Testigo clave en la investigación del asesinato de Chávez
Aporrea Iván Oliver Rugeles 20 de julio de 2018
Traemos a la memoria de nuestros lectores el testimonio de un testigo excepcional, de nombre Rafael García, quien ejerció un alto cargo de gerencia en el DAS de Colombia (Jefe de Informática), durante el primer gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002/2006), ente policial ese que fue suprimido y sustituido en 2011 por la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), testimonio ese del cual tomó nota la Revista Semana de Bogotá en entrevista exclusiva que el personaje le concedió y que ese medio la hizo pública en su edición correspondiente a la segunda semana de abril del 2006 (1).
En sus revelaciones a dicho medio este sujeto suministró, en lo que pudiéramos considerar su primera parte, impactante información sobre el masivo fraude electoral que hizo posible que Álvaro Uribe Vélez ganara las elecciones que lo llevaron al Palacio de Nariño en el 2002, gracias al apoyo logístico y financiero del narco paramilitarismo y, en la segunda parte, se refiere a los planes de ese organismo de inteligencia para asesinar a políticos venezolanos y muy particularmente al propio Presidente Hugo Chávez Frías.
Sobre ese segundo punto de la referida entrevista, los planes magnicidas en nuestro país, García se reservó, según él mismo lo reitera en sus declaraciones, todo tipo de detalle de los mismos y, obviamente, nombres de implicados, tanto de su país, como venezolanos, por razones de su seguridad personal y de su familia, pero advirtió que solamente estaría dispuesto a revelar cuánto sabe sobre el particular a las autoridades venezolanas, por lo que antes de que releamos la confesión que le hizo a los periodistas de la Revista colombiana, nos parece muy conveniente que nos hagamos esta pregunta:
¿Nuestro Gobierno Revolucionario ha adelantado, desde entonces, diligencia alguna para que ese señor García, quien, -entendemos- fue condenado a cumplir una condena de cárcel por enriquecimiento ilícito, lavado de activos y falsedad en documento y luego de casi cuatro años en prisión, fue dejado en libertad a finales de 2008 por "buena conducta", rinda declaraciones a nuestras autoridades policiales y judiciales sobre sus muy graves confesiones relativas a los planes de los órganos de inteligencia policial de su país, para asesinar al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías y a dirigentes políticos de la Revolución Bolivariana?
Vale observarle a los lectores que quien ejerció la jefatura mayor del DAS en esa época, el Dr. Jorge Noguera Cotes y, por tanto, superior jerárquico de García en dicho cuerpo de inteligencia policial y quien, es necesario enfatizarlo, era (y de seguro lo seguirá siendo) un hombre de la mayor confianza del Presidente Uribe Vélez, fue condenado por la Corte Suprema de su país a 25 años de cárcel en septiembre de 2011 por "hallarlo responsable de los delitos de concierto para delinquir agravado, del homicidio del profesor Alfredo Correa De Andreis, la destrucción, supresión u ocultamiento de documento público y la revelación de asunto sometido a secreto." (2)
Si hasta la fecha no ha sido posible que nuestro Gobierno haya iniciado esas diligencias para lograr ese interrogatorio, desde nuestra visión y no obstante que las condiciones políticas y de relaciones de amistad entre los gobiernos de Caracas y Bogotá por el momento no son nada auspiciosas para conocer de primera mano los planes magnicidas que fraguaba esa ya dizque desmontada maquinaria que era el DAS durante el mandato de Uribe Vélez contra nuestra país, más allá de que eso sea así y que, inclusive, resultaran infructuosas esas tratativas y no sea posible lograr ese interrogatorio, creemos muy necesario moverse en esa dirección, dejando muy en claro ante la comunidad internacional la posición invariable de que nuestro país, efectivamente, tiene sobrado interés en descorrer ese velo de atrocidades que esas organizaciones paraestatales del crimen en el vecino país han estado urdiendo para alterar la paz y la tranquilidad de nuestra Patria.
No olvidemos que los síntomas de la enfermedad del Comandante Chávez aparecen a comienzos de 2011, que el diagnóstico sobre la presencia en su organismo de células cancerígenas se conoce ese mismo año, luego de su primera operación en la Habana, a finales de ese mismo año, de manera que si la convicción que se maneja en densos sectores del país es que esas células fueron inoculadas en algún momento, no olvidemos que el año anterior de 2010, nuestro líder eterno, estuvo de visita oficial en el país vecino, el 8 de octubre de 2010, en donde mantuvo una larga entrevista con el presidente Santos, luego de reanudadas las relaciones diplomáticas entre los dos países que habían sido suspendidas por el último gobierno de Uribe Vélez, ocasión esa que bien pudo ser aprovechada para poner en marcha esa operación criminal.
Las hipótesis que se manejan acerca de que en la muerte de Chávez pudieran haber estado metidas las manos de tres de sus ayudantes de mayor confianza, hoy todos huídos del país y, además protegidos por el gobierno de los EE UU, como lo son, el Capitán de Corbeta Leamsy Salazar, el capitán del Ejército Adrián Velásquez, que estaba a cargo de la seguridad del hijo de Hugo Chávez y su esposa, exoficial de la Marina, Claudia Patricia Díaz Guillén, que fungió como enfermera de Chávez, para nada excluye la injerencia colombiana, sino que, por el contrario, surge como muy probable que el funcionario García del DAS, pueda no solamente saber mucho acerca de las opciones que pudieron haberse manejarse para acabar con la vida de Chávez, incluida la inducción de células cancerígenas o quizás una inyección de radiación (una de la hipótesis que ha planteado Eva Golinger), utilizando la capacidad operativa de estos sujetos que mencionamos, a los cuales la inteligencia venezolana muy lejos estaba de llegar a sospechar que pudieran atentar contra la vida del Comandante a quienes él les prodigaba el mayor afecto porque en ellos tenía depositaba toda su confianza. A estos personajes debieron haberles pagado una cuantiosa fortuna…
Sobre dichos particulares, es bien interesante recordar que en 2006, ya iniciado el segundo gobierno de Uribe Vélez, el Gobierno estadounidense creó una misión especial de Inteligencia clandestina para Venezuela y Cuba bajo la rectoría de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés), la cual extendía sus operaciones encubiertas contra el gobierno de nuestro país desde un centro instalado en suelo colombiano, donde operaba en estrecha coordinación con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Administración para el Control de Drogas (DEA), por lo que dicha logística nos da un indicio adicional muy relevante sobre la gran capacidad operativa con la que ha contado los EE UU y sus cipayos del Gobierno de Colombia para llevar adelante esos planes de magnicidio.
Pero dejamos hasta aquí cualquier otro comentario y pasemos a leer la entrevista, de la cual hemos tomado únicamente aquellos fragmentos que, en nuestro criterio, merecen ser conocidos por nuestro pueblo. Al pie de página hemos incluido el respectivo enlace a la red para quien desee leerla completa:
SEMANA: ¿Cómo fue el fraude electoral?
RAFAEL GARCÍA: ….el fraude funcionó así: el señor José Gamarra nos pidió a Enrique Osorio de la Rosa y a mí que estudiáramos la posibilidad de ver cómo se hacía para garantizar la votación sin que la gente fuera a votar, porque la gente al verse presionada por los paramilitares lo que hacía era abstenerse de ir a votar (..) Enrique es un tipo que trabajó 18 años en la Registraduría y él conoce muchísimo sobre el tema y fue quien diseñó todo el modus operando (..) Compramos cuatro censos electorales que no son disponibles al público (..) Al final de la jornada electoral, o en medio de ella, lo que se hacía era que la gente que no iba a votar se suplantaba (..) El programa de computador fue una herramienta de apoyo para el fraude que fue realizado a través de los jurados.
SEMANA: ¿Cómo consiguieron los listados?
R.G.: Por cada censo electoral se pagaban cuatro millones de pesos (..) No sé de dónde habrá sacado el dinero (para eso), no sé si (lo) habría dado "Jorge 40".
SEMANA: ¿Ya le explicó eso a la Fiscalía?
R.G.: Yo le expliqué con todo detalle (..) Yo no he dicho en la Fiscalía que el doctor Uribe buscó ese favorecimiento. Lo que dije fue que esos señores apoyaban la candidatura del doctor Uribe (..) Luego para garantizar su votación hacia el doctor Uribe, repitieron el mismo fraude electoral (..) dije que esos señores (..) que hicieron el fraude para elegirse…, lo repitieron para aportarle los votos al Presidente.
SEMANA: ¿Usted sabe si Álvaro Uribe se enteró de ese fraude?
R.G.: Yo no sé qué tanto pudo haber sabido él (..) sé que el señor José Gelves que era el ideólogo del "Frente Resistencia Tayrona" dijo en SEMANA en la revista anterior: "Nosotros le hicimos campaña a Uribe, yo me reuní con el candidato".
SEMANA: ¿Qué papel tuvo Juan Carlos Vives durante la campaña de 2002?
R.G.: Juan Carlos Vives es muy amigo de Jorge Noguera (..) Jorge y Juan Carlos recorrieron todo el Magdalena en una avioneta (..) haciendo campaña. En la gran mayoría de los municipios del Magdalena solo se podía hacer política con el permiso de "Jorge 40"…
SEMANA: ¿Por qué no le ha contado a la Fiscalía que usted acompañaba a Jorge Noguera a las reuniones con Jorge 40?
R.G.: Yo no he contado muchas cosas porque no tengo plena confianza en la Fiscalía (..) mi encarcelamiento es un problema político. Yo no estoy detenido por lo que presuntamente hice sino por todo lo que yo sé que involucra a mucha gente del gobierno en temas muy espinosos. Entre ellos temas muy delicados de narcotráfico (..) . En la campaña de Uribe (..) yo considero que hubo cosas muchísimo más graves que las que sucedieron en la campaña de Samper y eso es lo que me mantiene detenido.
SEMANA: ¿Cuáles son esas cosas graves?
R.G.: Hubo muchos vínculos de paramilitares y narcotraficantes (..) me he preguntado por qué la Fiscalía no se dedicó a averiguar quiénes son los señores que aparecen en el expediente: el señor Néstor Caro, el señor Camacho Martínez y qué papel desempeñaron ellos en la campaña al Senado y en la misma campaña presidencial (..) Le recuerdo que el señor Néstor Ramón Caro estaba solicitado en extradición desde 2001. Investiguen qué papel desempeñó él como aportante financiero en la campaña (..) Uribe…
SEMANA: ¿Qué tanto sabía Uribe de lo que estaba haciendo Jorge Noguera durante la campaña presidencial de 2002?
R.G.: No me consta, pero sí sé que hubo muchas personas relacionadas con narcotráfico (..) vinculadas a la campaña (..) en el Magdalena el señor Raúl Montoya le pagaba (..) un salario mensual a Jorge Noguera para que se desempeñara como gerente de campaña en Santa Marta (..) Montoya está mencionado como narcotraficante en el libro "El General Serrucho" (http://agenciabk.net/general_serrucho.pdf). Hay otro que se llama Ramón Crespo que vive en Barranquilla sobre quien también hay muchas sospechas de vínculos extraños y ese señor es muy amigo del doctor Uribe. No sé si recuerda que el doctor Uribe siendo Presidente electo uno de los primeros viajes al exterior que hizo fue a Venezuela y pueden verificar que (..) Crespo, (hizo) parte de la comitiva oficial (..) Está el caso del señor Néstor Ramón Caro que era de una organización presuntamente de narcotraficantes del Casanare y que ha financiado campañas al Senado. Ellos habían negociado con el DAS, la Dijin y la Fiscalía. Pagaron aproximadamente tres millones de dólares para sanear todos sus problemas. Hasta donde yo sé esos señores andan públicamente.
SEMANA: ¿En que se basa para afirmar que, como usted lo dice, que su caso es una persecución política en la que usted es el chivo expiatorio?
R.G.: …se que a nivel de la campaña de Uribe se hicieron ciertos acuerdos con la organización del señor Néstor Caro y que posiblemente se vieron entorpecidos por el escándalo que sucedió.
SEMANA: ¿Qué le comentaba Noguera sobre la relación con Jorge 40?
R.G.: En varias ocasiones Jorge Noguera me dijo que Jorge 40 estaba muy agradecido por la colaboración que él le había prestado.
SEMANA: Usted acompañó a Noguera en varias ocasiones a esos encuentros con Jorge 40. ¿Cuántas veces lo hizo?
R.G.: Me abstengo de contestar eso.
SEMANA: Usted acompañó en varias oportunidades a Noguera al Palacio de Nariño. ¿Qué tanto sabía de todo esto el presidente Álvaro Uribe?
R.G.: No le puedo contestar eso. Se lo diré a la Fiscalía o a un gobierno extranjero después de que esté protegido con mi familia. Lo que yo le digo a la opinión pública es: ¿Será que lo que hizo Vladimiro Montesinos, Fujimori no lo sabía? Yo no entiendo cómo una persona pudo haber hecho tantas cosas sin que su superior no lo supiera...
SEMANA: Si Jorge Noguera tiene conocimiento que usted sabe tanto, ¿por qué lo iba a dejar solo?
R.G.: No sé. Eso también me lo pregunto yo. Yo fui leal con él toda mi vida (..) Si a mí me hubiera tocado asumir culpas por él, lo hubiera hecho (..) Pero me dejó solo. Siguió su vida normal y así no es.
SEMANA: ¿Por qué no le ha contado a la Fiscalía que usted acompañaba a Jorge Noguera a Venezuela, que pasaban por Cúcuta sin dejar registros migratorios para reunirse con los antichavistas?...
R.G.: Yo hay muchas cosas que me abstengo de contarle a la Fiscalía y buscaré el momento y el escenario oportuno porque yo tengo una familia y todos estamos amenazados de muerte. A mi hijo tuve que sacarlo del colegio, a mi papá tuve que sacarlo de Santa Marta. Necesito protección y se la he pedido a la Fiscalía y la Fiscalía nunca me la ha querido dar. Yo no puedo seguir denunciando cosas.
SEMANA: ¿De quién fue la idea del plan conspirativo en Venezuela?
R.G.: Eso fue un proceso muy grande y yo prefiero no hablar de eso en este momento, pero eso es algo muy grande. Prefiero no hablar de eso. Yo tengo que proteger a mi familia.
SEMANA: ¿Puede decir si Noguera estuvo conspirando contra Chávez?
R.G.: Muchas de las cosas que se han dicho son ciertas...Yo soy testigo de primera mano de eso. Yo estuve muy al tanto de lo que ahí se manejó.
SEMANA: ¿Cuántas veces pasaron a Venezuela?
R.G.: Prefiero no hablar de eso en este momento. Todavía hay muchos temas que aún no se han tocado. Están los asuntos con países vecinos, la cúpula del DAS estuvo untada de narcotráfico, tuvieron muchos vínculos con organizaciones de reconocidos narcotraficantes y eso todavía falta por decirse.
SEMANA: Cuando usted dice que las cosas de la conspiración contra Chávez son ciertas ¿a qué se refiere exactamente?
R.G.: Sí existió un plan de desestabilización contra el gobierno venezolano y hay mucha gente del gobierno colombiano comprometida.
SEMANA: ¿Aparte de Noguera quién más?
R.G.: hay mucha gente del alto gobierno comprometida en el asunto.
SEMANA: ¿Ese mismo grupo planeó el asesinato del fiscal venezolano Danilo Anderson?
R.G.: El plan contemplaba el asesinato de varios líderes de ese país. En los planes que yo conocí no figuraba Danilo Anderson. Eso fue una equivocación o no sé si más adelante se decidió lo contrario pero sí había personajes de muy alto nivel de ese gobierno los cuales eran objetivo del plan...
SEMANA: ¿La periodista venezolana Patricia Poleo participó en ese plan?
R.G.: Yo sé que ella mantenía una relación de amistad con el señor Jorge 40.
SEMANA: ¿Dentro de esos planes estuvo el envío de los paramilitares que aparecieron en Caracas?
R.G.: Quiero dejar ya el tema así. Ya he dicho mucho que demuestra que conozco el tema. El gobierno ha querido utilizar la estrategia de desvirtuar mi credibilidad pero estoy seguro que si hay una investigación objetiva de todas las denuncias que yo he puesto en conocimiento estoy seguro que va a salir a relucir la verdad...
SEMANA: ¿Usted estaría dispuesto a contarle lo que sabe a la justicia venezolana?
R.G.: Yo quisiera arreglar mi problema judicial en Colombia pero para proteger mi vida y la de mi familia yo no tendría ningún problema en hablar con ellos.
SEMANA: ¿Para usted hay una relación entre Jorge Noguera, Jorge 40 y el crimen del fiscal venezolano Danilo Anderson y la conspiración para asesinar al presidente Hugo Chávez?
R.G.: Sí. Sí la hay.
SEMANA: ¿Jorge Noguera participó en las reuniones en Venezuela?
R.G.: Yo me abstengo de hablar de eso.
SEMANA: ¿Usted era el único que sabía?
R.G.: Hasta donde yo sé éramos dos personas las que sabíamos y del alto gobierno sabían seis personas sobre el tema pero no le voy a decir los nombres.
SEMANA: ¿Del DAS, quiénes más sabían?
R.G.: Un ex director de inteligencia.
SEMANA: ¿Lo sabía el presidente Álvaro Uribe?
R.G.: No lo sé. Lo único que le puedo decir es que en diciembre del 2002 yo recibí instrucciones de colocar en línea un sistema de información en el puesto fronterizo de Paraguanchón, en La Guajira, a unos costos exageradamente altos para tener información de inteligencia y toda la información del DAS disponible en la frontera con Venezuela (..) Hubo que movilizar a más de media oficina de informática para hacer este trabajo en tiempo récord.
SEMANA: ¿En cuánto tiempo se hizo?
R.G.: Lo hicimos en 15 días. Teníamos el sistema de información de Paloquemao en línea con terminales de computadoras allá en Paraguanchón. Con eso podíamos consultar toda la información de inteligencia, es decir, toda la base de datos del DAS.
SEMANA: ¿Pero eso se hizo para controlar el sistema de migración?
R.G.: La intención era tener el control migratorio en ese puesto, pero los costos eran exagerados puesto que colocamos un canal satelital que costaba mucho dinero.
SEMANA: ¿Pero había labores de inteligencia que iban más allá del control migratorio?
R.G.: Claro que sí (..) Posteriormente en el 2004 teníamos todos los puestos fronterizos y todas las seccionales conectadas.
SEMANA: Si tenían ya todo ese control en la frontera, ¿cómo en mayo de ese año pasó la frontera el grupo de 152 paramilitares a territorio venezolano sin que se dieran cuenta?
R.G.: No quiero hablar de eso.
SEMANA: Seis meses después fue asesinado el fiscal venezolano Danilo Anderson. ¿Qué escuchó usted sobre ese crimen?
R.G.: Inicialmente los planes no contemplaban a Danilo Anderson.
SEMANA: ¿Usted por qué sabe?
R.G.: Yo soy testigo de primera mano de las cosas que sucedieron. Yo soy testigo de muchas cosas.
SEMANA: ¿Cuál era el papel de Giancarlo Auqué, el director de Inteligencia en el DAS?
R.G.: Yo siempre me he referido a Giancarlo como un genio del mal. Yo conozco a Noguera desde hace muchísimo tiempo y a mí me tenía asombrado el poder de Giancarlo sobre Noguera. Ese señor (Giancarlo) era prácticamente quien manejaba el DAS.
SEMANA: ¿Qué otros paramilitares tenían influencia en el DAS aparte del de Jorge 40?
R.G.: Yo lo que conocí fue la relación con el Bloque Norte de las AUC porque como era gente que yo conocía, sobre todo a los políticos (..) Alguna vez Noguera me dijo que tenía que hacerle un favor a unos paramilitares de los Llanos (..) tenía que nombrarle a alguien porque le habían pedido ese favor.
SEMANA: ¿Los paramilitares de los Llanos eran los de Miguel Arroyave y el Bloque Centauros?
R.G.: Sí señor.
SEMANA: ¿Aparte de grupos paramilitares también había infiltración y colaboración con reconocidos narcotraficantes?
R.G.: A Diego Montoya le pasaban información reservada Giancarlo y Jorge Noguera y la idea no era para que se moviera sino para avisarle que había un soplón dentro de su organización (..) Giancarlo mismo me lo contó a mí cuando él estaba como director de inteligencia (..) me dijo que había llegado un informe de inteligencia en donde se decía que ’Don Diego’ estaba siendo buscado por los lados de Cimitarra, que había que buscar la manera de informarle…
SEMANA: ¿Por qué hasta ahora, con lo que sabe, no ha recibido protección como testigo?
R.G.: La Fiscal misma dirigió un oficio a la oficina de protección de víctimas y testigos pidiendo protección para mí y eso demuestra la credibilidad que yo tengo para ella. Si yo estuviera mintiendo ella no hubiera hecho eso. Resulta que a mí me están criticando porque han dicho que yo hago todo esto porque estoy buscando beneficios por colaboración y el proyecto estrella del gobierno Uribe es la ley de Justicia y Paz que se reduce a que los señores miembros de los grupos paramilitares rinden una versión y el gobierno les da unos beneficios. Entonces yo pregunto: ¿Por qué es bueno para ellos y no para mí? El señor Comisionado dice que a ellos hay que creerles porque esto es un asunto de buena fe...
SEMANA: Pero dicen que parte de las cosas que usted ha contado son fantasiosas.
R.G.: Yo mismo le he dicho a la fiscal que prefiero no seguir declarando hasta tanto no me den una protección. Ella sabe que yo no he contado todo (..) Ella es consciente que si yo no tengo protección yo no puedo seguir declarando. Tengo una familia que proteger.
SEMANA: Háblenos sobre la lista que tenía el DAS sobre algunos sindicalistas y la campaña de exterminio.
R.G.: Mire, el señor Correa de Andreis fue detenido en Barranquilla por unidades del DAS de Bolívar. Yo me pregunto si como dice Rómulo Betancourt, el entonces director del DAS de Bolívar, que él no tenía jurisdicción en Barranquilla, por qué fueron señores del DAS de Bolívar a detener a Correa en Barranquilla. Cuando al profesor lo detienen, lo llevan a Cartagena. Después, Javier Mostarela buscó varias veces por teléfono a Jorge Noguera para pedirle que por favor interviniera a favor del señor Correa de Andreis. Jorge Noguera se le escondió. Ese señor me llamó a mí. Cuando yo le dije a Jorge Noguera que Javier Mostarella lo estaba llamando por el tema de Correa de Andreis él sí me dijo a mí que él no tenía nada qué hacer. Cosa que me pareció curiosa porque lo tenía detenido el DAS y él era el director del DAS.
SEMANA: ¿Cómo obtiene la lista de sindicalistas que iban a ser asesinados?
R.G.: Los detectives que me contaron del asunto me mostraron parte de la lista. Lo que yo hice fue anotar parte de los nombres. A mí me llamó la atención porque aparecía el nombre de Zullty Cotina que ya la habían asesinado y el de Correa de Andreis que fue asesinado después de que yo vi esa lista.
SEMANA: ¿Quién planeó esos asesinatos? ¿Eso venía de antes de llegar Noguera al DAS o fue implementado por él cuando asumió la dirección?
R.G.: Lo que me contaron los detectives de la subdirección de análisis es que fue algo que se manejó durante la administración de Jorge Noguera.
SEMANA: ¿Había una consigna de ’eliminar’ sindicalistas y todo aquello que oliera a izquierda?
R.G.: No se si todo lo que oliera a izquierda pero sí personajes de ese sector.
SEMANA: ¿Usted le comentó eso a Noguera y él qué le dijo?
R.G.: Yo nunca le toqué ese tema a él. Él nunca supo que yo estaba enterado de eso. Pienso que para mi fortuna porque si él se enteraba que yo sabía eso quién sabe qué me habría ocurrido.
SEMANA: ¿Esos crímenes eran ejecutados directamente por gente del DAS o por paramilitares?
R.G.: Eran ejecutados por grupos de autodefensa. Pero me dijeron que en particular el de Alfredo Correa de Andreis había sido ejecutado por gente del DAS. Yo le dije a la fiscal que también me mencionaron a un sindicalista de Cartagena que fue asesinado cuando iba con su niño agarrado de la mano.
En sus revelaciones a dicho medio este sujeto suministró, en lo que pudiéramos considerar su primera parte, impactante información sobre el masivo fraude electoral que hizo posible que Álvaro Uribe Vélez ganara las elecciones que lo llevaron al Palacio de Nariño en el 2002, gracias al apoyo logístico y financiero del narco paramilitarismo y, en la segunda parte, se refiere a los planes de ese organismo de inteligencia para asesinar a políticos venezolanos y muy particularmente al propio Presidente Hugo Chávez Frías.
Sobre ese segundo punto de la referida entrevista, los planes magnicidas en nuestro país, García se reservó, según él mismo lo reitera en sus declaraciones, todo tipo de detalle de los mismos y, obviamente, nombres de implicados, tanto de su país, como venezolanos, por razones de su seguridad personal y de su familia, pero advirtió que solamente estaría dispuesto a revelar cuánto sabe sobre el particular a las autoridades venezolanas, por lo que antes de que releamos la confesión que le hizo a los periodistas de la Revista colombiana, nos parece muy conveniente que nos hagamos esta pregunta:
¿Nuestro Gobierno Revolucionario ha adelantado, desde entonces, diligencia alguna para que ese señor García, quien, -entendemos- fue condenado a cumplir una condena de cárcel por enriquecimiento ilícito, lavado de activos y falsedad en documento y luego de casi cuatro años en prisión, fue dejado en libertad a finales de 2008 por "buena conducta", rinda declaraciones a nuestras autoridades policiales y judiciales sobre sus muy graves confesiones relativas a los planes de los órganos de inteligencia policial de su país, para asesinar al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías y a dirigentes políticos de la Revolución Bolivariana?
Vale observarle a los lectores que quien ejerció la jefatura mayor del DAS en esa época, el Dr. Jorge Noguera Cotes y, por tanto, superior jerárquico de García en dicho cuerpo de inteligencia policial y quien, es necesario enfatizarlo, era (y de seguro lo seguirá siendo) un hombre de la mayor confianza del Presidente Uribe Vélez, fue condenado por la Corte Suprema de su país a 25 años de cárcel en septiembre de 2011 por "hallarlo responsable de los delitos de concierto para delinquir agravado, del homicidio del profesor Alfredo Correa De Andreis, la destrucción, supresión u ocultamiento de documento público y la revelación de asunto sometido a secreto." (2)
Si hasta la fecha no ha sido posible que nuestro Gobierno haya iniciado esas diligencias para lograr ese interrogatorio, desde nuestra visión y no obstante que las condiciones políticas y de relaciones de amistad entre los gobiernos de Caracas y Bogotá por el momento no son nada auspiciosas para conocer de primera mano los planes magnicidas que fraguaba esa ya dizque desmontada maquinaria que era el DAS durante el mandato de Uribe Vélez contra nuestra país, más allá de que eso sea así y que, inclusive, resultaran infructuosas esas tratativas y no sea posible lograr ese interrogatorio, creemos muy necesario moverse en esa dirección, dejando muy en claro ante la comunidad internacional la posición invariable de que nuestro país, efectivamente, tiene sobrado interés en descorrer ese velo de atrocidades que esas organizaciones paraestatales del crimen en el vecino país han estado urdiendo para alterar la paz y la tranquilidad de nuestra Patria.
No olvidemos que los síntomas de la enfermedad del Comandante Chávez aparecen a comienzos de 2011, que el diagnóstico sobre la presencia en su organismo de células cancerígenas se conoce ese mismo año, luego de su primera operación en la Habana, a finales de ese mismo año, de manera que si la convicción que se maneja en densos sectores del país es que esas células fueron inoculadas en algún momento, no olvidemos que el año anterior de 2010, nuestro líder eterno, estuvo de visita oficial en el país vecino, el 8 de octubre de 2010, en donde mantuvo una larga entrevista con el presidente Santos, luego de reanudadas las relaciones diplomáticas entre los dos países que habían sido suspendidas por el último gobierno de Uribe Vélez, ocasión esa que bien pudo ser aprovechada para poner en marcha esa operación criminal.
Las hipótesis que se manejan acerca de que en la muerte de Chávez pudieran haber estado metidas las manos de tres de sus ayudantes de mayor confianza, hoy todos huídos del país y, además protegidos por el gobierno de los EE UU, como lo son, el Capitán de Corbeta Leamsy Salazar, el capitán del Ejército Adrián Velásquez, que estaba a cargo de la seguridad del hijo de Hugo Chávez y su esposa, exoficial de la Marina, Claudia Patricia Díaz Guillén, que fungió como enfermera de Chávez, para nada excluye la injerencia colombiana, sino que, por el contrario, surge como muy probable que el funcionario García del DAS, pueda no solamente saber mucho acerca de las opciones que pudieron haberse manejarse para acabar con la vida de Chávez, incluida la inducción de células cancerígenas o quizás una inyección de radiación (una de la hipótesis que ha planteado Eva Golinger), utilizando la capacidad operativa de estos sujetos que mencionamos, a los cuales la inteligencia venezolana muy lejos estaba de llegar a sospechar que pudieran atentar contra la vida del Comandante a quienes él les prodigaba el mayor afecto porque en ellos tenía depositaba toda su confianza. A estos personajes debieron haberles pagado una cuantiosa fortuna…
Sobre dichos particulares, es bien interesante recordar que en 2006, ya iniciado el segundo gobierno de Uribe Vélez, el Gobierno estadounidense creó una misión especial de Inteligencia clandestina para Venezuela y Cuba bajo la rectoría de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés), la cual extendía sus operaciones encubiertas contra el gobierno de nuestro país desde un centro instalado en suelo colombiano, donde operaba en estrecha coordinación con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Administración para el Control de Drogas (DEA), por lo que dicha logística nos da un indicio adicional muy relevante sobre la gran capacidad operativa con la que ha contado los EE UU y sus cipayos del Gobierno de Colombia para llevar adelante esos planes de magnicidio.
Pero dejamos hasta aquí cualquier otro comentario y pasemos a leer la entrevista, de la cual hemos tomado únicamente aquellos fragmentos que, en nuestro criterio, merecen ser conocidos por nuestro pueblo. Al pie de página hemos incluido el respectivo enlace a la red para quien desee leerla completa:
SEMANA: ¿Cómo fue el fraude electoral?
RAFAEL GARCÍA: ….el fraude funcionó así: el señor José Gamarra nos pidió a Enrique Osorio de la Rosa y a mí que estudiáramos la posibilidad de ver cómo se hacía para garantizar la votación sin que la gente fuera a votar, porque la gente al verse presionada por los paramilitares lo que hacía era abstenerse de ir a votar (..) Enrique es un tipo que trabajó 18 años en la Registraduría y él conoce muchísimo sobre el tema y fue quien diseñó todo el modus operando (..) Compramos cuatro censos electorales que no son disponibles al público (..) Al final de la jornada electoral, o en medio de ella, lo que se hacía era que la gente que no iba a votar se suplantaba (..) El programa de computador fue una herramienta de apoyo para el fraude que fue realizado a través de los jurados.
SEMANA: ¿Cómo consiguieron los listados?
R.G.: Por cada censo electoral se pagaban cuatro millones de pesos (..) No sé de dónde habrá sacado el dinero (para eso), no sé si (lo) habría dado "Jorge 40".
SEMANA: ¿Ya le explicó eso a la Fiscalía?
R.G.: Yo le expliqué con todo detalle (..) Yo no he dicho en la Fiscalía que el doctor Uribe buscó ese favorecimiento. Lo que dije fue que esos señores apoyaban la candidatura del doctor Uribe (..) Luego para garantizar su votación hacia el doctor Uribe, repitieron el mismo fraude electoral (..) dije que esos señores (..) que hicieron el fraude para elegirse…, lo repitieron para aportarle los votos al Presidente.
SEMANA: ¿Usted sabe si Álvaro Uribe se enteró de ese fraude?
R.G.: Yo no sé qué tanto pudo haber sabido él (..) sé que el señor José Gelves que era el ideólogo del "Frente Resistencia Tayrona" dijo en SEMANA en la revista anterior: "Nosotros le hicimos campaña a Uribe, yo me reuní con el candidato".
SEMANA: ¿Qué papel tuvo Juan Carlos Vives durante la campaña de 2002?
R.G.: Juan Carlos Vives es muy amigo de Jorge Noguera (..) Jorge y Juan Carlos recorrieron todo el Magdalena en una avioneta (..) haciendo campaña. En la gran mayoría de los municipios del Magdalena solo se podía hacer política con el permiso de "Jorge 40"…
SEMANA: ¿Por qué no le ha contado a la Fiscalía que usted acompañaba a Jorge Noguera a las reuniones con Jorge 40?
R.G.: Yo no he contado muchas cosas porque no tengo plena confianza en la Fiscalía (..) mi encarcelamiento es un problema político. Yo no estoy detenido por lo que presuntamente hice sino por todo lo que yo sé que involucra a mucha gente del gobierno en temas muy espinosos. Entre ellos temas muy delicados de narcotráfico (..) . En la campaña de Uribe (..) yo considero que hubo cosas muchísimo más graves que las que sucedieron en la campaña de Samper y eso es lo que me mantiene detenido.
SEMANA: ¿Cuáles son esas cosas graves?
R.G.: Hubo muchos vínculos de paramilitares y narcotraficantes (..) me he preguntado por qué la Fiscalía no se dedicó a averiguar quiénes son los señores que aparecen en el expediente: el señor Néstor Caro, el señor Camacho Martínez y qué papel desempeñaron ellos en la campaña al Senado y en la misma campaña presidencial (..) Le recuerdo que el señor Néstor Ramón Caro estaba solicitado en extradición desde 2001. Investiguen qué papel desempeñó él como aportante financiero en la campaña (..) Uribe…
SEMANA: ¿Qué tanto sabía Uribe de lo que estaba haciendo Jorge Noguera durante la campaña presidencial de 2002?
R.G.: No me consta, pero sí sé que hubo muchas personas relacionadas con narcotráfico (..) vinculadas a la campaña (..) en el Magdalena el señor Raúl Montoya le pagaba (..) un salario mensual a Jorge Noguera para que se desempeñara como gerente de campaña en Santa Marta (..) Montoya está mencionado como narcotraficante en el libro "El General Serrucho" (http://agenciabk.net/general_serrucho.pdf). Hay otro que se llama Ramón Crespo que vive en Barranquilla sobre quien también hay muchas sospechas de vínculos extraños y ese señor es muy amigo del doctor Uribe. No sé si recuerda que el doctor Uribe siendo Presidente electo uno de los primeros viajes al exterior que hizo fue a Venezuela y pueden verificar que (..) Crespo, (hizo) parte de la comitiva oficial (..) Está el caso del señor Néstor Ramón Caro que era de una organización presuntamente de narcotraficantes del Casanare y que ha financiado campañas al Senado. Ellos habían negociado con el DAS, la Dijin y la Fiscalía. Pagaron aproximadamente tres millones de dólares para sanear todos sus problemas. Hasta donde yo sé esos señores andan públicamente.
SEMANA: ¿En que se basa para afirmar que, como usted lo dice, que su caso es una persecución política en la que usted es el chivo expiatorio?
R.G.: …se que a nivel de la campaña de Uribe se hicieron ciertos acuerdos con la organización del señor Néstor Caro y que posiblemente se vieron entorpecidos por el escándalo que sucedió.
SEMANA: ¿Qué le comentaba Noguera sobre la relación con Jorge 40?
R.G.: En varias ocasiones Jorge Noguera me dijo que Jorge 40 estaba muy agradecido por la colaboración que él le había prestado.
SEMANA: Usted acompañó a Noguera en varias ocasiones a esos encuentros con Jorge 40. ¿Cuántas veces lo hizo?
R.G.: Me abstengo de contestar eso.
SEMANA: Usted acompañó en varias oportunidades a Noguera al Palacio de Nariño. ¿Qué tanto sabía de todo esto el presidente Álvaro Uribe?
R.G.: No le puedo contestar eso. Se lo diré a la Fiscalía o a un gobierno extranjero después de que esté protegido con mi familia. Lo que yo le digo a la opinión pública es: ¿Será que lo que hizo Vladimiro Montesinos, Fujimori no lo sabía? Yo no entiendo cómo una persona pudo haber hecho tantas cosas sin que su superior no lo supiera...
SEMANA: Si Jorge Noguera tiene conocimiento que usted sabe tanto, ¿por qué lo iba a dejar solo?
R.G.: No sé. Eso también me lo pregunto yo. Yo fui leal con él toda mi vida (..) Si a mí me hubiera tocado asumir culpas por él, lo hubiera hecho (..) Pero me dejó solo. Siguió su vida normal y así no es.
SEMANA: ¿Por qué no le ha contado a la Fiscalía que usted acompañaba a Jorge Noguera a Venezuela, que pasaban por Cúcuta sin dejar registros migratorios para reunirse con los antichavistas?...
R.G.: Yo hay muchas cosas que me abstengo de contarle a la Fiscalía y buscaré el momento y el escenario oportuno porque yo tengo una familia y todos estamos amenazados de muerte. A mi hijo tuve que sacarlo del colegio, a mi papá tuve que sacarlo de Santa Marta. Necesito protección y se la he pedido a la Fiscalía y la Fiscalía nunca me la ha querido dar. Yo no puedo seguir denunciando cosas.
SEMANA: ¿De quién fue la idea del plan conspirativo en Venezuela?
R.G.: Eso fue un proceso muy grande y yo prefiero no hablar de eso en este momento, pero eso es algo muy grande. Prefiero no hablar de eso. Yo tengo que proteger a mi familia.
SEMANA: ¿Puede decir si Noguera estuvo conspirando contra Chávez?
R.G.: Muchas de las cosas que se han dicho son ciertas...Yo soy testigo de primera mano de eso. Yo estuve muy al tanto de lo que ahí se manejó.
SEMANA: ¿Cuántas veces pasaron a Venezuela?
R.G.: Prefiero no hablar de eso en este momento. Todavía hay muchos temas que aún no se han tocado. Están los asuntos con países vecinos, la cúpula del DAS estuvo untada de narcotráfico, tuvieron muchos vínculos con organizaciones de reconocidos narcotraficantes y eso todavía falta por decirse.
SEMANA: Cuando usted dice que las cosas de la conspiración contra Chávez son ciertas ¿a qué se refiere exactamente?
R.G.: Sí existió un plan de desestabilización contra el gobierno venezolano y hay mucha gente del gobierno colombiano comprometida.
SEMANA: ¿Aparte de Noguera quién más?
R.G.: hay mucha gente del alto gobierno comprometida en el asunto.
SEMANA: ¿Ese mismo grupo planeó el asesinato del fiscal venezolano Danilo Anderson?
R.G.: El plan contemplaba el asesinato de varios líderes de ese país. En los planes que yo conocí no figuraba Danilo Anderson. Eso fue una equivocación o no sé si más adelante se decidió lo contrario pero sí había personajes de muy alto nivel de ese gobierno los cuales eran objetivo del plan...
SEMANA: ¿La periodista venezolana Patricia Poleo participó en ese plan?
R.G.: Yo sé que ella mantenía una relación de amistad con el señor Jorge 40.
SEMANA: ¿Dentro de esos planes estuvo el envío de los paramilitares que aparecieron en Caracas?
R.G.: Quiero dejar ya el tema así. Ya he dicho mucho que demuestra que conozco el tema. El gobierno ha querido utilizar la estrategia de desvirtuar mi credibilidad pero estoy seguro que si hay una investigación objetiva de todas las denuncias que yo he puesto en conocimiento estoy seguro que va a salir a relucir la verdad...
SEMANA: ¿Usted estaría dispuesto a contarle lo que sabe a la justicia venezolana?
R.G.: Yo quisiera arreglar mi problema judicial en Colombia pero para proteger mi vida y la de mi familia yo no tendría ningún problema en hablar con ellos.
SEMANA: ¿Para usted hay una relación entre Jorge Noguera, Jorge 40 y el crimen del fiscal venezolano Danilo Anderson y la conspiración para asesinar al presidente Hugo Chávez?
R.G.: Sí. Sí la hay.
SEMANA: ¿Jorge Noguera participó en las reuniones en Venezuela?
R.G.: Yo me abstengo de hablar de eso.
SEMANA: ¿Usted era el único que sabía?
R.G.: Hasta donde yo sé éramos dos personas las que sabíamos y del alto gobierno sabían seis personas sobre el tema pero no le voy a decir los nombres.
SEMANA: ¿Del DAS, quiénes más sabían?
R.G.: Un ex director de inteligencia.
SEMANA: ¿Lo sabía el presidente Álvaro Uribe?
R.G.: No lo sé. Lo único que le puedo decir es que en diciembre del 2002 yo recibí instrucciones de colocar en línea un sistema de información en el puesto fronterizo de Paraguanchón, en La Guajira, a unos costos exageradamente altos para tener información de inteligencia y toda la información del DAS disponible en la frontera con Venezuela (..) Hubo que movilizar a más de media oficina de informática para hacer este trabajo en tiempo récord.
SEMANA: ¿En cuánto tiempo se hizo?
R.G.: Lo hicimos en 15 días. Teníamos el sistema de información de Paloquemao en línea con terminales de computadoras allá en Paraguanchón. Con eso podíamos consultar toda la información de inteligencia, es decir, toda la base de datos del DAS.
SEMANA: ¿Pero eso se hizo para controlar el sistema de migración?
R.G.: La intención era tener el control migratorio en ese puesto, pero los costos eran exagerados puesto que colocamos un canal satelital que costaba mucho dinero.
SEMANA: ¿Pero había labores de inteligencia que iban más allá del control migratorio?
R.G.: Claro que sí (..) Posteriormente en el 2004 teníamos todos los puestos fronterizos y todas las seccionales conectadas.
SEMANA: Si tenían ya todo ese control en la frontera, ¿cómo en mayo de ese año pasó la frontera el grupo de 152 paramilitares a territorio venezolano sin que se dieran cuenta?
R.G.: No quiero hablar de eso.
SEMANA: Seis meses después fue asesinado el fiscal venezolano Danilo Anderson. ¿Qué escuchó usted sobre ese crimen?
R.G.: Inicialmente los planes no contemplaban a Danilo Anderson.
SEMANA: ¿Usted por qué sabe?
R.G.: Yo soy testigo de primera mano de las cosas que sucedieron. Yo soy testigo de muchas cosas.
SEMANA: ¿Cuál era el papel de Giancarlo Auqué, el director de Inteligencia en el DAS?
R.G.: Yo siempre me he referido a Giancarlo como un genio del mal. Yo conozco a Noguera desde hace muchísimo tiempo y a mí me tenía asombrado el poder de Giancarlo sobre Noguera. Ese señor (Giancarlo) era prácticamente quien manejaba el DAS.
SEMANA: ¿Qué otros paramilitares tenían influencia en el DAS aparte del de Jorge 40?
R.G.: Yo lo que conocí fue la relación con el Bloque Norte de las AUC porque como era gente que yo conocía, sobre todo a los políticos (..) Alguna vez Noguera me dijo que tenía que hacerle un favor a unos paramilitares de los Llanos (..) tenía que nombrarle a alguien porque le habían pedido ese favor.
SEMANA: ¿Los paramilitares de los Llanos eran los de Miguel Arroyave y el Bloque Centauros?
R.G.: Sí señor.
SEMANA: ¿Aparte de grupos paramilitares también había infiltración y colaboración con reconocidos narcotraficantes?
R.G.: A Diego Montoya le pasaban información reservada Giancarlo y Jorge Noguera y la idea no era para que se moviera sino para avisarle que había un soplón dentro de su organización (..) Giancarlo mismo me lo contó a mí cuando él estaba como director de inteligencia (..) me dijo que había llegado un informe de inteligencia en donde se decía que ’Don Diego’ estaba siendo buscado por los lados de Cimitarra, que había que buscar la manera de informarle…
SEMANA: ¿Por qué hasta ahora, con lo que sabe, no ha recibido protección como testigo?
R.G.: La Fiscal misma dirigió un oficio a la oficina de protección de víctimas y testigos pidiendo protección para mí y eso demuestra la credibilidad que yo tengo para ella. Si yo estuviera mintiendo ella no hubiera hecho eso. Resulta que a mí me están criticando porque han dicho que yo hago todo esto porque estoy buscando beneficios por colaboración y el proyecto estrella del gobierno Uribe es la ley de Justicia y Paz que se reduce a que los señores miembros de los grupos paramilitares rinden una versión y el gobierno les da unos beneficios. Entonces yo pregunto: ¿Por qué es bueno para ellos y no para mí? El señor Comisionado dice que a ellos hay que creerles porque esto es un asunto de buena fe...
SEMANA: Pero dicen que parte de las cosas que usted ha contado son fantasiosas.
R.G.: Yo mismo le he dicho a la fiscal que prefiero no seguir declarando hasta tanto no me den una protección. Ella sabe que yo no he contado todo (..) Ella es consciente que si yo no tengo protección yo no puedo seguir declarando. Tengo una familia que proteger.
SEMANA: Háblenos sobre la lista que tenía el DAS sobre algunos sindicalistas y la campaña de exterminio.
R.G.: Mire, el señor Correa de Andreis fue detenido en Barranquilla por unidades del DAS de Bolívar. Yo me pregunto si como dice Rómulo Betancourt, el entonces director del DAS de Bolívar, que él no tenía jurisdicción en Barranquilla, por qué fueron señores del DAS de Bolívar a detener a Correa en Barranquilla. Cuando al profesor lo detienen, lo llevan a Cartagena. Después, Javier Mostarela buscó varias veces por teléfono a Jorge Noguera para pedirle que por favor interviniera a favor del señor Correa de Andreis. Jorge Noguera se le escondió. Ese señor me llamó a mí. Cuando yo le dije a Jorge Noguera que Javier Mostarella lo estaba llamando por el tema de Correa de Andreis él sí me dijo a mí que él no tenía nada qué hacer. Cosa que me pareció curiosa porque lo tenía detenido el DAS y él era el director del DAS.
SEMANA: ¿Cómo obtiene la lista de sindicalistas que iban a ser asesinados?
R.G.: Los detectives que me contaron del asunto me mostraron parte de la lista. Lo que yo hice fue anotar parte de los nombres. A mí me llamó la atención porque aparecía el nombre de Zullty Cotina que ya la habían asesinado y el de Correa de Andreis que fue asesinado después de que yo vi esa lista.
SEMANA: ¿Quién planeó esos asesinatos? ¿Eso venía de antes de llegar Noguera al DAS o fue implementado por él cuando asumió la dirección?
R.G.: Lo que me contaron los detectives de la subdirección de análisis es que fue algo que se manejó durante la administración de Jorge Noguera.
SEMANA: ¿Había una consigna de ’eliminar’ sindicalistas y todo aquello que oliera a izquierda?
R.G.: No se si todo lo que oliera a izquierda pero sí personajes de ese sector.
SEMANA: ¿Usted le comentó eso a Noguera y él qué le dijo?
R.G.: Yo nunca le toqué ese tema a él. Él nunca supo que yo estaba enterado de eso. Pienso que para mi fortuna porque si él se enteraba que yo sabía eso quién sabe qué me habría ocurrido.
SEMANA: ¿Esos crímenes eran ejecutados directamente por gente del DAS o por paramilitares?
R.G.: Eran ejecutados por grupos de autodefensa. Pero me dijeron que en particular el de Alfredo Correa de Andreis había sido ejecutado por gente del DAS. Yo le dije a la fiscal que también me mencionaron a un sindicalista de Cartagena que fue asesinado cuando iba con su niño agarrado de la mano.