27 de mayo de 2023
Korybko a Patrick Mendis: India no se aliará con EEUU para desalojar a China de Sri Lanka
Patrick Mendis es originario de Sri Lanka pero se mudó a los EEUU a una edad temprana, después de lo cual ascendió rápidamente en las filas de su élite según la biografía en su sitio web oficial. Por lo tanto, es comprensible que esté convencido de que Estados Unidos coopera con India para desalojar la influencia china de su tierra natal. Tiene derecho a sentirse de esa manera y cabildear en apoyo de la solución prevista, aunque los puntos que plantea no resisten el escrutinio, como se demostrará en este artículo.
Andrew Korybko
El Dr. Patrick Mendis, exdiplomático estadounidense y profesor militar en la OTAN y los Comandos del Indo-Pacífico del Pentágono, publicó una respuesta en The National Interest al artículo de Ashley J. Tellis a principios de mayo para Asuntos Exteriores. Titulado "La estrategia del 'Dragón azul' de China en el Indo-Pacífico inquieta a Estados Unidos e India", argumentó que India debería aliarse con EEUU para desalojar a China de Sri Lanka y luego desafiar conjuntamente sus diseños en Taiwán, rompiendo así la estrategia marítima de Beijing.
Mendis es originario de Sri Lanka pero se mudó a los EEUU a una edad temprana, después de lo cual ascendió rápidamente en las filas de su élite según la biografía en su sitio web oficial. Por lo tanto, es comprensible que esté convencido de que Estados Unidos coopera con India para desalojar la influencia china de su tierra natal. Tiene derecho a sentirse de esa manera y cabildear en apoyo de la solución prevista, aunque los puntos que plantea no resisten el escrutinio, como se demostrará en este artículo.
La tesis de este experto es que China está tratando de rodear los mares del este y el sur de China a través de Taiwán y el Océano Índico a través de Sri Lanka a esto él denomina su estrategia de "Dragón Azul", que considera un juego de poder global sin precedentes que plantea un grave peligro para los intereses de seguridad nacional de la India. Mendis cree que este peligro es tan agudo que debería llevar a Delhi a abandonar su política de alineación múltiple que el Ministro de Asuntos Exteriores (EAM), Dr. Subrahmanyam Jaishankar, articuló en su libro de 2020.
Está convencido de que China inevitablemente militarizará el Océano Índico de la misma manera que ya lo ha hecho en los mares del este y el sur de China si no es desalojado de su "portaaviones insumergible" en Sri Lanka. Mendis advierte que "si nada cambia, el Océano Índico podría eventualmente convertirse en el 'Océano Occidental' de China, como se describe en la literatura china antigua". La alternativa, tal como la ve, es “una región del Indo-Pacífico que permanezca segura para la democracia al alinear completamente a India con Estados Unidos y sus aliados”.
Desglosar los argumentos de Mendis no es tan difícil, ya que, irónicamente, él mismo lo hace a través del elogio anterior que le dio al "análisis perceptivo" de Tellis, tal como lo describió correctamente, y el resumen del libro de EAM Jaishankar sobre "The India Way: “The India Way: Strategies For An Uncertain World”. Merece crédito por citar estos trabajos contrarios, aunque no desafía sus preceptos, sino que da por sentado que China militarizará el Océano Índico a través de Sri Lanka y solo puede ser detenida por una alianza indú-estadounidense.
Su pronóstico de escenario es endeble ya que asume que actualmente existe un estado de cosas muy específico caracterizado por los siguientes cinco factores: 1) China es predominante en Sri Lanka; 2) tiene planes navales expansionistas allí que representan una amenaza inaceptable para la seguridad nacional de la India; 3) Delhi no puede detenerlos mediante intrigas o invasiones; 4) que la gran potencia del sur de Asia debe aliarse con los EEUU para sacar a la República Popular de esta isla; y luego 5) aceptarían replicar su éxito en Taiwán.
Al verificar esta premisa, la realidad es que: 1) las crisis en cascada de Sri Lanka ha resultado en que India restablezca su papel como el principal socio estratégico de ese país; 2) el puerto de China en Hambantota parece ser solo un "elefante blanco"; 3) Delhi tiene las capacidades diplomáticas, de inteligencia y militares para frustrar cualquier amenaza extranjera que emane de su vecino; 4) EEUU quiere la sumisión como vasallo y no una alianza igualitaria; y 5) India sabe que entrometerse en Taiwán podría causar dolores de cabeza en el Himalaya.
La idea antes mencionada se deriva de las observaciones empíricas de la vecindad regional de la India y los reflejos de su política exterior tal como existen objetivamente. En consecuencia, el pronóstico del escenario de Mendis se descarta como alarmismo, y su evaluación del interés de la India en abandonar su compromiso con la alineación múltiple se desacredita como una especulación ilusoria. Ambas deficiencias analíticas probablemente se deban a su interés personal en este tema, lo que le dificulta mantenerse imparcial.
Como ciudadano estadounidense y esrilanqués cuya carrera profesional lo vio desempeñar un papel importante en la burocracia permanente de formulación de políticas de los EEUU en diversas capacidades, es comprensible que Mendis pueda sentir pasión por lograr que India trabaje más cerca de los EEUU después de infundir miedo sobre China en Sri Lanka. Dicho esto, es precisamente por su perfil personal que debería haberlo sabido mejor que pensar que Inda abandonaría su política de multialineación tras la previsión de escenarios que acaba de compartir.
De hecho, incluso podría ser que él sabe mejor que esperar eso, en cuyo caso el propósito de su artículo podría haber sido compartir algunos puntos de conversación que él esperaría que los diplomáticos pudieran captar y emplear en cualquier contexto que consideren oportuno con sus contrapartes indias. En cualquier caso, no hay duda de que la parte de la propuesta de política de su artículo se lee como una fantasía política a pesar de sus resúmenes precisos del artículo de Tellis y el libro de EAM Jaishankar que se presentaron antes de eso.
Bajo ninguna circunstancia India se subordinará a convertirse en el socio menor de nadie, especialmente cuando la transición sistémica global a la multipolaridad la colocó en la posición durante los últimos 15 meses para liderar informalmente el Sur Global como se explicó en este análisis aquí. Absolutamente nada lo convencerá de renunciar a la prometedora trayectoria de convertirse en una gran potencia de importancia mundial, y todos los esfuerzos como el de Mendis están condenados al fracaso sin importar cuánto puedan engañar a algunos occidentales.
Mendis es originario de Sri Lanka pero se mudó a los EEUU a una edad temprana, después de lo cual ascendió rápidamente en las filas de su élite según la biografía en su sitio web oficial. Por lo tanto, es comprensible que esté convencido de que Estados Unidos coopera con India para desalojar la influencia china de su tierra natal. Tiene derecho a sentirse de esa manera y cabildear en apoyo de la solución prevista, aunque los puntos que plantea no resisten el escrutinio, como se demostrará en este artículo.
La tesis de este experto es que China está tratando de rodear los mares del este y el sur de China a través de Taiwán y el Océano Índico a través de Sri Lanka a esto él denomina su estrategia de "Dragón Azul", que considera un juego de poder global sin precedentes que plantea un grave peligro para los intereses de seguridad nacional de la India. Mendis cree que este peligro es tan agudo que debería llevar a Delhi a abandonar su política de alineación múltiple que el Ministro de Asuntos Exteriores (EAM), Dr. Subrahmanyam Jaishankar, articuló en su libro de 2020.
Está convencido de que China inevitablemente militarizará el Océano Índico de la misma manera que ya lo ha hecho en los mares del este y el sur de China si no es desalojado de su "portaaviones insumergible" en Sri Lanka. Mendis advierte que "si nada cambia, el Océano Índico podría eventualmente convertirse en el 'Océano Occidental' de China, como se describe en la literatura china antigua". La alternativa, tal como la ve, es “una región del Indo-Pacífico que permanezca segura para la democracia al alinear completamente a India con Estados Unidos y sus aliados”.
Desglosar los argumentos de Mendis no es tan difícil, ya que, irónicamente, él mismo lo hace a través del elogio anterior que le dio al "análisis perceptivo" de Tellis, tal como lo describió correctamente, y el resumen del libro de EAM Jaishankar sobre "The India Way: “The India Way: Strategies For An Uncertain World”. Merece crédito por citar estos trabajos contrarios, aunque no desafía sus preceptos, sino que da por sentado que China militarizará el Océano Índico a través de Sri Lanka y solo puede ser detenida por una alianza indú-estadounidense.
Su pronóstico de escenario es endeble ya que asume que actualmente existe un estado de cosas muy específico caracterizado por los siguientes cinco factores: 1) China es predominante en Sri Lanka; 2) tiene planes navales expansionistas allí que representan una amenaza inaceptable para la seguridad nacional de la India; 3) Delhi no puede detenerlos mediante intrigas o invasiones; 4) que la gran potencia del sur de Asia debe aliarse con los EEUU para sacar a la República Popular de esta isla; y luego 5) aceptarían replicar su éxito en Taiwán.
Al verificar esta premisa, la realidad es que: 1) las crisis en cascada de Sri Lanka ha resultado en que India restablezca su papel como el principal socio estratégico de ese país; 2) el puerto de China en Hambantota parece ser solo un "elefante blanco"; 3) Delhi tiene las capacidades diplomáticas, de inteligencia y militares para frustrar cualquier amenaza extranjera que emane de su vecino; 4) EEUU quiere la sumisión como vasallo y no una alianza igualitaria; y 5) India sabe que entrometerse en Taiwán podría causar dolores de cabeza en el Himalaya.
La idea antes mencionada se deriva de las observaciones empíricas de la vecindad regional de la India y los reflejos de su política exterior tal como existen objetivamente. En consecuencia, el pronóstico del escenario de Mendis se descarta como alarmismo, y su evaluación del interés de la India en abandonar su compromiso con la alineación múltiple se desacredita como una especulación ilusoria. Ambas deficiencias analíticas probablemente se deban a su interés personal en este tema, lo que le dificulta mantenerse imparcial.
Como ciudadano estadounidense y esrilanqués cuya carrera profesional lo vio desempeñar un papel importante en la burocracia permanente de formulación de políticas de los EEUU en diversas capacidades, es comprensible que Mendis pueda sentir pasión por lograr que India trabaje más cerca de los EEUU después de infundir miedo sobre China en Sri Lanka. Dicho esto, es precisamente por su perfil personal que debería haberlo sabido mejor que pensar que Inda abandonaría su política de multialineación tras la previsión de escenarios que acaba de compartir.
De hecho, incluso podría ser que él sabe mejor que esperar eso, en cuyo caso el propósito de su artículo podría haber sido compartir algunos puntos de conversación que él esperaría que los diplomáticos pudieran captar y emplear en cualquier contexto que consideren oportuno con sus contrapartes indias. En cualquier caso, no hay duda de que la parte de la propuesta de política de su artículo se lee como una fantasía política a pesar de sus resúmenes precisos del artículo de Tellis y el libro de EAM Jaishankar que se presentaron antes de eso.
Bajo ninguna circunstancia India se subordinará a convertirse en el socio menor de nadie, especialmente cuando la transición sistémica global a la multipolaridad la colocó en la posición durante los últimos 15 meses para liderar informalmente el Sur Global como se explicó en este análisis aquí. Absolutamente nada lo convencerá de renunciar a la prometedora trayectoria de convertirse en una gran potencia de importancia mundial, y todos los esfuerzos como el de Mendis están condenados al fracaso sin importar cuánto puedan engañar a algunos occidentales.
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