Producción de coca vale $ 18,3 billones y duplica el PIB del café
El Tiempo 3 de diciembre de 2019
Las preocupaciones que hay en el país por el incremento de los cultivos ilícitos no son para menos. La economía de la cocaína, que es solo uno de los componentes de todo el universo de la ilegalidad en la que se mueve dinero en efectivo y se ‘limpia’ después con inversiones en actividades legales o financiando el terrorismo, tuvo un valor de 18,3 billones de pesos en 2018, es decir, más del doble de lo que produjo el café en ese mismo año: 7 billones.
Foto: Ejército de Colombia
La cifra es parte de los resultados del estudio ‘El PIB de la cocaína 2005-2018: una estimación empírica’, elaborado por el Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico (Cede), de la Universidad de los Andes, el cual será presentado este lunes en un foro del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga.
Esos 18,3 billones de pesos –valor nominal calculado en el estudio– implican que la producción de la cocaína pone en la economía 1,88 por ciento del total del PIB, mientras que el café, 0,8 por ciento en ese año.
Para los autores de la investigación, Santiago Montenegro, Jorge Llano y Diana Ibáñez, “la cifra es preocupante comparada con la del período 2011-2014, cuando en promedio solo representó 0,6 por ciento del PIB”.
Para la medición, los investigadores partieron de tres fases que hacen parte de la producción de la coca: la etapa agrícola, cuando se efectúa la siembra de la hoja fresca; el peldaño en el que se junta lo agrícola con lo industrial, que es cuando se transforma la hoja en base de cocaína, y la industrial, es decir, el momento en que dicha base pasa a ser clorhidrato de cocaína, según explicó Ibáñez, quien hizo parte del equipo investigador.
Para ponerle valor a la cadena productiva de esta sustancia, los investigadores tuvieron en cuenta el consumo intermedio en cada una de las fases, toda vez que en los distintos eslabones de la siembra y posterior producción se requieren insumos, entre ellos, productos químicos, derivados del petróleo o cemento y cal, por mencionar algunos.
Una vez realizado el cálculo del valor agregado de la producción de las fases agrícola, agrícola- industrial e industrial propiamente dicha, los autores estimaron el PIB (nominal) de la cocaína en 1,88 por ciento.
En ese recorrido hasta el resultado es clave tener en cuenta algunos elementos en los que enfatizan los autores. Por ejemplo, “para estimar el valor agregado del clorhidrato de cocaína, el ejercicio se realiza bajo el supuesto de que la producción de cocaína se valora inicialmente en el sitio de producción”, indica el estudio.
De igual manera, los autores tuvieron en cuenta algunas variaciones que pueda tener el precio por kilogramo en su trayecto hasta llegar al consumidor.
Esos 18,3 billones de pesos –valor nominal calculado en el estudio– implican que la producción de la cocaína pone en la economía 1,88 por ciento del total del PIB, mientras que el café, 0,8 por ciento en ese año.
Para los autores de la investigación, Santiago Montenegro, Jorge Llano y Diana Ibáñez, “la cifra es preocupante comparada con la del período 2011-2014, cuando en promedio solo representó 0,6 por ciento del PIB”.
Para la medición, los investigadores partieron de tres fases que hacen parte de la producción de la coca: la etapa agrícola, cuando se efectúa la siembra de la hoja fresca; el peldaño en el que se junta lo agrícola con lo industrial, que es cuando se transforma la hoja en base de cocaína, y la industrial, es decir, el momento en que dicha base pasa a ser clorhidrato de cocaína, según explicó Ibáñez, quien hizo parte del equipo investigador.
Para ponerle valor a la cadena productiva de esta sustancia, los investigadores tuvieron en cuenta el consumo intermedio en cada una de las fases, toda vez que en los distintos eslabones de la siembra y posterior producción se requieren insumos, entre ellos, productos químicos, derivados del petróleo o cemento y cal, por mencionar algunos.
Una vez realizado el cálculo del valor agregado de la producción de las fases agrícola, agrícola- industrial e industrial propiamente dicha, los autores estimaron el PIB (nominal) de la cocaína en 1,88 por ciento.
En ese recorrido hasta el resultado es clave tener en cuenta algunos elementos en los que enfatizan los autores. Por ejemplo, “para estimar el valor agregado del clorhidrato de cocaína, el ejercicio se realiza bajo el supuesto de que la producción de cocaína se valora inicialmente en el sitio de producción”, indica el estudio.
De igual manera, los autores tuvieron en cuenta algunas variaciones que pueda tener el precio por kilogramo en su trayecto hasta llegar al consumidor.
"El precio de un kilogramo de cocaína se multiplica varias veces desde su precio en puerto de exportación hasta el precio de entrada a un mercado de un país como Estados Unidos"
“Como es bien conocido, el precio de un kilogramo de cocaína se multiplica varias veces desde su precio en puerto de exportación hasta el precio de entrada a un mercado de un país como Estados Unidos, y otras veces más, hasta su comercialización en las calles de los países consumidores. A pesar de que existen estimativos de estos precios, es muy difícil conocer con certeza qué monto de la comercialización externa de clorhidrato de cocaína podría hacer parte del PIB”, expresan los autores en el estudio.
Otros impactos
Para llegar a un cálculo más acertado del PIB de la cocaína, los autores incluyeron un porcentaje que representa la diferencia entre los precios de frontera y el precio al por mayor de un kilogramo de cocaína en los Estados Unidos.
Así las cosas, la cifra resultante (18,3 billones de pesos), que muestra la forma en que se ha agudizado el impacto de la cadena del narcotráfico en la economía, guarda consistencia con lo que se está viendo en los territorios donde se cultiva la coca.
Las estadísticas del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci), de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), una de las fuentes usadas en el estudio, muestran que “el área bajo cultivo de coca en Colombia alcanzó en 2017 la cifra más alta jamás registrada: 171.000 hectáreas”, con un incremento de 78 por ciento frente a las contabilizadas en 2015; mientras que en el 2018, la cantidad bajó a 169.000 hectáreas.
“Si no se tienen en cuenta las incautaciones realizadas en Colombia, la cifra no sería de 18,3 billones sino de 24 billones de pesos”, expresa Ibáñez.
De ahí que Montenegro advierta que, además de las implicaciones económicas de la cifra del PIB de la cocaína, que ha venido creciendo desde el 2014 (el PIB de la coca no está registrado de manera implícita en el PIB del país), hay otros efectos incalculables.
“Se trata de una plata que se va a la financiación del crimen, del contrabando, de la corrupción”.
Además, está el impacto que esta economía ilegal causa en términos de contaminación, pues, para sembrar cultivos ilícitos, “se destruyen bosques y selvas y los productos químicos utilizados en el procesamiento de la base de coca contaminan las aguas y afectan la salud de las personas”, afirma.
De acuerdo con Montenegro, este documento es parte de una investigación más amplia que adelanta Asofondos, sobre el ahorro total en Colombia (PIB menos el consumo) y cómo lo afecta la economía ilegal.
Se busca “determinar el monto real de las cuentas externas y, en particular, del déficit de la cuenta corriente. Esperamos también aclarar las discrepancias estadísticas entre las cifras del Dane y las del Banco de la República, cuya explicación está –muy probablemente– en la inclusión o no de estas actividades ilícitas”, señalan los autores.
MARTHA MORALES MANCHEGO
REDACCIÓN ECONOMÍA Y NEGOCIOS
Otros impactos
Para llegar a un cálculo más acertado del PIB de la cocaína, los autores incluyeron un porcentaje que representa la diferencia entre los precios de frontera y el precio al por mayor de un kilogramo de cocaína en los Estados Unidos.
Así las cosas, la cifra resultante (18,3 billones de pesos), que muestra la forma en que se ha agudizado el impacto de la cadena del narcotráfico en la economía, guarda consistencia con lo que se está viendo en los territorios donde se cultiva la coca.
Las estadísticas del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci), de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), una de las fuentes usadas en el estudio, muestran que “el área bajo cultivo de coca en Colombia alcanzó en 2017 la cifra más alta jamás registrada: 171.000 hectáreas”, con un incremento de 78 por ciento frente a las contabilizadas en 2015; mientras que en el 2018, la cantidad bajó a 169.000 hectáreas.
“Si no se tienen en cuenta las incautaciones realizadas en Colombia, la cifra no sería de 18,3 billones sino de 24 billones de pesos”, expresa Ibáñez.
De ahí que Montenegro advierta que, además de las implicaciones económicas de la cifra del PIB de la cocaína, que ha venido creciendo desde el 2014 (el PIB de la coca no está registrado de manera implícita en el PIB del país), hay otros efectos incalculables.
“Se trata de una plata que se va a la financiación del crimen, del contrabando, de la corrupción”.
Además, está el impacto que esta economía ilegal causa en términos de contaminación, pues, para sembrar cultivos ilícitos, “se destruyen bosques y selvas y los productos químicos utilizados en el procesamiento de la base de coca contaminan las aguas y afectan la salud de las personas”, afirma.
De acuerdo con Montenegro, este documento es parte de una investigación más amplia que adelanta Asofondos, sobre el ahorro total en Colombia (PIB menos el consumo) y cómo lo afecta la economía ilegal.
Se busca “determinar el monto real de las cuentas externas y, en particular, del déficit de la cuenta corriente. Esperamos también aclarar las discrepancias estadísticas entre las cifras del Dane y las del Banco de la República, cuya explicación está –muy probablemente– en la inclusión o no de estas actividades ilícitas”, señalan los autores.
MARTHA MORALES MANCHEGO
REDACCIÓN ECONOMÍA Y NEGOCIOS
Investigación: El PIB de la cocaína: 2005 - 2018. Una estimación empírica
Santiago Montenrego - Jorge Llano - Diana Ibáñez
Resumen:
Este documento estima el valor del producto interno bruto, PIB, de la producción de cocaína y, en particular, el valor agregado por la base de coca y por el clorhidrato de cocaína. Este valor del PIB de la cocaína es muy sensible a los precios y cantidades de insumos y de productos en diferentes puntos de la geografía del país. Los precios del clorhidrato de cocaína se incrementan exponencialmente desde los datos observados en los laboratorios en el interior del país, hasta llegar a los puertos de exportación y a los mercados de consumo. Los datos aquí utilizados fueron tomados de la información del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos, SIMCI, de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, UNODC. Si se asume un precio FOB del clorhidrato de cocaína igual al precio de frontera física más un 10% del diferencial entre el precio mayorista en los EEUU y dicho precio de frontera, el PIB de la cocaína alcanzaría un 1,88% del PIB total en 2018, más de dos veces el PIB de un sector emblemático como el café, que representa un 0,8% del PIB. Dicha cifra es igualmente preocupante comparada con la del período 2011-14, cuando en promedio solo representó un 0,6% del PIB, y en términos nominales alcanzó en 2018 unos $18 billones. El valor agregado de la cocaína calculado solo con el precio estimado en puerto de salida, que había caído en promedio a un 0,42% del PIB nacional hacia 2011-14, volvió a crecer hasta alcanzar un nivel de 0,88% del PIB total en 2017 y 1,06% en 2018. Dicha expansión está fundamentalmente explicada por el crecimiento de las siembras de la mata de coca, la cual alcanzó en 2017 las 171 mil hectáreas niveles superiores a los del año 2000 que se situaron cerca de 163 mil hectáreas y en 2018 cerca de 169 mil hectáreas. Debido a una política estricta de erradicación, ese nivel había caído a menos de 50,000 hectáreas en 2010.
Palabras Clave: Narcotráfico, Cocaína, Colombia, Conflicto, Cultivos ilícitos. Economía ilegal.
Este documento estima el valor del producto interno bruto, PIB, de la producción de cocaína y, en particular, el valor agregado por la base de coca y por el clorhidrato de cocaína. Este valor del PIB de la cocaína es muy sensible a los precios y cantidades de insumos y de productos en diferentes puntos de la geografía del país. Los precios del clorhidrato de cocaína se incrementan exponencialmente desde los datos observados en los laboratorios en el interior del país, hasta llegar a los puertos de exportación y a los mercados de consumo. Los datos aquí utilizados fueron tomados de la información del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos, SIMCI, de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, UNODC. Si se asume un precio FOB del clorhidrato de cocaína igual al precio de frontera física más un 10% del diferencial entre el precio mayorista en los EEUU y dicho precio de frontera, el PIB de la cocaína alcanzaría un 1,88% del PIB total en 2018, más de dos veces el PIB de un sector emblemático como el café, que representa un 0,8% del PIB. Dicha cifra es igualmente preocupante comparada con la del período 2011-14, cuando en promedio solo representó un 0,6% del PIB, y en términos nominales alcanzó en 2018 unos $18 billones. El valor agregado de la cocaína calculado solo con el precio estimado en puerto de salida, que había caído en promedio a un 0,42% del PIB nacional hacia 2011-14, volvió a crecer hasta alcanzar un nivel de 0,88% del PIB total en 2017 y 1,06% en 2018. Dicha expansión está fundamentalmente explicada por el crecimiento de las siembras de la mata de coca, la cual alcanzó en 2017 las 171 mil hectáreas niveles superiores a los del año 2000 que se situaron cerca de 163 mil hectáreas y en 2018 cerca de 169 mil hectáreas. Debido a una política estricta de erradicación, ese nivel había caído a menos de 50,000 hectáreas en 2010.
Palabras Clave: Narcotráfico, Cocaína, Colombia, Conflicto, Cultivos ilícitos. Economía ilegal.
Documentos CEDE. Nov. 2019 No. 44
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