Por qué acusan a Irán de la comisión de los ataques a las instalaciones de Arabia Saudí
Patria Latina 25 de septiembre de 2019
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Los ataques a las instalaciones petroleras de Arabia Saudí han sido de gran trascendencia internacional. Los mismos han tenido dimensiones políticas y jurídicas amplias y requieren de tiempo y análisis suficiente. Aquí en esta ocasión enumeramos las razones principales del planteamiento de estas acusaciones que reflejan parte del asunto.
Ya salió a la luz que la política de los Estados Unidos contra Irán a la cual bautizaron como la Política de la Máxima Presión ha sido efectivamente, la de Hostilidad Máxima, cuya dimensión propagandística contribuye a incrementar la hostilidad. De hecho esta política equivale a la mentira en la extremidad, la acusación llevada al extremo y las operaciones psicológicas. Entonces ya la culpabilidad de Irán no es el asunto, sino cualquier posibilidad existente para atribuir acusaciones a este país según ellos tiene que ser en la extremidad. El fundador de esta teoría ha sido Paul Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda de Alemania nazi quien desde 1933 hasta 1945 dirigía esta cartera del gabinete de Hitler. Esta teoría se basa en que la mentira mientras sea más descarada sería más creíble ante el pueblo.
La máxima presión para facilitar el proceso de la negociación es un argumento nulo e inadmisible. Este es un truco simple y conocido para justificar a la opinión pública. Asimismo se puede hablar de una forma más aceptable de la hostilidad en la negociación pero se puede plantear condiciones para la negociación donde tu adversario no acepte las mismas o el mismo hecho de negociar para él sea como rendirse y se vea obligado a decirle no o si decide retomar las negociaciones, puedas concluir que se haya rendido.
El objetivo de los Estados Unidos es exterminar a Irán con la máxima hostilidad, la cual tiene 3 puntos. La máxima presión para desintegrar la economía de Irán, deslegitimar los gobiernos beligerantes internos y separatistas o cuando sea posible alentar una intervención militar. La propaganda, la presión diplomática, coaccionar a las legaciones diplomáticas de Irán, acosar a los iraníes mediante la creación de dificultades en el proceso de la emisión de visas y opacar la imagen de los ciudadanos iraníes, entre otros, son parte de esta hostilidad extrema.
La segunda se basa en que los Estados Unidos y Arabia Saudí así como los miembros de la Alianza están muy interesados en ver a Irán como su adversario que los Hutíes yemenitas, el grupo Ansar Allah o el mismo ejército de este país. Por lo tanto, la guerra que ellos pensaban ganar en dos semanas y acogotar a los yemenitas ya después de cuatro años no lograron terminar y están varados en un atolladero donde no son capaces de escapar, tampoco se atreven a expresar su frustración ante los grupos yemeníes, en este sentido, tratan de justificar sus fracasos con el apoyo de otras fuerzas mayores a estos grupos. Recuerdo que pensaban lo mismo respecto a Siria. En los diarios del Dr. Salehi se ha mencionado que el canciller catarí le había asegurado que la cuestión de Siria dentro de dos semanas está resuelta pero después de 9 años vemos que el gobierno sirio ha recuperado su dominio en todo el territorio nacional y los grupos insurgentes que se encontraban a unos cien metros del palacio presidencial ahora están al borde del abismo. Estados Unidos no ha ocultado su ira de este hecho de que los iraníes fueron quienes evitaron la caída del gobierno sirio. Sienten la misma ira respecto al tema de Yemen.
Tercero, los sistemas de los radares y antimisiles avanzados que cada uno le ha costado millones de dólares a Arabia Saudí y cuyos beneficiarios fueron los estadounidenses, han sido incapaces de rastrear los misiles y drones yemeníes, razón por la cual, insisten en el papel de un organismo más poderoso y un sistema más sofisticado. Ellos acotan que estos ataques han sido acertados y precisos de tal manera que nadie espera de los yemeníes que sean tan poderosos para perpetrarlos.
La otra razón es que los Estados Unidos y Arabia Saudí, posiblemente, han confiado en sus percepciones erradas y falsas sobre los yemenís. Ellos subestimaron al gobierno de turno y sus grupos aliados. Si subestimas al enemigo en cualquier nivel que se encuentre recibirás golpes letales y después te ves obligado a analizar el impacto recibido. Los yemeníes no son tan débiles como los americanos y saudís consideran en sus imaginaciones. Quienes tengan un leve conocimiento sobre la historia saben que Yemen ha estado provisto de una civilización brillante y es un pueblo arraigado, inclusive en su osadía han sido ejemplares y siguen siendo una nación inigualable.
El hecho de que hayan suministrado a los yemeníes con el armamento iraní, independientemente de la veracidad o falsedad de lo planteado, demuestra que han subestimado a Irán también. Primero, el hecho de que el armamento fabricado por un país se encuentre en la otra latitud geográfica no implica nada. En este momento es posible que el armamento americano, británico, francés, ruso etc. esté al alcance de cualquier país o grupo terrorista, criminal y contrabandista. Es sabido que los temidos carteles de narcotráfico en América Latina usan armamentos americanos o los terroristas del ISIS y al-Qaeda poseen armas provenientes de los Estados Unidos y Arabia Saudí. Este no puede ser considerado un buen argumento para plantear una acusación y si es así hay que incluir a todos sin excepción alguna.
Los Estados Unidos, Reino Unido y Francia han vendido equivalente a centenares de millardos de dólares del armamento sofisticado a Arabia Saudí y otros países árabes entre otros los aviones de última generación, misiles muy avanzados y bombas gigantes reforzadas con tecnología de láser. Ellos han quebrantado el equilibrio de poder en el Golfo Pérsico y amenazado los intereses estratégicos de Irán en la región. Irán es el país más extenso y más poderoso de la región al que los Estados Unidos y sus aliados no reconocen ninguna soberanía en la política, economía y seguridad de la región de Medio Oriente y han intentado mermar el papel de Irán en Medio Oriente y el Golfo Pérsico. Parte de estas acusaciones es para aislar a Irán y limitar su trascendental rol en la región. Pero Irán no puede esperar y ver que un país como Arabia Saudí devore sus intereses estratégicos.
Para concluir cabe destacar que la intención de los Estados Unidos y Arabia Saudí como mencioné anteriormente se resume en la propaganda contra Irán, pero al parecer han ignorado esta realidad, que de esta manera están confesando que el presunto apoyo de Irán a un grupo de esta índole pone de manifiesto el fracaso de estos países ante Irán.
Es posible que alguien pregunte: ¿Si el respaldo de Irán a un grupo les desespera tanto cómo quieren enfrentar al mismo país y bajo qué lógica lo amenazan? No sería mejor que en lugar de calumnias y otros actos inútiles reconozcan los intereses de Irán y acepten que un país grande como Irán, tiene sus preocupaciones e intereses estratégicos, los cuales deben ser respetados. Tienen que considerarle un papel positivo y en lugar de amenazarlo hay que optar por la convivencia con este país, acompañada con el respeto y la admiración.
Baharvand
- Una vez ocurrido el ataque fue reivindicado por el movimiento yemenita Ansar Allah y el vocero del ejército.
- El gobierno saudí mencionó que los artefactos que se usaron en el ataque han sido fabricados en Irán y desconoce el origen de los disparos de Yemen pero no detalló exactamente de qué lugar se han realizado.
- El Secretario de Estado de los Estados Unidos de forma inmediata atribuyó la autoría del ataque a Irán, más tarde las autoridades estadounidenses mencionaron uno por uno que Irán mismo ha perpetrado los ataques.
- En el momento que empezó la ráfaga de las acusaciones todavía los expertos militares no se habían presentado en el sitio donde ocurrieron las explosiones, razón por la cual, bajo las mejores condiciones se requerían de 48 horas para que entraran al sitio, empezaran su labor y por consiguiente, sacaran sus conclusiones al respecto. ¿Pero por qué acusan a Irán?
Ya salió a la luz que la política de los Estados Unidos contra Irán a la cual bautizaron como la Política de la Máxima Presión ha sido efectivamente, la de Hostilidad Máxima, cuya dimensión propagandística contribuye a incrementar la hostilidad. De hecho esta política equivale a la mentira en la extremidad, la acusación llevada al extremo y las operaciones psicológicas. Entonces ya la culpabilidad de Irán no es el asunto, sino cualquier posibilidad existente para atribuir acusaciones a este país según ellos tiene que ser en la extremidad. El fundador de esta teoría ha sido Paul Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda de Alemania nazi quien desde 1933 hasta 1945 dirigía esta cartera del gabinete de Hitler. Esta teoría se basa en que la mentira mientras sea más descarada sería más creíble ante el pueblo.
La máxima presión para facilitar el proceso de la negociación es un argumento nulo e inadmisible. Este es un truco simple y conocido para justificar a la opinión pública. Asimismo se puede hablar de una forma más aceptable de la hostilidad en la negociación pero se puede plantear condiciones para la negociación donde tu adversario no acepte las mismas o el mismo hecho de negociar para él sea como rendirse y se vea obligado a decirle no o si decide retomar las negociaciones, puedas concluir que se haya rendido.
El objetivo de los Estados Unidos es exterminar a Irán con la máxima hostilidad, la cual tiene 3 puntos. La máxima presión para desintegrar la economía de Irán, deslegitimar los gobiernos beligerantes internos y separatistas o cuando sea posible alentar una intervención militar. La propaganda, la presión diplomática, coaccionar a las legaciones diplomáticas de Irán, acosar a los iraníes mediante la creación de dificultades en el proceso de la emisión de visas y opacar la imagen de los ciudadanos iraníes, entre otros, son parte de esta hostilidad extrema.
La segunda se basa en que los Estados Unidos y Arabia Saudí así como los miembros de la Alianza están muy interesados en ver a Irán como su adversario que los Hutíes yemenitas, el grupo Ansar Allah o el mismo ejército de este país. Por lo tanto, la guerra que ellos pensaban ganar en dos semanas y acogotar a los yemenitas ya después de cuatro años no lograron terminar y están varados en un atolladero donde no son capaces de escapar, tampoco se atreven a expresar su frustración ante los grupos yemeníes, en este sentido, tratan de justificar sus fracasos con el apoyo de otras fuerzas mayores a estos grupos. Recuerdo que pensaban lo mismo respecto a Siria. En los diarios del Dr. Salehi se ha mencionado que el canciller catarí le había asegurado que la cuestión de Siria dentro de dos semanas está resuelta pero después de 9 años vemos que el gobierno sirio ha recuperado su dominio en todo el territorio nacional y los grupos insurgentes que se encontraban a unos cien metros del palacio presidencial ahora están al borde del abismo. Estados Unidos no ha ocultado su ira de este hecho de que los iraníes fueron quienes evitaron la caída del gobierno sirio. Sienten la misma ira respecto al tema de Yemen.
Tercero, los sistemas de los radares y antimisiles avanzados que cada uno le ha costado millones de dólares a Arabia Saudí y cuyos beneficiarios fueron los estadounidenses, han sido incapaces de rastrear los misiles y drones yemeníes, razón por la cual, insisten en el papel de un organismo más poderoso y un sistema más sofisticado. Ellos acotan que estos ataques han sido acertados y precisos de tal manera que nadie espera de los yemeníes que sean tan poderosos para perpetrarlos.
La otra razón es que los Estados Unidos y Arabia Saudí, posiblemente, han confiado en sus percepciones erradas y falsas sobre los yemenís. Ellos subestimaron al gobierno de turno y sus grupos aliados. Si subestimas al enemigo en cualquier nivel que se encuentre recibirás golpes letales y después te ves obligado a analizar el impacto recibido. Los yemeníes no son tan débiles como los americanos y saudís consideran en sus imaginaciones. Quienes tengan un leve conocimiento sobre la historia saben que Yemen ha estado provisto de una civilización brillante y es un pueblo arraigado, inclusive en su osadía han sido ejemplares y siguen siendo una nación inigualable.
El hecho de que hayan suministrado a los yemeníes con el armamento iraní, independientemente de la veracidad o falsedad de lo planteado, demuestra que han subestimado a Irán también. Primero, el hecho de que el armamento fabricado por un país se encuentre en la otra latitud geográfica no implica nada. En este momento es posible que el armamento americano, británico, francés, ruso etc. esté al alcance de cualquier país o grupo terrorista, criminal y contrabandista. Es sabido que los temidos carteles de narcotráfico en América Latina usan armamentos americanos o los terroristas del ISIS y al-Qaeda poseen armas provenientes de los Estados Unidos y Arabia Saudí. Este no puede ser considerado un buen argumento para plantear una acusación y si es así hay que incluir a todos sin excepción alguna.
Los Estados Unidos, Reino Unido y Francia han vendido equivalente a centenares de millardos de dólares del armamento sofisticado a Arabia Saudí y otros países árabes entre otros los aviones de última generación, misiles muy avanzados y bombas gigantes reforzadas con tecnología de láser. Ellos han quebrantado el equilibrio de poder en el Golfo Pérsico y amenazado los intereses estratégicos de Irán en la región. Irán es el país más extenso y más poderoso de la región al que los Estados Unidos y sus aliados no reconocen ninguna soberanía en la política, economía y seguridad de la región de Medio Oriente y han intentado mermar el papel de Irán en Medio Oriente y el Golfo Pérsico. Parte de estas acusaciones es para aislar a Irán y limitar su trascendental rol en la región. Pero Irán no puede esperar y ver que un país como Arabia Saudí devore sus intereses estratégicos.
Para concluir cabe destacar que la intención de los Estados Unidos y Arabia Saudí como mencioné anteriormente se resume en la propaganda contra Irán, pero al parecer han ignorado esta realidad, que de esta manera están confesando que el presunto apoyo de Irán a un grupo de esta índole pone de manifiesto el fracaso de estos países ante Irán.
Es posible que alguien pregunte: ¿Si el respaldo de Irán a un grupo les desespera tanto cómo quieren enfrentar al mismo país y bajo qué lógica lo amenazan? No sería mejor que en lugar de calumnias y otros actos inútiles reconozcan los intereses de Irán y acepten que un país grande como Irán, tiene sus preocupaciones e intereses estratégicos, los cuales deben ser respetados. Tienen que considerarle un papel positivo y en lugar de amenazarlo hay que optar por la convivencia con este país, acompañada con el respeto y la admiración.
Baharvand
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