Pakistán se acerca al eje de la resistencia
Al Manar 7 de agosto de 2018
Imran Khan
Los resultados de las elecciones legislativas del 25 de Julio en Pakistán han dado la victoria al partido de Imran Khan, ex campeón de cricket, y que ha prometido “un nuevo Pakistán”. Su victoria ha supuesto un golpe político para EEUU y Arabia Saudí, señalan los analistas políticos.
Khan es el líder del partido Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI). Él ha declarado que su próximo gobierno expandirá sus relaciones con Irán y revisará sus vínculos con EEUU.
“Desgraciadamente, el Partido del Pueblo Pakistaní (PPP) está sometido a la presión de EEUU y no ha podido implementar el proyecto de gaseoducto Irán-Pakistán. Pero el PTI hará todo lo que esté en su mano para importar energía de Irán. El precio del gas iraní es más barato que el precio del gas que compra Pakistán”.
En otra parte de sus declaraciones, él reafirmó que el desarrollo de las relaciones con los países vecinos, en particular Irán, constituye la prioridad de la política exterior de Pakistán. “La promoción de las relaciones con Irán va en interés de Pakistán”, señaló.
“El incremento del comercio con Irán se encuentra igualmente en el orden del día del futuro gobierno, puesto que esta decisión se corresponde con los intereses de Islamabad”, señaló.
Más tarde en sus comentarios, hizo hincapié en que Pakistán podría mediar para amortiguar la tensión entre Irán y Arabia Saudí, cuyas relaciones se han visto empañadas debido a los complots de Israel.
Añadió que Pakistán e Irán comparten muchas afinidades y que pueden desempeñar un papel vital en la solución de los problemas de los países musulmanes, incluida la lucha contra los grupos terroristas, como el Daesh.
A los ojos de Imran Khan, los persistentes desacuerdos entre Irán y Arabia Saudí, así como entre otros países musulmanes, son una conspiración tramada por Occidente y las potencias extranjeras.
“Islamabad y Teherán pueden cooperar para neutralizar estas conspiraciones”, aseguró.
Hay que añadir a ello que Khan está en contra de toda participación pakistaní en la guerra de Yemen.
La subida al poder de Khan tiene lugar además en un momento en el que Arabia Saudí ha perdido a otro aliado, el ex primer ministro de Malasia, Najib Razak, inculpado por delitos de corrupción y que ha acabado en prisión. La subida al poder de Mahathir Mohamad ha sido un revés político para Riad puesto que el nuevo primer ministro malasio es un firme opositor a la guerra de agresión saudí contra Yemen.
“Trump, un idiota”
“El próximo gobierno pakistaní revisará sus relaciones con Washington y cree que los lazos entre los dos países deberían basarse en intereses comunes y un respeto mutuo”, señaló Imran Khan.
Él ha criticado las políticas “humillantes” de Donald Trump contra su país y ha respondido categóricamente a las críticas de este último, que amenazo con suprimir la ayuda de EEUU a Pakistán y que reprocha a Islamabad el no combatir suficientemente al terrorismo.
“No eres más que un idiota que empuja a Pakistán hacia el extremismo”, señaló.
Khan prestará juramento como nuevo primer ministro el 14 de agosto, día de la Independencia de Pakistán.
Graduado de Oxford, Imran Khan se embarcó en la política en 1996. Hoy, como nuevo primer ministro de Pakistán, quiere cambiar su país y convertirlo en uno de los actores clave en la región. Una tarea que sus antiguos homólogos corruptos no pudieron ni quisieron hacer.
Khan es el líder del partido Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI). Él ha declarado que su próximo gobierno expandirá sus relaciones con Irán y revisará sus vínculos con EEUU.
“Desgraciadamente, el Partido del Pueblo Pakistaní (PPP) está sometido a la presión de EEUU y no ha podido implementar el proyecto de gaseoducto Irán-Pakistán. Pero el PTI hará todo lo que esté en su mano para importar energía de Irán. El precio del gas iraní es más barato que el precio del gas que compra Pakistán”.
En otra parte de sus declaraciones, él reafirmó que el desarrollo de las relaciones con los países vecinos, en particular Irán, constituye la prioridad de la política exterior de Pakistán. “La promoción de las relaciones con Irán va en interés de Pakistán”, señaló.
“El incremento del comercio con Irán se encuentra igualmente en el orden del día del futuro gobierno, puesto que esta decisión se corresponde con los intereses de Islamabad”, señaló.
Más tarde en sus comentarios, hizo hincapié en que Pakistán podría mediar para amortiguar la tensión entre Irán y Arabia Saudí, cuyas relaciones se han visto empañadas debido a los complots de Israel.
Añadió que Pakistán e Irán comparten muchas afinidades y que pueden desempeñar un papel vital en la solución de los problemas de los países musulmanes, incluida la lucha contra los grupos terroristas, como el Daesh.
A los ojos de Imran Khan, los persistentes desacuerdos entre Irán y Arabia Saudí, así como entre otros países musulmanes, son una conspiración tramada por Occidente y las potencias extranjeras.
“Islamabad y Teherán pueden cooperar para neutralizar estas conspiraciones”, aseguró.
Hay que añadir a ello que Khan está en contra de toda participación pakistaní en la guerra de Yemen.
La subida al poder de Khan tiene lugar además en un momento en el que Arabia Saudí ha perdido a otro aliado, el ex primer ministro de Malasia, Najib Razak, inculpado por delitos de corrupción y que ha acabado en prisión. La subida al poder de Mahathir Mohamad ha sido un revés político para Riad puesto que el nuevo primer ministro malasio es un firme opositor a la guerra de agresión saudí contra Yemen.
“Trump, un idiota”
“El próximo gobierno pakistaní revisará sus relaciones con Washington y cree que los lazos entre los dos países deberían basarse en intereses comunes y un respeto mutuo”, señaló Imran Khan.
Él ha criticado las políticas “humillantes” de Donald Trump contra su país y ha respondido categóricamente a las críticas de este último, que amenazo con suprimir la ayuda de EEUU a Pakistán y que reprocha a Islamabad el no combatir suficientemente al terrorismo.
“No eres más que un idiota que empuja a Pakistán hacia el extremismo”, señaló.
Khan prestará juramento como nuevo primer ministro el 14 de agosto, día de la Independencia de Pakistán.
Graduado de Oxford, Imran Khan se embarcó en la política en 1996. Hoy, como nuevo primer ministro de Pakistán, quiere cambiar su país y convertirlo en uno de los actores clave en la región. Una tarea que sus antiguos homólogos corruptos no pudieron ni quisieron hacer.