La venganza de Erdogan: Turquía publica el número y localización de todas las bases de EEUU en Siria
Al Manar 20 de julio de 2017
Irritado por el apoyo norteamericano a los kurdos en Siria, el gobierno de Ankara ha decidido vengarse. La agencia oficial de noticias de Turquía, Anadolu, ha divulgado las localizaciones de 10 bases militares norteamericanas en el norte de Siria, donde Washington está llevando a cabo una operación para combatir allí al EI y tomar su autoproclamada capital, Raqqa.
La lista publicada por la agencia de prensa Anadolu muestra una presencia norteamericana de un extremo a otro de la región kurda siria – una distancia de unos 320 kms. La agencia Anadolu incluso enumera el número de tropas estadounidenses en cada una de las localizaciones.
Turquía ha criticado abiertamente a la Administración Trump -y a la Administración Obama antes de ella- por apoyar a la milicia kurda, las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG), vinculadas al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un movimiento terrorista que busca la independencia del Sudeste de Turquía, de mayoría kurda. Para camuflar el apoyo a las YPG, EEUU creó las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias, que cuenta con un pequeño componente árabe, pero los turcos no se dejaron engañar.
Aunque el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, expresa regularmente su ira contra EEUU, resulta inusual para un país de la OTAN revelar detalles de un despliegue militar de EEUU durante las operaciones activas en una zona de guerra. Sin embargo, el despliegue de EEUU en Siria es inusual porque se realiza en contra del gobierno del país donde se realiza, Siria, lo cual constituye una grosera violación del Derecho Internacional y la soberanía de Siria. Además, las entregas de armas a la milicia kurda violan la seguridad nacional de Turquía, según el gobierno de Erdogan.
Según la agencia Anadolu, EEUU tiene dos bases, la de Rameilan, en el norte de la provincia de Hasaka, y Jarab Ishaq, cerca de Kobani, en la provincia de Alepo. La primera es lo bastante grande como para que aterricen aviones de transporte mientras que la segunda es utilizada sólo por helicópteros.
Las otras ocho bases más pequeñas o puestos avanzados se esconden a menudo detrás de señales de advertencia de “área prohibida” y son usadas para propósitos militares, como atacar con artillería la ciudad de Raqqa, o para actividades como el entrenamiento o el planeamiento operativo. Estas bases contienen piezas de artillería, lanzacohetes múltiples, equipos móviles para actividades de inteligencia y vehículos blindados norteamericanos. Anadolu incluso da el número de miembros de las Fuerzas Especiales de EEUU que están estacionados en esas bases.
Hay tres bases militares norteamericanas en la provincia de Raqqa, señala Anadolu, y las Fuerzas Especiales francesas están situadas en dos de ellas. Una de ellas sirve como centro de comunicación para la coalición contra el EI liderada por EEUU.
En Manbij, que las milicias de la YPG tomaron el pasado agosto, EEUU tiene ahora dos bases cuyo objetivo es proteger a estas últimas del Ejército de Turquía y de las milicias del Ejército Sirio Libre que operan bajo control turco.
Esta publicación provocará, sin duda, la ira del Ejército de EEUU, que está liderando las operaciones kurdas contra el EI. El coronel Joe Scroccam, director de Asuntos Públicos de la coalición, dijo que “las discusiones sobre números y localizaciones específicas podría poner en peligro a las fuerzas de la coalición y sus socios”. En este sentido, pidió al diario The Daily Beast, que no reproduzca todo el contenido del informe de Anadolu.
Sin embargo, la agencia Anadolu, que publicó el lunes el informe en turco, lo hizo al día siguiente en inglés asegurando así su difusión internacional.
La lista publicada por la agencia de prensa Anadolu muestra una presencia norteamericana de un extremo a otro de la región kurda siria – una distancia de unos 320 kms. La agencia Anadolu incluso enumera el número de tropas estadounidenses en cada una de las localizaciones.
Turquía ha criticado abiertamente a la Administración Trump -y a la Administración Obama antes de ella- por apoyar a la milicia kurda, las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG), vinculadas al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un movimiento terrorista que busca la independencia del Sudeste de Turquía, de mayoría kurda. Para camuflar el apoyo a las YPG, EEUU creó las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias, que cuenta con un pequeño componente árabe, pero los turcos no se dejaron engañar.
Aunque el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, expresa regularmente su ira contra EEUU, resulta inusual para un país de la OTAN revelar detalles de un despliegue militar de EEUU durante las operaciones activas en una zona de guerra. Sin embargo, el despliegue de EEUU en Siria es inusual porque se realiza en contra del gobierno del país donde se realiza, Siria, lo cual constituye una grosera violación del Derecho Internacional y la soberanía de Siria. Además, las entregas de armas a la milicia kurda violan la seguridad nacional de Turquía, según el gobierno de Erdogan.
Según la agencia Anadolu, EEUU tiene dos bases, la de Rameilan, en el norte de la provincia de Hasaka, y Jarab Ishaq, cerca de Kobani, en la provincia de Alepo. La primera es lo bastante grande como para que aterricen aviones de transporte mientras que la segunda es utilizada sólo por helicópteros.
Las otras ocho bases más pequeñas o puestos avanzados se esconden a menudo detrás de señales de advertencia de “área prohibida” y son usadas para propósitos militares, como atacar con artillería la ciudad de Raqqa, o para actividades como el entrenamiento o el planeamiento operativo. Estas bases contienen piezas de artillería, lanzacohetes múltiples, equipos móviles para actividades de inteligencia y vehículos blindados norteamericanos. Anadolu incluso da el número de miembros de las Fuerzas Especiales de EEUU que están estacionados en esas bases.
Hay tres bases militares norteamericanas en la provincia de Raqqa, señala Anadolu, y las Fuerzas Especiales francesas están situadas en dos de ellas. Una de ellas sirve como centro de comunicación para la coalición contra el EI liderada por EEUU.
En Manbij, que las milicias de la YPG tomaron el pasado agosto, EEUU tiene ahora dos bases cuyo objetivo es proteger a estas últimas del Ejército de Turquía y de las milicias del Ejército Sirio Libre que operan bajo control turco.
Esta publicación provocará, sin duda, la ira del Ejército de EEUU, que está liderando las operaciones kurdas contra el EI. El coronel Joe Scroccam, director de Asuntos Públicos de la coalición, dijo que “las discusiones sobre números y localizaciones específicas podría poner en peligro a las fuerzas de la coalición y sus socios”. En este sentido, pidió al diario The Daily Beast, que no reproduzca todo el contenido del informe de Anadolu.
Sin embargo, la agencia Anadolu, que publicó el lunes el informe en turco, lo hizo al día siguiente en inglés asegurando así su difusión internacional.