‘Príncipe oscuro’, responsable de operaciones antiraníes de CIA
Hispan TV 2 de junio de 2017
La Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) designa a Michael D’Andrea como responsable de sus operaciones contra Irán.
De acuerdo con funcionarios en ejercicio y retirados de la inteligencia estadounidense, la designación de D'Andrea, conocido como “el príncipe oscuro”, es la primera señal más importante de que el Gobierno de Donald Trump ha adoptado un enfoque duro contra Irán. El nuevo papel de D'Andrea, consideran, es una de que, bajo la dirección de Mike Pompeo, la CIA realizará actividades de espionaje de manera más agresiva.
“Irán ha sido uno de los objetivos más difíciles para la CIA. La agencia tiene un acceso limitado al país ―no hay abierta ninguna embajada estadounidense para proporcionar cobertura diplomática― y los servicios de inteligencia de Irán han tratado de contrarrestar el espionaje y las operaciones clandestinas estadounidenses”, explica este viernes el diario The New York Times.
La CIA ha rechazado comentar el papel asignado a D'Andrea, añadiendo que no discute con nadie la identidad ni la responsabilidad de sus agentes secretos. Las fuentes que han revelado la designación lo hicieron a condición de permanecer en el anonimato, porque D'Andrea sigue siendo agente secreto, como muchos funcionarios de alto rango de la agencia, indica el diario.
“(Él) puede liderar un programa muy agresivo con inteligencia”, ha dicho Robert Eatinger, un antiguo abogado de la CIA que estuvo muy implicado en el programa de drones de la agencia.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, D'Andrea fue muy activo en el programa de detención y torturas a muchos sospechosos. A principios de 2006, fue reclutado por el Centro de Contraterrorismo de la agencia para “cazar” a personas que ponían en peligro los intereses de EE.UU. como Imad Mugniyah, uno de los altos mandos del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) --finalmente asesinado en Damasco, capital siria—.
Desde que Trump asumió el poder, Washington se ha esforzado para intensificar su presión diplomática y económica contra Irán. En el caso más reciente, el mandatario afirmó en Riad (la capital de Arabia Saudí) que "Teherán apoya a los grupos terroristas de Oriente medio".
Por su parte, las autoridades iraníes denuncian que los estadounidenses tratan de cambiar el Sistema del país persa mediante presiones, pero destacan que el pueblo iraní no solo no retrocederá ni un paso respecto a sus ideales, sino que está dispuesto a contrarrestar cualquiera amenaza.
alg/mla/ftm/mrk
De acuerdo con funcionarios en ejercicio y retirados de la inteligencia estadounidense, la designación de D'Andrea, conocido como “el príncipe oscuro”, es la primera señal más importante de que el Gobierno de Donald Trump ha adoptado un enfoque duro contra Irán. El nuevo papel de D'Andrea, consideran, es una de que, bajo la dirección de Mike Pompeo, la CIA realizará actividades de espionaje de manera más agresiva.
“Irán ha sido uno de los objetivos más difíciles para la CIA. La agencia tiene un acceso limitado al país ―no hay abierta ninguna embajada estadounidense para proporcionar cobertura diplomática― y los servicios de inteligencia de Irán han tratado de contrarrestar el espionaje y las operaciones clandestinas estadounidenses”, explica este viernes el diario The New York Times.
La CIA ha rechazado comentar el papel asignado a D'Andrea, añadiendo que no discute con nadie la identidad ni la responsabilidad de sus agentes secretos. Las fuentes que han revelado la designación lo hicieron a condición de permanecer en el anonimato, porque D'Andrea sigue siendo agente secreto, como muchos funcionarios de alto rango de la agencia, indica el diario.
“(Él) puede liderar un programa muy agresivo con inteligencia”, ha dicho Robert Eatinger, un antiguo abogado de la CIA que estuvo muy implicado en el programa de drones de la agencia.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, D'Andrea fue muy activo en el programa de detención y torturas a muchos sospechosos. A principios de 2006, fue reclutado por el Centro de Contraterrorismo de la agencia para “cazar” a personas que ponían en peligro los intereses de EE.UU. como Imad Mugniyah, uno de los altos mandos del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) --finalmente asesinado en Damasco, capital siria—.
Desde que Trump asumió el poder, Washington se ha esforzado para intensificar su presión diplomática y económica contra Irán. En el caso más reciente, el mandatario afirmó en Riad (la capital de Arabia Saudí) que "Teherán apoya a los grupos terroristas de Oriente medio".
Por su parte, las autoridades iraníes denuncian que los estadounidenses tratan de cambiar el Sistema del país persa mediante presiones, pero destacan que el pueblo iraní no solo no retrocederá ni un paso respecto a sus ideales, sino que está dispuesto a contrarrestar cualquiera amenaza.
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