En defensa del PiS
Katehon Andrew Korybko 30 de diciembre de 2016
Sí, el título es provocativo, pero no, no es "apología de la pornografía" por parte de uno de los partidos más virulentamente anti-ruso y proamericano del mundo. En cambio, se trata de un breve escrito informativo sobre los acontecimientos de cambio de régimen que se están desarrollando en Polonia. La política exterior del gobernante partido PiS [Prawo i Sprawiedliwość, Ley y Justicia] es absolutamente insostenible desde un punto de vista multipolar, como lo es su caza de brujas interna contra los "espías rusos", que culminó de manera espectacular con la detención de Mateusz Piskorski, el preso político de más alto perfil de Polonia. Sostienendo que el PiS representa una gran cantidad de ideas despreciables, con toda objetividad presenta también algunas importantes tensiones de pensamiento que van absolutamente en contra del establishment dominante en la UE, presentando por lo tanto un desafío único para los totalitaristas unipolares.
Raíces de la Europrecaución
Por ejemplo, el PiS se opone al dominio que Bruselas ejerce sobre los asuntos de sus subordinados y está a favor del "enfoque Orban" de descentralización y reforma interna de la UE. Este es el polo opuesto a lo que Alemania y Francia persiguen, y es probablemente atribuible al hecho de que el polaco "Cardenal Gris" Jaroslaw Kaczynski es un conservador "europrecavido" (la descripción más aceptable de este autor para los que los medios de masas bautizan como "euroescépticos"). Por otra parte, el PiS es un partido católico que hace hincapié en los valores religiosos y en su papel histórico en la sociedad polaca, mientras que la élite de la UE son ateos militantes. Por otra parte, el PiS se opone vehementemente a la última y más peligrosa iteración de "corrección política" en la UE, como es el "reasentamiento forzoso de refugiados", de miles de inmigrantes civilizacionalmente distintos de cada uno de los estados miembros. En el caso de Polonia, estos individuos serían enviados a un país casi homogéneo desde el punto de vista étnico y religioso, lo que daría lugar a desestabilizaciones casi instantáneas a nivel local, regional y quizás nacional, por lo que el partido se opone con fuerza a esta medida.
Importancia continental
En cuanto al panorama general, Polonia es el país más grande de la UE bajo el control de un partido europrecavido y es, por lo tanto, absolutamente indispensable para los millones de simpatizantes en el bloque que quieren que la organización se reforme progresivamente a través de la descentralización. Sin la Polonia gobernada por el PiS, los europrecavidos no tendrían casi ninguna posibilidad de llevar a cabo sus propuestas de manera realista, a menos que Marine Le Pen ganara la presidencia en Francia el próximo año. Aun así, podría no tener el mismo mandato legal que el PiS para gobernar como quiera, ya que el partido conservador es el primero en ganar una mayoría parlamentaria decisiva en la Polonia post-comunista.
Son estas las razones por las que el establishment de la UE y sus representantes de las ONGs respaldadas por Soros son tan firmes contra el PiS, y han estado tratando de difamarlo y deslegitimarlo desde las elecciones parlamentarias de octubre de 2015, que dieron al partido su histórica mayoría gobernante.
Temen que Polonia lidere a los europrecavidos en su búsqueda para reformar la UE y neutralizar el poder de los burócratas de Bruselas. Al establishment no le importa que el PiS sea uno de los partidos más anti-rusos y pro-estadounidenses del mundo porque los capos continentales "dirigidos desde atrás" por Washington, están preocupados ante todo por su propio bienestar personal, subsidiados por los contribuyentes y por los poderes “legales” supranacionales.
Tomemos por ejemplo a Donald Tusk, el antiguo líder de la opositora PO (Platforma Obywatelska, Plataforma Cívica). Actualmente es Presidente del Consejo Europeo y una de las figuras más poderosas de la UE. Tusk ha estado en contra del PiS desde el principio, ya sea por razones políticas domésticas o personales, tales como la amenaza que plantean a su dominio y el de sus compinches en la UE. Sin embargo, Tusk es simplemente un sustituto de Merkel, ya que se ha especulado que Alemania es el poder detrás de la PO hoy en día. Estas acusaciones han fortalecido las credenciales nacionalistas del PiS entre sus bases y han fortificado la determinación de sus seguidores, que es por lo que los activistas de la contra-revolución de color y de “refuerzo del régimen” salieron a oponerse al cambio régimen de las revoluciones de colores que han estado provocando esta crisis política fabricada.
Pretextos imposibles
Esto lleva a nuestro análisis a tocar algunos de los detalles del panorama anti-gubernamental en Polonia. Las últimas protestas no se refieren tanto a la "libertad de prensa" frente a una "dictadura", como a la explotación de una circunstancia desencadenante descontextualizada para provocar una Revolución de color. En realidad, la polémica legislación no era en absoluto "en contra de la democracia", como decían sus detractores, sino que trataba de limitar el número de representantes de la prensa en el Parlamento en un momento dado, ya que los límites anteriormente no reglamentados conducían a hordas de periodistas hostigando a los parlamentarios cuando iban al baño, por ejemplo. Si los periodistas quieren entrevistar a los representantes del gobierno, podrían simplemente llamarlos o enviarles un correo electrónico para organizar un encuentro en lugar de acudir físicamente a todos y cada uno de los funcionarios a la salida de las cámaras parlamentarias.
Por muy ridículo que fuera el pretexto para la última provocación de la Revolución de color en Polonia, es un hecho indiscutible que parece (palabra clave) haber un gran apoyo público para ese movimiento. El autor escribió acerca de los matices más profundos en juego en el número de febrero de 2016 del Russian Institute of Strategic Studies sobre "Polarized Poland: The Identity Crisis Goes International" ["Polarizando Polonia: la crisis de identidad se vuelve internacional"]. No está claro exactamente cuántos polacos se oponen sinceramente al gobierno actual y cuáles están recién reclutados por las "ONGs" de Soros y las respaldadas por Alemania, ya sea a través de pagos o mediante la atractiva tentación de participar en una "revolución" contra una "dictadura", pero de cualquier manera, definitivamente hay una masa crítica de personas que está causando problemas al partido gobernante. En su mayor parte, los polacos que apoyan a la PO y su incipiente Revolución de color son izquierdistas-liberales que están enamorados de la UE y de todo lo que representa su establishment, mientras que los que están con el PiS son polacos nacionalistas conservadores que detestan esa postmodernidad que está pisoteando sus tradiciones y redefiniendo su identidad.
Conclusiones
Como se dijo inequívocamente en la introducción, hay mucho en el PiS que es totalmente indefendible desde una perspectiva multipolar y debe ser abiertamente condenado por parte de todos los polacos patriotas y los observadores externos bienintencionados, pero al mismo tiempo, debe entenderse que la situación no es tan negra ni tan blanca como se está pretendiendo pintar, ya sea por parte de los controlados medios de comunicación de masas unipolares o por algunas de sus contrapartes alternativas malevolentemente entusiasmadas. Hay muchas razones para que los simpatizantes multipolares ocasionales no sólo estén felices con lo que está sucediendo en Polonia, sino que también experimenten una sensación de júbilo irónico al ver a este país obsesivamente anti-ruso siendo víctima del mismo tipo de intrigas de cambio de régimen que apoyó agresivamente en Ucrania hace tres años. Por muy bueno que pueda parecer para algunos experimentar estas emociones, debe reconocerse que son irrelevantes para comprender racionalmente lo que está sucediendo y por qué, y en todo caso podrían conducir a análisis inexactos sobre los últimos acontecimientos que están fuera de contacto con la realidad y son incompatibles con los propios principios.
Si alguien apoya el emergente orden mundial multipolar, entonces debe aceptar que el zeitgeist de pragmatismo eurasianista sugiere que las soluciones maximalistas son posibles raramente. En una práctica pertinente desde el punto de vista contextual, esto significa que es extraordinariamente improbable que, debido a razones políticas históricas y domésticas, llegue pronto al poder en Polonia un partido que aprecie plenamente el gran beneficio estratégico de una asociación pragmática con Rusia. Aunque de ninguna manera se argumenta aquí que el PiS sea lo "mejor que Polonia puede obtener" en estos aspectos (lo que definitivamente no es el caso), uno debe reconocer que el partido de Kaczynski está listo para ser notablemente eficaz en posicionar a Polonia como líder del proyecto pan-UE de los europrecavidos, lo que en última instancia podría ser muy beneficioso para el objetivo multipolar de debilitar el brutal control de Bruselas sobre el bloque.
Por ahora, son los burócratas de la UE controlados por los Estados Unidos los que han obligado a sus plataformas anti-rusas a convertirse en la norma político-legal en todo el continente (como lo demuestran las sanciones, por ejemplo), y una devolución del poder desde Bruselas a las capitales de los miembros constituyentes podría abrir una amplia gama de emocionantes oportunidades estratégicas para Rusia, China y otros países multipolar líderes.
No hay ninguna indicación clara de lo que podría ser una UE reformada en el sentido geopolítico, pero posiblemente podría asumir los contornos que el autor describió y trazó en su artículo en The Duran acerca del "Post-Brexit EU: Between Regional Breakdown And Full-Blown Dictatorship" ["La UE Post-Brexit: entre la ruptura regional y la dictadura total"]. Independientemente de lo que suceda, es extremadamente improbable que Polonia se retire de su radical política exterior pro-estadounidense y anti-rusa, lo cual es algo que los partidarios multipolares no deben esperar falsamente. En un sentido positivo, sin embargo, la ideología anti-Bruselas del PiS podría significar un día una fatalidad para la UE tal y como está configurada actualmente, siempre que, por supuesto, el partido no sea depuesto mediante una Revolución de color pro-alemana y respaldada por Soros. En el artículo antes mencionado y en el del Russian Institute of Strategic Studies citado anteriormente, se argumenta que los Estados Unidos se benefician estratégicamente de cualquiera de los dos escenarios – ya sea que el PiS permanezca en el poder o sea reemplazado por la PO, y ya sea que la UE conserve su forma actual o se altere dramáticamente -, pero lo que es crucialmente importante comprender, es que Rusia y sus socios multipolares se beneficiarían más si la Revolución de color fuera aplastada y el PiS lograse reformar la UE.
Raíces de la Europrecaución
Por ejemplo, el PiS se opone al dominio que Bruselas ejerce sobre los asuntos de sus subordinados y está a favor del "enfoque Orban" de descentralización y reforma interna de la UE. Este es el polo opuesto a lo que Alemania y Francia persiguen, y es probablemente atribuible al hecho de que el polaco "Cardenal Gris" Jaroslaw Kaczynski es un conservador "europrecavido" (la descripción más aceptable de este autor para los que los medios de masas bautizan como "euroescépticos"). Por otra parte, el PiS es un partido católico que hace hincapié en los valores religiosos y en su papel histórico en la sociedad polaca, mientras que la élite de la UE son ateos militantes. Por otra parte, el PiS se opone vehementemente a la última y más peligrosa iteración de "corrección política" en la UE, como es el "reasentamiento forzoso de refugiados", de miles de inmigrantes civilizacionalmente distintos de cada uno de los estados miembros. En el caso de Polonia, estos individuos serían enviados a un país casi homogéneo desde el punto de vista étnico y religioso, lo que daría lugar a desestabilizaciones casi instantáneas a nivel local, regional y quizás nacional, por lo que el partido se opone con fuerza a esta medida.
Importancia continental
En cuanto al panorama general, Polonia es el país más grande de la UE bajo el control de un partido europrecavido y es, por lo tanto, absolutamente indispensable para los millones de simpatizantes en el bloque que quieren que la organización se reforme progresivamente a través de la descentralización. Sin la Polonia gobernada por el PiS, los europrecavidos no tendrían casi ninguna posibilidad de llevar a cabo sus propuestas de manera realista, a menos que Marine Le Pen ganara la presidencia en Francia el próximo año. Aun así, podría no tener el mismo mandato legal que el PiS para gobernar como quiera, ya que el partido conservador es el primero en ganar una mayoría parlamentaria decisiva en la Polonia post-comunista.
Son estas las razones por las que el establishment de la UE y sus representantes de las ONGs respaldadas por Soros son tan firmes contra el PiS, y han estado tratando de difamarlo y deslegitimarlo desde las elecciones parlamentarias de octubre de 2015, que dieron al partido su histórica mayoría gobernante.
Temen que Polonia lidere a los europrecavidos en su búsqueda para reformar la UE y neutralizar el poder de los burócratas de Bruselas. Al establishment no le importa que el PiS sea uno de los partidos más anti-rusos y pro-estadounidenses del mundo porque los capos continentales "dirigidos desde atrás" por Washington, están preocupados ante todo por su propio bienestar personal, subsidiados por los contribuyentes y por los poderes “legales” supranacionales.
Tomemos por ejemplo a Donald Tusk, el antiguo líder de la opositora PO (Platforma Obywatelska, Plataforma Cívica). Actualmente es Presidente del Consejo Europeo y una de las figuras más poderosas de la UE. Tusk ha estado en contra del PiS desde el principio, ya sea por razones políticas domésticas o personales, tales como la amenaza que plantean a su dominio y el de sus compinches en la UE. Sin embargo, Tusk es simplemente un sustituto de Merkel, ya que se ha especulado que Alemania es el poder detrás de la PO hoy en día. Estas acusaciones han fortalecido las credenciales nacionalistas del PiS entre sus bases y han fortificado la determinación de sus seguidores, que es por lo que los activistas de la contra-revolución de color y de “refuerzo del régimen” salieron a oponerse al cambio régimen de las revoluciones de colores que han estado provocando esta crisis política fabricada.
Pretextos imposibles
Esto lleva a nuestro análisis a tocar algunos de los detalles del panorama anti-gubernamental en Polonia. Las últimas protestas no se refieren tanto a la "libertad de prensa" frente a una "dictadura", como a la explotación de una circunstancia desencadenante descontextualizada para provocar una Revolución de color. En realidad, la polémica legislación no era en absoluto "en contra de la democracia", como decían sus detractores, sino que trataba de limitar el número de representantes de la prensa en el Parlamento en un momento dado, ya que los límites anteriormente no reglamentados conducían a hordas de periodistas hostigando a los parlamentarios cuando iban al baño, por ejemplo. Si los periodistas quieren entrevistar a los representantes del gobierno, podrían simplemente llamarlos o enviarles un correo electrónico para organizar un encuentro en lugar de acudir físicamente a todos y cada uno de los funcionarios a la salida de las cámaras parlamentarias.
Por muy ridículo que fuera el pretexto para la última provocación de la Revolución de color en Polonia, es un hecho indiscutible que parece (palabra clave) haber un gran apoyo público para ese movimiento. El autor escribió acerca de los matices más profundos en juego en el número de febrero de 2016 del Russian Institute of Strategic Studies sobre "Polarized Poland: The Identity Crisis Goes International" ["Polarizando Polonia: la crisis de identidad se vuelve internacional"]. No está claro exactamente cuántos polacos se oponen sinceramente al gobierno actual y cuáles están recién reclutados por las "ONGs" de Soros y las respaldadas por Alemania, ya sea a través de pagos o mediante la atractiva tentación de participar en una "revolución" contra una "dictadura", pero de cualquier manera, definitivamente hay una masa crítica de personas que está causando problemas al partido gobernante. En su mayor parte, los polacos que apoyan a la PO y su incipiente Revolución de color son izquierdistas-liberales que están enamorados de la UE y de todo lo que representa su establishment, mientras que los que están con el PiS son polacos nacionalistas conservadores que detestan esa postmodernidad que está pisoteando sus tradiciones y redefiniendo su identidad.
Conclusiones
Como se dijo inequívocamente en la introducción, hay mucho en el PiS que es totalmente indefendible desde una perspectiva multipolar y debe ser abiertamente condenado por parte de todos los polacos patriotas y los observadores externos bienintencionados, pero al mismo tiempo, debe entenderse que la situación no es tan negra ni tan blanca como se está pretendiendo pintar, ya sea por parte de los controlados medios de comunicación de masas unipolares o por algunas de sus contrapartes alternativas malevolentemente entusiasmadas. Hay muchas razones para que los simpatizantes multipolares ocasionales no sólo estén felices con lo que está sucediendo en Polonia, sino que también experimenten una sensación de júbilo irónico al ver a este país obsesivamente anti-ruso siendo víctima del mismo tipo de intrigas de cambio de régimen que apoyó agresivamente en Ucrania hace tres años. Por muy bueno que pueda parecer para algunos experimentar estas emociones, debe reconocerse que son irrelevantes para comprender racionalmente lo que está sucediendo y por qué, y en todo caso podrían conducir a análisis inexactos sobre los últimos acontecimientos que están fuera de contacto con la realidad y son incompatibles con los propios principios.
Si alguien apoya el emergente orden mundial multipolar, entonces debe aceptar que el zeitgeist de pragmatismo eurasianista sugiere que las soluciones maximalistas son posibles raramente. En una práctica pertinente desde el punto de vista contextual, esto significa que es extraordinariamente improbable que, debido a razones políticas históricas y domésticas, llegue pronto al poder en Polonia un partido que aprecie plenamente el gran beneficio estratégico de una asociación pragmática con Rusia. Aunque de ninguna manera se argumenta aquí que el PiS sea lo "mejor que Polonia puede obtener" en estos aspectos (lo que definitivamente no es el caso), uno debe reconocer que el partido de Kaczynski está listo para ser notablemente eficaz en posicionar a Polonia como líder del proyecto pan-UE de los europrecavidos, lo que en última instancia podría ser muy beneficioso para el objetivo multipolar de debilitar el brutal control de Bruselas sobre el bloque.
Por ahora, son los burócratas de la UE controlados por los Estados Unidos los que han obligado a sus plataformas anti-rusas a convertirse en la norma político-legal en todo el continente (como lo demuestran las sanciones, por ejemplo), y una devolución del poder desde Bruselas a las capitales de los miembros constituyentes podría abrir una amplia gama de emocionantes oportunidades estratégicas para Rusia, China y otros países multipolar líderes.
No hay ninguna indicación clara de lo que podría ser una UE reformada en el sentido geopolítico, pero posiblemente podría asumir los contornos que el autor describió y trazó en su artículo en The Duran acerca del "Post-Brexit EU: Between Regional Breakdown And Full-Blown Dictatorship" ["La UE Post-Brexit: entre la ruptura regional y la dictadura total"]. Independientemente de lo que suceda, es extremadamente improbable que Polonia se retire de su radical política exterior pro-estadounidense y anti-rusa, lo cual es algo que los partidarios multipolares no deben esperar falsamente. En un sentido positivo, sin embargo, la ideología anti-Bruselas del PiS podría significar un día una fatalidad para la UE tal y como está configurada actualmente, siempre que, por supuesto, el partido no sea depuesto mediante una Revolución de color pro-alemana y respaldada por Soros. En el artículo antes mencionado y en el del Russian Institute of Strategic Studies citado anteriormente, se argumenta que los Estados Unidos se benefician estratégicamente de cualquiera de los dos escenarios – ya sea que el PiS permanezca en el poder o sea reemplazado por la PO, y ya sea que la UE conserve su forma actual o se altere dramáticamente -, pero lo que es crucialmente importante comprender, es que Rusia y sus socios multipolares se beneficiarían más si la Revolución de color fuera aplastada y el PiS lograse reformar la UE.