Operación contra Venezuela (III)
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Los verdes el paraíso
Una historia del edificio donde está mi apartamentico
Un día, hace poco menos más de dos meses, la vida en el edificio cambió de manera radical. Todo por culpa de Maduro, claro. Resulta que una tarde, un grupo de encapuchados quemaba y rompía cosas para hacer su barricada delante del edificio, y claro, se defendían lanzándoles molotovs a la guardia y la policía que pretendían violar su derecho a quemar y romper cosas para hacer su barricada. Esos muchachos cerraban nuestra calle con nosotros adentro en nombre de la libertad. Ellos son nuestros libertadores.
Así, una tarde, cuando llegó la guardia nacional a llevárselos presos, nosotros, los vecinos, no dudamos en abrir el portón para que los libertadores se refugiaran en nuestra propiedad privada, inviolable, sagrada, aún en esta dictadura comunista. Entraron corriendo con sus escudos, con sus capuchas, hediondos a gasolina, pobrecitos. Esperábamos que algunos de ellos subieran a sus apartamentos, con sus papás, pero ninguno se movió de la planta baja. Parecían no saber, no tener a dónde ir. “No son de este edificio” -comentó Gladys. “Deben ser de los edificios de al lado”.
Caía la noche, la guardia no se iba y había que resguardar a nuestros héroes. Así, terminaron en la sala de fiesta del edificio. Les bajamos comida, cobijas y algunas almohadas. Allí pasaron la noche.
Apenas amanecía cuando salieron todos a retomar la calle, calle y más calle; a rehacer la barricada que nos mantendría presos en nuestras casas en nombre de la libertad. Un nuevo día de basura quemada, postes de luz arrancados de raíz atravesados en la calle, bien hecho, para que nadie pudiera pasar, y menos esos guardias que se quieren llevar a nuestros héroes.
Otra refriega con los esbirros al final de la tarde, otra vez los encapuchados libertarios alojados en nuestra sala de fiesta. Esta vez más confiados, hasta se quitaron las capuchas para comerse los sanduchitos que los vecinos les bajamos. “Lo raro es que si son del edificio de al lado, siempre corran a refugiarse en el nuestro” -dijo Gladys, nerviosa, porque notó que los chamos no eran tan blancos como los imaginó cuando llevaban la capucha.
Como la lucha es para largo, por eso se llama resistencia, según explicó “Audi” Guevara, los héroes encapuchados empezaron a hacer turnos de calle, calle y más calle. Mientras unos destrozaban cosas afuera, otros destrozaban la jardinería de nuestro edificio, usando nuestros lindos materos de brillantinas como sillas, tarimas y camas. Ya no se conformaban con permanecer en el salón de fiesta, ya casi no cabían en él. Sin que nos diéramos cuenta, cada vez que abríamos el portón para salvarlos, se metían dos o tres nuevos encapuchados a vivir en nuestro edificio.
Pronto empezaron a ponerse pesados, como toda visita que se queda más de la cuenta. Ya no se conformaban con los sanduchitos y jugos que les ofrecíamos. Uno de ellos me preguntó, casi amenazante, si yo no tenia whisky en mi casa. Les tuvimos que bajar esa noche una botella de Pampero Aniversario que teníamos guardada en casa por si llegaba una visita. La visita eran los encapuchados.
Llenaron la sala de fiesta y los pasillos del edificio con escudos, botellas de vidrio, y bidones con gasolina, que dejaban arrumados en cualquier parte. También había máscaras antigases, y unos tubos que usan para lanzar cohetones. Gladys, que es maniática con la limpieza, trató de ordenar un poco las áreas comunes, y uno de los héroes la paró en seco: “Doñita, mejor vaya y métase en su cocina no vaya a ser que termine quemándose aquí”. Gladys, lívida, subió a su apartamento y no la hemos visto bajar más.
Con Miguel, el vecino de 8-B la cosa fue más de miedo: En la entrada de la calle, nuestros huéspedes encapuchados le había cobrado peaje para dejarlo pasar. Todo el efectivo que llevaba, que no era mucho, y por no ser mucho, también tuvo que entregarles su celular. Llegó Miguel mentando madres, mientras nosotros tratábamos de calmarlo, no fuera a ser que los encapuchados lo escucharan. Lo escucharon y uno de ellos se nos acercó y, golpeando a Miguel con su dedo índice en el pecho, preguntó: “¿No será que este mariquito es un sapo? ¡Mosca, pues!”. Algunos de los vecinos dieron un defensivo paso atrás, lejos del que podía ser un sapo chavista. Otros sabíamos que Miguel era incapaz de sapear a nadie, que solo estaba bravo porque tuvo que entregar su celular a la causa libertaria. Lo acompañamos hasta su casa y le recomendamos, nos recomendamos, guardar cualquier queja en el fondo de nuestras almas.
Tantas semanas después, cuando el olor a basura quemada nos resultaba hogareño, cuando habíamos perdido el hilo de cuántos y cuáles encapuchados entraban y salían de nuestra propiedad, cuando ya estábamos acostumbrados a llevar dinero para el peaje cada vez que íbamos a salir, cuando nuestros hijos estaban felices de que las vacaciones de fin de curso se hubieran adelantado tres meses, aunque esto les pudiera costar el año escolar, justo entonces, llegó la guardia a deshacer la barricada y a llevarse presos a los encapuchados que, definitivamente, o no tenían madre o no eran de aquí, porque nadie salió a reclamar cuando se los llevaban.
Cuando llegó la guardia a buscarlos definitivamente, porque ya, desde nuestro edificio habían herido a varios de ellos, Maritza, la presidenta de condominio nos instó, desde el whatsapp, a tocar las cacerolas en repudio a los esbirros. Cuatro cacerolas sonaron en cuatro balcones durante cuatro minutos. Todos repudiábamos “la brutal represión” en el chat de whatsapp, como diciendo “presente”, como para que nadie pensara que estábamos de acuerdo con que se llevaran por fin a los huéspedes terribles que nos tenían secuestrados. Miguel, el del 8-B era el que más y mejor repudiaba. “Pobres muchachos, nuestros héroes, salgamos a defenderlos de las garras represoras de la dictadura”, escribía lejos de pararse del sofá y salir a defenderlos. Todos lo apoyábamos desde nuestros sofás.
Fue una noche larga y tensa que cedió a un amanecer raro, sin humo, sin héroes durmiendo en los pasillos y escaleras del edificio. La calle, con las cicatrices que le dejó el destrozo, el poste a un lado junto a un árbol que corrió su mismo destino, la calle herida, pero despejada.
En el edificio, respiramos aliviados, eso sí, con mucho tacto y disimulo. Abajo me encontré con Gladys, que intentaba resucitar a las brillantinas con un poco de agua y fertilizante. Miguel, el del 8-B se subía en su carro con sus tres niños que volvían por fin al colegio. “Qué cagada que se llevaron a los héroes” -me dijo sin convicción. “Qué cagada, sí” -le contesté, cruzando los dedos para que no vuelvan nunca más. Que mi calle, nunca más, se convierta en una zona de guerra. Amén.
Por: Carola Chávez
Así, una tarde, cuando llegó la guardia nacional a llevárselos presos, nosotros, los vecinos, no dudamos en abrir el portón para que los libertadores se refugiaran en nuestra propiedad privada, inviolable, sagrada, aún en esta dictadura comunista. Entraron corriendo con sus escudos, con sus capuchas, hediondos a gasolina, pobrecitos. Esperábamos que algunos de ellos subieran a sus apartamentos, con sus papás, pero ninguno se movió de la planta baja. Parecían no saber, no tener a dónde ir. “No son de este edificio” -comentó Gladys. “Deben ser de los edificios de al lado”.
Caía la noche, la guardia no se iba y había que resguardar a nuestros héroes. Así, terminaron en la sala de fiesta del edificio. Les bajamos comida, cobijas y algunas almohadas. Allí pasaron la noche.
Apenas amanecía cuando salieron todos a retomar la calle, calle y más calle; a rehacer la barricada que nos mantendría presos en nuestras casas en nombre de la libertad. Un nuevo día de basura quemada, postes de luz arrancados de raíz atravesados en la calle, bien hecho, para que nadie pudiera pasar, y menos esos guardias que se quieren llevar a nuestros héroes.
Otra refriega con los esbirros al final de la tarde, otra vez los encapuchados libertarios alojados en nuestra sala de fiesta. Esta vez más confiados, hasta se quitaron las capuchas para comerse los sanduchitos que los vecinos les bajamos. “Lo raro es que si son del edificio de al lado, siempre corran a refugiarse en el nuestro” -dijo Gladys, nerviosa, porque notó que los chamos no eran tan blancos como los imaginó cuando llevaban la capucha.
Como la lucha es para largo, por eso se llama resistencia, según explicó “Audi” Guevara, los héroes encapuchados empezaron a hacer turnos de calle, calle y más calle. Mientras unos destrozaban cosas afuera, otros destrozaban la jardinería de nuestro edificio, usando nuestros lindos materos de brillantinas como sillas, tarimas y camas. Ya no se conformaban con permanecer en el salón de fiesta, ya casi no cabían en él. Sin que nos diéramos cuenta, cada vez que abríamos el portón para salvarlos, se metían dos o tres nuevos encapuchados a vivir en nuestro edificio.
Pronto empezaron a ponerse pesados, como toda visita que se queda más de la cuenta. Ya no se conformaban con los sanduchitos y jugos que les ofrecíamos. Uno de ellos me preguntó, casi amenazante, si yo no tenia whisky en mi casa. Les tuvimos que bajar esa noche una botella de Pampero Aniversario que teníamos guardada en casa por si llegaba una visita. La visita eran los encapuchados.
Llenaron la sala de fiesta y los pasillos del edificio con escudos, botellas de vidrio, y bidones con gasolina, que dejaban arrumados en cualquier parte. También había máscaras antigases, y unos tubos que usan para lanzar cohetones. Gladys, que es maniática con la limpieza, trató de ordenar un poco las áreas comunes, y uno de los héroes la paró en seco: “Doñita, mejor vaya y métase en su cocina no vaya a ser que termine quemándose aquí”. Gladys, lívida, subió a su apartamento y no la hemos visto bajar más.
Con Miguel, el vecino de 8-B la cosa fue más de miedo: En la entrada de la calle, nuestros huéspedes encapuchados le había cobrado peaje para dejarlo pasar. Todo el efectivo que llevaba, que no era mucho, y por no ser mucho, también tuvo que entregarles su celular. Llegó Miguel mentando madres, mientras nosotros tratábamos de calmarlo, no fuera a ser que los encapuchados lo escucharan. Lo escucharon y uno de ellos se nos acercó y, golpeando a Miguel con su dedo índice en el pecho, preguntó: “¿No será que este mariquito es un sapo? ¡Mosca, pues!”. Algunos de los vecinos dieron un defensivo paso atrás, lejos del que podía ser un sapo chavista. Otros sabíamos que Miguel era incapaz de sapear a nadie, que solo estaba bravo porque tuvo que entregar su celular a la causa libertaria. Lo acompañamos hasta su casa y le recomendamos, nos recomendamos, guardar cualquier queja en el fondo de nuestras almas.
Tantas semanas después, cuando el olor a basura quemada nos resultaba hogareño, cuando habíamos perdido el hilo de cuántos y cuáles encapuchados entraban y salían de nuestra propiedad, cuando ya estábamos acostumbrados a llevar dinero para el peaje cada vez que íbamos a salir, cuando nuestros hijos estaban felices de que las vacaciones de fin de curso se hubieran adelantado tres meses, aunque esto les pudiera costar el año escolar, justo entonces, llegó la guardia a deshacer la barricada y a llevarse presos a los encapuchados que, definitivamente, o no tenían madre o no eran de aquí, porque nadie salió a reclamar cuando se los llevaban.
Cuando llegó la guardia a buscarlos definitivamente, porque ya, desde nuestro edificio habían herido a varios de ellos, Maritza, la presidenta de condominio nos instó, desde el whatsapp, a tocar las cacerolas en repudio a los esbirros. Cuatro cacerolas sonaron en cuatro balcones durante cuatro minutos. Todos repudiábamos “la brutal represión” en el chat de whatsapp, como diciendo “presente”, como para que nadie pensara que estábamos de acuerdo con que se llevaran por fin a los huéspedes terribles que nos tenían secuestrados. Miguel, el del 8-B era el que más y mejor repudiaba. “Pobres muchachos, nuestros héroes, salgamos a defenderlos de las garras represoras de la dictadura”, escribía lejos de pararse del sofá y salir a defenderlos. Todos lo apoyábamos desde nuestros sofás.
Fue una noche larga y tensa que cedió a un amanecer raro, sin humo, sin héroes durmiendo en los pasillos y escaleras del edificio. La calle, con las cicatrices que le dejó el destrozo, el poste a un lado junto a un árbol que corrió su mismo destino, la calle herida, pero despejada.
En el edificio, respiramos aliviados, eso sí, con mucho tacto y disimulo. Abajo me encontré con Gladys, que intentaba resucitar a las brillantinas con un poco de agua y fertilizante. Miguel, el del 8-B se subía en su carro con sus tres niños que volvían por fin al colegio. “Qué cagada que se llevaron a los héroes” -me dijo sin convicción. “Qué cagada, sí” -le contesté, cruzando los dedos para que no vuelvan nunca más. Que mi calle, nunca más, se convierta en una zona de guerra. Amén.
Por: Carola Chávez
16 de junio de 2017
17 de junio de 2017
En Venezuela no hay una narco-dictadura. En Venezuela no hay una dictadura castro-comunista. ¡En Venezuela hay mucho petróleo! Así de simple.
20 de junio de 2017
21 de junio de 2017
22 de junio de 2017
23 de junio de 2017
25 de junio de 2017
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26 de junio de 2016
Otra versión de lo que sucedió en la Base Aérea de la Carlota el jueves 22 de junio de 2017:
COMBO FOTOGRÁFICO INÉDITO DEL ATAQUE A LA CARLOTA: A medida que transcurren las horas van apareciendo nuevos elementos que dejan al descubierto la verdad, sobre lo sucedido eljueves en la Base Aérea La Carlota, ubicada en la Autopista Francisco Fajardo, a la altura del distribuidor Altamira, en Caracas. Allí falleció el joven David Vallenilla de 22 años, en circunstancias que aún están bajo investigación de las autoridades. En una serie de tuit publicados a través de la cuenta del periodista alternativo Luigino Bracci, se muestra la otra cara de lo ocurrido el día de ayer jueves 22 en el lugar y que muchos medios de comunicación al servicio de la derecha intentan ocultar. “¿En qué país se ve que se haga esto contra una base militar, como La Carlota?”, fue uno de los mensajes publicados por Bracci y que acompaña la foto en la que se ve a un grupo de terroristas tarifados atentando contra la citada instalación:
COMBO FOTOGRÁFICO INÉDITO DEL ATAQUE A LA CARLOTA: A medida que transcurren las horas van apareciendo nuevos elementos que dejan al descubierto la verdad, sobre lo sucedido eljueves en la Base Aérea La Carlota, ubicada en la Autopista Francisco Fajardo, a la altura del distribuidor Altamira, en Caracas. Allí falleció el joven David Vallenilla de 22 años, en circunstancias que aún están bajo investigación de las autoridades. En una serie de tuit publicados a través de la cuenta del periodista alternativo Luigino Bracci, se muestra la otra cara de lo ocurrido el día de ayer jueves 22 en el lugar y que muchos medios de comunicación al servicio de la derecha intentan ocultar. “¿En qué país se ve que se haga esto contra una base militar, como La Carlota?”, fue uno de los mensajes publicados por Bracci y que acompaña la foto en la que se ve a un grupo de terroristas tarifados atentando contra la citada instalación:
27 de junio de 2017
28 de junio de 2017
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29 de junio de 2017
30 de junio de 2017
2 de julio de 2017
Wills Rangel: Con la Constituyente la clase obrera tiene el reto de hacer irreversible la revolución
Boletin No. 66 PSUV
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3 de julio de 2017
Desde los “escuderos” de Altamira hasta Oscar Pérez: Cómo los medios limpian la imagen al terrorismo
4 de julio de 2017
5 de julio de 2017
6 de julio de 2017
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7 de julio de 2017
8 julio de 2017
9 de julio de 2017
10 de junio de 2017
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11 de julio de 2017
12 de julio de 2017
13 de julio de 2017
14 de julio de 2017
15 de julio de 2017
16 de julio de 2017
Una muestra del gran éxito que tuvo el Ensayo Constituyente en Venezuela
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana, defendiendo la Paz
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Las caras de los derrotados
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Punteo/ Rueda de prensa del Comando de Campaña Zamora 200
Caracas, 16 de julio de 2017
Este domingo, Jorge Rodriguez junto al Comando de Campaña Zamora 200, brindaron una rueda de prensa donde celebraron la exitosa e histórica jornada de participación en el ensayo electoral constituyente.
En la evaluación de la jornada de simulacro electoral, de cara a las elecciones del 30 de julio, se superaron las expectativas, mostrando la eficacia del sistema electoral en Venezuela.
A continuación un punteo de sus principales declaraciones:
-Gracias pueblo de Venezuela por esta participación en el Ensayo Constituyente.
-El pueblo de Venezuela le envió un mensaje a la oposición, que deben leerlo, acá hay un pueblo que quiere paz.
-Este acto de simulacro permitió que se escuchara la voz del pueblo.
-Hay un mensaje claro, un mensaje de paz.
-Tenemos aún cientos de miles de personas en los centros de votación.
-Llamamos a que se mantengan los centros de votación abiertos, hasta que se mantengan el último mujer o hombre en la cola.
-Nuestra maquinaria funcionó bien el día de hoy.
-Valía la pena firmar papeles que iban a quemar después.
-Las personas fueron a las calles a decir a la derecha PAZ.
-Lo de hoy fue una manera de decirle a la derecha ya basta, deténganse, paz, hay maneras de dirimir las diferencias.
-Hoy el pueblo de Venezuela se expresó por la vida y la paz y cuando quieran llamar nuevamente a la violencia escuchen al pueblo.
-Defendamos la democracia por las vías que la Constitución establece, ese es el mensaje que hay que sostenerlo en el tiempo, y se sustentara el 30 de julio de 2017.
-Que democrático es el gobierno del presidente Nicolás Maduro que acepta este tipo de plebiscitos.
-El pueblo dijo queremos paz.
-Hacemos un llamado a posicionar la etiqueta #VictoriaConstituyente.
-Hoy hemos leído cientos y cientos de miles del Carnet de la Patria de nuestra vanguardia.
-Esto de hoy fue un anuncio de paz.
Caracas, 16 de julio de 2017
Este domingo, Jorge Rodriguez junto al Comando de Campaña Zamora 200, brindaron una rueda de prensa donde celebraron la exitosa e histórica jornada de participación en el ensayo electoral constituyente.
En la evaluación de la jornada de simulacro electoral, de cara a las elecciones del 30 de julio, se superaron las expectativas, mostrando la eficacia del sistema electoral en Venezuela.
A continuación un punteo de sus principales declaraciones:
-Gracias pueblo de Venezuela por esta participación en el Ensayo Constituyente.
-El pueblo de Venezuela le envió un mensaje a la oposición, que deben leerlo, acá hay un pueblo que quiere paz.
-Este acto de simulacro permitió que se escuchara la voz del pueblo.
-Hay un mensaje claro, un mensaje de paz.
-Tenemos aún cientos de miles de personas en los centros de votación.
-Llamamos a que se mantengan los centros de votación abiertos, hasta que se mantengan el último mujer o hombre en la cola.
-Nuestra maquinaria funcionó bien el día de hoy.
-Valía la pena firmar papeles que iban a quemar después.
-Las personas fueron a las calles a decir a la derecha PAZ.
-Lo de hoy fue una manera de decirle a la derecha ya basta, deténganse, paz, hay maneras de dirimir las diferencias.
-Hoy el pueblo de Venezuela se expresó por la vida y la paz y cuando quieran llamar nuevamente a la violencia escuchen al pueblo.
-Defendamos la democracia por las vías que la Constitución establece, ese es el mensaje que hay que sostenerlo en el tiempo, y se sustentara el 30 de julio de 2017.
-Que democrático es el gobierno del presidente Nicolás Maduro que acepta este tipo de plebiscitos.
-El pueblo dijo queremos paz.
-Hacemos un llamado a posicionar la etiqueta #VictoriaConstituyente.
-Hoy hemos leído cientos y cientos de miles del Carnet de la Patria de nuestra vanguardia.
-Esto de hoy fue un anuncio de paz.
Informe manipulación informativa 16 de julio de 2017
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17 de julio de 2017
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18 de julio de 2017
19 de julio de 2017
20 de julio de 2017
21 de julio de 2017
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24 de julio de 2017
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CONTRADICCIONES DE LA OPOSICIÓN:
1) Dicen ser mayoría pero no quieren medirse en la constituyente.
2) Dicen defender la constitución pero ellos mismos la eliminaron en el 2002.
3) Querían una constituyente hace unos meses y ya no.
4) Dicen querer la libertad para los venezolanos, sin embargo encierran a sus vecinos.
5) Dicen que los chavistas son flojos pero con sus paros, los que no van a trabajar son ellos.
6) Dicen que el gobierno reprime las protestas pacíficas, pero son ellos los que ordenan a "descargar su arrechera" y queman gente, escuelas, centros de salud, transporte público, etc en sus protestas "pacíficas".
7) Dicen que el gobierno genera la inflación pero son ellos los que aumentan los precios de los productos a través de su pagina web dólar today.
8) Dicen que el gobierno no asfalta las calles ni recoje la basura, pero son ellos los queman cauchos y dañan la calle y riegan la basura.
9) Dicen que aquí no hay oportunidades para ejercer su profesión pero se van del país a limpiar mierda y lavar platos.
10) Dicen ser democratas pero se encapuchan y tratan de invadir instalaciones militares.
11) Dicen que Maduro es un dictador pero lo insultan publicamente a diario (maburro, mariposon, etc) sin que les pase nada.
12) dicen que el gobierno les quitó las oportunidades pero sueñan con dolares del gobierno y con que vuelva el cadivi de CHAVEZ.
13) Dicen que los chavistas son enchufados pero no se pelan un carrito arauca y dong feng una camioneta chery una caja clap un cupo cadivi un dataso un credito de ley politica habitacional, un remedio de barrio adentro un electrodomestico haier, una tablet universitaria, etc.
14) Dicen que las instituciones del gobierno no sirven pero no renuncian a sus carguitos en ellas.
15) Dicen que los chavistas son tierruos sin educacion pero ellos salen a cagar en las calles y a jugar con pupu como los propios marginales.
16) Dicen que su plesbicito es confiable pero queman las cajas y las papeletas antes de tener los resultados.
17) Dicen que no hay libertad de expresion pero golpean a periodistas y asedian canales de television.
18) Dicen que quieren un pais libre pero llaman a que vengan militares extranjeros.
19) Dicen que el gobierno hizo a los bachaqueros pero revenden sus cajas del clap.
20) Dicen que los chavistas y colectivos son violentos pero guardan piedras balines y bombas molotov en sus casas para lanzarselo a quien tenga cara de chavista.
21) Dicen que las chavistas son putas y regaladas y son las opositoras las que pelan las nalgas y las tetas en la calle.
La Constituyente Si Va!!! 🇻🇪
1) Dicen ser mayoría pero no quieren medirse en la constituyente.
2) Dicen defender la constitución pero ellos mismos la eliminaron en el 2002.
3) Querían una constituyente hace unos meses y ya no.
4) Dicen querer la libertad para los venezolanos, sin embargo encierran a sus vecinos.
5) Dicen que los chavistas son flojos pero con sus paros, los que no van a trabajar son ellos.
6) Dicen que el gobierno reprime las protestas pacíficas, pero son ellos los que ordenan a "descargar su arrechera" y queman gente, escuelas, centros de salud, transporte público, etc en sus protestas "pacíficas".
7) Dicen que el gobierno genera la inflación pero son ellos los que aumentan los precios de los productos a través de su pagina web dólar today.
8) Dicen que el gobierno no asfalta las calles ni recoje la basura, pero son ellos los queman cauchos y dañan la calle y riegan la basura.
9) Dicen que aquí no hay oportunidades para ejercer su profesión pero se van del país a limpiar mierda y lavar platos.
10) Dicen ser democratas pero se encapuchan y tratan de invadir instalaciones militares.
11) Dicen que Maduro es un dictador pero lo insultan publicamente a diario (maburro, mariposon, etc) sin que les pase nada.
12) dicen que el gobierno les quitó las oportunidades pero sueñan con dolares del gobierno y con que vuelva el cadivi de CHAVEZ.
13) Dicen que los chavistas son enchufados pero no se pelan un carrito arauca y dong feng una camioneta chery una caja clap un cupo cadivi un dataso un credito de ley politica habitacional, un remedio de barrio adentro un electrodomestico haier, una tablet universitaria, etc.
14) Dicen que las instituciones del gobierno no sirven pero no renuncian a sus carguitos en ellas.
15) Dicen que los chavistas son tierruos sin educacion pero ellos salen a cagar en las calles y a jugar con pupu como los propios marginales.
16) Dicen que su plesbicito es confiable pero queman las cajas y las papeletas antes de tener los resultados.
17) Dicen que no hay libertad de expresion pero golpean a periodistas y asedian canales de television.
18) Dicen que quieren un pais libre pero llaman a que vengan militares extranjeros.
19) Dicen que el gobierno hizo a los bachaqueros pero revenden sus cajas del clap.
20) Dicen que los chavistas y colectivos son violentos pero guardan piedras balines y bombas molotov en sus casas para lanzarselo a quien tenga cara de chavista.
21) Dicen que las chavistas son putas y regaladas y son las opositoras las que pelan las nalgas y las tetas en la calle.
La Constituyente Si Va!!! 🇻🇪
25 de julio de 2017
26 de julio de 2017
Palabras de Numa Molina
Subestimaron a Nicolás Maduro, incluso desde el chavismo. Es sorprendente la cantidad y dimensión de los obstáculos que este hombre con su liderazgo modesto ha logrado superar: la muerte de Chávez, las guarimbas, el sabotaje económico, las amenazas de EE.UU, la peor crisis de precios petroleros en 50 años, la peor sequía de la historia, la crisis del liderazgo regional en América Latina, Dólar Today y el sabotaje de la MUD, y un interminable etcétera. Y aún en ese escenario, logró sentar a dialogar a la derecha neonazi trasnacional venezolana y en lo externo logró lo que parecía imposible: reconstruir la torpedeada OPEP y crear un consenso, sumando además a Rusia y a otros importantes productores fuera de ella. Es más arrecho que Chuck Norris. Mientras varios doctorados en Harvard se quedaron con sus pronósticos fríos, el humilde chofer caraqueño sigue conduciendo por la vía del chavismo a Venezuela. No es poca cosa. Mis respetos a la lealtad, honestidad, entereza e inteligencia victoriosa de Nicolás Maduro.
Numa Molina es sacerdote jesuita Parroco de la Iglesia de San Francisco, una de las mas importantes de Caracas
Subestimaron a Nicolás Maduro, incluso desde el chavismo. Es sorprendente la cantidad y dimensión de los obstáculos que este hombre con su liderazgo modesto ha logrado superar: la muerte de Chávez, las guarimbas, el sabotaje económico, las amenazas de EE.UU, la peor crisis de precios petroleros en 50 años, la peor sequía de la historia, la crisis del liderazgo regional en América Latina, Dólar Today y el sabotaje de la MUD, y un interminable etcétera. Y aún en ese escenario, logró sentar a dialogar a la derecha neonazi trasnacional venezolana y en lo externo logró lo que parecía imposible: reconstruir la torpedeada OPEP y crear un consenso, sumando además a Rusia y a otros importantes productores fuera de ella. Es más arrecho que Chuck Norris. Mientras varios doctorados en Harvard se quedaron con sus pronósticos fríos, el humilde chofer caraqueño sigue conduciendo por la vía del chavismo a Venezuela. No es poca cosa. Mis respetos a la lealtad, honestidad, entereza e inteligencia victoriosa de Nicolás Maduro.
Numa Molina es sacerdote jesuita Parroco de la Iglesia de San Francisco, una de las mas importantes de Caracas
27 de julio de 2017
28 de julio de 2017
*LA HORA LOCA*
Jose Vicente Rangel.
El proceso de conteo de los 7,2 millones de voto fue manual y se anuncio a cuatro horas de haber cerrado las mesas
La oposición venezolana dejó de ser una fuerza confiable y útil para el debate democrático. Irresponsablemente se abrazó a una política de fuerza montada sobre la provocación sistemática
1 Luis Vicente León declaró a los medios de comunicación –la misma noche del domingo 16–, cuando las redes difundían resultados estrambóticos y los dirigentes de la oposición no sabían qué cifras dar, lo siguiente: “Empezó la hora loca. Las cifras que circulan son inciertas y crean expectativas falsas”.
2 Los dirigentes de la oposición se equivocaron patéticamente una vez más. Como lo vienen haciendo desde que el chavismo arribó al poder. Sus fracasos son incontables, graves unos, y no tan graves otros. Pero, en todo caso, reveladores de que siempre marchan en sentido contrario a la realidad. Cuando Chávez aún no había tomado posesión del cargo de Presidente de la República, ya la oposición derrotada, el puntofijismo, comenzó a conspirar y tocó a algunos jefes militares. Unos intentaron un golpe (fallido) y otros se negaron rotundamente a participar en la aventura.
3 Luego se producirían acciones desestabilizadoras de diversa índole, todas destinadas a desconocer el mandato del pueblo: cuestionamiento de la nueva Constitución, satanizada de manera estridente; paros patronales auspiciados por Fedecámaras, campañas mediáticas feroces hasta rematar con el golpe del 11 de abril de 2000 y el paro-sabotaje de la industria petrolera. En los años siguientes, la oposición continuó en esa misma línea. Perfeccionando algunos aspectos que la conducirían a practicar un método conspirativo en el que la conexión con el exterior, particularmente los grupos ultraconservadores de los Estados Unidos, y la adopción del terrorismo, marca el proceso de conversión definitiva de la oposición en un sector desnacionalizado y definitivamente antidemocrático.
4 La oposición venezolana dejó de ser una fuerza confiable y útil para el debate democrático. Irresponsablemente se abrazó a una política de fuerza montada sobre la provocación sistemática. Con una característica muy marcada: el desprecio por el adversario, el desconocimiento del ordenamiento constitucional y legal de la República y la adopción de formas de lucha política reñidas con la tradición del país.
5 Esa característica de quienes dirigen la oposición ha sido determinante en su actuación pública: logran éxitos circunstanciales que luego echan por la borda; consiguen incrementar su presencia en la actividad electoral, pero dramáticamente despilfarran los logros alcanzados; asumen las victorias electorales con arrogancia, y extreman el odio que los mueve a niveles inimaginables. Cuando consiguen el control de una rama de los Poderes públicos, asumen la victoria como la conquista de una barricada para disparar contra otros Poderes del Estado.
6 De manera irracional arremeten contra la constitucionalidad democrática y desconocen normas y principios de obligatorio cumplimiento en una sociedad democrática. Resulta insólito, por ejemplo, que para una oposición que tiene obligaciones con el país y tareas que cumplir en su relación con la comunidad, se planteé como único objetivo programático defenestrar al Presidente electo por el pueblo. Tal obsesión la conduce a incurrir en gruesos errores, es decir, a optar por la violencia y a dejar de lado las luchas cívicas. Precisamente lo que ha ocurrido en los últimos tres meses, en que la oposición no percibió el inmenso daño que le ocasionaban las formas de violencia que empleaba: saqueos, bloqueo de calles y avenidas, asesinatos, incineración de seres humanos, ataques a instalaciones públicas y privadas, así como a bases militares.
7 También subestimó al chavismo. Se creyó el cuento de que era una fuerza mayoritaria estable y consolidada y que el chavismo no tenía capacidad para recuperarse. La sorpresa del domingo 16, cuando los centros de votación del CNE se vieron desbordados por muchedumbres que permanecieron eufóricas en las colas hasta altas horas de la madrugada del lunes, no se la esperaban ni remotamente. Estupefactos se dieron a la tarea de manejar, caprichosamente, cifras contradictorias. Y para rematar la frustrante jornada acordaron lanzarse a la aventura final: más violencia, un paro nacional, guarimbas y trancazos. O sea, la demencia llevada a la política. O “la hora loca”, según la calificación de alguien que no es chavista, pero sí un buen analista: Luis Vicente León.
► Jorge Rodríguez ha sido implacable en su análisis del hecho electoral del domingo 16. Con una severa capacidad de análisis, una fina ironía y un amplio conocimiento de los procesos comiciales, desnudó la farsa que montó la dirección de la oposición ese día. Puso de relieve las contradicciones en que incurrieron los líderes de la derecha y la manera desvergonzada como le mintieron al país…
► ¿Cómo es posible que esos dirigentes pretendan –montados sobre tan grotesca comedia– justificar una política destinada a crear un gobierno paralelo y a reiterar lo que constituye factor determinante en el fiasco en el episodio, la violencia, con la realización de lo que inicialmente llamaron plebiscito –figura no consagrada en la Constitución– y que luego calificaron de consulta? Es una temeridad pretender que semejante engendro genere derechos y sirva para alterar la constitucionalidad. Que un hecho sin sustento legal, sin auditoría, con resultados que sus promotores cambiaban a capricho, sirva de soporte para derrocar a un Jefe de Estado electo por el pueblo en limpios comicios…
► El liderazgo opositor subestimó una vez más la realidad, y la consulta demostró que perdió fuerza. Que entre la que consiguió acumular para obtener la victoria que le dio el control de la Asamblea Nacional, y lo que acaba de demostrar en la consulta del pasado 16 de este mes, media una distancia considerable. ¿A qué atribuir la decepcionante derrota? A algo que ellos jamás admitirán y que tratan de disimular apelando a variados recursos, entre otros, los de tipo mediático. Me refiero a la violencia. Fue este un factor determinante, que el chavismo supo tratar a fondo. La identificación ante la colectividad nacional de la oposición con la violencia no requirió de mucho esfuerzo: las penurias a que la MUD sometió a los ciudadanos colmó la paciencia de miles de personas, buena parte de ellas opositoras…
► Además, jugo papel decisivo la manera como el chavismo asumió temas como el diálogo y la paz. En el debate de las ideas, de aportes conceptuales, la oposición no hizo ninguno, en tanto que el chavismo potenció la importancia para los venezolanos del diálogo y la paz, escarnecidos con arrogancia por los dirigentes opositores…
►Ahora, la MUD y sus acompañantes, sin reflexionar sobre lo sucedido el domingo 16, y recurriendo a un triunfalismo forzado, típico de aquellos sectores que actúan siempre con prepotencia, ratifica su línea de violencia y se juega a fondo su destino en una apuesta suicida, de todo o nada, sin importarle el daño que le hacen a Venezuela…
►El papel de los ex presidentes que la MUD invitó en calidad de observadores para la jornada del domingo 16 fue deprimente. Chinchilla (Costa Rica) Fox (México), Quiroga (Bolivia), Pastrana (Colombia), todos ellos con prontuarios en sus respectivos países, operaron como voceros de la oposición, se metieron en los asuntos internos del país e, incluso, insultaron al presidente Maduro. En ningún otro país podrían hacer lo mismo. Aquí vinieron a justificar la gruesa paga que recibieron
Jose Vicente Rangel.
El proceso de conteo de los 7,2 millones de voto fue manual y se anuncio a cuatro horas de haber cerrado las mesas
La oposición venezolana dejó de ser una fuerza confiable y útil para el debate democrático. Irresponsablemente se abrazó a una política de fuerza montada sobre la provocación sistemática
1 Luis Vicente León declaró a los medios de comunicación –la misma noche del domingo 16–, cuando las redes difundían resultados estrambóticos y los dirigentes de la oposición no sabían qué cifras dar, lo siguiente: “Empezó la hora loca. Las cifras que circulan son inciertas y crean expectativas falsas”.
2 Los dirigentes de la oposición se equivocaron patéticamente una vez más. Como lo vienen haciendo desde que el chavismo arribó al poder. Sus fracasos son incontables, graves unos, y no tan graves otros. Pero, en todo caso, reveladores de que siempre marchan en sentido contrario a la realidad. Cuando Chávez aún no había tomado posesión del cargo de Presidente de la República, ya la oposición derrotada, el puntofijismo, comenzó a conspirar y tocó a algunos jefes militares. Unos intentaron un golpe (fallido) y otros se negaron rotundamente a participar en la aventura.
3 Luego se producirían acciones desestabilizadoras de diversa índole, todas destinadas a desconocer el mandato del pueblo: cuestionamiento de la nueva Constitución, satanizada de manera estridente; paros patronales auspiciados por Fedecámaras, campañas mediáticas feroces hasta rematar con el golpe del 11 de abril de 2000 y el paro-sabotaje de la industria petrolera. En los años siguientes, la oposición continuó en esa misma línea. Perfeccionando algunos aspectos que la conducirían a practicar un método conspirativo en el que la conexión con el exterior, particularmente los grupos ultraconservadores de los Estados Unidos, y la adopción del terrorismo, marca el proceso de conversión definitiva de la oposición en un sector desnacionalizado y definitivamente antidemocrático.
4 La oposición venezolana dejó de ser una fuerza confiable y útil para el debate democrático. Irresponsablemente se abrazó a una política de fuerza montada sobre la provocación sistemática. Con una característica muy marcada: el desprecio por el adversario, el desconocimiento del ordenamiento constitucional y legal de la República y la adopción de formas de lucha política reñidas con la tradición del país.
5 Esa característica de quienes dirigen la oposición ha sido determinante en su actuación pública: logran éxitos circunstanciales que luego echan por la borda; consiguen incrementar su presencia en la actividad electoral, pero dramáticamente despilfarran los logros alcanzados; asumen las victorias electorales con arrogancia, y extreman el odio que los mueve a niveles inimaginables. Cuando consiguen el control de una rama de los Poderes públicos, asumen la victoria como la conquista de una barricada para disparar contra otros Poderes del Estado.
6 De manera irracional arremeten contra la constitucionalidad democrática y desconocen normas y principios de obligatorio cumplimiento en una sociedad democrática. Resulta insólito, por ejemplo, que para una oposición que tiene obligaciones con el país y tareas que cumplir en su relación con la comunidad, se planteé como único objetivo programático defenestrar al Presidente electo por el pueblo. Tal obsesión la conduce a incurrir en gruesos errores, es decir, a optar por la violencia y a dejar de lado las luchas cívicas. Precisamente lo que ha ocurrido en los últimos tres meses, en que la oposición no percibió el inmenso daño que le ocasionaban las formas de violencia que empleaba: saqueos, bloqueo de calles y avenidas, asesinatos, incineración de seres humanos, ataques a instalaciones públicas y privadas, así como a bases militares.
7 También subestimó al chavismo. Se creyó el cuento de que era una fuerza mayoritaria estable y consolidada y que el chavismo no tenía capacidad para recuperarse. La sorpresa del domingo 16, cuando los centros de votación del CNE se vieron desbordados por muchedumbres que permanecieron eufóricas en las colas hasta altas horas de la madrugada del lunes, no se la esperaban ni remotamente. Estupefactos se dieron a la tarea de manejar, caprichosamente, cifras contradictorias. Y para rematar la frustrante jornada acordaron lanzarse a la aventura final: más violencia, un paro nacional, guarimbas y trancazos. O sea, la demencia llevada a la política. O “la hora loca”, según la calificación de alguien que no es chavista, pero sí un buen analista: Luis Vicente León.
► Jorge Rodríguez ha sido implacable en su análisis del hecho electoral del domingo 16. Con una severa capacidad de análisis, una fina ironía y un amplio conocimiento de los procesos comiciales, desnudó la farsa que montó la dirección de la oposición ese día. Puso de relieve las contradicciones en que incurrieron los líderes de la derecha y la manera desvergonzada como le mintieron al país…
► ¿Cómo es posible que esos dirigentes pretendan –montados sobre tan grotesca comedia– justificar una política destinada a crear un gobierno paralelo y a reiterar lo que constituye factor determinante en el fiasco en el episodio, la violencia, con la realización de lo que inicialmente llamaron plebiscito –figura no consagrada en la Constitución– y que luego calificaron de consulta? Es una temeridad pretender que semejante engendro genere derechos y sirva para alterar la constitucionalidad. Que un hecho sin sustento legal, sin auditoría, con resultados que sus promotores cambiaban a capricho, sirva de soporte para derrocar a un Jefe de Estado electo por el pueblo en limpios comicios…
► El liderazgo opositor subestimó una vez más la realidad, y la consulta demostró que perdió fuerza. Que entre la que consiguió acumular para obtener la victoria que le dio el control de la Asamblea Nacional, y lo que acaba de demostrar en la consulta del pasado 16 de este mes, media una distancia considerable. ¿A qué atribuir la decepcionante derrota? A algo que ellos jamás admitirán y que tratan de disimular apelando a variados recursos, entre otros, los de tipo mediático. Me refiero a la violencia. Fue este un factor determinante, que el chavismo supo tratar a fondo. La identificación ante la colectividad nacional de la oposición con la violencia no requirió de mucho esfuerzo: las penurias a que la MUD sometió a los ciudadanos colmó la paciencia de miles de personas, buena parte de ellas opositoras…
► Además, jugo papel decisivo la manera como el chavismo asumió temas como el diálogo y la paz. En el debate de las ideas, de aportes conceptuales, la oposición no hizo ninguno, en tanto que el chavismo potenció la importancia para los venezolanos del diálogo y la paz, escarnecidos con arrogancia por los dirigentes opositores…
►Ahora, la MUD y sus acompañantes, sin reflexionar sobre lo sucedido el domingo 16, y recurriendo a un triunfalismo forzado, típico de aquellos sectores que actúan siempre con prepotencia, ratifica su línea de violencia y se juega a fondo su destino en una apuesta suicida, de todo o nada, sin importarle el daño que le hacen a Venezuela…
►El papel de los ex presidentes que la MUD invitó en calidad de observadores para la jornada del domingo 16 fue deprimente. Chinchilla (Costa Rica) Fox (México), Quiroga (Bolivia), Pastrana (Colombia), todos ellos con prontuarios en sus respectivos países, operaron como voceros de la oposición, se metieron en los asuntos internos del país e, incluso, insultaron al presidente Maduro. En ningún otro país podrían hacer lo mismo. Aquí vinieron a justificar la gruesa paga que recibieron
29 de julio de 2017
31 de julio de 2017