Milicianos kurdos cultivan drogas en Siria bajo vigilancia de EEUU
Hispan TV 5 de octubre de 2018
Un puesto militar de EE.UU. en el norte de Siria.
En algunas partes de Siria se están realizando actividades de cultivo y tráfico de drogas bajo la atenta mirada de Estados Unidos, según un informe.
Yeni Safak publicó el jueves que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo) lleva a cabo bajo la atenta vigilancia de EE.UU. actividades de cultivo y tráfico de drogas en las regiones que tiene bajo su control en Siria, tras apoderarse de miles de hectáreas de tierras de cultivo en Al-Raqa (norte), Al-Hasaka (noreste) y Deir Ezzor (este).
La primera de estas tres provincias sirias se ha convertido, con 120 hectáreas de tierras de cultivo, en parte integral de un proyecto especial para promover el uso y venta de drogas, indica el diario turco.
“Hay cuatro grandes granjas de drogas a las que nadie tiene acceso cerca de las bases de Estados Unidos (…). A veces, van allí vehículos blindados de Estados Unidos y se quedan por un tiempo”, dice un habitante de Al-Raqa citado por el rotativo.
A continuación, el lugareño señala que el PKK (al que Ankara considera organización terrorista) usa las drogas como medio para lograr adhesiones de combatientes. “Primero los convierten en adictos, luego los reclutan para las filas del PKK”, sostiene.
Además, el informante precisa que en áreas ocupadas por el Partido de la Unión Democrática (PYD, por sus siglas en kurdo), incluidas incluían miles de hectáreas en las que se cultivaba la mayor parte de la producción agrícola siria antes de que empezara la crisis en 2011, se ha sembrado cannabis.
El Gobierno de Damasco, que está cerca de acabar definitivamente con los grupos terroristas y rebeldes gracias a la ayuda de Irán y Rusia, denuncia como ilegal la presencia militar de EE.UU. en su territorio y advierte de que el verdadero objetivo de Washington no es luchar contra los terroristas, sino fragmentar el país y apoderarse de sus riquezas.
Siria no es el único país en el que EE.UU. fomenta el cultivo de drogas. Pese a que el terrorismo y las drogas fueron las principales excusas de EE.UU. y sus aliados para invadir Afganistán, un repaso breve de las últimas dos décadas del país centroasiático indica claramente que la invasión de Washington y sus aliados resucitó el mercado del opio, que estaba prácticamente erradicado en vísperas de la guerra.
ftn/mla/snz/alg
Yeni Safak publicó el jueves que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo) lleva a cabo bajo la atenta vigilancia de EE.UU. actividades de cultivo y tráfico de drogas en las regiones que tiene bajo su control en Siria, tras apoderarse de miles de hectáreas de tierras de cultivo en Al-Raqa (norte), Al-Hasaka (noreste) y Deir Ezzor (este).
La primera de estas tres provincias sirias se ha convertido, con 120 hectáreas de tierras de cultivo, en parte integral de un proyecto especial para promover el uso y venta de drogas, indica el diario turco.
“Hay cuatro grandes granjas de drogas a las que nadie tiene acceso cerca de las bases de Estados Unidos (…). A veces, van allí vehículos blindados de Estados Unidos y se quedan por un tiempo”, dice un habitante de Al-Raqa citado por el rotativo.
A continuación, el lugareño señala que el PKK (al que Ankara considera organización terrorista) usa las drogas como medio para lograr adhesiones de combatientes. “Primero los convierten en adictos, luego los reclutan para las filas del PKK”, sostiene.
Además, el informante precisa que en áreas ocupadas por el Partido de la Unión Democrática (PYD, por sus siglas en kurdo), incluidas incluían miles de hectáreas en las que se cultivaba la mayor parte de la producción agrícola siria antes de que empezara la crisis en 2011, se ha sembrado cannabis.
El Gobierno de Damasco, que está cerca de acabar definitivamente con los grupos terroristas y rebeldes gracias a la ayuda de Irán y Rusia, denuncia como ilegal la presencia militar de EE.UU. en su territorio y advierte de que el verdadero objetivo de Washington no es luchar contra los terroristas, sino fragmentar el país y apoderarse de sus riquezas.
Siria no es el único país en el que EE.UU. fomenta el cultivo de drogas. Pese a que el terrorismo y las drogas fueron las principales excusas de EE.UU. y sus aliados para invadir Afganistán, un repaso breve de las últimas dos décadas del país centroasiático indica claramente que la invasión de Washington y sus aliados resucitó el mercado del opio, que estaba prácticamente erradicado en vísperas de la guerra.
ftn/mla/snz/alg