Vox admite que recibió dinero del exilio iraní para la campaña de las elecciones europeas del 2014
elPeriódico 29 de enero de 2020
El portavoz de Vox en Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, este martes en Madrid. / EFE / JAVIER LIZÓN (EFE)
El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, ha admitido que la campaña de las elecciones europeas del 2014 estuvo financiada en un 80% por donaciones procedentes del exilio iraní. 'El País' publica que tanto Espinosa de los Monteros como el presidente del partido, Santiago Abascal, recibieron una nómina de la formación entre febrero y octubre del 2014. En el caso del actual portavoz en el Congreso, asegura que el salario fue de 2.300 euros netos mensuales, unos 3.083 brutos.
Espinosa de los Monteros ha reconocido este martes que cobró "muy brevemente" de Vox durante la campaña para las elecciones europeas del 2014, que estuvo financiada en un 80% por donaciones provenientes del exilio iraní, pero niega haber recibido un sueldo durante ocho meses.
800.000 euros del exilio iraní
El portavoz parlamentario de Vox ha explicado a los medios de comunicación antes de la reunión de la Junta de Portavoces del Congreso que la campaña de Vox al Parlamento Europeo del 2014, con Alejo Vidal-Quadras como candidato, fue financiada en un 20% por donaciones de afiliados del partido y el 80% restante por "el exilio persa". En concreto, las donaciones de afiliados y simpatizantes fueron de 200.000 euros mientras que las del exilio iraní sumaron otros 800.000 euros, según ha detallado en Twitter.
Esta financiación fue "absolutamente legal", según ha defendido Espinosa de los Monteros, y se recibió de manera "muy transparente" por parte de personas "perfectamente identificadas". "Abogados, médicos y consultores que viven en Occidente y se oponen al régimen totalitario y terrorista de los ayatolás de Irán", ha resumido.
Niega cobrar un salario durante 8 meses
De esta financiación, ha reconocido que él cobró "muy brevemente" por participar en la campaña electoral de Vox y después estuvo "dos años sin cobrar". "No cobré el salario durante ocho meses", ha negado.
Espinosa de los Monteros ha rechazado estas afirmaciones, que cree que solo tienen el objetivo de "tapar la verdadera noticia", que a su juicio es la financiación de Podemos con fondos "provenientes de regímenes totalitarios con vínculos con el terrorismo".
Según ha insistido, la financiación de Vox se ha hecho siempre "conforme a la legislación". En el caso de las elecciones al Parlamento Europeo del 2014 "sin mucho éxito", ya que Vox no obtuvo representación en la Eurocámara.
Además, ha garantizado que los cinco años siguientes el partido se mantuvo solo con las cuotas y donaciones de sus afiliados y solo cobraron una nómina un grupo "muy reducido de personas", mientras que la mayoría colaboraban de forma voluntaria.
En Comú habla de "terrorismo iraní"
El dirigente de En Comú Gerardo Pisarello considera demostrado que Vox ha recibido financiación "del terrorismo iraní" y que, por tanto, no puede "dar lecciones" a los demás: "Ven la paja en el ojo ajeno, pero no la financiación terrorista iraní en el propio", ha comentado en el Congreso.
Pisarello ha hecho referencia a las informaciones sobre la contribución del exilio iraní a Vox y lo ha contrastado con las constantes denuncias del partido de Santiago Abascal por las relaciones económicas de miembros de Podemos con el régimen venezolano.
A su juicio, "Vox es una fuerza financiada por el terrorismo iraní" y ese dinero, ha añadido, no se le dio "por casualidad", sino que ha sido utilizado para "bloquear una agenda progresista, utilizar las cloacas mediáticas y políticas y financiar noticias falsas para evitar que se hable de lo importante, como la subida del salario mínimo, las pensiones o la agenda social".
"No vamos a dejar que nos dé lecciones la extrema derecha, que recibe financiación del terrorismo irani para bloquear la agenda de cambio -ha señalado-. La extrema derecha es la que ha utilizado las vías judiciales para perseguir a los adversarios políticos".
Espinosa de los Monteros ha reconocido este martes que cobró "muy brevemente" de Vox durante la campaña para las elecciones europeas del 2014, que estuvo financiada en un 80% por donaciones provenientes del exilio iraní, pero niega haber recibido un sueldo durante ocho meses.
800.000 euros del exilio iraní
El portavoz parlamentario de Vox ha explicado a los medios de comunicación antes de la reunión de la Junta de Portavoces del Congreso que la campaña de Vox al Parlamento Europeo del 2014, con Alejo Vidal-Quadras como candidato, fue financiada en un 20% por donaciones de afiliados del partido y el 80% restante por "el exilio persa". En concreto, las donaciones de afiliados y simpatizantes fueron de 200.000 euros mientras que las del exilio iraní sumaron otros 800.000 euros, según ha detallado en Twitter.
Esta financiación fue "absolutamente legal", según ha defendido Espinosa de los Monteros, y se recibió de manera "muy transparente" por parte de personas "perfectamente identificadas". "Abogados, médicos y consultores que viven en Occidente y se oponen al régimen totalitario y terrorista de los ayatolás de Irán", ha resumido.
Niega cobrar un salario durante 8 meses
De esta financiación, ha reconocido que él cobró "muy brevemente" por participar en la campaña electoral de Vox y después estuvo "dos años sin cobrar". "No cobré el salario durante ocho meses", ha negado.
Espinosa de los Monteros ha rechazado estas afirmaciones, que cree que solo tienen el objetivo de "tapar la verdadera noticia", que a su juicio es la financiación de Podemos con fondos "provenientes de regímenes totalitarios con vínculos con el terrorismo".
Según ha insistido, la financiación de Vox se ha hecho siempre "conforme a la legislación". En el caso de las elecciones al Parlamento Europeo del 2014 "sin mucho éxito", ya que Vox no obtuvo representación en la Eurocámara.
Además, ha garantizado que los cinco años siguientes el partido se mantuvo solo con las cuotas y donaciones de sus afiliados y solo cobraron una nómina un grupo "muy reducido de personas", mientras que la mayoría colaboraban de forma voluntaria.
En Comú habla de "terrorismo iraní"
El dirigente de En Comú Gerardo Pisarello considera demostrado que Vox ha recibido financiación "del terrorismo iraní" y que, por tanto, no puede "dar lecciones" a los demás: "Ven la paja en el ojo ajeno, pero no la financiación terrorista iraní en el propio", ha comentado en el Congreso.
Pisarello ha hecho referencia a las informaciones sobre la contribución del exilio iraní a Vox y lo ha contrastado con las constantes denuncias del partido de Santiago Abascal por las relaciones económicas de miembros de Podemos con el régimen venezolano.
A su juicio, "Vox es una fuerza financiada por el terrorismo iraní" y ese dinero, ha añadido, no se le dio "por casualidad", sino que ha sido utilizado para "bloquear una agenda progresista, utilizar las cloacas mediáticas y políticas y financiar noticias falsas para evitar que se hable de lo importante, como la subida del salario mínimo, las pensiones o la agenda social".
"No vamos a dejar que nos dé lecciones la extrema derecha, que recibe financiación del terrorismo irani para bloquear la agenda de cambio -ha señalado-. La extrema derecha es la que ha utilizado las vías judiciales para perseguir a los adversarios políticos".
El exilio iraní pagó ocho meses los sueldos de Abascal y Espinosa
Vox se fundó en 2013 con un millón de euros del CNRI. El 17 de diciembre de ese año, el día que se inscribió en el registro de partidos políticos del Ministerio del Interior, la formación que hoy se ha convertido en la tercera fuerza del Congreso con 52 diputados recibió la primera transferencia desde el exterior de simpatizantes del exilio iraní, 1.156,22 euros.
Un mes después de crearse el partido, Santiago Abascal, entonces secretario general, e Iván Espinosa de los Monteros, uno de sus dirigentes, comenzaron a percibir sus salarios de los opositores al régimen de la república islámica. El dinero llegó a Vox gracias a las gestiones del primer presidente y fundador de la formación ultra, Alejo Vidal-Quadras. El sueldo de Abascal se fijó en 3.570 euros mensuales netos, unos 5.000 brutos, que cobró entre febrero y octubre de 2014. En total: 40.000 euros.
El salario de Espinosa de los Monteros fue de 2.300 euros netos mensuales, unos 3.083 brutos, según dos exresponsables del partido. El parlamentario, hoy portavoz de Vox en el Congreso, cobró su sueldo durante el mismo periodo que Abascal, pero facturó a través de una sociedad. El diputado Javier Ortega Smith rechazó percibir un salario.
Las retribuciones se acordaron en un desayuno en casa de Espinosa de los Monteros y se ratificaron en la sede madrileña del grupo ultra. Abascal y Espinosa de los Monteros han declinado responder a este periódico.
Los 65.000 euros brutos que cobraron los dos diputados durante ocho meses procedieron de una caja común que se nutrió de 141 transferencias internacionales enviadas desde diferentes países por simpatizantes del CNRI, según la hoja de cálculo secreta que desveló el pasado año este diario.
El partido recaudó en total 971.890,56 euros entre diciembre de 2013 y abril de 2014. El dinero costeó la campaña electoral europea de 2014 y los gastos de la formación: desde la fianza y el alquiler de su primera sede en la calle de Diego de León de Madrid hasta muebles y ordenadores.
Para sufragar el nacimiento de Vox, el CNRI movilizó a 35 recaudadores en el mundo. Se hicieron colectas en barrios y ciudades de una quincena de países. Alemania, Italia, Suiza, Canadá y EE. UU. entre ellos. Contribuyeron alrededor de un millar de simpatizantes. Así, la mayoría de las aportaciones que sufragaron los salarios de Abascal y Espinosa de los Monteros eran anónimas y sus identidades no figuran en la cuenta que el grupo abrió en una entidad catalana. Tampoco en la contabilidad interna del partido. En esta última sí aparecen los nombres de los 141 donantes que transfirieron los fondos.
A la cuenta que la formación creó para costear su campaña a las elecciones europeas de mayo de 2014 solo llegaron dos donativos que no procedían del movimiento de resistencia iraní. No superaron los 2.000 euros. El caudal extranjero se cortó antes de los comicios comunitarios.
Abascal y Espinosa de los Monteros estaban al tanto de que sus nóminas procedían de fondos del CNRI. Cuando en enero de 2019 EL PAÍS desveló la financiación iraní del partido ultra, Vidal-Quadras respondió así a la pregunta de si los dirigentes de Vox conocían el origen del dinero: “Abascal estuvo al tanto de todo, le expliqué mi relación con el CNRI y le dije que nos financiarían. Le pareció bien. Estaba encantado. No puso ninguna pega”.
La relación de Vidal-Quadras con el exilio iraní se remonta a su etapa como eurodiputado (1999-2014), cuando recibió en Bruselas a una delegación de este grupo. El primer presidente de Vox dejó el partido en 2015 por diferencias con Abascal después de no lograr el escaño en el Parlamento Europeo.
Cuando Abascal comenzó a cobrar su primer sueldo de Vox carecía de otros ingresos. Meses antes se había dado de baja en el Partido Popular y perdió su puesto de director gerente de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social por la extinción de este organismo de la Comunidad de Madrid. Antes, Esperanza Aguirre le había colocado en la Dirección de la Agencia de Protección de Datos.
Durante su etapa en el País Vasco, Abascal ejerció cargos públicos con el PP como concejal en el municipio alavés de Llodio, miembro de las Juntas Generales de Álava y asesor en el Ayuntamiento de Vitoria. Sus ocho meses de salario en Vox fueron los primeros de su actividad que no venían de las arcas públicas. Cuando Espinosa de los Monteros comenzó a cobrar de Vox, compatibilizaba su labor política con sus negocios privados. Por este motivo, en el partido causó “sorpresa” que reclamara un salario.
[email protected]
Un mes después de crearse el partido, Santiago Abascal, entonces secretario general, e Iván Espinosa de los Monteros, uno de sus dirigentes, comenzaron a percibir sus salarios de los opositores al régimen de la república islámica. El dinero llegó a Vox gracias a las gestiones del primer presidente y fundador de la formación ultra, Alejo Vidal-Quadras. El sueldo de Abascal se fijó en 3.570 euros mensuales netos, unos 5.000 brutos, que cobró entre febrero y octubre de 2014. En total: 40.000 euros.
El salario de Espinosa de los Monteros fue de 2.300 euros netos mensuales, unos 3.083 brutos, según dos exresponsables del partido. El parlamentario, hoy portavoz de Vox en el Congreso, cobró su sueldo durante el mismo periodo que Abascal, pero facturó a través de una sociedad. El diputado Javier Ortega Smith rechazó percibir un salario.
Las retribuciones se acordaron en un desayuno en casa de Espinosa de los Monteros y se ratificaron en la sede madrileña del grupo ultra. Abascal y Espinosa de los Monteros han declinado responder a este periódico.
Los 65.000 euros brutos que cobraron los dos diputados durante ocho meses procedieron de una caja común que se nutrió de 141 transferencias internacionales enviadas desde diferentes países por simpatizantes del CNRI, según la hoja de cálculo secreta que desveló el pasado año este diario.
El partido recaudó en total 971.890,56 euros entre diciembre de 2013 y abril de 2014. El dinero costeó la campaña electoral europea de 2014 y los gastos de la formación: desde la fianza y el alquiler de su primera sede en la calle de Diego de León de Madrid hasta muebles y ordenadores.
Para sufragar el nacimiento de Vox, el CNRI movilizó a 35 recaudadores en el mundo. Se hicieron colectas en barrios y ciudades de una quincena de países. Alemania, Italia, Suiza, Canadá y EE. UU. entre ellos. Contribuyeron alrededor de un millar de simpatizantes. Así, la mayoría de las aportaciones que sufragaron los salarios de Abascal y Espinosa de los Monteros eran anónimas y sus identidades no figuran en la cuenta que el grupo abrió en una entidad catalana. Tampoco en la contabilidad interna del partido. En esta última sí aparecen los nombres de los 141 donantes que transfirieron los fondos.
A la cuenta que la formación creó para costear su campaña a las elecciones europeas de mayo de 2014 solo llegaron dos donativos que no procedían del movimiento de resistencia iraní. No superaron los 2.000 euros. El caudal extranjero se cortó antes de los comicios comunitarios.
Abascal y Espinosa de los Monteros estaban al tanto de que sus nóminas procedían de fondos del CNRI. Cuando en enero de 2019 EL PAÍS desveló la financiación iraní del partido ultra, Vidal-Quadras respondió así a la pregunta de si los dirigentes de Vox conocían el origen del dinero: “Abascal estuvo al tanto de todo, le expliqué mi relación con el CNRI y le dije que nos financiarían. Le pareció bien. Estaba encantado. No puso ninguna pega”.
La relación de Vidal-Quadras con el exilio iraní se remonta a su etapa como eurodiputado (1999-2014), cuando recibió en Bruselas a una delegación de este grupo. El primer presidente de Vox dejó el partido en 2015 por diferencias con Abascal después de no lograr el escaño en el Parlamento Europeo.
Cuando Abascal comenzó a cobrar su primer sueldo de Vox carecía de otros ingresos. Meses antes se había dado de baja en el Partido Popular y perdió su puesto de director gerente de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social por la extinción de este organismo de la Comunidad de Madrid. Antes, Esperanza Aguirre le había colocado en la Dirección de la Agencia de Protección de Datos.
Durante su etapa en el País Vasco, Abascal ejerció cargos públicos con el PP como concejal en el municipio alavés de Llodio, miembro de las Juntas Generales de Álava y asesor en el Ayuntamiento de Vitoria. Sus ocho meses de salario en Vox fueron los primeros de su actividad que no venían de las arcas públicas. Cuando Espinosa de los Monteros comenzó a cobrar de Vox, compatibilizaba su labor política con sus negocios privados. Por este motivo, en el partido causó “sorpresa” que reclamara un salario.
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Una organización en el ojo del huracán
El Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI) tuvo un brazo armado que figuró hasta 2012, un año antes de financiar el nacimiento de Vox, en la lista de organizaciones terroristas de EE UU.
Fundado en Teherán, en 1965, por tres estudiantes universitarios, la legión militar de la organización, el Muyahidin-e Jalq (MJ), protagonizó entre 2003 y 2014 un periplo en los tribunales internacionales para salir de las listas negras de la Unión Europea y EE UU. El Reino Unido dejó de considerarlo grupo terrorista en 2008 después de un procedimiento impulsado un año antes por 35 parlamentarios. Una investigación del diario británico The Guardian de noviembre de 2018 ligó está salida con una campaña a golpe de talonario para conseguir el respaldo de mandatarios internacionales.
El CNRI organiza cada año en París una multitudinaria concentración con sus militantes a la que Alejo Vidal-Quadras ha acudido como conferenciante en más de 15 ocasiones. Al encuentro han asistido invitados como los expresidentes del Gobierno José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero o la exvicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega.
elpais.com/politica/2020/01/27/actualidad/1580126990_082132.html
El Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI) tuvo un brazo armado que figuró hasta 2012, un año antes de financiar el nacimiento de Vox, en la lista de organizaciones terroristas de EE UU.
Fundado en Teherán, en 1965, por tres estudiantes universitarios, la legión militar de la organización, el Muyahidin-e Jalq (MJ), protagonizó entre 2003 y 2014 un periplo en los tribunales internacionales para salir de las listas negras de la Unión Europea y EE UU. El Reino Unido dejó de considerarlo grupo terrorista en 2008 después de un procedimiento impulsado un año antes por 35 parlamentarios. Una investigación del diario británico The Guardian de noviembre de 2018 ligó está salida con una campaña a golpe de talonario para conseguir el respaldo de mandatarios internacionales.
El CNRI organiza cada año en París una multitudinaria concentración con sus militantes a la que Alejo Vidal-Quadras ha acudido como conferenciante en más de 15 ocasiones. Al encuentro han asistido invitados como los expresidentes del Gobierno José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero o la exvicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega.
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