La cuarta ideología
Katehon Federico Narváez Arza 31 de diciembre de 2016
"La Cuarta Teoría Política" de Aleksandr Dugin contrapuesta a "El fin de la historia" de Francis Fukuyama
Aleksandr Dugin es un eminente filósofo, politólogo, geopolítico y sociólogo de la Universidad Estatal de Moscú, muy influyente con el Presidente Vladímir Putin, los políticos del entorno gubernamental y los militares rusos. Sus principales obras: “Los Fundamentos de la Geopolítica”(1997); “La Cuarta Teoría Política”(2013); “Contra el Imperio”; “Reflexiones Contemporáneas”; “Eurasia-Rusia” (2012); nos dan una idea de su concepción de una nueva Ideología que nos ayudará a comprender la filosofía y acción política de la Rusia actual.
De todas maneras, lo principal a discutir son las ideas de Aleksandr Dugin, bastantes interesantes y de importancia global a medida que el Mundo Occidental parece estar colapsando. ¿Lo está? El fin de la civilización Occidental se predijo bastante tiempo atrás. ¿Cuánto tiempo tenemos que esperar? ¿Hay algo que tiene que suceder? ¿La Tercera Guerra Mundial? ¿Revolución Mundial? ¿Nada, significando el colapso como un proceso natural? Dugin dice que más bien cree que a corto plazo no pasará nada, nada en absoluto. “Eso es algo que es realmente terrible. La eternidad es el momento perpetuo del aburrimiento”. Al respecto recordemos que Heidegger estudió en su obra “Die Grundbegriffen der Metaphysik” (“Los Conceptos Fundamentales de la Metafísica”) el fenómeno del aburrimiento profundo como la función existencial del Dasein (ser humano en la existencia) moderno. El Gnóstico Basilides describió “el mundo DESPUÉS del fin” como completamente equilibrado, el mundo sin ningún acontecimiento. Eso no quiere decir que no haya más eventos; significa más bien que no vivimos los acontecimientos como eventos. El colapso es bien analizado por el escritor inglés Alex Kurtagic (Señor; Iron Sky Publishing; Londres, 2009).
El verdadero problema viene cuando nadie percibe que es un problema. Así que estamos aquí. Dugin piensa que el Occidente es el centro del aburrimiento. No explota, más bien implosiona cada vez más y más profundo. Dice en forma irónica “Tal vez tengan razón los que dicen que durará para siempre”. El fin del Mundo es la imposibilidad del Mundo a acabarse. El mundo sin fin ya no es más el mundo, es la suma de los fragmentos sin sentido del todo inexistente. Estamos viviendo en las hipótesis 6-9 de “Parménides” de Platón: hay multitudes (πολλα = polá), pero no hay ninguna unidad (εν = en). Tal mundo no puede existir según los Neoplatónicos. Dugin está bastante de acuerdo con ellos, no con los Medios de Comunicación y la cultura “prêt a porter” o con los intelectuales hegemónicos.
Dugin es muy prolífico y publicó muchos libros. Recordamos el primero que se publicó en el exterior, en 1999, sobre Conspiralogía. Nosotros nos preguntábamos si él creía en una conspiración global seria como Bilderberg/Masones/ Iluminati o cualquier otra que esté realmente pasando en este momento. Pero Dugin aclaró que la Conspiralogía es descrita por él como especie de sociología primitiva. Para la Sociología hay un punto muy importante: lo que la sociedad piensa sobre lo que está sucediendo a su alrededor es importante, no menos de lo que sucede realmente o lo que los expertos científicos piensan. Así que estudiando las Teorías de Conspiración estudiamos la mente de la gente, los mitos, la cultura, los miedos, las estructuras gnoseológicas y cognitivas. La gente cree en conspiraciones. Eso significa que “existen” o “subsisten” (de acuerdo a la ontología diferenciada de Alexius Meinong).
Se le considera como el padre del Eurasianismo (Eurasismo) y la Cuarta Teoría Política. Podemos explicar los fundamentos de sus ideas de la forma siguiente: el Eurasianismo no ve a Rusia como País sino como una Civilización. Por lo tanto, debe compararse no con países europeos o asiáticos, sino con Europa o el Islam o las civilizaciones hindúes. Rusia-Eurasia consiste en elementos modernos y premodernos, de culturas y etnias europeas y orientales. Esta identidad particular debe ser reconocida y reafirmada en el marco de un nuevo proyecto de integración. El Eurasismo niega la Universalidad de la Civilización Occidental y la Unidimensionalidad del Proceso Histórico (dirigida hacia el Liberalismo, la Democracia, los Derechos Humanos, la Economía de Mercado, y así sucesivamente). Hay diferentes culturas con diferentes antropologías, ontologías, valores, tiempos y espacios. El Occidente no es otra cosa que “el mundo hipertrofiado e insolente con megalomanía”; es el caso más abyecto del hybris (ηυβρισ = impureza, injuria, arrogancia, orgullo). La humanidad debe luchar contra Occidente con el fin de poner sus pretensiones en sus límites legítimos. El mundo debe convertirse en lo que es –la Provincia, el caso aislado histórico, la elección– no el destino universal y normativo o el objetivo común.
La Cuarta Teoría Política es la Teoría que afirma:
1) Las tres principales Ideologías Políticas Modernas: (Liberalismo,Comunismo/Socialismo,Fascismo/Nacionalsocia- lismo) ya no son adecuadas. Así que tenemos que descartarlas a todas (lo que significa: no más Liberalismo, Socialismo/Comunis mo, Fascismo/Nacionalsocialismo).
2) Necesitamos construir la Cuarta Teoría Política más allá, descartando a las tres, y debe ser esta vez no-moderna (puede ser post-moderna, puede ser pre-moderna).
3) El Sujeto de la Cuarta Teoría Política es el Dasein que Heidegger ha descripto en sus Obras: la forma específica de ser que corresponde al hombre es el «ser-ahí» Dasein, en cuanto se halla en cada caso abocado al mundo, lo cual define al «ser-ahí» como «ser-en-el-mundo» o «estar-en-el-mundo» (no el Individuo como en el Liberalismo; ni la Clase como en el Marxismo; ni la Raza/Estado como en el Nacionalsocialismo/ Fascismo). El Dasein debe ser liberado del modo inauténtico de la existencia.
4) El Dasein es plural y depende de la cultura, por lo que el mundo debe ser multipolar (cada cultura, etnia o religión tiene su propio Dasein; no son necesariamente contradictorios pero sí son diferentes).
5) Hace un llamado a la Revolución Mundial existencial de los Daseins. Daseins de las sociedades humanas unidas por la lucha contrahegemónica: en contra de la Globalización Occidental y el Universalismo Liberal, así como en contra de la dominación de Estados Unidos.
Aunque la “Unión Euroasiática” se estableció hace varios años (a comienzos de la década de 1990), ahora parece que está en el limbo, aunque se puede ver que la parte Oriental del mundo (China, Irán, etc.) es cada vez más fuerte mientras la Occidental se debilita. ¿Sucede así? ¿Cuál es la situación actual con la Unión Euroasiática y cuál puede ser la predicción para el futuro? Para Dugin, la “Unión Euroasiática” es la idea de varios intelectuales, incluido él, tomada por los Burócratas de Putin. Cree que “es la única manera de asegurar el futuro de Rusia y una condición indispensable para la Multipolaridad”. Rusia debe estar en el lado de las Potencias no Occidentales. Reconoce que hay muchos problemas con la “Unión Euroasiática”, objetiva y subjetivamente: la hegemonía de EE.U. y la quinta columna en Rusia la sabotean activamente, y la ineficacia de la Burocracia rusa empeora la situación. “No obstante, se llevará a cabo, porque debe hacerse”(sic).
En el Prefacio de su libro “La Cuarta Teoría Política” (Ediciones Nueva República. Torredembarra-Tarragona; España,2013) afirma:
[...] La Cuarta Teoría Política no es una invitación a un retorno a la sociedad tradicional, es decir, no es el Conservadurismo en el sentido convencional. Hay muchas características de nuestro pasado cronológico que son agradables y muchas que no lo son. Del mismo modo, las formas tradicionales de sociedad también son distintas unas de las otras. Por último, en las diferentes sociedades contemporáneas, las matrices étnicas y sociológicas, así como los contextos, también son diferentes unos de los otros. Por lo tanto, la Cuarta Teoría Política no debería imponer nada a nadie. Los partidarios de la Cuarta Teoría Política deben actuar paso a paso: la primera y más importante etapa es sostener el Dasein como el sujeto de nuestra teoría y la reversibilidad del tiempo. De esta manera, nos liberaríamos para el desarrollo de los preconceptos. Nosotros podemos definir varios preconceptos con respecto a la reversibilidad del tiempo y del Dasein/Traiectum, por lo tanto podemos definir varios conceptos políticos del tiempo. Y cada uno de ellos puede situarse en un proyecto político actual, de acuerdo con los principios de la Cuarta Teoría Política. […]
Nuestros análisis nos llevan a pensar que la actual crisis financiera mundial marca la conclusión de los daños causados por la ideología Liberal que, habiendo aparecido en la época de la Ilustración Occidental, ha dominado durante décadas la mayor parte del planeta. Las voces perturbadoras y las críticas comenzaron a finales del siglo pasado, con el surgimiento de fenómenos como la Globalización y el Unimundialismo. Estas críticas no sólo resonaban desde la oposición exterior –Conservadores, Marxistas y pueblos indígenas– sino que comenzaron en el campo de la Comunidad Occidental. Los investigadores notaron que el impacto de la Globalización moderna es una consecuencia del Liberalismo universal, que se opone a cualquier manifestación de distinciones. “El programa definitivo del Liberalismo es la aniquilación de toda distinción”. Por lo tanto, “el Liberalismo socava no sólo los fenómenos culturales, sino también el propio organismo social. La lógica del Liberalismo Occidental contemporáneo es la del mercado universal desprovisto de cualquier otra cultura que no sea el proceso de producción y consumo” (Gustav Massiah: “Quelle response a la Mondialisation”(¿Qué repuesta tiene la Mundialización?): en Aprés-demain; p. 199; 4 de Mayo, 1996).
La experiencia histórica ha demostrado que el “Mundo Liberal Occidental” ha tratado de imponer por la fuerza su voluntad sobre todos los demás. De acuerdo con esta idea, todos los sistemas públicos de la Tierra son variantes del sistema Liberal–Occidental como por ejemplo: la insistencia en que todos los Estados y pueblos deben adoptar el sistema Parlamentario Inglés de Westminster como “modelo universal”; independientemente de las antiguas tradiciones, estructuras sociales y jerarquías; y sus características distintivas deberían desaparecer antes de que se aproxime la conclusión de esta época del mundo (Ibídem:“Les Droits de l’Homme et le Nouvel Occidentalisme”(Los Derechos del Hombre y el nuevo Occidentalismo): en L’Homme et la Societé: p. 9; número especial, 1987). Jean Baudrillard afirma también que este no es un choque de civilizaciones, sino una resistencia casi innata entre una cultura universal homogénea y los que se resisten a la Globalización, en su obra Power Inferno (Poder Infernal) (París; Galilée, 2002).
Las ideologías universales: Aparte del Liberalismo dos ideologías más son conocidas por haber tratado de lograr la supremacía mundial: el Comunismo (es decir, el Marxismo en sus diversas vertientes) y el Fascismo/Nacionalsocialismo. “Como Alexander Gelyevich Dugin ha observado justamente, el Fascismo ha surgido después de las otras dos ideologías y ha desaparecido antes que ellas. Después de la desintegración de la URSS, el Marxismo, que nació en el siglo XIX, ha sido definitivamente desacreditado también”(Leonid Savin: “Necesidad de la Cuarta Ideología”). “El Liberalismo, basado principalmente en el individualismo y en una sociedad atomizada, en los derechos humanos y en el ‘Estado-Leviatán’ descrito por Hobbes, surgió debido a la bellum omnium contra omnes (La guerra de todos contra todos) y se ha mantenido durante mucho tiempo”(Ibídem).
Aquí es necesario analizar la relación de las ideologías mencionadas en los contextos de los momentos temporales y los loci (“propios de una cosa o un hecho”, del latín “loci a re”: como las causas, los efectos, el lugar, el momento... N.d.A.) de los cuales surgieron.
Sabemos que el Marxismo era una idea un tanto futurista: el Marxismo profetizó la futura victoria del Comunismo en un momento en que no obstante seguía siendo incierta. En este sentido es una doctrina mesiánica, vista la inevitabilidad de su victoria que se plasmaría en la culminación y el final del proceso histórico. Pero Marx era un falso profeta y la victoria nunca llegó.
El Nacionalsociaslismo y el Fascismo, por el contrario, trataron de recrear la abundancia de una mítica edad de oro, pero con una forma moderna. El Fascismo y el Nacionalsocialismo fueron tentativas para inaugurar un nuevo ciclo de tiempo, sentando las bases de una nueva civilización en las secuelas de lo que se consideraba como una decadencia cultural y la muerte de la Civilización Occidental (así probablemente la idea del Reich de los mil años). Esto fue abortado también.
El Liberalismo (como el Marxismo) proclamó “el fin de la historia”, más convincentemente descrito por Francis Fukuyama en “El Fin de la Historia y El Último Hombre”. La tan publicitada Tesis Neohegeliana que plantea Fukuyama se basa en dos conceptos esenciales: el primero, que la historia puede ser unidireccional, es decir, secular, no únicamente cíclica; y el segundo, que la fuente del movimiento histórico puede ser ideacional, lo cual implica una determinación de su proceso desde arriba hacia abajo, o sea, que las ideas son las que configuran las estructuras, en especial las Instituciones, y luego éstas movilizan las masas y el progreso material. Entonces –según esta Escuela de pensamiento– para el proceso causativo es importante que la Democracia Liberal que ha sido patrón de conducta de los EE.UU. desde sus inicios hasta nuestros días, es la que ha triunfado en todo el mundo y si ya no existen otros conceptos mejores ni decisivos que puedan ser imaginados, ciertamente la Historia ha terminado puesto que se ha llegado al punto final de la evolución ideológica de la humanidad y la universalización de la Democracia Liberal de Occidente como la forma última del Gobierno humano. Y esto, por supuesto, implica el fin de las ideologías. Tal fin, sin embargo, nunca ocurrió; y en su lugar tenemos un nomos (νόμος = lo convencional, la “ley”) como “la sociedad de la información”, compuesta de individuos atomizados egoístas, que consumen ávidamente los frutos de la tecno-cultura. Además, enormes colapsos económicos tienen lugar en todo el mundo; se producen conflictos violentos (muchas revueltas locales, pero también guerras de larga duración a escala internacional); y “así la decepción domina nuestro mundo en lugar de la universal utopía prometida en nombre del progreso” dice Clive Hamilton en Affluenza: When Too Much is Never Enough (Opulencia: Cuando demasiado mucho nunca es suficiente; NSW, Australia; Allen and Unwin, 2005). El célebre escritor iconoclasta norteamericano Henry Miller la describe más literariamente diciendo: “Riqueza estadística, felicidad estadística; pero nunca he conocido un hombre verdaderamente rico ni auténticamente feliz… Hombres anglosajones estúpidos. Hombres inquietos, pero no aventureros: han recorrido todo el orbe pero nunca se atrevieron a abrir las puertas que dan al alma; porque nunca han comprendido que la única y verdadera aventura es interior… Danzando en la copa de la Nada… caminando por la frías calles de Nueva York, con dinero en el bolsillo, o sin dinero, o con mucho dinero o con poco dinero, arrullado por el dinero, embrutecido por el dinero, ensoberbecido por el dinero, humillado por el dinero, o más dinero o menos dinero, ¡pero siempre Dinero, y nunca bastante! (“Trópico de Capricornio”; p. 55; Santiago Rueda. Editor; Buenos Aires, 1969).
Como el mismo Fukuyama lo reconoció, su tesis no era nueva y mucho antes grandes pensadores la habían expuesto, como Edward Shils y Seymour M. Lipset, y por supuesto, el primero: Hegel cuando afirmaba que en su sistema la opinión alcanzaba al final la condición de verdad y la Ideología se transformaba en Filosofía; y eso era el fin de la Historia porque en lo sucesivo resultaría imposible presentar una proposición filosófica que fuera al mismo tiempo “verdadera y nueva”, pues la Historia para Hegel puede ser entendida en el sentido más restringido de la “historia de la ideología” o la historia del pensamiento sobre principios primordiales. Por eso es bueno aclarar al lector no avisado en cuestiones filosóficas, que “el Fin de la Historia” no significa el fin de los sucesos del mundo, sino el fin de la evolución del pensamiento sobre esos principios primordiales. Pero Fukuyama mismo, contestando a sus críticos, terminó aceptando que “existen aún fuentes de rivalidad ideológica contra el Liberalismo moderno” como lo son: “los remanentes del Socialismo, el Fundamentalismo Islámico”, y los que considera como de mayor seriedad, “el Nacionalismo y el ‘Factor X’: alguna nueva Ideología que espera detrás del horizonte y de la cual aún no somos conscientes” (The National Interest; Núm. 18; N. York, 1989). Es lo que parece que ahora se ha dado con “La Cuarta ideología” y el Wahabismo enarbolado por el Estado Islámico (ISIS).
La “Cuarta Teoría Política” y el contexto del tiempo:
¿Cómo deben los expertos de la nueva “Cuarta Teoría Política” enmarcar sus análisis en el contexto de épocas de tiempo históricas? Debería ser mediante la unión con la eternidad que el teórico revolucionario-conservador Arthur Moeller van der Brück propugnó en su libro “Das Dritte Reich” (El Tercer Imperio): “Si los seres humanos se consideran ellos mismos y al pueblo al que pertenecen no como entidades momentáneas, temporales, sino con una “perspectiva de eternidad”, entonces se liberarán de las desastrosas consecuencias del enfoque Liberal de la vida humana, por el cual los seres humanos son considerados a partir de un punto de vista estrictamente temporal”. Si la premisa de A. Moeller van der Brück es alcanzada, tendremos una nueva Teoría Política cuyos frutos serán simultáneamente “tanto conservadores como portadores de los nuevos valores” que nuestro mundo necesita desesperadamente. Desde tal perspectiva histórica, es posible entender los vínculos entre el surgimiento de una Ideología dentro de una época histórica determinada, o lo que se ha llamado el zeitgeist o “espíritu de la época”.
El Fascismo y el Nacionalsocialismo vieron los cimientos de la historia en el Estado (fascismo) o la Raza (nacional socialismo hitleriano). Para el Marxismo era la Clase Obrera y las relaciones económicas entre las clases. El Liberalismo, en cambio, ve la historia en términos del Individuo atomizado separado de un complejo de herencia cultural y de contacto y comunicación inter-social. Sin embargo, nadie consideró como sujeto de la historia el Pueblo como Ser, con toda la riqueza de los vínculos interculturales, las tradiciones, las características étnicas y la visión del mundo.
“Si tenemos en cuenta diversas alternativas, países incluso nominalmente “Socialistas” han adoptado mecanismos liberales y modelos que expusieron a regiones con un modo de vida tradicional a la transformación acelerada, al deterioro o a la destrucción total. La destrucción del campesinado, la religión y los vínculos familiares por el Marxismo fueron manifestaciones de este desbaratamiento de las sociedades tradicionales orgánicas, ya sea en la China maoísta o en la URSS bajo Lenin y Trotsky”(L. Savin: ibídem).
Esta oposición fundamental a la Tradición, encarnada tanto por el Liberalismo como por el Marxismo, puede ser entendida por el método de análisis histórico considerado anteriormente: ambos, Marxismo y Liberalismo, surgieron del mismo zeitgeist; en el caso de estas Doctrinas: del espíritu del dinero.
Alternativas al Liberalismo:
Varios intentos de crear alternativas al “Neo-liberalismo” son ahora visibles: el Socialismo Libanés de la Jamahiriya; el Chiísmo político en Irán, donde el objetivo principal del Estado es la aceleración de la llegada del Mahdi; y la revisión del Socialismo en América Latina (las reformas en Bolivia son especialmente indicativas). Estas respuestas anti-liberales, sin embargo, se limitan dentro de las fronteras correspondientes, en un único Estado.
La antigua Grecia es la fuente de las Tres Teorías de la Filosofía Política. Es importante entender que al comienzo del pensamiento filosófico los griegos consideraban la cuestión primordial del Ser. Sin embargo, ellos se arriesgaron a ofuscarse en los matices de la más complicada relación entre ser y pensar, entre el “Ser puro” (Seyn) y “su expresión en la existencia” (Seiende), entre el ser humano (Dasein) y el ser en sí mismo (Sein) (Véase Martin Heidegger en estos términos). Por lo tanto, la renuncia al (neo) Liberalismo y la revisión de las viejas categorías y, tal vez, de la totalidad de la filosofía occidental, son necesarias. Debemos desarrollar una “nueva Ideología Política” que, según Alain de Benoist, será el nuevo (Cuarto) Nomos de la Tierra. El filósofo francés tiene razón al subrayar que “la reconsideración positiva de la identidad colectiva es necesaria, porque nuestro enemigo no es ‘el otro’, sino una Ideología que destruye todas las identidades” (“Contra el Liberalismo”: pp. 14-15; San Petersburgo, 2009).
Cabe señalar que tres oleadas de Globalización han sido los corolarios de las mencionadas Tres Teorías Políticas (Marxismo, Fascismo y Liberalismo). Como resultado, después de ello “necesitamos una nueva Teoría Política, que generaría la Cuarta Oleada: el restablecimiento de (todos) los pueblos con sus valores eternos. Y por supuesto, después de la necesaria consideración filosófica, la acción política debe continuar”( Leonid Savin: op. cit. locus citato et passim. Dirigente del “Movimiento Internacional Euroasiático”, Editor en Jefe de la “Geopolítica del Postmodernismo” Senior Expert en el Centro de Investigación Geopolítica, y Miembro del Centro de Estudios Clásicos de la Facultad de Sociología de la Universidad Estatal de Moscú).
Según su fundador, la Cuarta Teoría Política es una construcción volitiva de la tradición basada en la deconstrucción de la modernidad. Principalmente maneja el rechazo total a los tres sujetos de las tres teorías del siglo XX: rechazo del Individuo, Clase, y Raza/Estado-Nación, en el Liberalismo, el Comunismo y el Nacionalsocialismo/Fascismo, respectivamente. El Dasein (en alemán“ser-ahí”) de Heidegger se convierte en el sujeto de la Cuarta Teoría Política haciendo de ella una «estructura ontológica fundamental desarrollada en el campo de la antropología existencial». Además, la Cuarta Teoría Política, enfocada en la multipolaridad, va aún más allá que Heidegger y afirma la pluralidad del Dasein.
El Dasein-cultura-civilización-gran espacio-polo del mundo multipolar, presenta un contexto absolutamente diferente del pensamiento político. No hay ningún individuo ya que es abolido por el Dasein: en lugar del individuo hay un problema de existencia auténtica o no auténtica, es una opción das Mann o Selbst (el “Hombre cosificado” o “Él mismo”,“incluso”=que está incluido) es decir: la opción entre el Hombre solitario, atomizado, desarraigado, cosificado, o el Hombre en sí mismo, incluido en su pueblo con sus tradiciones, su estructura cultural, que escapa tanto a la Anomia (desculturización) como a la Atomia (desestructurización); ese es el fundamento de la Cuarta Teoría Política. “Una Clase y una Raza, así como un Estado (por lo menos, un Estado nacional burgués contemporáneo), constituyen construcciones antropológicas y ontológicas de la modernidad, versiones de Techne, Ge-Stell; y nosotros estamos diseñando una estructura política existencial” dice Alexander Dugin.
"Techne" es un término que, etimológicamente, deriva del griego τέχνη [griego antiguo:Tekne], que se traduce a menudo como "artesanía" o "arte". Como actividad, Techne es concreto, variable y dependiente del contexto. Como un observador ha argumentado, Techne “no estaba preocupado con la necesidad y eternas a priori verdades de los cosmos, ni con las a posteriori contingencias y exigencias de la ética y la política. [...] Por otra parte, se trataba de un tipo de conocimiento asociado con personas que estaban atadas a la necesidad. Es decir, Techne era operativa, principalmente en el ámbito doméstico, en la agricultura y la esclavitud, y no en el reino libre de las “Polis” griegas. “Ge-Stell” o “Gestell” es una palabra alemana usada por el Filósofo Martin Heidegger para describir lo que hay detrás o debajo de la moderna Tecnología. Este concepto se aplica a la exposición de Heidegger de la esencia de la tecnología. La conclusión sobre la esencia de la tecnología era que la tecnología está fundamentalmente en encuadre, formulación, construcción. En este sentido, la esencia de la Tecnología es Gestell. De hecho, “Gestell”, literalmente “encuadrado” (que en nuestro caso significa establecer o marcar los límites espaciales, temporales, culturales, económicos, políticos, legislativos, etc., que rodean algo o a alguien y determinan en parte sus características) es una visión exhaustiva de la Tecnología, no como un medio para un fin, sino un modo del ser humano en la existencia (Nota del Autor de este Artículo).
Por lo tanto, “todos los intentos de nuestros adversarios Liberales tendientes a desacreditar la Cuarta Teoría Política como ‘una nueva versión del Nacional-Socialismo’ no tienen fundamento, y representan sólo una reacción hostil debido a la aparición de un rival igual o superior y acciones estratégicas destinadas a eliminar el riesgo de colisión inminente con el enemigo”. Una vez más, nos gustaría hacer hincapié en que la Cuarta Teoría Política está más allá del alcance de las tres ideologías políticas, y que “una resistencia rígida al Liberalismo puede ser considerada como la única característica que le acerca a la Segunda y Tercera Teoría”. (Natella Speranskaya, Directora de Planificación Estratégica del “Movimiento Internacional Euroasiático”: La Cuarta Teoría Política y la “Otra Europa”; en “Autores”; Ediciones Nueva República; Tarragona, España, Abril de 2013).
CODA: Exceptuando el fuerte anti-Occidentalismo y la condena total a los EE.UU., notamos que la Cuarta Ideología del Eurasismo Nacionalista Multipolar, tiene bastante concomitancia con la ideología del NACIONALISMO REPUBLICANO que propugna el Coloradismo Paraguayo, como ser: su origen en el Conservadurismo Ideológico, el Nacionalismo a ultranza, el Republicanismo, la defensa irrestricta de la Tradición, los valores Religiosos, el rechazo del dominio del mundo por una sola Potencia (Paraguay fue víctima del Imperialismo Inglés y sus lacayos Liberales Sudamericanos en 1870), la reivindicación y elevación de los valores del “Ser Nacional”, la sociedad Policlasista, el rechazo al Marxismo y al Nazi/Fascismo, y la histórica condena total al LIBERALISMO, con un apego a la “Tercera Vía” de un “Estado Regulador” que escapa a la tesis NeoLiberal “Mercadocéntrica, como a la tesis de la extrema Izquierda “Estadocéntrica”; y otros más, como el amor entrañable al terruño, tal como lo expresara tan certeramente uno de los Filósofos más importantes de todos los tiempos: Martín Heidegger en sus Conferencias de 1925 “El actual combate por una visión del mundo histórica”, en las cuales Heidegger afirmó que para interrogarse sobre "el carácter del ser" es necesario un "suelo" (Boden) y que se requiere apropiarse de un pasado, allí donde sea posible “encontrar las raíces auténticas de nuestra existencia”. Continúa con “Ser y Tiempo” donde rechazó cualquier esclarecimiento de la existencia apoyado en culturas extranjeras, pues conduce a la pérdida del “suelo” y consideró que la existencia auténtica sólo se realiza como “destino común” de un pueblo. En el curso del invierno de 1934-1935, sobre la Germania de Hölderlin, Heidegger exclamó subrayando el texto editado: “La Patria es ‘el ser’ mismo” (Das Vaterland ist ‘das Seyn’ selbst). Y en la célebre Entrevista de 1966 a “Der Spiegel” declaró:
“Sé, por la experiencia e historia humanas, que todo lo esencial y grande sólo ha podido surgir cuando el hombre tenía una patria y estaba arraigado en una tradición”.--
CONTENIDO DEL LIBRO . “LA CUARTA TEORÍA POLÍTICA” (Ediciones Nueva República. Torredembarra-Tarragona; España, 2013).
Índice: PREFACIO a la edición en español...7. INTRODUCCIÓN de Alexander Dugin para la edición española…11. PREFACIO: LA CUARTA TEORÍA POLÍTICA: ¿SER O NO SER?...23. CAP.I: FINALES DEL SIGLO XX, EL FINAL DE LA ÉPOCA MODERNA…27. CAP.II: DASEIN COMO ACTOR...45. CAP.III: LA CRÍTICA DE LOS PROCESOS MONOTÓNICOS...73. CAP.IV: LA REVERSIBILIDAD DEL TIEMPO...87. CAP.V: TRANSICIÓN GLOBAL Y SUS ENEMIGOS …93. CAP.VI: CONSERVADURISMO Y POSTMODERNIDAD...107. CAP.VII: CIVILIZACIÓN COMO UN CONCEPTO IDEOLÓGICO...129. CAP.VIII: LA TRANSFORMACIÓN DE LA IZQUIERDA EN EL SIGLO XXI...153. CAP. IX: EL LIBERALISMO Y SUS METAMORFOSIS…173. CAP.X:LA ONTOLOGÌA DEL FUTURO …195. CAP.XI: LA NUEVA ANTROPOLOGÍA POLÍTICA: EL HOMBRE POLÍTICO Y SUS MUTACIONES…211. CAP.XII: CUARTA PRÁCTICA POLÍTICA…221. CAP.XIII: EL GÉNERO EN LA CUARTA TEORÍA POLÍTICA...231. CAP.XIV: CONTRA EL MUNDO POST-MODERNO...241. Apéndice: PROYECTO PARA UNA GRAN EUROPA.-
Aleksandr Dugin es un eminente filósofo, politólogo, geopolítico y sociólogo de la Universidad Estatal de Moscú, muy influyente con el Presidente Vladímir Putin, los políticos del entorno gubernamental y los militares rusos. Sus principales obras: “Los Fundamentos de la Geopolítica”(1997); “La Cuarta Teoría Política”(2013); “Contra el Imperio”; “Reflexiones Contemporáneas”; “Eurasia-Rusia” (2012); nos dan una idea de su concepción de una nueva Ideología que nos ayudará a comprender la filosofía y acción política de la Rusia actual.
De todas maneras, lo principal a discutir son las ideas de Aleksandr Dugin, bastantes interesantes y de importancia global a medida que el Mundo Occidental parece estar colapsando. ¿Lo está? El fin de la civilización Occidental se predijo bastante tiempo atrás. ¿Cuánto tiempo tenemos que esperar? ¿Hay algo que tiene que suceder? ¿La Tercera Guerra Mundial? ¿Revolución Mundial? ¿Nada, significando el colapso como un proceso natural? Dugin dice que más bien cree que a corto plazo no pasará nada, nada en absoluto. “Eso es algo que es realmente terrible. La eternidad es el momento perpetuo del aburrimiento”. Al respecto recordemos que Heidegger estudió en su obra “Die Grundbegriffen der Metaphysik” (“Los Conceptos Fundamentales de la Metafísica”) el fenómeno del aburrimiento profundo como la función existencial del Dasein (ser humano en la existencia) moderno. El Gnóstico Basilides describió “el mundo DESPUÉS del fin” como completamente equilibrado, el mundo sin ningún acontecimiento. Eso no quiere decir que no haya más eventos; significa más bien que no vivimos los acontecimientos como eventos. El colapso es bien analizado por el escritor inglés Alex Kurtagic (Señor; Iron Sky Publishing; Londres, 2009).
El verdadero problema viene cuando nadie percibe que es un problema. Así que estamos aquí. Dugin piensa que el Occidente es el centro del aburrimiento. No explota, más bien implosiona cada vez más y más profundo. Dice en forma irónica “Tal vez tengan razón los que dicen que durará para siempre”. El fin del Mundo es la imposibilidad del Mundo a acabarse. El mundo sin fin ya no es más el mundo, es la suma de los fragmentos sin sentido del todo inexistente. Estamos viviendo en las hipótesis 6-9 de “Parménides” de Platón: hay multitudes (πολλα = polá), pero no hay ninguna unidad (εν = en). Tal mundo no puede existir según los Neoplatónicos. Dugin está bastante de acuerdo con ellos, no con los Medios de Comunicación y la cultura “prêt a porter” o con los intelectuales hegemónicos.
Dugin es muy prolífico y publicó muchos libros. Recordamos el primero que se publicó en el exterior, en 1999, sobre Conspiralogía. Nosotros nos preguntábamos si él creía en una conspiración global seria como Bilderberg/Masones/ Iluminati o cualquier otra que esté realmente pasando en este momento. Pero Dugin aclaró que la Conspiralogía es descrita por él como especie de sociología primitiva. Para la Sociología hay un punto muy importante: lo que la sociedad piensa sobre lo que está sucediendo a su alrededor es importante, no menos de lo que sucede realmente o lo que los expertos científicos piensan. Así que estudiando las Teorías de Conspiración estudiamos la mente de la gente, los mitos, la cultura, los miedos, las estructuras gnoseológicas y cognitivas. La gente cree en conspiraciones. Eso significa que “existen” o “subsisten” (de acuerdo a la ontología diferenciada de Alexius Meinong).
Se le considera como el padre del Eurasianismo (Eurasismo) y la Cuarta Teoría Política. Podemos explicar los fundamentos de sus ideas de la forma siguiente: el Eurasianismo no ve a Rusia como País sino como una Civilización. Por lo tanto, debe compararse no con países europeos o asiáticos, sino con Europa o el Islam o las civilizaciones hindúes. Rusia-Eurasia consiste en elementos modernos y premodernos, de culturas y etnias europeas y orientales. Esta identidad particular debe ser reconocida y reafirmada en el marco de un nuevo proyecto de integración. El Eurasismo niega la Universalidad de la Civilización Occidental y la Unidimensionalidad del Proceso Histórico (dirigida hacia el Liberalismo, la Democracia, los Derechos Humanos, la Economía de Mercado, y así sucesivamente). Hay diferentes culturas con diferentes antropologías, ontologías, valores, tiempos y espacios. El Occidente no es otra cosa que “el mundo hipertrofiado e insolente con megalomanía”; es el caso más abyecto del hybris (ηυβρισ = impureza, injuria, arrogancia, orgullo). La humanidad debe luchar contra Occidente con el fin de poner sus pretensiones en sus límites legítimos. El mundo debe convertirse en lo que es –la Provincia, el caso aislado histórico, la elección– no el destino universal y normativo o el objetivo común.
La Cuarta Teoría Política es la Teoría que afirma:
1) Las tres principales Ideologías Políticas Modernas: (Liberalismo,Comunismo/Socialismo,Fascismo/Nacionalsocia- lismo) ya no son adecuadas. Así que tenemos que descartarlas a todas (lo que significa: no más Liberalismo, Socialismo/Comunis mo, Fascismo/Nacionalsocialismo).
2) Necesitamos construir la Cuarta Teoría Política más allá, descartando a las tres, y debe ser esta vez no-moderna (puede ser post-moderna, puede ser pre-moderna).
3) El Sujeto de la Cuarta Teoría Política es el Dasein que Heidegger ha descripto en sus Obras: la forma específica de ser que corresponde al hombre es el «ser-ahí» Dasein, en cuanto se halla en cada caso abocado al mundo, lo cual define al «ser-ahí» como «ser-en-el-mundo» o «estar-en-el-mundo» (no el Individuo como en el Liberalismo; ni la Clase como en el Marxismo; ni la Raza/Estado como en el Nacionalsocialismo/ Fascismo). El Dasein debe ser liberado del modo inauténtico de la existencia.
4) El Dasein es plural y depende de la cultura, por lo que el mundo debe ser multipolar (cada cultura, etnia o religión tiene su propio Dasein; no son necesariamente contradictorios pero sí son diferentes).
5) Hace un llamado a la Revolución Mundial existencial de los Daseins. Daseins de las sociedades humanas unidas por la lucha contrahegemónica: en contra de la Globalización Occidental y el Universalismo Liberal, así como en contra de la dominación de Estados Unidos.
Aunque la “Unión Euroasiática” se estableció hace varios años (a comienzos de la década de 1990), ahora parece que está en el limbo, aunque se puede ver que la parte Oriental del mundo (China, Irán, etc.) es cada vez más fuerte mientras la Occidental se debilita. ¿Sucede así? ¿Cuál es la situación actual con la Unión Euroasiática y cuál puede ser la predicción para el futuro? Para Dugin, la “Unión Euroasiática” es la idea de varios intelectuales, incluido él, tomada por los Burócratas de Putin. Cree que “es la única manera de asegurar el futuro de Rusia y una condición indispensable para la Multipolaridad”. Rusia debe estar en el lado de las Potencias no Occidentales. Reconoce que hay muchos problemas con la “Unión Euroasiática”, objetiva y subjetivamente: la hegemonía de EE.U. y la quinta columna en Rusia la sabotean activamente, y la ineficacia de la Burocracia rusa empeora la situación. “No obstante, se llevará a cabo, porque debe hacerse”(sic).
En el Prefacio de su libro “La Cuarta Teoría Política” (Ediciones Nueva República. Torredembarra-Tarragona; España,2013) afirma:
[...] La Cuarta Teoría Política no es una invitación a un retorno a la sociedad tradicional, es decir, no es el Conservadurismo en el sentido convencional. Hay muchas características de nuestro pasado cronológico que son agradables y muchas que no lo son. Del mismo modo, las formas tradicionales de sociedad también son distintas unas de las otras. Por último, en las diferentes sociedades contemporáneas, las matrices étnicas y sociológicas, así como los contextos, también son diferentes unos de los otros. Por lo tanto, la Cuarta Teoría Política no debería imponer nada a nadie. Los partidarios de la Cuarta Teoría Política deben actuar paso a paso: la primera y más importante etapa es sostener el Dasein como el sujeto de nuestra teoría y la reversibilidad del tiempo. De esta manera, nos liberaríamos para el desarrollo de los preconceptos. Nosotros podemos definir varios preconceptos con respecto a la reversibilidad del tiempo y del Dasein/Traiectum, por lo tanto podemos definir varios conceptos políticos del tiempo. Y cada uno de ellos puede situarse en un proyecto político actual, de acuerdo con los principios de la Cuarta Teoría Política. […]
Nuestros análisis nos llevan a pensar que la actual crisis financiera mundial marca la conclusión de los daños causados por la ideología Liberal que, habiendo aparecido en la época de la Ilustración Occidental, ha dominado durante décadas la mayor parte del planeta. Las voces perturbadoras y las críticas comenzaron a finales del siglo pasado, con el surgimiento de fenómenos como la Globalización y el Unimundialismo. Estas críticas no sólo resonaban desde la oposición exterior –Conservadores, Marxistas y pueblos indígenas– sino que comenzaron en el campo de la Comunidad Occidental. Los investigadores notaron que el impacto de la Globalización moderna es una consecuencia del Liberalismo universal, que se opone a cualquier manifestación de distinciones. “El programa definitivo del Liberalismo es la aniquilación de toda distinción”. Por lo tanto, “el Liberalismo socava no sólo los fenómenos culturales, sino también el propio organismo social. La lógica del Liberalismo Occidental contemporáneo es la del mercado universal desprovisto de cualquier otra cultura que no sea el proceso de producción y consumo” (Gustav Massiah: “Quelle response a la Mondialisation”(¿Qué repuesta tiene la Mundialización?): en Aprés-demain; p. 199; 4 de Mayo, 1996).
La experiencia histórica ha demostrado que el “Mundo Liberal Occidental” ha tratado de imponer por la fuerza su voluntad sobre todos los demás. De acuerdo con esta idea, todos los sistemas públicos de la Tierra son variantes del sistema Liberal–Occidental como por ejemplo: la insistencia en que todos los Estados y pueblos deben adoptar el sistema Parlamentario Inglés de Westminster como “modelo universal”; independientemente de las antiguas tradiciones, estructuras sociales y jerarquías; y sus características distintivas deberían desaparecer antes de que se aproxime la conclusión de esta época del mundo (Ibídem:“Les Droits de l’Homme et le Nouvel Occidentalisme”(Los Derechos del Hombre y el nuevo Occidentalismo): en L’Homme et la Societé: p. 9; número especial, 1987). Jean Baudrillard afirma también que este no es un choque de civilizaciones, sino una resistencia casi innata entre una cultura universal homogénea y los que se resisten a la Globalización, en su obra Power Inferno (Poder Infernal) (París; Galilée, 2002).
Las ideologías universales: Aparte del Liberalismo dos ideologías más son conocidas por haber tratado de lograr la supremacía mundial: el Comunismo (es decir, el Marxismo en sus diversas vertientes) y el Fascismo/Nacionalsocialismo. “Como Alexander Gelyevich Dugin ha observado justamente, el Fascismo ha surgido después de las otras dos ideologías y ha desaparecido antes que ellas. Después de la desintegración de la URSS, el Marxismo, que nació en el siglo XIX, ha sido definitivamente desacreditado también”(Leonid Savin: “Necesidad de la Cuarta Ideología”). “El Liberalismo, basado principalmente en el individualismo y en una sociedad atomizada, en los derechos humanos y en el ‘Estado-Leviatán’ descrito por Hobbes, surgió debido a la bellum omnium contra omnes (La guerra de todos contra todos) y se ha mantenido durante mucho tiempo”(Ibídem).
Aquí es necesario analizar la relación de las ideologías mencionadas en los contextos de los momentos temporales y los loci (“propios de una cosa o un hecho”, del latín “loci a re”: como las causas, los efectos, el lugar, el momento... N.d.A.) de los cuales surgieron.
Sabemos que el Marxismo era una idea un tanto futurista: el Marxismo profetizó la futura victoria del Comunismo en un momento en que no obstante seguía siendo incierta. En este sentido es una doctrina mesiánica, vista la inevitabilidad de su victoria que se plasmaría en la culminación y el final del proceso histórico. Pero Marx era un falso profeta y la victoria nunca llegó.
El Nacionalsociaslismo y el Fascismo, por el contrario, trataron de recrear la abundancia de una mítica edad de oro, pero con una forma moderna. El Fascismo y el Nacionalsocialismo fueron tentativas para inaugurar un nuevo ciclo de tiempo, sentando las bases de una nueva civilización en las secuelas de lo que se consideraba como una decadencia cultural y la muerte de la Civilización Occidental (así probablemente la idea del Reich de los mil años). Esto fue abortado también.
El Liberalismo (como el Marxismo) proclamó “el fin de la historia”, más convincentemente descrito por Francis Fukuyama en “El Fin de la Historia y El Último Hombre”. La tan publicitada Tesis Neohegeliana que plantea Fukuyama se basa en dos conceptos esenciales: el primero, que la historia puede ser unidireccional, es decir, secular, no únicamente cíclica; y el segundo, que la fuente del movimiento histórico puede ser ideacional, lo cual implica una determinación de su proceso desde arriba hacia abajo, o sea, que las ideas son las que configuran las estructuras, en especial las Instituciones, y luego éstas movilizan las masas y el progreso material. Entonces –según esta Escuela de pensamiento– para el proceso causativo es importante que la Democracia Liberal que ha sido patrón de conducta de los EE.UU. desde sus inicios hasta nuestros días, es la que ha triunfado en todo el mundo y si ya no existen otros conceptos mejores ni decisivos que puedan ser imaginados, ciertamente la Historia ha terminado puesto que se ha llegado al punto final de la evolución ideológica de la humanidad y la universalización de la Democracia Liberal de Occidente como la forma última del Gobierno humano. Y esto, por supuesto, implica el fin de las ideologías. Tal fin, sin embargo, nunca ocurrió; y en su lugar tenemos un nomos (νόμος = lo convencional, la “ley”) como “la sociedad de la información”, compuesta de individuos atomizados egoístas, que consumen ávidamente los frutos de la tecno-cultura. Además, enormes colapsos económicos tienen lugar en todo el mundo; se producen conflictos violentos (muchas revueltas locales, pero también guerras de larga duración a escala internacional); y “así la decepción domina nuestro mundo en lugar de la universal utopía prometida en nombre del progreso” dice Clive Hamilton en Affluenza: When Too Much is Never Enough (Opulencia: Cuando demasiado mucho nunca es suficiente; NSW, Australia; Allen and Unwin, 2005). El célebre escritor iconoclasta norteamericano Henry Miller la describe más literariamente diciendo: “Riqueza estadística, felicidad estadística; pero nunca he conocido un hombre verdaderamente rico ni auténticamente feliz… Hombres anglosajones estúpidos. Hombres inquietos, pero no aventureros: han recorrido todo el orbe pero nunca se atrevieron a abrir las puertas que dan al alma; porque nunca han comprendido que la única y verdadera aventura es interior… Danzando en la copa de la Nada… caminando por la frías calles de Nueva York, con dinero en el bolsillo, o sin dinero, o con mucho dinero o con poco dinero, arrullado por el dinero, embrutecido por el dinero, ensoberbecido por el dinero, humillado por el dinero, o más dinero o menos dinero, ¡pero siempre Dinero, y nunca bastante! (“Trópico de Capricornio”; p. 55; Santiago Rueda. Editor; Buenos Aires, 1969).
Como el mismo Fukuyama lo reconoció, su tesis no era nueva y mucho antes grandes pensadores la habían expuesto, como Edward Shils y Seymour M. Lipset, y por supuesto, el primero: Hegel cuando afirmaba que en su sistema la opinión alcanzaba al final la condición de verdad y la Ideología se transformaba en Filosofía; y eso era el fin de la Historia porque en lo sucesivo resultaría imposible presentar una proposición filosófica que fuera al mismo tiempo “verdadera y nueva”, pues la Historia para Hegel puede ser entendida en el sentido más restringido de la “historia de la ideología” o la historia del pensamiento sobre principios primordiales. Por eso es bueno aclarar al lector no avisado en cuestiones filosóficas, que “el Fin de la Historia” no significa el fin de los sucesos del mundo, sino el fin de la evolución del pensamiento sobre esos principios primordiales. Pero Fukuyama mismo, contestando a sus críticos, terminó aceptando que “existen aún fuentes de rivalidad ideológica contra el Liberalismo moderno” como lo son: “los remanentes del Socialismo, el Fundamentalismo Islámico”, y los que considera como de mayor seriedad, “el Nacionalismo y el ‘Factor X’: alguna nueva Ideología que espera detrás del horizonte y de la cual aún no somos conscientes” (The National Interest; Núm. 18; N. York, 1989). Es lo que parece que ahora se ha dado con “La Cuarta ideología” y el Wahabismo enarbolado por el Estado Islámico (ISIS).
La “Cuarta Teoría Política” y el contexto del tiempo:
¿Cómo deben los expertos de la nueva “Cuarta Teoría Política” enmarcar sus análisis en el contexto de épocas de tiempo históricas? Debería ser mediante la unión con la eternidad que el teórico revolucionario-conservador Arthur Moeller van der Brück propugnó en su libro “Das Dritte Reich” (El Tercer Imperio): “Si los seres humanos se consideran ellos mismos y al pueblo al que pertenecen no como entidades momentáneas, temporales, sino con una “perspectiva de eternidad”, entonces se liberarán de las desastrosas consecuencias del enfoque Liberal de la vida humana, por el cual los seres humanos son considerados a partir de un punto de vista estrictamente temporal”. Si la premisa de A. Moeller van der Brück es alcanzada, tendremos una nueva Teoría Política cuyos frutos serán simultáneamente “tanto conservadores como portadores de los nuevos valores” que nuestro mundo necesita desesperadamente. Desde tal perspectiva histórica, es posible entender los vínculos entre el surgimiento de una Ideología dentro de una época histórica determinada, o lo que se ha llamado el zeitgeist o “espíritu de la época”.
El Fascismo y el Nacionalsocialismo vieron los cimientos de la historia en el Estado (fascismo) o la Raza (nacional socialismo hitleriano). Para el Marxismo era la Clase Obrera y las relaciones económicas entre las clases. El Liberalismo, en cambio, ve la historia en términos del Individuo atomizado separado de un complejo de herencia cultural y de contacto y comunicación inter-social. Sin embargo, nadie consideró como sujeto de la historia el Pueblo como Ser, con toda la riqueza de los vínculos interculturales, las tradiciones, las características étnicas y la visión del mundo.
“Si tenemos en cuenta diversas alternativas, países incluso nominalmente “Socialistas” han adoptado mecanismos liberales y modelos que expusieron a regiones con un modo de vida tradicional a la transformación acelerada, al deterioro o a la destrucción total. La destrucción del campesinado, la religión y los vínculos familiares por el Marxismo fueron manifestaciones de este desbaratamiento de las sociedades tradicionales orgánicas, ya sea en la China maoísta o en la URSS bajo Lenin y Trotsky”(L. Savin: ibídem).
Esta oposición fundamental a la Tradición, encarnada tanto por el Liberalismo como por el Marxismo, puede ser entendida por el método de análisis histórico considerado anteriormente: ambos, Marxismo y Liberalismo, surgieron del mismo zeitgeist; en el caso de estas Doctrinas: del espíritu del dinero.
Alternativas al Liberalismo:
Varios intentos de crear alternativas al “Neo-liberalismo” son ahora visibles: el Socialismo Libanés de la Jamahiriya; el Chiísmo político en Irán, donde el objetivo principal del Estado es la aceleración de la llegada del Mahdi; y la revisión del Socialismo en América Latina (las reformas en Bolivia son especialmente indicativas). Estas respuestas anti-liberales, sin embargo, se limitan dentro de las fronteras correspondientes, en un único Estado.
La antigua Grecia es la fuente de las Tres Teorías de la Filosofía Política. Es importante entender que al comienzo del pensamiento filosófico los griegos consideraban la cuestión primordial del Ser. Sin embargo, ellos se arriesgaron a ofuscarse en los matices de la más complicada relación entre ser y pensar, entre el “Ser puro” (Seyn) y “su expresión en la existencia” (Seiende), entre el ser humano (Dasein) y el ser en sí mismo (Sein) (Véase Martin Heidegger en estos términos). Por lo tanto, la renuncia al (neo) Liberalismo y la revisión de las viejas categorías y, tal vez, de la totalidad de la filosofía occidental, son necesarias. Debemos desarrollar una “nueva Ideología Política” que, según Alain de Benoist, será el nuevo (Cuarto) Nomos de la Tierra. El filósofo francés tiene razón al subrayar que “la reconsideración positiva de la identidad colectiva es necesaria, porque nuestro enemigo no es ‘el otro’, sino una Ideología que destruye todas las identidades” (“Contra el Liberalismo”: pp. 14-15; San Petersburgo, 2009).
Cabe señalar que tres oleadas de Globalización han sido los corolarios de las mencionadas Tres Teorías Políticas (Marxismo, Fascismo y Liberalismo). Como resultado, después de ello “necesitamos una nueva Teoría Política, que generaría la Cuarta Oleada: el restablecimiento de (todos) los pueblos con sus valores eternos. Y por supuesto, después de la necesaria consideración filosófica, la acción política debe continuar”( Leonid Savin: op. cit. locus citato et passim. Dirigente del “Movimiento Internacional Euroasiático”, Editor en Jefe de la “Geopolítica del Postmodernismo” Senior Expert en el Centro de Investigación Geopolítica, y Miembro del Centro de Estudios Clásicos de la Facultad de Sociología de la Universidad Estatal de Moscú).
Según su fundador, la Cuarta Teoría Política es una construcción volitiva de la tradición basada en la deconstrucción de la modernidad. Principalmente maneja el rechazo total a los tres sujetos de las tres teorías del siglo XX: rechazo del Individuo, Clase, y Raza/Estado-Nación, en el Liberalismo, el Comunismo y el Nacionalsocialismo/Fascismo, respectivamente. El Dasein (en alemán“ser-ahí”) de Heidegger se convierte en el sujeto de la Cuarta Teoría Política haciendo de ella una «estructura ontológica fundamental desarrollada en el campo de la antropología existencial». Además, la Cuarta Teoría Política, enfocada en la multipolaridad, va aún más allá que Heidegger y afirma la pluralidad del Dasein.
El Dasein-cultura-civilización-gran espacio-polo del mundo multipolar, presenta un contexto absolutamente diferente del pensamiento político. No hay ningún individuo ya que es abolido por el Dasein: en lugar del individuo hay un problema de existencia auténtica o no auténtica, es una opción das Mann o Selbst (el “Hombre cosificado” o “Él mismo”,“incluso”=que está incluido) es decir: la opción entre el Hombre solitario, atomizado, desarraigado, cosificado, o el Hombre en sí mismo, incluido en su pueblo con sus tradiciones, su estructura cultural, que escapa tanto a la Anomia (desculturización) como a la Atomia (desestructurización); ese es el fundamento de la Cuarta Teoría Política. “Una Clase y una Raza, así como un Estado (por lo menos, un Estado nacional burgués contemporáneo), constituyen construcciones antropológicas y ontológicas de la modernidad, versiones de Techne, Ge-Stell; y nosotros estamos diseñando una estructura política existencial” dice Alexander Dugin.
"Techne" es un término que, etimológicamente, deriva del griego τέχνη [griego antiguo:Tekne], que se traduce a menudo como "artesanía" o "arte". Como actividad, Techne es concreto, variable y dependiente del contexto. Como un observador ha argumentado, Techne “no estaba preocupado con la necesidad y eternas a priori verdades de los cosmos, ni con las a posteriori contingencias y exigencias de la ética y la política. [...] Por otra parte, se trataba de un tipo de conocimiento asociado con personas que estaban atadas a la necesidad. Es decir, Techne era operativa, principalmente en el ámbito doméstico, en la agricultura y la esclavitud, y no en el reino libre de las “Polis” griegas. “Ge-Stell” o “Gestell” es una palabra alemana usada por el Filósofo Martin Heidegger para describir lo que hay detrás o debajo de la moderna Tecnología. Este concepto se aplica a la exposición de Heidegger de la esencia de la tecnología. La conclusión sobre la esencia de la tecnología era que la tecnología está fundamentalmente en encuadre, formulación, construcción. En este sentido, la esencia de la Tecnología es Gestell. De hecho, “Gestell”, literalmente “encuadrado” (que en nuestro caso significa establecer o marcar los límites espaciales, temporales, culturales, económicos, políticos, legislativos, etc., que rodean algo o a alguien y determinan en parte sus características) es una visión exhaustiva de la Tecnología, no como un medio para un fin, sino un modo del ser humano en la existencia (Nota del Autor de este Artículo).
Por lo tanto, “todos los intentos de nuestros adversarios Liberales tendientes a desacreditar la Cuarta Teoría Política como ‘una nueva versión del Nacional-Socialismo’ no tienen fundamento, y representan sólo una reacción hostil debido a la aparición de un rival igual o superior y acciones estratégicas destinadas a eliminar el riesgo de colisión inminente con el enemigo”. Una vez más, nos gustaría hacer hincapié en que la Cuarta Teoría Política está más allá del alcance de las tres ideologías políticas, y que “una resistencia rígida al Liberalismo puede ser considerada como la única característica que le acerca a la Segunda y Tercera Teoría”. (Natella Speranskaya, Directora de Planificación Estratégica del “Movimiento Internacional Euroasiático”: La Cuarta Teoría Política y la “Otra Europa”; en “Autores”; Ediciones Nueva República; Tarragona, España, Abril de 2013).
CODA: Exceptuando el fuerte anti-Occidentalismo y la condena total a los EE.UU., notamos que la Cuarta Ideología del Eurasismo Nacionalista Multipolar, tiene bastante concomitancia con la ideología del NACIONALISMO REPUBLICANO que propugna el Coloradismo Paraguayo, como ser: su origen en el Conservadurismo Ideológico, el Nacionalismo a ultranza, el Republicanismo, la defensa irrestricta de la Tradición, los valores Religiosos, el rechazo del dominio del mundo por una sola Potencia (Paraguay fue víctima del Imperialismo Inglés y sus lacayos Liberales Sudamericanos en 1870), la reivindicación y elevación de los valores del “Ser Nacional”, la sociedad Policlasista, el rechazo al Marxismo y al Nazi/Fascismo, y la histórica condena total al LIBERALISMO, con un apego a la “Tercera Vía” de un “Estado Regulador” que escapa a la tesis NeoLiberal “Mercadocéntrica, como a la tesis de la extrema Izquierda “Estadocéntrica”; y otros más, como el amor entrañable al terruño, tal como lo expresara tan certeramente uno de los Filósofos más importantes de todos los tiempos: Martín Heidegger en sus Conferencias de 1925 “El actual combate por una visión del mundo histórica”, en las cuales Heidegger afirmó que para interrogarse sobre "el carácter del ser" es necesario un "suelo" (Boden) y que se requiere apropiarse de un pasado, allí donde sea posible “encontrar las raíces auténticas de nuestra existencia”. Continúa con “Ser y Tiempo” donde rechazó cualquier esclarecimiento de la existencia apoyado en culturas extranjeras, pues conduce a la pérdida del “suelo” y consideró que la existencia auténtica sólo se realiza como “destino común” de un pueblo. En el curso del invierno de 1934-1935, sobre la Germania de Hölderlin, Heidegger exclamó subrayando el texto editado: “La Patria es ‘el ser’ mismo” (Das Vaterland ist ‘das Seyn’ selbst). Y en la célebre Entrevista de 1966 a “Der Spiegel” declaró:
“Sé, por la experiencia e historia humanas, que todo lo esencial y grande sólo ha podido surgir cuando el hombre tenía una patria y estaba arraigado en una tradición”.--
CONTENIDO DEL LIBRO . “LA CUARTA TEORÍA POLÍTICA” (Ediciones Nueva República. Torredembarra-Tarragona; España, 2013).
Índice: PREFACIO a la edición en español...7. INTRODUCCIÓN de Alexander Dugin para la edición española…11. PREFACIO: LA CUARTA TEORÍA POLÍTICA: ¿SER O NO SER?...23. CAP.I: FINALES DEL SIGLO XX, EL FINAL DE LA ÉPOCA MODERNA…27. CAP.II: DASEIN COMO ACTOR...45. CAP.III: LA CRÍTICA DE LOS PROCESOS MONOTÓNICOS...73. CAP.IV: LA REVERSIBILIDAD DEL TIEMPO...87. CAP.V: TRANSICIÓN GLOBAL Y SUS ENEMIGOS …93. CAP.VI: CONSERVADURISMO Y POSTMODERNIDAD...107. CAP.VII: CIVILIZACIÓN COMO UN CONCEPTO IDEOLÓGICO...129. CAP.VIII: LA TRANSFORMACIÓN DE LA IZQUIERDA EN EL SIGLO XXI...153. CAP. IX: EL LIBERALISMO Y SUS METAMORFOSIS…173. CAP.X:LA ONTOLOGÌA DEL FUTURO …195. CAP.XI: LA NUEVA ANTROPOLOGÍA POLÍTICA: EL HOMBRE POLÍTICO Y SUS MUTACIONES…211. CAP.XII: CUARTA PRÁCTICA POLÍTICA…221. CAP.XIII: EL GÉNERO EN LA CUARTA TEORÍA POLÍTICA...231. CAP.XIV: CONTRA EL MUNDO POST-MODERNO...241. Apéndice: PROYECTO PARA UNA GRAN EUROPA.-