Se intensifica asesinatos contra Farc en Colombia
PCC 5 de junio de 2018
Los asesinatos contra miembros del Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), se intensifica en Colombia ante la indiferencia del gobierno nacional y sus fuerzas militares. El mismo doloroso camino que recorrió la Unión Patriótica está recorriendo el Partido FARC.
Las fuerzas oscuras del paramilitarismo regadas por todo el país, vienen sembrando el terror con entera libertad, sin que el Estado asuma una postura clara de defender la vida y la democracia a los militantes de este partido que decidieron dejar las armas después de un acuerdo político, que, dicho sea de paso, viene incumpliendo el gobierno nacional de Juan Manuel Santos Calderón.
Lo mismo ocurrió en 1953, cuando la famosa amnistía del criminal general Gustavo Rojas Pinilla, quien con promesas desarmó al pueblo alzado en armas y una vez concretado el objetivo, se desarrolló la más infame cacería humana. Ocurrió el genocidio contra la Unión Patriota. Ahora, se vuelve a repetir la historia.
Cerca de un centenar de ex combatientes farianos han sido asesinados en el último año en completo estado de indefensión. El más reciente ocurrió el pasado 2 de junio de 2018, en el caserío Santa Lucía, municipio de Ituango (Antioquia), quien respondía al nombre de Frady Estiven Chica. En horas de la noche fue ultimado a sangre fría.
Los “genios” de la violencia, los que se lucran de ella, liderados por Álvaro Uribe Vélez y su pupilo Iván Duque, persisten en esta infeliz práctica con la clara participación del presidente Juan Manuel Santos y los Estados Unidos.
Es de destacar también la indiferencia de los medios masivos de comunicación. Mantienen más pendientes de la hermana república bolivariana de Venezuela armando sus consabidas mentiras mediáticas, mientras el país continúa desangrándose, muriéndose de necesidades, en medio de la más cruda corrupción de la clase dominante.
Pero, no solamente están cayendo ultimados miembros del partido Farc, también vienen siendo asesinados sindicalistas, líderes populares, campesinos e indígenas. El ejército paramilitar del uribismo continúa haciendo fechorías en todo el país. De eso sí no hablan, ni el Procurador, ni el Contralor, ni el Fiscal.
La comunidad nacional e internacional deben reaccionar ante esta barbarie que quiere perpetuar el uribismo y el santismo con el bebé Iván Duque Márquez. Hay que detener el fascismo apoyando la candidatura presidencial de Gustavo Petro, quien viene ofreciendo entre otras cosas: Apoyar el proceso de paz facilitando su implementación, acabar con las EPS, que tanta muerte ha generado en Colombia, educación gratuita hasta la universidad y poner fin al modelo neoliberal extractivista, por un modelo social con verdadero rostro humano.
Hay que movilizar al pueblo colombiano, adicionalmente, para exigirle al gobierno nacional y a sus fuerzas militares, parar esta guerra criminal como todas, contra el Partido Farc y los líderes comunitarios, sindicales, campesinos e indígenas, hombres y mujeres. No más crímenes contra el pueblo. Que primen: La vida sobre la muerte, la paz sobre la guerra y la esperanza sobre la desesperanza.
Lo mismo ocurrió en 1953, cuando la famosa amnistía del criminal general Gustavo Rojas Pinilla, quien con promesas desarmó al pueblo alzado en armas y una vez concretado el objetivo, se desarrolló la más infame cacería humana. Ocurrió el genocidio contra la Unión Patriota. Ahora, se vuelve a repetir la historia.
Cerca de un centenar de ex combatientes farianos han sido asesinados en el último año en completo estado de indefensión. El más reciente ocurrió el pasado 2 de junio de 2018, en el caserío Santa Lucía, municipio de Ituango (Antioquia), quien respondía al nombre de Frady Estiven Chica. En horas de la noche fue ultimado a sangre fría.
Los “genios” de la violencia, los que se lucran de ella, liderados por Álvaro Uribe Vélez y su pupilo Iván Duque, persisten en esta infeliz práctica con la clara participación del presidente Juan Manuel Santos y los Estados Unidos.
Es de destacar también la indiferencia de los medios masivos de comunicación. Mantienen más pendientes de la hermana república bolivariana de Venezuela armando sus consabidas mentiras mediáticas, mientras el país continúa desangrándose, muriéndose de necesidades, en medio de la más cruda corrupción de la clase dominante.
Pero, no solamente están cayendo ultimados miembros del partido Farc, también vienen siendo asesinados sindicalistas, líderes populares, campesinos e indígenas. El ejército paramilitar del uribismo continúa haciendo fechorías en todo el país. De eso sí no hablan, ni el Procurador, ni el Contralor, ni el Fiscal.
La comunidad nacional e internacional deben reaccionar ante esta barbarie que quiere perpetuar el uribismo y el santismo con el bebé Iván Duque Márquez. Hay que detener el fascismo apoyando la candidatura presidencial de Gustavo Petro, quien viene ofreciendo entre otras cosas: Apoyar el proceso de paz facilitando su implementación, acabar con las EPS, que tanta muerte ha generado en Colombia, educación gratuita hasta la universidad y poner fin al modelo neoliberal extractivista, por un modelo social con verdadero rostro humano.
Hay que movilizar al pueblo colombiano, adicionalmente, para exigirle al gobierno nacional y a sus fuerzas militares, parar esta guerra criminal como todas, contra el Partido Farc y los líderes comunitarios, sindicales, campesinos e indígenas, hombres y mujeres. No más crímenes contra el pueblo. Que primen: La vida sobre la muerte, la paz sobre la guerra y la esperanza sobre la desesperanza.
6 de junio de 2018