La demencia senil del Imperio
CENAE Mario Ramos 6 de abril de 2022
Territorios anexados a Ucrania y sus gestores en el tiempo. Con color ocre, la Ucrania original, año 1654.
Hay hechos históricos que se convierten en verdaderos puntos de inflexión, y marcan tendencias irreversibles. Por los desenlaces geopolíticos que estamos observando, el Operativo Militar Especial de Rusia en Ucrania, es uno de esos acontecimientos.
Los más lúcidos pensadores estratégicos en los EEUU, habían advertido con suficiente tiempo, que EEUU no debía incluir a Ucrania en la OTAN, sin embargo, cuando se ha perdido noción de la realidad y se cree seguir teniendo el poder cuasi hegemónico de la segunda pos guerra mundial, o el poder unipolar que adquirió EEUU con la desaparición de la Unión Soviética, se considera que se puede continuar siendo el policía del mundo sin sufrir ninguna consecuencia.
Hoy creo a nadie le cabe duda de que hemos entrado definitivamente en una Segunda Guerra Fría, y en el Estado Profundo estadounidense se debate como utilizar a Ucrania para nuevamente ‘contener’ a Rusia, decimos ‘nuevamente’ ya que el término ‘contención’ lo acuñó George Kennan en su famoso ensayo de 1947, más conocido como el ‘Artículo X’, donde proponía una estrategia para que la Unión Soviética no pueda usar su poder ganado como resultado de la II Guerra Mundial e influya en el delineamiento del nuevo Orden Mundial, que como lo registra la historia, no fue muy exitoso, ya que finalmente se conformó un mundo bipolar por varias décadas durante toda la época de la Primera Guerra Fría. Por lo demás, EEUU siempre se ha preocupado por ‘contener’ a Rusia, así fue durante los tiempos del zar Nicolás II, como también, luego de la victoria de la Revolución Bolchevique, el presidente Wilson envió a más de 10 mil soldados a intentar derrocar el naciente régimen soviético.
Como EEUU y su complejo militar industrial, después de la desaparición de la Unión Soviética se quedó sin enemigo comunista, se inventó la fantasmagórica Guerra Global contra el Terrorismo, y a través de este concepto estratégico, ejerció su desbocado poder unipolar, que se manifestó por ejemplo, en el bombardeo a Yugoslavia, para luego provocar su balcanización, y después las invasiones a Irak, Afganistán, Libia, Yemen y Siria, a este último lo ataca usando a su engendro, el Estado Islámico. Es decir, hablamos de la arrogante imposición de la pax americana. Se prosiguió con la expansión de la OTAN hacia las fronteras con Rusia, y diría, que la Unión Europea, con su actuación tan subordinada a los EEUU, ha demostrado claramente que no es más que una región colonizada por los EEUU.
Lo que impidió a los EEUU ejercer un desbocado poder, fue justamente la existencia de la Unión Soviética, pero después de su implosión, la pax americana quedo liberada y con neolengua, como diría George Orwell, llevo a cabo su estrategia de guerra global contra el terrorismo. Pero dadas las evoluciones geopolíticas de los últimos años, entre las que hay que destacar, el poder alcanzado por la República Popular China, ese concepto, -guerra global contra el terrorismo- ha quedado obsoleto. ¿Alguien en los medios de la pos-verdad, nos recuerda aun su existencia? Ahora los EEUU se han propuesto, no solo ‘contener’ a la Federación Rusa, sino también a China, que ha sido definida, por la estrategia de seguridad estadounidense, como la principal amenaza. Por colocar un dato, de los muchos que se podría subrayar, ya en el año 2003, China suplantó a los EEUU como el principal destino de la inversión extranjera.
La clave de la decadencia y finalmente derrumbe de todos los imperios en la historia, han sido sus propias contradicciones internas. En estos días abundan los análisis respecto a las actuaciones irracionales de los EEUU y sus peones europeos, donde se destaca que ellos mismos se están autodestruyendo al desmantelar –con su propensión sancionadora- toda la arquitectura institucional que les permitió privilegios en los ámbitos económico, financiero y comercial. Los rusofóbicos se olvidaron que Rusia tiene los metales y productos necesarios para plasmar un nuevo sistema monetario no anclado en dinero fiduciario, junto con China y otras potencias regionales como Irán o Indonesia. De hecho, el desarrollo de una nueva arquitectura geo-económica ha estado en gestación durante los últimos años, pero la guerra en Ucrania ha acelerado su concreción, además, después de un acto delincuencial, como apropiarse alegremente de las reservas rusas, como antes se había hecho con las reservas venezolanas, quién puede confiar en el dólar y en las instituciones financieras occidentales.
Cuando hablamos de demencia senil del Imperio, queremos combinar dos cosas: a) Justamente sus actuaciones irracionales, que se explican por el nivel alcanzado de sus contradicciones internas, tanto así, que el propio expresidente Jimmy Carter[1] ha llegado a hablar de una potencial guerra civil estadounidense y otros analistas advierten de una posible implosión; y b) Decadencia que no empezó en el siglo XXI, sino que se viene manifestando desde los años 70 del siglo pasado. Nuevamente el expresidente Jimmy Carter en 1979 afirmó que EEUU sufría de una enfermedad generalizada, recordemos que Carter fue un intento de corregir las tendencias más negativas del proceso político estadounidense, pero fue derrotado por el neoconservadurismo neoliberal y Ronald Reagan.
En el marco de lo señalado exponemos un dato histórico. El declive estadounidense, empezó a dar señales, cuando Richard Nixon abandonó en el año 1971, el acuerdo de la Conferencia Financiera y Monetaria de las Naciones Unidas firmado en el año 1944, más conocido como Bretton Woods, este establecía un sistema de tipos de cambio más o menos fijos entre las monedas del mundo y controles a la movilidad del capital internacional (iba naciendo la globalización neoliberal y el predominio del capitalismo financiero/especulativo). No vamos a profundizar en los aspectos técnicos de esto, pero la perspectiva de este acuerdo se fundamentaba en la protección del ser humano desde una visión keynesiana, dando prioridad al empleo y a los programas sociales (Estado de Bienestar), sobre la desregularización y la liberación de la moneda. Así que ese Acuerdo contemplaba la vinculación del dólar al oro y el resto de las monedas al dólar, pero los EEUU tenían que ajustar su tipo de cambio solo al oro. Desde que se dejó el Acuerdo, la distribución de las pérdidas de las crisis financieras, que es sobre todo un problema de imposición política, la empezaron a asumir todos los países sometidos a la hegemonía de los EEUU, este tenía la capacidad de obligar, utilizando su poder, a pagar por sus debilidades comerciales y en general, económicas. Y empezó a funcionar a toda su capacidad la máquina de imprimir dólares sin respaldo.
Instituciones como el FMI y el Banco Mundial, creadas para poner en práctica el Acuerdo de Bretton Woods, mutaron hasta convertirse en el Consenso de Washington, e imponer el modelo neoliberal, que coge gran impulso en el gobierno de Reagan. Joseph Stiglitz, ganador del Premio Novel de Economía, en su libro El malestar en la globalización, analiza muy bien el papel destructivo y generador de miseria del FMI y el Banco Mundial.
La hegemonía del dólar, sin más respaldo que el poder político-militar esta llegando a su fin. Incluso un aliado conspicuo de los EEUU como Arabia Saudita, en esta coyuntura se ha mostrado abierto a negociar su petróleo en yuanes. La economía real de China y Rusia, con precios de energía competitivos, finalmente terminará con los sueños hegemonistas de la pax americana y el multipolarismo empujará la economía mundial, y nacerá un Nuevo Orden Mundial, con tendencia general, al menos, anti-neoliberal, y donde los pueblos sabrán encontrar nuevas oportunidades de soberanía e independencia.
Los más lúcidos pensadores estratégicos en los EEUU, habían advertido con suficiente tiempo, que EEUU no debía incluir a Ucrania en la OTAN, sin embargo, cuando se ha perdido noción de la realidad y se cree seguir teniendo el poder cuasi hegemónico de la segunda pos guerra mundial, o el poder unipolar que adquirió EEUU con la desaparición de la Unión Soviética, se considera que se puede continuar siendo el policía del mundo sin sufrir ninguna consecuencia.
Hoy creo a nadie le cabe duda de que hemos entrado definitivamente en una Segunda Guerra Fría, y en el Estado Profundo estadounidense se debate como utilizar a Ucrania para nuevamente ‘contener’ a Rusia, decimos ‘nuevamente’ ya que el término ‘contención’ lo acuñó George Kennan en su famoso ensayo de 1947, más conocido como el ‘Artículo X’, donde proponía una estrategia para que la Unión Soviética no pueda usar su poder ganado como resultado de la II Guerra Mundial e influya en el delineamiento del nuevo Orden Mundial, que como lo registra la historia, no fue muy exitoso, ya que finalmente se conformó un mundo bipolar por varias décadas durante toda la época de la Primera Guerra Fría. Por lo demás, EEUU siempre se ha preocupado por ‘contener’ a Rusia, así fue durante los tiempos del zar Nicolás II, como también, luego de la victoria de la Revolución Bolchevique, el presidente Wilson envió a más de 10 mil soldados a intentar derrocar el naciente régimen soviético.
Como EEUU y su complejo militar industrial, después de la desaparición de la Unión Soviética se quedó sin enemigo comunista, se inventó la fantasmagórica Guerra Global contra el Terrorismo, y a través de este concepto estratégico, ejerció su desbocado poder unipolar, que se manifestó por ejemplo, en el bombardeo a Yugoslavia, para luego provocar su balcanización, y después las invasiones a Irak, Afganistán, Libia, Yemen y Siria, a este último lo ataca usando a su engendro, el Estado Islámico. Es decir, hablamos de la arrogante imposición de la pax americana. Se prosiguió con la expansión de la OTAN hacia las fronteras con Rusia, y diría, que la Unión Europea, con su actuación tan subordinada a los EEUU, ha demostrado claramente que no es más que una región colonizada por los EEUU.
Lo que impidió a los EEUU ejercer un desbocado poder, fue justamente la existencia de la Unión Soviética, pero después de su implosión, la pax americana quedo liberada y con neolengua, como diría George Orwell, llevo a cabo su estrategia de guerra global contra el terrorismo. Pero dadas las evoluciones geopolíticas de los últimos años, entre las que hay que destacar, el poder alcanzado por la República Popular China, ese concepto, -guerra global contra el terrorismo- ha quedado obsoleto. ¿Alguien en los medios de la pos-verdad, nos recuerda aun su existencia? Ahora los EEUU se han propuesto, no solo ‘contener’ a la Federación Rusa, sino también a China, que ha sido definida, por la estrategia de seguridad estadounidense, como la principal amenaza. Por colocar un dato, de los muchos que se podría subrayar, ya en el año 2003, China suplantó a los EEUU como el principal destino de la inversión extranjera.
La clave de la decadencia y finalmente derrumbe de todos los imperios en la historia, han sido sus propias contradicciones internas. En estos días abundan los análisis respecto a las actuaciones irracionales de los EEUU y sus peones europeos, donde se destaca que ellos mismos se están autodestruyendo al desmantelar –con su propensión sancionadora- toda la arquitectura institucional que les permitió privilegios en los ámbitos económico, financiero y comercial. Los rusofóbicos se olvidaron que Rusia tiene los metales y productos necesarios para plasmar un nuevo sistema monetario no anclado en dinero fiduciario, junto con China y otras potencias regionales como Irán o Indonesia. De hecho, el desarrollo de una nueva arquitectura geo-económica ha estado en gestación durante los últimos años, pero la guerra en Ucrania ha acelerado su concreción, además, después de un acto delincuencial, como apropiarse alegremente de las reservas rusas, como antes se había hecho con las reservas venezolanas, quién puede confiar en el dólar y en las instituciones financieras occidentales.
Cuando hablamos de demencia senil del Imperio, queremos combinar dos cosas: a) Justamente sus actuaciones irracionales, que se explican por el nivel alcanzado de sus contradicciones internas, tanto así, que el propio expresidente Jimmy Carter[1] ha llegado a hablar de una potencial guerra civil estadounidense y otros analistas advierten de una posible implosión; y b) Decadencia que no empezó en el siglo XXI, sino que se viene manifestando desde los años 70 del siglo pasado. Nuevamente el expresidente Jimmy Carter en 1979 afirmó que EEUU sufría de una enfermedad generalizada, recordemos que Carter fue un intento de corregir las tendencias más negativas del proceso político estadounidense, pero fue derrotado por el neoconservadurismo neoliberal y Ronald Reagan.
En el marco de lo señalado exponemos un dato histórico. El declive estadounidense, empezó a dar señales, cuando Richard Nixon abandonó en el año 1971, el acuerdo de la Conferencia Financiera y Monetaria de las Naciones Unidas firmado en el año 1944, más conocido como Bretton Woods, este establecía un sistema de tipos de cambio más o menos fijos entre las monedas del mundo y controles a la movilidad del capital internacional (iba naciendo la globalización neoliberal y el predominio del capitalismo financiero/especulativo). No vamos a profundizar en los aspectos técnicos de esto, pero la perspectiva de este acuerdo se fundamentaba en la protección del ser humano desde una visión keynesiana, dando prioridad al empleo y a los programas sociales (Estado de Bienestar), sobre la desregularización y la liberación de la moneda. Así que ese Acuerdo contemplaba la vinculación del dólar al oro y el resto de las monedas al dólar, pero los EEUU tenían que ajustar su tipo de cambio solo al oro. Desde que se dejó el Acuerdo, la distribución de las pérdidas de las crisis financieras, que es sobre todo un problema de imposición política, la empezaron a asumir todos los países sometidos a la hegemonía de los EEUU, este tenía la capacidad de obligar, utilizando su poder, a pagar por sus debilidades comerciales y en general, económicas. Y empezó a funcionar a toda su capacidad la máquina de imprimir dólares sin respaldo.
Instituciones como el FMI y el Banco Mundial, creadas para poner en práctica el Acuerdo de Bretton Woods, mutaron hasta convertirse en el Consenso de Washington, e imponer el modelo neoliberal, que coge gran impulso en el gobierno de Reagan. Joseph Stiglitz, ganador del Premio Novel de Economía, en su libro El malestar en la globalización, analiza muy bien el papel destructivo y generador de miseria del FMI y el Banco Mundial.
La hegemonía del dólar, sin más respaldo que el poder político-militar esta llegando a su fin. Incluso un aliado conspicuo de los EEUU como Arabia Saudita, en esta coyuntura se ha mostrado abierto a negociar su petróleo en yuanes. La economía real de China y Rusia, con precios de energía competitivos, finalmente terminará con los sueños hegemonistas de la pax americana y el multipolarismo empujará la economía mundial, y nacerá un Nuevo Orden Mundial, con tendencia general, al menos, anti-neoliberal, y donde los pueblos sabrán encontrar nuevas oportunidades de soberanía e independencia.
Referencia:
[1] "Un riesgo real de conflicto civil": el expresidente Jimmy Carter cree que EE.UU. no aprendió la lección del asalto al Capitolio. https://www.cenae.org/un-riesgo-real-de-conflicto-civil-el-expresidente-jimmy-carter-cree-que-eeuu-no-aprendioacute-la-leccioacuten-del-asalto-al-capitolio.html
[1] "Un riesgo real de conflicto civil": el expresidente Jimmy Carter cree que EE.UU. no aprendió la lección del asalto al Capitolio. https://www.cenae.org/un-riesgo-real-de-conflicto-civil-el-expresidente-jimmy-carter-cree-que-eeuu-no-aprendioacute-la-leccioacuten-del-asalto-al-capitolio.html
El histórico error de Washington en Ucrania (8/abril/2022)
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Jeremy Kuzmarov de la revista CovertAction analiza el asesinato de MLK Jr por parte del gobierno de los EE. UU., la amenaza inminente de una guerra mundial y la posibilidad de que Bucha sea un ataque de bandera falsa. Hay críticas legítimas a Rusia, pero Estados Unidos provocó la situación, queriendo darle a Rusia su propio Vietnam nuevamente. Estamos viendo un gran cambio de poder que puede resultar en el debilitamiento de Occidente y la creciente fortaleza de Oriente con China como el gran ganador. A medida que el excepcionalismo estadounidense se desvanece, podríamos ver violencia apocalíptica (por ejemplo, una guerra nuclear). Habla sobre el Estado de Seguridad Nacional y cómo Bill Clinton y Barack Obama son activos de la CIA. Toca el creciente autoritarismo que vemos en forma de censura y posible instigación gubernamental de disturbios en el Capitolio. Este tipo de estrategia de tensión le permite al gobierno aprobar leyes draconianas.
10 de abril de 2022
¡El mundo como lo conoces está a punto de cambiar!
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