Presidente iraquí: Bagdad no permitirá a EEUU que vigile a Irán
Hispan TV 4 de febrero de 2019
El presidente iraquí, Barham Salih, habla durante una conferencia de prensa en Ankara (capital de Turquía), 3 de enero de 2019. (Foto: AFP)
El presidente de EE.UU., Donald Trump, decidió vigilar a Irán desde Irak sin pedir permiso al Gobierno de Bagdad, indica el mandatario iraquí, Barham Salih.
“Trump no ha pedido autorización alguna a Irak para mantener la presencia militar de EE.UU. con el fin de vigilar a Irán”, ha declarado hoy lunes Salih, conforme ha comunicado el canal de televisión Al-Arabia.
En una entrevista publicada el domingo por la cadena local CBS, el mandatario estadounidense admitió que la guerra de Irak fue un “gran error”, pero explicó que, como ya se ha invertido en crear una base militar en ese país, es mejor conservarla y usarla para vigilar a Irán.
Salih, sin embargo, ha pedido a Washington que “no sobrecargue a Irak con sus propios asuntos” y que “no persiga sus propias prioridades estratégicas” en el territorio iraquí.
El presidente de Irak ha puesto de relieve también que “las fuerzas estadounidenses no tienen derecho a hacer nada que no esté estipulado en el convenio firmado”, y ha recalcado que los militares de EE.UU. no pueden vigilar a Irán, por lo que Irak no lo permitirá.
Al respecto, le ha recordado a Trump que la presencia de las tropas estadounidenses en Irak solo debe tener como objetivo la lucha contra el terrorismo, como ya acordaron Bagdad y Washington.
El presidente iraquí, asimismo, ha resaltado la importancia de “desarrollar las relaciones con los países limítrofes, incluido Irán” como uno de los principios de su política exterior. Bagdad no quiere actuar como “parte ni eje del conflicto entre otros países”, ha enfatizado.
El anuncio en cuestión de Trump ha provocado en gran medida la ira y la crítica de los iraquíes. El vicepresidente del Parlamento iraquí, Hasan al-Kaabi, ha considerado las afirmaciones del inquilino de la Casa Blanca como una flagrante violación de la soberanía y la voluntad nacional del país árabe.
Asimismo, el Movimiento de Resistencia Islámica de Irak (Kataib Hezbolá) ha estimado que el anuncio de Trump supone, en realidad, “una ocupación” del país árabe y ha prometido no permitir a EE.UU. usar Irak como base contra los países vecinos.
En los últimos meses, los legisladores iraquíes han insistido en la salida de EE.UU. De hecho, el Parlamento del país tiene previsto analizar en breve un proyecto de ley presentado por el bloque Saerun, en el cual se exige la retirada de uniformados extranjeros de Irak.
Tras la victoria del Gobierno de Bagdad frente al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en diciembre de 2017, las autoridades estadounidenses prometieron “reducir gradualmente” su presencia en suelo iraquí, pero en agosto de 2018 Washington aseguró que el contingente norteamericano —estimado en 5200 efectivos— permanecerá en Irak “el tiempo que sea necesario”.
tqi/ctl/myd/mkh
“Trump no ha pedido autorización alguna a Irak para mantener la presencia militar de EE.UU. con el fin de vigilar a Irán”, ha declarado hoy lunes Salih, conforme ha comunicado el canal de televisión Al-Arabia.
En una entrevista publicada el domingo por la cadena local CBS, el mandatario estadounidense admitió que la guerra de Irak fue un “gran error”, pero explicó que, como ya se ha invertido en crear una base militar en ese país, es mejor conservarla y usarla para vigilar a Irán.
Salih, sin embargo, ha pedido a Washington que “no sobrecargue a Irak con sus propios asuntos” y que “no persiga sus propias prioridades estratégicas” en el territorio iraquí.
El presidente de Irak ha puesto de relieve también que “las fuerzas estadounidenses no tienen derecho a hacer nada que no esté estipulado en el convenio firmado”, y ha recalcado que los militares de EE.UU. no pueden vigilar a Irán, por lo que Irak no lo permitirá.
Al respecto, le ha recordado a Trump que la presencia de las tropas estadounidenses en Irak solo debe tener como objetivo la lucha contra el terrorismo, como ya acordaron Bagdad y Washington.
El presidente iraquí, asimismo, ha resaltado la importancia de “desarrollar las relaciones con los países limítrofes, incluido Irán” como uno de los principios de su política exterior. Bagdad no quiere actuar como “parte ni eje del conflicto entre otros países”, ha enfatizado.
El anuncio en cuestión de Trump ha provocado en gran medida la ira y la crítica de los iraquíes. El vicepresidente del Parlamento iraquí, Hasan al-Kaabi, ha considerado las afirmaciones del inquilino de la Casa Blanca como una flagrante violación de la soberanía y la voluntad nacional del país árabe.
Asimismo, el Movimiento de Resistencia Islámica de Irak (Kataib Hezbolá) ha estimado que el anuncio de Trump supone, en realidad, “una ocupación” del país árabe y ha prometido no permitir a EE.UU. usar Irak como base contra los países vecinos.
En los últimos meses, los legisladores iraquíes han insistido en la salida de EE.UU. De hecho, el Parlamento del país tiene previsto analizar en breve un proyecto de ley presentado por el bloque Saerun, en el cual se exige la retirada de uniformados extranjeros de Irak.
Tras la victoria del Gobierno de Bagdad frente al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en diciembre de 2017, las autoridades estadounidenses prometieron “reducir gradualmente” su presencia en suelo iraquí, pero en agosto de 2018 Washington aseguró que el contingente norteamericano —estimado en 5200 efectivos— permanecerá en Irak “el tiempo que sea necesario”.
tqi/ctl/myd/mkh
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