Truss dice que las Malvinas son parte de la 'familia británica' después de que China respalda a Argentina
El acuerdo firmado por Alberto Fernández y Xi Jinping en los Juegos Olímpicos de Invierno también respalda el reclamo chino sobre Taiwán
The Guardian 7 de febrero de 2022
Alberto Fernández de Argentina y Xi Jinping de China se reunieron en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, donde Argentina se suscribió a la iniciativa de infraestructura de la Franja y la Ruta de China. Fotografía: Xinhua/Rex/Shutterstock
Liz Truss ha defendido a las Malvinas como "parte de la familia británica" después de que China respaldara el reclamo de Argentina sobre las islas sudamericanas. El secretario de Relaciones Exteriores tuiteó que “China debe respetar la soberanía de las Malvinas” luego de que el presidente argentino, Alberto Fernández, se reuniera con el presidente de China, Xi, al margen de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing.
Según una declaración en el sitio web de la embajada china en el Reino Unido, los dos líderes hablaron de su "profunda amistad" y Argentina se suscribió a la iniciativa de infraestructura de China Belt and Road, una campaña respaldada por el estado para la influencia global.
Pero también firmaron un acuerdo en el que China reafirmó su apoyo al reclamo de Argentina sobre las Malvinas, mientras que Fernández respaldó la política de una sola China de Xi, que reclama a Taiwán como propio. La declaración decía que Argentina debería poder “ejercer plenamente su soberanía sobre la cuestión de las Islas Malvinas (Falklands)”.
Pero Truss dijo: “Rechazamos por completo cualquier pregunta sobre la soberanía de las Malvinas. Las Malvinas son parte de la familia británica y defenderemos su derecho a la autodeterminación. China debe respetar la soberanía de las Malvinas”. Chen Weihua, periodista del China Daily, un periódico en inglés propiedad del Partido Comunista Chino, respondió: “¿Pero está bien que el Reino Unido desafíe la soberanía de China en el Mar de China Meridional enviando buques de la armada? Al menos China no ha enviado su armada cerca de las Malvinas, o lo que ustedes llaman las Falklands"
Xi también se ha reunido con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en los últimos días. Los dos líderes rechazaron la presión estadounidense y declararon su oposición a cualquier expansión de la OTAN, un tema clave en las tensiones actuales en la frontera con Ucrania. En una declaración conjunta, criticaron la "interferencia en los asuntos internos" de otros estados y, en una referencia apenas velada a Occidente, dijeron: "Algunas fuerzas que representan a una minoría en el escenario mundial continúan defendiendo enfoques unilaterales para resolver problemas internacionales y recurrir a la política militar”.
China ha mostrado cada vez más su apoyo a Moscú en su disputa con Ucrania, que amenaza con convertirse en un conflicto armado. El parlamentario conservador y presidente del comité selecto de defensa de los Comunes, Tobias Ellwood, advirtió sobre la unión de China y Rusia. Después de la reunión de líderes, tuiteó: “Putin no está en China para discutir el bobsleigh, sino para alinear aún más a Rusia del oeste al este. Este es el eje de poder que dominará nuestra era". “Cualquier sanción que impongamos solo ayudará a Putin con su objetivo. Esta es la imagen más grande que nos falta”. El domingo, Ellwood agregó: “Con China ahora en el lado, la invasión rusa a Ucrania es inminente. Nuestra ventana hacia el oeste para evitar esto ahora se está cerrando rápidamente”..
Según una declaración en el sitio web de la embajada china en el Reino Unido, los dos líderes hablaron de su "profunda amistad" y Argentina se suscribió a la iniciativa de infraestructura de China Belt and Road, una campaña respaldada por el estado para la influencia global.
Pero también firmaron un acuerdo en el que China reafirmó su apoyo al reclamo de Argentina sobre las Malvinas, mientras que Fernández respaldó la política de una sola China de Xi, que reclama a Taiwán como propio. La declaración decía que Argentina debería poder “ejercer plenamente su soberanía sobre la cuestión de las Islas Malvinas (Falklands)”.
Pero Truss dijo: “Rechazamos por completo cualquier pregunta sobre la soberanía de las Malvinas. Las Malvinas son parte de la familia británica y defenderemos su derecho a la autodeterminación. China debe respetar la soberanía de las Malvinas”. Chen Weihua, periodista del China Daily, un periódico en inglés propiedad del Partido Comunista Chino, respondió: “¿Pero está bien que el Reino Unido desafíe la soberanía de China en el Mar de China Meridional enviando buques de la armada? Al menos China no ha enviado su armada cerca de las Malvinas, o lo que ustedes llaman las Falklands"
Xi también se ha reunido con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en los últimos días. Los dos líderes rechazaron la presión estadounidense y declararon su oposición a cualquier expansión de la OTAN, un tema clave en las tensiones actuales en la frontera con Ucrania. En una declaración conjunta, criticaron la "interferencia en los asuntos internos" de otros estados y, en una referencia apenas velada a Occidente, dijeron: "Algunas fuerzas que representan a una minoría en el escenario mundial continúan defendiendo enfoques unilaterales para resolver problemas internacionales y recurrir a la política militar”.
China ha mostrado cada vez más su apoyo a Moscú en su disputa con Ucrania, que amenaza con convertirse en un conflicto armado. El parlamentario conservador y presidente del comité selecto de defensa de los Comunes, Tobias Ellwood, advirtió sobre la unión de China y Rusia. Después de la reunión de líderes, tuiteó: “Putin no está en China para discutir el bobsleigh, sino para alinear aún más a Rusia del oeste al este. Este es el eje de poder que dominará nuestra era". “Cualquier sanción que impongamos solo ayudará a Putin con su objetivo. Esta es la imagen más grande que nos falta”. El domingo, Ellwood agregó: “Con China ahora en el lado, la invasión rusa a Ucrania es inminente. Nuestra ventana hacia el oeste para evitar esto ahora se está cerrando rápidamente”..
Este "nuevo radar"...monitorea 315 kilómetros...y no cubre las Islas Malvinas (515 kilómetros).
Su funcionamiento, observa y respeta el Tratado de Madrid de 1990...para beneficio del poder geoestratégico británico...
Su funcionamiento, observa y respeta el Tratado de Madrid de 1990...para beneficio del poder geoestratégico británico...
La Argentina amplía el control del Atlántico Sur con un nuevo radar en Río Grande
TELAM Julio Mosle 30/mayo/2022
El radar RPA-170M en Cabo Domingo podrá monitorear todo el tránsito aéreo en un radio de 170 millas náuticas (unos 315 kilómetros) en la región. Jorge Taiana enmarcó la puesta en marcha en "un plan de recuperación de capacidades militares de la Argentina".
Un radar móvil de mediano alcance desarrollado por el Invap fue instalado en cercanías de la ciudad fueguina de Río Grande, a unos 700 kilómetros de Puerto Argentino, para potenciar las capacidades argentinas de vigilancia y control del espacio aéreo en el Atlántico Sur.
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, supervisó este lunes el despliegue y la puesta en funcionamiento del radar RPA-170M en Cabo Domingo, a unos 15 kilómetros al noroeste de Río Grande, desde donde se podrá monitorear todo el tránsito aéreo en un radio de 170 millas náuticas (unos 315 kilómetros).
La ceremonia de puesta en marcha del nuevo radar fue acompañada por sobrevuelos de los cazambombarderos A4-Ar y los entrenadores avanzados IA-63 Pampa III de la Fuerza Aérea Argentina, cuyas maniobras sobre Cabo Domingo fueron aprovechadas para demostrar las capacidades del sistema de vigilancia y control.
El acto fue abierto por el brigadier mayor Rodolfo Centurión, quien durante la Guerra de Malvinas fue operador del radar TPS-43 que estaba instalado en el mismo sitio. El militar recordó que "la tarea del radar que estaba en este mismo lugar era el control de los vuelos que despegaban desde Río Grande y todavía recordamos las sensaciones de alegría cuando en la pantalla los veíamos regresar a todos y las amarguras de cuando despegaban tres o cuatro pero regresaban dos o tres".
"Con los pilotos nos conocíamos tan bien que sabíamos por su tono de voz cómo había salido la misión y cuando aterrizaban siempre nos saludábamos con un 'Viva la Patria'. En esos meses los operadores de radar vivíamos en tres carpas y una casa rodante en el predio de YPF, soportando el frío y las tensiones del momento, pero nunca dejamos de valorar a los vecinos de Río Grande. Esta bufanda celeste y blanca que tengo puesta me la regaló un chico que se acercó al radar y la adoptamos como colores de la unidad", apuntó.
"Estoy feliz de ver otra vez un radar en Cabo Domingo, hoy vuelve a haber una presencia de un instrumento de defensa fundamental para un país de nuestra extensión y riquezas; sé positivamente que este proyecto de radarización va a seguir en los próximos años, un país como el nuestro necesita un sistema de radar como el que se está desarrollando", completó Centurión.
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, afirmó que están "cumpliendo con un plan de recuperación de capacidades militares de la Argentina".
"Este plan de radarización empezó por el norte, pero hemos querido recuperar mayor presencia en el sur, en la Isla Grande de Tierra del Fuego donde estamos construyendo la nueva Base Naval Integrada, fortaleciendo la presencia del Ejército y de la Fuerza Aérea", agregó.
"Ahora estamos poniendo en valor un mecanismo de vigilancia y control para monitorear los vuelos no declarados o no cooperativos porque vamos a ejercer en plenitud los derechos y responsabilidad que nos impone nuestra soberanía en todo nuestro territorio, especialmente hacia el Atlántico Sur que es lo que nos marca la dimensión bicontinental de la Argentina", añadió.
Sabemos que acá estamos cerca de nuestro territorio ocupado por una potencia colonial, y nuestra presencia acá hoy para activar este radar es en cumplimiento de lo que manda nuestra Constitución que es disponer de todos los medios políticos y diplomáticos para reestablecer nuestra soberanía plena en nuestras islas", finalizó Taiana.
El comandante de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general Xavier Isaac, resaltó que "esto fue una idea que surgió hace unos meses junto al ministro y al comandante del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas para fortalecer la presencia en el Atlántico Sur. Este radar era una deuda con nuestra soberanía, el radar que estaba acá era una pieza fundamental de la Guerra de Malvinas".
El comodoro Adolfo Alejandro Heretich, jefe de la base aérea militar de Merlo desde la que se controlan todos los radares argentinos, afirmó en diálogo con Télam que "este sistema nos devuelve una capacidad de vigilancia que teníamos durante la Guerra de Malvinas cuando se había instalado otro radar en este mismo sitio".
Las características del radar
"Este radar de Invap incorpora las más modernas tecnologías y tiene muchas capacidades que el de 1982 no disponía, pero la ubicación es estratégica porque permite una muy buena cobertura de vigilancia y se pudieron aprovechar las instalaciones que habían quedado en pie para recuperarlas y usarlas ahora. Estamos frente al mar en una zona de fuertes vientos, y si no hubiésemos previsto las medidas de protección adecuada ningún radar podría durar mucho aquí", agregó.
Este sistema es la versión móvil del radar de largo alcance RPA-240T también desarrollado por Invap con el que Argentina consolida un cinturón de vigilancia a lo largo de las fronteras en el norte de su territorio.
Esta unidad móvil estaba a disposición del Comando Conjunto Aeroespacial (Cocaes) en la base del partido bonaerense de Merlo, y en el marco del Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (Sinvyca) se decidió su traslado a Cabo Domingo para fortalecer las capacidades de las que hasta hoy dispone Argentina a través del radar que ya opera en la base aérea de la localidad santacruceña de Río Gallegos para identificar aeronaves no cooperativas y tránsitos aéreos irregulares en el Atlántico Sur.
El RPA-170M es un radar táctico de defensa aérea 3D de mediano alcance de última generación que opera en banda L/D, se trata de un sistema de alta movilidad diseñado para el despliegue rápido con mínima dotación de personal y posee un excelente desempeño en una amplia gama de escenarios operacionales.
El sistema completo, que incluye dos puestos de operación y de comunicaciones, se encuentra contenido en el espacio de dos cabinas ISO de 20 pies que puede ser transportado por cualquier vehículo con fijaciones estándares, mientras que todo el equipo necesario para entrar en operación puede ser transportado en sólo un C-130.
También participaron de la actividad el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Mella; el intendente de Río Grande, Martín Pérez; el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Juan Martín Paleo; el jefe de la Armada Argentina, almirante Julio Guardia; el secretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa, Francisco Cafiero; y la secretaria de Coordinación Militar en Emergencias, Inés Barboza Belistri; entre otras autoridades.
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, supervisó este lunes el despliegue y la puesta en funcionamiento del radar RPA-170M en Cabo Domingo, a unos 15 kilómetros al noroeste de Río Grande, desde donde se podrá monitorear todo el tránsito aéreo en un radio de 170 millas náuticas (unos 315 kilómetros).
La ceremonia de puesta en marcha del nuevo radar fue acompañada por sobrevuelos de los cazambombarderos A4-Ar y los entrenadores avanzados IA-63 Pampa III de la Fuerza Aérea Argentina, cuyas maniobras sobre Cabo Domingo fueron aprovechadas para demostrar las capacidades del sistema de vigilancia y control.
El acto fue abierto por el brigadier mayor Rodolfo Centurión, quien durante la Guerra de Malvinas fue operador del radar TPS-43 que estaba instalado en el mismo sitio. El militar recordó que "la tarea del radar que estaba en este mismo lugar era el control de los vuelos que despegaban desde Río Grande y todavía recordamos las sensaciones de alegría cuando en la pantalla los veíamos regresar a todos y las amarguras de cuando despegaban tres o cuatro pero regresaban dos o tres".
"Con los pilotos nos conocíamos tan bien que sabíamos por su tono de voz cómo había salido la misión y cuando aterrizaban siempre nos saludábamos con un 'Viva la Patria'. En esos meses los operadores de radar vivíamos en tres carpas y una casa rodante en el predio de YPF, soportando el frío y las tensiones del momento, pero nunca dejamos de valorar a los vecinos de Río Grande. Esta bufanda celeste y blanca que tengo puesta me la regaló un chico que se acercó al radar y la adoptamos como colores de la unidad", apuntó.
"Estoy feliz de ver otra vez un radar en Cabo Domingo, hoy vuelve a haber una presencia de un instrumento de defensa fundamental para un país de nuestra extensión y riquezas; sé positivamente que este proyecto de radarización va a seguir en los próximos años, un país como el nuestro necesita un sistema de radar como el que se está desarrollando", completó Centurión.
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, afirmó que están "cumpliendo con un plan de recuperación de capacidades militares de la Argentina".
"Este plan de radarización empezó por el norte, pero hemos querido recuperar mayor presencia en el sur, en la Isla Grande de Tierra del Fuego donde estamos construyendo la nueva Base Naval Integrada, fortaleciendo la presencia del Ejército y de la Fuerza Aérea", agregó.
"Ahora estamos poniendo en valor un mecanismo de vigilancia y control para monitorear los vuelos no declarados o no cooperativos porque vamos a ejercer en plenitud los derechos y responsabilidad que nos impone nuestra soberanía en todo nuestro territorio, especialmente hacia el Atlántico Sur que es lo que nos marca la dimensión bicontinental de la Argentina", añadió.
Sabemos que acá estamos cerca de nuestro territorio ocupado por una potencia colonial, y nuestra presencia acá hoy para activar este radar es en cumplimiento de lo que manda nuestra Constitución que es disponer de todos los medios políticos y diplomáticos para reestablecer nuestra soberanía plena en nuestras islas", finalizó Taiana.
El comandante de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general Xavier Isaac, resaltó que "esto fue una idea que surgió hace unos meses junto al ministro y al comandante del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas para fortalecer la presencia en el Atlántico Sur. Este radar era una deuda con nuestra soberanía, el radar que estaba acá era una pieza fundamental de la Guerra de Malvinas".
El comodoro Adolfo Alejandro Heretich, jefe de la base aérea militar de Merlo desde la que se controlan todos los radares argentinos, afirmó en diálogo con Télam que "este sistema nos devuelve una capacidad de vigilancia que teníamos durante la Guerra de Malvinas cuando se había instalado otro radar en este mismo sitio".
Las características del radar
"Este radar de Invap incorpora las más modernas tecnologías y tiene muchas capacidades que el de 1982 no disponía, pero la ubicación es estratégica porque permite una muy buena cobertura de vigilancia y se pudieron aprovechar las instalaciones que habían quedado en pie para recuperarlas y usarlas ahora. Estamos frente al mar en una zona de fuertes vientos, y si no hubiésemos previsto las medidas de protección adecuada ningún radar podría durar mucho aquí", agregó.
Este sistema es la versión móvil del radar de largo alcance RPA-240T también desarrollado por Invap con el que Argentina consolida un cinturón de vigilancia a lo largo de las fronteras en el norte de su territorio.
Esta unidad móvil estaba a disposición del Comando Conjunto Aeroespacial (Cocaes) en la base del partido bonaerense de Merlo, y en el marco del Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (Sinvyca) se decidió su traslado a Cabo Domingo para fortalecer las capacidades de las que hasta hoy dispone Argentina a través del radar que ya opera en la base aérea de la localidad santacruceña de Río Gallegos para identificar aeronaves no cooperativas y tránsitos aéreos irregulares en el Atlántico Sur.
El RPA-170M es un radar táctico de defensa aérea 3D de mediano alcance de última generación que opera en banda L/D, se trata de un sistema de alta movilidad diseñado para el despliegue rápido con mínima dotación de personal y posee un excelente desempeño en una amplia gama de escenarios operacionales.
El sistema completo, que incluye dos puestos de operación y de comunicaciones, se encuentra contenido en el espacio de dos cabinas ISO de 20 pies que puede ser transportado por cualquier vehículo con fijaciones estándares, mientras que todo el equipo necesario para entrar en operación puede ser transportado en sólo un C-130.
También participaron de la actividad el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Mella; el intendente de Río Grande, Martín Pérez; el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Juan Martín Paleo; el jefe de la Armada Argentina, almirante Julio Guardia; el secretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa, Francisco Cafiero; y la secretaria de Coordinación Militar en Emergencias, Inés Barboza Belistri; entre otras autoridades.
Argentina no puede conocer ningún movimiento británico (aún el extensivo antártico), pero los británicos, por el Tratado de Madrid, si pueden conocer -y con anticipación- y controlar todos los movimientos argentinos.
Inglaterra dio entrenamiento e instrucción a personal militar argentino durante la presidencia de Macri y la actual
El Malvinense 24/mayo/2022
Bandera de Ucrania ondea en las Islas Malvinas
Una vez más, la causa Malvinas evidencia que la defensa de la soberanía no se ejerce como corresponde. Ni el Poder Ejecutivo o Legislativo, sin importar los colores políticos de turno que ostenten el poder, defienden la soberanía austral. Los políticos en su totalidad, dedican puras palabras vacías de contenido práctico cada 2 de abril o cuando se necesita captar votos en cada elección. Pero no existen acciones concretas de ningún gobernante desde hace décadas para defender la soberanía en general, y mucho menos de Malvinas o del mar austral.
En esta ocasión, publica la prensa británica a raíz de examinar las declaraciones de los ministros de gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña en el Parlamento, que durante los años 2018 a 2020, oficiales de las Fuerzas Armadas Argentinas asistieron a cursos en Inglaterra y a su vez, las fuerzas armadas británicas realizaron entrenamiento militar con Argentina.
Más precisamente, durante el año 2018 a 2020, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte proveyó de entrenamiento militar a varios países de Sudamérica, incluyendo a la Argentina.
En esta ocasión, publica la prensa británica a raíz de examinar las declaraciones de los ministros de gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña en el Parlamento, que durante los años 2018 a 2020, oficiales de las Fuerzas Armadas Argentinas asistieron a cursos en Inglaterra y a su vez, las fuerzas armadas británicas realizaron entrenamiento militar con Argentina.
Más precisamente, durante el año 2018 a 2020, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte proveyó de entrenamiento militar a varios países de Sudamérica, incluyendo a la Argentina.
Luego, durante 2019 y ya bajo la presidencia de Alberto Fernández en 2020, un grupo de oficiales argentinos asistió a la Academia de Defensa del Reino Unido en Oxfordshire.
Allí tomaron al menos dos cursos, ‘Building Integrity for Senior Leaders’ (‘Construyendo integridad para líderes superiores’) y ‘Advanced Command and Staff Course’ (‘Curso Avanzado de Comando y Estado Mayor’) que “tiene como objetivo preparar a los oficiales para nombramientos de alto grado”.
La instrucción y entrenamiento militar se produjo después de que el Reino Unido y Argentina firmaran el pacto Foradori – Duncan, aún vigente.
Paul Rogers, miembro honorario de la Escuela de Comando y Estado Mayor del Servicio Conjunto, que entrena a oficiales militares del Reino Unido. Le dijo al portal británico Declassified: «Gran Bretaña gasta al menos £ 60 millones al año en la Fortaleza Malvinas, pero está educando al personal militar argentino en las universidades de defensa del Reino Unido. Hay algo muy extraño aquí».
Un vocero del Ministerio de Defensa expresó al mismo medio: “Nosotros no entrenamos a las fuerzas armadas argentinas para pelear. Ocasionalmente, ofrecemos cursos educativos en el aula, que cubren temas como la buena gobernanza y el derecho internacional humanitario”.
Agregó: “Dichos cursos se ofrecen a una amplia gama de naciones y cumplen una importante función diplomática”.
La instrucción y entrenamiento militar se produjo después de que el Reino Unido y Argentina firmaran el pacto Foradori – Duncan, aún vigente.
Paul Rogers, miembro honorario de la Escuela de Comando y Estado Mayor del Servicio Conjunto, que entrena a oficiales militares del Reino Unido. Le dijo al portal británico Declassified: «Gran Bretaña gasta al menos £ 60 millones al año en la Fortaleza Malvinas, pero está educando al personal militar argentino en las universidades de defensa del Reino Unido. Hay algo muy extraño aquí».
Un vocero del Ministerio de Defensa expresó al mismo medio: “Nosotros no entrenamos a las fuerzas armadas argentinas para pelear. Ocasionalmente, ofrecemos cursos educativos en el aula, que cubren temas como la buena gobernanza y el derecho internacional humanitario”.
Agregó: “Dichos cursos se ofrecen a una amplia gama de naciones y cumplen una importante función diplomática”.
Brasil ratificó su decisión de permitir las escalas de los vuelos militares británicos hacia las Islas Malvinas
A fines de enero pasado, el embajador argentino en Brasilia se había quejado ante Jair Bolsonaro por siete vuelos militares británicos entre el país y el archipiélago sobre el cual Argentina reclama soberanía
Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, y el embajador argentino en Brasilia, Daniel Scioli
El gobierno de Brasil defendió hoy la decisión de permitir que aviones militares británicos que vuelan hacia las Islas Malvinas hagan escala en sus aeropuertos, una medida que había molestado a Argentina: a fines de enero pasado el embajador Daniel Scioli había presentado una queja al respecto.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil dijo este martes a través de una nota enviada a la agencia Reuters que si bien respalda los reclamos de soberanía de Argentina sobre las islas, ese apoyo no afecta su “importante asociación” con el Reino Unido.
El embajador de Argentina en Brasil, Daniel Scioli, se había quejado la semana pasada por el aumento de los vuelos que hacen escala en Brasil en su camino a las Islas Malvinas.
Scioli detalló entonces que en enero hubo siete vuelos de la Royal Air Force que había aterrizado en Río de Janeiro, Sao Paulo y Porto Alegre.
“La posición brasileña de autorizar el sobrevuelo y el aterrizaje de aeronaves militares británicas en la ruta de las Malvinas se guía por el principio de no contribuir a la modernización y expansión de los recursos militares y del potencial bélico del Reino Unido en ese archipiélago”, dijo el ministerio brasileño.
La nota enviada sostiene que Brasil autorizó el aterrizaje y el atraque de aviones y buques británicos en su camino a las Malvinas cuando las solicitudes implicaban situaciones de emergencia, misiones de búsqueda y rescate, o razones sanitarias y humanitarias.
La cancillería brasileña precisó además que el número de autorizaciones de sobrevuelo y aterrizaje otorgadas a las aeronaves militares británicas variaba cada año, oscilando entre 150 algunos y sólo uno en otros.
El gobierno británico, a su vez, desestimó las preocupaciones argentinas diciendo que eran vuelos rutinarios y que cualquier afirmación de militarización era totalmente falsa, según precisa Reuters .
Argentina le había expresado al Gobierno de Brasil su “preocupación” y “sorpresa” porque aviones de la Fuerza Aérea del Reino Unido hicieron siete vuelos entre territorio brasileño y las Islas Malvinas, lo cual constituye una manifestación “adicional” de la ilegítima presencia británica en el Atlántico Sur, según un documento divulgado a fines de enero por la agencia Télam.
La preocupación fue expresada a través de un oficio presentado por el embajador argentino en Brasilia ante la cancillería brasileña. “El Gobierno argentino ve con sorpresa y preocupación que durante el transcurso del mes de enero de 2022 fueron realizados siete vuelos militares de estas características”, dijo el documento presentado por Scioli ante el Palacio de Itamaraty.
Según la Embajada argentina en Brasilia, fueron realizados siete vuelos militares británicos desde Brasil a las Islas Malvinas y desde las Islas Malvinas hacia Brasil en lo que va de 2022.
El detalle presentado por el documento indica que aviones militares británicos aterrizaron y despegaron provenientes de las Malvinas en Río de Janeiro, San Pablo, Porto Alegre y Recife los días 9, 14, 15, 22, 24, 26 y 28 de enero.
“Estos vuelos constituyen una manifestación adicional a la ilegítima presencia militar del Reino Unido en el Atlántico Sur, la cual ha sido calificada por los estados parte y asociados del Mercosur como contraria a la política de la región de apego a la búsqueda de una solución pacífica para la disputa de soberanía” de las islas, sostuvo el reclamo.
La Embajada argentina en Brasilia diferenció entre vuelos con carácter humanitario, a los que no se opone, con los estrictamente militares por parte de los británicos. En 2017, durante la gestión del presidente Michel Temer, el diario Zero Hora de Porto Alegre había denunciado que el aeropuerto de la capital del estado de Río Grande do Sul se había convertido en una suerte de “surtidor” sudamericano de los aviones de la Royal Air Force que iban o regresaban desde Gran Bretaña hacia las Malvinas.
Según el oficio enviado al Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, “se destaca la finalidad política que persiguen las alegadas ‘escalas’ de las aeronaves militares británicas en países de la región, toda vez que su continuidad en el tiempo podría ser publicitada como una suerte de aceptación brasileña a la presencia de una base militar en el Atlántico Sur”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil dijo este martes a través de una nota enviada a la agencia Reuters que si bien respalda los reclamos de soberanía de Argentina sobre las islas, ese apoyo no afecta su “importante asociación” con el Reino Unido.
El embajador de Argentina en Brasil, Daniel Scioli, se había quejado la semana pasada por el aumento de los vuelos que hacen escala en Brasil en su camino a las Islas Malvinas.
Scioli detalló entonces que en enero hubo siete vuelos de la Royal Air Force que había aterrizado en Río de Janeiro, Sao Paulo y Porto Alegre.
“La posición brasileña de autorizar el sobrevuelo y el aterrizaje de aeronaves militares británicas en la ruta de las Malvinas se guía por el principio de no contribuir a la modernización y expansión de los recursos militares y del potencial bélico del Reino Unido en ese archipiélago”, dijo el ministerio brasileño.
La nota enviada sostiene que Brasil autorizó el aterrizaje y el atraque de aviones y buques británicos en su camino a las Malvinas cuando las solicitudes implicaban situaciones de emergencia, misiones de búsqueda y rescate, o razones sanitarias y humanitarias.
La cancillería brasileña precisó además que el número de autorizaciones de sobrevuelo y aterrizaje otorgadas a las aeronaves militares británicas variaba cada año, oscilando entre 150 algunos y sólo uno en otros.
El gobierno británico, a su vez, desestimó las preocupaciones argentinas diciendo que eran vuelos rutinarios y que cualquier afirmación de militarización era totalmente falsa, según precisa Reuters .
Argentina le había expresado al Gobierno de Brasil su “preocupación” y “sorpresa” porque aviones de la Fuerza Aérea del Reino Unido hicieron siete vuelos entre territorio brasileño y las Islas Malvinas, lo cual constituye una manifestación “adicional” de la ilegítima presencia británica en el Atlántico Sur, según un documento divulgado a fines de enero por la agencia Télam.
La preocupación fue expresada a través de un oficio presentado por el embajador argentino en Brasilia ante la cancillería brasileña. “El Gobierno argentino ve con sorpresa y preocupación que durante el transcurso del mes de enero de 2022 fueron realizados siete vuelos militares de estas características”, dijo el documento presentado por Scioli ante el Palacio de Itamaraty.
Según la Embajada argentina en Brasilia, fueron realizados siete vuelos militares británicos desde Brasil a las Islas Malvinas y desde las Islas Malvinas hacia Brasil en lo que va de 2022.
El detalle presentado por el documento indica que aviones militares británicos aterrizaron y despegaron provenientes de las Malvinas en Río de Janeiro, San Pablo, Porto Alegre y Recife los días 9, 14, 15, 22, 24, 26 y 28 de enero.
“Estos vuelos constituyen una manifestación adicional a la ilegítima presencia militar del Reino Unido en el Atlántico Sur, la cual ha sido calificada por los estados parte y asociados del Mercosur como contraria a la política de la región de apego a la búsqueda de una solución pacífica para la disputa de soberanía” de las islas, sostuvo el reclamo.
La Embajada argentina en Brasilia diferenció entre vuelos con carácter humanitario, a los que no se opone, con los estrictamente militares por parte de los británicos. En 2017, durante la gestión del presidente Michel Temer, el diario Zero Hora de Porto Alegre había denunciado que el aeropuerto de la capital del estado de Río Grande do Sul se había convertido en una suerte de “surtidor” sudamericano de los aviones de la Royal Air Force que iban o regresaban desde Gran Bretaña hacia las Malvinas.
Según el oficio enviado al Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, “se destaca la finalidad política que persiguen las alegadas ‘escalas’ de las aeronaves militares británicas en países de la región, toda vez que su continuidad en el tiempo podría ser publicitada como una suerte de aceptación brasileña a la presencia de una base militar en el Atlántico Sur”.
NOTA: De ganar la presidencia de Brasil Lula, ¿anulará esos acuerdos con Reino Unido en defensa de la soberanía Argentina sobre las Malvinas?
“Islas Malvinas” es un tema sobre la mesa en reunión entre Lacalle y Johnson, aseguró embajadora británica de Uruguay
M24 24/mayo/2022
Primer ministro Boris Johnson y presidente Luis Lacalle. Foto: cuenta de Twitter de la embajadora de Reino Unido.
“(…) el tema de las Falkland y del Atlántico Sur está en la mesa. Obviamente estos países (Chile, Brasil y Uruguay) son vecinos y nos interesa mucho escuchar sus opiniones”, dijo Faye O´Connor, la diplomática de Reino Unido en nuestro país.
O´Connor explicó que el objetivo del encuentro entre el primer ministro británico, Boris Johnson y el presidente de la República, Luis Lacalle, es el de contar con “una visión más amplia”, lo cual implica “repensarnos y ver si estamos trabajando y colaborando lo suficiente con otros países alineados en la perspectiva global”.
“Estuvimos con Uruguay cuando fue su creación, tenemos muchos vínculos, compartimos valores, es un país estable y aliado de nuestra visión del mundo”, indicó la embajadora a El Observador.
La diplomática calificó de “renacimiento” a las relaciones, no sólo con Uruguay, sino con otros países como México, con el que analiza concretar un Tratado de Libre Comercio.
Si bien esta definición no está pensada para Uruguay, en la agenda pretenden dialogar en procura de aumentar el flujo de bienes y servicios “como países que creen en mercados libres en un sistema internacional con pocas restricciones” al comercio.
Otro tema de interés para ambos mandatarios tiene que ver con la cooperación en materia de energía verde.
Además, en agenda está la guerra en Ucrania, en particular lo relacionado a recrear las dañadas cadenas de suministro de alimentación, y la situación de las islas Malvinas. “Siempre cuando tenemos una reunión con un país de América del Sur, sea Chile, Uruguay, Argentina o Brasil, el tema de las Falkland y del Atlántico Sur está en la mesa. Obviamente estos países son vecinos y nos interesa mucho escuchar sus opiniones”, apuntó O´Connor.
O´Connor explicó que el objetivo del encuentro entre el primer ministro británico, Boris Johnson y el presidente de la República, Luis Lacalle, es el de contar con “una visión más amplia”, lo cual implica “repensarnos y ver si estamos trabajando y colaborando lo suficiente con otros países alineados en la perspectiva global”.
“Estuvimos con Uruguay cuando fue su creación, tenemos muchos vínculos, compartimos valores, es un país estable y aliado de nuestra visión del mundo”, indicó la embajadora a El Observador.
La diplomática calificó de “renacimiento” a las relaciones, no sólo con Uruguay, sino con otros países como México, con el que analiza concretar un Tratado de Libre Comercio.
Si bien esta definición no está pensada para Uruguay, en la agenda pretenden dialogar en procura de aumentar el flujo de bienes y servicios “como países que creen en mercados libres en un sistema internacional con pocas restricciones” al comercio.
Otro tema de interés para ambos mandatarios tiene que ver con la cooperación en materia de energía verde.
Además, en agenda está la guerra en Ucrania, en particular lo relacionado a recrear las dañadas cadenas de suministro de alimentación, y la situación de las islas Malvinas. “Siempre cuando tenemos una reunión con un país de América del Sur, sea Chile, Uruguay, Argentina o Brasil, el tema de las Falkland y del Atlántico Sur está en la mesa. Obviamente estos países son vecinos y nos interesa mucho escuchar sus opiniones”, apuntó O´Connor.
El Reino Unido capacitará y entrenará a las Fuerzas Armadas uruguayas
Boris Johnson y Luis Lacalle Pou acordaron “mejorar la cooperación en Defensa y Seguridad en asuntos de interés mutuo”
Las fuerzas armadas británicas entrenarán y capacitarán a las uruguayas. Así lo acordó el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, en su visita al primier británico, Boris Johsnon, en Londres.
Tras el encuentro, la cancillería uruguaya emitió un comunicado en el que informó que, además de mencionar la ambición mutua de profundizar la relación comercial, Johnson se comprometió a invertir en “oportunidades de capacitación y entrenamiento para las Fuerzas Armadas uruguayas”.
“El Primer Ministro y el Presidente se comprometieron a mejorar la cooperación en Defensa y Seguridad en asuntos de interés mutuo. Reconociendo el liderazgo de Uruguay, el Reino Unido brindará apoyo en áreas fundamentales del mantenimiento de la paz para apoyar a Uruguay como un valioso contribuyente a las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU”, agrega el documento.
Ambos mandatarios se mostraron de acuerdo con profundizar la relación comercial: “El Ministro de Comercio Internacional, Ranil Jayawardena, mantendrá una reunión con el Canciller Francisco Bustillo y la Ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, para hablar sobre oportunidades de ampliación la colaboración para reducir las barreras para las empresas y fortalecer la cooperación multilateral”.
Estas reuniones pretenden ser el puntapié inicial de futuras oportunidades comerciales, principalmente enmarcadas en los sectores financieros, tecnológicos, energéticos, agrícolas y de transporte, subraya el comunicado.
Boris Johnson y Luis Lacalle Pou conversaron sobre “la importancia del comercio bilateral, el impacto del coronavirus y la recuperación post pandemia”. En ese contexto, celebraron el anunció sobre la apertura de un centro de distribución de vacunas de la empresa británica GlaxoSmithKline (GSK) en Uruguay. Este será uno de los tres centros regionales de distribución de vacunas y desde ahí se distribuirán “más de 12 millones de vacunas al año en seis países de América del Sur”, manifestó Cancillería.
Según indicó la Embajada Británica en Montevideo, “el anuncio fue hecho durante la visita del presidente Luis Lacalle Pou a The Francis Crick Institute, un instituto de investigación biomédica de vanguardia con el cual la farmacéutica GSK tiene fuertes vínculos y proyectos de colaboración”.
Ambos mandatarios destacaron las “fuertes relaciones” que mantienen y construyen sobre “valores compartidos e intereses comunes” y condenaron la “injustificada” y “no provocada” invasión de Rusia a Ucrania: “Además del trágico costo humano del conflicto, ambas partes mostraron preocupación por la crisis migratoria, el uso de la desinformación y la interrupción de la cadena mundial de suministro de alimentos”, indica el comunicado que menciona la concordancia entre ambos líderes respecto al respeto de la soberanía y la libre determinación.
Además, mostraron su apoyo al “orden internacional basado en reglas” y “libre de coerción”, entre otros temas tratados como fue el problema climático. En ese sentido, incitaron al resto de los países a implementar lo acogido por casi 200 países en el Pacto Climático de Glasgow, con el objetivo de cumplir distintos objetivos como el de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5° . Otros acuerdos que se desprenden del Pacto son el aporte de 100.000 millones de dólares anuales de los países desarrollados a los no desarrollados y la reducción progresiva de la energía generada por combustión de carbón.
El primer ministro destacó la iniciativa uruguaya de lanzar “un bono soberano vinculado a la sustentabilidad y lo alentó a explorar la emisión cruzada de este bono en Londres para acceder a los amplios fondos de capital global” del Reino Unido, menciona el comunicado y continúa: “También compartió su experiencia en la emisión de bonos verdes y ofreció apoyo y mayor colaboración en el futuro”. En lo que estuvieron totalmente de acuerdo es en que preocuparse y ocuparse del clima es un tema urgente.
La visita de Luis Lacalle Pou a Reino Unido sorprendió a varios, luego de 29 años sin visitas oficiales de presidentes uruguayos a tierras inglesas. La última había sido en 1993, cuando Luis Alberto Lacalle Herrera, padre del actual presidente, viajó en el marco de una misión oficial.
Tras el encuentro, la cancillería uruguaya emitió un comunicado en el que informó que, además de mencionar la ambición mutua de profundizar la relación comercial, Johnson se comprometió a invertir en “oportunidades de capacitación y entrenamiento para las Fuerzas Armadas uruguayas”.
“El Primer Ministro y el Presidente se comprometieron a mejorar la cooperación en Defensa y Seguridad en asuntos de interés mutuo. Reconociendo el liderazgo de Uruguay, el Reino Unido brindará apoyo en áreas fundamentales del mantenimiento de la paz para apoyar a Uruguay como un valioso contribuyente a las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU”, agrega el documento.
Ambos mandatarios se mostraron de acuerdo con profundizar la relación comercial: “El Ministro de Comercio Internacional, Ranil Jayawardena, mantendrá una reunión con el Canciller Francisco Bustillo y la Ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, para hablar sobre oportunidades de ampliación la colaboración para reducir las barreras para las empresas y fortalecer la cooperación multilateral”.
Estas reuniones pretenden ser el puntapié inicial de futuras oportunidades comerciales, principalmente enmarcadas en los sectores financieros, tecnológicos, energéticos, agrícolas y de transporte, subraya el comunicado.
Boris Johnson y Luis Lacalle Pou conversaron sobre “la importancia del comercio bilateral, el impacto del coronavirus y la recuperación post pandemia”. En ese contexto, celebraron el anunció sobre la apertura de un centro de distribución de vacunas de la empresa británica GlaxoSmithKline (GSK) en Uruguay. Este será uno de los tres centros regionales de distribución de vacunas y desde ahí se distribuirán “más de 12 millones de vacunas al año en seis países de América del Sur”, manifestó Cancillería.
Según indicó la Embajada Británica en Montevideo, “el anuncio fue hecho durante la visita del presidente Luis Lacalle Pou a The Francis Crick Institute, un instituto de investigación biomédica de vanguardia con el cual la farmacéutica GSK tiene fuertes vínculos y proyectos de colaboración”.
Ambos mandatarios destacaron las “fuertes relaciones” que mantienen y construyen sobre “valores compartidos e intereses comunes” y condenaron la “injustificada” y “no provocada” invasión de Rusia a Ucrania: “Además del trágico costo humano del conflicto, ambas partes mostraron preocupación por la crisis migratoria, el uso de la desinformación y la interrupción de la cadena mundial de suministro de alimentos”, indica el comunicado que menciona la concordancia entre ambos líderes respecto al respeto de la soberanía y la libre determinación.
Además, mostraron su apoyo al “orden internacional basado en reglas” y “libre de coerción”, entre otros temas tratados como fue el problema climático. En ese sentido, incitaron al resto de los países a implementar lo acogido por casi 200 países en el Pacto Climático de Glasgow, con el objetivo de cumplir distintos objetivos como el de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5° . Otros acuerdos que se desprenden del Pacto son el aporte de 100.000 millones de dólares anuales de los países desarrollados a los no desarrollados y la reducción progresiva de la energía generada por combustión de carbón.
El primer ministro destacó la iniciativa uruguaya de lanzar “un bono soberano vinculado a la sustentabilidad y lo alentó a explorar la emisión cruzada de este bono en Londres para acceder a los amplios fondos de capital global” del Reino Unido, menciona el comunicado y continúa: “También compartió su experiencia en la emisión de bonos verdes y ofreció apoyo y mayor colaboración en el futuro”. En lo que estuvieron totalmente de acuerdo es en que preocuparse y ocuparse del clima es un tema urgente.
La visita de Luis Lacalle Pou a Reino Unido sorprendió a varios, luego de 29 años sin visitas oficiales de presidentes uruguayos a tierras inglesas. La última había sido en 1993, cuando Luis Alberto Lacalle Herrera, padre del actual presidente, viajó en el marco de una misión oficial.
Legisladores británicos realzan lo logrado por las Falklands en el ejercicio de la auto determinación
MercoPress 2/junio/2022
Amanda Milling MP y ministra del Foreign Office junto al Gobernador Nigel Phillips y Miembros de la Asamblea Legislativa (Foto: Twitter)
Los dos parlamentarios británicos que realizaran una breve visita a las Islas Falkland, con motivo del cuarenta aniversario de la guerra y Liberación de las Falklands, manifestaron su agradecimiento por la hospitalidad y calidez recibidos, a la vez que se ofrecieron a hacer lo necesario en respaldo a las Islas por parte del Reino Unido.
Amanda Milling MP y ministra del Foreign Office dijo sentirse muy orgullosa de ser “la campeona de los Territorios Británicos de Ultramar” y resaltó que “la relación entre el Reino Unido y esos Territorios es una asociación construida sobre el derecho de los pueblos de los Territorios de Ultramar de determinar su propio futuro”.
Sir Lindsay Hoyle, Speaker (presidente) de la Cámara de los Comunes del parlamento británico, destacó por su parte, “haber recibido una bienvenida tan calurosa, desde su última visita a las Falklands, tras tantos años,” la cual tuvo lugar en 1999. Dijo sentir un gran honor y emoción “poder estar aquí en las Islas para la conmemoración de esos acontecimientos tan profundos como fueron la Liberación de Goose Green”.
En una declaración escrita dijo que “siempre seré un amigo de las Falklands” y pidió a los jerarcas locales que “aprovechen mi oficina para promover a los Territorios de Ultramar”.
Si bien el potencial de dicha ofrecimiento quedó abierto a la imaginación en su declaración escrita, vale recordar que en su discurso ante la sesión de apertura de la Asamblea Legislativa el 27 de mayo próximo pasado Sir Hoyle afirmó, “sé muy bien que el desarrollo continuo de vuestra constitución es muy importante para Uds., del momento que son el único Territorio de Ultramar que carecen de un sistema ministerial”
“Si desean siempre estaré ahí para apoyar y hacer lo necesario a mi alcance, de forma de ayudar con cualquier revisión constitucional que Uds. deseen emprender”.
La ministra de Territorios de Ultramar, Amanda Milling en su declaración escrita del 31 de mayo antes de partir de retorno dijo, “estoy aquí al final de una magnífica visita re familiarizándome con la gente y con la belleza natural de las Islas”, tras una primera visita en 2017, en aquel entonces como parte de un grupo de parlamentarios invitados por el gobierno de las Falklands.
“Me queda claro desde mi primera visita cuánto han cambiado y se han desarrollado las Islas, desde la nueva ruta al aeropuerto de Mount Pleasant, al nuevo plan de viviendas en Stanley y la creciente industria del turismo”.
“Sería un descuido mayor de mi parte no mencionar que ahora se trata de la Ciudad de Stanley!!. Mis felicitaciones a todos Uds.”
La ministra Milling agregó que estaba emocionada de encontrarse en las Islas “cuando conmemoramos la valentía del pueblo de las Islas Falkland y los sacrificios del personal de las distintas Armas del Reino Unido hace cuarenta años”, pero también aclaró que su visita iba más allá de las conmemoraciones de 1982.
“También ha sido para celebrar lo que Uds. han construido con vuestro derecho a la auto determinación”, recalcó.
El encargado de la secretaría rotativa de la Asamblea Legislativa, MLA Pete Biggs dijo que a pesar de la temprana partida de los ilustres visitantes, “todo lo que esperábamos conseguir, lo conseguimos”.(Penguin News)
Amanda Milling MP y ministra del Foreign Office dijo sentirse muy orgullosa de ser “la campeona de los Territorios Británicos de Ultramar” y resaltó que “la relación entre el Reino Unido y esos Territorios es una asociación construida sobre el derecho de los pueblos de los Territorios de Ultramar de determinar su propio futuro”.
Sir Lindsay Hoyle, Speaker (presidente) de la Cámara de los Comunes del parlamento británico, destacó por su parte, “haber recibido una bienvenida tan calurosa, desde su última visita a las Falklands, tras tantos años,” la cual tuvo lugar en 1999. Dijo sentir un gran honor y emoción “poder estar aquí en las Islas para la conmemoración de esos acontecimientos tan profundos como fueron la Liberación de Goose Green”.
En una declaración escrita dijo que “siempre seré un amigo de las Falklands” y pidió a los jerarcas locales que “aprovechen mi oficina para promover a los Territorios de Ultramar”.
Si bien el potencial de dicha ofrecimiento quedó abierto a la imaginación en su declaración escrita, vale recordar que en su discurso ante la sesión de apertura de la Asamblea Legislativa el 27 de mayo próximo pasado Sir Hoyle afirmó, “sé muy bien que el desarrollo continuo de vuestra constitución es muy importante para Uds., del momento que son el único Territorio de Ultramar que carecen de un sistema ministerial”
“Si desean siempre estaré ahí para apoyar y hacer lo necesario a mi alcance, de forma de ayudar con cualquier revisión constitucional que Uds. deseen emprender”.
La ministra de Territorios de Ultramar, Amanda Milling en su declaración escrita del 31 de mayo antes de partir de retorno dijo, “estoy aquí al final de una magnífica visita re familiarizándome con la gente y con la belleza natural de las Islas”, tras una primera visita en 2017, en aquel entonces como parte de un grupo de parlamentarios invitados por el gobierno de las Falklands.
“Me queda claro desde mi primera visita cuánto han cambiado y se han desarrollado las Islas, desde la nueva ruta al aeropuerto de Mount Pleasant, al nuevo plan de viviendas en Stanley y la creciente industria del turismo”.
“Sería un descuido mayor de mi parte no mencionar que ahora se trata de la Ciudad de Stanley!!. Mis felicitaciones a todos Uds.”
La ministra Milling agregó que estaba emocionada de encontrarse en las Islas “cuando conmemoramos la valentía del pueblo de las Islas Falkland y los sacrificios del personal de las distintas Armas del Reino Unido hace cuarenta años”, pero también aclaró que su visita iba más allá de las conmemoraciones de 1982.
“También ha sido para celebrar lo que Uds. han construido con vuestro derecho a la auto determinación”, recalcó.
El encargado de la secretaría rotativa de la Asamblea Legislativa, MLA Pete Biggs dijo que a pesar de la temprana partida de los ilustres visitantes, “todo lo que esperábamos conseguir, lo conseguimos”.(Penguin News)
Disputa de las Malvinas: la reina hace del pueblo una ciudad frente a la hostilidad argentina
Express Charles Harrison, Richard Palmer 20/mayo/2022
UN PUEBLO en las Islas Malvinas se convertirá en ciudad para conmemorar el Jubileo de Platino, días después de que funcionarios argentinos criticaran al Reino Unido por mantener el control del territorio de ultramar.
Moneda que la Corona pirata entregará a los residentes menores de 16 años de las Islas Malvinas el próximo 10 de junio.
Un récord de ocho ciudades recibieron el estatus de ciudad para conmemorar el 70.º aniversario de la Reina en el trono, pero el evento también es importante porque es la primera vez que una Dependencia de la Corona y un Territorio de Ultramar ganan una competencia de este tipo. 40 años después de la guerra de las Malvinas, la capital de las islas del Atlántico Sur, Stanley, se convertirá hoy en una ciudad. Mientras tanto, Douglas se convierte en la primera ciudad de la Isla de Man, una Dependencia de la Corona, y los otros ganadores son Bangor en el condado de Down, Colchester, Doncaster, Dunfermline, Milton Keynes y Wrexham.
A principios de esta semana, un funcionario argentino lanzó un ataque abrasador contra el Reino Unido por mantener el control de las Islas Malvinas. El ministro de Defensa de la dictadura militar fascista, Jorge Taiana, acusó a Gran Bretaña de aplicar un doble rasero debido al incondicional apoyo del Gobierno a la independencia de Ucrania en su guerra contra Vladimir Putin. Dijo que el apoyo del Reino Unido a Ucrania no era más que "cinismo", alegando que Gran Bretaña niega los derechos de Argentina sobre las Malvinas (la palabra argentina para las Malvinas). Sus comentarios se produjeron en medio de varios de otros funcionarios que avivaron las tensiones sobre quiénes deberían ser los gobernantes legítimos de las islas. El Sr. Taiana dijo: “Los británicos dicen que la integridad territorial debe ser defendida en Ucrania, pero niegan la defensa de la integridad territorial en Argentina; eso es cinismo, eso es irrespeto a la ley y a la defensa del derecho internacional”.
Esto siguió poco después de que el Secretario de Malvinas de Argentina, Guillermo Carmona, dijera recientemente a los medios locales: “No podemos descartar que haya armas nucleares británicas en las Malvinas”. Afirmó que hay "una acumulación continua de armas que se refleja en la presencia de un submarino de propulsión nuclear" en las Islas Malvinas. Y agregó: “También hay ejercicios militares a gran escala. “Es realmente una situación preocupante”. En declaraciones a PA, el embajador de Argentina en el Reino Unido, Javier Figueroa, dijo que el resultado de la Guerra de las Malvinas sigue siendo un "problema profundamente emotivo" en el país, y agregó que era "una herida abierta" para muchos argentinos.
Describió el tema como un "monstruo en una habitación que ruge" para las relaciones entre Gran Bretaña y Argentina, y dijo que quiere volver a comprometerse con el gobierno del Reino Unido para discutir la soberanía. Carmona afirmó que Argentina tiene “argumentos históricos, legales y geográficos y mucho apoyo en el mundo en su reclamo de soberanía”. La dictadura militar fascista de Argentina invadió la colonia británica de las Islas Malvinas el 2 de abril de 1982, alegando que había heredado las islas de España en el siglo XIX, a pesar de que el Reino Unido las había gobernado durante 150 años. La breve pero amarga guerra duró 74 días, durante los cuales perdieron la vida 655 militares argentinos y 255 británicos, así como tres isleños de las Malvinas, antes de que los británicos recuperaran el control el 14 de junio de 1982.
Además del estatus de ciudad otorgado a pueblos de todo el Reino Unido, Southampton ganó un concurso para que su alcalde fuera ascendido a alcalde. La competencia por el estatus de ciudad se ha llevado a cabo en cada uno de los últimos tres años jubilares, con 38 participantes en este año. Cada participante tuvo que destacar sus asociaciones reales y su patrimonio cultural, además de mostrar cómo sus comunidades únicas significaban que merecían el título. Se hicieron recomendaciones a la Reina después de que un panel de expertos y ministros de la Oficina del Gabinete evaluaran cada entrada.
A principios de esta semana, un funcionario argentino lanzó un ataque abrasador contra el Reino Unido por mantener el control de las Islas Malvinas. El ministro de Defensa de la dictadura militar fascista, Jorge Taiana, acusó a Gran Bretaña de aplicar un doble rasero debido al incondicional apoyo del Gobierno a la independencia de Ucrania en su guerra contra Vladimir Putin. Dijo que el apoyo del Reino Unido a Ucrania no era más que "cinismo", alegando que Gran Bretaña niega los derechos de Argentina sobre las Malvinas (la palabra argentina para las Malvinas). Sus comentarios se produjeron en medio de varios de otros funcionarios que avivaron las tensiones sobre quiénes deberían ser los gobernantes legítimos de las islas. El Sr. Taiana dijo: “Los británicos dicen que la integridad territorial debe ser defendida en Ucrania, pero niegan la defensa de la integridad territorial en Argentina; eso es cinismo, eso es irrespeto a la ley y a la defensa del derecho internacional”.
Esto siguió poco después de que el Secretario de Malvinas de Argentina, Guillermo Carmona, dijera recientemente a los medios locales: “No podemos descartar que haya armas nucleares británicas en las Malvinas”. Afirmó que hay "una acumulación continua de armas que se refleja en la presencia de un submarino de propulsión nuclear" en las Islas Malvinas. Y agregó: “También hay ejercicios militares a gran escala. “Es realmente una situación preocupante”. En declaraciones a PA, el embajador de Argentina en el Reino Unido, Javier Figueroa, dijo que el resultado de la Guerra de las Malvinas sigue siendo un "problema profundamente emotivo" en el país, y agregó que era "una herida abierta" para muchos argentinos.
Describió el tema como un "monstruo en una habitación que ruge" para las relaciones entre Gran Bretaña y Argentina, y dijo que quiere volver a comprometerse con el gobierno del Reino Unido para discutir la soberanía. Carmona afirmó que Argentina tiene “argumentos históricos, legales y geográficos y mucho apoyo en el mundo en su reclamo de soberanía”. La dictadura militar fascista de Argentina invadió la colonia británica de las Islas Malvinas el 2 de abril de 1982, alegando que había heredado las islas de España en el siglo XIX, a pesar de que el Reino Unido las había gobernado durante 150 años. La breve pero amarga guerra duró 74 días, durante los cuales perdieron la vida 655 militares argentinos y 255 británicos, así como tres isleños de las Malvinas, antes de que los británicos recuperaran el control el 14 de junio de 1982.
Además del estatus de ciudad otorgado a pueblos de todo el Reino Unido, Southampton ganó un concurso para que su alcalde fuera ascendido a alcalde. La competencia por el estatus de ciudad se ha llevado a cabo en cada uno de los últimos tres años jubilares, con 38 participantes en este año. Cada participante tuvo que destacar sus asociaciones reales y su patrimonio cultural, además de mostrar cómo sus comunidades únicas significaban que merecían el título. Se hicieron recomendaciones a la Reina después de que un panel de expertos y ministros de la Oficina del Gabinete evaluaran cada entrada.
Notas relacionadas (Archivo):
El hundimiento del submarino ARA San Juan y la decapitación del poder militar argentino
Voces del periodista Diego Pappalardo 28/noviembre/2017
"Desde el alto el fuego sucedido en Puerto Argentino, Islas Malvinas, el 14 de junio de 1982, la República Argentina vio demoler vertiginosa y sustancialmente su capacidad de Geoestrategia de Defensa Nacional."
En la guerra por la Reconquista de Malvinas, Argentina se enfrentó en términos militares, nada más ni nada menos, que a los poderes atlantistas, los cuales revitalizaron su dominancia con la finalización de la II Guerra Mundial. Gran Bretaña y los Estados Unidos convergieron una vez más en la Historia para lograr la rendición de la dirigencia militar en Malvinas y el inicio del proceso de desmalvinización. En ambos puntos, el alto mando militar argentino contó con el apoyo de facciones de la dirigencia política civil, vinculadas a Gran Bretaña y EE.UU.
Las élites empresariales-políticos-culturales dominantes en Argentina, aceptaron redefinir su papel de inserción en el mundo postmalvinas, en condición de profunda subordinación a los poderes fácticos atlantistas, obteniendo con esa situación, beneficios propios y sectoriales en detrimento de la Nación Argentina.
La desmalvinización consistía, entre otros aspectos, en la decapitación de un proyecto de Estado-nación que mantuviese en la escala histórica de la Humanidad la idea factible de la Argentina Potencia. Es necesario resaltar que la posibilidad de una Argentina Potencia va directamente en contra del esquema hegemónico del Atlantismo y rompería determinados niveles de los poderes internacionales realmente existentes.
A partir de entonces, el conocimiento técnico-operativo y la tecnología militar argentina decrecieron significativamente hasta niveles ínfimos y, por lo tanto, de máxima gravedad para la salvaguarda de los intereses nacionales. En febrero de 1990, el presidente Carlos Menem, y el por entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Domingo Cavallo, suscriben con el Poder Británico un documento con consecuencias perjudiciales para la Argentina.
'En efecto desde el momento en que Inglaterra adquiere el derecho de Controlar todos los actos de las Fuerzas Armadas de la República Argentina (conforme lo establece el artículo 52 A — B y C del Tratado) es innecesario que se mantengan efectivos militares, navales y aéreos de Gran Bretaña para defender a las Islas Malvinas de un eventual ataque de las Fuerzas Armadas Argentinas'.
En consecuencia, la flota de submarinos de Argentina se encuentra reducida o eliminada como entidad real de combate y el país está totalmente vulnerable para disfrute de ciertos actores geopolíticos mundiales, quienes ven a la Argentina como objetivo de manipulación, control y expoliación permanentes".
Las élites empresariales-políticos-culturales dominantes en Argentina, aceptaron redefinir su papel de inserción en el mundo postmalvinas, en condición de profunda subordinación a los poderes fácticos atlantistas, obteniendo con esa situación, beneficios propios y sectoriales en detrimento de la Nación Argentina.
La desmalvinización consistía, entre otros aspectos, en la decapitación de un proyecto de Estado-nación que mantuviese en la escala histórica de la Humanidad la idea factible de la Argentina Potencia. Es necesario resaltar que la posibilidad de una Argentina Potencia va directamente en contra del esquema hegemónico del Atlantismo y rompería determinados niveles de los poderes internacionales realmente existentes.
A partir de entonces, el conocimiento técnico-operativo y la tecnología militar argentina decrecieron significativamente hasta niveles ínfimos y, por lo tanto, de máxima gravedad para la salvaguarda de los intereses nacionales. En febrero de 1990, el presidente Carlos Menem, y el por entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Domingo Cavallo, suscriben con el Poder Británico un documento con consecuencias perjudiciales para la Argentina.
'En efecto desde el momento en que Inglaterra adquiere el derecho de Controlar todos los actos de las Fuerzas Armadas de la República Argentina (conforme lo establece el artículo 52 A — B y C del Tratado) es innecesario que se mantengan efectivos militares, navales y aéreos de Gran Bretaña para defender a las Islas Malvinas de un eventual ataque de las Fuerzas Armadas Argentinas'.
En consecuencia, la flota de submarinos de Argentina se encuentra reducida o eliminada como entidad real de combate y el país está totalmente vulnerable para disfrute de ciertos actores geopolíticos mundiales, quienes ven a la Argentina como objetivo de manipulación, control y expoliación permanentes".
¿Fueron los británicos los que hundieron al submarino argentino?
Sputnik Vicky Peláez 21/marzo/2018
"Con esta alianza, la derrota de Argentina fue sellada, lo que dio origen también a la desmalvinización, que consistió en negar a la Argentina la posibilidad de ser una potencia en el Atlántico Sur y convertir al país en un 'cuasi protectorado británico' después de la firma de la Declaración conjunta de las delegaciones de la República Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en febrero de 1990. Al suscribir este acuerdo, el presidente Carlos Menem y el ministro de Relaciones Exteriores, Domingo Cavallo (el mismo gurú que en 1998 fue convocado por Yeltsin para 'salvar' la economía rusa) otorgaron a Gran Bretaña una supremacía total sobre el territorio de las islas Malvinas al 'dejar sin efecto la Zona de Protección establecida alrededor de las islas', según el periodista Diego Pappalardo.
También desde 1964 cuando el Gobierno de Arturo Umberto Illia autorizó a Washington mandar su grupo militar al país, los representantes del Pentágono ocuparon ininterrumpidamente oficinas del edificio Libertador del Ministerio de Defensa argentino hasta 2009, incluso durante la Guerra de las Malvinas. En 1983, el presidente Raúl Alfonsín encargó a la DGSE francesa (Servicio de Inteligencia) y al Mossad reestructurar el servicio de inteligencia argentino. Lo curioso fue que el MI6 británico que estaba operando en el país desde 1810 también participó en este proceso.
De acuerdo con el periodista argentino Diego Pappalardo, desde la firma del tratado, frecuentemente llamado el 'Versalles argentino', se produjo 'la anulación de una clase dirigente, pensante y defensora de la Argentina, la desmilitarización efectiva, la desinversión estratégica y el relato cultural de una autoinculpación por crímenes que nunca cometimos y nos siguen golpeando con el reciente hundimiento del buque argentino ARA San Juan (S-42) que no escapa a dicha casualidad'".
También desde 1964 cuando el Gobierno de Arturo Umberto Illia autorizó a Washington mandar su grupo militar al país, los representantes del Pentágono ocuparon ininterrumpidamente oficinas del edificio Libertador del Ministerio de Defensa argentino hasta 2009, incluso durante la Guerra de las Malvinas. En 1983, el presidente Raúl Alfonsín encargó a la DGSE francesa (Servicio de Inteligencia) y al Mossad reestructurar el servicio de inteligencia argentino. Lo curioso fue que el MI6 británico que estaba operando en el país desde 1810 también participó en este proceso.
De acuerdo con el periodista argentino Diego Pappalardo, desde la firma del tratado, frecuentemente llamado el 'Versalles argentino', se produjo 'la anulación de una clase dirigente, pensante y defensora de la Argentina, la desmilitarización efectiva, la desinversión estratégica y el relato cultural de una autoinculpación por crímenes que nunca cometimos y nos siguen golpeando con el reciente hundimiento del buque argentino ARA San Juan (S-42) que no escapa a dicha casualidad'".
3 de junio de 2022
El último Exocet y 12 bombas: el ataque de los pilotos argentinos al Invencible que Gran Bretaña jamás reconoció
Infobae Marcelo Larraquy
Fue el 30 de mayo de 1982, en una misión de la Aviación Naval y la Fuerza Aérea. Dos Super Étendard y cuatro A-4C Skyhawk atacaron al portaaviones inglés. Todos tenían conciencia de que quizás no volverían. El Exocet que dio en el blanco, el humo negro que vieron los pilotos y los que cayeron en combate. El enigma de un ataque que los ingleses siempre negaron
EL portaviones Invencible, la nave insignia de la flota británica
El 27 de mayo, dos días después del ataque al Coventry y al Atlantic Conveyor, los radaristas elaboraron otro ploteo sobre un avión que desaparecía en determinado punto. La información se reportó a Comodoro Rivadavia y de allí bajó al búnker de la base de Río Grande.
El jefe de la escuadrilla de Super Étendard, capitán Colombo, llamó al capitán Alejandro Francisco. Era su turno. Volaría él con su numeral, el teniente Luis Collavino. Colombo pidió que prepararan la operación para el mediodía del día siguiente. El objetivo estaba ubicado a cien millas al este de la isla Soledad. Había un riesgo adicional: existía la posibilidad de que hubiera un buque como “piquete radar” para interceptar los vuelos del continente. Tenían que saltear esa barrera.
Francisco y Collavino prepararon un diseño de vuelo más largo, con doble abastecimiento, en la carta de navegación. Nunca se había realizado en una misión. La última posición para la recarga debería hacerse, como mínimo, a 200 millas del blanco. El radio de acción hasta el lanzamiento sería de 480 millas, el más largo de todos los vuelos.
El diseño suponía despegar, volar a 20 mil pies durante cincuenta minutos, realizar el primer abastecimiento y seguir el vuelo hasta llegar a 200 millas del objetivo. Allí se realizaría la segunda carga. Luego deberían volver a descender, realizar la aproximación rasante, subir, emitir radar, visualizar el blanco, lanzar el misil y regresar en altura hacia la base. Este era el perfil básico, en el supuesto de que la acción no fuera alterada por un buque enemigo. La información que disponían era muy limitada.
En la mañana de 28 de mayo Francisco y Collavino revisaron los detalles finales. Sentían algo en el estómago, pero nada que no fuera controlable. A estas alturas, con las naves británicas en control del aire y el mar, cada vez había menos certeza del regreso de cada misión que despegaba hacia las islas.
En la sala del hangar se vivía con nerviosa expectativa el tiempo de espera entre la partida y el aterrizaje de los aviones. Francisco siguió durmiendo en forma normal. Una misión exigía dormir bien, tener concentración plena, estar con la mente cinco minutos adelante del avión. En un adiestramiento en la Base Espora, si un piloto no había dormido bien, pedía no volar. Podía hacerlo. Pero en una guerra a nadie se le habría ocurrido un pedido semejante por una mala noche.
El jefe de la escuadrilla de Super Étendard, capitán Colombo, llamó al capitán Alejandro Francisco. Era su turno. Volaría él con su numeral, el teniente Luis Collavino. Colombo pidió que prepararan la operación para el mediodía del día siguiente. El objetivo estaba ubicado a cien millas al este de la isla Soledad. Había un riesgo adicional: existía la posibilidad de que hubiera un buque como “piquete radar” para interceptar los vuelos del continente. Tenían que saltear esa barrera.
Francisco y Collavino prepararon un diseño de vuelo más largo, con doble abastecimiento, en la carta de navegación. Nunca se había realizado en una misión. La última posición para la recarga debería hacerse, como mínimo, a 200 millas del blanco. El radio de acción hasta el lanzamiento sería de 480 millas, el más largo de todos los vuelos.
El diseño suponía despegar, volar a 20 mil pies durante cincuenta minutos, realizar el primer abastecimiento y seguir el vuelo hasta llegar a 200 millas del objetivo. Allí se realizaría la segunda carga. Luego deberían volver a descender, realizar la aproximación rasante, subir, emitir radar, visualizar el blanco, lanzar el misil y regresar en altura hacia la base. Este era el perfil básico, en el supuesto de que la acción no fuera alterada por un buque enemigo. La información que disponían era muy limitada.
En la mañana de 28 de mayo Francisco y Collavino revisaron los detalles finales. Sentían algo en el estómago, pero nada que no fuera controlable. A estas alturas, con las naves británicas en control del aire y el mar, cada vez había menos certeza del regreso de cada misión que despegaba hacia las islas.
En la sala del hangar se vivía con nerviosa expectativa el tiempo de espera entre la partida y el aterrizaje de los aviones. Francisco siguió durmiendo en forma normal. Una misión exigía dormir bien, tener concentración plena, estar con la mente cinco minutos adelante del avión. En un adiestramiento en la Base Espora, si un piloto no había dormido bien, pedía no volar. Podía hacerlo. Pero en una guerra a nadie se le habría ocurrido un pedido semejante por una mala noche.
Alejandro Francisco preparándose para salir al ataque
El primer tramo del vuelo tomaría cuarenta minutos. El segundo contacto con el Hércules para el abastecimiento sería una hora después. Y luego habría treinta minutos más para la aproximación y el lanzamiento. Llegarían al blanco prácticamente con el tanque lleno. Ya estaba todo. Fueron a sus aviones. El último Exocet AM-39 de la escuadrilla de Super Étendard lo cargaba el capitán Francisco; su numeral lo acompañaría para informar cualquier anomalía. Solo dispararía sus cañones si lo interceptaba un Sea Harrier. Ya estaban por rodar cuando les avisaron que el Hércules no estaría disponible. La misión se postergaba para el día siguiente.
Al día siguiente ocurrió lo mismo. La puesta del casco, el ajuste al asiento, la señal para empezar a rodar, el Exocet enganchado bajo el ala derecha, la aproximación a la cabecera de pista y la comunicación desde la torre de control: no habría avión tanque.
Después se enteraron de que cambiaría la planificación.
A las siete de la tarde llegaron cuatro aviones A-4C Skyhawk desde la Base San Julián. El comando de Fuerza Aérea Sur, en Comodoro Rivadavia, había decidido agregar mayor munición sobre el blanco, que —sospechaban— sería un buque de 20 mil toneladas. Los cuatro aviones A-4C llevarían tres bombas de 250 kilogramos cada uno.
Esa misma noche, el jefe de Escuadrón de A-4C Fuerza Aérea con base de San Julián, comodoro Juan José Lupiañez, reunió en el búnker a los pilotos del SUE para conocer el diseño del vuelo; quería saber si sería factible para los pilotos de su fuerza. Nunca habían recibido adiestramiento en ataques con vuelos rasantes sobre unidades de superficie, pese a la audacia y el valor que demostraban en sus misiones sobre el estrecho San Carlos.
Al día siguiente ocurrió lo mismo. La puesta del casco, el ajuste al asiento, la señal para empezar a rodar, el Exocet enganchado bajo el ala derecha, la aproximación a la cabecera de pista y la comunicación desde la torre de control: no habría avión tanque.
Después se enteraron de que cambiaría la planificación.
A las siete de la tarde llegaron cuatro aviones A-4C Skyhawk desde la Base San Julián. El comando de Fuerza Aérea Sur, en Comodoro Rivadavia, había decidido agregar mayor munición sobre el blanco, que —sospechaban— sería un buque de 20 mil toneladas. Los cuatro aviones A-4C llevarían tres bombas de 250 kilogramos cada uno.
Esa misma noche, el jefe de Escuadrón de A-4C Fuerza Aérea con base de San Julián, comodoro Juan José Lupiañez, reunió en el búnker a los pilotos del SUE para conocer el diseño del vuelo; quería saber si sería factible para los pilotos de su fuerza. Nunca habían recibido adiestramiento en ataques con vuelos rasantes sobre unidades de superficie, pese a la audacia y el valor que demostraban en sus misiones sobre el estrecho San Carlos.
Luis Collavino antes del ataque
Los pilotos le explicaron los detalles de la misión, los puntos de abastecimiento, el amplio arco del radio del vuelo. Lupiañez dijo que podrían hacerlo. Se ordenó el despegue para el 30 de mayo al mediodía.
Ese día, a las diez de la mañana, en la sala del hangar, se reunieron por primera vez los dos pilotos de la Aviación Naval con los cuatro de la Fuerza Aérea. Sería la primera vez que harían una operación conjunta.
Francisco les informó la disciplina a seguir: no se hablaría por radio, tampoco habría comunicación electrónica. Todo debía ser discreto; silencio absoluto incluso para el segundo Hércules que se sumaba para el reabastecimiento. Después de este último contacto en la milla 200 antes del blanco, volarían rasante hasta la milla 55. Desde este punto en adelante, la misión se volvería absolutamente evidente. Todos estarían en riesgo. Los Super Étendard treparían en altura, abrirían radar, se comunicarían entre ellos para compartir la información del visor y luego volverían a bajar. Los A-4C debían posicionarse mil metros detrás y seguirlos.
Ya estaba todo acordado. Dos Super Étendard, cuatro A-4C Skyhawk y otros dos KC-130 Hércules para traspaso de combustible volarían por el sur de las islas Malvinas en busca del objetivo, del punto dato, del ploteo envolvente en el que desaparecían los aviones británicos.
Los dos SUE despegaron primero, diez minutos después lo hicieron los cuatro A-4C. Desde la base de Río Gallegos partieron los Hércules. El abastecimiento se realizó en los dos puntos previstos. La sonda salió por abajo del avión tanque, se mantuvo tiesa, y con su canasta enganchó en el caño que salió por arriba del SUE. Los pilotos fueron viendo la aproximación, con el volante firme, hasta que escucharon el sonido, “clap”. Era la señal de que la canasta enganchaba en el caño y empezaba la descarga. Un Hércules abasteció a los dos SUE en simultáneo, cada avión detrás de cada ala. Lo mismo sucedió con los aviones A-4C, aunque en este caso el abastecimiento se hizo en dos turnos. La misma acción se repitió a 200 millas del blanco.
Ese día, a las diez de la mañana, en la sala del hangar, se reunieron por primera vez los dos pilotos de la Aviación Naval con los cuatro de la Fuerza Aérea. Sería la primera vez que harían una operación conjunta.
Francisco les informó la disciplina a seguir: no se hablaría por radio, tampoco habría comunicación electrónica. Todo debía ser discreto; silencio absoluto incluso para el segundo Hércules que se sumaba para el reabastecimiento. Después de este último contacto en la milla 200 antes del blanco, volarían rasante hasta la milla 55. Desde este punto en adelante, la misión se volvería absolutamente evidente. Todos estarían en riesgo. Los Super Étendard treparían en altura, abrirían radar, se comunicarían entre ellos para compartir la información del visor y luego volverían a bajar. Los A-4C debían posicionarse mil metros detrás y seguirlos.
Ya estaba todo acordado. Dos Super Étendard, cuatro A-4C Skyhawk y otros dos KC-130 Hércules para traspaso de combustible volarían por el sur de las islas Malvinas en busca del objetivo, del punto dato, del ploteo envolvente en el que desaparecían los aviones británicos.
Los dos SUE despegaron primero, diez minutos después lo hicieron los cuatro A-4C. Desde la base de Río Gallegos partieron los Hércules. El abastecimiento se realizó en los dos puntos previstos. La sonda salió por abajo del avión tanque, se mantuvo tiesa, y con su canasta enganchó en el caño que salió por arriba del SUE. Los pilotos fueron viendo la aproximación, con el volante firme, hasta que escucharon el sonido, “clap”. Era la señal de que la canasta enganchaba en el caño y empezaba la descarga. Un Hércules abasteció a los dos SUE en simultáneo, cada avión detrás de cada ala. Lo mismo sucedió con los aviones A-4C, aunque en este caso el abastecimiento se hizo en dos turnos. La misma acción se repitió a 200 millas del blanco.
El piloto Ernesto Ureta fue el primero en ofrecerse como voluntario
Las seis aeronaves ya estaban con el tanque lleno. Entonces los SUE bajaron a 15 mil pies, 4500 metros, hasta la milla 120, y desde ahí descendieron a 30 metros del mar, vuelo rasante. El navegador inercial les iba indicando la distancia y la altura. Los cuatro aviones A-4C volaban detrás. Cuando llegaron a la milla 55 cumplieron lo pactado. Los dos Super Étendard ascendieron hasta dos mil pies, a 600 metros, y encendieron el radar. El vuelo se hizo indiscreto. Implicaba dar aviso a los radares enemigos; era como hablar con un megáfono en medio del mar. Fueron apenas uno o dos segundos, dos o tres barridas, pero ya estaban los seis aviones en evidencia. Ya podrían ser detectados.
El capitán Francisco vio en su pantalla un eco grande y otro mediano. Los dos dispuestos en horizontal en el visor. El mayor era como una banana grande. La imagen podía ser compatible con un portaviones. Estaban situados cinco grados más a la derecha de la posición original que había dado el puesto de radar de Malvinas. Corrigió la posición. Collavino vio lo mismo.
Apagaron radar y bajaron. Volaron hasta la milla 40 del blanco. Los A-4C seguían detrás. En ese punto, los SUE volvieron a subir y encendieron radar otra vez. Observaron el eco en el visor; ahora se veía mucho más grande. Francisco ya podía lanzar el misil. Solo debía colocar el cursor sobre el eco mayor, sobre el objetivo, y engancharlo. Comenzó a manejarlo con la mano izquierda, como si fuera el joystick de un videojuego. Mantuvo la mano derecha en el comando. Un ojo en el radar y el otro adelante, para no chocar contra nada, el límite entre el cielo y el mar era una frontera imprecisa. Hasta que la alidada se enganchó al blanco, apretó el gatillo del joystick y lo dejó fijo. Al radar le llegó la orden y en el visor apareció la información de la distancia. Leyó “accroché”. Enganchado. Blanco enganchado con el radar. Faltaba avanzar un poco, unos segundos más. A mayor acercamiento, mayor probabilidad de eficacia de impacto, pero también de mayores riesgos. Avanzaban a 150 metros por encima del mar, con el avión estabilizado. El lanzamiento no admitía movimientos bruscos. El misil tenía una plataforma inercial y el avión debía darle estabilidad para que entrara en acción.
El capitán Francisco vio en su pantalla un eco grande y otro mediano. Los dos dispuestos en horizontal en el visor. El mayor era como una banana grande. La imagen podía ser compatible con un portaviones. Estaban situados cinco grados más a la derecha de la posición original que había dado el puesto de radar de Malvinas. Corrigió la posición. Collavino vio lo mismo.
Apagaron radar y bajaron. Volaron hasta la milla 40 del blanco. Los A-4C seguían detrás. En ese punto, los SUE volvieron a subir y encendieron radar otra vez. Observaron el eco en el visor; ahora se veía mucho más grande. Francisco ya podía lanzar el misil. Solo debía colocar el cursor sobre el eco mayor, sobre el objetivo, y engancharlo. Comenzó a manejarlo con la mano izquierda, como si fuera el joystick de un videojuego. Mantuvo la mano derecha en el comando. Un ojo en el radar y el otro adelante, para no chocar contra nada, el límite entre el cielo y el mar era una frontera imprecisa. Hasta que la alidada se enganchó al blanco, apretó el gatillo del joystick y lo dejó fijo. Al radar le llegó la orden y en el visor apareció la información de la distancia. Leyó “accroché”. Enganchado. Blanco enganchado con el radar. Faltaba avanzar un poco, unos segundos más. A mayor acercamiento, mayor probabilidad de eficacia de impacto, pero también de mayores riesgos. Avanzaban a 150 metros por encima del mar, con el avión estabilizado. El lanzamiento no admitía movimientos bruscos. El misil tenía una plataforma inercial y el avión debía darle estabilidad para que entrara en acción.
El 1er Teniente José Daniel Vázquez trepando a su Skyhawk tras ofrecerse como voluntario para una misión sumamente peligrosa. Tenía 30 años y acababa de ser padre por tercera vez
En la milla 17 Francisco gatilló. El radar Agave transmitió al Exocet la dirección y la distancia del blanco. El misil comenzó a bajar de su posición en el ala derecha, 660 kilos que se desprendían. Pero bajó bruscamente, como un peso muerto; parecía que iba a estrellarse contra el agua, aunque enseguida se encendió, estabilizó su posición, se puso en paralelo a las aguas y se dirigió hacia su objetivo.
La misión de los Super Étendard había sido cumplida. Francisco y Collavino giraron e iniciaron el escape.
Los cuatro A-4C debían seguir su vuelo para lanzar sus bombas. Debían sobrevolar al blanco.
El mar estaba encrespado, el viento hacía saltar nubes de espuma. Llovía. Los pilotos fijaron la vista en el misil. Siguieron la estela que producían los gases de combustión. El misil era más veloz que los aviones y pronto lo perdieron de vista en el horizonte, totalmente gris. Al minuto de vuelo, a lo lejos, vieron la silueta de su blanco. Lo encontraron inmenso, majestuoso, una estructura de casi 200 metros desplegada en el mar. Dejaron de ver todo lo que pasaba alrededor. “¡El portaviones!”, le avisó por radio el alférez Jorge Isaac al teniente José Vázquez, jefe de la formación.
Vázquez se había ofrecido como voluntario en esta misión y eligió al teniente Omar Castillo como numeral. El teniente Ernesto Ureta había elegido a Isaac.
A medida que se aproximaban, comenzaron a ver humo negro enrollado desde los dos lados de la torre del barco. Iba aumentando su densidad: el misil lo había impactado. Ahora lo tenían cada vez más cerca. Se juntaron los cuatro, entrarían por la popa. Atacarían dos de cada lado.
A cinco millas del blanco, Isaac sintió una explosión fuerte en su cabina, pero enseguida advirtió que no era su avión. A su izquierda, a 150 metros vio un A-4C que caía contra el mar. Enseguida, más cerca del blanco, a un kilómetro, sintió un cimbronazo mucho más intenso a cinco metros de él. Otro A-4C se convertía en una bola naranja de fuego. El blanco, de la pista para abajo, ya estaba cubierto de humo. Viró a la derecha y comenzó a descargar sus cañones. Tenía 200 proyectiles. Siguió volando por el lateral de la nave y apretó las bombas.
Ureta disparó dos o tres veces sus cañones, pero se trabó, levantó la trompa de su avión, atravesó el blanco enemigo, descargó sus bombas y giró a la izquierda para su huida. Cuando se alejó pegado al agua, la silueta de la nave no se veía más: estaba cubierta de humo. Isaac avisó por radio que había salido sin novedad, pero nadie contestaba. En el horizonte vio un punto que se acercaba, pensó que podría ser un Sea Harrier, pero reconoció a Ureta por el buzo color naranja. Entendió que Vázquez y Castillo habían sido derribados. Isaac relató las dos bajas al comandante del Hércules al momento del enganche. Desde Comodoro Rivadavia le transmitieron si había posibilidad de ir a buscarlos. Isaac afirmó que no había ninguna posibilidad de que se hubieran eyectado.
La misión de los Super Étendard había sido cumplida. Francisco y Collavino giraron e iniciaron el escape.
Los cuatro A-4C debían seguir su vuelo para lanzar sus bombas. Debían sobrevolar al blanco.
El mar estaba encrespado, el viento hacía saltar nubes de espuma. Llovía. Los pilotos fijaron la vista en el misil. Siguieron la estela que producían los gases de combustión. El misil era más veloz que los aviones y pronto lo perdieron de vista en el horizonte, totalmente gris. Al minuto de vuelo, a lo lejos, vieron la silueta de su blanco. Lo encontraron inmenso, majestuoso, una estructura de casi 200 metros desplegada en el mar. Dejaron de ver todo lo que pasaba alrededor. “¡El portaviones!”, le avisó por radio el alférez Jorge Isaac al teniente José Vázquez, jefe de la formación.
Vázquez se había ofrecido como voluntario en esta misión y eligió al teniente Omar Castillo como numeral. El teniente Ernesto Ureta había elegido a Isaac.
A medida que se aproximaban, comenzaron a ver humo negro enrollado desde los dos lados de la torre del barco. Iba aumentando su densidad: el misil lo había impactado. Ahora lo tenían cada vez más cerca. Se juntaron los cuatro, entrarían por la popa. Atacarían dos de cada lado.
A cinco millas del blanco, Isaac sintió una explosión fuerte en su cabina, pero enseguida advirtió que no era su avión. A su izquierda, a 150 metros vio un A-4C que caía contra el mar. Enseguida, más cerca del blanco, a un kilómetro, sintió un cimbronazo mucho más intenso a cinco metros de él. Otro A-4C se convertía en una bola naranja de fuego. El blanco, de la pista para abajo, ya estaba cubierto de humo. Viró a la derecha y comenzó a descargar sus cañones. Tenía 200 proyectiles. Siguió volando por el lateral de la nave y apretó las bombas.
Ureta disparó dos o tres veces sus cañones, pero se trabó, levantó la trompa de su avión, atravesó el blanco enemigo, descargó sus bombas y giró a la izquierda para su huida. Cuando se alejó pegado al agua, la silueta de la nave no se veía más: estaba cubierta de humo. Isaac avisó por radio que había salido sin novedad, pero nadie contestaba. En el horizonte vio un punto que se acercaba, pensó que podría ser un Sea Harrier, pero reconoció a Ureta por el buzo color naranja. Entendió que Vázquez y Castillo habían sido derribados. Isaac relató las dos bajas al comandante del Hércules al momento del enganche. Desde Comodoro Rivadavia le transmitieron si había posibilidad de ir a buscarlos. Isaac afirmó que no había ninguna posibilidad de que se hubieran eyectado.
Omar Jesús Castillo cayó durante el ataque al portaviones inglés
El capitán Francisco fue escuchando la comunicación por radio de los pilotos de la Fuerza Aérea. Sabía que solo regresarían dos. Decidió con Collavino no reabastecerse e ir directamente a Río Grande. Tenían diez minutos de autonomía y les bastaban para seguir volando. La meteorología era buena.
Cuando aterrizaron, los costados de la pista estaban llenos de gente. El comodoro Lupiañez los esperaba en tierra. “Hay dos que no vuelven”, dijo Francisco. Todavía no se había bajado de la cabina. El comodoro lo sabía. Se lo habían transmitido desde el Hércules. La misión conjunta del último Exocet AM-39 había dejado dos pilotos muertos y una nave averiada.
Francisco se bajó del avión y dio el informe verbal al capitán Colombo. Al día siguiente entregaría el texto escrito. Los dos pilotos de la Fuerza Aérea relataron por separado lo que habían observado. Ambos habían visto al portaviones Invencible con humo en la cubierta. Gran Bretaña nunca lo reconocería.
Después Francisco se duchó, se cambió y esa misma noche voló a la Base Espora junto a Collavino en un avión Electra. Sentía un sabor amargo. Habían caído dos pilotos. Pero a la vez sentía cierta satisfacción por la misión cumplida. El resto de la escuadrilla también abandonó Río Grande. Ya no tenían más misiles. Habían descargado los cinco sobre sus blancos: el Sheffield, el Atlantic Conveyor y, aparentemente, el Invencible, en tres misiones.
Cuando aterrizaron, los costados de la pista estaban llenos de gente. El comodoro Lupiañez los esperaba en tierra. “Hay dos que no vuelven”, dijo Francisco. Todavía no se había bajado de la cabina. El comodoro lo sabía. Se lo habían transmitido desde el Hércules. La misión conjunta del último Exocet AM-39 había dejado dos pilotos muertos y una nave averiada.
Francisco se bajó del avión y dio el informe verbal al capitán Colombo. Al día siguiente entregaría el texto escrito. Los dos pilotos de la Fuerza Aérea relataron por separado lo que habían observado. Ambos habían visto al portaviones Invencible con humo en la cubierta. Gran Bretaña nunca lo reconocería.
Después Francisco se duchó, se cambió y esa misma noche voló a la Base Espora junto a Collavino en un avión Electra. Sentía un sabor amargo. Habían caído dos pilotos. Pero a la vez sentía cierta satisfacción por la misión cumplida. El resto de la escuadrilla también abandonó Río Grande. Ya no tenían más misiles. Habían descargado los cinco sobre sus blancos: el Sheffield, el Atlantic Conveyor y, aparentemente, el Invencible, en tres misiones.
Los sobrevivientes del ataque conjunto del 30 de mayo en Malvinas: Ernesto Ureta y Gerardo Isaac y los pilotos de SUE Alejandro Francisco y Luis Collavino, por primera vez reunidos por un medio de prensa (Foto: Infobae)
Todavía existía la esperanza de que el capitán Corti y el capitán Lavezzo consiguieran misiles de Irán, por intermedio de Libia. Corti también estaba a la expectativa de recuperar el dinero transferido a un intermediario holandés para la compra, y pedía ayuda a Carlos Oliva Campos, gerente de la sucursal París del Banco de la Nación Argentina. Había comprobado que los fondos estaban todavía en el Slavenburg’s Bank de Ámsterdam, Holanda, que era propiedad del Crédit Lyonnais francés. Había 6.300.000 dólares pendientes por los misiles que nunca habían sido entregados y el dinero estaba bloqueado.
La escuadrilla comenzó a adiestrarse en vuelos nocturnos en la costa de Puerto Belgrano, en Punta Alta, localidad próxima a Bahía Blanca. Ya no estaban las fragatas Santísima Trinidad o Hércules para ser utilizadas como blanco, pero el perfil de aproximación lo conocían. Seguían la guerra por radio. Tenían la esperanza de que, con nuevos misiles, podrían volver a Río Grande.
* Marcelo Larraquy es periodista e historiador (UBA) Su último libro publicado es “La Guerra Invisible. El último secreto de Malvinas”. Ed. Sudamericana
La escuadrilla comenzó a adiestrarse en vuelos nocturnos en la costa de Puerto Belgrano, en Punta Alta, localidad próxima a Bahía Blanca. Ya no estaban las fragatas Santísima Trinidad o Hércules para ser utilizadas como blanco, pero el perfil de aproximación lo conocían. Seguían la guerra por radio. Tenían la esperanza de que, con nuevos misiles, podrían volver a Río Grande.
* Marcelo Larraquy es periodista e historiador (UBA) Su último libro publicado es “La Guerra Invisible. El último secreto de Malvinas”. Ed. Sudamericana
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