Haití: El pueblo en la calle contra el régimen
Resumen Latinoamericano Carlos Aznárez 19 de octubre de 2018
Después de las manifestaciones multitudinarias que este miércoles 17 salieron a la calle para denunciar al gobierno corrupto de Jovenal Moise, parece ser que el eje de la demanda ha dado un paso más adelante, y ya no es solo el reclamo por los fondos desviados de PetroCaribe, sino que la gente, encolerizada además por la represión policial que hoy costó una nueva vida, exigen directamente la renuncia de Moise.
Lo de PetroCaribe fue la gota que rebasó el vaso ya que el desvío de fondos, que tan solidariamente derivara Venezuela Bolivariana para atender los graves problemas del país, es visto, lógicamente, por la población como un crimen, en un país donde el sufrimiento es algo cotidiano. De ese estado de ánimo masivo han surgido estas nuevas rebeldías. Que quede claro: el pueblo no se opone a PetroCaribe, muy por el contrario, sino que desea sacarse de encima a los gobiernos corruptos que traicionaron el gesto del Comandante Hugo Chávez.
Ahora la partida fundamental se juega en la calle. Así una muchedumbre inundó con sus improvisadas poncartas y la bandera nacional el inmenso Campo de Mars. Y la misma escena se repitió en Gonaive, Cite Soleil o Jacmel, donde Moise debió salir huyendo como una rata ante la ira de cientos de pobladores.
Por la noche, en la segunda ciudad del país, Cabo Haitiano, la gran mayoría de sus habitantes permanecían ocupando las calles y la policía estaba desbordada y sin saber a qué atenerse. Los lugareños insistían en “que se vaya Moise” y otros epítetos sobre sus actos de corrupción.
Para este jueves se esperan nuevas movilizaciones en Puerto Príncipe y también en Les Cayes, donde fuera asesinado un manifestante este miércoles.
Todo indica que esta vez, el pueblo está dispuesto a decir la última palabra y apurar el paso para que la sucesión de malos gobiernos (los tres últimos, han sido uno peor que el otro: Preval-Martelly-Moise) no se repita y que sean las fuerzas populares y los movimientos sociales los que tengan opinión superlativa a la hora de decidir el rumbo del país. No es casualidad que este 17 de octubre, en las calles, con los cantos y consignas contra el régimen, muchos apelaran a incluir como contraparte a Jean-Jacques Dessalines, el gran patriota antiesclavista y luchador por la independencia. Su legado revolucionario sigue sobrevolando por todo el territorio haitiano. Muchos son los que rememoran aquella proclama del 18 de noviembre de 1803, donde el prócer proclamó “Libertad o muerte”. Ese pronunciamiento se ha hecho carne en cientos de miles de haitianos y haitianas, que hoy están dispuestos a que ni las tropas de ocupación de la Minijusth ni las fuerzas represivas del gobierno actual frenen sus ansias libertarias. Como bien dijo hoy uno de los manifestantes entrevistado por una cadena mexicana: “Ya sufrimos demasiado como para que no tengamos la dignidad de rebelarnos, y esta vez no retrocederemos hasta que el pueblo gobierne.
Lo de PetroCaribe fue la gota que rebasó el vaso ya que el desvío de fondos, que tan solidariamente derivara Venezuela Bolivariana para atender los graves problemas del país, es visto, lógicamente, por la población como un crimen, en un país donde el sufrimiento es algo cotidiano. De ese estado de ánimo masivo han surgido estas nuevas rebeldías. Que quede claro: el pueblo no se opone a PetroCaribe, muy por el contrario, sino que desea sacarse de encima a los gobiernos corruptos que traicionaron el gesto del Comandante Hugo Chávez.
Ahora la partida fundamental se juega en la calle. Así una muchedumbre inundó con sus improvisadas poncartas y la bandera nacional el inmenso Campo de Mars. Y la misma escena se repitió en Gonaive, Cite Soleil o Jacmel, donde Moise debió salir huyendo como una rata ante la ira de cientos de pobladores.
Por la noche, en la segunda ciudad del país, Cabo Haitiano, la gran mayoría de sus habitantes permanecían ocupando las calles y la policía estaba desbordada y sin saber a qué atenerse. Los lugareños insistían en “que se vaya Moise” y otros epítetos sobre sus actos de corrupción.
Para este jueves se esperan nuevas movilizaciones en Puerto Príncipe y también en Les Cayes, donde fuera asesinado un manifestante este miércoles.
Todo indica que esta vez, el pueblo está dispuesto a decir la última palabra y apurar el paso para que la sucesión de malos gobiernos (los tres últimos, han sido uno peor que el otro: Preval-Martelly-Moise) no se repita y que sean las fuerzas populares y los movimientos sociales los que tengan opinión superlativa a la hora de decidir el rumbo del país. No es casualidad que este 17 de octubre, en las calles, con los cantos y consignas contra el régimen, muchos apelaran a incluir como contraparte a Jean-Jacques Dessalines, el gran patriota antiesclavista y luchador por la independencia. Su legado revolucionario sigue sobrevolando por todo el territorio haitiano. Muchos son los que rememoran aquella proclama del 18 de noviembre de 1803, donde el prócer proclamó “Libertad o muerte”. Ese pronunciamiento se ha hecho carne en cientos de miles de haitianos y haitianas, que hoy están dispuestos a que ni las tropas de ocupación de la Minijusth ni las fuerzas represivas del gobierno actual frenen sus ansias libertarias. Como bien dijo hoy uno de los manifestantes entrevistado por una cadena mexicana: “Ya sufrimos demasiado como para que no tengamos la dignidad de rebelarnos, y esta vez no retrocederemos hasta que el pueblo gobierne.