Operación contra Venezuela (I)
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“Estados Unidos busca una intervención multilateral en Venezuela”, revela informe del Comando Sur
Cubadebate 16 de mayo de 2017
“Con los factores políticos de la MUD (coalición opositora venezolana) hemos venido acordando una agenda común, que incluye un escenario abrupto que puede combinar acciones callejeras y el empleo dosificado de la violencia armada bajo un enfoque de cerco y asfixia”, dice el extracto del informe que el almirante Kurt Tidd, jefe del Comando Sur, envió a la Comisión de Servicios Armados del Senado estadounidense.
Los detalles del documento los reveló el experimentado periodista venezolano Eleazar Díaz Rangel. El militar estadounidense asegura que sus “socios más cercanos de la MUD”, se comprometieron a utilizar su mayoría parlamentaria en la Asamblea Nacional “para obstruir la gobernanza, convocar eventos y movilizaciones, interpelar a gobernantes, negar créditos, derogar leyes”, aseguró el director del diario Últimas Noticias.
Fase 2 de la operación
En el mismo informe, Tidd explica a los senadores que “en la situación militar no podemos actuar ahora abiertamente, con las fuerzas especiales aquí presentes (en el Comando Sur)”, por ello los urge a concretar lo anteriormente planificado “para la fase 2 (tenazas) de la operación”.
Para Díaz Rangel, la articulación del Comando Sur con los partidos opositores es lo que hace entender “el indefinido desarrollo de esas acciones vandálicas y armadas, y la confianza en que es ahora o nunca”.
El ministro de la Defensa de Venezuela, el general Vladimir Padrino López, quien recientemente explicó que el país está enfrentando una guerra de cuarta generación, difundió el artículo de Díaz Rangel en su cuenta de Twitter, recomendando su lectura a la población venezolana.
Posibilidades de intervención
Eleazar Díaz Rangel estima que Estados Unidos no se arriesgará con una intervención directa contra la nación suramericana.
“En mi opinión, aquí no se va a producir una acción militar directa. Estados Unidos busca una intervención multilateral en Venezuela. De allí las conversaciones de Donald Trump con los presidentes de Argentina, Paraguay y Colombia”.
Precisó que muchos de los dirigentes de partidos opositores creen que, ahora sí, es el momento de acabar (a la fuerza) con el Gobierno de Caracas.
“Incluso que un diario deportivo como Meridiano haya publicado un titular que asegura que ‘la salida está cerca’ es revelador de la convicción opositora, de que el chavismo está en una situación difícil de la cual no debería recuperarse”.
Comando político y diplomático
Este escenario de guerra tiene un puesto de mando en suelo estadounidense, así lo denuncia la periodista argentina Stella Calloni, quien ha dedicado buena parte de su labor informativa a exponer las formas de intervención que emplea Estados Unidos en América Latina.
“Esta guerra tiene un comando político y diplomático en la Organización de Estados Americanos (OEA). Por ello acuso, personalmente, a Luis Almagro como responsable de todas las muertes que se han registrado Venezuela. Gracias a su intervención se ejecutan las acciones violentas que son golpistas, desde todo punto de vista”.
Calloni alerta que los constantes informes militares son una amenaza y así deben interpretarse.
“El Comando Sur y la OEA están preparando algún evento muy fuerte, para golpear muy duro al Gobierno. Por ello sostienen una guerra de cuarta generación, con una gran campaña mediática atroz, feroz, contra la hermana nación”.
Venezuela resisteLa periodista argentina indicó que las “grandes agencias de noticias” solo muestran al mundo a unas personas con máscaras en medio de nubes de gases lacrimógenos.
“Es lo único que muestran. Le están aplicando a Venezuela lo que ya hicieron en Siria, Irak y Libia”.
Ante ese cerco mediático y militar (que aplica el Comando Sur) la periodista argentina señala que se hace imperioso “destacar la enorme resistencia de Venezuela ante semejante ataque. Es una guerra lo que hay contra Venezuela, no es solamente un golpe de Estado. Son acciones perfectamente planificadas y dirigidas, en lo político, diplomático y militar”.
Además, Stella Calloni detalló que los agentes externos cuentan en el país “con una oposición que entrega a su patria. A esa oposición no le importa si los invaden o no, solo les interesa volver a tener el manejo de un poder que les permitió mantener al 80% de Venezuela en la pobreza”.
Los detalles del documento los reveló el experimentado periodista venezolano Eleazar Díaz Rangel. El militar estadounidense asegura que sus “socios más cercanos de la MUD”, se comprometieron a utilizar su mayoría parlamentaria en la Asamblea Nacional “para obstruir la gobernanza, convocar eventos y movilizaciones, interpelar a gobernantes, negar créditos, derogar leyes”, aseguró el director del diario Últimas Noticias.
Fase 2 de la operación
En el mismo informe, Tidd explica a los senadores que “en la situación militar no podemos actuar ahora abiertamente, con las fuerzas especiales aquí presentes (en el Comando Sur)”, por ello los urge a concretar lo anteriormente planificado “para la fase 2 (tenazas) de la operación”.
Para Díaz Rangel, la articulación del Comando Sur con los partidos opositores es lo que hace entender “el indefinido desarrollo de esas acciones vandálicas y armadas, y la confianza en que es ahora o nunca”.
El ministro de la Defensa de Venezuela, el general Vladimir Padrino López, quien recientemente explicó que el país está enfrentando una guerra de cuarta generación, difundió el artículo de Díaz Rangel en su cuenta de Twitter, recomendando su lectura a la población venezolana.
Posibilidades de intervención
Eleazar Díaz Rangel estima que Estados Unidos no se arriesgará con una intervención directa contra la nación suramericana.
“En mi opinión, aquí no se va a producir una acción militar directa. Estados Unidos busca una intervención multilateral en Venezuela. De allí las conversaciones de Donald Trump con los presidentes de Argentina, Paraguay y Colombia”.
Precisó que muchos de los dirigentes de partidos opositores creen que, ahora sí, es el momento de acabar (a la fuerza) con el Gobierno de Caracas.
“Incluso que un diario deportivo como Meridiano haya publicado un titular que asegura que ‘la salida está cerca’ es revelador de la convicción opositora, de que el chavismo está en una situación difícil de la cual no debería recuperarse”.
Comando político y diplomático
Este escenario de guerra tiene un puesto de mando en suelo estadounidense, así lo denuncia la periodista argentina Stella Calloni, quien ha dedicado buena parte de su labor informativa a exponer las formas de intervención que emplea Estados Unidos en América Latina.
“Esta guerra tiene un comando político y diplomático en la Organización de Estados Americanos (OEA). Por ello acuso, personalmente, a Luis Almagro como responsable de todas las muertes que se han registrado Venezuela. Gracias a su intervención se ejecutan las acciones violentas que son golpistas, desde todo punto de vista”.
Calloni alerta que los constantes informes militares son una amenaza y así deben interpretarse.
“El Comando Sur y la OEA están preparando algún evento muy fuerte, para golpear muy duro al Gobierno. Por ello sostienen una guerra de cuarta generación, con una gran campaña mediática atroz, feroz, contra la hermana nación”.
Venezuela resisteLa periodista argentina indicó que las “grandes agencias de noticias” solo muestran al mundo a unas personas con máscaras en medio de nubes de gases lacrimógenos.
“Es lo único que muestran. Le están aplicando a Venezuela lo que ya hicieron en Siria, Irak y Libia”.
Ante ese cerco mediático y militar (que aplica el Comando Sur) la periodista argentina señala que se hace imperioso “destacar la enorme resistencia de Venezuela ante semejante ataque. Es una guerra lo que hay contra Venezuela, no es solamente un golpe de Estado. Son acciones perfectamente planificadas y dirigidas, en lo político, diplomático y militar”.
Además, Stella Calloni detalló que los agentes externos cuentan en el país “con una oposición que entrega a su patria. A esa oposición no le importa si los invaden o no, solo les interesa volver a tener el manejo de un poder que les permitió mantener al 80% de Venezuela en la pobreza”.
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"El objetivo del imperio es eliminar liderazgos progresistas"
Portal ALBA Entrevista a Leonardo Boff 15 de mayo de 2017
Con 78 años, el referente brasileño de la Teología de la Liberación continúa más que activo, entusiasmado por las ideas del papa Francisco. Su visión de la situación en Argentina y Brasil, donde se quiere llevar el proyecto neoliberal hasta sus últimas consecuencias.
“La crisis es tan global que se nos hace difícil hacer análisis”, afirma este hombre de pelo canoso y barba blanca que habla pausadamente en español, sin poder disimular su acento portugués. Se lo puede caracterizar como un filósofo muy crítico y agudo de la sociedad actual. Se sigue considerando un teólogo porque esa fue su formación fundamental como religioso franciscano, a pesar de que desde 1992 se apartó del sacerdocio católico planteando discrepancias con la institución eclesiástica. Ha sido uno de los iniciadores latinoamericanos de la Teología de la Liberación. Hoy es uno de los mayores predicadores de la lucha ecológica y de la sustentabilidad. También un firme defensor del papa Francisco, a quien considera junto al Dalai Lama, uno de los más importantes líderes mundiales, “en un mundo en el que carecemos de liderazgos políticos y populares”.
Leonardo Boff, ese es su nombre. Estuvo en Buenos Aires para brindar una serie de conferencias en distintos ámbitos, pero también para escuchar, dialogar, encontrarse con sus amigos políticos, dirigentes sociales, religiosos. Hubo un tiempo para el diálogo con PáginaI12. A sus 78 años Boff conserva una enorme vitalidad, derrocha entusiasmo en cada afirmación, pero deja transparentar una enorme preocupación por el momento que vive la humanidad.
“Hay cuarenta puntos de guerra en el mundo, es una guerra mundial balcanizada”, dice. “No sabemos hacia dónde vamos, nadie sabe hacia dónde vamos. Tengo la impresión de que estamos en un vuelo ciego, de un avión sin piloto”, subraya.
Para Boff “estamos inmersos en una gran crisis sistémica, que pone en duda un modo de vivir”. Vuelve sobre lo que a su juicio es una cuestión central: la ecología. “La crisis ecológica es de tal gravedad que no podemos dimensionar el daño que está causando y tampoco alcanzar a ver la gravedad de la crisis que estamos enfrentando”, afirma. Y repite, de distintas maneras, lo que también escribió en su último libro publicado en Argentina (Sustentabilidad, Editorial Santa María, 2017): “La estrategia de los poderosos consiste en salvar el sistema financiero, no en salvar nuestra civilización y garantizar la vitalidad de la Tierra”.
Las referencias al papa y a su encíclica Laudato Si son constantes a lo largo de la conversación. La mención puede resultar sorprendente viniendo de un hombre que abandonó el ministerio sacerdotal en la Iglesia Católica como consecuencia de la persecución a la que fue sometido por la institución que le impidió expresarse, enseñar, ejercer su condición de teólogo. Jozef Ratzinger, antes de ser Benedicto XVI y actuando como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio) fue uno de sus implacables perseguidores. El libro titulado “Iglesia, carisma y poder” (1981) encierra una de las más duras críticas que se haya conocido a la Iglesia Católica como institución. En 1985 fue condenado a un año de silencio por Ratzinger. En 1991 se le impuso censura eclesiástica previa a sus escritos y ese mismo año Boff renunció a la dirección de la revista teológica Vozes (Petrópolis, Brasil) una tribuna de la teología de la liberación.
Hoy Leonardo Boff resalta la figura del Papa y de sus enseñanzas. Admite que tiene una relación fluida con Francisco a quien le envió, apenas fue electo, una serie de ideas sobre la ecología y el ambiente. Menciona también que en aquella oportunidad recibió respuestas de Bergoglio a través de un amigo común: el entonces embajador argentino ante la Santa Sede Eduardo Valdés. Boff no lo dice, pero quienes conocen sus escritos y han profundizado en el documento papal sobre la ecología saben que muchas de las ideas plasmadas por Francisco estaban ya en el pensamiento de este hombre formado en las ideas de Francisco de Asís. “La encíclica Laudato Si no está dirigida a los cristianos, sino a la humanidad y su pedido es salvar la tierra. Es una respuesta de ecología integral, que abarca todos los órdenes de la vida. No es una ecología boba, tonta. Con este documento el Papa se puso a la vanguardia”, sostiene.
No elude las respuestas políticas. “No es posible analizar Argentina o Brasil solo desde aquí. Tenemos que mirar nuestras realidades en el marco de la crisis de la globalización, de la planetarización”. Y refuerza la idea subrayando que “dependemos los unos de los otros y cada país no puede salvarse por sí mismo, encontrar su propia salida”.
Cuando se refiere a Brasil abona la idea del “golpe parlamentario” y, con desazón, sostiene que “no vemos ninguna salida” porque los actuales gobernantes “quieren llevar el proyecto neoliberal hasta sus últimas consecuencias”. La crisis, real o supuesta, de los llamados “gobiernos progresistas” de la región también se incorpora al diálogo. “El objetivo del imperio es eliminar los liderazgos progresistas y de izquierda de raíz popular”, sostiene. “La estrategia para hacerlo es usar la represión, por una parte, utilizar a la Justicia (Poder Judicial) con ese propósito y deslegitimar la movilización popular como lucha política”. Sintetiza: “No hay leyes, sino poderes en disputa”.
“La estrategia del imperio es: un mundo, un imperio; cubrir todos los espacios y desestabilizar todos los gobiernos de base popular, ya no a través de la fuerza militar, sino utilizando a los parlamentos. Es lo que han hecho en América Latina”. Y sigue su argumentación: “El Atlántico Sur estaba abierto. Es una zona de muchos recursos en la que gobernaban las democracias de base popular. Había que intervenir para ocupar los espacios y, además, para ponerle límite a la presencia de China en la región, dado que China está entrando cada día más en América del Sur. Estados Unidos tiene que frenar a China. Es un juego geopolítico”.
“Por eso digo que el problema de Argentina y de Brasil y del resto de los países sudamericanos no se resuelve solo desde aquí”. Como dato agrega que “los recursos de agua y petróleo de Brasil están entre los más grandes del mundo y los están privatizando a precio vil”. A esta altura del diálogo, Boff pone más y más énfasis en cada afirmación. “Todo eso hace muy difícil una historia con solidaridad… y tenemos democracias de muy baja intensidad”. Vuelve otra vez sobre la política: “Se pretende el desprestigio de la política presentándola como el mundo de los sucios, donde todos son corruptos”. ¿Cuál es la alternativa? “Los gestores, los gerentes que actúan por fuera de la política. Y esto es muy peligroso, porque, yo creo, no se resuelve nada sin pasar por el mundo de la política”.
“Nadie sabe hacia dónde vamos” reitera. Y, a modo de anécdota refiere conversaciones que ha mantenido con militares brasileños. “Algunos quieren que vuelvan los militares pero ellos mismos no quieren afrontar la situación porque perciben la gravedad de la crisis”, dice mientras sonríe con picardía.
Pone su esperanza en los movimientos populares y en su capacidad de movilización. “Los movimientos sociales están despertando y ocupando las calles”, señala. Pero vuelve a advertir que “no hay líderes y eso hace difícil la construcción de alternativas. Quizás la crisis facilite la emergencia de nuevas personas que asuman esos lugares de liderazgos”.
“La crisis es tan global que se nos hace difícil hacer análisis”, afirma este hombre de pelo canoso y barba blanca que habla pausadamente en español, sin poder disimular su acento portugués. Se lo puede caracterizar como un filósofo muy crítico y agudo de la sociedad actual. Se sigue considerando un teólogo porque esa fue su formación fundamental como religioso franciscano, a pesar de que desde 1992 se apartó del sacerdocio católico planteando discrepancias con la institución eclesiástica. Ha sido uno de los iniciadores latinoamericanos de la Teología de la Liberación. Hoy es uno de los mayores predicadores de la lucha ecológica y de la sustentabilidad. También un firme defensor del papa Francisco, a quien considera junto al Dalai Lama, uno de los más importantes líderes mundiales, “en un mundo en el que carecemos de liderazgos políticos y populares”.
Leonardo Boff, ese es su nombre. Estuvo en Buenos Aires para brindar una serie de conferencias en distintos ámbitos, pero también para escuchar, dialogar, encontrarse con sus amigos políticos, dirigentes sociales, religiosos. Hubo un tiempo para el diálogo con PáginaI12. A sus 78 años Boff conserva una enorme vitalidad, derrocha entusiasmo en cada afirmación, pero deja transparentar una enorme preocupación por el momento que vive la humanidad.
“Hay cuarenta puntos de guerra en el mundo, es una guerra mundial balcanizada”, dice. “No sabemos hacia dónde vamos, nadie sabe hacia dónde vamos. Tengo la impresión de que estamos en un vuelo ciego, de un avión sin piloto”, subraya.
Para Boff “estamos inmersos en una gran crisis sistémica, que pone en duda un modo de vivir”. Vuelve sobre lo que a su juicio es una cuestión central: la ecología. “La crisis ecológica es de tal gravedad que no podemos dimensionar el daño que está causando y tampoco alcanzar a ver la gravedad de la crisis que estamos enfrentando”, afirma. Y repite, de distintas maneras, lo que también escribió en su último libro publicado en Argentina (Sustentabilidad, Editorial Santa María, 2017): “La estrategia de los poderosos consiste en salvar el sistema financiero, no en salvar nuestra civilización y garantizar la vitalidad de la Tierra”.
Las referencias al papa y a su encíclica Laudato Si son constantes a lo largo de la conversación. La mención puede resultar sorprendente viniendo de un hombre que abandonó el ministerio sacerdotal en la Iglesia Católica como consecuencia de la persecución a la que fue sometido por la institución que le impidió expresarse, enseñar, ejercer su condición de teólogo. Jozef Ratzinger, antes de ser Benedicto XVI y actuando como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio) fue uno de sus implacables perseguidores. El libro titulado “Iglesia, carisma y poder” (1981) encierra una de las más duras críticas que se haya conocido a la Iglesia Católica como institución. En 1985 fue condenado a un año de silencio por Ratzinger. En 1991 se le impuso censura eclesiástica previa a sus escritos y ese mismo año Boff renunció a la dirección de la revista teológica Vozes (Petrópolis, Brasil) una tribuna de la teología de la liberación.
Hoy Leonardo Boff resalta la figura del Papa y de sus enseñanzas. Admite que tiene una relación fluida con Francisco a quien le envió, apenas fue electo, una serie de ideas sobre la ecología y el ambiente. Menciona también que en aquella oportunidad recibió respuestas de Bergoglio a través de un amigo común: el entonces embajador argentino ante la Santa Sede Eduardo Valdés. Boff no lo dice, pero quienes conocen sus escritos y han profundizado en el documento papal sobre la ecología saben que muchas de las ideas plasmadas por Francisco estaban ya en el pensamiento de este hombre formado en las ideas de Francisco de Asís. “La encíclica Laudato Si no está dirigida a los cristianos, sino a la humanidad y su pedido es salvar la tierra. Es una respuesta de ecología integral, que abarca todos los órdenes de la vida. No es una ecología boba, tonta. Con este documento el Papa se puso a la vanguardia”, sostiene.
No elude las respuestas políticas. “No es posible analizar Argentina o Brasil solo desde aquí. Tenemos que mirar nuestras realidades en el marco de la crisis de la globalización, de la planetarización”. Y refuerza la idea subrayando que “dependemos los unos de los otros y cada país no puede salvarse por sí mismo, encontrar su propia salida”.
Cuando se refiere a Brasil abona la idea del “golpe parlamentario” y, con desazón, sostiene que “no vemos ninguna salida” porque los actuales gobernantes “quieren llevar el proyecto neoliberal hasta sus últimas consecuencias”. La crisis, real o supuesta, de los llamados “gobiernos progresistas” de la región también se incorpora al diálogo. “El objetivo del imperio es eliminar los liderazgos progresistas y de izquierda de raíz popular”, sostiene. “La estrategia para hacerlo es usar la represión, por una parte, utilizar a la Justicia (Poder Judicial) con ese propósito y deslegitimar la movilización popular como lucha política”. Sintetiza: “No hay leyes, sino poderes en disputa”.
“La estrategia del imperio es: un mundo, un imperio; cubrir todos los espacios y desestabilizar todos los gobiernos de base popular, ya no a través de la fuerza militar, sino utilizando a los parlamentos. Es lo que han hecho en América Latina”. Y sigue su argumentación: “El Atlántico Sur estaba abierto. Es una zona de muchos recursos en la que gobernaban las democracias de base popular. Había que intervenir para ocupar los espacios y, además, para ponerle límite a la presencia de China en la región, dado que China está entrando cada día más en América del Sur. Estados Unidos tiene que frenar a China. Es un juego geopolítico”.
“Por eso digo que el problema de Argentina y de Brasil y del resto de los países sudamericanos no se resuelve solo desde aquí”. Como dato agrega que “los recursos de agua y petróleo de Brasil están entre los más grandes del mundo y los están privatizando a precio vil”. A esta altura del diálogo, Boff pone más y más énfasis en cada afirmación. “Todo eso hace muy difícil una historia con solidaridad… y tenemos democracias de muy baja intensidad”. Vuelve otra vez sobre la política: “Se pretende el desprestigio de la política presentándola como el mundo de los sucios, donde todos son corruptos”. ¿Cuál es la alternativa? “Los gestores, los gerentes que actúan por fuera de la política. Y esto es muy peligroso, porque, yo creo, no se resuelve nada sin pasar por el mundo de la política”.
“Nadie sabe hacia dónde vamos” reitera. Y, a modo de anécdota refiere conversaciones que ha mantenido con militares brasileños. “Algunos quieren que vuelvan los militares pero ellos mismos no quieren afrontar la situación porque perciben la gravedad de la crisis”, dice mientras sonríe con picardía.
Pone su esperanza en los movimientos populares y en su capacidad de movilización. “Los movimientos sociales están despertando y ocupando las calles”, señala. Pero vuelve a advertir que “no hay líderes y eso hace difícil la construcción de alternativas. Quizás la crisis facilite la emergencia de nuevas personas que asuman esos lugares de liderazgos”.
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Documento filtrado del Departamento de Estado donde se muestra la lista de algunos dirigentes políticos de la oposición venezolana, quienes han recibido "financiamiento económico" "para garantizar sus gastos logísticos y sus campañas de marketing" y con esto orientar la opinión pública en Venezuela para generar conflictos y aumentar el rechazo al gobierno de Nicolás Maduro.
Con este documento se sigue demostrando como el gobierno de EEUU no desiste en sus acciones intervencionistas en este país, así como no ha desistido en ningún lugar del mundo. |
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