Irán recuerda el legado antiterrorista del General Soleimani
Autor: Ahmad Pabarja, Embajador de la República Islámica de Irán en Ecuador
El próximo día 3 de enero, la República Islámica de Irán rememora el tercer año del asesinato del mayor general Qassem Soleimani, en un acto terrorista en Irak.
2 de enero de 2023
En el nombre de Dios
El atentado registrado en noviembre de 2022 contra un mausoleo iraní, que dejó 15 muertos y 26 heridos, demuestra la vigencia de la lucha antiterrorista del General Qassem Soleimani, asesinado hace tres años por drones de Estados Unidos mientras realizaba una visita oficial a Irak.
Ambos sucesos evidencian, por un lado, el precio que paga nuestro país por enfrentar a los grupos terroristas que operan en la región de Asia Occidental y, por otro, el peligro que representa para la humanidad el resurgimiento de estos grupos, apoyados por la política de doble estándar de ciertos Estados que deciden eliminar a los verdaderos luchadores contra este flagelo.
En la madrugada del 3 de enero de 2020, mientras el mundo cristiano acababa de celebrar el nacimiento de Jesucristo, mensajero de paz y amistad, Soleimani fue asesinado en el aeropuerto de Bagdad, en un acto terrorista bajo las órdenes de Donald Trump, entonces presidente de Estados Unidos.
La pregunta es por qué Estados Unidos, que se autoproclama abanderado de la lucha contra el terrorismo, asesina a un héroe que ha dedicado su vida a la lucha contra el terrorismo. Con este acto bárbaro y cobarde, que tuvo lugar en la oscuridad de la noche, Estados Unidos demostró que su guerra contra el terrorismo no es más que una mentira.
La explicación del ataque contra el Mayor General Soleimani está en su lucha contra ISIS y el terrorismo y en su papel para neutralizar a este grupo terrorista en Siria e Irak, el cual, a confesión del mismo Donald Trump, fue formado por la administración de Barak Obama, específicamente por Hillary Clinton, y tuvo como misión llevar a cabo los planes de Estados Unidos en Asia Occidental.
A los ojos del presidente estadounidense, el alto militar iraní fue el principal responsable de haber frustrado los sueños y planes de Estados Unidos para Asia Occidental.
El propósito de Estados Unidos era formar una nueva Asia Occidental, es decir cambiar las fronteras con la desintegración de los países de la región para asegurar los intereses de Israel. Este plan comenzó en 2006 con la invasión israelí al Líbano, propósito frustrado por la resistencia de las Fuerzas Populares Libanesas.
Sin embargo, Estados Unidos no abandonó su plan. Con el comienzo de las protestas en algunos países árabes, que se conocieron como la Primavera Árabe, la Casa Blanca trató de aprovechar esta oportunidad para subirse a la ola de oposición popular y dirigirla a su favor. En Siria buscó incitar estas manifestaciones y convertirlas en movimientos que levantaran las armas contra el gobierno legítimo de Bashar al-Assad, con el fin de allanar el camino para la implementación de su estrategia. Pero el liderazgo, asesoramiento y táctica de Qassem Soleimani, ha pedido del gobierno legítimo sirio, frustró el plan de Estados Unidos.
En Irak, el gobierno de Estados Unidos seguía el mismo guion y estaba tratando de derrocar al gobierno con el apoyo al grupo terrorista ISIS, promoviendo un cambio en la constitución e intentando poner un nuevo gobierno afín a sus intereses en ese país. Pero esta vez, también el Mayor General Soleimani impidió que su plan se hiciera realidad. Por lo tanto, era obvio que Estados Unidos estuviera furioso y dispuesto a desvelar su naturaleza imperial con el asesinato de una figura tan prominente en un acto terrorista criminal, cobarde y contrario a todas las reglas y normas del derecho internacional, durante la estancia del alto mando iraní en Irak, por invitación del gobierno de ese país.
Desde el punto de vista estadounidense, el Mayor General Soleimani fue culpable porque pudo contrarrestar a la ocupación y alzar la bandera de la resistencia contra el expansionismo de las potencias dominantes en la región de Asia Occidental.
Con su asesinato, el gobierno de Estados Unidos mostró su naturaleza atroz al mundo, por un lado, y, por otro, demostró que no se adhiere a ningún código moral, pacto o compromiso adquirido, al violar los acuerdos bilaterales con Irak y su soberanía.
Estados Unidos especuló que con la desaparición física del Mayor General Soleimani, se derrumbaría la bandera de lucha que él izó contra el terrorismo patrocinado por Washington y que se debilitaría el movimiento de resistencia contra el intervencionismo. Pero esta fue una falsa idea, porque la sangre de este Mártir fertilizó la resistencia y la convirtió en un gran árbol, lo que no ha dejado a Estados Unidos sin otra opción que salir de Irak.
Al iniciar el año 2023, nuevamente el pueblo iraní saldrá a las calles masivamente en recordación de la lucha del General Soleimani para erradicar el terrorismo de Irán, la región y el mundo.
El atentado registrado en noviembre de 2022 contra un mausoleo iraní, que dejó 15 muertos y 26 heridos, demuestra la vigencia de la lucha antiterrorista del General Qassem Soleimani, asesinado hace tres años por drones de Estados Unidos mientras realizaba una visita oficial a Irak.
Ambos sucesos evidencian, por un lado, el precio que paga nuestro país por enfrentar a los grupos terroristas que operan en la región de Asia Occidental y, por otro, el peligro que representa para la humanidad el resurgimiento de estos grupos, apoyados por la política de doble estándar de ciertos Estados que deciden eliminar a los verdaderos luchadores contra este flagelo.
En la madrugada del 3 de enero de 2020, mientras el mundo cristiano acababa de celebrar el nacimiento de Jesucristo, mensajero de paz y amistad, Soleimani fue asesinado en el aeropuerto de Bagdad, en un acto terrorista bajo las órdenes de Donald Trump, entonces presidente de Estados Unidos.
La pregunta es por qué Estados Unidos, que se autoproclama abanderado de la lucha contra el terrorismo, asesina a un héroe que ha dedicado su vida a la lucha contra el terrorismo. Con este acto bárbaro y cobarde, que tuvo lugar en la oscuridad de la noche, Estados Unidos demostró que su guerra contra el terrorismo no es más que una mentira.
La explicación del ataque contra el Mayor General Soleimani está en su lucha contra ISIS y el terrorismo y en su papel para neutralizar a este grupo terrorista en Siria e Irak, el cual, a confesión del mismo Donald Trump, fue formado por la administración de Barak Obama, específicamente por Hillary Clinton, y tuvo como misión llevar a cabo los planes de Estados Unidos en Asia Occidental.
A los ojos del presidente estadounidense, el alto militar iraní fue el principal responsable de haber frustrado los sueños y planes de Estados Unidos para Asia Occidental.
El propósito de Estados Unidos era formar una nueva Asia Occidental, es decir cambiar las fronteras con la desintegración de los países de la región para asegurar los intereses de Israel. Este plan comenzó en 2006 con la invasión israelí al Líbano, propósito frustrado por la resistencia de las Fuerzas Populares Libanesas.
Sin embargo, Estados Unidos no abandonó su plan. Con el comienzo de las protestas en algunos países árabes, que se conocieron como la Primavera Árabe, la Casa Blanca trató de aprovechar esta oportunidad para subirse a la ola de oposición popular y dirigirla a su favor. En Siria buscó incitar estas manifestaciones y convertirlas en movimientos que levantaran las armas contra el gobierno legítimo de Bashar al-Assad, con el fin de allanar el camino para la implementación de su estrategia. Pero el liderazgo, asesoramiento y táctica de Qassem Soleimani, ha pedido del gobierno legítimo sirio, frustró el plan de Estados Unidos.
En Irak, el gobierno de Estados Unidos seguía el mismo guion y estaba tratando de derrocar al gobierno con el apoyo al grupo terrorista ISIS, promoviendo un cambio en la constitución e intentando poner un nuevo gobierno afín a sus intereses en ese país. Pero esta vez, también el Mayor General Soleimani impidió que su plan se hiciera realidad. Por lo tanto, era obvio que Estados Unidos estuviera furioso y dispuesto a desvelar su naturaleza imperial con el asesinato de una figura tan prominente en un acto terrorista criminal, cobarde y contrario a todas las reglas y normas del derecho internacional, durante la estancia del alto mando iraní en Irak, por invitación del gobierno de ese país.
Desde el punto de vista estadounidense, el Mayor General Soleimani fue culpable porque pudo contrarrestar a la ocupación y alzar la bandera de la resistencia contra el expansionismo de las potencias dominantes en la región de Asia Occidental.
Con su asesinato, el gobierno de Estados Unidos mostró su naturaleza atroz al mundo, por un lado, y, por otro, demostró que no se adhiere a ningún código moral, pacto o compromiso adquirido, al violar los acuerdos bilaterales con Irak y su soberanía.
Estados Unidos especuló que con la desaparición física del Mayor General Soleimani, se derrumbaría la bandera de lucha que él izó contra el terrorismo patrocinado por Washington y que se debilitaría el movimiento de resistencia contra el intervencionismo. Pero esta fue una falsa idea, porque la sangre de este Mártir fertilizó la resistencia y la convirtió en un gran árbol, lo que no ha dejado a Estados Unidos sin otra opción que salir de Irak.
Al iniciar el año 2023, nuevamente el pueblo iraní saldrá a las calles masivamente en recordación de la lucha del General Soleimani para erradicar el terrorismo de Irán, la región y el mundo.
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4 de enero de 2023
El general Qassem Soleimani, el creador de la nueva estructura de seguridad en Oriente Medio
El general mártir Qassem Soleimani fue una pieza clave en el reforzamiento de la seguridad regional. Su actuación fue definitiva en lo que se refiere a entrenar a las tropas sirias para hacer frente a los grupos terroristas apoyados por EEUU, otros países occidentales y algunos regímenes árabes que pretendían derribar al gobierno sirio e instalar a un régimen takfiri que habría supuesto una amenaza para toda la región. EEUU confiaba con que, con su asesinato el 2 de enero de 2020 mediante un ataque de drones estadounidenses cerca de Bagdad, la situación en Oriente Medio cambiaría en su favor, pero esto no ha sucedido.
En Iraq, la intervención del general Soleimani fue decisiva para impedir que el grupo terrorista takfiri Daesh pudiera amenazar Bagdad y las ciudades santas de Kerbala y Nayaf durante su ofensiva en Iraq en 2014. El general Soleimani y los asesores iraníes ayudaron en la formación del Hashid al-Shaabi (las Fuerzas de Movilización Popular), que recibió un entrenamiento de ellos, y esto le permitió detener primero la ofensiva terrorista y luego recuperar el terreno perdido y ciudades ocupadas como Mosul. La ayuda del general Soleimani se extendió también a la región del Kurdistán iraquí.
En lo que se refiere a Palestina, el general Soleimani ayudó a los palestinos de Gaza a crear una fuerza de defensa que se enfrentó a la agresión sionista repetidas veces y logró crear una disuasión frente al régimen israelí. En el Líbano, también se recuerda la ayuda del general Soleimani, en especial durante la Guerra de Julio de 2006, cuando, según las declaraciones del secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, permaneció presente en Beirut, al lado de los jefes de la Resistencia libanesa para ayudarles a coordinar la defensa frente a la agresión israelí. De este modo, la actuación del general Soleimani reforzó la seguridad regional y pudo derrotar los complots dirigidos a debilitar a los países de la región, privarlos de su soberanía y someterlos a la hegemonía de las potencias occidentales.
Una vida entregada a la Revolución Islámica
El 11 de marzo de 1957, nació Qassem Soleimani en la ciudad de Rabor, provincia de Kerman, en Irán. Descendía de una familia que solía trabajar en la agricultura.
El general Soleimani contribuyó eficazmente a las actividades de la Revolución Islámica antes de que saliera victoriosa en 1979. Más tarde, se unió al Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica (CGRI) en 1980, cuando dirigió dos brigadas militares durante la guerra impuesta a Irán por el régimen de Saddam en Iraq.
En 1988, al CGRI se le encomendó la lucha contra el narcotráfico. Luego, el mártir Soleimani asumió el mando del CGRI en Kerman, en la frontera afgana, donde frenó el contrabando de drogas desde Afganistán a Turquía y Europa a través de Irán.
Desde su puesto de jefe de la Fuerza Al-Quds del Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica, para el que fue nombrado en 1997, el general Soleimani ha contribuido a los esfuerzos para fortalecer las filas del Eje de la Resistencia frente al belicismo y al expansionismo del régimen israelí.
El general Qassem Soleimani es visto como un héroe en Asia Occidental, Irán, Pakistán y Afganistán. Defendió a los oprimidos y luchó incansablemente contra el grupo Daesh financiado por EEUU y sus aliados. El general Soleimani los ayudó a aplastar a este y otros grupos terroristas similares. Según muchos sirios e iraquíes, era intrépido, valiente, desinteresado y estaba siempre presente en el campo de batalla. Fue una inspiración para sus soldados, que iban a la batalla y sabían que su vida estaba en manos de Dios. Era, según muchos testigos, un hombre tolerante, justo y religioso.
La derrota del Daesh en Iraq y el papel del general Soleimani
En un comunicado publicado el 12 de diciembre de 2022, con motivo del 5º aniversario de la derrota del grupo terrorista Daesh, el movimiento de resistencia iraquí Al-Nuyaba publicó una declaración en la que señaló que el Ayatolá Ali Jamenei y el general Soleimani han sido los mayores partidarios de la nación iraquí en su lucha contra el terrorismo. Al-Nuyaba saludó a los mártires y felicitó a los combatientes y a la nación iraquí por esta gran victoria.
Al revisar las etapas del devastador proyecto conocido como el “Califato del Daesh”, que contó con un enorme apoyo financiero y logístico del exterior, la declaración señaló que el sufrido pueblo de Iraq recordará para siempre cómo los enemigos asaltaron la tierra para apoderarse de sus riquezas.
El pueblo iraquí, agrega la declaración, tampoco olvidará la falta de apoyo o la traición de algunos regímenes arrogantes. Sin embargo, el ascenso de la Resistencia islámica en forma de las Fuerzas de Movilización Popular cambió la situación, señala el texto, que afirma que los hijos de la nación iraquí nunca olvidarán a quienes los apoyaron en los momentos difíciles.
Subrayando el apoyo inquebrantable de la República Islámica de Irán y su Líder, el Honorable Ayatolá Sayyed Ali Jamenei, a la nación de Iraq, Al-Nuyaba rindió homenaje al mártir General Qassem Soleimani, al Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica y a los combatientes libaneses de Hezbolá que los acompañaron para ayudar al pueblo iraquí. La declaración también menciona al mártir Abu Mahdi al-Mohandis, líder adjunto del Hashid al-Shaabi, que fue asesinado junto al general Soleimani y gracias a quien la Resistencia logró victorias.
Al denunciar las medidas israelíes para obstaculizar la lucha contra el terrorismo takfiri, la declaración se regocija de que los enemigos y todos aquellos que están del lado de ellos hayan sufrido una aplastante derrota y hayan visto frustrados sus siniestros planes gracias a las acciones de la Resistencia y en concreto del general Qassim Soleimani. Al-Nuyaba aprovechó la oportunidad para renovar su posición de rechazo inequívoco a la presencia de fuerzas extranjeras que ocupan Iraq, diciendo que está convencido de que la única forma de enfrentar este problema es la opción militar y ninguna otra.
Este reconocimiento fue un ejemplo más de cómo el general Qassem Soleimani, como jefe de la Fuerza Al-Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), jugó un papel innegable en la derrota final del Daesh y otros grupos terroristas en Iraq y luego en Siria.
El general Qassem Soleimani y los asesores de la Fuerza Al-Quds realizaron esta misión a petición oficial de los gobiernos sirio e iraquí, y él desempeñó un papel de liderazgo en el combate para que las fuerzas militares de Siria e Iraq impidieran la caída de Damasco y Bagdad ante los ataques de organizaciones terroristas que contaban con el apoyo general de EEUU, el régimen israelí y sus aliados europeos y regionales, que buscaban desmembrar Siria e Iraq.
El general Soleimani es conocido en Iraq por su papel principal en la batalla de Jurf al-Sajar, una ciudad estratégica a 50 kilómetros al sur de Bagdad. La ciudad de Jurf al-Sajar es importante para los peregrinos chiíes; es la carretera principal de camino a la ciudad sagrada de Kerbala. Fue conquistada por el Daesh en 2014 y liberada en octubre de ese año, gracias al gran esfuerzo del general Soleimani. Según muchos luchadores, siempre estuvo presente en el campo de batalla.
El romper el arduo asedio de Amerli fue otra de las hazañas más famosas que encabezaron el general Soleimani y su compañero de armas Abu Mahdi al-Muhandis. Amerli, una ciudad rodeada por terroristas del Daesh, tenía en su interior a unas 20.000 familias que habían montado una valiente lucha armada contra los terroristas.
El general Soleimani y Abu Mahdi al-Muhandis desarrollaron un plan en el que 50 miembros armados de las Brigadas de Hezbolá de Iraq se lanzaron en helicóptero a la ciudad. Los de adentro y los de afuera trabajaron juntos para derrotar a los terroristas y romper el cerco. Se evitó que 20.000 habitantes fueran masacrados y sus mujeres e hijos fueran secuestrados, como ya había hecho el Daesh con otras comunidades iraquíes aisladas.
Inmediatamente después de que se rompió el sitio de Amerli, las imágenes emocionales mostraron a los oficiales de las Brigadas de Hezbolá llorando de alegría, incluido Abu Fadek (quien reemplazó a Abu Mahdi al-Muhandis luego del martirio de este último), y que es mostrado abrazado por el general Soleimani.
Para destacar el papel de la Fuerza Al-Quds en la lucha contra el terrorismo y después de la derrota definitiva del Daesh en Iraq, el Líder de la Revolución Islámica otorgó, el 10 de marzo de 2019, a Soleimani la máxima distinción militar en Irán, la Orden de Zulfaqar.
En respuesta a una carta del General Qassem Soleimani al Líder de la Revolución Islámica en la que le anunciaba la derrota final de Daesh en Iraq, el Ayatolá Ali Jamenei escribió: “Al destruir el tumor canceroso y mortal que era el Daesh, has prestado un inmenso servicio a los pueblos de la región, a las naciones musulmanas, a todas las naciones y a toda la humanidad.”
Ayuda a Siria
Igualmente importante fue la ayuda del general Soleimani a Siria. Tras el asesinato del general en 2020, el presidente Bashar al-Assad envió dos cables de condolencia al Líder Sayyed Ali Jamenei y al entonces presidente iraní Hassan Rohani calificando al general Soleimani de “gran mártir” que le había dado mucho a Siria. El general fue el artífice de la ayuda de las fuerzas del Eje de Resistencia a Siria y jugó un papel decisivo en la ruptura del asedio de Alepo y su recuperación y en la liberación de la ciudad de Deir Ezzor de manos del Daesh. También es conocido su papel en la liberación de Al-Qusair, cerca de Homs, en 2013, una batalla que supuso un punto de inflexión en la guerra de Siria.
Numerosos responsables sirios acudieron en masa a la embajada iraní en Damasco y se llevaron a cabo pequeñas reuniones populares en Latakia, Alepo y Homs para condenar el ataque que mató a Soleimani. También recibió la Orden del Héroe de la República Árabe Siria, la medalla siria más alta otorgada a un ciudadano no sirio.
La imagen del general Soleimani en Siria es la de un líder excepcional, muy inteligente y a la vez modesto y con los pies en la tierra. Ayham Marjeh, un corresponsal del canal Al-Mayadeen, habló sobre el papel crucial del general Soleimani en el conflicto sirio. “Soleimani fue un líder excepcional en el campo de batalla, uno cuyos esfuerzos eran incansables. Él aparecía en un área y al cabo de horas estaba presente en otra parte, en más de un frente de batalla en Siria. Con la ayuda del general Soleimani, el ejército sirio logró recuperar el control de grandes partes del país”. Por su parte, el reportero sirio Sohaib Al-Masri señaló que “su muerte no romperá el impulso del papel de Irán en la región porque el Eje de Resistencia prepara a muchos futuros líderes para reemplazar a los que fueron asesinados”.
Cabe señalar que la ayuda del general Soleimani, al igual que sucedió en Iraq, incluyó en Siria la formación de grupos de ciudadanos armados para luchar contra el terrorismo takfiri, que buscaba la destrucción de las minorías cristiana y musulmana chií en Siria. Miembros de esta última minoría, incluyendo residentes de ciudades como Nubl y Zahraa, en Alepo, y Kafraya y Fua, en Idleb, todas ellas de mayoría chií, se unieron a los grupos de Soleimani durante la guerra.
La visita oficial del comandante de la Fuerza Al-Quds a Moscú y sus consultas con las altas autoridades políticas y militares rusas tuvieron un efecto innegable en la decisión tomada el 30 de septiembre de 2015 por el presidente Vladmir Putin de desplegar las fuerzas rusas en Siria en apoyo del Ejército sirio, para responder a la solicitud oficial del presidente sirio, Bashar al Assad, de ayuda militar.
Analistas independientes coinciden en que uno de los principales objetivos del plan para desmembrar Siria era cortar la comunicación entre la República Islámica de Irán, Siria y el Hezbolá libanés. Sin embargo, la derrota de Daesh en Iraq y Siria, con el papel innegable de la Fuerza Al-Quds, impidió la realización de este complot.
Respaldando al Líbano
En 1998, el mártir Soleimani llegó al Líbano, donde jugó un papel vital en el desarrollo de las capacidades militares de Hezbolá. Después de la liberación del Sur del Líbano en 2000, el general Qassem Soleimani inspeccionó toda la línea fronteriza entre el Líbano y la Palestina ocupada.
En 2006, el general Soleimani fue el enviado del Líder Sayyed Ali Jamenei al Líbano durante la Guerra de Julio, que terminó con la victoria de Hezbolá frente a la agresión israelí. Uno de los dirigentes de Hezbolá, Sheij Nabil Qauk, subrayó que el general Soleimani tuvo una destacada contribución a este logro, citando la cooperación del mártir con el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hasan Nasralá, y el comandante militar de la Resistencia, el mártir Hayy Imad Mugniyeh.
Después de la guerra, Soleimani tuvo un papel importante en los esfuerzos de reconstrucción. El comandante de la Fuerza Al-Quds regresó a Teherán después de la guerra y dispuso ayuda para construir las viviendas destruidas por la agresión israelí. En el aspecto militar, trabajó para reconstruir las capacidades de la resistencia después de la guerra, ya que percibía que otra agresión israelí siempre era posible.
El mártir Soleimani también se reunió con los comandantes de las facciones de la Resistencia palestina en el Líbano y Siria y expresó su disposición a apoyarlos a todos en la lucha contra la ocupación sionista. De hecho, su papel contribuyó notablemente al desarrollo de las capacidades militares y a la actualización de las estrategias militares de la Resistencia palestina.
Horas antes de su martirio, el general Soleimani visitó el Líbano de nuevo y allí se reunió con el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hasan Nasralá, durante largas horas y discutió con él varios temas antes de viajar a Bagdad. En la actualidad, el sueño del mártir se ha hecho realidad ya que Hezbolá ahora posee los misiles de alta precisión que pueden alcanzar numerosos objetivos en la entidad sionista en caso de una nueva guerra.
El legado del general Soleimani continúa viviendo hoy en día. EEUU se ha retirado de una forma humillante de Afganistán y perdido sus apuestas en Asia Central, con repercusiones potencialmente graves también en Asia Occidental; el Parlamento iraquí ha votado a favor de la retirada total de EEUU del país; el gobierno sirio mantiene y consolida su control sobre la gran mayoría de su país, y los líderes árabes que alguna vez fueron hostiles a Siria ahora regresan cada vez más a Damasco. Por otro lado, Hezbolá sigue disfrutando de una gran influencia en el panorama político libanés y su poder militar se ha fortalecido. Los mismo cabe decir de los palestinos de Gaza.
El ascenso del Eje de Resistencia
Gracias en gran medida a los esfuerzos del mártir general Soleimani, Irán es hoy el centro de una periferia, entendiendo por esta a los sectores o movimientos marginados históricamente, en especial los chiíes, y el Eje de la Resistencia es la alianza de la periferia. Este término fue creado como reacción al discurso del Eje del Mal que el ex presidente George W. Bush acuñó en 2001.
El desarrollo y ascenso de la ideología de la resistencia en Oriente Medio tiene que ver también con el fracaso de las ideologías estatales árabes como el panarabismo y el fracaso de la gobernanza de los estados árabes creados por el colonialismo occidental, frágiles y opresivos, que buscaron enfrentar entre sí a diversas minorías étnicas o religiosas o a comunidades religiosas no necesariamente minoritarias.
En un contexto de decadencia de la arquitectura de seguridad creada por EEUU, se ha producido el ascenso de Irán como potencia regional y líder del Eje de la Resistencia. En términos de poderío nacional, desarrollo, autosuficiencia y capacidades Irán nunca ha sido tan poderoso como es hoy, aunque sigue siendo una potencia defensiva. Hay que resaltar el papel del Ayatolá Sayyed Ali Jamenei como líder político y espiritual del Eje de la Resistencia y de Qassem Soleimani en la creación y ascenso de dicho Eje. Su asesinato por orden del presidente Donald Trump en 2020, lo elevó a la categoría de santo mártir y símbolo de prestigio y exaltación.
Fracaso de la política de contención y las sanciones contra Irán
Tras la Revolución Islámica de 1979, Irán pasó de ser un vasallo o títere de EEUU a convertirse en un adversario de las políticas estadounidenses. EEUU asume una política de contención total de Irán para minimizar su impacto más allá de sus fronteras y limitar su capacidad para convertirse en un modelo para otros países. Esta ha sido la política de EEUU en las pasadas cuatro décadas.
Pero esta política ha fracasado. Ella intenta que Irán no tenga un papel que jugar en el mundo árabe o en la región y no expanda sus relaciones con sus vecinos, mientras que todos los demás países sí pueden. Esta política ha incentivado a Irán a involucrarse en múltiples arenas para demostrar a EEUU que no lo puede marginar y no puede ser dejado de lado fácilmente. Irán tiene una influencia en los acontecimientos en Palestina, Siria, Iraq, Líbano y Yemen. Aunque EEUU quiera, no puede excluir a Irán de la participación en la nueva arquitectura y el diálogo regionales. Irán es capaz de demostrar que es un poder con derechos que hay que tener en cuenta.
De este modo, EEUU ha adoptado una fallida política de máxima presión en lugar de poner en marcha una estrategia inteligente mediante la cual (y así funciona el orden internacional en general en todo el mundo) se cree un orden regional que dé a los diferentes estados y actores un papel y una participación en el mismo. Si un país es excluido de ese orden, esto significa que no tiene nada que perder si no funciona.
Cuando se produce una crisis en Irán en forma de protestas, la narrativa vuelve a ser que la República Islámica está “en sus últimos días”. Y ese tipo de narrativas continúa en una forma de continuo autoengaño, ya que el sistema iraní es uno de los más sólidos de la región. Esas políticas de presión no solo han sido un fracaso, sino que han sido contraproducentes para EEUU, ya que han hecho que Irán sea más eficaz. Ellas han llevado al país a construir estructuras de gobierno, servicios e instituciones sociales más fuertes y a lograr la autosuficiencia en numerosos sectores, incluyendo el tecnológico y el militar. También han hecho que el país se vuelva más firme y busque una mayor proyección exterior. Asimismo, le han llevado a estrechar y fortalecer las relaciones con Rusia y China, con los que ha suscrito acuerdos de cooperación estratégica a largo plazo.
En el terreno de la defensa y protección, Irán ha desarrollado una relación de apoyo a actores no estatales en la región, a movimientos armados de resistencia que se ven a sí mismos como socios de Irán dentro del Eje de Resistencia, y eso es algo que otros países no tienen. Irán ayuda a construir y organizar movimientos de base para que sean autosuficientes desde una perspectiva de verticalidad. No son simples aliados, sino manifestaciones de sus sociedades. Por eso son duraderos y populares. El modelo iraní del basij (voluntarios) ha sido el adoptado por los movimientos de resistencia.
Por todo ello, la política de Irán es una forma de construcción nacional que los estados árabes modernos no han conseguido. Irán y los movimientos de resistencia han tenido éxito en la construcción nacional. Y, además, Irán y otros miembros del Eje de la Resistencia lo están logrando en un contexto de presiones externas que las potencias occidentales, y en primer lugar EEUU, han llevado a cabo para impedir el surgimiento de potencias en Oriente Medio, y más en concreto Irán.
En la actualidad, puede verse un creciente declive del poder estadounidense y del orden impuesto por EEUU en Oriente Medio, que nunca reconoció a Irán como un actor legítimo. Esto puede verse en el contexto actual de la guerra de Ucrania, donde ningún estado árabe o islámico, ni siquiera los aliados tradicionales de Washington, como Arabia Saudí o los Emiratos Árabes Unidos, han aceptado las sanciones estadounidenses y occidentales contra Rusia. El acuerdo del 5 de octubre de 2022 de la OPEP+ para reducir la producción de petróleo en dos millones de barriles para mantener los precios altos, que fue tomado en cooperación entre Rusia y Arabia Saudí y que provocó una amplia irritación en Washington, es la última muestra de este declive estadounidense y el fracaso de sus políticas en Oriente Medio.
En Iraq, la intervención del general Soleimani fue decisiva para impedir que el grupo terrorista takfiri Daesh pudiera amenazar Bagdad y las ciudades santas de Kerbala y Nayaf durante su ofensiva en Iraq en 2014. El general Soleimani y los asesores iraníes ayudaron en la formación del Hashid al-Shaabi (las Fuerzas de Movilización Popular), que recibió un entrenamiento de ellos, y esto le permitió detener primero la ofensiva terrorista y luego recuperar el terreno perdido y ciudades ocupadas como Mosul. La ayuda del general Soleimani se extendió también a la región del Kurdistán iraquí.
En lo que se refiere a Palestina, el general Soleimani ayudó a los palestinos de Gaza a crear una fuerza de defensa que se enfrentó a la agresión sionista repetidas veces y logró crear una disuasión frente al régimen israelí. En el Líbano, también se recuerda la ayuda del general Soleimani, en especial durante la Guerra de Julio de 2006, cuando, según las declaraciones del secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, permaneció presente en Beirut, al lado de los jefes de la Resistencia libanesa para ayudarles a coordinar la defensa frente a la agresión israelí. De este modo, la actuación del general Soleimani reforzó la seguridad regional y pudo derrotar los complots dirigidos a debilitar a los países de la región, privarlos de su soberanía y someterlos a la hegemonía de las potencias occidentales.
Una vida entregada a la Revolución Islámica
El 11 de marzo de 1957, nació Qassem Soleimani en la ciudad de Rabor, provincia de Kerman, en Irán. Descendía de una familia que solía trabajar en la agricultura.
El general Soleimani contribuyó eficazmente a las actividades de la Revolución Islámica antes de que saliera victoriosa en 1979. Más tarde, se unió al Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica (CGRI) en 1980, cuando dirigió dos brigadas militares durante la guerra impuesta a Irán por el régimen de Saddam en Iraq.
En 1988, al CGRI se le encomendó la lucha contra el narcotráfico. Luego, el mártir Soleimani asumió el mando del CGRI en Kerman, en la frontera afgana, donde frenó el contrabando de drogas desde Afganistán a Turquía y Europa a través de Irán.
Desde su puesto de jefe de la Fuerza Al-Quds del Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica, para el que fue nombrado en 1997, el general Soleimani ha contribuido a los esfuerzos para fortalecer las filas del Eje de la Resistencia frente al belicismo y al expansionismo del régimen israelí.
El general Qassem Soleimani es visto como un héroe en Asia Occidental, Irán, Pakistán y Afganistán. Defendió a los oprimidos y luchó incansablemente contra el grupo Daesh financiado por EEUU y sus aliados. El general Soleimani los ayudó a aplastar a este y otros grupos terroristas similares. Según muchos sirios e iraquíes, era intrépido, valiente, desinteresado y estaba siempre presente en el campo de batalla. Fue una inspiración para sus soldados, que iban a la batalla y sabían que su vida estaba en manos de Dios. Era, según muchos testigos, un hombre tolerante, justo y religioso.
La derrota del Daesh en Iraq y el papel del general Soleimani
En un comunicado publicado el 12 de diciembre de 2022, con motivo del 5º aniversario de la derrota del grupo terrorista Daesh, el movimiento de resistencia iraquí Al-Nuyaba publicó una declaración en la que señaló que el Ayatolá Ali Jamenei y el general Soleimani han sido los mayores partidarios de la nación iraquí en su lucha contra el terrorismo. Al-Nuyaba saludó a los mártires y felicitó a los combatientes y a la nación iraquí por esta gran victoria.
Al revisar las etapas del devastador proyecto conocido como el “Califato del Daesh”, que contó con un enorme apoyo financiero y logístico del exterior, la declaración señaló que el sufrido pueblo de Iraq recordará para siempre cómo los enemigos asaltaron la tierra para apoderarse de sus riquezas.
El pueblo iraquí, agrega la declaración, tampoco olvidará la falta de apoyo o la traición de algunos regímenes arrogantes. Sin embargo, el ascenso de la Resistencia islámica en forma de las Fuerzas de Movilización Popular cambió la situación, señala el texto, que afirma que los hijos de la nación iraquí nunca olvidarán a quienes los apoyaron en los momentos difíciles.
Subrayando el apoyo inquebrantable de la República Islámica de Irán y su Líder, el Honorable Ayatolá Sayyed Ali Jamenei, a la nación de Iraq, Al-Nuyaba rindió homenaje al mártir General Qassem Soleimani, al Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica y a los combatientes libaneses de Hezbolá que los acompañaron para ayudar al pueblo iraquí. La declaración también menciona al mártir Abu Mahdi al-Mohandis, líder adjunto del Hashid al-Shaabi, que fue asesinado junto al general Soleimani y gracias a quien la Resistencia logró victorias.
Al denunciar las medidas israelíes para obstaculizar la lucha contra el terrorismo takfiri, la declaración se regocija de que los enemigos y todos aquellos que están del lado de ellos hayan sufrido una aplastante derrota y hayan visto frustrados sus siniestros planes gracias a las acciones de la Resistencia y en concreto del general Qassim Soleimani. Al-Nuyaba aprovechó la oportunidad para renovar su posición de rechazo inequívoco a la presencia de fuerzas extranjeras que ocupan Iraq, diciendo que está convencido de que la única forma de enfrentar este problema es la opción militar y ninguna otra.
Este reconocimiento fue un ejemplo más de cómo el general Qassem Soleimani, como jefe de la Fuerza Al-Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), jugó un papel innegable en la derrota final del Daesh y otros grupos terroristas en Iraq y luego en Siria.
El general Qassem Soleimani y los asesores de la Fuerza Al-Quds realizaron esta misión a petición oficial de los gobiernos sirio e iraquí, y él desempeñó un papel de liderazgo en el combate para que las fuerzas militares de Siria e Iraq impidieran la caída de Damasco y Bagdad ante los ataques de organizaciones terroristas que contaban con el apoyo general de EEUU, el régimen israelí y sus aliados europeos y regionales, que buscaban desmembrar Siria e Iraq.
El general Soleimani es conocido en Iraq por su papel principal en la batalla de Jurf al-Sajar, una ciudad estratégica a 50 kilómetros al sur de Bagdad. La ciudad de Jurf al-Sajar es importante para los peregrinos chiíes; es la carretera principal de camino a la ciudad sagrada de Kerbala. Fue conquistada por el Daesh en 2014 y liberada en octubre de ese año, gracias al gran esfuerzo del general Soleimani. Según muchos luchadores, siempre estuvo presente en el campo de batalla.
El romper el arduo asedio de Amerli fue otra de las hazañas más famosas que encabezaron el general Soleimani y su compañero de armas Abu Mahdi al-Muhandis. Amerli, una ciudad rodeada por terroristas del Daesh, tenía en su interior a unas 20.000 familias que habían montado una valiente lucha armada contra los terroristas.
El general Soleimani y Abu Mahdi al-Muhandis desarrollaron un plan en el que 50 miembros armados de las Brigadas de Hezbolá de Iraq se lanzaron en helicóptero a la ciudad. Los de adentro y los de afuera trabajaron juntos para derrotar a los terroristas y romper el cerco. Se evitó que 20.000 habitantes fueran masacrados y sus mujeres e hijos fueran secuestrados, como ya había hecho el Daesh con otras comunidades iraquíes aisladas.
Inmediatamente después de que se rompió el sitio de Amerli, las imágenes emocionales mostraron a los oficiales de las Brigadas de Hezbolá llorando de alegría, incluido Abu Fadek (quien reemplazó a Abu Mahdi al-Muhandis luego del martirio de este último), y que es mostrado abrazado por el general Soleimani.
Para destacar el papel de la Fuerza Al-Quds en la lucha contra el terrorismo y después de la derrota definitiva del Daesh en Iraq, el Líder de la Revolución Islámica otorgó, el 10 de marzo de 2019, a Soleimani la máxima distinción militar en Irán, la Orden de Zulfaqar.
En respuesta a una carta del General Qassem Soleimani al Líder de la Revolución Islámica en la que le anunciaba la derrota final de Daesh en Iraq, el Ayatolá Ali Jamenei escribió: “Al destruir el tumor canceroso y mortal que era el Daesh, has prestado un inmenso servicio a los pueblos de la región, a las naciones musulmanas, a todas las naciones y a toda la humanidad.”
Ayuda a Siria
Igualmente importante fue la ayuda del general Soleimani a Siria. Tras el asesinato del general en 2020, el presidente Bashar al-Assad envió dos cables de condolencia al Líder Sayyed Ali Jamenei y al entonces presidente iraní Hassan Rohani calificando al general Soleimani de “gran mártir” que le había dado mucho a Siria. El general fue el artífice de la ayuda de las fuerzas del Eje de Resistencia a Siria y jugó un papel decisivo en la ruptura del asedio de Alepo y su recuperación y en la liberación de la ciudad de Deir Ezzor de manos del Daesh. También es conocido su papel en la liberación de Al-Qusair, cerca de Homs, en 2013, una batalla que supuso un punto de inflexión en la guerra de Siria.
Numerosos responsables sirios acudieron en masa a la embajada iraní en Damasco y se llevaron a cabo pequeñas reuniones populares en Latakia, Alepo y Homs para condenar el ataque que mató a Soleimani. También recibió la Orden del Héroe de la República Árabe Siria, la medalla siria más alta otorgada a un ciudadano no sirio.
La imagen del general Soleimani en Siria es la de un líder excepcional, muy inteligente y a la vez modesto y con los pies en la tierra. Ayham Marjeh, un corresponsal del canal Al-Mayadeen, habló sobre el papel crucial del general Soleimani en el conflicto sirio. “Soleimani fue un líder excepcional en el campo de batalla, uno cuyos esfuerzos eran incansables. Él aparecía en un área y al cabo de horas estaba presente en otra parte, en más de un frente de batalla en Siria. Con la ayuda del general Soleimani, el ejército sirio logró recuperar el control de grandes partes del país”. Por su parte, el reportero sirio Sohaib Al-Masri señaló que “su muerte no romperá el impulso del papel de Irán en la región porque el Eje de Resistencia prepara a muchos futuros líderes para reemplazar a los que fueron asesinados”.
Cabe señalar que la ayuda del general Soleimani, al igual que sucedió en Iraq, incluyó en Siria la formación de grupos de ciudadanos armados para luchar contra el terrorismo takfiri, que buscaba la destrucción de las minorías cristiana y musulmana chií en Siria. Miembros de esta última minoría, incluyendo residentes de ciudades como Nubl y Zahraa, en Alepo, y Kafraya y Fua, en Idleb, todas ellas de mayoría chií, se unieron a los grupos de Soleimani durante la guerra.
La visita oficial del comandante de la Fuerza Al-Quds a Moscú y sus consultas con las altas autoridades políticas y militares rusas tuvieron un efecto innegable en la decisión tomada el 30 de septiembre de 2015 por el presidente Vladmir Putin de desplegar las fuerzas rusas en Siria en apoyo del Ejército sirio, para responder a la solicitud oficial del presidente sirio, Bashar al Assad, de ayuda militar.
Analistas independientes coinciden en que uno de los principales objetivos del plan para desmembrar Siria era cortar la comunicación entre la República Islámica de Irán, Siria y el Hezbolá libanés. Sin embargo, la derrota de Daesh en Iraq y Siria, con el papel innegable de la Fuerza Al-Quds, impidió la realización de este complot.
Respaldando al Líbano
En 1998, el mártir Soleimani llegó al Líbano, donde jugó un papel vital en el desarrollo de las capacidades militares de Hezbolá. Después de la liberación del Sur del Líbano en 2000, el general Qassem Soleimani inspeccionó toda la línea fronteriza entre el Líbano y la Palestina ocupada.
En 2006, el general Soleimani fue el enviado del Líder Sayyed Ali Jamenei al Líbano durante la Guerra de Julio, que terminó con la victoria de Hezbolá frente a la agresión israelí. Uno de los dirigentes de Hezbolá, Sheij Nabil Qauk, subrayó que el general Soleimani tuvo una destacada contribución a este logro, citando la cooperación del mártir con el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hasan Nasralá, y el comandante militar de la Resistencia, el mártir Hayy Imad Mugniyeh.
Después de la guerra, Soleimani tuvo un papel importante en los esfuerzos de reconstrucción. El comandante de la Fuerza Al-Quds regresó a Teherán después de la guerra y dispuso ayuda para construir las viviendas destruidas por la agresión israelí. En el aspecto militar, trabajó para reconstruir las capacidades de la resistencia después de la guerra, ya que percibía que otra agresión israelí siempre era posible.
El mártir Soleimani también se reunió con los comandantes de las facciones de la Resistencia palestina en el Líbano y Siria y expresó su disposición a apoyarlos a todos en la lucha contra la ocupación sionista. De hecho, su papel contribuyó notablemente al desarrollo de las capacidades militares y a la actualización de las estrategias militares de la Resistencia palestina.
Horas antes de su martirio, el general Soleimani visitó el Líbano de nuevo y allí se reunió con el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hasan Nasralá, durante largas horas y discutió con él varios temas antes de viajar a Bagdad. En la actualidad, el sueño del mártir se ha hecho realidad ya que Hezbolá ahora posee los misiles de alta precisión que pueden alcanzar numerosos objetivos en la entidad sionista en caso de una nueva guerra.
El legado del general Soleimani continúa viviendo hoy en día. EEUU se ha retirado de una forma humillante de Afganistán y perdido sus apuestas en Asia Central, con repercusiones potencialmente graves también en Asia Occidental; el Parlamento iraquí ha votado a favor de la retirada total de EEUU del país; el gobierno sirio mantiene y consolida su control sobre la gran mayoría de su país, y los líderes árabes que alguna vez fueron hostiles a Siria ahora regresan cada vez más a Damasco. Por otro lado, Hezbolá sigue disfrutando de una gran influencia en el panorama político libanés y su poder militar se ha fortalecido. Los mismo cabe decir de los palestinos de Gaza.
El ascenso del Eje de Resistencia
Gracias en gran medida a los esfuerzos del mártir general Soleimani, Irán es hoy el centro de una periferia, entendiendo por esta a los sectores o movimientos marginados históricamente, en especial los chiíes, y el Eje de la Resistencia es la alianza de la periferia. Este término fue creado como reacción al discurso del Eje del Mal que el ex presidente George W. Bush acuñó en 2001.
El desarrollo y ascenso de la ideología de la resistencia en Oriente Medio tiene que ver también con el fracaso de las ideologías estatales árabes como el panarabismo y el fracaso de la gobernanza de los estados árabes creados por el colonialismo occidental, frágiles y opresivos, que buscaron enfrentar entre sí a diversas minorías étnicas o religiosas o a comunidades religiosas no necesariamente minoritarias.
En un contexto de decadencia de la arquitectura de seguridad creada por EEUU, se ha producido el ascenso de Irán como potencia regional y líder del Eje de la Resistencia. En términos de poderío nacional, desarrollo, autosuficiencia y capacidades Irán nunca ha sido tan poderoso como es hoy, aunque sigue siendo una potencia defensiva. Hay que resaltar el papel del Ayatolá Sayyed Ali Jamenei como líder político y espiritual del Eje de la Resistencia y de Qassem Soleimani en la creación y ascenso de dicho Eje. Su asesinato por orden del presidente Donald Trump en 2020, lo elevó a la categoría de santo mártir y símbolo de prestigio y exaltación.
Fracaso de la política de contención y las sanciones contra Irán
Tras la Revolución Islámica de 1979, Irán pasó de ser un vasallo o títere de EEUU a convertirse en un adversario de las políticas estadounidenses. EEUU asume una política de contención total de Irán para minimizar su impacto más allá de sus fronteras y limitar su capacidad para convertirse en un modelo para otros países. Esta ha sido la política de EEUU en las pasadas cuatro décadas.
Pero esta política ha fracasado. Ella intenta que Irán no tenga un papel que jugar en el mundo árabe o en la región y no expanda sus relaciones con sus vecinos, mientras que todos los demás países sí pueden. Esta política ha incentivado a Irán a involucrarse en múltiples arenas para demostrar a EEUU que no lo puede marginar y no puede ser dejado de lado fácilmente. Irán tiene una influencia en los acontecimientos en Palestina, Siria, Iraq, Líbano y Yemen. Aunque EEUU quiera, no puede excluir a Irán de la participación en la nueva arquitectura y el diálogo regionales. Irán es capaz de demostrar que es un poder con derechos que hay que tener en cuenta.
De este modo, EEUU ha adoptado una fallida política de máxima presión en lugar de poner en marcha una estrategia inteligente mediante la cual (y así funciona el orden internacional en general en todo el mundo) se cree un orden regional que dé a los diferentes estados y actores un papel y una participación en el mismo. Si un país es excluido de ese orden, esto significa que no tiene nada que perder si no funciona.
Cuando se produce una crisis en Irán en forma de protestas, la narrativa vuelve a ser que la República Islámica está “en sus últimos días”. Y ese tipo de narrativas continúa en una forma de continuo autoengaño, ya que el sistema iraní es uno de los más sólidos de la región. Esas políticas de presión no solo han sido un fracaso, sino que han sido contraproducentes para EEUU, ya que han hecho que Irán sea más eficaz. Ellas han llevado al país a construir estructuras de gobierno, servicios e instituciones sociales más fuertes y a lograr la autosuficiencia en numerosos sectores, incluyendo el tecnológico y el militar. También han hecho que el país se vuelva más firme y busque una mayor proyección exterior. Asimismo, le han llevado a estrechar y fortalecer las relaciones con Rusia y China, con los que ha suscrito acuerdos de cooperación estratégica a largo plazo.
En el terreno de la defensa y protección, Irán ha desarrollado una relación de apoyo a actores no estatales en la región, a movimientos armados de resistencia que se ven a sí mismos como socios de Irán dentro del Eje de Resistencia, y eso es algo que otros países no tienen. Irán ayuda a construir y organizar movimientos de base para que sean autosuficientes desde una perspectiva de verticalidad. No son simples aliados, sino manifestaciones de sus sociedades. Por eso son duraderos y populares. El modelo iraní del basij (voluntarios) ha sido el adoptado por los movimientos de resistencia.
Por todo ello, la política de Irán es una forma de construcción nacional que los estados árabes modernos no han conseguido. Irán y los movimientos de resistencia han tenido éxito en la construcción nacional. Y, además, Irán y otros miembros del Eje de la Resistencia lo están logrando en un contexto de presiones externas que las potencias occidentales, y en primer lugar EEUU, han llevado a cabo para impedir el surgimiento de potencias en Oriente Medio, y más en concreto Irán.
En la actualidad, puede verse un creciente declive del poder estadounidense y del orden impuesto por EEUU en Oriente Medio, que nunca reconoció a Irán como un actor legítimo. Esto puede verse en el contexto actual de la guerra de Ucrania, donde ningún estado árabe o islámico, ni siquiera los aliados tradicionales de Washington, como Arabia Saudí o los Emiratos Árabes Unidos, han aceptado las sanciones estadounidenses y occidentales contra Rusia. El acuerdo del 5 de octubre de 2022 de la OPEP+ para reducir la producción de petróleo en dos millones de barriles para mantener los precios altos, que fue tomado en cooperación entre Rusia y Arabia Saudí y que provocó una amplia irritación en Washington, es la última muestra de este declive estadounidense y el fracaso de sus políticas en Oriente Medio.
The Cradle habla con un alto oficial militar de Hezbolá en Irak sobre el papel crucial desempeñado por el difunto comandante de la Fuerza Quds de Irán, general de división Qassem Soleimani, en el liderazgo de la resistencia contra ISIS.
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5 de enero de 2023
Un tribunal iraquí emitió una orden de arresto contra Donald Trump por organizar el asesinato del general iraní Qassem Soleimani https://t.me/parstodayrussian/119503, quien llegó a Bagdad para conversar por invitación del gobierno iraquí.
En represalia, Irán atacó instalaciones militares estadounidenses, en particular, la base militar de Ain Assad fue atacada https://colonelcassad.livejournal.com/6594055.html (más de 115 heridos según cifras oficiales), y también derribó un avión de la CIA en Afganistán ( 6 oficiales de la CIA fueron asesinados, incluido el encargado de operaciones especiales en el Medio Oriente, quien estuvo involucrado en el asesinato de Soleimani. El avión fue destruido por el último misil antiaéreo iraní "No. 358" https://colonelcassad.livejournal.com/6294119.html).
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Tres años después del asesinato del general Soleimani en un ataque estadounidense, su sucesor vaticina una “retirada vergonzosa” para EE.UU. de Asia Occidental.
8 de enero de 2023