Irán abandonará el JCPOA si Europa cede ante EEUU
Hispan TV 8 de julio de 2019
Si los europeos aceptan la estrategia de EE.UU. hacia el acuerdo nuclear, a Irán no le quedará otra opción que retirarse, sostiene un analista político.
Termina este domingo el plazo de 60 días que Irán dio a los firmantes europeos del acuerdo nuclear, es decir el Reino Unido, Francia y Alemania, para que cumplan los compromisos adquiridos con Teherán, en virtud del pacto firmado en 2015, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA o PIAC, por sus siglas en inglés).
LEER MÁS: Irán: Europa debe probar que puede defender su identidad ante EEUU
El analista internacional Andrés Pierantoni en una entrevista concedida desde Caracas, capital venezolana, a la cadena HispanTV ha elucubrado sobre el futuro del acuerdo nuclear con Irán, manifestando que “no tiene sentido” un pacto cuando solo una parte tiene la obligación de respetarlo.
Además, ha señalado que el Gobierno de EE.UU. se había retirado del convenio porque vio fracasada su estrategia para aislar a Irán e impedir su interacción con Irak, Siria y El Líbano.
Tras haber destacado la paciencia estratégica de Irán ante el incumplimiento de la contraparte europea, el experto se ha referido a los artículos 26 y 36 del acuerdo que contemplan el derecho de Irán a suspender parte de sus compromisos y ha aseverado que ante la actual situación del pacto, Teherán no tiene otra opción.
“El problema fundamental es que EE.UU., con el pretexto del pacto nuclear, no solo pretende doblegar a Europa para que no pueda tener acceso soberano al gas de Irán o al gas de Rusia, sino que pretende controlar el Medio Oriente, bajo el binomio de Israel-Arabia Saudí”, ha aducido.
No obstante, Pierantoni ha calificado de absurdo este plan para aislar a Irán y reducir su presencia política en el Medio Oriente, ya que, a su juicio, tradicionalmente, históricamente, por sus características y por su potencial, el país persa es un actor fundamental en la zona.
Ante la inacción de los europeos y la falta de medidas para compensar la salida ilegal de Washington del PIAC, firmado entre Teherán y el Grupo 5+1 — entonces formado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania — Irán decidió el mayo pasado actuar de manera recíproca y, conforme a los artículos 26 y 36 del mismo pacto, suspender algunos de sus compromisos.
LEER MÁS: “Irán puede aumentar el nivel de enriquecimiento de uranio al 5 %”
A partir de hoy, domingo 7 de julio de 2019, según el aviso iraní, la República Islámica superará el nivel límite de enriquecimiento de uranio del 3,67 por ciento, determinado en el convenio multilateral, y a continuación completará la construcción del reactor de agua pesada de Arak.
LEER MÁS: Sbarbi: Irán demostrará que su ultimátum no son palabras vacías
Fuente: HispanTV Noticias
msm/ctl/mkh/msf
Termina este domingo el plazo de 60 días que Irán dio a los firmantes europeos del acuerdo nuclear, es decir el Reino Unido, Francia y Alemania, para que cumplan los compromisos adquiridos con Teherán, en virtud del pacto firmado en 2015, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA o PIAC, por sus siglas en inglés).
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El analista internacional Andrés Pierantoni en una entrevista concedida desde Caracas, capital venezolana, a la cadena HispanTV ha elucubrado sobre el futuro del acuerdo nuclear con Irán, manifestando que “no tiene sentido” un pacto cuando solo una parte tiene la obligación de respetarlo.
Además, ha señalado que el Gobierno de EE.UU. se había retirado del convenio porque vio fracasada su estrategia para aislar a Irán e impedir su interacción con Irak, Siria y El Líbano.
Tras haber destacado la paciencia estratégica de Irán ante el incumplimiento de la contraparte europea, el experto se ha referido a los artículos 26 y 36 del acuerdo que contemplan el derecho de Irán a suspender parte de sus compromisos y ha aseverado que ante la actual situación del pacto, Teherán no tiene otra opción.
“El problema fundamental es que EE.UU., con el pretexto del pacto nuclear, no solo pretende doblegar a Europa para que no pueda tener acceso soberano al gas de Irán o al gas de Rusia, sino que pretende controlar el Medio Oriente, bajo el binomio de Israel-Arabia Saudí”, ha aducido.
No obstante, Pierantoni ha calificado de absurdo este plan para aislar a Irán y reducir su presencia política en el Medio Oriente, ya que, a su juicio, tradicionalmente, históricamente, por sus características y por su potencial, el país persa es un actor fundamental en la zona.
Ante la inacción de los europeos y la falta de medidas para compensar la salida ilegal de Washington del PIAC, firmado entre Teherán y el Grupo 5+1 — entonces formado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania — Irán decidió el mayo pasado actuar de manera recíproca y, conforme a los artículos 26 y 36 del mismo pacto, suspender algunos de sus compromisos.
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A partir de hoy, domingo 7 de julio de 2019, según el aviso iraní, la República Islámica superará el nivel límite de enriquecimiento de uranio del 3,67 por ciento, determinado en el convenio multilateral, y a continuación completará la construcción del reactor de agua pesada de Arak.
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Fuente: HispanTV Noticias
msm/ctl/mkh/msf
Nota de Andrés Pierantoni:
Habría que agregar dos elementos para ubicar las cosas en su contexto, uno “táctico”, digamos, y otro “estratégico”:
a) El “estratégico” es “el equilibrio del Universo” (“occidental”) que se basa no en la alianza sino en la subordinación europea a los EEUU. Y esa subordinación se juega, para la próxima década por lo menos, en la dependencia energética de la Unión Europea, y en particular de Alemania (no en balde las ONG’s y los “verdes”, financiados por el tío Sam, le impidieron desarrollar su generación eléctrica nuclear); en tal sentido el gas ruso e iraní, mucho más competitivos que el GLP de esquisto "made in USA", horadarían el cerco energético gringo-francés (desde Libia y ahora Argelia hasta Egipto-Israel con sus yacimientos en el Mediterráneo Oriental) que no ha podido incluir justamente Siria e Irán gracias a su alianza (y a la retaguardia rusa). De lograr la Unión Europea diversificar sus fuentes energéticas, gozará de un margen de maniobra entre el “atlantismo” (centrado en el tradicional poder de los hidrocarburos) y el bloque euroasiático (centrado en el nuevo poder de la tecnología)…
b) El “táctico”: Francia estaría negociando con Irán su permanencia en el Plan Integral de Acción Conjunta (el acuerdo nuclear), pero ha sido justamente Francia si no el peón por lo menos el alfil de la estrategia estadounidense hacia el Norte de África y el Medio Oriente (en particular Siria y Líbano, ex-protectorados franceses). Adicionalmente Francia, que posee un parque de generación eléctrica casi totalmente nuclear, es el país europeo con menor requerimiento de gas; su interés hacia los hidrocarburos magrebinos y medio-orientales es mercantil (Total) y geopolítico (en línea con la tradición gringa: quien controla los hidrocarburos controla a quienes los necesitan)… En pocas palabras, el rol de Francia hacia Irán en la actual coyuntura parece el del “policía bueno” en sintonía con el del “malo” (su socio-patrón "atlántico")
En todo caso, de mantenerse la pusilanimidad-complicidad europea frente al incumplimiento gringo del acuerdo nuclear, a Irán no le quedará otra opción que la de integrarse plenamente en el dispositivo euroasiático, empezando por la apertura a Rusia de sus recursos hidrocarburíferos, no sólo en el Mar Caspio (lo cual convino recientemente) sino también hacia el Golfo Pérsico, logrando así Rusia - luego de reconquistar la presencia soviética en el Mediterráneo Oriental - su proyección hacia el Golfo Pérsico y Océano Índico: pesadilla de los "occidentales", desde los intentos de Stalin en las postrimerías de la II Guerra Mundial, que habían logrado contener mediante "alianza carnal" con el Shá. Y he aquí Trump, cuarenta años después de la caída del Shá, cerrando con broche de oro la secuela de fracasos de la política estadounidense hacia el país "heartland", o país-pivote, del Medio Oriente...
a) El “estratégico” es “el equilibrio del Universo” (“occidental”) que se basa no en la alianza sino en la subordinación europea a los EEUU. Y esa subordinación se juega, para la próxima década por lo menos, en la dependencia energética de la Unión Europea, y en particular de Alemania (no en balde las ONG’s y los “verdes”, financiados por el tío Sam, le impidieron desarrollar su generación eléctrica nuclear); en tal sentido el gas ruso e iraní, mucho más competitivos que el GLP de esquisto "made in USA", horadarían el cerco energético gringo-francés (desde Libia y ahora Argelia hasta Egipto-Israel con sus yacimientos en el Mediterráneo Oriental) que no ha podido incluir justamente Siria e Irán gracias a su alianza (y a la retaguardia rusa). De lograr la Unión Europea diversificar sus fuentes energéticas, gozará de un margen de maniobra entre el “atlantismo” (centrado en el tradicional poder de los hidrocarburos) y el bloque euroasiático (centrado en el nuevo poder de la tecnología)…
b) El “táctico”: Francia estaría negociando con Irán su permanencia en el Plan Integral de Acción Conjunta (el acuerdo nuclear), pero ha sido justamente Francia si no el peón por lo menos el alfil de la estrategia estadounidense hacia el Norte de África y el Medio Oriente (en particular Siria y Líbano, ex-protectorados franceses). Adicionalmente Francia, que posee un parque de generación eléctrica casi totalmente nuclear, es el país europeo con menor requerimiento de gas; su interés hacia los hidrocarburos magrebinos y medio-orientales es mercantil (Total) y geopolítico (en línea con la tradición gringa: quien controla los hidrocarburos controla a quienes los necesitan)… En pocas palabras, el rol de Francia hacia Irán en la actual coyuntura parece el del “policía bueno” en sintonía con el del “malo” (su socio-patrón "atlántico")
En todo caso, de mantenerse la pusilanimidad-complicidad europea frente al incumplimiento gringo del acuerdo nuclear, a Irán no le quedará otra opción que la de integrarse plenamente en el dispositivo euroasiático, empezando por la apertura a Rusia de sus recursos hidrocarburíferos, no sólo en el Mar Caspio (lo cual convino recientemente) sino también hacia el Golfo Pérsico, logrando así Rusia - luego de reconquistar la presencia soviética en el Mediterráneo Oriental - su proyección hacia el Golfo Pérsico y Océano Índico: pesadilla de los "occidentales", desde los intentos de Stalin en las postrimerías de la II Guerra Mundial, que habían logrado contener mediante "alianza carnal" con el Shá. Y he aquí Trump, cuarenta años después de la caída del Shá, cerrando con broche de oro la secuela de fracasos de la política estadounidense hacia el país "heartland", o país-pivote, del Medio Oriente...
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