Entrevista al embajador Saadat Aghajani
10 de enero de 2020
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¿Irán busca la guerra?
Diario La República (Uruguay) 10 de enero de 2020 Opinión
Escrito por Mohsen Baharvand, Director General del Departamento de América del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Islámica de Irán
El día 2 de enero, mientras el mundo celebraba las fiestas del comienzo del año 2020, un ataque con drones en la capital iraquí, Bagdad, restó las esperanzas de instituir la paz y estabilidad, desplumando así resolver pacíficamente las discrepancias en una de las regiones más importantes de Asia occidental.
En la mañana del 2 de enero, aviones no tripulados estadounidenses lanzaron un ataque con misiles contra el general Qasem Soleimani y varios de sus compañeros cuando salían del aeropuerto de Bagdad. Minutos después, el presidente de EEUU, Donald Trump, asumió en un tuit la responsabilidad del ataque.
¿Quién fue el general Soleimani? ¿Por qué los Estados Unidos le atacaron en suelo iraquí? ¿El Derecho Internacional reconoce tal ataque? ¿Qué hizo el general Soleimani en Irak? ¿Cuál debería ser la reacción de la Comunidad Internacional ante el incidente? Tras este suceso, sin duda se planteará con frecuencia tales preguntas en la opinión pública de todo el mundo. Por lo tanto, en la presente nota trataré de responder dichas preguntas.
¿Qué hacia el general Soleimani en Irak?
Según las claras declaraciones del primer ministro de Iraq, Adel Abdul Mahdi, expresadas en el parlamento de este país, Soleimani invitado por él, viajó en un avión de pasajeros rumbo a Bagdad, y estaba previsto que se reunieran los dos a las 8.30 del día 3 de enero para discutir asuntos de seguridad regional, pero la reunión no se concretó debido al asesinato del general Soleimani.
Asesinato de Soleimani y El Derecho Internacional
El hecho de que el general Soleimani llegara al aeropuerto de Bagdad como un oficial militar en el marco de una invitación oficial del gobierno iraquí, la actuación de las tropas estadounidenses para asesinarlo en el aeropuerto de un tercer país, significa que han sido violadas la soberanía nacional, la independencia y la integridad territorial de Iraq, lo que indudablemente se considera un acto terrorista.
A este respecto, el relator especial de la ONU en asuntos de ejecuciones extrajudiciales describió la actuación de EEUU como una violación de los DDHH y las leyes internacionales. Hace unos días, el parlamento iraquí aprobó una resolución que exige al gobierno enviar una carta oficial al Secretario General de la ONU, pidiendo así que se plantee en el Consejo de Seguridad el asesinato del oficial militar iraní en su territorio por parte de EEUU como una violación de la soberanía del gobierno iraquí.
Desde el punto de vista jurídico y de acuerdo con el artículo 5, párrafo 2 del Estatuto de la Corte Penal Internacional, adoptado en 2010, la acción armada de EEUU es un delito y el Presidente de EEUU, quien ordenó directamente la operación, junto con los demás autores de este asesinato se consideran criminales internacionales y pueden ser procesados.
¿Irán busca la guerra?
La historia evidencia que Irán en los últimos 200 años jamás ha invadido otro país. De hecho, Irán nunca ha buscado la expansión territorial. Una mirada al mapa de las bases estadounidenses en el Medio Oriente y el Golfo Pérsico da certeza sobre la intención no bélica de Irán y muestra que nunca ha estado ni está en busca de la guerra, sino que siempre defiende y defenderá sus intereses, soberanía territorial y seguridad nacional.
La historia del siglo pasado muestra que hay otros que siempre han buscado la guerra con Irán
debido a sus recursos energéticos subterráneos y su ubicación estratégica. Algunos ejemplos de estos comportamientos bélicos son los siguientes: el golpe de Estado de 1953 contra el gobierno del antiguo primer ministro iraní Mossadegh, que fue organizado por EEUU y algunos de sus socios en contra de la nacionalización de la industria petrolera iraní; la venta de todo tipo de armamento militar avanzado al dictador iraquí Saddam Hussein y el apoyo pleno que ofrecieron a él durante la guerra de Iraq contra Irán (1980 a 1988); ataque con misiles del año 1988 por la nave estadounidense Vincennes contra el avión de pasajeros iraní, que cobró la vida de 290 pasajeros, incluidos 40 niños; la violación de la Resolución Nº 2.231 del Consejo de Seguridad de la ONU por los EEUU y su salida unilateral e ilegal del acuerdo nuclear con Irán; intimidación contra las empresas farmacéuticas para que no ofrezcan medicamentos necesarios para los niños contagiados por la enfermedad de Piel Mariposa; la aseveración explícita del Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, sobre la necesidad de matar de hambre al pueblo iraní con el fin de generar cambios en Irán; el lanzamiento del terrorismo económico contra el pueblo iraní en el contexto de las sanciones unilaterales e ilegales; el asesinato del general Soleimani y etc.
Las amenazas de EEUU contra la seguridad y los intereses nacionales de Irán se han intensificado considerablemente desde la retirada del país norteamericano del tratado nuclear (mayo de 2018) y se convirtieron conflictivas. Sin embargo, Irán siempre ha mostrado moderación, evitando dentro de lo posible que se tense la situación. Aun así, continuó el comportamiento provocativo de EEUU. En este contexto, el asesinato de Soleimani en Irak significó declarar la guerra.
Por lo tanto, Irán de acuerdo con el Artículo 51 de la Carta Magna de las Naciones Unidas y en el marco de la defensa legítima tuvo que responder la reciente amenaza de Washington para defenderse y evitar mayores violaciones a sus intereses nacionales. Con este fin, los misiles iraníes alcanzaron las bases de Ein al-Assad y Erbil en Irak (en poder de las fuerzas estadounidenses) en las primeras horas del 8 de enero (hora local iraní).
Las dos bases fueron atacadas porque desde estos sitios fue liderado y dirigido el asesinato del general Soleimani. El Gobierno iraquí había sido notificado sobre el ataque, después del cual, Irán anunció el fin de la fase militar de la respuesta al asesinato del general Soleimani. Este anuncio indica la voluntad seria de Irán en contra de la escalada de tensión. No obstante, Irán está listo para responder adecuadamente en caso de que se avasallen de nuevo su seguridad e interés nacional.
Tengo que aclarar que el pueblo iraní no es antiamericano, pero impugna las políticas despóticas de los gobiernos estadounidenses, especialmente las de Donald Trump en relación a su país.
Consecuencias de la ausencia de Soleimani
Dada la profesionalidad, la experiencia y las actividades de Soleimani en la lucha contra el terrorismo en sus diversas formas (tráfico de drogas, talibanes y EIIL entre otros), su ausencia podría tener consecuencias irreparables para la seguridad del Oriente Medio en la primera etapa, y para otras regiones en las siguientes etapas. De hecho, los terroristas en el Medio Oriente podrían usar su vacío a corto plazo y volver a ahogar la región y la escena internacional. Esto es una cuestión que Irán espera que no se materialice.
El deber de la Comunidad Internacional
Desafortunadamente el mundo durante los últimos años ha estado sufriendo la prevalencia del nacionalismo y el unilateralismo extremista. Este unilateralismo es bastante innegable en todas las áreas que incluyen la salida de EEUU del tratado climático de París, de Unesco, del Consejo de DDHH y etc. La continuación de este proceso pondrá seriamente en peligro la diplomacia multilateral y sus logros.
Por lo tanto, los últimos acontecimientos en Iraq, incluyendo el asesinato del general Soleimani, la amenaza de bombardear sitios culturales e históricos iraníes, la amenaza de sanciones contra Iraq a causa de la aprobación del plan que insta a la retirada de EEUU de este país y los demás problemas semejantes, deben ser considerados como sucesos que debilitan aún más el multilateralismo y minan las vías pacíficas de resolver las controversias.
En este sentido, es necesario que la Comunidad Internacional en el marco del Derecho Internacional y la Carta Magna de las Naciones Unidas aumente la presión sobre Donald Trump para que se adhiera a los marcos internacionales multilaterales, y condene enérgicamente sus últimas acciones en Irak que son un ejemplo obvio de injerencia en los asuntos internos de otros países. No se debe permitir que la paz y la seguridad internacional sean víctimas de unas acciones inconscientes electorales ni de intereses personales. De lo contrario, se convertirán en epidemia el asesinato y la violación de la soberanía de otros países.
En la mañana del 2 de enero, aviones no tripulados estadounidenses lanzaron un ataque con misiles contra el general Qasem Soleimani y varios de sus compañeros cuando salían del aeropuerto de Bagdad. Minutos después, el presidente de EEUU, Donald Trump, asumió en un tuit la responsabilidad del ataque.
¿Quién fue el general Soleimani? ¿Por qué los Estados Unidos le atacaron en suelo iraquí? ¿El Derecho Internacional reconoce tal ataque? ¿Qué hizo el general Soleimani en Irak? ¿Cuál debería ser la reacción de la Comunidad Internacional ante el incidente? Tras este suceso, sin duda se planteará con frecuencia tales preguntas en la opinión pública de todo el mundo. Por lo tanto, en la presente nota trataré de responder dichas preguntas.
¿Qué hacia el general Soleimani en Irak?
Según las claras declaraciones del primer ministro de Iraq, Adel Abdul Mahdi, expresadas en el parlamento de este país, Soleimani invitado por él, viajó en un avión de pasajeros rumbo a Bagdad, y estaba previsto que se reunieran los dos a las 8.30 del día 3 de enero para discutir asuntos de seguridad regional, pero la reunión no se concretó debido al asesinato del general Soleimani.
Asesinato de Soleimani y El Derecho Internacional
El hecho de que el general Soleimani llegara al aeropuerto de Bagdad como un oficial militar en el marco de una invitación oficial del gobierno iraquí, la actuación de las tropas estadounidenses para asesinarlo en el aeropuerto de un tercer país, significa que han sido violadas la soberanía nacional, la independencia y la integridad territorial de Iraq, lo que indudablemente se considera un acto terrorista.
A este respecto, el relator especial de la ONU en asuntos de ejecuciones extrajudiciales describió la actuación de EEUU como una violación de los DDHH y las leyes internacionales. Hace unos días, el parlamento iraquí aprobó una resolución que exige al gobierno enviar una carta oficial al Secretario General de la ONU, pidiendo así que se plantee en el Consejo de Seguridad el asesinato del oficial militar iraní en su territorio por parte de EEUU como una violación de la soberanía del gobierno iraquí.
Desde el punto de vista jurídico y de acuerdo con el artículo 5, párrafo 2 del Estatuto de la Corte Penal Internacional, adoptado en 2010, la acción armada de EEUU es un delito y el Presidente de EEUU, quien ordenó directamente la operación, junto con los demás autores de este asesinato se consideran criminales internacionales y pueden ser procesados.
¿Irán busca la guerra?
La historia evidencia que Irán en los últimos 200 años jamás ha invadido otro país. De hecho, Irán nunca ha buscado la expansión territorial. Una mirada al mapa de las bases estadounidenses en el Medio Oriente y el Golfo Pérsico da certeza sobre la intención no bélica de Irán y muestra que nunca ha estado ni está en busca de la guerra, sino que siempre defiende y defenderá sus intereses, soberanía territorial y seguridad nacional.
La historia del siglo pasado muestra que hay otros que siempre han buscado la guerra con Irán
debido a sus recursos energéticos subterráneos y su ubicación estratégica. Algunos ejemplos de estos comportamientos bélicos son los siguientes: el golpe de Estado de 1953 contra el gobierno del antiguo primer ministro iraní Mossadegh, que fue organizado por EEUU y algunos de sus socios en contra de la nacionalización de la industria petrolera iraní; la venta de todo tipo de armamento militar avanzado al dictador iraquí Saddam Hussein y el apoyo pleno que ofrecieron a él durante la guerra de Iraq contra Irán (1980 a 1988); ataque con misiles del año 1988 por la nave estadounidense Vincennes contra el avión de pasajeros iraní, que cobró la vida de 290 pasajeros, incluidos 40 niños; la violación de la Resolución Nº 2.231 del Consejo de Seguridad de la ONU por los EEUU y su salida unilateral e ilegal del acuerdo nuclear con Irán; intimidación contra las empresas farmacéuticas para que no ofrezcan medicamentos necesarios para los niños contagiados por la enfermedad de Piel Mariposa; la aseveración explícita del Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, sobre la necesidad de matar de hambre al pueblo iraní con el fin de generar cambios en Irán; el lanzamiento del terrorismo económico contra el pueblo iraní en el contexto de las sanciones unilaterales e ilegales; el asesinato del general Soleimani y etc.
Las amenazas de EEUU contra la seguridad y los intereses nacionales de Irán se han intensificado considerablemente desde la retirada del país norteamericano del tratado nuclear (mayo de 2018) y se convirtieron conflictivas. Sin embargo, Irán siempre ha mostrado moderación, evitando dentro de lo posible que se tense la situación. Aun así, continuó el comportamiento provocativo de EEUU. En este contexto, el asesinato de Soleimani en Irak significó declarar la guerra.
Por lo tanto, Irán de acuerdo con el Artículo 51 de la Carta Magna de las Naciones Unidas y en el marco de la defensa legítima tuvo que responder la reciente amenaza de Washington para defenderse y evitar mayores violaciones a sus intereses nacionales. Con este fin, los misiles iraníes alcanzaron las bases de Ein al-Assad y Erbil en Irak (en poder de las fuerzas estadounidenses) en las primeras horas del 8 de enero (hora local iraní).
Las dos bases fueron atacadas porque desde estos sitios fue liderado y dirigido el asesinato del general Soleimani. El Gobierno iraquí había sido notificado sobre el ataque, después del cual, Irán anunció el fin de la fase militar de la respuesta al asesinato del general Soleimani. Este anuncio indica la voluntad seria de Irán en contra de la escalada de tensión. No obstante, Irán está listo para responder adecuadamente en caso de que se avasallen de nuevo su seguridad e interés nacional.
Tengo que aclarar que el pueblo iraní no es antiamericano, pero impugna las políticas despóticas de los gobiernos estadounidenses, especialmente las de Donald Trump en relación a su país.
Consecuencias de la ausencia de Soleimani
Dada la profesionalidad, la experiencia y las actividades de Soleimani en la lucha contra el terrorismo en sus diversas formas (tráfico de drogas, talibanes y EIIL entre otros), su ausencia podría tener consecuencias irreparables para la seguridad del Oriente Medio en la primera etapa, y para otras regiones en las siguientes etapas. De hecho, los terroristas en el Medio Oriente podrían usar su vacío a corto plazo y volver a ahogar la región y la escena internacional. Esto es una cuestión que Irán espera que no se materialice.
El deber de la Comunidad Internacional
Desafortunadamente el mundo durante los últimos años ha estado sufriendo la prevalencia del nacionalismo y el unilateralismo extremista. Este unilateralismo es bastante innegable en todas las áreas que incluyen la salida de EEUU del tratado climático de París, de Unesco, del Consejo de DDHH y etc. La continuación de este proceso pondrá seriamente en peligro la diplomacia multilateral y sus logros.
Por lo tanto, los últimos acontecimientos en Iraq, incluyendo el asesinato del general Soleimani, la amenaza de bombardear sitios culturales e históricos iraníes, la amenaza de sanciones contra Iraq a causa de la aprobación del plan que insta a la retirada de EEUU de este país y los demás problemas semejantes, deben ser considerados como sucesos que debilitan aún más el multilateralismo y minan las vías pacíficas de resolver las controversias.
En este sentido, es necesario que la Comunidad Internacional en el marco del Derecho Internacional y la Carta Magna de las Naciones Unidas aumente la presión sobre Donald Trump para que se adhiera a los marcos internacionales multilaterales, y condene enérgicamente sus últimas acciones en Irak que son un ejemplo obvio de injerencia en los asuntos internos de otros países. No se debe permitir que la paz y la seguridad internacional sean víctimas de unas acciones inconscientes electorales ni de intereses personales. De lo contrario, se convertirán en epidemia el asesinato y la violación de la soberanía de otros países.