El reflejo histórico en el actual escenario político electoral
Mario Ramos Fecha: 6/septiembre/2012
En esta ocasión proponemos una mirada histórica para adentrarnos en el análisis de dos situaciones: a) la real proyección política y electoral de la denominada Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas; y, b) el escándalo y delito de las firmas falsificadas.
En varias ocasiones hemos insistido que el actual proceso de la Revolución Ciudadana tiene como antecedente directo la insurgencia popular de abril del 2005. En un libro de carácter analítico y en cierta manera testimonial, surgido al calor de la Rebelión Forajida, escribimos lo siguiente: “Al final, sin tomar en cuenta propuestas que salieron en los grupos de trabajo, se “aprobó” un documento que no mencionó para nada que el planteamiento frente a la crisis debe ser, no la salida de un Presidente, que no resuelve el problema, sino la reforma integral del sistema político ecuatoriano, que esta crisis debe ser aprovechada para la reconcentración de los sectores verdaderamente democráticos y para la constitución de un polo político alternativo; por fuera de la partidocracia tradicional de derecha e izquierda; iba surgiendo el espíritu forajido.”[1] |
Recordemos que la clase política ecuatoriana de derecha e izquierda carcomió completamente la institucionalidad del país. Y durante el desarrollo del crac político en el marco de la crisis orgánica del sistema institucional neoliberal, la partidocracia se esforzó por manejar la situación de una forma que toda esa podrida democracia se mantenga intacta, después del derrocamiento del dictocrata[2] que ya se vislumbraba cercana.
[1] RAMOS, 2005: 45 [2] Así se autodenomino Lucio Gutiérrez
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