Un Cisne Negro en Carondelet
CENAE Mario Ramos 12 de agosto de 2017
Es mucho lo que se puede observar simplemente mirando.
Yogi Berra
Yogi Berra
El título de este artículo se inspira en “El Cisne Negro – El impacto de lo altamente improbable” de Nassim Nicholas Taleb. En el prólogo Taleb describe que la naturaleza humana hace que invente explicaciones cuando aparece el Cisne Negro, después del hecho. Es decir, cuando ya ha sucedido todo, la naturaleza humana tiende a buscar justificaciones, interpretaciones o razonamientos para entender lo que está sucediendo. Esto con más razón acontece en el campo de lo político, social y económico. Y dependiendo del lugar en el que una persona se encuentre en el tablero, esa persona tiende en ocasiones a actuar como si nada estuviese ocurriendo. “La incapacidad de predecir las rarezas implica la incapacidad de predecir el curso de la historia, dada la incidencia de estos sucesos en la dinámica de los acontecimientos” (Taleb, 2011:27). ¿Era realmente imposible visualizar lo que podría ocurrir con el proceso de la Revolución Ciudadana si Lenin Moreno asumía como presidente de la República su dirección? ¿O los dirigentes del proceso, -los que supuestamente deben tener una perspectiva estratégica para darle a sus decisiones la menor incertidumbre posible, los que en sus manos estuvo la planificación de la transición, no la gubernamental, esa es una visión muy tecnocrática, sino la política, la que tenía que brindar seguridades para garantizar la continuidad del proceso-, cayeron simplemente en la platonicidad[1], a decir de Taleb? O diría yo, en la ceguera de la esperanza.
Una contienda político-electoral y en general la lucha política, es lo más parecido a una guerra, lo diferencia el hecho de que el conflicto social se dirime de manera civilizada – democrática, no de forma violenta. Y toda contienda debe contar con sus estrategas. ¿Éstos cómo toman sus decisiones? Por lo general los políticos toman decisiones importantes apoyados en encuestas. Pero suelen olvidar en ocasiones que las encuestas también son un elemento en el juego de la estrategia político-mediática, es decir, también son utilizadas para engañar al contendiente, son lo que en lenguaje militar se conoce como instrumentos para la implementación de operaciones psicológicas/especiales, son herramientas para construir el escenario que le conviene a determinado contendiente; esto en los últimos tiempos acontece con mayor frecuencia y se lo hace con suficiente tiempo de anticipación. Tomar decisiones basados solo en encuestas es caer en un empirismo ingenuo, es confiar demasiado en ese falaz método de las “pruebas corroborativas”. Mucho más si se cree ciegamente en esas aleatorias encuestas de popularidad. Hoy las sociedades son muy complejas como para confiar fanáticamente en las encuestas, se necesita de los estrategas más imaginación y sobre todo más investigación real y mente abierta. Demasiados “datos”[2] también intoxican y reducen la complejidad de la realidad. Hay que observar el entorno sin buscar señales que halaguen nuestro ego[3]. “Nos engañamos con historias que sacian nuestra sed platónica de modelos distintos: la falacia narrativa. (…) Lo que vemos no es necesariamente todo lo que existe. La historia nos oculta los Cisnes Negros y nos da una idea falsa sobre las probabilidades de esos sucesos: es la distorsión de las pruebas silenciosas.”(Taleb, 2011:99). |
Se está expuesto a lo improbable solo si dejamos que nos controle, lo sensato y razonable es tratar de controlar lo que se hace, mucho más cuando está en juego el futuro de un proyecto político. En ese marco, ¿se jugó a la lotería con Moreno (la ceguera de la esperanza)? ¿Solo con Moreno Alianza PAIS ganaba las elecciones? Como lo habíamos manifestado en varias ocasiones por diferentes medios, siempre estuvimos convencidos que Alianza PAIS podía ganar las elecciones con cualquier binomio, ya que existía, por fuera de las clásicas encuestas, un fuerte factor inercial, un acumulado político que hacía prácticamente imbatible a Alianza PAIS, esto al parecer no se observó. Cuando decimos cualquier binomio, no estamos afirmando que se haya escogido a cualquier aparecido, obviamente el binomio debía reunir determinadas condiciones, y sobre todo, características para afrontar la estrategia del enemigo, que era claro en torno a qué eje se iba a desenvolver, como ya lo había recomendado Sun Tzu, hace varios siglos.
Si espero algo en una fecha futura, entonces eso ya debe cumplir mis expectativas ahora. ¿Lenin Moreno cumplió las expectativas cuando fue vicepresidente? El círculo íntimo del gobierno del presidente Rafael Correa sabía que no, finalmente no observó y reconoció lo evidente. A decir de Taleb, nos comportamos como si el Cisne Negro no existiera, la naturaleza humana no está programada para los Cisnes Negros, se cae en el error de la confirmación platónica. En fin, se tomaron decisiones con base a un “análisis” del entorno, soslayando un racionamiento más abstracto, que es en definitiva, el más relevante. [1] Para Taleb, la platonicidad es lo que nos hace pensar que entendemos más de lo que en realidad entendemos. La brecha entre lo que sabemos y lo que pensamos que sabemos se ensancha de forma peligrosa, y es ahí cuando aparece el Cisne Negro. Taleb indica que las “…personas de aula, que no se han enfrentado a muchas situaciones auténticas de toma de decisiones en un ambiente de incertidumbre, no se dan cuenta de qué es importante y qué no lo es…” [2] Taleb: “Paradójicamente, cuanta más información tenemos, más justificados nos sentimos en nuestras ideas”. A decir de Taleb, los periodistas son productores industriales de distorsión. [3] Taleb: “Los científicos creen que lo que los hace buenos ajedrecistas es la búsqueda de sus propias debilidades” Descargar artículo completo:
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Entrevista del 2 de enero de 2017 en Agencia ANDES,
sobre proceso electoral del 19 de febrero de 2017
sobre proceso electoral del 19 de febrero de 2017
Los ecuatorianos han sido convocados a las urnas el 19 de febrero de 2017 para elegir presidente y vicepresidente de la República, asambleístas nacionales y provinciales y parlamentarios andinos. Ocho binomios optan por llegar al poder en el país andino en los comicios para los que están habilitados 12’816.698 electores.
Por Andrés Reliche
Quito, 02 ene (Andes) – Los ecuatorianos acudirán a las urnas el 19 de febrero de 2017 para elegir presidente y vicepresidente de la República, asambleístas nacionales y provinciales y parlamentarios andinos. La campaña electoral arranca oficialmente este martes 3 de enero.
Ocho binomios optan por llegar al poder en el país andino en los comicios para los que están habilitados 12’816.698 electores.
Iván Espinel (Fuerza Compromiso Social), Patricio Zuquilanda (Sociedad Patriótica), Washington Pesántez (Unión Ecuatoriana), Abdalá Bucaram (Fuerza Ecuador), Cynthia Viteri (Partido Social Cristiano), Paco Moncayo (Izquierda Democrática), Guillermo Lasso (Movimiento CREO), y Lenín Moreno (Alianza País), son los aspirantes a la presidencia.
Es una elección muy particular pues marcará el fin de gestión de Rafael Correa, un político que irrumpió en el escenario nacional en 2006 venciendo al magnate bananero Álvaro Noboa e instaurando la Revolución Ciudadana, un proyecto que marcó un antes y un después y que golpeó de muerte a la denominada Partidocracia, como se conoce en el país al grupo de partidos que dominó los poderes del Estado.
A estos partidos, Correa no dudó en llamarlos -en un debate presidencial en 2006- como mafias políticas, que pese a no estar en el poder durante 20 años “inventaron un software (para) mandar un bloque al Congreso y desde ahí chantajear y adueñarse del petróleo, de las cortes (de justicia), de las autoridades de control”.
Con el gobierno de Correa se marcó un periodo de estabilidad política, en un gobierno caracterizado por una importante inversión social y en obras públicas, que contrasta con una época –entre 1996 y 2005- en la que se derrocaron a tres presidentes y donde el país andino llegó a tener diez gobernantes.
¿Qué está en juego en las próximas elecciones?
Para el analista Mario Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos, lo que está en juego en las elecciones de 2017 es un salto al vacío o la continuidad de un proceso de cambio que dio estabilidad al país.
“Va a ser un cambio histórico porque por primera vez se va a votar por un proyecto político por la continuidad de una organización que quiera o no, ha logrado hacer cosas en el país, y eso se refleja en la candidatura de Moreno, en las posibilidades que tiene de lograr el éxito electoral. Todas las encuestas dicen lo mismo; es un fenómeno, nunca se ha dado en la historia del país”, dijo a ANDES.
Efectivamente, once encuestadoras colocan a Lenín Moreno encabezando las preferencias electorales con índices que oscilan entre el 24% y el 44%.
Según un estudio de esta última encuestadora, Lenín Moreno ganaría en 182 de 221 cantones lo que convierten al político en un “fenómeno”.
En tanto, el promedio para Lasso fluctúa entre el 15 y el 22%, de acuerdo a las cinco encuestadoras citadas.
Factores que pesan en la elección
A criterio del análisis de Ramos, hay dos grandes factores que influyen en las decisiones y en el resultado electoral: el factor inercial (que juega a favor del candidato Moreno) y el factor coyuntural (que tiene que ver con las decisiones emocionales que puedan tomar los indecisos).
Este último tiene que ver con situaciones (escándalos, rumores, informaciones falsas) que puedan presentarse durante la campaña electoral.
Otro aspecto que tiene un rol primordial en la decisión de los votantes son los mensajes, el contexto.
Sumados todos estos criterios, Ramos considera que la población ecuatoriana va a decidir no caer en el vacío. Se va a aplicar el dicho popular: “prefiero malo conocido que bueno por conocer, ese es el pensamiento de la gente que está por un voto más cívico, más consciente”, comentó.
En este caso, dijo, juega el factor inercial, por primera vez en la historia del país un candidato ha cumplido su palabra e hizo lo que ofreció en campaña. La población reconoce lo logrado
Confrontó la propuesta del candidato del movimiento CREO, Guillermo Lasso, de crear un millón de empleos en cuatro años, planteamiento que, dijo, no es creíble y tiene poco asidero en la ciudadanía.
¿Lasso bajaría la tasa de interés? Esa sería la medida más efectiva para que haya empleo. Pero la pregunta es: si un banquero va a bajar la tasa de interés. Así se ve la hipocresía de mensajes como el de Lasso, y la gente sabe eso y no le cree.
“La gente no va a lanzarse al vacío. Durante estos diez años, y la gente detecta esto, la oposición a todo le ha dicho no, a todo se ha opuesto, nada ha sido bueno. Por eso insisto que se ha creado este factor inercial, que se refleja en las encuestas”.
La oferta de Cynthia Viteri (de subsidiar las tarifas eléctricas) es posible porque este gobierno en diez años creó las condiciones para hacerlo, construyó ocho hidroeléctricas que no se las hizo durante el gobierno socialcristiano y los años en los que este partido predominó en la política ecuatoriana, al punto que al líder de esa organización, León Febres Cordero, se lo conocía como el dueño del país.
La población sabe diferenciar entre el márquetin político y la realidad en base a las elecciones en las que han participado en los últimos años, que han dado sucesivas victorias al proyecto político del presidente Correa, dijo el analista.
“Del ‘pan, techo y empleo’, ‘ahora le toca al pueblo’, de no sé qué y no sé cuánto, ahora le gente discierne, ya sabe y estos diez años han sido de cierta manera un gobierno que ha ayudado a acrecentar la conciencia cívica de la gente”, expuso.
El principal problema de la oposición es cómo lograr coherencia para participar en las elecciones, sostuvo. “No consiguen coherencia y eso les afecta tremendamente en sus posibilidades de logra éxitos en las elecciones (…) los candidatos de la oposición no despuntan, hay un estancamiento, asombra la gran cantidad de indecisos, el voto nulo”.
Situación económica no afecta al gobierno
A su criterio, ni la situación económica difícil (a la que la oposición llama crisis) ni los casos de corrupción en la petrolera estatal PetroEcuador, que involucró a un exministro y altos funcionarios de la refinería de Esmeraldas, han logrado minar la confianza de los ciudadanos en el gobierno, por ende, en el candidato oficialista.
No obstante, advirtió que la tendencia positiva a favor del oficialismo se podría revertir si el partido de gobierno hace una pésima campaña, o si surge “un cisne negro” (un factor imprevisto).
Según Ramos la figura de Correa puede pesar, favorable o negativamente, para el primer caso es necesario que el mandatario mantenga una actitud ecuánime y que no intervenga directamente en la campaña y que sea el mensaje de Moreno lo que prevalezca, que desarrolle su campaña con independencia.
/ar
Por Andrés Reliche
Quito, 02 ene (Andes) – Los ecuatorianos acudirán a las urnas el 19 de febrero de 2017 para elegir presidente y vicepresidente de la República, asambleístas nacionales y provinciales y parlamentarios andinos. La campaña electoral arranca oficialmente este martes 3 de enero.
Ocho binomios optan por llegar al poder en el país andino en los comicios para los que están habilitados 12’816.698 electores.
Iván Espinel (Fuerza Compromiso Social), Patricio Zuquilanda (Sociedad Patriótica), Washington Pesántez (Unión Ecuatoriana), Abdalá Bucaram (Fuerza Ecuador), Cynthia Viteri (Partido Social Cristiano), Paco Moncayo (Izquierda Democrática), Guillermo Lasso (Movimiento CREO), y Lenín Moreno (Alianza País), son los aspirantes a la presidencia.
Es una elección muy particular pues marcará el fin de gestión de Rafael Correa, un político que irrumpió en el escenario nacional en 2006 venciendo al magnate bananero Álvaro Noboa e instaurando la Revolución Ciudadana, un proyecto que marcó un antes y un después y que golpeó de muerte a la denominada Partidocracia, como se conoce en el país al grupo de partidos que dominó los poderes del Estado.
A estos partidos, Correa no dudó en llamarlos -en un debate presidencial en 2006- como mafias políticas, que pese a no estar en el poder durante 20 años “inventaron un software (para) mandar un bloque al Congreso y desde ahí chantajear y adueñarse del petróleo, de las cortes (de justicia), de las autoridades de control”.
Con el gobierno de Correa se marcó un periodo de estabilidad política, en un gobierno caracterizado por una importante inversión social y en obras públicas, que contrasta con una época –entre 1996 y 2005- en la que se derrocaron a tres presidentes y donde el país andino llegó a tener diez gobernantes.
¿Qué está en juego en las próximas elecciones?
Para el analista Mario Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos, lo que está en juego en las elecciones de 2017 es un salto al vacío o la continuidad de un proceso de cambio que dio estabilidad al país.
“Va a ser un cambio histórico porque por primera vez se va a votar por un proyecto político por la continuidad de una organización que quiera o no, ha logrado hacer cosas en el país, y eso se refleja en la candidatura de Moreno, en las posibilidades que tiene de lograr el éxito electoral. Todas las encuestas dicen lo mismo; es un fenómeno, nunca se ha dado en la historia del país”, dijo a ANDES.
Efectivamente, once encuestadoras colocan a Lenín Moreno encabezando las preferencias electorales con índices que oscilan entre el 24% y el 44%.
Según un estudio de esta última encuestadora, Lenín Moreno ganaría en 182 de 221 cantones lo que convierten al político en un “fenómeno”.
En tanto, el promedio para Lasso fluctúa entre el 15 y el 22%, de acuerdo a las cinco encuestadoras citadas.
Factores que pesan en la elección
A criterio del análisis de Ramos, hay dos grandes factores que influyen en las decisiones y en el resultado electoral: el factor inercial (que juega a favor del candidato Moreno) y el factor coyuntural (que tiene que ver con las decisiones emocionales que puedan tomar los indecisos).
Este último tiene que ver con situaciones (escándalos, rumores, informaciones falsas) que puedan presentarse durante la campaña electoral.
Otro aspecto que tiene un rol primordial en la decisión de los votantes son los mensajes, el contexto.
Sumados todos estos criterios, Ramos considera que la población ecuatoriana va a decidir no caer en el vacío. Se va a aplicar el dicho popular: “prefiero malo conocido que bueno por conocer, ese es el pensamiento de la gente que está por un voto más cívico, más consciente”, comentó.
En este caso, dijo, juega el factor inercial, por primera vez en la historia del país un candidato ha cumplido su palabra e hizo lo que ofreció en campaña. La población reconoce lo logrado
Confrontó la propuesta del candidato del movimiento CREO, Guillermo Lasso, de crear un millón de empleos en cuatro años, planteamiento que, dijo, no es creíble y tiene poco asidero en la ciudadanía.
¿Lasso bajaría la tasa de interés? Esa sería la medida más efectiva para que haya empleo. Pero la pregunta es: si un banquero va a bajar la tasa de interés. Así se ve la hipocresía de mensajes como el de Lasso, y la gente sabe eso y no le cree.
“La gente no va a lanzarse al vacío. Durante estos diez años, y la gente detecta esto, la oposición a todo le ha dicho no, a todo se ha opuesto, nada ha sido bueno. Por eso insisto que se ha creado este factor inercial, que se refleja en las encuestas”.
La oferta de Cynthia Viteri (de subsidiar las tarifas eléctricas) es posible porque este gobierno en diez años creó las condiciones para hacerlo, construyó ocho hidroeléctricas que no se las hizo durante el gobierno socialcristiano y los años en los que este partido predominó en la política ecuatoriana, al punto que al líder de esa organización, León Febres Cordero, se lo conocía como el dueño del país.
La población sabe diferenciar entre el márquetin político y la realidad en base a las elecciones en las que han participado en los últimos años, que han dado sucesivas victorias al proyecto político del presidente Correa, dijo el analista.
“Del ‘pan, techo y empleo’, ‘ahora le toca al pueblo’, de no sé qué y no sé cuánto, ahora le gente discierne, ya sabe y estos diez años han sido de cierta manera un gobierno que ha ayudado a acrecentar la conciencia cívica de la gente”, expuso.
El principal problema de la oposición es cómo lograr coherencia para participar en las elecciones, sostuvo. “No consiguen coherencia y eso les afecta tremendamente en sus posibilidades de logra éxitos en las elecciones (…) los candidatos de la oposición no despuntan, hay un estancamiento, asombra la gran cantidad de indecisos, el voto nulo”.
Situación económica no afecta al gobierno
A su criterio, ni la situación económica difícil (a la que la oposición llama crisis) ni los casos de corrupción en la petrolera estatal PetroEcuador, que involucró a un exministro y altos funcionarios de la refinería de Esmeraldas, han logrado minar la confianza de los ciudadanos en el gobierno, por ende, en el candidato oficialista.
No obstante, advirtió que la tendencia positiva a favor del oficialismo se podría revertir si el partido de gobierno hace una pésima campaña, o si surge “un cisne negro” (un factor imprevisto).
Según Ramos la figura de Correa puede pesar, favorable o negativamente, para el primer caso es necesario que el mandatario mantenga una actitud ecuánime y que no intervenga directamente en la campaña y que sea el mensaje de Moreno lo que prevalezca, que desarrolle su campaña con independencia.
/ar
Documento WikiLeaks: Lenín Moreno, presidente "entre bastidores".
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