Guerra, rusofobia y oleoducto (Ucrania)
Rebelión Pepe Escobar 18 de abril de 2021
Con terribles consecuencias para toda Eurasia, Ucrania y Rusia pueden estar al borde de la guerra. Vayamos al grano y sumerjámonos en la niebla de la guerra.
El 24 de marzo, el presidente ucraniano Zelensky, a todo efecto práctico, firmó una declaración de guerra contra Rusia, mediante el decreto Nº 117/2021.
El susodicho decreto establece que recuperar Crimea (de Rusia) es ahora la política oficial de Kiev. Crimea, desde el referéndum de marzo de 2014, forma parte de la Federación de Rusia. Entonces, el decreto Zelensky es la prueba tangible que cualquier guerra será provocada por Kiev, desacreditando de paso, las afirmaciones occidentales de una «agresión rusa».
Después de la firma de la orden, una gran cantidad de tanques ucranianos se enviaron al este, en rapidas plataformas de transportes. El ejército ucraniano ha sido atiborrado con equipo militar proveniente de Estados Unidos, este armamento incluye vehículos aéreos no tripulados, sistemas de guerra electrónica, sistemas antitanques, sistemas de defensa antiaérea, etc.
Moscú se tomó muy en serio esta declaración de guerra de facto, y desplegó fuerzas adicionales en Crimea y en la frontera rusa con el Donbass. Estas fuerzas incluyen la 76 º Brigada de Asalto Aérea, conocida como los paracaidistas y Pskov, que, según informes de inteligencia es capaz de tomar Ucrania en sólo seis horas.
Ciertamente, no ayuda a la paz en la región, la llamada, que hizo a Zelensky, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin (recién salido de su puesto en la fabrica de misiles Raytheon). En esa llamada Austin, prometió «el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a la soberanía de Ucrania».
En consecuencia, Moscú interpreta que Zelensky nunca habría firmado su decreto de guerra sin la luz verde de Washington.
Sebastopol en la mira
En el decreto de guerra, Zelensky identifica específicamente a Sebastopol como el objetivo principal. Sebastopol, cuando lo visité en diciembre de 2018, ya era uno de los lugares más fuertemente defendidos del planeta, impermeable incluso a un ataque de la OTAN.
En la práctica, se está regresando a los asuntos pendientes después del “Maidan” de 2014.
Para contener a Rusia, el team Estado profundo de EEUU/ OTAN necesita controlar el Mar Negro, que ahora, prácticamente, es un lago ruso. Y para controlar el Mar Negro, necesitan «neutralizar» Crimea.
Si es necesaria alguna prueba adicional, la proporcionó el presidente ucraniano. El martes de esta semana en una llamada telefónica con el secretario general de la OTAN, el dócil Jens Stoltenberg, Zelensky pronunció la frase clave: «La OTAN es la única manera de poner fin a la guerra en Donbass». Agregó Zelensky: “la presencia de la OTAN debería ser un poderoso elemento disuasorio para Rusia, que continúa la militarización de la región y obstaculiza la navegación mercante».
Controlando el relato
Todos estos desarrollos cruciales son y seguirán siendo invisibles para la opinión pública mundial porque la narrativa predominante es controlada por la hegemonía estadounidense.
Llegado el momento el team “Estado Profundo / OTAN” está preparado para acusar por todos los medios – durante 24 horas y los 7 días de la semana- de “agresión rusa” lo suceda en la región. Incluso si las Fuerzas Armadas de Ucrania (UAF) lanzan una guerra relámpago contra las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk. (hacerlo contra Sebastopol en Crimea sería un suicidio masivo certificado).
En los Estados Unidos, el republicano Ron Paul ha sido una de las pocas voces en afirmar lo obvio: “Según el complejo militar- industrial y, los medios de comunicación junto a los congresistas de ambos partidos, los movimientos de tropas de Rusia no son una respuesta a las amenazas de un vecino, sino otra agresión rusa.
Lo que está implícito es que Washington / Bruselas no tienen un plan de juego táctico claro, mucho menos estratégico: solo controlan la narrativa.
Y lo hace alimentado una rusofobia rabiosa, magistralmente deconstruida por el Andrei Martyanov, uno de los mejores analistas militares del mundo.
Una señal esperanzadora es que el 31 de marzo, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, el general Valery Gerasimov, y el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, el general Mark Milley, hablaron por teléfono sobre los “problemas de interés mutuo.»
Días después, se publicó una declaración franco-alemana que solicitaba «a todas las partes» se calmaran. Merkel y Macron parecen haber captado el mensaje de su videoconferencia con Putin, quien debe haber mencionado, sutilmente, al efecto generado por las “Kalibrs”, “Kinzhals” y una variedad de otras armas hipersónicas, que Rusia podría utilizar, si las cosas se ponen difíciles.
El problema es que Merkel y Macron no controlan la OTAN. Sin embargo, Merkel y Macron son plenamente conscientes de que si el team Estados Unidos / OTAN ataca a las fuerzas rusas (o a los titulares de pasaportes rusos que viven en Donbass) la respuesta tendrá como objetivo los centros de comando que coordinaron los ataques.
Como parte de un acto del tipo “conejito Energizer”, Zelensky hizo un movimiento extra. El lunes pasado, visitó Qatar para cerrar una serie de acuerdos que incluyen arrendar un puerto del Mar Negro y, establecer fuertes «lazos de militares»: un eufemismo para una posible transferencia de yihadistas de Libia y Siria para luchar contra los infieles rusos del Donbass.
¿Justo en el momento justo? El inefable Zelensky seguirá con su tour bélico; se va ha reunir con Erdogan de Turquía el próximo lunes. Como se sabe, los servicios de inteligencia de Erdogan gestionan a los yihadistas en Idlib, y también los fondos qataríes son su financiación. Podría decirse que los turcos ya están transfiriendo esos «rebeldes moderados» a Ucrania. La inteligencia rusa está monitoreando meticulosamente toda esta actividad.
¿Qué quiere Estados Unidos?
Una serie de informaciones están convergiendo sobre lo que pueden ser los tres objetivos principales del “hegemon”: provocar una fisura irreparable entre Rusia y la UE, con el generoso auspicio de la OTAN; colapsar el oleoducto Nord Steam 2; y aumentar las ganancias en el negocio de las armas para el complejo militar-industrial.
Entonces, la pregunta clave es si Moscú podría aplicar un movimiento Sun Tzu antes de ser atraído a una guerra caliente en el Donbass.
Sobre el terreno, el panorama es sombrío. Denis Pushilin, uno de los líderes de las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk, ha declarado que las posibilidades de evitar la guerra son «extremadamente pequeñas». El francotirador Dejan Beric ( a quien conocí en Donetsk en 2015 y que es un experto sobre el terreno) espera un ataque de Kiev, a principios de mayo.
El controvertido Igor Strelkov, que puede calificarse como un partidario del «socialismo ortodoxo» y crítico de las políticas del Kremlin, ha declarado que la única posibilidad de paz es que el Ejército ruso controle el territorio ucraniano al menos hasta el río Dniéper. Strelkov cree que una guerra es «muy probable, porque para Rusia, la guerra ahora es mejor que una guerra después; y existe un 99% de posibilidades de que Washington no luche por Ucrania”.
En este último punto, Strelkov tiene razón; Washington y la OTAN quieren una guerra librada hasta el último ucraniano.
Rostislav Ischenko, analista ruso especialista en Ucrania- que tuve el placer de conocer en Moscú a fines de 2018 -argumenta de manera persuasiva que “la situación diplomática, militar, política, financiera y económica general requiere que las autoridades que mandan en Kiev intensifiquen las operaciones de combate en Donbass”.
“Por cierto”, agrega Ischenko, “a los estadounidenses no les importa un bledo si Ucrania resistirá algún tiempo o volará en pedazos en un instante. Creen que pueden ganar con cualquiera de los dos resultados «.
¿Defender a Europa?
Asumamos lo peor en Donbass. Kiev lanza su guerra relámpago. La inteligencia rusa documenta con videos y fotografías. Moscú anuncia que utilizará toda la autoridad conferida por el UNSC para hacer cumplir el alto el fuego de Minsk 2.
En cuestión de 8 horas, o un máximo de 48 horas, las fuerzas rusas destrozan todo el aparato de la guerra relámpago y envían a los ucranianos de regreso a su país, que se encuentra aproximadamente a 75 kilómetros al norte de la zona de contacto establecida.
En el Mar Negro, dicho sea de paso, no hay zona de contacto. Esto significa que Rusia puede enviar sus submarinos avanzados, más la flota de superficie, a cualquier lugar alrededor del «lago ruso». Bueno, estas embarcaciones ya están desplegados de todos modos.
Una vez más, Martyanov da una idea de lo que pasará con los misiles rusos: “Aplastar el sistema de comando y control de los ucranianos es cuestión de pocas horas, ya sea cerca de la frontera o en el ámbito operativo y estratégico de profundidad de Ucrania. Básicamente, toda la ‘armada’ ucraniana vale menos que una salva de 3M54 o 3M14. Creo que un par de “Tarantuls” será suficiente para acabar con sus fuerzas cerca de Odessa y luego darle a Kiev, especialmente a su distrito gubernamental, una muestra de lo que son las armas modernas «.
La cuestión absolutamente clave, que no se puede enfatizar lo suficiente, es que Rusia no invadirá Ucrania. No lo necesita y no lo quiere. Lo que Moscú hará con seguridad es apoyar a las repúblicas populares de Novorossiya con equipos, inteligencia, guerra electrónica, control del espacio aéreo y fuerzas especiales. Incluso una zona de exclusión aérea no será necesaria; el «mensaje» será claro: si un avión de combate de la OTAN apareciera cerca de la línea del frente, sería derribado sumariamente.
Y esto último nos lleva a un “secreto” a voces que se susurra en las cenas informales de Bruselas y en las cancillerías de Eurasia: los títeres de la OTAN no tienen las pelotas para entrar en un conflicto abierto con Rusia.
Una cosa es que los medios corporativos amplifiquen a perros ladradores como Polonia, Rumania, la banda del Báltico y Ucrania, sobre el guión preestablecido de la «agresión rusa». De hecho, la OTAN tuvo su trasero colectivo pateado sin ninguna ceremonia publica en Afganistán. Se estremeció cuando tuvo que luchar contra los serbios a fines de la década de 1990. Y en la década de 2010, no se atrevió a luchar contra las fuerzas de Damasco y del Eje de la Resistencia.
Cuando todo falla, prevalece el mito. El ejército de los Estados Unidos que ocupa partes de Europa esta aquí para «defender al viejo continente” ¿Contra quien? Contra esos molestos rusos, por supuesto.
Esta es la razón que hay detrás del programa “Defender-Europe 21”. El ejército de EEUU, está movilizando a 28.000 soldados estadounidenses y de sus 25 aliados de la OTAN. Este mes, los hombres y el equipo pesado del Ejército de los EEUU, de Italia, de Alemania y de los Países Bajos serán transferidos a «áreas de entrenamiento». Oh, el placer de viajar, no hay encierro para un ejercito de la OTAN, ya que todos han sido vacunados contra Covid-19.
Pipelineistan uber alles
Nord Stream 2 no es un gran problema para Moscú; es un inconveniente menor en el peor de los casos. Después de todo, la economía rusa no obtiene ni un solo rublo de un gasoducto que aún no se ha terminado. Si se cancela Nord Stream 2 (NS2), hay planes para redirigir la mayor parte del gas ruso hacia Eurasia, especialmente a China.
Paralelamente, Berlín sabe muy bien que cancelar NS2 será un incumplimiento de un contrato, que implicará cientos de miles de millones de euros. ¡No se debe olvidar que fue Alemania quien solicitó la construcción del oleoducto!
La energiewende (política de “transición energética”) de Alemania ha sido un desastre. Los industriales alemanes saben muy bien que el gas natural es la única alternativa a la energía nuclear. No les gusta que Berlín se convierta en un mero rehén, condenado a comprar gas de esquisto ridículamente caro a los Estados Unidos y, con una industria de fracturación hidráulica en ruinas. Ver a Frau Merkel explicando a la opinión pública alemana por qué deben volver a usar carbón o comprar esquisto de los EEUU, será un espectáculo digno de ver.
En estos momentos, continúan las provocaciones de la OTAN contra el NS2, usan sistemáticamente buques de guerra y helicópteros en el asedio. El despliegue final del gaseoducto necesitaba un permiso para trabajar en aguas danesas, país que lo concedió sólo hace un mes.
A pesar que los barcos rusos no son tan rápidos en el tendido de tuberías como los barcos de “Allseas”, que retrocedieron, intimidados por las sanciones de Estados Unidos, el Fortuna ruso está haciendo un progreso constante: un kilómetro por día o al menos 800 metros diarios. Con 35 km que faltan sólo quedarían 50 días para terminar el tendido del NS2.
Las conversaciones con analistas alemanes revelan un intrigante juego de sombras en el frente energético. Los diplomáticos de la UE se quejan de que no hay nadie en Estados Unidos con quien negociar con respecto a NS2, incluso asumiendo que Berlín admitiera que el juicio sobre Putin es correcto: “los estadounidenses no son capaces de llegar a un acuerdo».
Sin embargo, detrás de la niebla de la guerra, surge un escenario claro: el team Estado Profundo / OTAN está usando a Kiev para comenzar una guerra como un paso de Ave María para enterrar el NS2 y, por lo tanto, las relaciones germano-rusas.
Al mismo tiempo, la situación evoluciona hacia una posible nueva alineación en el corazón de “Occidente”: de hecho, EEUU/ Reino Unido se enfrenta al eje Alemania / Francia… algunos en la anglosfera son ciertamente más rusofóbicos que otros.
El encuentro tóxico entre la rusofobia y el gaseoducto no terminará si se completa NS2. Habrá más sanciones. Se intentará excluir a Rusia del SWIFT. La guerra en Siria se intensificará. El hegemon seguira creando todo tipo de acoso geopolítico contra Rusia.
¿El trasfondo? Una oportuna operación: menear la cola del perro para distraer a la opinión pública ante una impresión masiva de dinero que enmascara el colapso económico que se avecina. A medida que el imperio se derrumba, la narrativa ya está grabada en piedra: todo es culpa de la «agresión rusa».
El 24 de marzo, el presidente ucraniano Zelensky, a todo efecto práctico, firmó una declaración de guerra contra Rusia, mediante el decreto Nº 117/2021.
El susodicho decreto establece que recuperar Crimea (de Rusia) es ahora la política oficial de Kiev. Crimea, desde el referéndum de marzo de 2014, forma parte de la Federación de Rusia. Entonces, el decreto Zelensky es la prueba tangible que cualquier guerra será provocada por Kiev, desacreditando de paso, las afirmaciones occidentales de una «agresión rusa».
Después de la firma de la orden, una gran cantidad de tanques ucranianos se enviaron al este, en rapidas plataformas de transportes. El ejército ucraniano ha sido atiborrado con equipo militar proveniente de Estados Unidos, este armamento incluye vehículos aéreos no tripulados, sistemas de guerra electrónica, sistemas antitanques, sistemas de defensa antiaérea, etc.
Moscú se tomó muy en serio esta declaración de guerra de facto, y desplegó fuerzas adicionales en Crimea y en la frontera rusa con el Donbass. Estas fuerzas incluyen la 76 º Brigada de Asalto Aérea, conocida como los paracaidistas y Pskov, que, según informes de inteligencia es capaz de tomar Ucrania en sólo seis horas.
Ciertamente, no ayuda a la paz en la región, la llamada, que hizo a Zelensky, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin (recién salido de su puesto en la fabrica de misiles Raytheon). En esa llamada Austin, prometió «el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a la soberanía de Ucrania».
En consecuencia, Moscú interpreta que Zelensky nunca habría firmado su decreto de guerra sin la luz verde de Washington.
Sebastopol en la mira
En el decreto de guerra, Zelensky identifica específicamente a Sebastopol como el objetivo principal. Sebastopol, cuando lo visité en diciembre de 2018, ya era uno de los lugares más fuertemente defendidos del planeta, impermeable incluso a un ataque de la OTAN.
En la práctica, se está regresando a los asuntos pendientes después del “Maidan” de 2014.
Para contener a Rusia, el team Estado profundo de EEUU/ OTAN necesita controlar el Mar Negro, que ahora, prácticamente, es un lago ruso. Y para controlar el Mar Negro, necesitan «neutralizar» Crimea.
Si es necesaria alguna prueba adicional, la proporcionó el presidente ucraniano. El martes de esta semana en una llamada telefónica con el secretario general de la OTAN, el dócil Jens Stoltenberg, Zelensky pronunció la frase clave: «La OTAN es la única manera de poner fin a la guerra en Donbass». Agregó Zelensky: “la presencia de la OTAN debería ser un poderoso elemento disuasorio para Rusia, que continúa la militarización de la región y obstaculiza la navegación mercante».
Controlando el relato
Todos estos desarrollos cruciales son y seguirán siendo invisibles para la opinión pública mundial porque la narrativa predominante es controlada por la hegemonía estadounidense.
Llegado el momento el team “Estado Profundo / OTAN” está preparado para acusar por todos los medios – durante 24 horas y los 7 días de la semana- de “agresión rusa” lo suceda en la región. Incluso si las Fuerzas Armadas de Ucrania (UAF) lanzan una guerra relámpago contra las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk. (hacerlo contra Sebastopol en Crimea sería un suicidio masivo certificado).
En los Estados Unidos, el republicano Ron Paul ha sido una de las pocas voces en afirmar lo obvio: “Según el complejo militar- industrial y, los medios de comunicación junto a los congresistas de ambos partidos, los movimientos de tropas de Rusia no son una respuesta a las amenazas de un vecino, sino otra agresión rusa.
Lo que está implícito es que Washington / Bruselas no tienen un plan de juego táctico claro, mucho menos estratégico: solo controlan la narrativa.
Y lo hace alimentado una rusofobia rabiosa, magistralmente deconstruida por el Andrei Martyanov, uno de los mejores analistas militares del mundo.
Una señal esperanzadora es que el 31 de marzo, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, el general Valery Gerasimov, y el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, el general Mark Milley, hablaron por teléfono sobre los “problemas de interés mutuo.»
Días después, se publicó una declaración franco-alemana que solicitaba «a todas las partes» se calmaran. Merkel y Macron parecen haber captado el mensaje de su videoconferencia con Putin, quien debe haber mencionado, sutilmente, al efecto generado por las “Kalibrs”, “Kinzhals” y una variedad de otras armas hipersónicas, que Rusia podría utilizar, si las cosas se ponen difíciles.
El problema es que Merkel y Macron no controlan la OTAN. Sin embargo, Merkel y Macron son plenamente conscientes de que si el team Estados Unidos / OTAN ataca a las fuerzas rusas (o a los titulares de pasaportes rusos que viven en Donbass) la respuesta tendrá como objetivo los centros de comando que coordinaron los ataques.
Como parte de un acto del tipo “conejito Energizer”, Zelensky hizo un movimiento extra. El lunes pasado, visitó Qatar para cerrar una serie de acuerdos que incluyen arrendar un puerto del Mar Negro y, establecer fuertes «lazos de militares»: un eufemismo para una posible transferencia de yihadistas de Libia y Siria para luchar contra los infieles rusos del Donbass.
¿Justo en el momento justo? El inefable Zelensky seguirá con su tour bélico; se va ha reunir con Erdogan de Turquía el próximo lunes. Como se sabe, los servicios de inteligencia de Erdogan gestionan a los yihadistas en Idlib, y también los fondos qataríes son su financiación. Podría decirse que los turcos ya están transfiriendo esos «rebeldes moderados» a Ucrania. La inteligencia rusa está monitoreando meticulosamente toda esta actividad.
¿Qué quiere Estados Unidos?
Una serie de informaciones están convergiendo sobre lo que pueden ser los tres objetivos principales del “hegemon”: provocar una fisura irreparable entre Rusia y la UE, con el generoso auspicio de la OTAN; colapsar el oleoducto Nord Steam 2; y aumentar las ganancias en el negocio de las armas para el complejo militar-industrial.
Entonces, la pregunta clave es si Moscú podría aplicar un movimiento Sun Tzu antes de ser atraído a una guerra caliente en el Donbass.
Sobre el terreno, el panorama es sombrío. Denis Pushilin, uno de los líderes de las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk, ha declarado que las posibilidades de evitar la guerra son «extremadamente pequeñas». El francotirador Dejan Beric ( a quien conocí en Donetsk en 2015 y que es un experto sobre el terreno) espera un ataque de Kiev, a principios de mayo.
El controvertido Igor Strelkov, que puede calificarse como un partidario del «socialismo ortodoxo» y crítico de las políticas del Kremlin, ha declarado que la única posibilidad de paz es que el Ejército ruso controle el territorio ucraniano al menos hasta el río Dniéper. Strelkov cree que una guerra es «muy probable, porque para Rusia, la guerra ahora es mejor que una guerra después; y existe un 99% de posibilidades de que Washington no luche por Ucrania”.
En este último punto, Strelkov tiene razón; Washington y la OTAN quieren una guerra librada hasta el último ucraniano.
Rostislav Ischenko, analista ruso especialista en Ucrania- que tuve el placer de conocer en Moscú a fines de 2018 -argumenta de manera persuasiva que “la situación diplomática, militar, política, financiera y económica general requiere que las autoridades que mandan en Kiev intensifiquen las operaciones de combate en Donbass”.
“Por cierto”, agrega Ischenko, “a los estadounidenses no les importa un bledo si Ucrania resistirá algún tiempo o volará en pedazos en un instante. Creen que pueden ganar con cualquiera de los dos resultados «.
¿Defender a Europa?
Asumamos lo peor en Donbass. Kiev lanza su guerra relámpago. La inteligencia rusa documenta con videos y fotografías. Moscú anuncia que utilizará toda la autoridad conferida por el UNSC para hacer cumplir el alto el fuego de Minsk 2.
En cuestión de 8 horas, o un máximo de 48 horas, las fuerzas rusas destrozan todo el aparato de la guerra relámpago y envían a los ucranianos de regreso a su país, que se encuentra aproximadamente a 75 kilómetros al norte de la zona de contacto establecida.
En el Mar Negro, dicho sea de paso, no hay zona de contacto. Esto significa que Rusia puede enviar sus submarinos avanzados, más la flota de superficie, a cualquier lugar alrededor del «lago ruso». Bueno, estas embarcaciones ya están desplegados de todos modos.
Una vez más, Martyanov da una idea de lo que pasará con los misiles rusos: “Aplastar el sistema de comando y control de los ucranianos es cuestión de pocas horas, ya sea cerca de la frontera o en el ámbito operativo y estratégico de profundidad de Ucrania. Básicamente, toda la ‘armada’ ucraniana vale menos que una salva de 3M54 o 3M14. Creo que un par de “Tarantuls” será suficiente para acabar con sus fuerzas cerca de Odessa y luego darle a Kiev, especialmente a su distrito gubernamental, una muestra de lo que son las armas modernas «.
La cuestión absolutamente clave, que no se puede enfatizar lo suficiente, es que Rusia no invadirá Ucrania. No lo necesita y no lo quiere. Lo que Moscú hará con seguridad es apoyar a las repúblicas populares de Novorossiya con equipos, inteligencia, guerra electrónica, control del espacio aéreo y fuerzas especiales. Incluso una zona de exclusión aérea no será necesaria; el «mensaje» será claro: si un avión de combate de la OTAN apareciera cerca de la línea del frente, sería derribado sumariamente.
Y esto último nos lleva a un “secreto” a voces que se susurra en las cenas informales de Bruselas y en las cancillerías de Eurasia: los títeres de la OTAN no tienen las pelotas para entrar en un conflicto abierto con Rusia.
Una cosa es que los medios corporativos amplifiquen a perros ladradores como Polonia, Rumania, la banda del Báltico y Ucrania, sobre el guión preestablecido de la «agresión rusa». De hecho, la OTAN tuvo su trasero colectivo pateado sin ninguna ceremonia publica en Afganistán. Se estremeció cuando tuvo que luchar contra los serbios a fines de la década de 1990. Y en la década de 2010, no se atrevió a luchar contra las fuerzas de Damasco y del Eje de la Resistencia.
Cuando todo falla, prevalece el mito. El ejército de los Estados Unidos que ocupa partes de Europa esta aquí para «defender al viejo continente” ¿Contra quien? Contra esos molestos rusos, por supuesto.
Esta es la razón que hay detrás del programa “Defender-Europe 21”. El ejército de EEUU, está movilizando a 28.000 soldados estadounidenses y de sus 25 aliados de la OTAN. Este mes, los hombres y el equipo pesado del Ejército de los EEUU, de Italia, de Alemania y de los Países Bajos serán transferidos a «áreas de entrenamiento». Oh, el placer de viajar, no hay encierro para un ejercito de la OTAN, ya que todos han sido vacunados contra Covid-19.
Pipelineistan uber alles
Nord Stream 2 no es un gran problema para Moscú; es un inconveniente menor en el peor de los casos. Después de todo, la economía rusa no obtiene ni un solo rublo de un gasoducto que aún no se ha terminado. Si se cancela Nord Stream 2 (NS2), hay planes para redirigir la mayor parte del gas ruso hacia Eurasia, especialmente a China.
Paralelamente, Berlín sabe muy bien que cancelar NS2 será un incumplimiento de un contrato, que implicará cientos de miles de millones de euros. ¡No se debe olvidar que fue Alemania quien solicitó la construcción del oleoducto!
La energiewende (política de “transición energética”) de Alemania ha sido un desastre. Los industriales alemanes saben muy bien que el gas natural es la única alternativa a la energía nuclear. No les gusta que Berlín se convierta en un mero rehén, condenado a comprar gas de esquisto ridículamente caro a los Estados Unidos y, con una industria de fracturación hidráulica en ruinas. Ver a Frau Merkel explicando a la opinión pública alemana por qué deben volver a usar carbón o comprar esquisto de los EEUU, será un espectáculo digno de ver.
En estos momentos, continúan las provocaciones de la OTAN contra el NS2, usan sistemáticamente buques de guerra y helicópteros en el asedio. El despliegue final del gaseoducto necesitaba un permiso para trabajar en aguas danesas, país que lo concedió sólo hace un mes.
A pesar que los barcos rusos no son tan rápidos en el tendido de tuberías como los barcos de “Allseas”, que retrocedieron, intimidados por las sanciones de Estados Unidos, el Fortuna ruso está haciendo un progreso constante: un kilómetro por día o al menos 800 metros diarios. Con 35 km que faltan sólo quedarían 50 días para terminar el tendido del NS2.
Las conversaciones con analistas alemanes revelan un intrigante juego de sombras en el frente energético. Los diplomáticos de la UE se quejan de que no hay nadie en Estados Unidos con quien negociar con respecto a NS2, incluso asumiendo que Berlín admitiera que el juicio sobre Putin es correcto: “los estadounidenses no son capaces de llegar a un acuerdo».
Sin embargo, detrás de la niebla de la guerra, surge un escenario claro: el team Estado Profundo / OTAN está usando a Kiev para comenzar una guerra como un paso de Ave María para enterrar el NS2 y, por lo tanto, las relaciones germano-rusas.
Al mismo tiempo, la situación evoluciona hacia una posible nueva alineación en el corazón de “Occidente”: de hecho, EEUU/ Reino Unido se enfrenta al eje Alemania / Francia… algunos en la anglosfera son ciertamente más rusofóbicos que otros.
El encuentro tóxico entre la rusofobia y el gaseoducto no terminará si se completa NS2. Habrá más sanciones. Se intentará excluir a Rusia del SWIFT. La guerra en Siria se intensificará. El hegemon seguira creando todo tipo de acoso geopolítico contra Rusia.
¿El trasfondo? Una oportuna operación: menear la cola del perro para distraer a la opinión pública ante una impresión masiva de dinero que enmascara el colapso económico que se avecina. A medida que el imperio se derrumba, la narrativa ya está grabada en piedra: todo es culpa de la «agresión rusa».
Nota de Andrés Pierantoni: El aspecto central es el siguiente, en mi opinión (de lo contrario no se explicaría porque los EEUU empujan al barranco a uno de sus "peones" más fieles):
A) “a los estadounidenses no les importa un bledo si Ucrania resistirá algún tiempo o volará en pedazos en un instante. Creen que pueden ganar con cualquiera de los dos resultados"
B) Lo importante para los EEUU no es una imposible victoria en Donbass o el Mar Negro, sino reconstruir la Cortina de Hierro de la Guerra Fría entre los países de la Unión Europea y Rusia. Y eso pasa, en primer lugar, por ganar la "guerra azul" (así llaman la guerra del gas).
Y para qué reconstruir esa Cortina de Hierro si Rusia hoy en día es un país capitalista y deseoso de inversiones de, y comercio con, "Occidente"?
Porque:
1) China es el "enemigo estratégico" y con el "hearthland" del arsenal nuclear y los hidrocarburos rusos, un hueso imposible de roer.
2) Porque si los países de la UE migran de una posición otanista a una neutral entre ambos bloques, entonces la correlación de fuerzas se desbalancea a favor del bloque euroasiático.
A) “a los estadounidenses no les importa un bledo si Ucrania resistirá algún tiempo o volará en pedazos en un instante. Creen que pueden ganar con cualquiera de los dos resultados"
B) Lo importante para los EEUU no es una imposible victoria en Donbass o el Mar Negro, sino reconstruir la Cortina de Hierro de la Guerra Fría entre los países de la Unión Europea y Rusia. Y eso pasa, en primer lugar, por ganar la "guerra azul" (así llaman la guerra del gas).
Y para qué reconstruir esa Cortina de Hierro si Rusia hoy en día es un país capitalista y deseoso de inversiones de, y comercio con, "Occidente"?
Porque:
1) China es el "enemigo estratégico" y con el "hearthland" del arsenal nuclear y los hidrocarburos rusos, un hueso imposible de roer.
2) Porque si los países de la UE migran de una posición otanista a una neutral entre ambos bloques, entonces la correlación de fuerzas se desbalancea a favor del bloque euroasiático.
19 de abril de 2021
20 de abril de 2021
¿Tendrán los aliados de Washington que morir por Kiev?
Thierry Meyssan Red VoltaireNet.org
La existencia en Ucrania de dos culturas –una supuestamente europea y otra rusa– esa una singularidad que proporciona a Washington un terreno de maniobra contra Moscú. Hace semanas que resuenan los tambores de la guerra. Pero ninguno de los aliados de Washington quiere morir por Kiev ni inmolarse contra Rusia.
Las fuerzas armadas de Estados Unidos
1- Les anglosajones ven a los rusos como un enemigo hereditario. Los consideran gente despreciable y destinada, desde los tiempos de Otón I –en el siglo X–, a ser esclavos, como lo indica el término utilizado para denominarlos (en inglés, la palabra slave designa tanto a los esclavos como a los pueblos que pertenecen a la etnia eslava). En el siglo XX, los anglosajones estaban contra la URSS, supuestamente porque esta era comunista; ahora están contra Rusia… sin saber por qué.
2- Segundo adversario para los anglosajones: los enemigos que ellos mismos crearon al desatar contra ellos una «guerra sin fin», desde el 11 de septiembre de 2001. Se trata de las poblaciones del Medio Oriente ampliado (o Gran Medio Oriente), región donde los anglosajones vienen destruyendo desde entonces los Estados de sus diferentes países, sin importar que sean aliados o adversarios, para hacerlos «regresar a la edad de piedra» y poder explotar así las riquezas de esa región, siguiendo la estrategia Rumsfeld/Cebrowski [1].
3- Tercer adversario: China, cuyo desarrollo económico puede relegarlos al segundo lugar. Los anglosajones estiman no tener más opción que la guerra. Al menos eso es lo que piensan sus politólogos, que hablan incluso de la «trampa de Tucídides», en referencia a la guerra que, por razones similares, se libró entre Esparta y Atenas [2].
4- Los diferendos con Irán y Corea del Norte vienen sólo mucho después en relación con los 3 que acabamos de enumerar.
La Orientación Provisional sobre Seguridad Nacional de Joe Biden [3] y la Evaluación Anual de Amenazas [4] elaborada por su Comunidad de Inteligencia así lo remachan constantemente desde diferentes puntos de vista.
Librar tres guerras a la vez resultaría extremadamente difícil, así que el Pentágono busca actualmente cómo jerarquizar las prioridades y emitirá su informe al respecto en junio. El más profundo secreto rodea el trabajo de la comisión encargada de esa evaluación. Ni siquiera se conoce quiénes la componen. A pesar de ello, la administración ya está focalizándose contra Rusia.
Sin importar que seamos independientes o sumisos al «Imperio estadounidense», tenemos que dejar de mirar para otro lado. Los Estados Unidos de América no tienen otro objetivo que destruir la cultura rusa, destruir las estructuras de los Estados en los países árabes y, a la larga, destruir la economía china. Absolutamente nada de esto está relacionado con la defensa legítima del pueblo de Estados Unidos.
No hay ninguna otra manera de explicar por qué Estados Unidos dedica a sus ejércitos sumas tan astronómicas que sobrepasan varias veces los presupuestos militares de aquellos que Washington presenta como «amigos» o «enemigos». Según el Institute for Strategic Studies de Londres, el presupuesto militar de Estados Unidos es al menos igual a la suma de los presupuestos de los 15 países más armados del mundo [5].
1- Les anglosajones ven a los rusos como un enemigo hereditario. Los consideran gente despreciable y destinada, desde los tiempos de Otón I –en el siglo X–, a ser esclavos, como lo indica el término utilizado para denominarlos (en inglés, la palabra slave designa tanto a los esclavos como a los pueblos que pertenecen a la etnia eslava). En el siglo XX, los anglosajones estaban contra la URSS, supuestamente porque esta era comunista; ahora están contra Rusia… sin saber por qué.
2- Segundo adversario para los anglosajones: los enemigos que ellos mismos crearon al desatar contra ellos una «guerra sin fin», desde el 11 de septiembre de 2001. Se trata de las poblaciones del Medio Oriente ampliado (o Gran Medio Oriente), región donde los anglosajones vienen destruyendo desde entonces los Estados de sus diferentes países, sin importar que sean aliados o adversarios, para hacerlos «regresar a la edad de piedra» y poder explotar así las riquezas de esa región, siguiendo la estrategia Rumsfeld/Cebrowski [1].
3- Tercer adversario: China, cuyo desarrollo económico puede relegarlos al segundo lugar. Los anglosajones estiman no tener más opción que la guerra. Al menos eso es lo que piensan sus politólogos, que hablan incluso de la «trampa de Tucídides», en referencia a la guerra que, por razones similares, se libró entre Esparta y Atenas [2].
4- Los diferendos con Irán y Corea del Norte vienen sólo mucho después en relación con los 3 que acabamos de enumerar.
La Orientación Provisional sobre Seguridad Nacional de Joe Biden [3] y la Evaluación Anual de Amenazas [4] elaborada por su Comunidad de Inteligencia así lo remachan constantemente desde diferentes puntos de vista.
Librar tres guerras a la vez resultaría extremadamente difícil, así que el Pentágono busca actualmente cómo jerarquizar las prioridades y emitirá su informe al respecto en junio. El más profundo secreto rodea el trabajo de la comisión encargada de esa evaluación. Ni siquiera se conoce quiénes la componen. A pesar de ello, la administración ya está focalizándose contra Rusia.
Sin importar que seamos independientes o sumisos al «Imperio estadounidense», tenemos que dejar de mirar para otro lado. Los Estados Unidos de América no tienen otro objetivo que destruir la cultura rusa, destruir las estructuras de los Estados en los países árabes y, a la larga, destruir la economía china. Absolutamente nada de esto está relacionado con la defensa legítima del pueblo de Estados Unidos.
No hay ninguna otra manera de explicar por qué Estados Unidos dedica a sus ejércitos sumas tan astronómicas que sobrepasan varias veces los presupuestos militares de aquellos que Washington presenta como «amigos» o «enemigos». Según el Institute for Strategic Studies de Londres, el presupuesto militar de Estados Unidos es al menos igual a la suma de los presupuestos de los 15 países más armados del mundo [5].
Comparación de los presupuestos militares de los 15 países que más fondos dedican a ese sector (en miles de millones de dólares estadounidenses).
Fuente: Institute for Strategic Studies
Fuente: Institute for Strategic Studies
Los temas de enfrentamiento con Rusia
Estados Unidos está inquieto ante la recuperación de Rusia. Después de haber registrado una brutal caída de la esperanza de vida –que disminuyó en al menos 5 años entre 1988 y 1994– Rusia recuperó y sobrepasó ampliamente –en más de 12 años– la esperanza de vida registrada en tiempos de la Unión Soviética, aunque la esperanza de vida saludable de los rusos todavía es una de las más bajas de Europa. La economía rusa está diversificándose, principalmente en el sector agrícola, pero Rusia sigue dependiendo de sus exportaciones energéticas. Las fuerzas armadas de la Federación Rusa se han renovado, su complejo militaro-industrial es más eficiente que el del Pentágono y Rusia ha adquirido una importante experiencia militar en Siria.
Washington ve la construcción del gasoducto Nord Stream 2 como una amenaza porque liberaría a Europa occidental de su actual dependencia del petróleo estadounidense.
Al mismo tiempo, el regreso de Crimea a la Federación Rusa y una posible reincorporación del Donbass son en parte un golpe para la dependencia de Ucrania del Imperio estadounidense –Crimea y el Donbass no son de cultura occidental.
Último factor, la presencia militar rusa en Siria frena el proyecto estadounidense de destrucción política contra los pueblos de la región.
Estados Unidos está inquieto ante la recuperación de Rusia. Después de haber registrado una brutal caída de la esperanza de vida –que disminuyó en al menos 5 años entre 1988 y 1994– Rusia recuperó y sobrepasó ampliamente –en más de 12 años– la esperanza de vida registrada en tiempos de la Unión Soviética, aunque la esperanza de vida saludable de los rusos todavía es una de las más bajas de Europa. La economía rusa está diversificándose, principalmente en el sector agrícola, pero Rusia sigue dependiendo de sus exportaciones energéticas. Las fuerzas armadas de la Federación Rusa se han renovado, su complejo militaro-industrial es más eficiente que el del Pentágono y Rusia ha adquirido una importante experiencia militar en Siria.
Washington ve la construcción del gasoducto Nord Stream 2 como una amenaza porque liberaría a Europa occidental de su actual dependencia del petróleo estadounidense.
Al mismo tiempo, el regreso de Crimea a la Federación Rusa y una posible reincorporación del Donbass son en parte un golpe para la dependencia de Ucrania del Imperio estadounidense –Crimea y el Donbass no son de cultura occidental.
Último factor, la presencia militar rusa en Siria frena el proyecto estadounidense de destrucción política contra los pueblos de la región.
“Si quieres matar a tu perro,
di que tiene rabia”
di que tiene rabia”
No cabe duda de que fue el presidente Joe Biden quien abrió las hostilidades al calificar al presidente ruso de «asesino». Antes de Biden, las dos superpotencias nunca habían intercambiado injurias, ni siquiera en tiempos de las acusaciones sobre el Gulag. Su interlocutor le respondió cortésmente y le propuso un debate público, que Joe Biden rechazó.
Estados Unidos ve el mundo sólo a corto plazo. Ese país no se percibe a sí mismo como responsable de su legado. Para Washington, los “pérfidos” rusos han amontonado más de 100 000 hombres cerca de Ucrania y se disponen a invadirla, como hicieron los soviéticos en Polonia, Hungría y Checoslovaquia. Sólo que, en aquella época, no se trataba de Rusia sino de la URSS, y en Moscú no regía la doctrina de Putin sino la doctrina Brejnev y el propio Brejnev no era ruso… era ucraniano.
Al contrario de los estadounidenses, los rusos sí tiene una visión del mundo a largo plazo. Para ellos, los bárbaros estadounidenses han venido poniendo en peligro el equilibrio de las potencias desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. Inmediatamente después, el 13 de diciembre de 2001, el presidente George Bush hijo anunció que Estados Unidos se retiraba del Tratado sobre Misiles Antibalísticos (el Tratado ABM). Después, Estados Unidos incorporó a la OTAN –uno por uno– prácticamente todos los antiguos miembros del desaparecido Pacto de Varsovia y de la extinta Unión Sovietica, violando así el compromiso que Washington había contraído antes de la disolución de la URSS. Esta política fue confirmada en 2008, en la Declaración de Bucarest [6].
Todo el mundo conoce la particularidad de Ucrania, con una cultura occidental en su parte oeste y una cultura rusa en el este. Ucrania se mantuvo políticamente congelada durante 15 años, hasta que Washington organizó allí una seudo revolución y puso a sus títeres en el poder –títeres que son neonazis [7]. Moscú reaccionó con suficiente rapidez y la población de Crimea proclamó su independencia y decidió [por vía de referéndum] reincorporar ese territorio a la Federación Rusa. Pero Moscú vaciló en cuanto a qué hacer sobre el Donbass y desde entonces se ha limitado a entregar pasaportes rusos a los habitantes de esa región, que ven en Rusia su única esperanza.
La administración Biden
Desde que era senador, el hoy presidente Joe Biden se dio a conocer presentando al Senado las disposiciones legislativas concebidas por el Pentágono. Ya como presidente, Biden se ha rodeado de neoconservadores. Nunca nos cansaremos de recordar esto: los neoconservadores son militantes trotskistas reclutados por el presidente republicano Ronald Reagan, y desde entonces siempre se han puesto del lado del poder, exceptuando el paréntesis del presidente jacksoniano Donald Trump. El hecho es que los neoconservadores han cambiado constantemente de bando, poniéndose lo mismo del lado del Partido Republicano que del lado del Partido Demócrata, pero siempre del lado del poder.
Durante la «revolución de color» de la plaza Maidán –en 2013-2014–, Joe Biden, quien era entonces vicepresidente de la administración Obama, defendió apasionadamente a los neonazis ucranianos, agentes de las redes stay-behind de la OTAN [8]. Biden dirigió entonces las operaciones en Kiev con una colaboradora del Departamento de Estado, Victoria Nuland (el esposo de Victoria Nuland, Robert Kagan, es uno de los fundadores del Project for a New American Century, el órgano encargado de recoger fondos para el republicano George Bush hijo).
Ahora, en 2021, el presidente Biden ha decidido nombrar a Victoria Nuland secretaria de Estado adjunta. En tiempos de la administración Obama, Victoria Nuland contó con la colaboración del entonces embajador de Estados Unidos en Ucrania, Geoffrey Pyatt, hoy embajador en Grecia. En cuanto al hoy secretario de Estado de Joe Biden, Antony Blinken, hay que destacar que es juez y parte ya que es de origen ucraniano por parte de madre. Aunque Blinken fue educado en París por el segundo esposo de su madre –el abogado Samuel Pisar, quien fue consejero del presidente Kennedy–, el hoy secretario de Estado es de pensamiento neoconservador.
La preparación del enfrentamiento contra Rusia
A mediados de marzo de 2021, Estados Unidos organizó con sus socios de la OTAN las maniobras Defender-Europe 21, que continuarán hasta junio. Se trata de retomar el megaejercicio Defender-Europe 20, cuya envergadura y duración se vieron finalmente limitadas debido a la epidemia de Covid-19. Defender-Europe 21 es un gigantesco despliegue de tropas y material de guerra en la realización de un simulacro de enfrentamiento contra Rusia. Todo eso se desarrolla al mismo tiempo que un ejercicio con bombarderos estratégicos en Grecia, en presencia del ya mencionado embajador estadounidense Geoffrey Pyatt.
El 25 de marzo, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski publicó la nueva Estrategia de Seguridad ucraniana [9], precisamente 3 semanas después de que el presidente Biden publicara la de Estados Unidos.
En respuesta a la OTAN, Rusia emprendía entonces sus propios ejercicios militares en su frontera occidental, incluyendo su frontera con Ucrania, y enviaba además tropas adicionales a Crimea e incluso a Transnistria.
El 1º de abril, el secretario de Defensa de Estados Unidos telefoneó a su homólogo ucraniano sobre un posible incremento de la tensión con Rusia [10]. El presidente ucraniano Volodimir Zelenski hizo entonces una declaración en la cual dijo estar vigilando los ejercicios rusos y afirmó que estos podían ser provocaciones [11].
El 2 de abril, el Reino Unido organizó una reunión de sus ministerios de Defensa y de Exteriores con los de Ucrania, bajo la dirección del ministro británico Ben Wallace [12], quien estuvo particularmente activo en el conflicto del Alto Karabaj [13]).
El 2 de abril, el presidente Biden llamó al presidente ucraniano para garantizarle su apoyo contra Rusia. Según el Atlantic Council, Biden anunció al presidente ucraniano su decisión de entregarle un centenar de aviones de combate (F-15 y F-16) y un avión de vigilancia radioelectrónica E-2C, actualmente estacionados en la base aérea de Davis-Monthan [14].
El 4 de abril, el presidente de la Comisión de la Cámara de Representantes estadounidense para las fuerzas armadas –Adam Smith, del Partido Demócrata– negociaba con parlamentarios ucranianos fuertes subvenciones para el ejército de Ucrania a cambio del posicionamiento ucraniano contra el gasoducto Nord Stream 2 [15].
Estados Unidos ve el mundo sólo a corto plazo. Ese país no se percibe a sí mismo como responsable de su legado. Para Washington, los “pérfidos” rusos han amontonado más de 100 000 hombres cerca de Ucrania y se disponen a invadirla, como hicieron los soviéticos en Polonia, Hungría y Checoslovaquia. Sólo que, en aquella época, no se trataba de Rusia sino de la URSS, y en Moscú no regía la doctrina de Putin sino la doctrina Brejnev y el propio Brejnev no era ruso… era ucraniano.
Al contrario de los estadounidenses, los rusos sí tiene una visión del mundo a largo plazo. Para ellos, los bárbaros estadounidenses han venido poniendo en peligro el equilibrio de las potencias desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. Inmediatamente después, el 13 de diciembre de 2001, el presidente George Bush hijo anunció que Estados Unidos se retiraba del Tratado sobre Misiles Antibalísticos (el Tratado ABM). Después, Estados Unidos incorporó a la OTAN –uno por uno– prácticamente todos los antiguos miembros del desaparecido Pacto de Varsovia y de la extinta Unión Sovietica, violando así el compromiso que Washington había contraído antes de la disolución de la URSS. Esta política fue confirmada en 2008, en la Declaración de Bucarest [6].
Todo el mundo conoce la particularidad de Ucrania, con una cultura occidental en su parte oeste y una cultura rusa en el este. Ucrania se mantuvo políticamente congelada durante 15 años, hasta que Washington organizó allí una seudo revolución y puso a sus títeres en el poder –títeres que son neonazis [7]. Moscú reaccionó con suficiente rapidez y la población de Crimea proclamó su independencia y decidió [por vía de referéndum] reincorporar ese territorio a la Federación Rusa. Pero Moscú vaciló en cuanto a qué hacer sobre el Donbass y desde entonces se ha limitado a entregar pasaportes rusos a los habitantes de esa región, que ven en Rusia su única esperanza.
La administración Biden
Desde que era senador, el hoy presidente Joe Biden se dio a conocer presentando al Senado las disposiciones legislativas concebidas por el Pentágono. Ya como presidente, Biden se ha rodeado de neoconservadores. Nunca nos cansaremos de recordar esto: los neoconservadores son militantes trotskistas reclutados por el presidente republicano Ronald Reagan, y desde entonces siempre se han puesto del lado del poder, exceptuando el paréntesis del presidente jacksoniano Donald Trump. El hecho es que los neoconservadores han cambiado constantemente de bando, poniéndose lo mismo del lado del Partido Republicano que del lado del Partido Demócrata, pero siempre del lado del poder.
Durante la «revolución de color» de la plaza Maidán –en 2013-2014–, Joe Biden, quien era entonces vicepresidente de la administración Obama, defendió apasionadamente a los neonazis ucranianos, agentes de las redes stay-behind de la OTAN [8]. Biden dirigió entonces las operaciones en Kiev con una colaboradora del Departamento de Estado, Victoria Nuland (el esposo de Victoria Nuland, Robert Kagan, es uno de los fundadores del Project for a New American Century, el órgano encargado de recoger fondos para el republicano George Bush hijo).
Ahora, en 2021, el presidente Biden ha decidido nombrar a Victoria Nuland secretaria de Estado adjunta. En tiempos de la administración Obama, Victoria Nuland contó con la colaboración del entonces embajador de Estados Unidos en Ucrania, Geoffrey Pyatt, hoy embajador en Grecia. En cuanto al hoy secretario de Estado de Joe Biden, Antony Blinken, hay que destacar que es juez y parte ya que es de origen ucraniano por parte de madre. Aunque Blinken fue educado en París por el segundo esposo de su madre –el abogado Samuel Pisar, quien fue consejero del presidente Kennedy–, el hoy secretario de Estado es de pensamiento neoconservador.
La preparación del enfrentamiento contra Rusia
A mediados de marzo de 2021, Estados Unidos organizó con sus socios de la OTAN las maniobras Defender-Europe 21, que continuarán hasta junio. Se trata de retomar el megaejercicio Defender-Europe 20, cuya envergadura y duración se vieron finalmente limitadas debido a la epidemia de Covid-19. Defender-Europe 21 es un gigantesco despliegue de tropas y material de guerra en la realización de un simulacro de enfrentamiento contra Rusia. Todo eso se desarrolla al mismo tiempo que un ejercicio con bombarderos estratégicos en Grecia, en presencia del ya mencionado embajador estadounidense Geoffrey Pyatt.
El 25 de marzo, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski publicó la nueva Estrategia de Seguridad ucraniana [9], precisamente 3 semanas después de que el presidente Biden publicara la de Estados Unidos.
En respuesta a la OTAN, Rusia emprendía entonces sus propios ejercicios militares en su frontera occidental, incluyendo su frontera con Ucrania, y enviaba además tropas adicionales a Crimea e incluso a Transnistria.
El 1º de abril, el secretario de Defensa de Estados Unidos telefoneó a su homólogo ucraniano sobre un posible incremento de la tensión con Rusia [10]. El presidente ucraniano Volodimir Zelenski hizo entonces una declaración en la cual dijo estar vigilando los ejercicios rusos y afirmó que estos podían ser provocaciones [11].
El 2 de abril, el Reino Unido organizó una reunión de sus ministerios de Defensa y de Exteriores con los de Ucrania, bajo la dirección del ministro británico Ben Wallace [12], quien estuvo particularmente activo en el conflicto del Alto Karabaj [13]).
El 2 de abril, el presidente Biden llamó al presidente ucraniano para garantizarle su apoyo contra Rusia. Según el Atlantic Council, Biden anunció al presidente ucraniano su decisión de entregarle un centenar de aviones de combate (F-15 y F-16) y un avión de vigilancia radioelectrónica E-2C, actualmente estacionados en la base aérea de Davis-Monthan [14].
El 4 de abril, el presidente de la Comisión de la Cámara de Representantes estadounidense para las fuerzas armadas –Adam Smith, del Partido Demócrata– negociaba con parlamentarios ucranianos fuertes subvenciones para el ejército de Ucrania a cambio del posicionamiento ucraniano contra el gasoducto Nord Stream 2 [15].
El presidente ucraniano Zelenski y el director de las fábricas de armamento Ukroboronprom hicieron discretamente un viaje relámpago a Qatar el 5 de abril de 2021.
El 5 de abril, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski hizo una visita relámpago a Qatar. Oficialmente fue para desarrollar las relaciones comerciales con Qatar, el principal proveedor de armas de los yihadistas. Según nuestras informaciones, en ese viaje se habló de un eventual financiamiento de combatientes. Entre los acompañantes del presidente ucraniano estaba Yuriy Gusev, el director general de la industria militar Ukroboronprom. Fue este personaje quien envío misiles antiaéreos a los terroristas del Emirato Islámico (Daesh), por orden de Qatar [16].
El 6 de abril, Lituania, que en el pasado protegía el oeste de Ucrania dentro de su propio imperio, fue informada sobre la situación militar durante un contacto entre su ministro de Defensa y su homólogo ucraniano [17].
El 6 de abril, Lituania, que en el pasado protegía el oeste de Ucrania dentro de su propio imperio, fue informada sobre la situación militar durante un contacto entre su ministro de Defensa y su homólogo ucraniano [17].
El presidente ucraniano Zelenski se reúne con el presidente del Comité Militar de la OTAN, el 7 de abril de 2021.
El 6 y el 7 de abril, el general británico Stuart Peach, presidente del Comité Militar de la OTAN, viajaba a Ucrania para precisar las reformas necesarias para que ese país pueda ser miembro de la alianza atlántica [18].
El 9 de abril, en cumplimiento de la Convención de Montreux, el Pentágono comunicó a Turquía su intención de hacer transitar buques de guerra a través de los estrechos de los Dardanelos y del Bósforo.
El 9 de abril, en cumplimiento de la Convención de Montreux, el Pentágono comunicó a Turquía su intención de hacer transitar buques de guerra a través de los estrechos de los Dardanelos y del Bósforo.
Habiendo hablado ya de armas y dinero con el emir Tamin en Qatar, el presidente ucraniano Zelenski viajó a Turquía, el 10 de abril de 2021, para conversar con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan sobre el envío de hombres.
El 10 de abril, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan recibió en Estambul al presidente ucraniano Zelenski, supuestamente en el marco de consultas regulares entre Turquía y Ucrania [19]. Contando ya con la luz verde de Qatar, Turquía –país miembro de la OTAN– inició de inmediato el reclutamiento de yihadistas de diversas nacionalidades presentes en Siria para enviarlos a luchar en el Donbass (este de Ucrania). Instructores militares turcos llegaron rápidamente al puerto de la ciudad de Mariupol, donde ya tiene su sede la Brigada Islamista Internacional [20], creada por el presidente turco Erdogan y su homólogo ucraniano de aquella época, Petro Porochenko, con tártaros que siguen órdenes de Estados Unidos, para utilizarlos contra Rusia.
Actuando con toda lógica, la Federación Rusa enviaba tropas a su frontera con Ucrania. Los otros miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) solicitaron a Moscú explicaciones sobre sus maniobras y recibieron respuestas evasivas. El Documento de Viena, de 1999, estipula que los Estados miembros de la OSCE deben proporcionarse entre sí las indicaciones necesarias sobre los movimientos de sus tropas y material de guerra. Pero es sabido que los rusos no funcionan como los occidentales –informan a su opinión pública y sus socios o interlocutores sólo cuando han terminado sus despliegues.
Dos días después, el G7 publicaba una declaración sobre los movimientos rusos… pero sin mencionar los despliegues de la OTAN y Turquía. El G7 elogiaba además la contención de Ucrania y exigía a Rusia «poner fin a sus provocaciones» [21].
El 13 de abril, en ocasión de la reunión de los ministros de Exteriores de los países miembros de la OTAN con la Comisión Ucrania/OTAN, Estados Unidos recurrió a la “artillería pesada” invitando a todos los miembros de la alianza atlántica –donde nadie quiere morir sólo porque los ucranianos no logran divorciarse– a aportar su apoyo a Kiev y a denunciar la «escalada» de Rusia [22]. El secretario de Estado de Biden, Antony Blinken, tuvo una larga reunión con el ministro ucraniando de Exteriores, Dimitro Kuleba [23]. Washington bogaba inexorablemente hacia la guerra.
Súbitamente, el presidente Joe Biden distendió la atmósfera telefoneando al presidente ruso Vladimir Putin. Le propuso un encuentro cumbre –aunque antes había rechazado con desdén la propuesta de Putin de proceder a un debate público, propuesta que Putin emitió después del insulto público proferido por Biden [24]. Después de esa iniciativa, parecía posible evitar la guerra.
Sin embargo, el 14 de abril, el secretario de Estado Blinken convocó a los principales aliados de Estados Unidos –Alemania, Francia, Italia y Reino Unido– para movilizarlos [25].
Actuando con toda lógica, la Federación Rusa enviaba tropas a su frontera con Ucrania. Los otros miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) solicitaron a Moscú explicaciones sobre sus maniobras y recibieron respuestas evasivas. El Documento de Viena, de 1999, estipula que los Estados miembros de la OSCE deben proporcionarse entre sí las indicaciones necesarias sobre los movimientos de sus tropas y material de guerra. Pero es sabido que los rusos no funcionan como los occidentales –informan a su opinión pública y sus socios o interlocutores sólo cuando han terminado sus despliegues.
Dos días después, el G7 publicaba una declaración sobre los movimientos rusos… pero sin mencionar los despliegues de la OTAN y Turquía. El G7 elogiaba además la contención de Ucrania y exigía a Rusia «poner fin a sus provocaciones» [21].
El 13 de abril, en ocasión de la reunión de los ministros de Exteriores de los países miembros de la OTAN con la Comisión Ucrania/OTAN, Estados Unidos recurrió a la “artillería pesada” invitando a todos los miembros de la alianza atlántica –donde nadie quiere morir sólo porque los ucranianos no logran divorciarse– a aportar su apoyo a Kiev y a denunciar la «escalada» de Rusia [22]. El secretario de Estado de Biden, Antony Blinken, tuvo una larga reunión con el ministro ucraniando de Exteriores, Dimitro Kuleba [23]. Washington bogaba inexorablemente hacia la guerra.
Súbitamente, el presidente Joe Biden distendió la atmósfera telefoneando al presidente ruso Vladimir Putin. Le propuso un encuentro cumbre –aunque antes había rechazado con desdén la propuesta de Putin de proceder a un debate público, propuesta que Putin emitió después del insulto público proferido por Biden [24]. Después de esa iniciativa, parecía posible evitar la guerra.
Sin embargo, el 14 de abril, el secretario de Estado Blinken convocó a los principales aliados de Estados Unidos –Alemania, Francia, Italia y Reino Unido– para movilizarlos [25].
El presidente estadounidense Biden clarificó su posición sobre Rusia el 15 de abril de 2021.
El 15 de abril, el presidente Joe Biden expuso su visión del conflicto, expulsó 10 diplomáticos rusos y adoptó sanciones contra Rusia, acusándola no sólo de haber ofrecido primas por matar soldados estadounidenses en Afganistán sino también de haber atacado los sistemas informáticos del gobierno de Estados Unidos utilizando un programa informático de SolarWinds [26].
Como era previsible, Rusia expulsó un número similar de diplomáticos estadounidenses. Pero además tendió una trampa a un diplomático ucraniano, al que arrestó en flagrante delito de espionaje, en posesión de documentos rusos clasificados como secreto militar.
Siguiendo siempre la misma línea, el presidente ucraniano Zelenski se reunió con el presidente francés Emmanuel Macron y con la canciller alemana Angela Merkel. Estos últimos deploraron la «escalada rusa»… pero se mostraron evasivos en cuanto a qué pasará en lo inmediato. En definitiva, si Estados Unidos y Rusia van a conversar… es demasiado temprano para ir a morir por Kiev.
Como era previsible, Rusia expulsó un número similar de diplomáticos estadounidenses. Pero además tendió una trampa a un diplomático ucraniano, al que arrestó en flagrante delito de espionaje, en posesión de documentos rusos clasificados como secreto militar.
Siguiendo siempre la misma línea, el presidente ucraniano Zelenski se reunió con el presidente francés Emmanuel Macron y con la canciller alemana Angela Merkel. Estos últimos deploraron la «escalada rusa»… pero se mostraron evasivos en cuanto a qué pasará en lo inmediato. En definitiva, si Estados Unidos y Rusia van a conversar… es demasiado temprano para ir a morir por Kiev.
[1] «El proyecto militar de Estados Unidos para el mundo», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 22 de agosto de 2017.
[2] Destined for War: Can America and China Escape Thucydides’s Trap?, Graham Allison, Houghton Mifflin Harcourt, 2017.
[3] Interim National Security Guidance, White House, 3 de marzo de 2021. «La estrategia de seguridad nacional del presidente Joe Biden», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 6 de abril de 2021.
[4] Annual Threat Assessment of the US Intelligence Community, Director of National Intelligence, 9 de abril de 2021.
[5] The Military Balance 2021, Institute for Strategic Studies, Routledge, 2021.
[6] «Déclaration du Sommet de l’Otan à Bucarest», OTAN, 3 de abril de 2008.
[7] «¿Quiénes son los nazis en el gobierno ucraniano?», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 3 de marzo de 2014.
[8] Les Armées Secrètes de l’OTAN, Danièle Ganser, Ed. Demi-Lune (2003). Disponible en español, por episodios, en Red Voltaire a partir de “Los ejércitos secretos de la OTAN (I) Cuando el juez Felice Casson reveló la existencia de Gladio…”.
[9] Decreto Presidencial 121/2021.
[10] “Readout of Secretary of Defense Lloyd J. Austin III’s Call With Ukrainian Minister of Defence Andrii Taran”, US Department of Defense, 2 de abril de 2021.
[11] “Zelensky on Russian troops near border: Ukraine is ready for any provocations”, Ukrinform, 2 de abril de 2021.
[12] “UK defense secretary initiates talks with Taran due to escalation in eastern Ukraine”, Ukrinform, 2 de abril de 2021.
[13] «Victoria de Londres y Ankara en el Alto Karabaj, derrota para Soros y los armenios», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 24 de noviembre de 2020.
[14] “U.S. Should Provide Lend-Lease Type of Aid Package for Ukraine to Help it Upgrade its Air Force – Atlantic Council”, Defense Express, 7 de abril de 2021.
[15] “Arakhamiya, Congressman Smith discuss expanding military support for Ukraine”, Ukrinform, 5 de marzo de 2021.
[16] «Qatar y Ucrania acaban de entregar misiles antiaéreos Pechora-2D al Emirato Islámico», por Andrei Fomin, Oriental Review (Rusia), Red Voltaire, 23 de noviembre de 2015.
[17] “Ukrainian, Latvian defense ministers discuss security situation on Ukraine’s borders”, Ukrinform, 7 de abril de 2021.
[18] «Visite du président du Comité militaire de l’OTAN en Ukraine», OTAN, 6 de abril de 2021.
[19] «Turquía recluta yihadistas para enviarlos a Ucrania», Red Voltaire, 16 de abril de 2021.
[20] «Ucrania y Turquía han creado una brigada internacional islámica contra Rusia», por Thierry Meyssan, Televisión nacional siria, (Red Voltaire, 15 de agosto de 2015.
[21] «Déclaration du G7 sur l’Ukraine», Réseau Voltaire, 12 de abril de 2021.
[22] «La Commission OTAN-Ukraine se penche sur l’état de la sécurité en Ukraine», Réseau Voltaire, 13 de abril de 2021.
[23] «Rencontre d’Antony Blinken et Dmytro Kouleba», Estados Unidos (Department of State), Réseau Voltaire, 13 de abril fr 2021.
[24] «Conversación telefónica entre Joe Biden y Vladimir Putin», Estados Unidos (White House), Réseau Voltaire, 13 de abril de 2021.
[25] «Réunion des principaux alliés sur l’Ukraine», Estados Unidos (Department of State), Réseau Voltaire, 14 de abril de 2021.
[26] “Remarks on Russia”, por Joseph R. Biden Jr., Voltaire Network, 15 de abril de 2021.
[2] Destined for War: Can America and China Escape Thucydides’s Trap?, Graham Allison, Houghton Mifflin Harcourt, 2017.
[3] Interim National Security Guidance, White House, 3 de marzo de 2021. «La estrategia de seguridad nacional del presidente Joe Biden», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 6 de abril de 2021.
[4] Annual Threat Assessment of the US Intelligence Community, Director of National Intelligence, 9 de abril de 2021.
[5] The Military Balance 2021, Institute for Strategic Studies, Routledge, 2021.
[6] «Déclaration du Sommet de l’Otan à Bucarest», OTAN, 3 de abril de 2008.
[7] «¿Quiénes son los nazis en el gobierno ucraniano?», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 3 de marzo de 2014.
[8] Les Armées Secrètes de l’OTAN, Danièle Ganser, Ed. Demi-Lune (2003). Disponible en español, por episodios, en Red Voltaire a partir de “Los ejércitos secretos de la OTAN (I) Cuando el juez Felice Casson reveló la existencia de Gladio…”.
[9] Decreto Presidencial 121/2021.
[10] “Readout of Secretary of Defense Lloyd J. Austin III’s Call With Ukrainian Minister of Defence Andrii Taran”, US Department of Defense, 2 de abril de 2021.
[11] “Zelensky on Russian troops near border: Ukraine is ready for any provocations”, Ukrinform, 2 de abril de 2021.
[12] “UK defense secretary initiates talks with Taran due to escalation in eastern Ukraine”, Ukrinform, 2 de abril de 2021.
[13] «Victoria de Londres y Ankara en el Alto Karabaj, derrota para Soros y los armenios», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 24 de noviembre de 2020.
[14] “U.S. Should Provide Lend-Lease Type of Aid Package for Ukraine to Help it Upgrade its Air Force – Atlantic Council”, Defense Express, 7 de abril de 2021.
[15] “Arakhamiya, Congressman Smith discuss expanding military support for Ukraine”, Ukrinform, 5 de marzo de 2021.
[16] «Qatar y Ucrania acaban de entregar misiles antiaéreos Pechora-2D al Emirato Islámico», por Andrei Fomin, Oriental Review (Rusia), Red Voltaire, 23 de noviembre de 2015.
[17] “Ukrainian, Latvian defense ministers discuss security situation on Ukraine’s borders”, Ukrinform, 7 de abril de 2021.
[18] «Visite du président du Comité militaire de l’OTAN en Ukraine», OTAN, 6 de abril de 2021.
[19] «Turquía recluta yihadistas para enviarlos a Ucrania», Red Voltaire, 16 de abril de 2021.
[20] «Ucrania y Turquía han creado una brigada internacional islámica contra Rusia», por Thierry Meyssan, Televisión nacional siria, (Red Voltaire, 15 de agosto de 2015.
[21] «Déclaration du G7 sur l’Ukraine», Réseau Voltaire, 12 de abril de 2021.
[22] «La Commission OTAN-Ukraine se penche sur l’état de la sécurité en Ukraine», Réseau Voltaire, 13 de abril de 2021.
[23] «Rencontre d’Antony Blinken et Dmytro Kouleba», Estados Unidos (Department of State), Réseau Voltaire, 13 de abril fr 2021.
[24] «Conversación telefónica entre Joe Biden y Vladimir Putin», Estados Unidos (White House), Réseau Voltaire, 13 de abril de 2021.
[25] «Réunion des principaux alliés sur l’Ukraine», Estados Unidos (Department of State), Réseau Voltaire, 14 de abril de 2021.
[26] “Remarks on Russia”, por Joseph R. Biden Jr., Voltaire Network, 15 de abril de 2021.
21 de abril de 2021
|
22 de abril de 2021
23 de abril de 2021
27 de abril de 2021
|
|
29 de marzo de 2021
1 de mayo de 2021
2 de mayo de 2021
5 de mayo de 2021
24 de julio de 2021