Trump despide al Consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, por «discrepancias sobre sus sugerencias»
ABC Internacional David Alandete 10 de septiembre de 2019
El Consejero de Seguridad Nacional, John Bolton - REUTERS
Alegando diferencias de opinión, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha despedido a su tercer consejero de Seguridad Nacional en lo que va de mandato. Con John Bolton abandona la Casa Blanca un halcón en materia de seguridad internacional, el principal proponente de mano dura en los principales conflictos geoestratégicos del mundo, desde Afganistán a Venezuela. Fiel a su estilo, Donald Trump ha anunciando además el despido a través de mensajes en la red social Twitter en los que no ha dejado lugar a dudas sobre los motivos de su decisión.
Según ha dicho el presidente en Twitter, «anoche informé a John Bolton de que sus servicios ya no son necesarios en la Casa Blanca. No estoy de acuerdo con muchas de sus sugerencias, al igual que otros en la Administración, y por lo tanto le pedí a John su renuncia, y me la dio esta mañana. Le agradezco mucho a John su servicio. La próxima semana nombraré a un nuevo consejero de Seguridad Nacional»
Según ha dicho el presidente en Twitter, «anoche informé a John Bolton de que sus servicios ya no son necesarios en la Casa Blanca. No estoy de acuerdo con muchas de sus sugerencias, al igual que otros en la Administración, y por lo tanto le pedí a John su renuncia, y me la dio esta mañana. Le agradezco mucho a John su servicio. La próxima semana nombraré a un nuevo consejero de Seguridad Nacional»
Sólo unos minutos antes, Bolton había convocado a los medios a una conferencia de prensa en la Casa Blanca junto al que se considera su principal rival en la Administración, el secretario de Estado Mike Pompeo. El despido ha sido inesperado, sobre todo después de que Bolton saliera reivindicado del fiasco de la fracasada cumbre de paz con la Guerrilla Talibán que debía haber tenido lugar el pasado fin de semana en la residencia presidencial de Camp David. Durante meses, Bolton se opuso a esas conversaciones y trató de boicotearlas activamente.
Nunca antes un presidente ha perdido a tres consejeros de Seguridad Nacional en menos de tres años, sobre todo tratándose de un cargo de tanta relevancia, asesor especial del presidente en materia de seguridad internacional. El primer elegido por Trump, Michael Flynn, duró apenas 23 días en el cargo por sus contactos con diplomáticos rusos y sus lazos con el Kremlin. El segundo, H.R. McMaster, salió de la Casa Blanca en marzo de 2018 enfrentado a Trump, entre otras cosas, por su defensa de la mano dura frente a Rusia.
DesencuentrosBolton llegó a la Casa Blanca con todo un listado de medidas resumidas en una: asegurar el dominio de EE.UU. en la escena internacional a costa de sus enemigos. Antes había sido embajador de EE.UU. ante Naciones Unidas en una época en que la Administración de George W. Bush intentaba demostrar que la guerra de Irak no había sido un estrepitoso fracaso. Según han publicado varios biógrafos de Trump, a este nunca le gustó el estilo desafiante y bronco de Bolton, y tal y como dejó escrito Bob Woodward, «le espantaba su tupido mostacho».
Es cierto que han sido muchos los desencuentros entre Bolton y otros altos funcionarios más moderados dentro del gobierno, como Bolton. Aparte de la fracasada cumbre de paz con los Talibán, Bolton ha orquestado una política agresiva con respecto a Irán, intentando asfixiar al régimen con sanciones, de momento sin éxito.
La huella más indeleble de Bolton en la administración de Trump ha sido la política de confrontación con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y la organización de un pronunciamiento por parte de los opositores al chavismo el 30 de abril. El plan acabó fracasando según el Gobierno de Estados Unidos por las divisiones dentro de la oposición. En una decisión poco común en la Casa Blanca, Bolton llegó a advertir en repetidas ocasiones de que la administración Trump estaba trabajando en planes de intervención militar para deponer a maduro. En una provocación, hizo una visita al Pentágono tras la que dijo que había debatido planes de intervención militar y compareció en una rueda de prensa con un bloc de notas en el que había apuntado movimientos de tropas en Sudamérica.
Bolton debía comparecer este martes ante los medios en una rueda de prensa con el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el del Tesoro, Steve Mnuchin, en la Casa Blanca pero se ha ausentado en el último momento. Antes, ha publicado en Twitter un críptico mensaje en el que contradice a Trump y que, si es verídico, supone que se ha sumado al nutrido grupo de despedidos a través de las redes sociales: «Anoche le ofrecí al presidente mi dimisión y me dijo que mejor lo hablábamos esta mañana».
Nunca antes un presidente ha perdido a tres consejeros de Seguridad Nacional en menos de tres años, sobre todo tratándose de un cargo de tanta relevancia, asesor especial del presidente en materia de seguridad internacional. El primer elegido por Trump, Michael Flynn, duró apenas 23 días en el cargo por sus contactos con diplomáticos rusos y sus lazos con el Kremlin. El segundo, H.R. McMaster, salió de la Casa Blanca en marzo de 2018 enfrentado a Trump, entre otras cosas, por su defensa de la mano dura frente a Rusia.
DesencuentrosBolton llegó a la Casa Blanca con todo un listado de medidas resumidas en una: asegurar el dominio de EE.UU. en la escena internacional a costa de sus enemigos. Antes había sido embajador de EE.UU. ante Naciones Unidas en una época en que la Administración de George W. Bush intentaba demostrar que la guerra de Irak no había sido un estrepitoso fracaso. Según han publicado varios biógrafos de Trump, a este nunca le gustó el estilo desafiante y bronco de Bolton, y tal y como dejó escrito Bob Woodward, «le espantaba su tupido mostacho».
Es cierto que han sido muchos los desencuentros entre Bolton y otros altos funcionarios más moderados dentro del gobierno, como Bolton. Aparte de la fracasada cumbre de paz con los Talibán, Bolton ha orquestado una política agresiva con respecto a Irán, intentando asfixiar al régimen con sanciones, de momento sin éxito.
La huella más indeleble de Bolton en la administración de Trump ha sido la política de confrontación con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y la organización de un pronunciamiento por parte de los opositores al chavismo el 30 de abril. El plan acabó fracasando según el Gobierno de Estados Unidos por las divisiones dentro de la oposición. En una decisión poco común en la Casa Blanca, Bolton llegó a advertir en repetidas ocasiones de que la administración Trump estaba trabajando en planes de intervención militar para deponer a maduro. En una provocación, hizo una visita al Pentágono tras la que dijo que había debatido planes de intervención militar y compareció en una rueda de prensa con un bloc de notas en el que había apuntado movimientos de tropas en Sudamérica.
Bolton debía comparecer este martes ante los medios en una rueda de prensa con el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el del Tesoro, Steve Mnuchin, en la Casa Blanca pero se ha ausentado en el último momento. Antes, ha publicado en Twitter un críptico mensaje en el que contradice a Trump y que, si es verídico, supone que se ha sumado al nutrido grupo de despedidos a través de las redes sociales: «Anoche le ofrecí al presidente mi dimisión y me dijo que mejor lo hablábamos esta mañana».
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