionadas en el extranjero. Por desgracia, esta es la mano con la que nos hemos enfrentado, así que tomamos todo lo que podamos.
Seamos realistas, a pesar de las conversaciones del presidente Trump sobre America First y de detener guerras interminables en la campaña electoral, los esfuerzos de su administración para reducir el alcance intervencionista de administraciones anteriores han sido, en el mejor de los casos, mediocres. Y comienza con sus elecciones de personal, como la neoconservadora Nikki Haley cuando ocupó el puesto de embajadora de la ONU o el mencionado Bolton, que estaba incitando a Trump a perseguir el conflicto en Irán y Venezuela.
Macgregor, por otro lado, es franco sobre los fracasos de la intervención en Irak y Afganistán. Además, ha criticado los pedidos de intervención en Irán. No ve a los países periféricos como Venezuela como amenazas y opina que las sanciones de base amplia contra el país empeorarían las cosas. A diferencia de la mayoría de los expertos en política exterior atrapados en el pensamiento al estilo del siglo XX, Macgregor cree que es hora de sacar tropas de lugares como Japón y Corea del Sur y traerlas de regreso a casa para propósitos reales de defensa nacional.
Suena razonable, ¿verdad? Bueno, para la mayoría de la multitud intervencionista, la sola idea de tener a Macgregor en la administración Trump sería una pesadilla. Después de todo, la máquina de guerra debe funcionar con todos los cilindros y cualquiera que desafíe los pilares fundamentales del estado de guerra debe ser condenado. Ya estamos escuchando los mismos tropos cansados sobre cómo es "antisemita" simplemente por cuestionar la relación demasiado acogedora de Estados Unidos con Israel. Del mismo modo, Macgregor también está recibiendo críticas por no aceptar la línea ortodoxa que rodea a Irán, el mayor boogieman de todos los neoconservadores.
A diferencia de los propagandistas que balbucean sobre Russiagate y una nueva Guerra Fría con China, Macgregor reconoce que la Guerra Fría ha terminado y que tanto China como Rusia no representan amenazas existenciales para los intereses estadounidenses. No hace falta decir que alguien con opiniones tan sensatas sobre asuntos exteriores estará sujeto a una serie de ataques por parte de los guardianes de la política exterior y sus portavoces en los medios ahora que ha sido nombrado embajador de Alemania.
Por frustrantes que puedan ser estas críticas, esto demuestra que Macgregor es el verdadero negocio. Cuando tienes a todas las personas adecuadas chillando, sabes que estás en el camino correcto. Más importante aún, es una señal de que las voces pacifistas están comenzando a asustar a las élites. La razón por la que la política exterior normalmente no recibe mucha prensa es que el típico candidato de política exterior tiene el mismo estilo intervencionista que el resto. Básicamente son robots de línea de montaje que cumplen fielmente los planes de sus diseñadores neoconservadores.
Tenga la seguridad de que una vez que comiencen las audiencias en el Senado para la nominación de Macgregor, espere que los funcionarios electos y los medios de comunicación arrojen todo tipo de invectivas hacia el coronel retirado. El camino para corregir los errores de política exterior de las últimas décadas será accidentado, pero debemos estar preparados para luchar.
La nominación de Macgregor nos da un buen lugar para comenzar nuestra lucha contra el consenso intervencionista. No es ideal, pero hará que la conversación se mueva de una manera impensable hace una década. Douglas Macgregor merece todo nuestro apoyo. Es lo mínimo que podemos hacer por la causa no intervencionista que ha sido ignorada durante mucho tiempo por DC.
Para aquellos que desconocen las credenciales de Macgregor, sirvió en la Guerra del Golfo Pérsico y fue responsable de la planificación estratégica durante la Campaña Aérea de Kosovo. Después de retirarse del ejército en 2004, Macgregor ocupó varios puestos de consultoría y ahora es vicepresidente de Burke-Macgregor, LLC.
Desde 2018, Macgregor ha aparecido en Tucker Carlson Tonight, donde defendió puntos de vista no intervencionistas sobre temas que van desde Corea del Norte a Irán. En 2019, Macgregor solidificó aún más su buena fe no intervencionista al hablar en el Instituto Ron Paul para la Paz y la Prosperidad. Después de que el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton fuera despedido en septiembre del año pasado, Macgregor estaba en consideración para ocupar el puesto de Bolton.
Desafortunadamente, Robert C. O’Brien, otro halcón experimentado, más tarde asumiría el cargo y continuaría con las mismas políticas que promueven la hegemonía de D.C. Ahora, Macgregor está recibiendo un premio de consolación como embajador en Alemania. En una línea de tiempo política más cuerda, Douglas Macgregor sería nominado para posiciones mucho más importantes, como secretario de Estado o secretario de Defensa, donde realmente podría deshacer el estado de guerra y traer de regreso a casa un gran número de tropas estacionadas en el extranjero. Por desgracia, esta es la mano con la que nos hemos enfrentado, así que tomamos todo lo que podamos.
Seamos realistas, a pesar de las conversaciones del presidente Trump sobre America First y de detener guerras interminables en la campaña electoral, los esfuerzos de su administración para reducir el alcance intervencionista de administraciones anteriores han sido, en el mejor de los casos, mediocres. Y comienza con sus elecciones de personal, como la neoconservadora Nikki Haley cuando ocupó el puesto de embajadora de la ONU o el mencionado Bolton, que estaba incitando a Trump a perseguir el conflicto en Irán y Venezuela.
Macgregor, por otro lado, es franco sobre los fracasos de la intervención en Irak y Afganistán. Además, ha criticado los pedidos de intervención en Irán. No ve a los países periféricos como Venezuela como amenazas y opina que las sanciones de base amplia contra el país empeorarían las cosas. A diferencia de la mayoría de los expertos en política exterior atrapados en el pensamiento al estilo del siglo XX, Macgregor cree que es hora de sacar tropas de lugares como Japón y Corea del Sur y traerlas de regreso a casa para propósitos reales de defensa nacional.
Suena razonable, ¿verdad? Bueno, para la mayoría de la multitud intervencionista, la sola idea de tener a Macgregor en la administración Trump sería una pesadilla. Después de todo, la máquina de guerra debe funcionar con todos los cilindros y cualquiera que desafíe los pilares fundamentales del estado de guerra debe ser condenado. Ya estamos escuchando los mismos tropos cansados sobre cómo es "antisemita" simplemente por cuestionar la relación demasiado acogedora de Estados Unidos con Israel. Del mismo modo, Macgregor también está recibiendo críticas por no aceptar la línea ortodoxa que rodea a Irán, el mayor boogieman de todos los neoconservadores.
A diferencia de los propagandistas que balbucean sobre Russiagate y una nueva Guerra Fría con China, Macgregor reconoce que la Guerra Fría ha terminado y que tanto China como Rusia no representan amenazas existenciales para los intereses estadounidenses. No hace falta decir que alguien con opiniones tan sensatas sobre asuntos exteriores estará sujeto a una serie de ataques por parte de los guardianes de la política exterior y sus portavoces en los medios ahora que ha sido nombrado embajador de Alemania.
Por frustrantes que puedan ser estas críticas, esto demuestra que Macgregor es el verdadero negocio. Cuando tienes a todas las personas adecuadas chillando, sabes que estás en el camino correcto. Más importante aún, es una señal de que las voces pacifistas están comenzando a asustar a las élites. La razón por la que la política exterior normalmente no recibe mucha prensa es que el típico candidato de política exterior tiene el mismo estilo intervencionista que el resto. Básicamente son robots de línea de montaje que cumplen fielmente los planes de sus diseñadores neoconservadores.
Tenga la seguridad de que una vez que comiencen las audiencias en el Senado para la nominación de Macgregor, espere que los funcionarios electos y los medios de comunicación arrojen todo tipo de invectivas hacia el coronel retirado. El camino para corregir los errores de política exterior de las últimas décadas será accidentado, pero debemos estar preparados para luchar.
La nominación de Macgregor nos da un buen lugar para comenzar nuestra lucha contra el consenso intervencionista. No es ideal, pero hará que la conversación se mueva de una manera impensable hace una década. Douglas Macgregor merece todo nuestro apoyo. Es lo mínimo que podemos hacer por la causa no intervencionista que ha sido ignorada durante mucho tiempo por DC.
12 de noviembre de 2020
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"La campaña Trump dijo el lunes que el presidente Trump 'no retrocede', mientras su equipo organiza batallas legales en varios estados clave donde el presidente electo Joe Biden lideró por un margen muy estrecho.
El gerente de campaña de Trump, Bill Stepien, celebró una reunión de todo el personal en la sede de la campaña de Trump el lunes por la mañana.
'Todavía está en esta pelea', dijo Stepien, según varias personas que estaban en la sala. 'Hay un proceso'.
Stepien agregó: 'Tengan paciencia'".
El gerente de campaña de Trump, Bill Stepien, celebró una reunión de todo el personal en la sede de la campaña de Trump el lunes por la mañana.
'Todavía está en esta pelea', dijo Stepien, según varias personas que estaban en la sala. 'Hay un proceso'.
Stepien agregó: 'Tengan paciencia'".
"El subjefe de gabinete del secretario de defensa renunció, dijo el jueves un funcionario de defensa de Estados Unidos a CNN, convirtiéndose en el último funcionario en abandonar el Pentágono en medio de una purga que comenzó el lunes cuando el presidente Donald Trump despidió al secretario de Defensa Mark Esper.
El vicealmirante retirado de la Armada Joseph Kernan, subsecretario de Defensa para Inteligencia, también dejó su cargo, según otro funcionario de defensa. No estaba claro de inmediato si Kernan había renunciado o fue despedido, pero su partida se ha acelerado".
El vicealmirante retirado de la Armada Joseph Kernan, subsecretario de Defensa para Inteligencia, también dejó su cargo, según otro funcionario de defensa. No estaba claro de inmediato si Kernan había renunciado o fue despedido, pero su partida se ha acelerado".
13 de noviembre de 2020
EE. UU.: “Esta elección es ilegítima”, dijo el presidente de la Comisión Federal de Elecciones
"Nada menos que el presidente de la Comisión Federal de Elecciones, Trey Trainor, durante las elecciones presidenciales se pronunció en público asegurando que en los Estados Unidos “hay fraude electoral”. Las pruebas que surgieron durante esta semana confirman sus dichos y ahora sólo queda que la justicia actúe.
Trey Trainor, en comunicación con Newsmax TV aseguró que las elecciones presidenciales que se estaban desarrollando en los Estados Unidos eran ilegítimas por casos de fraude.
Trainor, el máximo jefe de todos los funcionarios electorales confirmó, en su opinión profesional, que 'no ha habido transparencia en la elección' y por lo tanto 'esta elección es ilegítima'.
'A pesar de ganar una orden judicial que permite que la campaña de Trump envíe observadores a ver el recuento de votos en Pensilvania desde una distancia de seis pies, los observadores de votos no han podido ingresar a los lugares de votación de manera significativa', informó Trainor.
El funcionario continuó lamentándose por los hechos de irregularidad que afectan a todos los votantes estadounidenses, y sugirió que los reclamos que está efectuando el presidente Trump y su equipo son 'completamente válidos' y se manifestó de acuerdo en que deben ser examinados por completo dando por supuesto que son lo suficientemente graves como para 'terminar en la Corte Suprema'.
Trey Trainor, en comunicación con Newsmax TV aseguró que las elecciones presidenciales que se estaban desarrollando en los Estados Unidos eran ilegítimas por casos de fraude.
Trainor, el máximo jefe de todos los funcionarios electorales confirmó, en su opinión profesional, que 'no ha habido transparencia en la elección' y por lo tanto 'esta elección es ilegítima'.
'A pesar de ganar una orden judicial que permite que la campaña de Trump envíe observadores a ver el recuento de votos en Pensilvania desde una distancia de seis pies, los observadores de votos no han podido ingresar a los lugares de votación de manera significativa', informó Trainor.
El funcionario continuó lamentándose por los hechos de irregularidad que afectan a todos los votantes estadounidenses, y sugirió que los reclamos que está efectuando el presidente Trump y su equipo son 'completamente válidos' y se manifestó de acuerdo en que deben ser examinados por completo dando por supuesto que son lo suficientemente graves como para 'terminar en la Corte Suprema'.
El propio presidente Trump publicó hace apenas unas horas un comunicado en su cuenta de Twitter asegurando: “INFORME: DOMINION ELIMINÓ 2.7 MILLONES DE VOTOS DE TRUMP A NIVEL NACIONAL. EL ANÁLISIS DE DATOS ENCUENTRA 221.000 VOTOS EN PENNSYLVANIA CAMBIADOS DE PRESIDENTE TRUMP A BIDEN. 941.000 VOTOS DE TRUMP BORRADOS. LOS ESTADOS QUE UTILIZARON LOS SISTEMAS DE VOTACIÓN DE DOMINION CAMBIARON 435.000 VOTOS DE TRUMP A BID
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14 de noviembre de 2020
... "Situación similar se dio en la anterior elección, en la que la mayoría de los argentinos simpatizaba con Hilary Clinton antes que con Trump, mientras intelectuales importantes alertaban sobre la conducta belicista de “La reina del Caos”, que podría empujar al mundo hacia una tercera guerra mundial.
Para entender y clarificar algunas cosas, debemos marcar que muchos de los que en el país despotrican contra los medios de comunicación hegemónicos, aceptan a pie juntillas las verdades de la guerra sin cuartel, que esos medios declararon al presidente de EE.UU.
Más allá de las opiniones que cualquiera pudiera tener sobre el resultado electoral, el triunfo de Biden, fue proclamado en los medios, sin que ningún organismo competente de dicho país, lo haya hecho.
Wall Street, los grupos financieros, el complejo militar y los medios, le bajaron el pulgar, no porque sea un loco impresentable, sino porque sus intereses y sus visiones del mundo son antagónicas.
Quizás en el corazón del poder, se haya pergeñado la salida del presidente de cualquier forma, sea a la manera americana (asesinándolo) o haciendo fraude electoral.
No afirmo tal hipótesis, como tampoco que Trump haya ganado, pero el Fiscal General del país, ha dado luz verde este lunes a los fiscales federales para investigar las presuntas irregularidades, afirmando: «autorizo a investigar las denuncias sustanciales de irregularidades en la votación y la contabilización de votos antes de la certificación de las elecciones en sus jurisdicciones», en una carta a los fiscales federales y al FBI.
De las 610 cadenas de medios importantes existentes en EE.UU., 600 estaban decididamente contra Trump y sólo tenía el apoyo de 10, y dentro de ellas una sola de magnitud, FOX NEWS.
Agrava el odio hacia el mandatario, la posible instalación de una mega cadena de medios, llamada Trump Canal.
Lo que a las claras demuestra, que la manipulación mental de la sociedad, estaba absolutamente digitada en su contra. Vaya como ejemplo la censura tremenda que las redes sociales desplegaron contra el mismo, llegando en un hecho nunca visto a decirle mentiroso y levantar la transmisión de sus mensajes.
Pero sigamos analizando, todos los procesos de desestabilización institucional en nuestro continente, mediante el mecanismo de “lawfare” (guerra judicial) y los golpes blandos, fueron prohijados, impulsados y financiados por los demócratas de Obama, que se propusieron desterrar a los gobiernos “populistas” de la región y lo lograron.
Salvo en el caso de Bolivia, período republicano, que logró su objetivo de desplazar a Evo Morales, no consta que a posteriori EE.UU, haya condicionado o impedido el retorno libre de la democracia en ese país.
Durante el gobierno republicano, no se invadió ningún país y se cumplió con la promesa de retirar las tropas de Afganistán, mientras Obama no cumplió la suya de cerrar la base y cárcel clandestina de Guantánamo, pese a que recibió el Nobel de la Paz por dicha promesa.
No fue Trump el que dijo que las Malvinas son británicas, sino Biden cuando expresara: “»Mi resolución lo único que busca es definir de qué lado estamos y ese es el lado británico; Argentina es el agresor»."...
Para entender y clarificar algunas cosas, debemos marcar que muchos de los que en el país despotrican contra los medios de comunicación hegemónicos, aceptan a pie juntillas las verdades de la guerra sin cuartel, que esos medios declararon al presidente de EE.UU.
Más allá de las opiniones que cualquiera pudiera tener sobre el resultado electoral, el triunfo de Biden, fue proclamado en los medios, sin que ningún organismo competente de dicho país, lo haya hecho.
Wall Street, los grupos financieros, el complejo militar y los medios, le bajaron el pulgar, no porque sea un loco impresentable, sino porque sus intereses y sus visiones del mundo son antagónicas.
Quizás en el corazón del poder, se haya pergeñado la salida del presidente de cualquier forma, sea a la manera americana (asesinándolo) o haciendo fraude electoral.
No afirmo tal hipótesis, como tampoco que Trump haya ganado, pero el Fiscal General del país, ha dado luz verde este lunes a los fiscales federales para investigar las presuntas irregularidades, afirmando: «autorizo a investigar las denuncias sustanciales de irregularidades en la votación y la contabilización de votos antes de la certificación de las elecciones en sus jurisdicciones», en una carta a los fiscales federales y al FBI.
De las 610 cadenas de medios importantes existentes en EE.UU., 600 estaban decididamente contra Trump y sólo tenía el apoyo de 10, y dentro de ellas una sola de magnitud, FOX NEWS.
Agrava el odio hacia el mandatario, la posible instalación de una mega cadena de medios, llamada Trump Canal.
Lo que a las claras demuestra, que la manipulación mental de la sociedad, estaba absolutamente digitada en su contra. Vaya como ejemplo la censura tremenda que las redes sociales desplegaron contra el mismo, llegando en un hecho nunca visto a decirle mentiroso y levantar la transmisión de sus mensajes.
Pero sigamos analizando, todos los procesos de desestabilización institucional en nuestro continente, mediante el mecanismo de “lawfare” (guerra judicial) y los golpes blandos, fueron prohijados, impulsados y financiados por los demócratas de Obama, que se propusieron desterrar a los gobiernos “populistas” de la región y lo lograron.
Salvo en el caso de Bolivia, período republicano, que logró su objetivo de desplazar a Evo Morales, no consta que a posteriori EE.UU, haya condicionado o impedido el retorno libre de la democracia en ese país.
Durante el gobierno republicano, no se invadió ningún país y se cumplió con la promesa de retirar las tropas de Afganistán, mientras Obama no cumplió la suya de cerrar la base y cárcel clandestina de Guantánamo, pese a que recibió el Nobel de la Paz por dicha promesa.
No fue Trump el que dijo que las Malvinas son británicas, sino Biden cuando expresara: “»Mi resolución lo único que busca es definir de qué lado estamos y ese es el lado británico; Argentina es el agresor»."...
Estados Unidos: una nación fracturada y en disputa
Uno de los resultados claros de las elecciones en Estados Unidos fue el colapso de la prometida "ola azul", una implosión que marca el "principio del fin" de un poderoso hechizo que cautiva a Occidente. Fue la ilusión que Ron Chernow, el aclamado historiador presidencial de los Estados Unidos, dio crédito, al descartar desdeñosamente el "momento patas arriba" de los Estados Unidos como algo puramente efímero y un "interludio surrealista en la vida estadounidense": ya no se puede decir que haya un "normal". Gane o pierda la Casa Blanca, el Trumpismo Rojo permanece como 'presidente' para la mitad de Norteamérica.
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15 de noviembre de 2020
"No hay límites": los expertos imaginan la vida pospresidencial de Trump si pierde
Entonces, si pierde la Casa Blanca, ¿qué nueva etapa comenzaría el 21 de enero?
En entrevistas, historiadores, expertos legales gubernamentales, líderes de seguridad nacional y personas cercanas a la administración tienen una predicción que inquietará a sus críticos: es poco probable que la era Trump termine cuando termine la presidencia de Trump. Ellos ven una post-presidencia tan disruptiva y rompedora de normas como lo ha sido su presidencia, una que podría dificultar mucho el trabajo de su sucesor. Esbozan una imagen de un hombre que podría dejar formalmente el cargo solo para establecerse como presidente vitalicio en medio de su propia burbuja de admiradores, controlando la política republicana y sembrando el caos en los Estados Unidos y en todo el mundo mucho después de que dejó oficialmente el cargo.
Giuliani: Trump está impugnando las elecciones 'enérgicamente' en los tribunales
El abogado personal del presidente Trump, Rudy Giuliani, dijo a 'Sunday Morning Futures' que 'en este momento nuestros casos son los más desarrollados en Pensilvania y Michigan'.
16 de noviembre de 2020
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17 de noviembre de 2020
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18 de noviembre de 2020
Obama: Internet es "la mayor amenaza para nuestra democracia"
"Obama : Ahora tenemos una situación en la que grandes franjas del país creen genuinamente que el Partido Demócrata es una fachada para una red de pedófilos ... Estaba hablando con un voluntario que iba de puerta en puerta en Filadelfia en una zona de bajos ingresos. Comunidades afroamericanas, y estaba recibiendo preguntas sobre las teorías de conspiración de QAnon.
Goldberg: ¿Esta nueva arquitectura de información malévola está desviando el arco moral de la justicia?
Obama: Creo que es la mayor amenaza para nuestra democracia.
Más adelante en la entrevista, Obama deja bastante claro que gran parte de su preocupación es específicamente sobre Internet, que también tiene bastante claro que no 'desaparecerá', y las grandes plataformas que clasifican y distribuyen la mayor parte de Internet para la mayoría de las personas:
Obama: No responsabilizo por completo a las empresas de tecnología, porque esto es anterior a las redes sociales. Ya estaba ahí. Pero las redes sociales lo han acelerado. Conozco a la mayoría de estas personas. Les he hablado de eso. El grado en que estas empresas insisten en que se parecen más a una compañía telefónica que a The Atlantic. No creo que sea sostenible. Están tomando decisiones editoriales, ya sea que las hayan enterrado en algoritmos o no. La Primera Enmienda no requiere que las empresas privadas proporcionen una plataforma para cualquier vista que exista. Al final del día, tendremos que encontrar una combinación de regulaciones gubernamentales y prácticas corporativas que aborden este tema, porque va a empeorar. Si puedes perpetrar mentiras locas y teorías de conspiración solo con mensajes de texto, imagina lo que puedes hacer cuando puedes hacer que parezca que tú o yo estamos diciendo algo en video. Estamos bastante cerca de eso ahora ...
Goldberg: Es la famosa estrategia de Steve Bannon...
Obama: Si no tenemos la capacidad de distinguir lo que es verdadero de lo falso, entonces, por definición, el mercado de ideas no funciona. Y, por definición, nuestra democracia no funciona. Estamos entrando en una crisis epistemológica"
Goldberg: ¿Esta nueva arquitectura de información malévola está desviando el arco moral de la justicia?
Obama: Creo que es la mayor amenaza para nuestra democracia.
Más adelante en la entrevista, Obama deja bastante claro que gran parte de su preocupación es específicamente sobre Internet, que también tiene bastante claro que no 'desaparecerá', y las grandes plataformas que clasifican y distribuyen la mayor parte de Internet para la mayoría de las personas:
Obama: No responsabilizo por completo a las empresas de tecnología, porque esto es anterior a las redes sociales. Ya estaba ahí. Pero las redes sociales lo han acelerado. Conozco a la mayoría de estas personas. Les he hablado de eso. El grado en que estas empresas insisten en que se parecen más a una compañía telefónica que a The Atlantic. No creo que sea sostenible. Están tomando decisiones editoriales, ya sea que las hayan enterrado en algoritmos o no. La Primera Enmienda no requiere que las empresas privadas proporcionen una plataforma para cualquier vista que exista. Al final del día, tendremos que encontrar una combinación de regulaciones gubernamentales y prácticas corporativas que aborden este tema, porque va a empeorar. Si puedes perpetrar mentiras locas y teorías de conspiración solo con mensajes de texto, imagina lo que puedes hacer cuando puedes hacer que parezca que tú o yo estamos diciendo algo en video. Estamos bastante cerca de eso ahora ...
Goldberg: Es la famosa estrategia de Steve Bannon...
Obama: Si no tenemos la capacidad de distinguir lo que es verdadero de lo falso, entonces, por definición, el mercado de ideas no funciona. Y, por definición, nuestra democracia no funciona. Estamos entrando en una crisis epistemológica"
Carta del general francés Delawarde sobre la elección presidencial estadounidense
Más que interrogarse sobre quién acabará siendo declarado ganador de la elección presidencial en Estados Unidos, el general Delawarde expresa su sorpresa ante la demostrada voluntad de los medios de difusión de ignorar los fraudes, aunque ya son evidentes.
Mis queridos amigos:
Muchos de ustedes me han preguntado mi opinión sobre lo que ha venido sucediendo en Estados Unidos desde el 3 de noviembre en el marco de la elección presidencial. En mi doble condición de experto en inteligencia y especialista del tema Estados Unidos me han hecho numerosas preguntas que resumiré en 2 grandes grupos:
1- ¿Hubo fraude electoral? ¿Es creíble la hipótesis de un golpe de Estado tendiente a invertir el resultado de la elección?
2- Si Biden fuese finalmente electo el 8 de diciembre y entronizado el 20 de enero de 2021, ¿qué consecuencias tendría su llegada al poder?
Me esforzaré por responder claramente estas preguntas en las siguientes líneas.
¿Tiene el autor algún conflicto de intereses?
Es importante que cada uno de ustedes sepa, antes de iniciar la lectura de esta carta, si su autor tiene algún conflicto de intereses que pudiese orientar sus palabras sobre el tema que aborda.
Mi respuesta es que no. Es cierto que viví en Estados Unidos, en Kansas, bajo administración demócrata (Clinton) entre 1995 y 1998, época de la que guardo un excelente recuerdo. Estuve en Estados Unidos en múltiples ocasiones, antes y después de aquel episodio profesional, visitando a mi numerosa familia cercana –tres de mis hermanas y 48 de sus descendientes directos, todos ciudadanos estadounidenses y residentes en diferentes Estados, gobernados unos por los demócratas y otros por los republicanos. He visitado 46 de los 50 Estados de la Unión. En el verano de 1998 recibí la Meritorius Service Medal de Estados Unidos, en aquel momento bajo administración demócrata. No soy miembro de ninguno de los principales partidos políticos franceses (Les Republicains, Partido Socialista, Rassemblement National, La France Insoumise, LREM-Modem, Europe-Ecologie-Les Verts).
Aunque me expreso a veces con vehemente severidad sobre las «modos de gobierno» estadounidenses, esa severidad no está nunca dirigida al pueblo estadounidense que, como muchos otros pueblos, es más bien generoso y sincero, pero es también ingenuo y está manipulado.
Hoy abrigo grandes reservas, incluso hostilidad, hacia la OTAN, por haber comprobado sus derivas desde 1990, en el marco de mis funciones [1]
Mi experiencia en materia de inteligencia me ha llevado a dar cada vez menos credibilidad a la enorme mayoría de las agencias de prensa y medios mainstream, en particular a los de Occidente [2].
No siento aprecio por la acción y/o «la influencia poderosa y nociva de los grupos de presión» transnacionales sobre el funcionamiento del mundo, independientemente de que sean grupos de presión financieros, mediáticos, comunitarios o de cualquier otra naturaleza.
Después de haber dejado claro todo esto, como autor, pasemos al tema que nos interesa.
Contexto pre-electoral de la elección presidencial estadounidense
Desde el fracaso de Hillary Clinton en la elección presidencial de 2016, Estados Unidos se ha dividido profundamente en 2 bandos irreconciliables que se detestan y se han enfrascado en una lucha “a muerte”. Al contrario de lo que la gente cree en Francia o en Europa, esos dos bandos no son los bandos republicano y demócrata, que sólo son las partes visibles del iceberg. Los dos bandos a los que yo me refiero tienen dos concepciones opuestas del mundo: son los «soberanistas» y los «globalistas». Los representantes de los «globalistas» los hallamos mayoritariamente entre los demócratas, pero también podemos encontrarlos, aunque en menor proporción, entre los republicanos.
El 24 de septiembre de 2019, desde la tribuna de la Asamblea General de la ONU, Donald Trump claramente escogió su bando, expresó su visión del mundo y declaró la guerra a los globalistas al declarar:
«Como mi bien amado país, todas las naciones representadas en este recinto tienen una historia, una cultura y un legado que aprecian y que merecen ser defendidos y celebrados, y que nos dan una fuerza y un potencial particular. El mundo libre debe abarcar sus cimientos “nacionales”. No debe tratar de renunciar a ellos y reemplazarlos…» [3]
Segundos después, Donald Trump agregaba:
«Si quieren ustedes la libertad, estén orgullosos de su país. Si quieren democracia, aférrense a su soberanía. Si quieren paz, amen su nación. Los jefes de Estado perspicaces siempre ponen el interés de su propio país en primer lugar. El porvenir no pertenece a los globalistas. El porvenir pertenece a los patriotas. El porvenir pertenece a las naciones independientes y soberanas que protegen a sus ciudadanos, que respetan a sus vecinos y que aceptan las diferencias que hacen a cada país especial y único.»
Es comprensible para todos que ese discurso pueda suscitar la adhesión de un vasto sector de la población estadounidense, como lo demuestran los más de 73 millones de votos por Trump contabilizados en noviembre de 2020 –o sea, 10 millones más que en 2016, cuando obtuvo menos de 63 millones de sufragios. Para todos los que creían que Trump estaba perdiendo apoyo, ese 15% de aumento es una inmensa sorpresa… como en 2016.
Es evidente que el bando de los globalistas no puede aceptar ese «discurso-programa». Así que hará todo lo que pueda por cerrarle al presidente saliente el camino a la reelección. Mayoritario en el «Estado Profundo estadounidense» (Deep State), disponiendo del control de la finanza y de los GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazone, Microsoft y Twitter), disponiendo también del control de la cuasi totalidad de los medios mainstream y de las agencias de prensa anglosajonas y europeas, el bando de los globalistas va a coordinar la acción de sus “brazos armados” para sacar a Donald Trump de la presidencia de Estados Unidos.
El presidente Trump, por su parte, no es estúpido ni está solo. Dispone de un fortísimo apoyo popular, de una mayoría en el Senado, en la Corte Suprema y 27 de los 50 gobernadores de los Estados de la Unión son republicanos. En la Cámara de Representantes, acaba de reducir en 12 escaños (por ahora…) la ventaja que tenían los demócratas sobre los republicanos. Ha instalado una administración federal que le es mayoritariamente fiel (no totalmente…), ha cambiado a una mayoría de los jueces federales, resistió exitosamente a 2 intentos del Estado Profundo y de los demócratas de destituirlo (el Rusiagate fabricado desde 2016, que acabó desinflándose… porque era falso y los investigadores, los jueces y la opinión pública estadounidense acabaron dándose cuenta, y el intento de destitución iniciado en la Cámara de Representantes, que se fue a pique cuando llegó al Senado).
Por cierto, Trump mostró lucidez cuando dijo, en su último discurso electoral, el 2 de noviembre de 2020, en Carolina del Norte: «Si algo he hecho durante mi mandato ha sido poner en evidencia la deshonestidad de los medios.» [4] Los medios mainstream estadounidenses siempre han suscitado y respaldado las acciones antiTrump.
Es en este contexto de tensiones extremas y después de una campaña electoral durante en la que se han visto todos los golpes bajos posibles –de ambas partes– que se produce la elección del 3 de noviembre de 2020.
¿Han sido honestos los medios y los institutos de sondeos o han tratado de manipular a la opinión?
Los medios mainstream estadounidenses –por cierto, al igual que los medios europeos– no brillan precisamente por su honestidad, pluralismo e imparcialidad. Bajo el control de un puñado de multimillonarios, esos medios defienden las causas e intereses de sus «patrones», miembros activos o simples colaboradores del Estado Profundo. Todo se vale, hasta las mentiras más descaradas. Se pone de relieve todo lo que perjudique al adversario (Trump) y se oculta todo lo que pudiera perjudicar al bando al que se quiere beneficiar (Biden). Los periodistas hacen carrera sólo si se someten o/y se autocensuran. Hoy estamos en una situación de «guerra informativa» electoral [5]. Los simples mortales encuentran muchas dificultades para informarse correctamente [6].
Hace 4 años que esos medios estadounidenses, perfectamente secundados por los medios “hermanos” europeos vienen dedicándose, las 24 horas del día, a denigrar la imagen del presidente Trump ante la opinión pública estadounidense, occidental y mundial. Durante los meses anteriores a la elección se apoyaron en sondeos ampliamente sesgados para hacerle creer al pueblo estadounidense y al mundo –como en 2016– que la elección estaba “decidida” y que una gran ola demócrata iba a sumergir el país. Por citar sólo el ejemplo de la Florida, 4 días antes de la elección una amplia mayoría de los sondeos daba a Biden ganador con entre 1 y 5 puntos… pero el ganador fue Trump por 3,4 puntos. Las diferencias comprobadas entre esos últimos sondeos y el resultado del escrutinio son tales que no puede hablarse del margen de error sino de mentira y manipulación, interesada y… descarada. Esos sondeos y artículos engañosos se repitieron en la casi totalidad de los Estados de la Unión. Los resultados de Trump y del Partido Republicano, el día de la elección, revelaron la envergadura de esas mentiras-manipulaciones mediáticas y de los falsos sondeos preelectorales.
¿Es creíble la hipótesis de un fraude importante en varios Estados claves el día del escrutinio?
Mi íntima convicción me dice que sí ya que existen, en mi opinión, demasiados índices concordantes tendientes a que la jauría “mediática” occidental –de la que ya sabemos quién la controla– pueda convencerme de lo contrario. Los presidentes de China y Rusia no se equivocan en esperar a que se proclamen resultados oficiales, lo cual no sucederá hasta el 8 de diciembre, antes de felicitar al vencedor, cuando realmente se sepa quién es [7].
Estos son los indicios que me hacen dudar de la honestidad del escrutinio.
1 – La curiosa precipitación, por demás sospechosa, de la jauría mediática estadounidense, seguida de inmediato por su “hermana” de la Unión Europea –que también sabemos quién la controla– en querer imponer un vencedor cuando todavía no se conocen los resultados oficiales de 5 o 6 Estados. Todos sabemos que esos medios estadounidenses son «partidistas» y que son los más feroces adversarios de Trump. Conocemos su método consistente en criticar, cuestionar, modificar, no reconocer, poner en tela de juicio todos los resultados electorales que no les convienen en todo el planeta (como las elecciones presidenciales de Siria, en 2014; de Venezuela, en 2018; de Bolivia, en 2019, y de Bielorrusia, en 2020, por citar sólo 4). También conocemos su propensión a querer promover, más bien imponer, el candidato que les conviene, sin importar que ese candidato sólo cuente con un apoyo muy minoritario (como en los casos de Francia, en 2017; de Bolivia, en 2019; de Bielorrusia, en 2020. También es el caso de Navalni, quien no representa estrictamente nada en Rusia, y sin embargo nuestros medios nos lo “venden” como el contrincante número 1 de Putin).
2 – Las muy desacostumbradas acciones de Google, Facebook, YouTube y Twitter censurando, de manera concertada y simultánea, nada más y nada menos que al presidente de Estados Unidos. Esta colusión evidente de esas grandes empresas de servicios, de las que también sabemos quién las controla, simplemente no es “natural” ni democrática…
3 – Por primera vez en la historia de Estados Unidos, el voto por correspondencia se utilizó masivamente ya que más de un 42% de los electores que votaron lo hicieron por correspondencia (más de 64 millones), a pesar de ser mundialmente reconocido que ese tipo de voto favorece el fraude electoral.
El voto por correspondencia incluso se eliminó en Francia en 1975 porque se juzgó propicio al fraude electoral [8].
Dicho sea de paso, es extraño que algunos diputados de la mayoría LREM [9] estén tratando ahora de restablecer en Francia el voto por correspondencia, aprovechando la oportunidad que ofrece la epidemia de Covid-19 [10].
¿Será que esos diputados tienen intenciones de ampliar las posibilidades de fraude en Francia para alcanzar la reelección en las próximas elecciones locales?
Afirmar que no hubo el menor fraude electoral en Estados Unidos, con 64 millones de votos por correspondencia, simplemente no es creíble.
Sin asumir por mi cuenta todo el conjunto de denuncias de fraudes emitidas por los republicanos, y enumeradas en un artículo reproducido en Profession Gendarme [11], voy a retener, sin embargo, un solo ejemplo –reconocido por los dos partidos, tanto el demócrata como el republicano– que no es por lo tanto cuestionable ni cuestionado.
Según confesó ella misma al New York Times, Abigail Bowen, la secretaria electoral del condado de Shiawassee (Estado de Michigan), agregó, por error según ella, un cero de más en el conteo de los votos de Biden. En vez de inscribir 15 371 votos a favor del demócrata, su equipo agregó 150 371 sufragios. Dado el hecho que en los teclados de computadora la tecla del 0 no está cerca de la tecla del 5, es extraño decir que fue un error involuntario. La secretaria agrega que el error le fue notificado 20 minutos después y que lo corrigió enseguida. (Felizmente alguien se dio cuenta de este error, al parecer involuntario…)
Está muy bien que ese error haya sido rectificado… pero eso plantea, de todas maneras, varias interrogantes:
Lo que yo observo es que en 5 Estados calificados de swing states [12] los resultados están en ese margen del 1%: se trata de los Estados de Arizona, Georgia, Wisconsin, Pensilvania y Nevada [13]. En esos 5 Estados, Trump encabezaba la votación, pero Biden supuestamente acabó aventajándolo en todos por unos miles de votos gracias a la llegada oportuna, milagrosa, masiva y repentina de votos por correspondencia que le resultaron muy, muy, muy favorables.
A estas alturas ya ustedes habrán comprendido que, en mi opinión, el voto por correspondencia es la puerta abierta al fraude. Cuando ese voto por correspondencia es masivo, el fraude puede hacerse importante y ser ampliamente suficiente para invertir un resultado en el margen del 1%. Es infinitamente poco probable que no haya habido fraudes. No especularé aquí sobre a quién pudieran haber favorecido esos fraudes y estoy seguro de que nunca llegarán a obtenerse todas las pruebas. Digo solamente que los “ingenuos” medios mainstream estadounidenses y europeos, que tanto quisieran negar a Trump el derecho a que vuelvan a contarse los votos, a que se abran investigaciones y a que se realicen verificaciones, esos mismos medios que –tratándose de otros países– tanto se preocupan por los conteos de votos y que tan fácilmente denuncian un «fraude electoral», no se engrandecen con todo esto. Sabíamos que Francia y sus periodistas que se mofan del presunto perdedor –porque se llama Trump– transmitían la imagen de una “mediocracia”. Pero, ¿también deben convertirse en una mediacracia que trata de imponernos presidentes y todo lo que debemos pensar, sobre todos los temas?
Abordemos ahora el segundo tema de mi carta.
Si el “globalista” Biden fuese electo el 8 de diciembre y entronizado el 20 de enero de 2021, ¿qué evolución podemos esperar para el planeta los europeos y los franceses?
Biden es un anciano, de quien todos saben que ya no goza de todas sus facultades mentales –el próximo 20 de enero habrá cumplido 79 años. Debido a ello, si Biden resulta electo, se hallará bajo la influencia de otras personas y tomaría sus decisiones únicamente siguiendo consejos y bajo el «estrecho control» de su entorno cercano, emanación del «Deep State» o Estado Profundo y conformado con «globalistas» acérrimos. Es además ese entorno lo que habrá ayudado a Biden a ganar, así que sería ese entorno quien gobernaría, de hecho, Estados Unidos.
Dado su obediencia «neoconservadora», ese entorno de Biden es resueltamente proisraelí y favorable a que se mantenga sobre el planeta una hegemonía absoluta de Estados Unidos. El profundo estudio de ese entorno (biografías, influencias a las que se somete, redes y comunidades de las que forma parte) resultaría muy revelador pero, por desgracia, nada sorprendente. En Francia tenemos los mismos. Habría que prepararse, por ende, con vista a un recrudecimiento de la injerencia agresiva de Estados Unidos tanto en el Medio Oriente (Líbano, Siria, Irak, Irán), por supuesto, a favor de Israel. Pero también en las fronteras de Rusia, en el Mar de China y en Sudamérica. El nuevo equipo de gobierno, brazo armado del «Deep State», creará los pretextos –aunque no existan– e instrumentalizará la nebulosa terrorista, como siempre lo ha hecho Washington en el pasado, para justificar sus actos de injerencia.
Trump logró reducir gradual y considerablemente los bombardeos estadounidenses en el planeta (Estados Unidos utilizó 47 000 bombas en 2017, 16 000 en 2018, 12 000 en 2019 y 928 en enero y febrero de 2020, según los últimos datos conocidos) [14]. Trajo de regreso a Estados Unidos gran cantidad de soldados que estaban desplegados fuera del país, principalmente del Medio Oriente. Bajo el primer mandato de Trump, la coalición occidental mató mucho menos gente que bajo los 2 mandatos de su predecesor [el demócrata Barack Obama]. Si un equipo globalista se apodera de la Casa Blanca, esa tendencia podría invertirse a partir de la primavera de 2021… y la sangre correría otra vez. La OTAN sigue sin entender que debería –incluso en su propio interés– poner fin a tales derivas.
La mala noticia es que una administración Biden también trataría de implicar a la OTAN, al Reino Unido, a Francia y a la Unión Europea en todos los trabajos sucios que sus estrategas neoconservadores sean capaces de urdir [15]. La mala noticia para Francia es que su dependencia económica (su deuda y el CAC40) y el creciente servilismo hacia Estados Unidos de las élites francesas, formadas precisamente para que sean serviles, le impedirán rechazar todas las invitaciones de Estados Unidos a ser parte de coaliciones creadas en defensa de causas dudosas.
La buena noticia es el hecho que, a ambos lados del Atlántico, los pueblos están empezando a abrir los ojos. Sea o no del agrado de nuestros medios de difusión, de nuestros políticos y de nuestra opinión pública manipulada, el «soberanista» Trump incrementó en un 15% el total de votos que obtuvo en 2016. Sus partidarios controlan la Corte Suprema, el Senado, una mayoría de Estados y se acercan a la paridad en cuanto al número de escaños que controlan en la Cámara de Representantes. Sus partidarios también controlan las zonas rurales estadounidenses. Los demócratas sólo controlan realmente las grandes ciudades.
Muchos de ustedes me han preguntado mi opinión sobre lo que ha venido sucediendo en Estados Unidos desde el 3 de noviembre en el marco de la elección presidencial. En mi doble condición de experto en inteligencia y especialista del tema Estados Unidos me han hecho numerosas preguntas que resumiré en 2 grandes grupos:
1- ¿Hubo fraude electoral? ¿Es creíble la hipótesis de un golpe de Estado tendiente a invertir el resultado de la elección?
2- Si Biden fuese finalmente electo el 8 de diciembre y entronizado el 20 de enero de 2021, ¿qué consecuencias tendría su llegada al poder?
Me esforzaré por responder claramente estas preguntas en las siguientes líneas.
¿Tiene el autor algún conflicto de intereses?
Es importante que cada uno de ustedes sepa, antes de iniciar la lectura de esta carta, si su autor tiene algún conflicto de intereses que pudiese orientar sus palabras sobre el tema que aborda.
Mi respuesta es que no. Es cierto que viví en Estados Unidos, en Kansas, bajo administración demócrata (Clinton) entre 1995 y 1998, época de la que guardo un excelente recuerdo. Estuve en Estados Unidos en múltiples ocasiones, antes y después de aquel episodio profesional, visitando a mi numerosa familia cercana –tres de mis hermanas y 48 de sus descendientes directos, todos ciudadanos estadounidenses y residentes en diferentes Estados, gobernados unos por los demócratas y otros por los republicanos. He visitado 46 de los 50 Estados de la Unión. En el verano de 1998 recibí la Meritorius Service Medal de Estados Unidos, en aquel momento bajo administración demócrata. No soy miembro de ninguno de los principales partidos políticos franceses (Les Republicains, Partido Socialista, Rassemblement National, La France Insoumise, LREM-Modem, Europe-Ecologie-Les Verts).
Aunque me expreso a veces con vehemente severidad sobre las «modos de gobierno» estadounidenses, esa severidad no está nunca dirigida al pueblo estadounidense que, como muchos otros pueblos, es más bien generoso y sincero, pero es también ingenuo y está manipulado.
Hoy abrigo grandes reservas, incluso hostilidad, hacia la OTAN, por haber comprobado sus derivas desde 1990, en el marco de mis funciones [1]
Mi experiencia en materia de inteligencia me ha llevado a dar cada vez menos credibilidad a la enorme mayoría de las agencias de prensa y medios mainstream, en particular a los de Occidente [2].
No siento aprecio por la acción y/o «la influencia poderosa y nociva de los grupos de presión» transnacionales sobre el funcionamiento del mundo, independientemente de que sean grupos de presión financieros, mediáticos, comunitarios o de cualquier otra naturaleza.
Después de haber dejado claro todo esto, como autor, pasemos al tema que nos interesa.
Contexto pre-electoral de la elección presidencial estadounidense
Desde el fracaso de Hillary Clinton en la elección presidencial de 2016, Estados Unidos se ha dividido profundamente en 2 bandos irreconciliables que se detestan y se han enfrascado en una lucha “a muerte”. Al contrario de lo que la gente cree en Francia o en Europa, esos dos bandos no son los bandos republicano y demócrata, que sólo son las partes visibles del iceberg. Los dos bandos a los que yo me refiero tienen dos concepciones opuestas del mundo: son los «soberanistas» y los «globalistas». Los representantes de los «globalistas» los hallamos mayoritariamente entre los demócratas, pero también podemos encontrarlos, aunque en menor proporción, entre los republicanos.
El 24 de septiembre de 2019, desde la tribuna de la Asamblea General de la ONU, Donald Trump claramente escogió su bando, expresó su visión del mundo y declaró la guerra a los globalistas al declarar:
«Como mi bien amado país, todas las naciones representadas en este recinto tienen una historia, una cultura y un legado que aprecian y que merecen ser defendidos y celebrados, y que nos dan una fuerza y un potencial particular. El mundo libre debe abarcar sus cimientos “nacionales”. No debe tratar de renunciar a ellos y reemplazarlos…» [3]
Segundos después, Donald Trump agregaba:
«Si quieren ustedes la libertad, estén orgullosos de su país. Si quieren democracia, aférrense a su soberanía. Si quieren paz, amen su nación. Los jefes de Estado perspicaces siempre ponen el interés de su propio país en primer lugar. El porvenir no pertenece a los globalistas. El porvenir pertenece a los patriotas. El porvenir pertenece a las naciones independientes y soberanas que protegen a sus ciudadanos, que respetan a sus vecinos y que aceptan las diferencias que hacen a cada país especial y único.»
Es comprensible para todos que ese discurso pueda suscitar la adhesión de un vasto sector de la población estadounidense, como lo demuestran los más de 73 millones de votos por Trump contabilizados en noviembre de 2020 –o sea, 10 millones más que en 2016, cuando obtuvo menos de 63 millones de sufragios. Para todos los que creían que Trump estaba perdiendo apoyo, ese 15% de aumento es una inmensa sorpresa… como en 2016.
Es evidente que el bando de los globalistas no puede aceptar ese «discurso-programa». Así que hará todo lo que pueda por cerrarle al presidente saliente el camino a la reelección. Mayoritario en el «Estado Profundo estadounidense» (Deep State), disponiendo del control de la finanza y de los GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazone, Microsoft y Twitter), disponiendo también del control de la cuasi totalidad de los medios mainstream y de las agencias de prensa anglosajonas y europeas, el bando de los globalistas va a coordinar la acción de sus “brazos armados” para sacar a Donald Trump de la presidencia de Estados Unidos.
El presidente Trump, por su parte, no es estúpido ni está solo. Dispone de un fortísimo apoyo popular, de una mayoría en el Senado, en la Corte Suprema y 27 de los 50 gobernadores de los Estados de la Unión son republicanos. En la Cámara de Representantes, acaba de reducir en 12 escaños (por ahora…) la ventaja que tenían los demócratas sobre los republicanos. Ha instalado una administración federal que le es mayoritariamente fiel (no totalmente…), ha cambiado a una mayoría de los jueces federales, resistió exitosamente a 2 intentos del Estado Profundo y de los demócratas de destituirlo (el Rusiagate fabricado desde 2016, que acabó desinflándose… porque era falso y los investigadores, los jueces y la opinión pública estadounidense acabaron dándose cuenta, y el intento de destitución iniciado en la Cámara de Representantes, que se fue a pique cuando llegó al Senado).
Por cierto, Trump mostró lucidez cuando dijo, en su último discurso electoral, el 2 de noviembre de 2020, en Carolina del Norte: «Si algo he hecho durante mi mandato ha sido poner en evidencia la deshonestidad de los medios.» [4] Los medios mainstream estadounidenses siempre han suscitado y respaldado las acciones antiTrump.
Es en este contexto de tensiones extremas y después de una campaña electoral durante en la que se han visto todos los golpes bajos posibles –de ambas partes– que se produce la elección del 3 de noviembre de 2020.
¿Han sido honestos los medios y los institutos de sondeos o han tratado de manipular a la opinión?
Los medios mainstream estadounidenses –por cierto, al igual que los medios europeos– no brillan precisamente por su honestidad, pluralismo e imparcialidad. Bajo el control de un puñado de multimillonarios, esos medios defienden las causas e intereses de sus «patrones», miembros activos o simples colaboradores del Estado Profundo. Todo se vale, hasta las mentiras más descaradas. Se pone de relieve todo lo que perjudique al adversario (Trump) y se oculta todo lo que pudiera perjudicar al bando al que se quiere beneficiar (Biden). Los periodistas hacen carrera sólo si se someten o/y se autocensuran. Hoy estamos en una situación de «guerra informativa» electoral [5]. Los simples mortales encuentran muchas dificultades para informarse correctamente [6].
Hace 4 años que esos medios estadounidenses, perfectamente secundados por los medios “hermanos” europeos vienen dedicándose, las 24 horas del día, a denigrar la imagen del presidente Trump ante la opinión pública estadounidense, occidental y mundial. Durante los meses anteriores a la elección se apoyaron en sondeos ampliamente sesgados para hacerle creer al pueblo estadounidense y al mundo –como en 2016– que la elección estaba “decidida” y que una gran ola demócrata iba a sumergir el país. Por citar sólo el ejemplo de la Florida, 4 días antes de la elección una amplia mayoría de los sondeos daba a Biden ganador con entre 1 y 5 puntos… pero el ganador fue Trump por 3,4 puntos. Las diferencias comprobadas entre esos últimos sondeos y el resultado del escrutinio son tales que no puede hablarse del margen de error sino de mentira y manipulación, interesada y… descarada. Esos sondeos y artículos engañosos se repitieron en la casi totalidad de los Estados de la Unión. Los resultados de Trump y del Partido Republicano, el día de la elección, revelaron la envergadura de esas mentiras-manipulaciones mediáticas y de los falsos sondeos preelectorales.
¿Es creíble la hipótesis de un fraude importante en varios Estados claves el día del escrutinio?
Mi íntima convicción me dice que sí ya que existen, en mi opinión, demasiados índices concordantes tendientes a que la jauría “mediática” occidental –de la que ya sabemos quién la controla– pueda convencerme de lo contrario. Los presidentes de China y Rusia no se equivocan en esperar a que se proclamen resultados oficiales, lo cual no sucederá hasta el 8 de diciembre, antes de felicitar al vencedor, cuando realmente se sepa quién es [7].
Estos son los indicios que me hacen dudar de la honestidad del escrutinio.
1 – La curiosa precipitación, por demás sospechosa, de la jauría mediática estadounidense, seguida de inmediato por su “hermana” de la Unión Europea –que también sabemos quién la controla– en querer imponer un vencedor cuando todavía no se conocen los resultados oficiales de 5 o 6 Estados. Todos sabemos que esos medios estadounidenses son «partidistas» y que son los más feroces adversarios de Trump. Conocemos su método consistente en criticar, cuestionar, modificar, no reconocer, poner en tela de juicio todos los resultados electorales que no les convienen en todo el planeta (como las elecciones presidenciales de Siria, en 2014; de Venezuela, en 2018; de Bolivia, en 2019, y de Bielorrusia, en 2020, por citar sólo 4). También conocemos su propensión a querer promover, más bien imponer, el candidato que les conviene, sin importar que ese candidato sólo cuente con un apoyo muy minoritario (como en los casos de Francia, en 2017; de Bolivia, en 2019; de Bielorrusia, en 2020. También es el caso de Navalni, quien no representa estrictamente nada en Rusia, y sin embargo nuestros medios nos lo “venden” como el contrincante número 1 de Putin).
2 – Las muy desacostumbradas acciones de Google, Facebook, YouTube y Twitter censurando, de manera concertada y simultánea, nada más y nada menos que al presidente de Estados Unidos. Esta colusión evidente de esas grandes empresas de servicios, de las que también sabemos quién las controla, simplemente no es “natural” ni democrática…
3 – Por primera vez en la historia de Estados Unidos, el voto por correspondencia se utilizó masivamente ya que más de un 42% de los electores que votaron lo hicieron por correspondencia (más de 64 millones), a pesar de ser mundialmente reconocido que ese tipo de voto favorece el fraude electoral.
El voto por correspondencia incluso se eliminó en Francia en 1975 porque se juzgó propicio al fraude electoral [8].
Dicho sea de paso, es extraño que algunos diputados de la mayoría LREM [9] estén tratando ahora de restablecer en Francia el voto por correspondencia, aprovechando la oportunidad que ofrece la epidemia de Covid-19 [10].
¿Será que esos diputados tienen intenciones de ampliar las posibilidades de fraude en Francia para alcanzar la reelección en las próximas elecciones locales?
Afirmar que no hubo el menor fraude electoral en Estados Unidos, con 64 millones de votos por correspondencia, simplemente no es creíble.
Sin asumir por mi cuenta todo el conjunto de denuncias de fraudes emitidas por los republicanos, y enumeradas en un artículo reproducido en Profession Gendarme [11], voy a retener, sin embargo, un solo ejemplo –reconocido por los dos partidos, tanto el demócrata como el republicano– que no es por lo tanto cuestionable ni cuestionado.
Según confesó ella misma al New York Times, Abigail Bowen, la secretaria electoral del condado de Shiawassee (Estado de Michigan), agregó, por error según ella, un cero de más en el conteo de los votos de Biden. En vez de inscribir 15 371 votos a favor del demócrata, su equipo agregó 150 371 sufragios. Dado el hecho que en los teclados de computadora la tecla del 0 no está cerca de la tecla del 5, es extraño decir que fue un error involuntario. La secretaria agrega que el error le fue notificado 20 minutos después y que lo corrigió enseguida. (Felizmente alguien se dio cuenta de este error, al parecer involuntario…)
Está muy bien que ese error haya sido rectificado… pero eso plantea, de todas maneras, varias interrogantes:
- ¿Cuántos “errores” de 0 similares a este se cometieron, voluntariamente o no?
- ¿Cuántos “errores” de ese tipo fueron detectados, notificados y corregidos?
- ¿Cuántos de esos “errores” fueron validados en el conteo final?
- ¿Tiene entonces o no razones justificadas un candidato, sea demócrata o republicano, para solicitar que vuelvan a contarse los votos cuando el resultado se sitúa en un margen del 1% en uno de los Estados de la Unión? ¿No es eso lo que se hace en todas las democracias dignas de ese nombre? ¿Acaso es competencia de los medios proclamar un ganador sin disponer de resultados avalados?
Lo que yo observo es que en 5 Estados calificados de swing states [12] los resultados están en ese margen del 1%: se trata de los Estados de Arizona, Georgia, Wisconsin, Pensilvania y Nevada [13]. En esos 5 Estados, Trump encabezaba la votación, pero Biden supuestamente acabó aventajándolo en todos por unos miles de votos gracias a la llegada oportuna, milagrosa, masiva y repentina de votos por correspondencia que le resultaron muy, muy, muy favorables.
A estas alturas ya ustedes habrán comprendido que, en mi opinión, el voto por correspondencia es la puerta abierta al fraude. Cuando ese voto por correspondencia es masivo, el fraude puede hacerse importante y ser ampliamente suficiente para invertir un resultado en el margen del 1%. Es infinitamente poco probable que no haya habido fraudes. No especularé aquí sobre a quién pudieran haber favorecido esos fraudes y estoy seguro de que nunca llegarán a obtenerse todas las pruebas. Digo solamente que los “ingenuos” medios mainstream estadounidenses y europeos, que tanto quisieran negar a Trump el derecho a que vuelvan a contarse los votos, a que se abran investigaciones y a que se realicen verificaciones, esos mismos medios que –tratándose de otros países– tanto se preocupan por los conteos de votos y que tan fácilmente denuncian un «fraude electoral», no se engrandecen con todo esto. Sabíamos que Francia y sus periodistas que se mofan del presunto perdedor –porque se llama Trump– transmitían la imagen de una “mediocracia”. Pero, ¿también deben convertirse en una mediacracia que trata de imponernos presidentes y todo lo que debemos pensar, sobre todos los temas?
Abordemos ahora el segundo tema de mi carta.
Si el “globalista” Biden fuese electo el 8 de diciembre y entronizado el 20 de enero de 2021, ¿qué evolución podemos esperar para el planeta los europeos y los franceses?
Biden es un anciano, de quien todos saben que ya no goza de todas sus facultades mentales –el próximo 20 de enero habrá cumplido 79 años. Debido a ello, si Biden resulta electo, se hallará bajo la influencia de otras personas y tomaría sus decisiones únicamente siguiendo consejos y bajo el «estrecho control» de su entorno cercano, emanación del «Deep State» o Estado Profundo y conformado con «globalistas» acérrimos. Es además ese entorno lo que habrá ayudado a Biden a ganar, así que sería ese entorno quien gobernaría, de hecho, Estados Unidos.
Dado su obediencia «neoconservadora», ese entorno de Biden es resueltamente proisraelí y favorable a que se mantenga sobre el planeta una hegemonía absoluta de Estados Unidos. El profundo estudio de ese entorno (biografías, influencias a las que se somete, redes y comunidades de las que forma parte) resultaría muy revelador pero, por desgracia, nada sorprendente. En Francia tenemos los mismos. Habría que prepararse, por ende, con vista a un recrudecimiento de la injerencia agresiva de Estados Unidos tanto en el Medio Oriente (Líbano, Siria, Irak, Irán), por supuesto, a favor de Israel. Pero también en las fronteras de Rusia, en el Mar de China y en Sudamérica. El nuevo equipo de gobierno, brazo armado del «Deep State», creará los pretextos –aunque no existan– e instrumentalizará la nebulosa terrorista, como siempre lo ha hecho Washington en el pasado, para justificar sus actos de injerencia.
Trump logró reducir gradual y considerablemente los bombardeos estadounidenses en el planeta (Estados Unidos utilizó 47 000 bombas en 2017, 16 000 en 2018, 12 000 en 2019 y 928 en enero y febrero de 2020, según los últimos datos conocidos) [14]. Trajo de regreso a Estados Unidos gran cantidad de soldados que estaban desplegados fuera del país, principalmente del Medio Oriente. Bajo el primer mandato de Trump, la coalición occidental mató mucho menos gente que bajo los 2 mandatos de su predecesor [el demócrata Barack Obama]. Si un equipo globalista se apodera de la Casa Blanca, esa tendencia podría invertirse a partir de la primavera de 2021… y la sangre correría otra vez. La OTAN sigue sin entender que debería –incluso en su propio interés– poner fin a tales derivas.
La mala noticia es que una administración Biden también trataría de implicar a la OTAN, al Reino Unido, a Francia y a la Unión Europea en todos los trabajos sucios que sus estrategas neoconservadores sean capaces de urdir [15]. La mala noticia para Francia es que su dependencia económica (su deuda y el CAC40) y el creciente servilismo hacia Estados Unidos de las élites francesas, formadas precisamente para que sean serviles, le impedirán rechazar todas las invitaciones de Estados Unidos a ser parte de coaliciones creadas en defensa de causas dudosas.
La buena noticia es el hecho que, a ambos lados del Atlántico, los pueblos están empezando a abrir los ojos. Sea o no del agrado de nuestros medios de difusión, de nuestros políticos y de nuestra opinión pública manipulada, el «soberanista» Trump incrementó en un 15% el total de votos que obtuvo en 2016. Sus partidarios controlan la Corte Suprema, el Senado, una mayoría de Estados y se acercan a la paridad en cuanto al número de escaños que controlan en la Cámara de Representantes. Sus partidarios también controlan las zonas rurales estadounidenses. Los demócratas sólo controlan realmente las grandes ciudades.
En azul, los condados demócratas, en rojo los condados republicanos.
Fuente : New York Post
Fuente : New York Post
En esas condiciones, no será fácil gobernar Estados Unidos y hacer cualquier cosa, sobre todo teniendo en cuenta que la economía estadounidense está en baja y que la deuda es abismal.
Tampoco será fácil gobernar una Unión Europea cuya parte occidental está en bancarrota, con poblaciones a punto de rebelarse, con PIBs en retroceso y presupuestos militares que se verán, quiérase o no, inevitablemente afectados.
En tales condiciones, lo sabio sería dedicarse a resolver sus propios problemas en vez de ir a hacer el papel de sheriff en otras partes del mundo. Lo inteligente sería también no inmiscuirse en los asuntos de Estados soberanos bajo el falso pretexto de luchar contra un terrorismo que nosotros mismos contribuimos ampliamente a crear y a mantener mediante nuestra política exterior calamitosa (hacia países como Libia, Siria, Irak, Yemen, Irán, Rusia, Bielorrusia, Venezuela, Brasil y Bolivia, entre otros) y con posicionamientos oficiales irresponsables insultantes para decenas de países (como en el asunto de las caricaturas) [16].
Tarde o temprano, una coalición occidental orquestada por globalistas agresivos acabará por romperse los dientes en algún lugar, se asombrará de lo que le ha sucedido, tendrá que bajarse de su pedestal y ser menos arrogante. Se multiplicarán entonces las marchas, las ceremonias fúnebres, las manifestaciones ruidosas y ostentosas contra un enemigo que nosotros mismos habremos provocado y los pueblos tendrán que contar sus muertos y llorarlos.
Basta con ver la “brillante” campaña que han dirigido los gobiernos de los países miembros de tales coaliciones en la llamada «guerra contra el coronavirus» para intuir que tampoco ganaremos la próxima…
Général Dominique Delawarde
Tampoco será fácil gobernar una Unión Europea cuya parte occidental está en bancarrota, con poblaciones a punto de rebelarse, con PIBs en retroceso y presupuestos militares que se verán, quiérase o no, inevitablemente afectados.
En tales condiciones, lo sabio sería dedicarse a resolver sus propios problemas en vez de ir a hacer el papel de sheriff en otras partes del mundo. Lo inteligente sería también no inmiscuirse en los asuntos de Estados soberanos bajo el falso pretexto de luchar contra un terrorismo que nosotros mismos contribuimos ampliamente a crear y a mantener mediante nuestra política exterior calamitosa (hacia países como Libia, Siria, Irak, Yemen, Irán, Rusia, Bielorrusia, Venezuela, Brasil y Bolivia, entre otros) y con posicionamientos oficiales irresponsables insultantes para decenas de países (como en el asunto de las caricaturas) [16].
Tarde o temprano, una coalición occidental orquestada por globalistas agresivos acabará por romperse los dientes en algún lugar, se asombrará de lo que le ha sucedido, tendrá que bajarse de su pedestal y ser menos arrogante. Se multiplicarán entonces las marchas, las ceremonias fúnebres, las manifestaciones ruidosas y ostentosas contra un enemigo que nosotros mismos habremos provocado y los pueblos tendrán que contar sus muertos y llorarlos.
Basta con ver la “brillante” campaña que han dirigido los gobiernos de los países miembros de tales coaliciones en la llamada «guerra contra el coronavirus» para intuir que tampoco ganaremos la próxima…
Général Dominique Delawarde
19 de noviembre de 2020
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Sidney Poweell, ex Fiscal Federal y abogada de Trump, afirmó que el software de Smartmatic se exportó "para afectar una elección en Argentina"
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20 de noviembre de 2020
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"El secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, anunció prematuramente el viernes que Joe Biden ganó el recuento estatal y que había sido certificado como el vencedor del estado.
Aunque Biden estará certificado, ese anuncio debería haberse hecho después de que se publiquen los resultados oficiales. En el momento del anuncio, solo estaban disponibles los resultados no oficiales. La oficina del Secretario de Estado de Georgia emitió una corrección aproximadamente una hora después del anuncio original de Raffensperger".
Aunque Biden estará certificado, ese anuncio debería haberse hecho después de que se publiquen los resultados oficiales. En el momento del anuncio, solo estaban disponibles los resultados no oficiales. La oficina del Secretario de Estado de Georgia emitió una corrección aproximadamente una hora después del anuncio original de Raffensperger".
22 de noviembre de 2020
Se creó un sitio web que ya ha recopilado cientos de pruebas de fraude electoral por parte del Partido Demócrata.
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24 de noviembre de 2020
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que la Administración de Servicios Generales (GSA), que autorizó el inicio de una transición formal al equipo de Joe Biden, no determina el resultado de las elecciones presidenciales y que su campaña continúa con la batalla legal sobre los resultados.
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"El presidente electo de EE.UU., Joe Biden, aseguró este martes que "Estados Unidos está de vuelta", al confirmar la nominación de figuras claves de su equipo de trabajo que, destacó, está 'listo para liderar el mundo'".
25 de noviembre de 2020
*2016*
"El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el jueves que el mandatario Barack Obama y la aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, son 'cofundadores' de Estado Islámico, palabras que revivirán seguramente las críticas a su incendiario estilo de campaña.
El magnate inmobiliario neoyorquino había atacado previamente a Obama y Clinton, secretaria de Estado de 2009 a 2013, por la forma en que Estados Unidos se retiró de Irak tras la guerra, afirmando que ayudaron a crear el grupo militante islamista que tomó el control de partes de Irak y Siria".
"El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el jueves que el mandatario Barack Obama y la aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, son 'cofundadores' de Estado Islámico, palabras que revivirán seguramente las críticas a su incendiario estilo de campaña.
El magnate inmobiliario neoyorquino había atacado previamente a Obama y Clinton, secretaria de Estado de 2009 a 2013, por la forma en que Estados Unidos se retiró de Irak tras la guerra, afirmando que ayudaron a crear el grupo militante islamista que tomó el control de partes de Irak y Siria".
*2017*
"El fundador de Wiki Leaks, Julian Assange, revela en una entrevista en exclusiva con el periodista australiano John Pilger un correo electrónico demuestra que quienes financian al ISIS son los mismos que los que financian la Fundación Clinton".
"El fundador de Wiki Leaks, Julian Assange, revela en una entrevista en exclusiva con el periodista australiano John Pilger un correo electrónico demuestra que quienes financian al ISIS son los mismos que los que financian la Fundación Clinton".
It is right to wish this project well. It is also natural to worry when the US accords near-mystical powers to democracy. If Mr Biden plans to signal a general preference for free countries over the opposite, so much the better. But there are intimations of a more ambitious idealism. “Call it a league of democracies,” wrote Antony Blinken last year (with Robert Kagan), proposing a formal concert of liberal nations. So much pamphleteering, maybe, but the man who has been selected as the next secretary of state is not unique among Democrats in this quest to promote freedom after four years of brute nationalism.
Mr Biden must be careful not to set moral standards that can only be flunked. Most of his foreign priorities entail some accommodation with autocrats. The nuclear pact with Iran, which he hopes to revive, does not stipulate any liberal reform within the Islamic republic. And how could it? Nor can a world effort against climate change be fussy about the domestic institutions of participant nations. Carbon emissions are not unique to the democracies.
As for his posture towards China, either Mr Biden will seek a modus vivendi, which would mean holding his tongue about human rights, or he will cultivate those nations that feel unnerved by the Asian superpower. Some of these, but not all, are democracies. To be precious about the internal character of foreign regimes is to curtail US options.
It is a sweet idea that America prevailed in the cold war by corralling the democracies alone. In truth, moral compromises — with Latin American generals, at times with apartheid South Africa — multiplied elsewhere. The US deferred to these and other exigencies even when it accounted for a much larger share of world economic output than it does now. Whether it learns to live with China or strives to counteract it, Washington is going to need a measure of cynicism. Pretending to high-mindedness now assures worldwide disillusion with the US later on.
Mr Biden must be careful not to set moral standards that can only be flunked. Most of his foreign priorities entail some accommodation with autocrats. The nuclear pact with Iran, which he hopes to revive, does not stipulate any liberal reform within the Islamic republic. And how could it? Nor can a world effort against climate change be fussy about the domestic institutions of participant nations. Carbon emissions are not unique to the democracies.
As for his posture towards China, either Mr Biden will seek a modus vivendi, which would mean holding his tongue about human rights, or he will cultivate those nations that feel unnerved by the Asian superpower. Some of these, but not all, are democracies. To be precious about the internal character of foreign regimes is to curtail US options.
It is a sweet idea that America prevailed in the cold war by corralling the democracies alone. In truth, moral compromises — with Latin American generals, at times with apartheid South Africa — multiplied elsewhere. The US deferred to these and other exigencies even when it accounted for a much larger share of world economic output than it does now. Whether it learns to live with China or strives to counteract it, Washington is going to need a measure of cynicism. Pretending to high-mindedness now assures worldwide disillusion with the US later on.
26 de noviembre de 2020
27 de noviembre de 2020
El asesor de política exterior de Biden, Antony Blinken, habla de los principales desafíos mundiales
En este episodio de Intelligence Matters, el presentador Michael Morell habla con Antony "Tony" Blinken, ex subsecretario de Estado y actual asesor de política exterior de la campaña Joe Biden for President. Morell y Blinken discuten las prioridades de política exterior de una posible administración de Biden y su posible enfoque para los principales desafíos de seguridad global, incluido el cambio climático, los conflictos armados y las amenazas estratégicas de China, Rusia, Irán y Corea del Norte. Blinken también detalla el posible enfoque del vicepresidente hacia las comunidades de inteligencia, diplomática y militar de Estados Unidos. La solicitud de entrevista correspondiente se ha extendido a la Casa Blanca de Trump y está pendiente.
El asesor de política exterior de Biden, Antony Blinken, habla de los principales desafíos mundiales
La política exterior de Joe Biden debe mantenerse alejada del idealismo misionero
Es correcto desearle lo mejor a este proyecto. También es natural preocuparse cuando Estados Unidos otorga poderes casi místicos a la democracia. Si Biden planea señalar una preferencia general por los países libres sobre lo contrarios, tanto mejor. Pero hay indicios de un idealismo más ambicioso. "Llámalo una liga de democracias", escribió Antony Blinken el año pasado (con Robert Kagan), proponiendo un concierto formal de naciones liberales.
Tanto panfletismo, tal vez, pero el hombre que ha sido seleccionado como el próximo secretario de Estado no es el único entre los demócratas en esta búsqueda para promover la libertad después de cuatro años de nacionalismo brutal. El señor Biden debe tener cuidado de no establecer estándares morales que solo se pueden reprobar. La mayoría de sus prioridades extranjeras implican algún tipo de acomodación con los autócratas.
El pacto nuclear con Irán, que espera revivir, no estipula ninguna reforma liberal dentro de la república islámica. ¿Y cómo podría hacerlo? Un esfuerzo mundial contra el cambio climático tampoco puede ser quisquilloso con las instituciones nacionales de las naciones participantes. Las emisiones de carbono no son exclusivas de las democracias. En cuanto a su postura hacia China, Biden buscará un modus vivendi, lo que significaría callar los derechos humanos, o cultivará aquellas naciones que se sientan nerviosas por la superpotencia asiática. Algunas de ellas, pero no todas, son democracias. Ser valioso con respecto al carácter interno de los regímenes extranjeros es restringir las opciones estadounidenses. Es una dulce idea que Estados Unidos prevaleciera en la guerra fría acorralando a las democracias solo. En verdad, los compromisos morales, con los generales latinoamericanos, a veces con el apartheid de Sudáfrica, se multiplicaron en otros lugares. Estados Unidos se rindió a estas y otras exigencias incluso cuando representaba una proporción mucho mayor de la producción económica mundial que ahora. Ya sea que aprenda a vivir con China o se esfuerce por contrarrestarla, Washington necesitará un poco de cinismo. Fingir una alta mentalidad ahora asegura la desilusión mundial con los Estados Unidos más adelante.
Tanto panfletismo, tal vez, pero el hombre que ha sido seleccionado como el próximo secretario de Estado no es el único entre los demócratas en esta búsqueda para promover la libertad después de cuatro años de nacionalismo brutal. El señor Biden debe tener cuidado de no establecer estándares morales que solo se pueden reprobar. La mayoría de sus prioridades extranjeras implican algún tipo de acomodación con los autócratas.
El pacto nuclear con Irán, que espera revivir, no estipula ninguna reforma liberal dentro de la república islámica. ¿Y cómo podría hacerlo? Un esfuerzo mundial contra el cambio climático tampoco puede ser quisquilloso con las instituciones nacionales de las naciones participantes. Las emisiones de carbono no son exclusivas de las democracias. En cuanto a su postura hacia China, Biden buscará un modus vivendi, lo que significaría callar los derechos humanos, o cultivará aquellas naciones que se sientan nerviosas por la superpotencia asiática. Algunas de ellas, pero no todas, son democracias. Ser valioso con respecto al carácter interno de los regímenes extranjeros es restringir las opciones estadounidenses. Es una dulce idea que Estados Unidos prevaleciera en la guerra fría acorralando a las democracias solo. En verdad, los compromisos morales, con los generales latinoamericanos, a veces con el apartheid de Sudáfrica, se multiplicaron en otros lugares. Estados Unidos se rindió a estas y otras exigencias incluso cuando representaba una proporción mucho mayor de la producción económica mundial que ahora. Ya sea que aprenda a vivir con China o se esfuerce por contrarrestarla, Washington necesitará un poco de cinismo. Fingir una alta mentalidad ahora asegura la desilusión mundial con los Estados Unidos más adelante.
28 de noviembre de 2020
30 de noviembre de 2020
1 de diciembre de 2020
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2 de diciembre de 2020
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3 de diciembre de 2020
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4 de diciembre de 2020
Multimillonario inversor avisa: EEUU está en un punto de inflexión que podría anteceder a una guerra civil
Ray Dalio no es cualquiera. Es el multimillonario fundador y gestor de Bridgewater Associates, uno de los mayores hedge-fund o fondos de inversión de alto riesgo del mundo. Y acaba de hacer sonar la alarma en su última publicación de LinkedIn sobre las luchas de clases y poder que están destrozando Estados Unidos, especialmente después de las últimas elecciones presidenciales. Ha lanzado un serio aviso: el distanciamiento político ha llevado al país a un "punto de inflexión".
"La gente y los políticos se han lanzado en estos momentos al cuello de los demás en un grado mayor que en cualquier momento de mis 71 años", escribió. "La forma en que Estados Unidos maneje su desorden tendrá profundas implicaciones para los estadounidenses, otros en todo el mundo y la mayoría de las economías y mercados".
Además, Dalio usó un gráfico para mostrar cómo el poder económico del país está a la baja, mientras que China se encuentra en una posición ascendente, en medio de una fase en la que está hinchando su burbuja de deuda:
"La gente y los políticos se han lanzado en estos momentos al cuello de los demás en un grado mayor que en cualquier momento de mis 71 años", escribió. "La forma en que Estados Unidos maneje su desorden tendrá profundas implicaciones para los estadounidenses, otros en todo el mundo y la mayoría de las economías y mercados".
Además, Dalio usó un gráfico para mostrar cómo el poder económico del país está a la baja, mientras que China se encuentra en una posición ascendente, en medio de una fase en la que está hinchando su burbuja de deuda:
El gráfico utilizado por Dalio, titulado “Círculo detrás del ascenso y la caída de los imperios”, muestra, como su propio nombre indica, las fases por las que pasa una potencia hegemónica mundial. En este caso, este seria el recorrido desde su ascenso hasta su derrumbe. De izquierda a derecha, según se muestra en la imagen, estos serían los estadios: nuevo orden mundial, prosperidad, burbuja de deuda, gran gap de la riqueza, fracaso de la deuda, impresión de dinero y crédito, revolución y guerras, reestructuración política y de la deuda, nuevo orden mundial.
Estados Unidos se encontraría en estos momentos en la fase en la que está imprimiendo dinero y deuda, justo después de la etapa de fracaso de la deuda y solo un estadio antes de lo que Dalio ha llamado “revoluciones y guerras”.
“[Estados Unidos] se encuentra en esta etapa en la que hay malas condiciones financieras y un conflicto cada vez más intenso”, explica Dalio. “Clásicamente, esta etapa viene después de períodos de grandes excesos en el gasto y la deuda y la ampliación de la riqueza y las brechas políticas y antes de que haya revoluciones y guerras civiles”, avisa.
Para este reconocido inversor, "Estados Unidos está en un punto de inflexión en el que podría pasar de una tensión interna manejable a una revolución y / o una guerra civil".
Si bien el resultado no es inevitable, Dalio avisa de que Estados Unidos, quizás más que nunca, necesita "comprender toda la gama de posibilidades" al analizar detenidamente su pasado.
"Las lecciones y advertencias de la historia son claras si uno las busca", escribió. "La mayoría de la gente no lo hace porque solo aprenden de sus experiencias y una sola vida es demasiado corta para recibir las lecciones y advertencias que necesitan", argumenta.
Estados Unidos se encontraría en estos momentos en la fase en la que está imprimiendo dinero y deuda, justo después de la etapa de fracaso de la deuda y solo un estadio antes de lo que Dalio ha llamado “revoluciones y guerras”.
“[Estados Unidos] se encuentra en esta etapa en la que hay malas condiciones financieras y un conflicto cada vez más intenso”, explica Dalio. “Clásicamente, esta etapa viene después de períodos de grandes excesos en el gasto y la deuda y la ampliación de la riqueza y las brechas políticas y antes de que haya revoluciones y guerras civiles”, avisa.
Para este reconocido inversor, "Estados Unidos está en un punto de inflexión en el que podría pasar de una tensión interna manejable a una revolución y / o una guerra civil".
Si bien el resultado no es inevitable, Dalio avisa de que Estados Unidos, quizás más que nunca, necesita "comprender toda la gama de posibilidades" al analizar detenidamente su pasado.
"Las lecciones y advertencias de la historia son claras si uno las busca", escribió. "La mayoría de la gente no lo hace porque solo aprenden de sus experiencias y una sola vida es demasiado corta para recibir las lecciones y advertencias que necesitan", argumenta.
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5 de diciembre de 2020
No se equivoquen, Joe Biden es una criatura de Washington con un historial de apoyo a las guerras y el militarismo en varias décadas.
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"También hemos visto un gran desenmascaramiento del Partido Demócrata institucional. Más que cualquier administración en la historia moderna, el mandato de Trump presentó una clara oportunidad para que los demócratas mostraran la fuerza de su columna vertebral colectiva y sirvieran como una alternativa moral a los horrores de Trump y el Partido Republicano.
De manera abrumadora, esto no sucedió. En cambio, vimos al liderazgo demócrata pasar más de tres años priorizando la investigación sobre los supuestos tratos de Trump con Rusia y los rusos por encima de todo lo demás. Escuchamos una y otra vez a los mismos políticos del Partido Demócrata que nos advirtieron que Trump había sido comprometido por una potencia extranjera hostil y representaba el peligro más grave para nuestro sistema demócrata en la historia votar para otorgar poderes militares y de vigilancia ampliados y radicales a ese mismo presidente.
En ocasiones en las que Trump ha tratado de poner fin o reducir las guerras de Estados Unidos, la élite demócrata de la política exterior a veces ha dado un paso al frente para defender el militarismo o presionar por caminos más agresivos.
Trump en realidad aumentó su participación de votantes republicanos en las elecciones en comparación con 2016. El muy publicitado Never Trump Lincoln Project no jugó un papel crucial en transferir nada, excepto grandes sumas de dinero, incluso de los liberales, a las arcas controladas por sus fundadores conservadores. La verdadera utilidad de cortejar a los neoconservadores y a los derechistas Nunca Trump fue usarlo como un garrote alarmante contra los valores y candidatos progresistas.
La sucia verdad es que los neoconservadores se sintieron como en casa con el Partido Demócrata establecido, particularmente en asuntos de política de seguridad nacional, mucho antes de que Trump llegara al poder. Hace más de una década, cuando el presidente electo Obama y Biden formaron sus equipos de seguridad nacional y política exterior de 2008 a 2009, llenaron su administración con halcones demócratas y liberales de misiles de crucero y mantuvieron al secretario de Defensa de George W. Bush, Robert Gates, a cargo de el Pentagono. Los republicanos conservadores elogiaron sus nombramientos. Karl Rove dijo que su gabinete era "tranquilizador", y Boot, un escritor neoconservador y ex miembro del personal de la campaña de McCain, se mostró radiante sobre el equipo de política exterior: "Estoy atónito por estos nombramientos, la mayoría de los cuales podrían haber venido fácilmente de un presidente McCain. " Añadió que Clinton sería una voz "poderosa" "a favor del 'neoliberalismo', que no es tan diferente en muchos aspectos del 'neoconservadurismo'". El colega de Boot, Michael Goldfarb, escribió en el neoconservador Weekly Standard que no veía "ciertamente nada que represente una cambio en la forma en que Washington hace negocios. La expectativa es que Obama continúe el curso trazado por Bush en su segundo mandato ”. En lo que respecta a la política de seguridad nacional, Goldfarb tenía mucha razón.
Obama y Biden expandieron drásticamente los ataques con drones estadounidenses, incluidos ataques sistemáticos en nuevos países. Iniciaron una campaña secreta de bombardeos en Yemen a fines de 2009 que finalmente se convirtió en metástasis en la guerra genocida de tierra arrasada liderada por Arabia Saudita que continúa hasta el día de hoy. Facilitaron el cambio de régimen en Libia, aumentaron las tropas en Afganistán e impusieron o endurecieron sanciones económicas mortales en una variedad de naciones. La administración Obama-Biden desarrolló un proceso casi clínico para compilar listas de asesinatos y luego sentenciar a la gente a muerte a través de un sistema extralegal de Frankenstein de jueces, jurados y verdugos no oficiales. Entre las muertes se encontraban varios ciudadanos estadounidenses, incluido un adolescente que nunca fue acusado de ningún delito. Obama rechazó abiertamente los llamamientos para responsabilizar a los torturadores de la CIA y no logró cerrar Guantánamo. No, Biden y el Partido Demócrata institucional no necesitaron convencer a estos republicanos de Never Trump para que se unieran a su causa en 2020. Ya estaban allí.
Lo que la presidencia de Obama reveló sobre la política de seguridad nacional es que las élites institucionales del Partido Demócrata ni siquiera pretenden de manera creíble abrazar valores o prioridades progresistas, particularmente en política exterior y seguridad nacional. La retórica es barata, pero a quién elijas en tu gabinete habla de tus principios reales. Bajo Obama-Biden, todo el capital político se utilizó para cortejar a la derecha desestimando o atacando a la izquierda. Existe un consenso entre los demócratas y republicanos del viejo establishment de que el militarismo y los mitos del excepcionalismo estadounidense son verdades eternas y no partidistas. A sus ojos, un equipo de rivales no incluye izquierdistas. Es una rivalidad táctica o estratégica entre un puñado de campos dentro del mismo partido de guerra sobre la mejor manera de llevar a cabo la política imperial.
El nominado de Biden para secretario de Estado, Antony Blinken, es un intervencionista bien conocido que respaldó la desastrosa guerra de cambio de régimen en Libia, abogó por más acciones militares en Siria y, mientras servía en la administración Obama, apoyó la guerra criminalmente brutal en Yemen y armando a Arabia Saudita. En 2015, fue Blinken quien anunció que la administración Obama-Biden estaba reforzando su apoyo a los saudíes específicamente para su guerra en Yemen. "Hemos acelerado las entregas de armas, hemos aumentado nuestro intercambio de inteligencia y hemos establecido una célula de planificación de coordinación conjunta en el centro de operaciones saudí", dijo Blinken durante una visita a Riad en abril de 2015. Elogió a los saudíes por "enviar un mensaje fuerte ”a través de su guerra. A medida que los vientos políticos en Arabia Saudita cambiaron en 2018, particularmente después del asesinato del columnista del Washington Post Jamal Khashoggi, Blinken se unió a las críticas al apoyo de la administración Trump a Arabia Saudita y al creciente número de muertos civiles en Yemen y firmó una carta del ex Obama. funcionarios que declararon: "Ya es hora de que termine el papel de Estados Unidos en esta desastrosa guerra en Yemen".
La nominada a directora de inteligencia nacional, Avril Haines, fue un actor clave en el desarrollo del programa global de asesinatos de la administración Obama. Fue una destacada defensora de Gina Haspel, una jugadora central en el programa de secuestro y tortura de la CIA, y apoyó su nominación por Trump para servir como directora de la CIA. Según los informes, Haines era tan central en el programa de asesinatos con drones que a veces la despertaban en medio de la noche para ayudar a decidir si matar a alguien en el otro lado del mundo con un dron Reaper o Predator. Jake Sullivan, elegido por Biden como asesor de seguridad nacional, es un acólito de Clinton que fue un jugador central en la guerra de cambio de régimen Obama-Biden Libia y un conocido defensor del militarismo estadounidense. Como recordó el asesor adjunto de seguridad nacional de Obama acerca de Sullivan, "En el espectro de personas de nuestra administración, tendió a favorecer una participación más asertiva de Estados Unidos en los problemas", defendiendo "respuestas que incorporarían algún elemento militar".
Entre los candidatos a tomar el timón de la CIA se encuentra Michael Morell, ex informante de seguridad nacional de Bush. Como Haspel, Morell es de carrera de la CIA y ha defendido el uso del secuestro y la tortura después del 11 de septiembre. También fue uno de los principales defensores de los ataques con drones y defendió el papel de Haspel en la destrucción de las cintas de tortura de la CIA. A raíz de la masacre de Charlie Hebdo en París en 2015, Morell trató de culpar en parte a las empresas de comunicaciones e Internet de que "construyen cifrado sin claves" tras las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional. "Eso es todo, al final del día, de vuelta en el regazo de Snowden, en mi opinión", dijo Morell. El senador demócrata Ron Wyden ya se ha manifestado enérgicamente en contra de Morell, diciendo que nombrar a otro "apologista de la tortura" como director de la CIA era un "fracaso". Pero recuerde, cuando Obama y Biden no lograron que despegara la nominación de John Brennan como director de la CIA debido a preocupaciones similares de Wyden y sus aliados en el Senado, simplemente le dieron a Brennan una posición confirmada no en el Senado como el zar de los drones y luego esperaron unos años. antes de aprobar con éxito su nominación.
Biden aún no ha nombrado a un nominado para secretario de Defensa, pero la ex subsecretaria de Defensa Michèle Flournoy ha sido repetidamente presentada como una de las principales candidatas y promocionada con entusiasmo en los círculos de política exterior de DC como la candidata perfecta para convertirse en la primera mujer en ocupar el cargo. Flournoy, partidario de Clinton, fue asesor de política exterior de la campaña presidencial de la vicepresidenta electa Kamala Harris. Después de dejar la administración de Obama en 2012, Flournoy, un halcón notorio que apoyó las guerras en Irak, Siria y Yemen y presionó para que Obama interviniera en Libia, ha trabajado para una variedad de empresas de consultoría militar. Entre ellos se encontraba WestExec Advisors, una firma de consultoría que cofundó con Blinken para ayudar a las corporaciones a obtener lucrativos contratos gubernamentales. Politico etiquetó a WestExec como "el gabinete de Biden en espera" y señaló el propio material promocional de la empresa: "Es, literalmente, el camino hacia la Sala de Situación, y es el camino que todos los asociados con WestExec Advisors han cruzado muchas veces en el camino a reuniones de las más altas consecuencias para la seguridad nacional ”.
Flournoy también forma parte de la junta del contratista militar y de inteligencia Booz Allen Hamilton. Entre otros proyectos desagradables, Booz ha prestado servicios al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, desde 2015, cuando lo ayudó en su brutal campaña para consolidar su poder. También entrenó a la armada saudí, que impuso un bloqueo catastrófico de Yemen. La firma insiste en que no está ayudando a la guerra en Yemen. Flournoy comenzó su carrera en el gobierno en la administración de Bill Clinton, sirviendo en el Pentágono. En 2005, en el apogeo de la guerra global Bush-Cheney, Flournoy se unió a un grupo de neoconservadores en su mayoría en el notorio Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense para criticar a la administración Bush por no ser lo suficientemente militarista en su política exterior y abogar por un aumento en tropas terrestres en el Medio Oriente. Es una firme defensora de las sanciones económicas y una discípula de la doctrina del humanismo militar, donde los bombardeos y otros actos de guerra se envuelven en el lenguaje de la intervención humanitaria, que se perfeccionó bajo Clinton en la década de 1990. Flournoy ha tenido durante mucho tiempo seguidores entre el bando neoconservador, y Paul Wolfowitz y Kristol hicieron campaña públicamente para que ella asumiera el cargo de secretaria de Defensa bajo Obama en 2012.
Biden todavía está en medio de la compilación de su gabinete, pero en seguridad nacional, se perfila como una repetición de la camarilla militarista Obama-Biden. Sin duda, hay áreas de política exterior en las que la administración Biden corregirá las atroces acciones de Trump, particularmente en el caso del acuerdo nuclear con Irán, en el que Sullivan jugó un papel clave en la elaboración. Pero también hay áreas en las que Biden podría resultar más agresivo que Trump, particularmente en Corea del Norte, Afganistán y la cuestión del despliegue de tropas. En todos los rumores de la circunvalación alrededor del gabinete de Biden, no se menciona que los críticos abiertos de la guerra de Estados Unidos sean considerados para puestos clave de seguridad nacional. Esto no es un descuido. Así es como el establecido Partido Demócrata realiza la tarea de proteger el mito militarizado del excepcionalismo estadounidense.
Cuando Obama emergió como un serio contendiente en las primarias demócratas de 2008, era una entidad en gran parte desconocida a nivel nacional, y alentó cuidadosamente una percepción falsa de que era un candidato pacifista. Los observadores cercanos de la carrera de Obama sabían que se trataba de una falacia simplificada, pero es difícil culpar a los votantes comunes por creerlo, al menos durante la campaña de 2008. Fue al elegir a Biden como su compañero de fórmula que Obama envió un mensaje claro al partido de guerra en Estados Unidos de que sus intereses estaban seguros. Eso se debe a que Biden es una criatura de Washington con un historial de varias décadas de formulación de políticas agresivas y apoyo a las guerras y el militarismo. Votó a favor de la guerra de Irak y ayudó e instigó activamente la campaña llena de mentiras de la administración Bush para hacerla realidad. Él es el epítome del establecimiento bipartidista de la política exterior de DC.
La perspectiva de cuatro años más de Trump fue lo que decidió esta elección. Fue el imperativo primordial de quienes votaron por Biden. Los demócratas corporativos y del establishment esperan que sus críticos de izquierda voten por ellos cada cuatro años sin cuestionar ni negociar. Esta expectativa casi siempre se presenta más como una amenaza que como una pregunta. Y cuando los demócratas pierden, culpan a la izquierda. Sin embargo, elección tras elección muestra que cuando ganan, los demócratas de élite no creen que tengan que ofrecer ningún nombramiento significativo de seguridad nacional o cambios de política a estos votantes. La historia nos muestra que están mucho más interesados en encontrar puntos en común con las violentas visiones imperiales de derechistas y neoconservadores. Y Joe Biden es de hecho la figura perfecta para llevar esa realidad a casa."
De manera abrumadora, esto no sucedió. En cambio, vimos al liderazgo demócrata pasar más de tres años priorizando la investigación sobre los supuestos tratos de Trump con Rusia y los rusos por encima de todo lo demás. Escuchamos una y otra vez a los mismos políticos del Partido Demócrata que nos advirtieron que Trump había sido comprometido por una potencia extranjera hostil y representaba el peligro más grave para nuestro sistema demócrata en la historia votar para otorgar poderes militares y de vigilancia ampliados y radicales a ese mismo presidente.
En ocasiones en las que Trump ha tratado de poner fin o reducir las guerras de Estados Unidos, la élite demócrata de la política exterior a veces ha dado un paso al frente para defender el militarismo o presionar por caminos más agresivos.
Trump en realidad aumentó su participación de votantes republicanos en las elecciones en comparación con 2016. El muy publicitado Never Trump Lincoln Project no jugó un papel crucial en transferir nada, excepto grandes sumas de dinero, incluso de los liberales, a las arcas controladas por sus fundadores conservadores. La verdadera utilidad de cortejar a los neoconservadores y a los derechistas Nunca Trump fue usarlo como un garrote alarmante contra los valores y candidatos progresistas.
La sucia verdad es que los neoconservadores se sintieron como en casa con el Partido Demócrata establecido, particularmente en asuntos de política de seguridad nacional, mucho antes de que Trump llegara al poder. Hace más de una década, cuando el presidente electo Obama y Biden formaron sus equipos de seguridad nacional y política exterior de 2008 a 2009, llenaron su administración con halcones demócratas y liberales de misiles de crucero y mantuvieron al secretario de Defensa de George W. Bush, Robert Gates, a cargo de el Pentagono. Los republicanos conservadores elogiaron sus nombramientos. Karl Rove dijo que su gabinete era "tranquilizador", y Boot, un escritor neoconservador y ex miembro del personal de la campaña de McCain, se mostró radiante sobre el equipo de política exterior: "Estoy atónito por estos nombramientos, la mayoría de los cuales podrían haber venido fácilmente de un presidente McCain. " Añadió que Clinton sería una voz "poderosa" "a favor del 'neoliberalismo', que no es tan diferente en muchos aspectos del 'neoconservadurismo'". El colega de Boot, Michael Goldfarb, escribió en el neoconservador Weekly Standard que no veía "ciertamente nada que represente una cambio en la forma en que Washington hace negocios. La expectativa es que Obama continúe el curso trazado por Bush en su segundo mandato ”. En lo que respecta a la política de seguridad nacional, Goldfarb tenía mucha razón.
Obama y Biden expandieron drásticamente los ataques con drones estadounidenses, incluidos ataques sistemáticos en nuevos países. Iniciaron una campaña secreta de bombardeos en Yemen a fines de 2009 que finalmente se convirtió en metástasis en la guerra genocida de tierra arrasada liderada por Arabia Saudita que continúa hasta el día de hoy. Facilitaron el cambio de régimen en Libia, aumentaron las tropas en Afganistán e impusieron o endurecieron sanciones económicas mortales en una variedad de naciones. La administración Obama-Biden desarrolló un proceso casi clínico para compilar listas de asesinatos y luego sentenciar a la gente a muerte a través de un sistema extralegal de Frankenstein de jueces, jurados y verdugos no oficiales. Entre las muertes se encontraban varios ciudadanos estadounidenses, incluido un adolescente que nunca fue acusado de ningún delito. Obama rechazó abiertamente los llamamientos para responsabilizar a los torturadores de la CIA y no logró cerrar Guantánamo. No, Biden y el Partido Demócrata institucional no necesitaron convencer a estos republicanos de Never Trump para que se unieran a su causa en 2020. Ya estaban allí.
Lo que la presidencia de Obama reveló sobre la política de seguridad nacional es que las élites institucionales del Partido Demócrata ni siquiera pretenden de manera creíble abrazar valores o prioridades progresistas, particularmente en política exterior y seguridad nacional. La retórica es barata, pero a quién elijas en tu gabinete habla de tus principios reales. Bajo Obama-Biden, todo el capital político se utilizó para cortejar a la derecha desestimando o atacando a la izquierda. Existe un consenso entre los demócratas y republicanos del viejo establishment de que el militarismo y los mitos del excepcionalismo estadounidense son verdades eternas y no partidistas. A sus ojos, un equipo de rivales no incluye izquierdistas. Es una rivalidad táctica o estratégica entre un puñado de campos dentro del mismo partido de guerra sobre la mejor manera de llevar a cabo la política imperial.
El nominado de Biden para secretario de Estado, Antony Blinken, es un intervencionista bien conocido que respaldó la desastrosa guerra de cambio de régimen en Libia, abogó por más acciones militares en Siria y, mientras servía en la administración Obama, apoyó la guerra criminalmente brutal en Yemen y armando a Arabia Saudita. En 2015, fue Blinken quien anunció que la administración Obama-Biden estaba reforzando su apoyo a los saudíes específicamente para su guerra en Yemen. "Hemos acelerado las entregas de armas, hemos aumentado nuestro intercambio de inteligencia y hemos establecido una célula de planificación de coordinación conjunta en el centro de operaciones saudí", dijo Blinken durante una visita a Riad en abril de 2015. Elogió a los saudíes por "enviar un mensaje fuerte ”a través de su guerra. A medida que los vientos políticos en Arabia Saudita cambiaron en 2018, particularmente después del asesinato del columnista del Washington Post Jamal Khashoggi, Blinken se unió a las críticas al apoyo de la administración Trump a Arabia Saudita y al creciente número de muertos civiles en Yemen y firmó una carta del ex Obama. funcionarios que declararon: "Ya es hora de que termine el papel de Estados Unidos en esta desastrosa guerra en Yemen".
La nominada a directora de inteligencia nacional, Avril Haines, fue un actor clave en el desarrollo del programa global de asesinatos de la administración Obama. Fue una destacada defensora de Gina Haspel, una jugadora central en el programa de secuestro y tortura de la CIA, y apoyó su nominación por Trump para servir como directora de la CIA. Según los informes, Haines era tan central en el programa de asesinatos con drones que a veces la despertaban en medio de la noche para ayudar a decidir si matar a alguien en el otro lado del mundo con un dron Reaper o Predator. Jake Sullivan, elegido por Biden como asesor de seguridad nacional, es un acólito de Clinton que fue un jugador central en la guerra de cambio de régimen Obama-Biden Libia y un conocido defensor del militarismo estadounidense. Como recordó el asesor adjunto de seguridad nacional de Obama acerca de Sullivan, "En el espectro de personas de nuestra administración, tendió a favorecer una participación más asertiva de Estados Unidos en los problemas", defendiendo "respuestas que incorporarían algún elemento militar".
Entre los candidatos a tomar el timón de la CIA se encuentra Michael Morell, ex informante de seguridad nacional de Bush. Como Haspel, Morell es de carrera de la CIA y ha defendido el uso del secuestro y la tortura después del 11 de septiembre. También fue uno de los principales defensores de los ataques con drones y defendió el papel de Haspel en la destrucción de las cintas de tortura de la CIA. A raíz de la masacre de Charlie Hebdo en París en 2015, Morell trató de culpar en parte a las empresas de comunicaciones e Internet de que "construyen cifrado sin claves" tras las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional. "Eso es todo, al final del día, de vuelta en el regazo de Snowden, en mi opinión", dijo Morell. El senador demócrata Ron Wyden ya se ha manifestado enérgicamente en contra de Morell, diciendo que nombrar a otro "apologista de la tortura" como director de la CIA era un "fracaso". Pero recuerde, cuando Obama y Biden no lograron que despegara la nominación de John Brennan como director de la CIA debido a preocupaciones similares de Wyden y sus aliados en el Senado, simplemente le dieron a Brennan una posición confirmada no en el Senado como el zar de los drones y luego esperaron unos años. antes de aprobar con éxito su nominación.
Biden aún no ha nombrado a un nominado para secretario de Defensa, pero la ex subsecretaria de Defensa Michèle Flournoy ha sido repetidamente presentada como una de las principales candidatas y promocionada con entusiasmo en los círculos de política exterior de DC como la candidata perfecta para convertirse en la primera mujer en ocupar el cargo. Flournoy, partidario de Clinton, fue asesor de política exterior de la campaña presidencial de la vicepresidenta electa Kamala Harris. Después de dejar la administración de Obama en 2012, Flournoy, un halcón notorio que apoyó las guerras en Irak, Siria y Yemen y presionó para que Obama interviniera en Libia, ha trabajado para una variedad de empresas de consultoría militar. Entre ellos se encontraba WestExec Advisors, una firma de consultoría que cofundó con Blinken para ayudar a las corporaciones a obtener lucrativos contratos gubernamentales. Politico etiquetó a WestExec como "el gabinete de Biden en espera" y señaló el propio material promocional de la empresa: "Es, literalmente, el camino hacia la Sala de Situación, y es el camino que todos los asociados con WestExec Advisors han cruzado muchas veces en el camino a reuniones de las más altas consecuencias para la seguridad nacional ”.
Flournoy también forma parte de la junta del contratista militar y de inteligencia Booz Allen Hamilton. Entre otros proyectos desagradables, Booz ha prestado servicios al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, desde 2015, cuando lo ayudó en su brutal campaña para consolidar su poder. También entrenó a la armada saudí, que impuso un bloqueo catastrófico de Yemen. La firma insiste en que no está ayudando a la guerra en Yemen. Flournoy comenzó su carrera en el gobierno en la administración de Bill Clinton, sirviendo en el Pentágono. En 2005, en el apogeo de la guerra global Bush-Cheney, Flournoy se unió a un grupo de neoconservadores en su mayoría en el notorio Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense para criticar a la administración Bush por no ser lo suficientemente militarista en su política exterior y abogar por un aumento en tropas terrestres en el Medio Oriente. Es una firme defensora de las sanciones económicas y una discípula de la doctrina del humanismo militar, donde los bombardeos y otros actos de guerra se envuelven en el lenguaje de la intervención humanitaria, que se perfeccionó bajo Clinton en la década de 1990. Flournoy ha tenido durante mucho tiempo seguidores entre el bando neoconservador, y Paul Wolfowitz y Kristol hicieron campaña públicamente para que ella asumiera el cargo de secretaria de Defensa bajo Obama en 2012.
Biden todavía está en medio de la compilación de su gabinete, pero en seguridad nacional, se perfila como una repetición de la camarilla militarista Obama-Biden. Sin duda, hay áreas de política exterior en las que la administración Biden corregirá las atroces acciones de Trump, particularmente en el caso del acuerdo nuclear con Irán, en el que Sullivan jugó un papel clave en la elaboración. Pero también hay áreas en las que Biden podría resultar más agresivo que Trump, particularmente en Corea del Norte, Afganistán y la cuestión del despliegue de tropas. En todos los rumores de la circunvalación alrededor del gabinete de Biden, no se menciona que los críticos abiertos de la guerra de Estados Unidos sean considerados para puestos clave de seguridad nacional. Esto no es un descuido. Así es como el establecido Partido Demócrata realiza la tarea de proteger el mito militarizado del excepcionalismo estadounidense.
Cuando Obama emergió como un serio contendiente en las primarias demócratas de 2008, era una entidad en gran parte desconocida a nivel nacional, y alentó cuidadosamente una percepción falsa de que era un candidato pacifista. Los observadores cercanos de la carrera de Obama sabían que se trataba de una falacia simplificada, pero es difícil culpar a los votantes comunes por creerlo, al menos durante la campaña de 2008. Fue al elegir a Biden como su compañero de fórmula que Obama envió un mensaje claro al partido de guerra en Estados Unidos de que sus intereses estaban seguros. Eso se debe a que Biden es una criatura de Washington con un historial de varias décadas de formulación de políticas agresivas y apoyo a las guerras y el militarismo. Votó a favor de la guerra de Irak y ayudó e instigó activamente la campaña llena de mentiras de la administración Bush para hacerla realidad. Él es el epítome del establecimiento bipartidista de la política exterior de DC.
La perspectiva de cuatro años más de Trump fue lo que decidió esta elección. Fue el imperativo primordial de quienes votaron por Biden. Los demócratas corporativos y del establishment esperan que sus críticos de izquierda voten por ellos cada cuatro años sin cuestionar ni negociar. Esta expectativa casi siempre se presenta más como una amenaza que como una pregunta. Y cuando los demócratas pierden, culpan a la izquierda. Sin embargo, elección tras elección muestra que cuando ganan, los demócratas de élite no creen que tengan que ofrecer ningún nombramiento significativo de seguridad nacional o cambios de política a estos votantes. La historia nos muestra que están mucho más interesados en encontrar puntos en común con las violentas visiones imperiales de derechistas y neoconservadores. Y Joe Biden es de hecho la figura perfecta para llevar esa realidad a casa."
"El presidente Putin tiene razón al no felicitar a Joe Biden por haber sido elegido. Hay dos razones. La primera es que el complejo proceso electoral estadounidense no ha terminado; por tanto, como Trump no ha concedido, no hay un “presidente electo”. La segunda razón es que los resultados pueden verse frustrados por fraude. En cuyo caso, Putin, al final de la historia, se verá más inteligente que aquellos que se apresuraron a felicitar a Biden antes de que se completara el proceso.
La audiencia en el Senado de Pensilvania y las demandas presentadas en Georgia y Michigan en la última semana de noviembre fueron la primera aparición pública de los argumentos de fraude y sus pruebas de apoyo, aunque los medios alternativos habían estado en el caso desde el principio. Contrariamente a las declaraciones de los medios de comunicación, fue solo entonces cuando el caso se presentó en su totalidad, ya que las acciones legales anteriores fueron solo maniobras preliminares. La evidencia del fraude se divide en cuatro categorías: relatos de testigos presenciales, improbabilidades, análisis estadístico y la cuestión de las máquinas de votación y su software. Es difícil inventar números; hay relaciones y patrones que el defraudador puede no conocer: es mejor simplemente inventar un porcentaje final al estilo de la URSS. Este artículo ofrece un resumen de algunas de las dificultades con los resultados publicados; esta pieza describe algunas de las "aberraciones estadísticas"."
6 de diciembre de 2020
8 de diciembre de 2020
9 de diciembre de 2020
Uno de los responsables de la destrucción de Irak y del avance sobre Afganistán, con posterior despliegue laboral en la industria armamentística, ha sido promovido por el presidente que asumirá en 2021 como titular del área de Defensa. Eso sí: democráticamente, todos los medios realzan que se trata de un afrodescendiente.
Se trata del comandante de las tropas norteamericanas que asolaron Bagdad en el año 2003, veterano de la invasión a Afganistán, ex director del Comando Central del Ejército (Centcom) y hasta ahora miembro de la junta directiva de Raytheon Technologies, una de las corporaciones que el eufemismo reinante califica como “industria de la defensa”.
La firma es un grupo multinacional radicado en Massachusetts. Se trata del fabricante de elementos militares más importante del mundo según su registro de ingresos y su valor de mercado. Se especializa en la investigación, desarrollo y fabricación de tecnología avanzada en el sector aeroespacial y defensa, con exitosos productos como aviones de guerra, misiles, drones y elementos de ciberseguridad.
Su crecimiento exponencial se asentó en los contratos obtenidos con el estado norteamericano.
Durante los últimos cuatro años, los Estados Unidos no ingresaron a confrontación bélica alguna, más allá de situaciones conflictivas y declaraciones altisonantes. Como hemos informado en su momento, la resolución de las situaciones en Siria, Mar de China Meridional y Corea del Norte, entre otras, brindó un respiro a la tensión internacional.
Esa tensión resultó extrema durante un extensísimo período que abarca desde la presidencia de Ronald Reagan hasta la de Barack Obama. Con gran protagonismo de George Bush, padre e hijo, sin olvidar a William Clinton. Ahora, uno de los jefes de varios de esos avances guerreristas, retoma el control.
Se trata del comandante de las tropas norteamericanas que asolaron Bagdad en el año 2003, veterano de la invasión a Afganistán, ex director del Comando Central del Ejército (Centcom) y hasta ahora miembro de la junta directiva de Raytheon Technologies, una de las corporaciones que el eufemismo reinante califica como “industria de la defensa”.
La firma es un grupo multinacional radicado en Massachusetts. Se trata del fabricante de elementos militares más importante del mundo según su registro de ingresos y su valor de mercado. Se especializa en la investigación, desarrollo y fabricación de tecnología avanzada en el sector aeroespacial y defensa, con exitosos productos como aviones de guerra, misiles, drones y elementos de ciberseguridad.
Su crecimiento exponencial se asentó en los contratos obtenidos con el estado norteamericano.
Durante los últimos cuatro años, los Estados Unidos no ingresaron a confrontación bélica alguna, más allá de situaciones conflictivas y declaraciones altisonantes. Como hemos informado en su momento, la resolución de las situaciones en Siria, Mar de China Meridional y Corea del Norte, entre otras, brindó un respiro a la tensión internacional.
Esa tensión resultó extrema durante un extensísimo período que abarca desde la presidencia de Ronald Reagan hasta la de Barack Obama. Con gran protagonismo de George Bush, padre e hijo, sin olvidar a William Clinton. Ahora, uno de los jefes de varios de esos avances guerreristas, retoma el control.
De hecho, el Departamento de Defensa es el empleador más grande del país. Tiene alrededor de 1,36 millones de personas en servicio activo y 801.000 reservistas.
El presidente Donald Trump envió en febrero al Congreso una solicitud presupuestaria, para el año fiscal 2021, de $740.5 mil millones para la seguridad nacional, de los cuales $705.4 mil millones serían destinados a la preparación de un posible combate de alto nivel, así como más fondos para la Agencia de Desarrollo Espacial, la expansión de la inteligencia artificial y las operaciones de ultramar.
A la fecha, el presidente electo Joe Biden seleccionó sus propuestas a confirmar por el Senado para secretario de Estado, asesor de Seguridad Nacional y director de Inteligencia Nacional, pero tomó más tiempo para escoger a la cabeza visible del Pentágono, lo que revela más sobre política que las necesidades de defensa y seguridad del país.
Hasta ahora, dos de los principales puestos de seguridad nacional han recaído en mujeres: Linda Thomas-Greenfield, diplomática de carrera, quien está nominada como embajadora ante Naciones Unidas, y Avril Haines, exsubdirectora de la CIA, como directora de inteligencia Nacional.
La favorita para el cargo de secretaria de Defensa era Michele Flournoy, quien salió del Gobierno federal, bajo las administraciones de Bill Clinton y Barack Obama, para trabajar como consultora, y luego fundó un centro de expertos en Washington DC, llamado Center for a New American Security, que tenía contratos con el sector de defensa.
El general Lloyd Austin fue el primer y único comandante afroamericano del Comando Central de Estados Unidos y último comandante general de las fuerzas estadounidenses en Irak.
El secretario de Defensa ocupa el sexto lugar en la línea de sucesión presidencial, detrás del vicepresidente, el presidente de la Cámara de Representantes, el presidente Pro Tempore del Senado, el secretario de Estado y el secretario del Tesoro.
El presidente Donald Trump envió en febrero al Congreso una solicitud presupuestaria, para el año fiscal 2021, de $740.5 mil millones para la seguridad nacional, de los cuales $705.4 mil millones serían destinados a la preparación de un posible combate de alto nivel, así como más fondos para la Agencia de Desarrollo Espacial, la expansión de la inteligencia artificial y las operaciones de ultramar.
A la fecha, el presidente electo Joe Biden seleccionó sus propuestas a confirmar por el Senado para secretario de Estado, asesor de Seguridad Nacional y director de Inteligencia Nacional, pero tomó más tiempo para escoger a la cabeza visible del Pentágono, lo que revela más sobre política que las necesidades de defensa y seguridad del país.
Hasta ahora, dos de los principales puestos de seguridad nacional han recaído en mujeres: Linda Thomas-Greenfield, diplomática de carrera, quien está nominada como embajadora ante Naciones Unidas, y Avril Haines, exsubdirectora de la CIA, como directora de inteligencia Nacional.
La favorita para el cargo de secretaria de Defensa era Michele Flournoy, quien salió del Gobierno federal, bajo las administraciones de Bill Clinton y Barack Obama, para trabajar como consultora, y luego fundó un centro de expertos en Washington DC, llamado Center for a New American Security, que tenía contratos con el sector de defensa.
El general Lloyd Austin fue el primer y único comandante afroamericano del Comando Central de Estados Unidos y último comandante general de las fuerzas estadounidenses en Irak.
El secretario de Defensa ocupa el sexto lugar en la línea de sucesión presidencial, detrás del vicepresidente, el presidente de la Cámara de Representantes, el presidente Pro Tempore del Senado, el secretario de Estado y el secretario del Tesoro.
10 de diciembre de 2020
"El verdadero problema, como con todo el grupo de Biden, es lo que hizo el general Austin después de dejar el gobierno. Y es bastante grotesco. Además de abrir su propia firma de consultoría estratégica, pocos meses después de su jubilación, Austin se unió a la junta de Raytheon Technologies, un contratista de defensa de primer nivel. También forma parte de las juntas directivas de Nucor (el mayor productor de acero de EE. UU.), Tenet Healthcare y Carnegie Corporation. El grupo de expertos Endowment for International Peace, que cuenta con el generoso respaldo de Carnegie, recibe fondos adicionales de diez agencias independientes de contratistas gubernamentales y corporativas relacionadas con la guerra, incluida United Technologies, que, como no saben, se fusionó con Raytheon hace siete meses."
11 de diciembre de 2020
12 de diciembre de 2020
Nota de Diego Pappalardo:
1) El liderazgo monopólico del Partido Demócrata se encargó de que la mayoría de los trabajadores note que el mismo es antitético de los intereses reales de los trabajadores.
2) Trump vio ello y extrajo utilidades porque:
a) Al ponerle límite al desenvolvimiento de la primacía de la financiarización, partes de los sectores de los trabajadores receptan beneficios.
b) Al reformular el rol de gendarme mundial sustentado por los demócratas y los clanes republicanos de los Bush y los McCain, partes de los trabajadores se ven menos perjudicados con Trump que con una Administración de los clintonista-sorosianos.
3) Lo dicho más arriba no debe excluir que Trump también otorgó beneficios no menores a actores del poder financiero y económico.
1) El liderazgo monopólico del Partido Demócrata se encargó de que la mayoría de los trabajadores note que el mismo es antitético de los intereses reales de los trabajadores.
2) Trump vio ello y extrajo utilidades porque:
a) Al ponerle límite al desenvolvimiento de la primacía de la financiarización, partes de los sectores de los trabajadores receptan beneficios.
b) Al reformular el rol de gendarme mundial sustentado por los demócratas y los clanes republicanos de los Bush y los McCain, partes de los trabajadores se ven menos perjudicados con Trump que con una Administración de los clintonista-sorosianos.
3) Lo dicho más arriba no debe excluir que Trump también otorgó beneficios no menores a actores del poder financiero y económico.
"Director del Centro William R. Rhodes de Economía y Finanzas Internacionales de la Universidad de Brown, es uno de los analistas más lúcidos de la política estadounidense. Con una mirada poco convencional, trata de entender las razones de la popularidad del presidente saliente en un sector de la población que a sus rivales les cuesta decodificar"
"*Por primera vez en casi 20 años, durante tres años seguidos subió el salario real del 40% de los estadounidenses de menores ingresos.*
*Lo que hizo Trump fue tomar al Partido Republicano. No es quelo haya hecho a su imagen y semejanza, sino que los republicanos estaban preparados para su imagen*".
"*Por primera vez en casi 20 años, durante tres años seguidos subió el salario real del 40% de los estadounidenses de menores ingresos.*
*Lo que hizo Trump fue tomar al Partido Republicano. No es quelo haya hecho a su imagen y semejanza, sino que los republicanos estaban preparados para su imagen*".
"Al grito de 'detengamos el robo', una multitud invadió la capital estadounidense este sábado (12.12.2020) para exigir 'cuatro años más' de presidencia de Donald Trump y volvió a denunciar un 'fraude masivo' en las elecciones presidenciales.
A pesar de un último y decisivo revés el día anterior ante la Corte Suprema, la multitud tomó las calles de Washington para mostrar que los partidarios del mandatario están convencidos de su victoria en las elecciones de noviembre".
A pesar de un último y decisivo revés el día anterior ante la Corte Suprema, la multitud tomó las calles de Washington para mostrar que los partidarios del mandatario están convencidos de su victoria en las elecciones de noviembre".
14 de diciembre de 2020
15 de diciembre de 2020
"El senador Rand Paul dijo que no descarta presentar una objeción a los votos electorales durante la sesión conjunta del Congreso el 6 de enero de 2021.
El senador Ron Johnson dijo recientemente a los reporteros que también deja abierta la opción. Johnson, que es presidente del Comité de Asuntos Gubernamentales y Seguridad Nacional del Senado, celebrará esta semana la primera audiencia del Congreso sobre las elecciones, citando 'irregularidades'.
La sesión conjunta, del día 6 de enero de 2021, presentará a ambos órganos del Congreso reunidos para contar los votos electorales.
Las reglas del Congreso permiten que un representante y un senador de los Estados Unidos se unan para presentar una objeción a los votos electorales de un estado durante la sesión.
El representante Mo Brooks (republicano por Alabama), el representante electo Barry Moore (republicano por Alabama) y la representante electa Marjorie Taylor Greene (republicana por Georgia) han dicho que planean presentar objeciones.
La Gran Época se acercó a las oficinas de todos los senadores republicanos y senadores electos para preguntar si los legisladores habían estado en contacto con el grupo y si considerarían unirse a ellos.
La única respuesta oficial fue de una portavoz del senador Mitt Romney (republicano por Utah), quien se refirió a los comentarios que el senador hizo a los reporteros, calificando el esfuerzo de 'una locura'"
El senador Ron Johnson dijo recientemente a los reporteros que también deja abierta la opción. Johnson, que es presidente del Comité de Asuntos Gubernamentales y Seguridad Nacional del Senado, celebrará esta semana la primera audiencia del Congreso sobre las elecciones, citando 'irregularidades'.
La sesión conjunta, del día 6 de enero de 2021, presentará a ambos órganos del Congreso reunidos para contar los votos electorales.
Las reglas del Congreso permiten que un representante y un senador de los Estados Unidos se unan para presentar una objeción a los votos electorales de un estado durante la sesión.
El representante Mo Brooks (republicano por Alabama), el representante electo Barry Moore (republicano por Alabama) y la representante electa Marjorie Taylor Greene (republicana por Georgia) han dicho que planean presentar objeciones.
La Gran Época se acercó a las oficinas de todos los senadores republicanos y senadores electos para preguntar si los legisladores habían estado en contacto con el grupo y si considerarían unirse a ellos.
La única respuesta oficial fue de una portavoz del senador Mitt Romney (republicano por Utah), quien se refirió a los comentarios que el senador hizo a los reporteros, calificando el esfuerzo de 'una locura'"
Mo Brooks: "Trump ganó el colegio electoral" - Puedo ser parte del "Caucus de rendición" o puedo luchar por nuestro país.
"...el representante Mo Brooks (R-AL) prometió no rendirse sin pelear a pesar de que los estados habían certificado los resultados del Colegio Electoral más temprano ese día, lo que allanó el camino para que Joe Biden se convirtiera en el presidente electo.
'Así que tengo una opción, puedo sentarme y rendirme y ser parte del grupo de rendición, o puedo luchar por nuestro país. Y eso es lo que voy a hacer. Entonces, el 6 de enero, voy a objetar las presentaciones de votos del Colegio Electoral de varios estados que, a mi juicio, tienen sistemas electorales tan defectuosos que sus recuentos de votos no son dignos de nuestra ratificación en el Congreso de los Estados Unidos.
Lo que necesito es un senador de los Estados Unidos que se una a mí. Si tenemos un miembro de la Cámara y un senador, entonces por Dios, eso obliga a una votación en la Cámara y un voto en el piso sobre si aceptar este sistema electoral sistemáticamente defectuoso o rechazarlo. Quiero rechazarlo para que podamos tener una elección honesta, justa y precisa ”.
'Así que tengo una opción, puedo sentarme y rendirme y ser parte del grupo de rendición, o puedo luchar por nuestro país. Y eso es lo que voy a hacer. Entonces, el 6 de enero, voy a objetar las presentaciones de votos del Colegio Electoral de varios estados que, a mi juicio, tienen sistemas electorales tan defectuosos que sus recuentos de votos no son dignos de nuestra ratificación en el Congreso de los Estados Unidos.
Lo que necesito es un senador de los Estados Unidos que se una a mí. Si tenemos un miembro de la Cámara y un senador, entonces por Dios, eso obliga a una votación en la Cámara y un voto en el piso sobre si aceptar este sistema electoral sistemáticamente defectuoso o rechazarlo. Quiero rechazarlo para que podamos tener una elección honesta, justa y precisa ”.
16 de diciembre de 2020
"El senador Rand Paul (R-Ky.), en la audiencia del miércoles en el Senado de los Estados Unidos que examinó las irregularidades durante las elecciones presidenciales de 2020 afirmó que 'ocurrió un fraude' y que las elecciones 'fueron robadas de muchas maneras'.
Esta audiencia del Comité de Asuntos Gubernamentales y Seguridad Nacional del Senado se produce después de que el Colegio Electoral votara el lunes, haciendo oficial la victoria del presidente electo Joe Biden , y después de que el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.) y muchos otros republicanos del Senado de alto nivel felicitaran al presidente electo tras la votación del lunes.
El presidente Donald Trump se niega a conceder las elecciones y sigue afirmando que le robaron las elecciones"
Esta audiencia del Comité de Asuntos Gubernamentales y Seguridad Nacional del Senado se produce después de que el Colegio Electoral votara el lunes, haciendo oficial la victoria del presidente electo Joe Biden , y después de que el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.) y muchos otros republicanos del Senado de alto nivel felicitaran al presidente electo tras la votación del lunes.
El presidente Donald Trump se niega a conceder las elecciones y sigue afirmando que le robaron las elecciones"
17 de diciembre de 2020
El presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, considera “imposible” que haya perdido los comicios ante Joe Biden y llama a una rebelión en Washington, capital.
El mandatario saliente en su cuenta en Twitter se ha referido este sábado a un informe de 36 páginas publicado el jueves por el asesor de comercio e industria de la Casa Blanca, Peter Navarro, el que “alega fraude electoral ‘más que suficiente’ para darle la victoria a Trump”.
Trump ha catalogado como “gran informe” el análisis de Peter y ha destacado que estadísticamente es “imposible haber perdido las elecciones de 2020”.
En otra parte de su tuit, el presidente saliente ha declarado una “gran protesta” en Washington D.C. para el 6 de enero. “¡Esté allí, será salvaje!”, ha avisado.
El mandatario saliente en su cuenta en Twitter se ha referido este sábado a un informe de 36 páginas publicado el jueves por el asesor de comercio e industria de la Casa Blanca, Peter Navarro, el que “alega fraude electoral ‘más que suficiente’ para darle la victoria a Trump”.
Trump ha catalogado como “gran informe” el análisis de Peter y ha destacado que estadísticamente es “imposible haber perdido las elecciones de 2020”.
En otra parte de su tuit, el presidente saliente ha declarado una “gran protesta” en Washington D.C. para el 6 de enero. “¡Esté allí, será salvaje!”, ha avisado.
Estados Unidos no terminó de contar —y, en algunos casos, recontar— los votos de sus elecciones del 3 de noviembre hasta hace unos días. Lo crucial —quién gana y gracias a qué Estados— quedó claro el 7 de noviembre, pero la fotografía completa se ha hecho de rogar. En parte, por el tamaño del país (330 millones de personas y una estimación de 239 millones de electores); pero también por el aluvión de votos de este año (unos 158 millones, lo que supuso una tasa de participación del 66%, la más alta en 120 años) y, para añadir otra complicación, por el arsenal de pleitos impulsados por el republicano Donald Trump entre acusaciones de fraude. Certificados los resultados por cada territorio y depositados los sufragios este lunes en el Colegio Electoral, se puede acercar la lupa a la ensalada de números. Estos muestran un mito sobre Trump y un peligro para el vencedor, el demócrata Joe Biden.
Con solo 43.000 votos más de tres Estados, Trump podría haber ganado. Biden será presidente de Estados Unidos apoyado en una sólida ventaja de siete millones de votos populares, es decir, de papeletas de cada ciudadano. Obtuvo 81,2 millones (que representan una mayoría del 51,3%), frente a los 74,2 millones de Trump (46,8%). Sin embargo, solo con que 42.918 de esos votantes, repartidos entre Arizona, Georgia y Wisconsin, hubiesen votado al republicano, el mundo estaría hoy hablando de la reelección del magnate neoyorquino. Una diferencia de tres décimas y 10.457 votos pintó Arizona de azul demócrata por primera vez desde 1996; una de dos décimas y 11.779 papeletas hizo lo mismo con Georgia, republicana desde 1992; y siete décimas y 20.682 sufragios devolvieron Wisconsin al partido de Biden.
Entonces, ¿ha ganado el vicepresidente de la era Obama por los pelos?
Al contrario, pero este dato refleja hasta qué punto el sistema estadounidense hace vulnerables a los demócratas. Pese a perder por 4,5 puntos porcentuales, menos de 50.000 votos pudieron dar la Casa Blanca al actual mandatario saliente. Los estadounidenses eligen a su presidente de modo indirecto: en las urnas, con los votos populares, escogen a 538 compromisarios o miembros del Colegio Electoral, cuyo reparto por los Estados se decide en función de su representación en el Senado (100, dos por territorio) y la Cámara de Representantes, más tres del Distrito de Columbia (la ciudad de Washington). El modelo acaba primando territorios con menos población. Además, la mayoría de ellos (salvo Maine y Nebraska) usan un procedimiento mayoritario (se le conoce, en inglés, como winner-takes-all: quien vence por votos populares, aunque sea por la mínima, se lleva todos los compromisarios). Así, da igual que Biden haya ganado California por cinco millones de papeletas; le dará los mismos votos electorales (55) que hacerlo por 500 votos. Este sistema explica la paradoja de 2016: 80.000 votos repartidos entre Pensilvania, Michigan y Wisconsin hicieron presidente a Trump, pese a sacar en total casi tres millones de papeletas menos que Hillary Clinton. Para ganar, hacen falta 270 votos electorales; Biden ha obtenido 306, los mismos que Trump en 2016.
Trump, ¿el gran héroe popular?
El actual inquilino de la Casa Blanca ha llegado al escrutinio final con 74,2 millones de votos, lo que le coloca como el segundo candidato más votado de la historia, pero en un contexto en el que Biden resulta el primero, debido al histórico nivel de participación. En porcentaje, el constructor neoyorquino ha perdido con un 46,8% del voto total, tres décimas menos que lo que obtuvo Mitt Romney (47,1%) contra Barack Obama en 2012 y tan solo 1,2 puntos por encima de la sonada derrota de John McCain en 2008 (45,6%). El primer presidente afroamericano de la historia de EE UU ganó con el 52,9% y, cuatro años después bajó al 51%. En cuanto a las elecciones perdidas por republicanos anteriormente, las de 1992 y 1996, la comparación resulta engañosa porque entró en juego un tercer candidato independiente, el empresario texano H. Ross Perot, fallecido en 2019. La distorsión fue tal que el demócrata Clinton fue elegido presidente en 1992 con solo un 43% de los votos. El dato de apoyo a Trump incluye una última paradoja: ese 46,8% logrado en 2020 es casi un punto superior al 45,9% cosechado en 2016, con el que sí llegó a la Casa Blanca.
Los demócratas pinchan en el Congreso.
La victoria de Biden y la consiguiente expulsión de Trump de la Casa Blanca permite al Partido Demócrata superar el trauma de 2016, cuando un aspirante que se antojaba imposible derrotó a una candidata de manual. Sin embargo, las urnas han enviado señales muy preocupantes a los demócratas. En la Cámara de Representantes, que controlaban con 232 escaños (frente a los 197 republicanos), conservan la mayoría, con 222, pero han perdido una decena de representantes. Los republicanos han subido, de momento, a 211, a la espera de que se decidan dos puestos aún en el aire. El sueño de recuperar el Senado se ha puesto cuesta arriba, con una segunda vuelta en Georgia que les obligaría a ganar los dos escaños en juego en ese territorio tradicionalmente conservador. Y esa votación clave, el 5 de enero, marcará el mandato del nuevo presidente demócrata, pues una Cámara alta de control republicano puede maniatar buena parte de sus iniciativas si no logra tejer consensos. Los demócratas tampoco han logrado dar la vuelta de rojo a azul a ninguna de las Cámaras legislativas estatales. Así que al partido le ha ido peor que a Biden y sigue el debate interno: los moderados, como Obama, advierten de los discursos demasiado extremos (como el que pide recortar el gasto policial) y los izquierdistas, como Alexandria Ocasio-Cortez, señalan a la mala organización y el escaso trabajo de campo.
Con solo 43.000 votos más de tres Estados, Trump podría haber ganado. Biden será presidente de Estados Unidos apoyado en una sólida ventaja de siete millones de votos populares, es decir, de papeletas de cada ciudadano. Obtuvo 81,2 millones (que representan una mayoría del 51,3%), frente a los 74,2 millones de Trump (46,8%). Sin embargo, solo con que 42.918 de esos votantes, repartidos entre Arizona, Georgia y Wisconsin, hubiesen votado al republicano, el mundo estaría hoy hablando de la reelección del magnate neoyorquino. Una diferencia de tres décimas y 10.457 votos pintó Arizona de azul demócrata por primera vez desde 1996; una de dos décimas y 11.779 papeletas hizo lo mismo con Georgia, republicana desde 1992; y siete décimas y 20.682 sufragios devolvieron Wisconsin al partido de Biden.
Entonces, ¿ha ganado el vicepresidente de la era Obama por los pelos?
Al contrario, pero este dato refleja hasta qué punto el sistema estadounidense hace vulnerables a los demócratas. Pese a perder por 4,5 puntos porcentuales, menos de 50.000 votos pudieron dar la Casa Blanca al actual mandatario saliente. Los estadounidenses eligen a su presidente de modo indirecto: en las urnas, con los votos populares, escogen a 538 compromisarios o miembros del Colegio Electoral, cuyo reparto por los Estados se decide en función de su representación en el Senado (100, dos por territorio) y la Cámara de Representantes, más tres del Distrito de Columbia (la ciudad de Washington). El modelo acaba primando territorios con menos población. Además, la mayoría de ellos (salvo Maine y Nebraska) usan un procedimiento mayoritario (se le conoce, en inglés, como winner-takes-all: quien vence por votos populares, aunque sea por la mínima, se lleva todos los compromisarios). Así, da igual que Biden haya ganado California por cinco millones de papeletas; le dará los mismos votos electorales (55) que hacerlo por 500 votos. Este sistema explica la paradoja de 2016: 80.000 votos repartidos entre Pensilvania, Michigan y Wisconsin hicieron presidente a Trump, pese a sacar en total casi tres millones de papeletas menos que Hillary Clinton. Para ganar, hacen falta 270 votos electorales; Biden ha obtenido 306, los mismos que Trump en 2016.
Trump, ¿el gran héroe popular?
El actual inquilino de la Casa Blanca ha llegado al escrutinio final con 74,2 millones de votos, lo que le coloca como el segundo candidato más votado de la historia, pero en un contexto en el que Biden resulta el primero, debido al histórico nivel de participación. En porcentaje, el constructor neoyorquino ha perdido con un 46,8% del voto total, tres décimas menos que lo que obtuvo Mitt Romney (47,1%) contra Barack Obama en 2012 y tan solo 1,2 puntos por encima de la sonada derrota de John McCain en 2008 (45,6%). El primer presidente afroamericano de la historia de EE UU ganó con el 52,9% y, cuatro años después bajó al 51%. En cuanto a las elecciones perdidas por republicanos anteriormente, las de 1992 y 1996, la comparación resulta engañosa porque entró en juego un tercer candidato independiente, el empresario texano H. Ross Perot, fallecido en 2019. La distorsión fue tal que el demócrata Clinton fue elegido presidente en 1992 con solo un 43% de los votos. El dato de apoyo a Trump incluye una última paradoja: ese 46,8% logrado en 2020 es casi un punto superior al 45,9% cosechado en 2016, con el que sí llegó a la Casa Blanca.
Los demócratas pinchan en el Congreso.
La victoria de Biden y la consiguiente expulsión de Trump de la Casa Blanca permite al Partido Demócrata superar el trauma de 2016, cuando un aspirante que se antojaba imposible derrotó a una candidata de manual. Sin embargo, las urnas han enviado señales muy preocupantes a los demócratas. En la Cámara de Representantes, que controlaban con 232 escaños (frente a los 197 republicanos), conservan la mayoría, con 222, pero han perdido una decena de representantes. Los republicanos han subido, de momento, a 211, a la espera de que se decidan dos puestos aún en el aire. El sueño de recuperar el Senado se ha puesto cuesta arriba, con una segunda vuelta en Georgia que les obligaría a ganar los dos escaños en juego en ese territorio tradicionalmente conservador. Y esa votación clave, el 5 de enero, marcará el mandato del nuevo presidente demócrata, pues una Cámara alta de control republicano puede maniatar buena parte de sus iniciativas si no logra tejer consensos. Los demócratas tampoco han logrado dar la vuelta de rojo a azul a ninguna de las Cámaras legislativas estatales. Así que al partido le ha ido peor que a Biden y sigue el debate interno: los moderados, como Obama, advierten de los discursos demasiado extremos (como el que pide recortar el gasto policial) y los izquierdistas, como Alexandria Ocasio-Cortez, señalan a la mala organización y el escaso trabajo de campo.
"El director de la Oficina de Política Comercial y de Fabricación, Peter Navarro, publicó un extenso informe el jueves en el que destaca varios ejemplos de irregularidades en la votación que son 'más que suficientes' para inclinar el resultado de las elecciones a favor del presidente Trump.
El informe de 36 páginas 'evalúa la imparcialidad e integridad de las elecciones presidenciales de 2020 al examinar seis dimensiones de supuestas irregularidades electorales en seis estados clave en el campo de batalla' y concluye que 'los patrones de irregularidades electorales ... son tan consistentes en los seis estados en el campo de batalla que sugieren una estrategia coordinada para, si no robar la elección, jugar estratégicamente el proceso electoral de tal manera que ... inclinar injustamente el campo de juego a favor del boleto Biden-Harris'".
El informe de 36 páginas 'evalúa la imparcialidad e integridad de las elecciones presidenciales de 2020 al examinar seis dimensiones de supuestas irregularidades electorales en seis estados clave en el campo de batalla' y concluye que 'los patrones de irregularidades electorales ... son tan consistentes en los seis estados en el campo de batalla que sugieren una estrategia coordinada para, si no robar la elección, jugar estratégicamente el proceso electoral de tal manera que ... inclinar injustamente el campo de juego a favor del boleto Biden-Harris'".
26 de diciembre de 2020